Agosto verde

Agosto verde

Durante dos reuniones consecutivas, el martes y el miércoles, se acordaron en la Cámara de Senadores la fecha y las comisiones que tratarán el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La votación en el recinto se realizará el 8 de agosto y una semana antes, el 1º de ese mes, se firmará el dictamen. La iniciativa, finalmente, se debatirá en tres comisiones: Salud (que será cabecera), Justicia y Asuntos Penales, y Asuntos Constitucionales.

La fecha definitiva del tratamiento en la Cámara Alta se definió el martes en la reunión de Labor Parlamentaria. Mientras tanto, por la tarde, se llevó a cabo una conferencia de prensa convocada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en el salón Arturo Illía del Congreso de la Nación. A la reunión asistieron los senadores Pamela Verasay (UCR-Mendoza), Humberto Schiavoni (PRO-Misiones), María de los Ángeles Sacnun (FpV Santa Fe) y Anabel Fernández Sagasti (FpV Mendoza), además de las diputadas Victoria Donda, Brenda Austin, Mónica Macha, Romina del Plá, Cecilia Moreau y Araceli Ferreyra entre otras. También dijeron presente y lucieron el pañuelo verde las actrices Catherine Fulop, Lola Berthet y Julieta Ortega. Senadores, diputados y miembros de organizaciones feministas y políticas exigieron que el proyecto de legalización del aborto reciba un tratamiento respetuoso en el Senado y pidieron que se mantenga la letra de la media sanción aprobada el pasado 13 de junio en la Cámara de Diputados.

La decisión sobre por cuáles comisiones debatirán el proyecto generó tensiones y discusiones polémicas. La semana pasada, la vicepresidenta Gabriela Michetti giró el proyecto aprobado en Diputados a cuatro comisiones. Los sectores que apoyan la iniciativa habían solicitado el tratamiento solo en las comisiones de Salud y Justicia y la decisión de Michetti de incorporar las comisiones de Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda desencadenó el cuestionamiento de Miguel Pichetto, presidente del interbloque Argentina Federal y de Marcelo Fuentes, presidente del FpV-PJ, quienes sostuvieron que la propuesta de la vicepresidenta tenía la clara intención de dilatar el debate.

Hoy, Michetti y Pichetto se reunieron en el despacho de la vicepresidenta y acordaron girar el proyecto a tres comisiones. El consenso determinó que la comisión de Salud seguirá siendo cabecera y que intervendrán también las comisiones de Justicia y Asuntos Penales como pretendía Pichetto. En cuanto a la inclusión de la comisión de Presupuesto y Hacienda, la senadora del FpV por Santa Fé, María de los Ángeles Sacnun declaró el martes que “si estamos hablando de un proceso de ampliación de derechos no podemos hablar de gastos, hay que hablar de inversión. Acá el presupuesto no tiene nada que ver”. Finalmente la vicepresidenta debió ceder y el proyectó no girará a la comisión de Presupuesto y Hacienda.

Mientras tanto, pendientes de las discusiones y consensos entre senadores, numerosos grupos que se manifiestan a favor de la legalización del aborto realizaron masivos pañuelazos en distintas ciudades del país. Neuquén, Bariloche, San Luis, Tucumán y Rosario, entre otras, se sumaron al reclamo. Así, durante la jornada del martes las plazas de la República Argentina se tiñeron una vez más de verde y las chicas de la Campaña afirmaron que “en la historia de nuestro país un pañuelo nos hermana y el aborto será ley”.

Mirá la fotogalería de ANCCOM:

 

 

Escenas de un día para recordar toda la vida

Escenas de un día para recordar toda la vida

Chicas y chicos acostados sobre la calle tapados con frazadas y con pañuelo verde.

Desde temprano diferentes banderas entraron en escena, las caras con glitter, las banderas y los pañuelos verdes. Las avenidas fueron afluentes desde donde llegaron multitudes hacia la Plaza Congreso. El frío, el sueño, la impaciencia, la expectativa se apropiaron de una mayoría de mujeres que ya empezaban a cantar a cantar.

