Rugby femenino made in Lanús

Rugby femenino made in Lanús

Los rayos amenazaron todo el día con la suspensión de la fecha y por eso los varones retrasaron su encuentro para jugar sin riesgos. Ahora las chicas, que estuvieron esperando que ellos terminen, se disponen a entrar en lo que queda de verde en la cancha de Lanús Rugby Club. La capitana Tamara Charo da las últimas palabras de aliento para el equipo: “A Ro le duele la rodilla, estamos echas mierda, pero vamos a dejar todo. No perdamos la pelota”. Después se escucha al unísono: “Un, dos, tres Lanús”.

El Lanús Rugby Club se fundó en el año 1996 y nada tiene que ver con el Club Atlético Lanús –que participa con éxito en los campeonatos de fútbol profesional– aunque ambas instituciones estén pegadas una de la otra. El equipo de mujeres rugbiers comenzó en 2012 con un grupo de chicas que empezó a entrenarse por su cuenta y que al poco tiempo encontró en Emiliano Mito Serafini (32), ex jugador de rugby en el club, a su entrenador.

ra Lugo corre con la pelota de rugby en la manos, totalmente embarrada mientas la persigue una rival

La centro del equipo de Lanús, Iara Lugo, corre mientras es perseguida por una de las jugadoras de Almafuerte.

Las chicas entran a la cancha, impecables con los colores blanco y el clásico granate en sus remeras para enfrentarse al Almafuerte, un club de Ciudad Evita. A los cinco minutos de empezado el partido, ya no hay manera de distinguirlas de sus rivales, de los dos lados el marrón oscuro se adueña de las camisetas. El equipo bonaerense de zona sur no tiene suplentes e incluso empieza el encuentro con nueve jugadoras de campo cuando deberían ser diez por equipo. Del otro lado, Almafuerte cuenta con una cuantiosa banca.

Pero paradas al lado de las suplentes de Lanús se encuentran Jimena Tévez, de 15 años, que hace unas semanas arrancó a entrenar, y Luciana Carrasco, de 20, que hasta hace poco integraba el equipo. Alientan desde afuera. A los minutos de empezado el partido llega la décima jugadora: Carolina Del Valle Schaab, de 36, que viene de un largo día de trabajo como seguridad privada. “Le lloré al supervisor, le tuve que suplicar hasta que me dio permiso y me dejó salir un par de horas antes para poder jugar”, confiesa, mientras cuenta cómo retorno al equipo luego de una lesión y de otros compromisos personales: “Me dije ‘me tengo que replantear volver, si no puedo entrenar todo lo que se necesita, aunque sea venir una vez por semana, volver a arrancar y darles una mano’”.

Las chicas del equipo Almafuerte cubren la pelota

Luego de la postergación del partido por una lluvia, el equipo de rugby femenino de Lanús comenzó con un try abajo el encuentro.

Es que luego de la modificación que dispuso en 2017 la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) de que se pasara a jugar el torneo femenino con diez jugadoras –en vez de siete como se venía haciendo– varios equipos en desarrollo como lo es Lanús, tuvieron dificultades para presentar el equipo completo, teniendo que jugar muchas veces sin cambios o en desventaja numérica. Luego de sufrir por la falta de jugadoras, Mito asegura: “Ahora terminamos con el equipo armado y ya podemos empezar un escalón arriba”.

Durante los primeros minutos del partido, las chicas están algo dubitativas y la presión de Almafuerte las hace retroceder en campo propio, el entrenador granate pasea de un extremo a otro, sobre uno de los costados de la cancha, mientras sigue las jugadas con detenimiento. Pero Lanús Rugby Club no logra salir de la zona defensiva y al poco tiempo Almafuerte marca el primer try. El entrenador camina bordeando la cancha, junta a las jugadoras y les dice: “Tranquilas, confiemos en nosotras”.

Con la desventaja, las locales empiezan a ganar posiciones y a recuperar rápido la pelota. Suenan los cuerpos y el agua con cada tackle. El médico tiene que ingresar por el pedido a los gritos de una de las jugadoras de Almafuerte tras un golpe en su pie.

Abrazo de las chicas de Lanús Rugby Club, se alcanza a ver las remeres embarradas

Carolina del Valle, pidió salir antes de su trabajo para que sus compañeras no jugaran el partido en desventaja numérica.

Las locales se asientan mejor en el campo y empiezan a pasarse la pelota. Luego de varios avances, a Iara Lugo, de 21 años, se le abre un espacio, esquiva a una, se cuela, aguanta el tackle a destiempo de su rival, lucha contra el barro, levanta más alto las piernas para escapar, a pura fuerza y velocidad pasa. De atrás la siguen cinco jugadoras desesperadas, está casi a punto de llegar a la línea final pero la derriban. Antes de caer, Iara le pasa la pelota a Rocío que había seguido la jugada. Sola por la banda izquierda, convierte el try del empate.

