El corazón partido de los croatas argentos

El corazón partido de los croatas argentos

Ya en semifinales de Qatar 2022, la Scaloneta se enfrentará a la Selección de Croacia, el subcampeón del mundial de Rusia. ¿Por quienes hinchan los argentinos descendientes de los balcanes?

La Selección Argentina llegó a las semifinales tras derrotar al conjunto neerlandés y debe enfrentar a Croacia, que en la fase de grupos derrotó 4-1 a Canadá y empató sin goles ante Marruecos y Bélgica, y se impuso en los penales contra Japón, en los octavos de final, y contra Brasil, en los cuartos de final.

A excepción de Sudáfrica 2010, los apodados “ajedrezados”, por su camiseta a cuadros blancos y rojos, estuvieron en todos los mundiales realizados desde 1998. En su primera participación obtuvieron el tercer puesto al vencer 2-1 a Países Bajos y en Rusia 2018 llegaron a la final, pero perdieron ante Francia 4-2. En el resto de las ocasiones nunca superaron la fase de grupos.

 

De Croacia a Argentina

La inmigración croata en Argentina se dio en diferentes etapas: los primeros llegaron durante el gran flujo migratorio de europeos entre finales del siglo XIX y principios del XX, los siguientes en el período de entreguerras que va de 1918 a 1939, y los últimos tras finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945. Croacia no logró su independencia hasta 1991, perteneció al imperio Austro-Húngaro y luego a la ex Yugoslavia, por lo que muchos de sus inmigrantes fueron anotados como austríacos y yugoslavos al llegar aquí. Esto produjo dificultades para precisar las cifras demográficas de la colectividad.

En 2020, la Cámara Argentino Croata de Industria y Comercio y la Asociación Civil Coro Croata Jadran impulsaron el primer Censo Digital Croata para saber cuántos miembros integran la comunidad y contó con el apoyo y difusión de diferentes famosos, como la cantante Sandra Mihanovich, el humorista Carlitos Balá, el periodista Mario Markic, los futbolistas Darío Cvitanich y Daniel Bilos, entre otros.

Participaron 14.526 personas, pero estiman que hay alrededor de 300 mil descendientes. Entre los resultados más destacados, se afirma que un 59% de los censados tienen ascendencia croata por parte de sus abuelos y un 17% de sus padres y el mayor número se ubica en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. El 53% son mujeres y el 47% hombres, en concordancia con la composición actual de la sociedad argentina.

 

De Buenos Aires a Croacia

La Cámara Argentino Croata también se dedica a fomentar las relaciones comerciales de otros países sudamericanos como Paraguay, Uruguay y Chile con Europa, de allí que forme parte de distintas organizaciones como la Unión Europea y la Cámara Europea de Comercio.

Cada cuatro años, Croacia organiza unas olimpiadas para promover su cultura y arraigar a jóvenes de todos los países a que vuelvan y conozcan sus raíces. Desde la Cámara, este año se formó un equipo de fútbol integrado con 30 jóvenes argentinos descendientes para participar en la competición.

En diálogo con ANCCOM, el vicepresidente de la institución, Iván Jaugust, explica cómo están viviendo el Mundial de Qatar los miembros de la Cámara y los jugadores del equipo: “Si vamos a lo futbolístico, Argentina tiene mucho más, pero Croacia tiene también mucho para dar y va a ser un partido bastante parejo”. Y aclara: “Dentro de la Cámara, hay algunos miembros que son nacidos en Croacia que se vinieron a vivir acá, ellos lógicamente van a hinchar por su país. Después, el resto, que somos todos de Argentina, vamos a hinchar por Argentina. Nosotros ya tenemos garantizada la final por quererlos a los dos”.