El recinto comenzó su debate a las 11. Del lado verde ya estaban las carpas de Ni una Menos, la carpa que daría talleres toda la tarde sobre Rivadavia y, sobre Callao y Perón, un escenario listo para empezar lo que se convertiría en una fiesta

Se acercaba la hora del almuerzo y los discursos y las especulaciones sobre la votación se miraban por TV, cual partido de fútbol, en todas las pizzerías del centro porteño. “Este es nuestro mundial”, le dice una chica a otra, mate en mano, mientras van caminando por Rodríguez Peña a los codazos entre las personas. Para entonces ya había hablado Victoria Donda. Su postura, a favor, recordó que “la clandestinidad mata” haciendo referencia a las condiciones en las que miles de mujeres mueren al practicarse un aborto: “Me pesan los embriones que no van a nacer pero más me pesan las mujeres que no pueden acceder a la salud pública” dijo, eufórica. Mientras desde el escenario se escuchaban gritos de apoyo y aplausos.

Mujeres jóvenes marchando tomadas de las manos y con sus pañuelos verdes.

La marea verde arrasó los alrededores del Congreso.

Gente descompuesta por la falta de aire, gente apretada, gente organizando a mucha gente. Un grupo de ancianas caminan con dificultad y cantan lo más fuerte que pueden “aborto legal en el hospital”. La marea verde se mueve a lo largo de unas cinco cuadras pero se identifican dos focos claros: Rivadavia y Callao, frente al Congreso Nacional y Callao y Perón Frente al escenario.

Veintidós horas de debate y espera y no hay incidentes ni disturbios, solo un poco más de control policial patrullando las calles y el cansancio en las cuerpas que hacía aflorar comentarios: “¿Cuánto queda?”. El momento de escuchar la votación se vivió con un silencio que no había desde hacía mucha horas. Después, la explosión.

Personas entadas en la calle miranda la pantalla que transmitía la sesión de diputados.

Veintidós horas de debate y espera sin incidentes ni disturbios.

Les adolecentes

Una chica sumerge un pincel en un tubo verde brillante, limpia el exceso de pintura y mira fijo a su compañera que la espera parada en frente suyo, con los ojos cerrados. Sobre la mejilla derecha termina de darle forma a un puño en alto, dibujado dentro del símbolo de la mujer. Son dos de las decenas de pibas y pibes que se estampan sobre las paredes blandas de la carpa N°1 montada sobre la calle Rivadavia, esperando para entrar a la primera actividad del día: “Las pibas ya decidieron. El movimiento estudiantil y el derecho al aborto”.

Pasadas las dos de la tarde, las últimas en entrar a la carpa son dos quinceañeras envueltas en un pañuelo verde gigante que alcanza para cubrirlas por completo; afuera queda una multitud de adolescentes que hacen piecito y asoman por los huecos de la tela para no perderse la charla. Después de dos días de tomas en más de once colegios secundarios de Capital Federal y Gran Buenos Aires, los estudiantes decidieron movilizarse hasta la plaza del Congreso en apoyo a la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. “Hay algunos profesores que se diferencian y nos acompañan en ese proceso de aprendizaje, pero llegamos sólo a la información básica”, cuenta una de ellas y agrega: “En el Artículo 8 del Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto se establece que las personas gestantes de entre 13 y 16 años tienen la madurez suficiente para decidir si quieren o no practicarse un aborto. El macrismo nos quiere sacar esa posibilidad y establecer que las personas gestantes entre 13 y 16 años tengan que tener la autorización de un padre para poder acceder al aborto. Esas personas, por lo general, han sido abusadas y en el 80 por ciento de los casos el abuso es intrafamiliar. ¿A quién le vamos a pedir que nos autorice, a nuestro abusador?”

Lola tiene quince años y es alumna del Paideia. “En nuestro colegio tampoco se cumple con la ESI. Algunas alumnas mandamos una carta a las autoridades demandando más espacios de educación sexual, pero nunca tuvimos respuesta”. Sobre la importancia de la aprobación de la ley, sostiene: “Esto no es una cuestión moral. No estamos discutiendo sobre la posibilidad de abortar o no. El aborto ya sucede, hay personas que se están muriendo por eso y no estamos haciendo nada para pararlo, a menos que se legalice. Es una cuestión de salud pública y de poder decidir sobre nuestros cuerpos”.

Mujeres marchando con sus pañuelos verdes.

Desde temprano las banderas y los pañuelos verdes llenaron las calles del Congreso.

Ellas lo hicieron

Ellas lo hicieron

 

Después de casi 24 horas de sesión en la Cámara de Diputados, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo obtuvo su media sanción. En las calles, luego de una larga noche fría de vigilia verde, las voces de las mujeres -entre abrazos y llantos- empezaron a exclamar: «El aborto es legal». Todas las consignas que acompañaron las distintas marchas y movilizaciones hoy se materializaron: la ola feminista hoy conquistó un nuevo derecho.