“Ro” es a la que le dolía la rodilla antes de empezar el partido, se llama Rocío Soto y sufrió la rotura de los ligamentos durante 2016. Además es profesora de Educación Física y hace dos años que cambió el handball por el rugby. “En el profesorado le dieron solamente rugby a los varones y muchas nos quedamos con ganas de conocer el deporte, entonces por eso dije: ‘Me voy a sacar las ganas, pruebo y si no me gusta me voy’”, recuerda de sus inicios en el deporte.

Luego del empate, las granate agarran confianza, Iara se escapa varias veces más y amplía la diferencia. Su familia desde la tribuna festeja, en especial su abuelo Alfonso y su abuela Chichina, que la incentivaron para que empezara a practicar rugby. “Una la ve que se posesiona jugando, le gusta tanto, que deja todo ahí”, dice Chichina mientras Alfonso replica: “Estamos contentos y firmes todos los domingos alentando a la nieta”.

 

Una de las chicas de Almafuerte tendida en el piso luego de un choque

Finalmente, las chicas de Lanús Rugby Club pudieron dar vuelta el resultado «dejando todo» como marca la capitana del equipo.

También hay tiempo para que la más chica del equipo, Daiana Penayo, de 15 años, marque un try. La adolescente se unió a Lanús a principios de 2017, provenía de otro club de la zona pero que no se encuentra federado en URBA. “Yo sentía que podía dar más, decidí dar una paso grande y venir acá,” relata Daiana que recibió durante todo el partido las indicaciones del entrenador: “Un pasito adelante Dai”,  “abrite un poco”,  “más cerca de Iara”. Con la victoria conseguida, Mito les comentaba a sus amigos del club: “¿La vieron a Daiana en la cancha? Va para adelante, no tiene miedo.”

“Vos podés tener mucha técnica o lo que sea, pero tenés que poner ganas y actitud. Eso no se negocia y no te lo da nadie. Eso siempre lo marco, porque no hay con qué darle. Podemos perder, podemos ganar pero dejando todo”, reconoce Tamara Charo , la capitana de 36 años, que sueña con que en el club se abran las infantiles de rugby femenino para poder entrenar a las nenas a partir de los cinco años. Mito, que además de entrenar al equipo femenino, es entrenador de juveniles, infantiles y del plantel superior, concluye al hablarle a las chicas después del partido: “No me pasa con ningún otro equipo, de estar fuera de la cancha y salir con los ojos llorosos, solo me lo transmiten ustedes.”

Actualizado 06/02/2018

¿Una pantalla cinematográfica o de negocios?

¿Una pantalla cinematográfica o de negocios?

Dos años después de que se paralizaran las obras prometidas, los integrantes de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata y vecinos de Mataderos están en alerta a raíz de que se presentaran en el lugar una representante legal del Ministerio de Cultura porteño, Gabriela Aranaz, junto con un tasador del Banco Ciudad y los empresarios Pablo y Adrián Serantoni, productores del programa de TV “Pasión de Sábado”. La visita disparó y  acrecentó los rumores sobre el futuro destino del predio.  

Ubicado en la avenida Alberdi al 5000, El Plata se inauguró en 1945 y tenía capacidad para más de 1.800 espectadores. Funcionó como cine y teatro hasta 1987, cuando cerró sus puertas y fue utilizado como depósito de una casa de electrodomésticos hasta el año 2000.

Fachada del cine El Plata, en Av. Juan Bautista Alberdi 5765 en Mataderos.

Los vecinos de Mataderos se organizaron, una vez más, ante la sospecha de que el Cine El Plata sea vendido por el Gobierno de la Ciudad.

“Se daban películas de Mirtha Legrand, de Palito Ortega y se presentaron artistas como Aníbal Troilo, Argentino Ledesma, Fidel Pintos o Roberto Grela. Yo los presentaba, quiero que se abra el cine porque ese espíritu está todavía ahí adentro, están mis sueños”, expresó Roberto Gutiérrez, quien a sus 91 años es el integrante más grande de la Coordinadora, como se conoce a la agrupación en el barrio.

En el año 2004, un grupo de vecinos le pidió al entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, que comprara el cine para convertirlo en espacio cultural. El propietario aceptó vender con la condición que el espacio solo tuviese ese destino. Mediante la Corporación Buenos Aires Sur, la Ciudad adquirió el inmueble y luego, tras la caída de Ibarra y la incertidumbre en el interinato de Jorge Telerman, comenzaron los conflictos tras la asunción de Mauricio Macri.

A pesar de la cláusula impuesta en el contrato de compra-venta y que la ley lo protege por ser patrimonio cultural de la Ciudad, el PRO quiso demoler el cine y hacer allí un Centro de Gestión y Participación (CGP). Jorge Elger, secretario general del Centro de Comerciantes de Alberdi, dijo: “Nuestro Presidente (Alberto Di Leo) fue quién convocó a los vecinos a una asamblea en la puerta del Plata al enterarse de diferentes maniobras que involucraban al edificio. A partir de ahí, se fueron haciendo reuniones semanalmente”. Esa fue la génesis de la Coordinadora, conformada en 2007

Reunión de vecinos sentados alrededor de una mesa en el centro de Comerciantes de Alberdi

Reunión de vecinos en el Centro de Comerciantes de Alberdi organizado por los integrantes de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata.