 

De Santa Fe a Croacia

Gerónimo Viscovich es un futbolista santafesino de 35 años que se formó en el Club Atlético Colón y que actualmente juega en el Insieme Formia, perteneciente a Eccellenza, la quinta división de Italia. Como su bisabuelo era croata, tomó la ciudadanía de ese país y entre 2008 y 2010 se fue no solo a desarrollar su carrera profesional en equipos de Croacia, como el NK Vinodol y el NK Primorac Biograd, sino también a conocer sus orígenes: “Por el fútbol tuve la posibilidad de ver de dónde viene el apellido y saber sobre la cultura, los lugares, la comida, las tradiciones y el idioma, que hoy, si bien perdí un poco la práctica, puedo sentarme a hablar con alguna persona o entender lo que dice. Son cosas lindas que me van a quedar para siempre y que tuve la oportunidad de aprovechar”.

Desde su experiencia, explica que el fútbol croata es bastante técnico y que si bien es un país chico, tiene mucho talento que se vende enseguida y cada vez desde más jóvenes. Respecto al encuentro contra el conjunto albiceleste, afirma: “Es muy probable que Argentina gane por el hecho de que Croacia jugó dos alargues seguidos y porque tiene un poco más de jugadores de jerarquía, pero los croatas siempre la pelean hasta el final. Va a ser un partido muy duro”.

A la hora de tener que elegir entre un equipo u otro indica: “Es normal que cuando juega Croacia hinche para Croacia y ahora que juegan en contra es un poco más difícil, pero claramente siempre quiero que gane la Argentina, más este mundial cómo se viene dando con Messi. Yo creo que Croacia está andando un poquito más de las expectativas, ya el último mundial llegaron a la final, y ahora eliminando a Brasil”.

“Cada partido de Croacia nos permite estar en relación con el país, que para nosotros está tan lejos pero a la vez tan cerca desde los sentimientos. Para muchos esto significa recordar a sus padres, a sus abuelos”, señala Greta Ciklic.

De Córdoba a Croacia

Greta Ciklic es una cordobesa nieta de croatas, que desde siempre tuvo un vínculo cercano con el país europeo, sobre todo desde la adolescencia, en donde asistía al Hogar Croata de Córdoba “Hrvatski Dom”, construido por los inmigrantes que vinieron hace más 50 años. Allí empezó a participar en el grupo de baile folklórico “Kolo Velebit” y aprendió algunas canciones de la iglesia en idioma croata. Al cumplir la mayoría de edad, empezó a estudiar música y canto lírico y en 2014 viajó por primera vez a Croacia por una beca que otorga el Gobierno de allá a los descendientes, en donde, a lo largo de nueve meses, practicó el idioma y pulió sus habilidades para cantar. Desde entonces, nunca dejó de cantar en esa lengua e hizo varias presentaciones en aniversarios y celebraciones de la colectividad.

En julio de este año tuvo la posibilidad de integrar un coro de ópera en Croacia para un festival de verano, pero no pudo viajar por razones económicas. No obstante, en septiembre pudo ir a cantar en el Café del Teatro Nacional de Split, la principal ciudad de la costa croata. Recientemente formó un grupo vocal en su provincia, en donde comenzó a enseñar canciones folclóricas y melódicas. Su nombre es “Plavo More”, cuya traducción es “Mar Azul”, en referencia a la costa croata de Dalmacia. “Muchas de las canciones son sobre amor a la patria y están muy cargadas de emoción porque, por muchos años y por diferentes razones, distintas generaciones han tenido que emigrar del país”.

En cuanto al mundial, señala que la colectividad lo está viviendo con mucha emoción: “Para nosotros cada partido de Croacia es como poder estar en relación con ese país, que para nosotros está tan lejos pero a la vez tan cerca desde los sentimientos, a pesar de la distancia también en el tiempo. Un partido de fútbol, aunque otros no lo crean, envuelve un montón de emociones, para muchos esto significa recordar a sus padres, a sus abuelos”. Y, sobre el partido con la Scaloneta, agrega: “La verdad que no quería que se juntaran en una instancia tan definitoria, hubiera sido mejor que se encuentren en fase de grupos como en 2018. Obviamente todos soñamos con que Argentina llegue a la final y gane, a pesar de tener una parte de nuestro corazón con Croacia, pero bueno, Argentina es nuestro país”.