La plaza del Congreso se presentó desde la mañana del miércoles 13 fragmentada: el lado de Av. Rivadavia se tiñó de verde por quienes se manifestaron a favor de la ley que propone legalizar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y, enfrente, sobre Hipólito Yrigoyen predominó el celeste aunque de aquellos que se promulgaron en contra de dicha regulación pero en la supuesta defensa de las “dos vidas”.

Sobre Av. Callao y Perón se montó un escenario donde desfilaron decenas de artistas que expresaron su apoyo a la ley que se debatía en el recinto. «Estamos reescribiendo la historia como mujeres. ¡Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!», manifestó el grupo musical femenino ‘La Colmena’. Seguidamente, Jimena Barón antes de interpretar su tema «La tonta» expresó que «esto es historia porque nosotras somos historia». 

 

La campaña Nacional por el aborto legal, seguro y gratuito desplegó tres carpas: una en donde se desarrollaron talleres, charlas y ventas; otra de prensa; y una tercera para el descanso y la logística. Además, a lo largo de Av. Rivadavia las distintas organizaciones sociales y políticas extendieron gacebos con diversas representaciones artísticas: remeras, stencils, entre otras. Lxs estudiantes secundarios también tuvieron una importante participación: en una de las charlas pudieron contar cómo llevan adelante la lucha y la organización en los distintos colegios en pos de la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

Del otro lado del Congreso y con una mucho menor concentración, el sector que se pronunció en contra de la legalización del aborto se mostró con consignas que manifestaban: «Matar no es un derecho»; «Adopción es la opción»; «Salvemos las dos vidas». Al mismo tiempo pero desde el escenario verde se anunció que «llevamos 10 horas demostrándole al Congreso que tenemos aguante y no nos vamos a ir hasta que el aborto sea legal, seguro y gratuito. ¡Aborto legal en el hospital!» 

Mientras en el recinto se debatía sobre el proyecto de la IVE, afuera -en los alrededores de la plaza- una multitud color verde pronunció que «Nosotres ya estamos decidides pero hay que ver qué se decide allá (en el Congreso). Desde acá les marcamos el camino» y, acto seguido, un conjunto brazos con pañuelos verdes se extendió al grito unánime de «Que sea ley».

La noche fue larga y sobre Hipólito Yrigoyen la concentración brilló por su ausencia. Del otro lado, en cambio, entre canticos, bailes, abrazos y muestras artísticas la marea verde siguió bien firme y exigió -sin cesar- «Aborto legal ya».

Fueron miles y miles. Algunas rotaban a pesar del frío invernal de la noche, otras se quedaron hasta los festejos finales. Estallaron con cuando el jefe de la de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, dijo: “El proyecto fue aprobado”.

Mirá las fotogalerías de ANCCOM con las imágenes de la vigilia en ambos lados del Congreso:

Entraron en la historia

Entraron en la historia

 

Luego de casi 24 horas de tratamiento en el recinto, la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación otorgó media sanción a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Con 129 votos a favor, 125 en contra y 1 abstención se ganó la primera batalla. A partir de ahora el 13 de junio será recordado como el día en que miles de mujeres argentinas transformaron la patria y su destino.

Hasta minutos antes de la votación el eje de la preocupación se centró en los números. Luego de dos meses y medio de debate en el plenario de comisiones, la jornada del miércoles no escatimó en impaciencia y ansiedades.

Alrededor de las 19, las paredes del recinto transpiraban nerviosismo y, sobre todo, incertidumbre. Luego de 8 horas de sesión tanto los partidarios de la legalización como aquellos que se manifestaron en contra, se adjudicaban la victoria.

En el transcurso del día los diputados Luis Beder Herrera (bloque Justicialista), Hugo Marcucci (Cambiemos), José Ignacio de Mendiguren (Frente Renovador) y Roxana Reyes (Cambiemos), anunciaron que su voto sería positivo.

De este modo, a las 23 la definición estaba en manos de 5 o 6 legisladores indecisos y a la medianoche ya se hablaba de «empate técnico». Frente a la posibilidad de tener que acudir al desempate resonaron con fuerza los rumores de que Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, se pronunciaría a favor del proyecto de ley impulsado por la Campaña.