El proyecto de CGP impulsado por el actual secretario de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo fue enterrado por los vecinos en 2008 a fuerza de organización. Luego, la Justicia falló a favor de que El Plata sea un centro cultural. Después de eso, Hernán Lombardi, exministro de Cultura porteño, se acercó y asumió el compromiso de realizar las obras necesarias. Walter Ordoñez, referente de la Coordinadora, recordó: “Se hizo la primera etapa y en julio de 2011 se habilitó una sala para 170 personas que funcionó irregularmente hasta mitad de 2013. Ese año, volvemos a la Justicia a intimar al Gobierno a resolver la segunda y definitiva etapa del centro cultural”.

Tras la ratificación legal, se licitaron las obras por primera vez en 2012 ya que las anteriores habían sido vía contratación directa. La empresa Teximco S.A. ganó y por 25 millones de pesos se comprometió a terminar la obra en 400 días. La comunidad de Mataderos estaba satisfecha porque era cuestión de tiempo para cumplir su meta, pero luego de avances y el cobro de 20 millones, se abandonaron los trabajos. En abril de 2015 el cine reabrió sus puertas parcialmente con dos salas equipadas y refaccionadas, aunque en diciembre cerró de manera definitiva.

Reja del cine El Plata en Mataderos, se lee un cartel en mal estado que dice: vecino vuelva a ser protagonista por la finalización de obra y apertura

Hace dos años que las obras se encuentran paralizadas pese a la promesa del Gobierno de la Ciudad de convertirlo en un centro cultural.

Ordoñez dijo: “El Gobierno confirmó el pago de 20 millones y plantea que las obras están al 82%. A nosotros, técnicos de la Defensoría del Pueblo, nos dijeron que, con suerte, están el 65%”. En adición a esto, el también integrante de la Coordinadora, Gutiérrez, reclamó: “Hay guita que falta, ¿dónde está la plata de El Plata?”

La presencia de los Serantoni alertó a los vecinos de una posible venta, ya que el cine entró en comodato hasta 2015 y vencido el plazo, vuelve a su dueño: la Corporación del Sur.

Walter Ordoñez integrante de la coordinadora en defensa del Cine El Plata en primer plano, en la vereda donde queda el cine.

Walter Ordoñez, de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata, denuncia faltante de dinero por el pago realizado a la empresa Teximco.

La legisladora porteña de Unidad Ciudadana, Lorena Pokoik, apoya la lucha de los vecinos y planteó: “Lo central es que se hagan cargo desde el Gobierno de la Ciudad de que la obra tiene que continuar y hay que renovar la cesión de uso para que se justifique la cantidad de plata que se invirtió”. Pokoik es también integrante de la Comisión de Cultura y agregó: “Lo único que hicieron es darle más valor inmobiliario a algo que no van a usar, esa plata se le evitó invertir a un futuro comprador. Es torpeza o una avivada”.

La defensa del Cine El Plata como centro cultural tiene aceptación unánime en Mataderos. La comunera kirchnerista del barrio, Aixa Rocha, afirmó: “En este caso, todas las fuerzas barriales estamos de acuerdo. Incluso, los del PRO.»

 

Después del tarifazo, llegaron los cortes

Después del tarifazo, llegaron los cortes

El 2018 comenzó con elevadas temperaturas y también con una ola de cortes de luz que afectaron simultáneamente a más de 100 mil personas el último fin de semana. Si bien los registros de cortes de suministro eléctrico comenzaron a fines de diciembre, la situación se intensificó los últimos días. La interrupción del suministro eléctrico se da a pesar del nuevo cuadro tarifario, que lejos de mejorar la calidad de los servicios, cada vez son más deficientes.

Las áreas que demostraron una mayor deficiencia en la prestación de energía eléctrica en los últimos días fueron las que se encuentran concesionadas a Empresa Distribuidora Sur S.A. (EDESUR) y Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte S.A. (EDENOR). De los más de 100 mil afectados, 90 mil corresponden a Edesur y 15 mil a Edenor.

vecinos cortando una calle, manifestándose en contra de los cortes de luz.

Vecinos de la zona sur del gran Buenos Aires se manifestaron por la falta de suministro eléctrico que sufrieron el último fin de semana.

La tarde del jueves último, bajo una alerta naranja y una sensación térmica superior a los 35 grados, la cifra se triplicó. Ese mismo día, Edesur informó a través de su sitio web que se habían programado interrupciones rotativas en algunos barrios debido “al corte en una línea de alta tensión producido por una tunelera ajena a la empresa”. Además, agregó que los cortes no se prolongarían por más de seis horas, afectando principalmente a los barrios de Villa Soldati, Liniers, Pompeya, Caballito, Constitución, Flores, Villa Lugano y Mataderos. Sin embargo, la interrupción del servicio se extendió en tiempo y zonas. La falta de suministro eléctrico también llegó a Lomas de Zamora, Florencio Varela, Avellaneda, Berazategui, Lanús y Quilmes, entre otras localidades.