Croacia: Fútbol con corbata

Croacia: Fútbol con corbata

Los dos primeros rivales de la Selección Argentina, Islandia y Croacia, salieron del mismo grupo de las Eliminatorias europeas. Si Islandia es pequeña en términos territoriales, Croacia lo es aún más. Con una superficie de 56.594 km², cabe cinco veces y media en la provincia de Buenos Aires, tiene una población diez veces menor que nuestro país y un PBI per cápita apenas por debajo.

Como se independizó de Yugoslavia en 1991, su historial mundialista es corto. Sin embargo, en su debut en Francia 98 dio la sorpresa al vencer a Alemania y Holanda y quedarse con el tercer puesto con una original camiseta a cuadros que los más futboleros, seguramente, recuerdan.

Mariana Cámpera nació en Buenos Aires en 1979, es periodista y desde hace 15 años vive en Zagreb, la capital de Croacia. “La cultura croata es milenaria –cuenta–. Aún se conservan antiguos bailes y cantos y existe gran cantidad de conjuntos folklóricos. Mientras en Argentina pocos saben bailar un chamamé o un tango, acá la mayoría sabe, al menos, hacer unos pasos al ritmo de la música tradicional”. Con unas mil islas (aunque sólo 50 habitadas), en cada rincón del país se realizan continuamente eventos culturales de todo tipo. “La sociedad les da mucha importancia”, asegura.

En diálogo con ANCCOM, Mariana opina sobre la personalidad croata: “Son más fríos. Mientras nosotros nos saludamos con un beso, ellos te dan la mano al conocerte. Al principio me la pasaba dando besos ´a la fuerza´ pero después me acostumbré y ahora soy yo la que ofrezco mi mano en Argentina. Dentro de los círculos familiares se dan dos besos, uno en cada mejilla. Los abrazos acá son algo muy extraño”. Más allá de esto, según ella, “una vez que un croata te abrió la puerta de su corazón, es un amigo fiel y está dispuesto a hacerlo todo por vos”.

“¿Quién invita? ¿A quién le caemos? ¿Dónde lo miramos?”, preguntas habituales cuando juega la Argentina. Unas birras, un salamín o un queso son el pasaporte de entrada a la casa del que pone la tele, que puede ser un amigo o un desconocido, con vestir la albiceleste alcanza para ser bienvenido. “Con los croatas tenés que acordar el encuentro unos días antes y en general te encontrás en un bar, adonde es normal ir todos los días, ya sea a tomar café o, a la tarde-noche, cerveza. La gente casi no se visita en las casas”, dice Mariana y agrega: “Cuando juega la Selección hay que ir varias horas antes a los bares para conseguir mesa. La mayoría tiene televisor y ahí se siguen los partidos. Y cuando se juega algún campeonato se pueden ver los locales y sus terrazas decorados con banderas y mucho ambiente de hinchada”.

Mariana asegura no perderse ningún partido y estar siempre ahí alentando, pero es de las pocas: “En Croacia el fútbol es cosa de hombres aunque de a poco se ven más mujeres interesadas, pero no al nivel de Argentina”. El apego al bar puede estar dado por el horario de trabajo, de 7 a 15 usualmente. Esta jornada laboral, para Mariana, ayuda a “disfrutar más el día a día”. “Se vive a un ritmo más lento y tranquilo. A a la tarde es muy normal ver a los padres con los chicos en la plaza”, subraya.

