La cultura de los pueblos originarios en un mazo de cartas

La cultura de los pueblos originarios en un mazo de cartas

El comunitario Otorongo Wasi lanzó la segunda edición de su juego educativo Chakana Qawak. La asociación civil tiene como objetivo la revalorización y difusión de los saberes ancestrales de los pueblos originarios de Argentina y de América del Sur. Así, dentro de los proyectos que lleva a cabo junto con las comunidades originarias de la región, creó un juego para niños, adolescentes y adultos, que tematiza el tejido del tiempo.

Una caja azul lleva escrito en letras blancas el nombre “Chakana Qawak”. Allí dentro, aparecen apiladas 50 cartas en colores terrosos que hacen referencia a los valores de las culturas originarias. Además, trae consigo un pequeño libro dedicado a explicar aquellos vocablos. Juan Acevedo, miembro y fundador del Otorongo Wasi, explicó: “El Chakana es un puente. Para los occidentales, sería un puente hacia lo alto. Para nosotros, es un puente al mundo de las energías livianas y sutiles que están en algún lugar por encima de nuestras cabezas, lo cual no quiere decir que sea arriba. Qawak significa una forma particular de mirar el tiempo. En el mundo andino y en el mundo amazónico el tiempo no fluye de forma lineal, sino que es un continuo en donde presente, pasado y futuro acontecen simultáneamente. De ahí surge la metáfora del ‘tejido del tiempo’”.

El juego surge bajo el ímpetu de recuperar los saberes e identidades de los pueblos originarios. Enfrentados a la problemática de la falta de difusión y de reconocimiento, busca a través de un diseño visualmente atractivo ampliar su llegada a toda la población, sin importar su franja etaria ni sus conocimientos previos. “Lo pensamos desde aquello que a los chicos más les gusta: las figuritas. Nos pareció que el aspecto visual era sumamente importante difundir el contenido. Entonces, era interesante que se puedan jugar a mil juegos diferentes porque lo importante es que cada uno puede ponerle su imaginación”, expresó Acevedo. Cada carta y cada número llevan a los jugadores al libro de 128 páginas en donde los significados se explican a través de las cuatro leyes naturales del mundo andino. El Munay remite al sentido amoroso y responsable; el Llankay al trabajo que la propia carta representa; el Yachay es la sabiduría y el aprendizaje que se obtienen de la imagen; y el Ayni simboliza la reciprocidad.

Desde el comunitario Otorongo Wasi, hay un trabajo enérgico en distinguir la cosmovisión occidental que conforma el sentido común, de las cosmovivencias originarias. Para Acevedo: “Nosotros nacemos en una cosmovisión occidental, capitalista, consumista, colonialista, patriarcal y machista que nos fue impuesta desde la llegada de los españoles en adelante. Como todo paradigma, no se cuestiona. Es lo que de alguna manera psicológicamente nos constituye y da lugar a nuestra construcción de la realidad tal cual la entendemos”. Esta cosmovisión occidental se ve amenazada frente al reconocimiento de otras culturas y visiones del universo diferentes. “Los pueblos originarios sudamericanos no tienen cosmovisiones tal cual la antropología tradicional pretende hacernos creer. Lo que tenemos, en última instancia, son cosmovivencias. Vengo bregando por esta cuestión que es totalmente aceptada por mis pares de los pueblos originarios porque nosotros vivimos, sentimos y pensamos nuestro universo, ese sentimiento de sentipensar. No existen otras realidades para el mundo occidental. Todo lo que hable de otras realidades atenta contra el paradigma. Mientras que los pueblos originarios somos polifásicos, tenemos muchas realidades posibles”, concluyó Acevedo.

Durante todo el mes de agosto, las comunidades originarias de América del Sur, celebran la Pachamama. El Otorongo Wasi realizó una íntima celebración a la Pachamama en nombre de toda su comunidad. La festividad de la tierra resulta un ritual de agradecimiento y honra en donde se realizan ofrendas y se conmemora alegremente. “Chakana Qawak” se consigue a través de compra online (que hace envíos a todo el país) y a través de la tienda holística Pacha Kuyuy en Villa Devoto.