“Los cortes de luz se prolongaron desde el jueves a las 8 de la noche, hasta el sábado a la mañana. Con el calor fue terrible. En el edificio de enfrente vive gente de 80 y 90 años. No podían moverse de sus casas debido a la imposibilidad de usar los ascensores. No podíamos subir agua de las bombas para bañarnos, fue una complicación”, explica Mirta Izurieta, de Lanús. Los vecinos de su barrio recurrieron a una solución provisoria frente a la falta de respuestas de la empresa. “Un hombre que trabajó en Edesur vino el viernes a la noche a ver qué había que comprar para solucionar el problema. Resulta que era una caja que se había quemado. Así que él compró lo necesario para arreglarla y entre los afectados de las tres torres pusimos 500 pesos cada uno, para repartir los gastos”, explica Izurieta que el sábado volvió a tener luz, “pero Edesur nunca vino”, dice. La vecina de Lanús adelanta las medidas que tomarán en el barrio: “Ahora vamos a realizar un reclamo, con todos los números de la gente que llamó, para ir hasta la empresa y hacer una descarga y esperar algún tipo de resarcimiento por lo que pasó. Decidimos hacer una carta documento con las boletas de los vecinos y los reclamos que ellos no contestaron, a la espera de una respuesta”.

Por Avellaneda la situación fue similar. “La semana pasada nos cortaron la luz, entre tres y cuatro veces aproximadamente. Y aparte se cortaba y volvía de forma repetida, y bajaba la tensión. Yo tuve que desconectar todo. Y el día que más calor hizo, el jueves, estuve toda la noche sin luz. Soy hipertensa, y la situación me afectó mucho, ya que no tenía ganas ni de levantarme de la cama”, sostiene Blanca Rosales, vecina de la localidad de Villa Domínico. Y se queja: “Hubo un aumento importante. Con mi marido notamos que aumentó el doble a comparación de lo que veníamos pagando antes”.

dos vecinos en la calle, manifestandose en contra de los cortes de luz.

La Defensoría del Pueblo pidió a las empresas un informe sobre las causas que provocaron la falta de servicio, el promedio de duración de los cortes y las medidas que se adoptaron para evitarlos.

La localidad de Wilde, partido de Avellaneda, también fue uno de los lugares afectados por los cortes. “De día más o menos me arreglo, pero de noche y con el calor, es tremendo. Después, el tema son los artefactos. Tuve que desenchufar todo porque la luz vuelve de golpe y si no me quema las cosas”, explica María Sánchez, otra de las vecinas.

ANCCOM se comunicó con la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires que informó que el 60% de los reclamos recibidos se debieron a la calidad del servicio; casi el 12% por facturación; y el porcentaje restante a otro tipo de quejas como incumplimiento contractual, riesgo en la prestación del servicio, aumento de tarifa, alta o baja en el servicio, y reclamos similares. Respecto a los organismos denunciados, la Defensoría concluye que casi el 57% de las denuncias son hacia la Edesur, un 11% hacia Edenor, y que el resto corresponden a otras empresas como Energía Argentina S.A (ENARSA) y al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).

En este sentido, la Defensoría del Pueblo de la Provincia anunció también que ante los reiterados reclamos por los cortes en los servicios de luz y agua en toda la Provincia, se realizó un pedido hacia las empresas Edelap, Absa y AySA para que informen cuáles son los planes de contingencia para solucionar estos inconvenientes. La Defensoría sostiene que esta medida “apunta a que las empresas informen cuáles fueron las causas que provocaron la falta de servicio, el promedio de duración de los cortes y las medidas que se adoptaron para evitarlos”. En la misma línea el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino, explicó: “Recibimos muchos reclamos por la calidad de la prestación de los servicios públicos. Si tenemos que llegar a instancias judiciales para que el Poder Judicial obligue a las empresas a brindar un servicio adecuado, lo vamos a hacer”. Lorenzino anunció también que: “El 2 de febrero en la audiencia pública por el aumento de la tarifa del agua plantearemos una visión crítica, porque se incrementa su valor pero el servicio no mejora su calidad”.

vecina con dos botellas de plástico en la mano, manifestándose por los cortes de luz y agua.

«Si tenemos que llegar a instancias judiciales para que el Poder Judicial obligue a las empresas a brindar un servicio adecuado, lo vamos a hacer”, dijo Guido Lorenzino.

Por su parte, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) advirtió a través de un comunicado que debido a los cortes de suministro eléctrico que afectaron a numerosos centros comerciales y comercios Pyme de la Ciudad está trabajando para conseguir una respuesta favorable ante las empresas distribuidoras -Edenor y Edesur- y ante el organismo de control Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE). Además, anunció que solicitó a dichas empresas establecer un mecanismo que permita el resarcimiento económico inmediato a los comercios damnificados por los daños y perjuicios ocasionados.