“Argentina será el duelo más fácil”. La frase del técnico croata, en una entrevista a Sportske Novosti, resonó en todos los portales del mundo hace un par de meses. Sin embargo, sin recortar, pierde polémica: “Con Argentina no podemos buscar mucho. Entonces será el duelo más fácil, porque no tenemos nada que perder”. A pesar del favoritismo del equipo sudamericano, los europeos cuentan con grandes jugadores que disputan los torneos más importantes. Entre ellos, tres que dijeron presente en la última final de la Champions League: Luka Modrić y Mateo Kovačević, del Real Madrid, y Dejan Lovren, del Liverpool. Otro que fue campeón de la Europa League: Šime Vrsaljko, del Atlético de Madrid. Un campeón de “La Liga BBVA”, Ivan Rakitić, compañero de Messi en el Barcelona. Y un campeón de la Serie A italiana: Mario Mandžukić, coequiper de Higuaín y Dybala en la Juventus.

No obstante sus estrellas y su gran pasión por el fútbol, los croatas también se interesan por otros deportes. “Es un país de talentos deportivos –destaca Mariana– y tiene éxito en disciplinas que en Argentina ni se practican”. “Casi todos desde chicos entrenan fútbol, pero son pocos los que logran ingresar y jugar para clubes serios, por lo que en muchos casos se opta por otros deportes”. Tal es así que Croacia tiene campeones mundiales en tiro, remo, atletismo, lanzamiento de disco y waterpolo y en los últimos Juegos Olímpicos obtuvo 50 medallas en 11 disciplinas.

En la Argentina funcionan numerosas organizaciones de la colectividad croata: conjuntos corales, folclóricos, religiosos, educativos, culturales, políticos, comerciales. Una de ellas es “Bar Croata”, una radio rosarina creada en 2005. Su productor, Ivan Grbac, nació en la Argentina y ni conoce Croacia pero afirma que es “croata de corazón”. En la emisora hablan sobre la actualidad del país europeo, comparten información y llevan invitados de esas tierras.

“Si bien en Croacia, como en cualquier nación de Europa, no se considera al fútbol como salvación económica, se vive y funciona como acá, es todo muy parecido”, incluidos los “problemas con las hinchadas” y “de corrupción”, sostiene Ivan. Una curiosa diferencia es que allá “la gente no usa la indumentaria deportiva de su club o de la Selección en su vida cotidiana, como acá”. Ivan, junto a otro miembro fundador de Bar Croata, tiene un especial apego a estos artículos ya que ostenta una colección de “61 camisetas y aproximadamente 20 de otro tipo de indumentaria de la Selección croata”.

A Ivan, igual que a Mariana, no le resulta fácil determinar la preferencia por Argentina o por Croacia. Dice que cada vez que se enfrentaron “fueron momentos difíciles”. “Ambas selecciones tienen grandes individualidades –opina y se la juega–: de Argentina me gusta Lo Celso, es importante para esta etapa. Y de Croacia Ivan Perišić, que cada vez sorprende más”.

Mariana tiene su corazón dividido en dos (“es tan croata como argentino”), pero destaca el lado positivo: “Celebro los goles argentinos y los croatas. Tengo la ventaja de tener dos selecciones para hinchar en el Mundial”. Aunque, lo admite, eso implica “doble tristeza, doble incertidumbre, doble de nervios, ¡todo por dos!”. El 21 de junio estará con su “camiseta argentina y el gorro de cuadraditos rojo y blanco en la cabeza, o la camiseta croata y la bandera argentina al cuello”.

Cuentan que hacia el año 1660, los jinetes del Ejército croata utilizaban unos pañuelos negros en el cuello que dieron origen a la actual corvatta, derivado italiano de “croata”, que a los franceses les gustó y que la convirtieron en un símbolo de estatus social, y que hace tiempo un rey tomó como escudo nacional el tablero de ajedrez, luego de haberle ganado una partida a un duque veneciano para conseguir la libertad de su pueblo… Y cuentan que Sampaoli siempre recalca la necesidad del “amateurismo” en el jugador, que más allá de sus disposiciones tácticas apuesta a la libertad de decisión dentro el campo de juego, en rescate de las enseñanzas que deja pelotear en la calle. El próximo 21 de junio a las 15, ante tanto cuadro ajedrezado, habrá que ponerse el overol y patear el tablero.