“Aún en medio del infierno, estamos creando desde la alegría”

“Aún en medio del infierno, estamos creando desde la alegría”

Hay una banda de cumbia que invita a sudar sin nombres ni moral, a entonar sus canciones con “lenguas insurrectas” y a agitar las caderas de “cuerpos castigados” por el patriarcado con el puño feminista en alto. Está “viva y furiosa”, lista para desafiar al machismo. Cuestiona la monogamia porque “es un cuento de la infancia” y el régimen de heterosexualidad obligatoria porque sabe que “revolución es que te pueda besar en cualquier lado, sin sentir la vergüenza”.

Se ríe de la inclusión a medias, de la hipocresía del “está todo bien con que cambien de nombre, pero en el fondo siguen siendo hombres”. Le canta con rabia a los CEOs del capitalismo, que “propagan talleres clandestinos, odian al pobre y a lo distinto”. Con el deseo de vivir en paz y el amor como el gran motor proponen “acabar bien pronto con estas violencias” y “cortar con tanta indiferencia”. Esto es Sudor Marika.  Nicolás Gabioud, Nahuel Puyaps, Rocío Tirita, Vicente Quintreleo, Sebastián Sazali, Lautaro Pane y Carolina Piccarreta se juntan a ensayar en el Doke. Salen a escena con los rostros tuneados con gliter y los cuerpos semidesnudos decorados con accesorios propios de la estética BDSM (Bondage, dominación, sadismo, masoquismo). En sus shows entre tema y tema entonan a coro con el público “Macri no es, puto es liberal, hacete cargo él es heterosexual” y re versionan el clásico de Supermeka2: “que levanten las manos como yo la que quiera un misoprostol”. Tienen disco nuevo, Las yeguas del apocalipsis. Toda una declaración de principios.

Hombre en cuero tocando la guitarra, tiene la cara tapada con un pasamontaña.

Sudor Marika se presentó, junto a la banda Los Rusos Hijos de Puta, en el Teatro Mandril.

¿Cómo surgió la idea de cantar sobre los feminismos y las luchas LGTBIQ?

Vicente: Había algo que nos hermanaba que es la militancia de nuestras identidades disidentes. El hecho de ser una banda de cumbia integrada por personas que tenemos una base de empoderamiento de algunas causas hizo que supiéramos de entrada que no iba a ser una reproducción de lo que es la cumbia como género musical. Nuestras canciones son creaciones colectivas. Queremos ocupar este espacio, pero desde nuestra experiencia y forma de pensar un mundo posible, usando este género musical que es bastante machista como la mayoría de los géneros, misóginos, violentos.

Nahuel: No es que primero vino la idea y después las canciones, creemos que lo personal es político, para nosotras no está la vida por un lado y cuando vamos a hacer canciones vemos cuál es el tema políticamente correcto. Escribimos sobre lo que estamos hablando, deseando, pensando, amando.

¿Por qué tocan cumbia? ¿Qué significa para ustedes la cumbia?

Rocío: La mayoría ya veníamos escuchando cumbia, creemos que este género tiene algo de la celebración, de la fiesta, de trastocar algunos sentidos de las letras de las canciones.

Vicente: La propia cumbia fue la que nos hizo encontrarnos, todos los que integramos la banda tenemos en común que la cumbia es el género que elegimos por excelencia al momento de salir a bailar algo. Para nosotras tiene un sentido especial crear estas letras con una música popular, pensamos que es una música que tiene un montón de llegada a un público muy amplio.

Dos personas mirándose a un espejo colgado sobre una pared de fondo rojo. Al lado aparecen dos maniquíes.

«Creemos que este género tiene algo de la celebración, de la fiesta, de trastocar algunos sentidos de las letras de las canciones», dice Rocío Tirita sobre la cumbia.

En sus letras se refleja una visión muy crítica hacia el actual gobierno, ¿cómo se posicionan en lo políticamente partidario?

Nahuel: somos varias en la banda y hay posicionamientos heterogéneos, pero en esa línea que prevalece o que se ve hay algo que nos une.

Rocío: ¡Amor a Cristina, dale decílo! (Risas).

Nahuel: Pero entendemos que eso no obtura otras alianzas y de hecho en general son sectores de izquierda los que nos llaman para compartir espacios, porque tenemos una mirada anticapitalista y antipatriarcal que puede ser contradictorio con la figura de Cristina. Con ella tenemos un amor y una pasión porque es alguien que dijo las cosas en un tono como de una cumbia.

Rocío: También está la cercanía entre la cumbia y lo popular.

Nahuel: En un diario nos hicieron una entrevista y un pibe comentó que éramos “populismo rosa”. Me parece que eso que nombran como populismo rosa es chorrear y entender que los cuerpos puedan también comprender por dónde va la política y no dejarlo para los iluminados.

Vicente: Lo que nos importa destacar en este momento es que somos una banda antimacrista porque creemos que desde ese lugar generamos la posibilidad de establecer alianzas que hoy nos parecen mucho más trascendentales que decir banco a Cristina o no, a pesar de que nosotros la amamos. Hay personas o más bien trolls que nos bardean con un ejercicio del odio al que no le queremos dar cabida.

Cinco integrantes de la banda en el escenario, cantando y tocando instrumentos.

«Hay un deseo de pureza al que nosotros no queremos responder porque pensamos que somos seres que estamos en constante experimentación», dice Vicente Quintreleo.

“El estruendo siempre es fuerte cuando cae la moral” dice una de sus canciones. ¿Qué significa para ustedes derrocar la moral?

Vicente: Hay un deseo de pureza al que nosotros no queremos responder justamente porque pensamos que somos seres que estamos en constante experimentación, y nos referimos a todo tipo de discurso de pureza, de moralidad, incluso dentro de los feminismos y la disidencia sexual.

Nahuel: esta idea de la moral viene a romper con la idea de que la pelea no es solo con el capitalismo y el patriarcado, también va a ser cada vez que vengan a decirnos cómo tenemos que vivir porque el poliamor también se puede volver moralista. Si hay una receta a la que nos tenemos que someter para poder vivir, para ser más progres o más feministas, hay alguien de afuera que nos está diciendo cómo hay que vivir. Esa es una pelea constante y cuando das esa lucha, ya nunca estás tan cómodo y eso no te deja nunca descansar ni creértela que ya sos lo suficientemente rebelde o anarco porque la moral se te filtra siempre, es un trabajo deshacernos de ella. Como dice Rocío en una canción: “Dejame sentir que siento”. Para eso hay alguna voz que hay que callar y es la de la moral.

Rocío: También está la moral en las izquierdas, está en todos lados.

Público de Sudor Marika, mostrando sus torsos desnudos, escuchando la banda.

«Quieren que estemos tristes. Hay todo el tiempo un ataque para que eso suceda y nosotras en ese infierno estamos encontrando alianzas», dijo Nahuel Puyaps.

A través de sus letras cuestionan y denuncian ciertas de formas de opresión. ¿Creen que, desde el lugar del baile, la alegría, la celebración se puede llegar a cambiar ciertos pensamientos?

Rocío: Sí, pero no en términos megalómanos sino como un espacio donde quizás a los cuerpos bailando les pasa algo, al menos alegrarse, pero no a modo de placebo, sino que hay algo del contagio de lo que proponemos que se da por afinidad política; no sé si vamos a poder convencer a un macrista que deje de votar a Macri, sino más bien pensar cómo seguir juntándonos, haciendo cosas e irradiar esa alegría en otros espacios.

Nahuel: No vamos a convencer a nadie de nada, pero es verdad que estamos en un momento en que la política está trabajando sobre nuestras afectaciones, sobre la tristeza. Quieren que estemos tristes. Hay todo el tiempo un ataque para que eso suceda y nosotras en ese infierno estamos encontrando alianzas. Todo lo que nos va sucediendo es por alianzas afectivas que se van expandiendo. Y lo que estamos encontrando es que aún en el medio del infierno estamos produciendo y creando desde el orden de la alegría y no desde la alegría que impone el macrismo como un slogan, sino desde una alegría que aumenta la potencia de la gente que está participando de eso quiere más. Hay personas que hacen un dibujo, otros tocan nuestros temas, otros hacen una remera, otros no invitan a tocar; hay toda una producción de alegría que se expande y no es la alegría del macrismo, sin pedirle nada a nadie participamos de un encuentro potente.

Carolina Piccarreta, integrante de Sudor Marika, tocando el octapad.

Sudor Marika canta sobre feminismo y luchas LGTBIQ, desafía al machismo y al patriarcado, cuestionan la monogamia y el régimen de heterosexualidad obligatoria, y van en contra del capitalismo.

Nicolás: Es una disputa de la cumbia como discurso, de la noche, de la fiesta. La gente lo escucha y se siente interpelada, se ve representada en estos espacios y eso genera más encuentros con más personas y así vamos conquistando todos los espacios.

Rocío: cuando decimos más encuentros con más personas no lo decimos en el sentido que nuestro objetivo principal como banda es tener un millón de fans y generar esa distancia infinita entre los fans y la banda; cuando decimos que se producen encuentros es porque hay algo que se contagia y que no tiene que ver con la adoración y la fascinación sino con una figura que circula más horizontalmente.

Integrantes de Sudor Marika en el escenario, haciendo música.

La banda se apropia de la cumbia para convertirla en bandera de la lucha por la diversidad y la disidencia.

***

Sebastián Zasali: Teclado y voz

Rocío Tirita: Güiro y voz

Vicente Quintreleo: Guitarra y voz

Nahuel Puyaps: Bajo

Nicolás Gabioud: Trompeta

Carolina Piccarreta: Octapad

El fin de Nuestra Escuela

El fin de Nuestra Escuela

Peligran 900 puestos de trabajo por el cierre del Programa Nacional de Formación Permanente Nuestra Escuela que permite que docentes de todo el país accedan a posgrados de formación gratuitos. El destino de los educadores es incierto, todavía no saben si retomarán sus funciones en febrero, marzo o si deberán emprender la búsqueda de un nuevo empleo. “Hay algo despiadado en todo esto porque suponiendo que ya sabemos que estamos despedidos, podríamos ir viendo otros trabajos. Es muy angustiante sobre todo para aquellos compañeros que dependen de éste como su único ingreso. Exigimos una palabra pública de las autoridades”, reclamó Diego Carames, responsable de contenido del módulo Ciencias Sociales para secundaria.

En el 2007 se creó el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) que tenía como finalidad centralizar los cursos docentes dispersos y levantar un reclamo histórico que era el acceso a una formación permanente gratuita y de calidad. El Programa Nuestra Escuela surgió en el marco del INFOD y es un proyecto que inició la gestión del gobierno anterior durante 2014. Fue aprobado por unanimidad por el Consejo Federal de Educación, organismo que reúne a todos los ministros de Educación del país. Consiste en una capacitación y especialización universal para los docentes con una duración de dos años, con modalidad presencial y virtual, financiada por el Estado. “El Programa Nuestra Escuela fue quizás el más ambicioso de todos porque pretendió llegar al millón de docentes. Esto garantizaba el derecho de los maestros al mismo tiempo que recuperaba la idea de un Ministerio nacional federal que invertía en términos de educación, en buscar cierta igualdad en las distintas regiones de Argentina. Lo que observé a lo largo de estos últimos dos años es que las políticas de educación que está llevando a cabo el Gobierno actual son un retorno a la línea de intervención de los años 90; que consistió en descentralizar, es decir que cada provincia se responsabilizara de su educación, profundizando la desigualdad”, reflexionó Carames. Aquellas provincias más ricas, que tuvieran más recursos podrían invertir en formación docente, mientras que las provincias más pobres tendrían otras prioridades. “Hay una profunda contrariedad en lo que declaman desde el gobierno, una educación de calidad, y lo que están haciendo con el ministerio de Educación. Lo están desguazando”, denunció el docente.

Al mismo tiempo que el actual ministro de Educación Alejandro Finocchiaro afirma que hay jerarquizar a los docentes, tanto en Ciudad de Buenos Aires como en Provincia de Buenos Aires, y que la gobernadora María Eugenia Vidal propone dar de baja a los docentes que no posean un título, un programa dedicado a la formación docente permanente está en jaque. “El discurso que dan y lo que hacen es muy contradictorio. Plantean la necesidad de jerarquizar a los docentes para obtener una enseñanza de calidad. Pero quieren cerrar Nuestra Escuela. Acá hay casi mil docentes que dedicaron tiempo para su propia formación y desde el Ministerio de Educación deciden, sin dar ninguna explicación razonable, que no terminen con esa capacitación”, juzgó Diego Carames.  

Un niño de espaldas usando un guardapolvo blanco. En la espalda pintado de celeste lleva escrito "La educación pública es un derecho y no se negocia"

“Quisieron cerrarlo en el 2016 y como no pudieron lo que hicieron fue esperar un año para que las sucesivas cohortes fueran cayendo y, apenas pudieran, cerrarlo. Esto no es un mero descuido sino una política sistemática de desresposabilizarse por la educación pública”, sentenció Carames. A fines de 2016 el ex ministro de la cartera Esteban Bullrich firmó una resolución para restringir el régimen de cursada de los postítulos y dispuso el cierre definitivo, para fines de 2017, de las especializaciones en Derechos Humanos, Ciencias Sociales y Nuevas Tecnologías en las que trabajan 110 docentes. Un recurso de amparo presentado por los docentes impidió el cierre. “A partir del conflicto de diciembre del 2016 formamos el Colectivo de Trabajadores Virtuales Nuestra Escuela para dar pelea por nuestros derechos y el de los cursantes. En enero del 2017 resolvieron dar de baja las resoluciones porque eran ilegales, violaban el contrato académico con los docentes que se habían inscrito al Programa”, dijo Carames. En estos tres postítulos hay alrededor de 950 cursantes que le faltan entre una y dos materias para recibirse. “Esto depende de una firma del ministro, de la buena voluntad y de la responsabilidad de las autoridades. No es necesario siquiera que abran una nueva cohorte, sino sólo un bimestre para que estos docentes puedan finalizar su formación. En términos económicos el costo resulta mínimo”, explicó el responsable de Ciencias Sociales.  

Mientras que el artículo 74 de la Ley de Educación Nacional prescribe que el ministerio de Educación y el Consejo Federal de Educación deben garantizar el derecho a la formación continua a todos los docentes del país, en todos los niveles y modalidades, así como la gratuidad de la oferta estatal de capacitación, las autoridades están obstaculizando este derecho a la formación al impedir que los cursantes finalicen sus estudios.

Si bien el Colectivo de Trabajadores logró que el programa continuara en funcionamiento durante el 2017, hoy se encuentran inmersos en la incertidumbre por la ausencia de noticias sobre el futuro del proyecto. “Desde la gestión lo que dicen es que la mayoría de los docentes va a continuar. Sin embargo, mientras que los contratos se renuevan semestralmente aún no hay nada firmado. Si bien no hubo confirmación de que los 900 docentes estamos despedidos, lo que sí sabemos es que los contratos cayeron y desde entonces no tenemos ninguna noticia. Al no tener un contrato oficial nos damos por despedidos”, agregó.

El argumento que sostienen desde el ministerio de Educación para el cierre de los postítulos en Derechos Humanos, Ciencias Sociales y Nuevas Tecnologías sería puramente burocrático. Como en el 2016 se abrieron cohortes nuevas para los otros once postítulos pero no para estas tres áreas, ya no habría cursantes para ellas en 2017. ¿Por qué no se abrieron nuevas cohortes en 2016 para estas tres áreas? “Uno podría decir que esa decisión tiene que ver con las líneas pedagógicas prioritarias que el gobierno actual sostiene. En la cual los derechos humanos y el postítulo en Ciencias Sociales, que trata de pensar problemáticas como las transformaciones del mundo contemporáneo, no son áreas en las que las autoridades estén interesadas en que sean enseñadas en las escuelas. Sino que están más comprometidos con orientar la educación hacia los parámetros medidos por las evaluaciones internacionales, como PISA. Por otra parte, pareciera que la idea es fomentar el crecimiento de los cursos y especializaciones privadas y que los docentes tengan que volver a pagar para obtener su propia formación. Porque no sólo se cierran cursos y programas como Nuestra Escuela y líneas de intervención territorial socioeducativas como el proyecto coros y orquestas, sino que tampoco ofrecen un proyecto educativo propio que venga a reemplazar los postítulos de Ciencias Sociales, Derechos Humanos y TICs. Lo único que hacen es cerrar cursos bajo la idea economicista de ahorrar recursos”, opinó Carames.

Imagen de pins sobre un fondo negro. Sobresale una mano que sostiene un pin que dice "yo amo mi escuela pública".

Según el responsable de contenido del módulo Ciencias Sociales para secundaria hay dos posibles soluciones para que los docentes no pierdan su fuente de trabajo, una es que se abran nuevas inscripciones y los postítulos sigan. La otra posibilidad es que los docentes sean reabsorbidos por los cursos nacionales virtuales que ofrece el ministerio sobre distintas temáticas. “El año pasado abrieron algunos proyectos nuevos en la virtualidad, el problema con el que se encontraron es que contrataron mucha gente nueva, sin experiencia en plataformas virtuales, teniendo recurso ya formado. Hay poca gente en el país que tenga tanta experiencia como nosotros en la formación docente virtual. Esta modalidad de educación no es como cualquier trabajo de docencia, tiene cierta especificidad, no trabajamos con la palabra oral sino con la palabra escrita. Supone otro tipo de vínculo con los cursantes”, planteó.

Sonia Alesso, Secretaria General y Guillermo Parodi Secretario de Prensa de CTERA, en nombre del gremio, se sumaron al reclamo de los docentes del Programa Nuestra Escuela con un comunicado en el que repudiaron el desguace del Programa y afirmaron que el Ministerio estaría incumpliendo con un Acuerdo Paritario que habían firmado en 2015 los cinco sindicatos nacionales con el Ministerio de Educación, de Trabajo y el Consejo Federal de Educación para garantizar la formación permanente, gratuita y en servicio de más de un millón de docentes. “Este es un nuevo ajuste a la educación pública, con la pérdida de fuentes de trabajo para 900 familias. CTERA repudia y rechaza este nuevo atropello a la educación pública y exige al Ministerio de Educación que revea esta medida arbitraria, unilateral y de ajuste”, expresó el comunicado.

Por su parte, el Colectivo de Trabajadores Virtuales se apoya en el gremio ATE para elevar a las autoridades sus reclamos en espera de la apertura de un diálogo para solucionar la problemática o, al menos, tener una certeza sobre los planes que tiene el ministerio para el programa y sus trabajadores. “El apoyo de CTERA es muy importante porque permite de alguna forma que nuestro reclamo no quede invisibilizado como el de un grupo de trabajadores de un programita del Estado. Nos interesa que aparezca en particular nuestro reclamo por los puestos de trabajo, pero también es importante que se ponga este conflicto en un contexto más amplio que es la avanzada furiosa del gobierno contra el universo educativo en general y contra los trabajadores docentes en particular. Ya lo vimos el año pasado como los docentes fueron estigmatizados y aún más aquellos que estaban afiliados a algún gremio”, concluyó Diego Carames.