Como el perfecto correlato del paisaje exterior al Congreso, dentro del recinto también se desplegaron con convicción los pañuelos verdes y celestes. Fundamentalmente en el sector de la derecha, donde se ubican los legisladores del bloque Justicialista y del Frente para la Victoria, muchas diputadas lucieron prendas color esperanza y ataron a sus micrófonos el pañuelo de la Campaña.

Nerviosos y expectantes, los legisladores se retiraban cada tanto del recinto y aprovechaban la oportunidad para hacer llamados telefónicos y seguir negociando la posición de los indecisos.

Ya al amanecer, cuando uno de los que figuraba en la lista de indecisos, el puntano de José Luis Riccardo, afirmó en su exposición que su voto sería positivo, el recinto estalló. La votación parecía inclinarse definitivamente a favor del Proyecto. Solo quedaban los discursos de cierre. Y el de la oficialista Silvia Lospennato terminó su alucoción llorando, mencionando a las mujeres de todas las fuerzas políticas e ideologías, que a lo largo de la historia argentina encausaron la lucha por el aborto libre y gratuito. Logró una ovación de todos los que, a la postre, votarían a favor del proyecto.

Finalmente, después de más de 70 días de intenso debate, después de 700 exposiciones, después de multitudinarias manifestaciones a favor del proyecto, el debate sobre la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo puso a la lucha feminista a las puertas de la historia. Al respecto, con lágrimas en los ojos, la diputada Cecilia Moreau, una de las primeras firmantes del proyecto, dijo a ANCCOM que el futuro es verde: «Ahora hay que seguir militando. Logramos que las chicas encuentren algo que las movilice y las una. Tenemos que ir por más derechos. Pienso en lo que ocurrió en la calle y siento que yo ya gané. Ahora sí que no nos para nadie».

“Una felicidad enorme”

“Una felicidad enorme”

Hace unas horas se firmó el dictamen de mayoría en diputados. ¿Cuáles son tus expectativas? ¿Cómo ves el panorama de cara al tratamiento en el recinto?

Tengo muy buenas expectativas, a veces siento que soy demasiado optimista pero es porque de verdad creo que lo vamos a lograr. Sobre todo porque hubo un proceso de aceleración del cambio social respecto a este tema que venimos militando hace mucho y en los últimos años tuvo un crecimiento muy grande a partir del fenómeno “NiUnaMenos”. En este sentido, el Congreso debería reflejar la tendencia social de adhesión al reclamo. Hoy están dadas en mayor medida las condiciones de posibilidad en la sociedad y no tanto en el Poder Legislativo. Sin embargo, muchos sectores se siguen pronunciando. Nos sorprende el accionar de los artistas, nos sorprenden las escuelas secundarias. Estamos felices, emocionadas, expectantes. Vienen muchas mujeres de las provincias, también recibimos apoyo internacional. Confío en que este año sacamos la ley.

Después de tantos años de lucha ¿qué sentís al ver a la sociedad tan pendiente? ¿Qué sentiste en la última marcha NiUnaMenos?

Es una felicidad enorme. Después de tantos años, siento que dimos un salto gigante. Posicionamos la agenda por los derechos de las mujeres como un tema fundamental e ineludible y personalmente creo que logramos algo esencial: hoy en día manifestarse en contra de los derechos de las mujeres tiene un costo político. Es un logro que hay que reivindicar, porque antes sin duda no pasaba. Por otro lado, estamos muy contentas por el gran apoyo de las nuevas generaciones. Las pibas hacen que la transformación no tenga vuelta atrás.

Como miembro de Católicas por el Derecho a Decidir, ¿qué opinás de las presiones que la Iglesia ejerce sobre los legisladores?

Desde la Campaña repudiamos las presiones que está ejerciendo un sector de la Iglesia Católica en particular. Creemos que ese sector no es representativo de la comunidad católica en nuestro país. Realmente defendemos el Estado laico y entendemos la necesidad de que el Estado se separe de la Iglesia. El tema del aborto, como muchos otros, pertenece al ámbito de la política y la salud pública. La Iglesia no tiene por qué intervenir y mucho menos poner trabas en el camino de la conquista por los derechos de las mujeres.

¿Cuáles son las actividades previstas para hoy?

A las 12 del mediodía comienza la concentración. Va a haber un escenario y una pantalla gigante en Callao y Perón. Sobre Rivadavia estamos preparando gacebos y carpas con materiales de la Campaña. También hay una grilla de artistas y bandas en vivo. Vienen compañeras de todo el país  y vamos a estar firmes en las afueras del Congreso hasta el último minuto de la sesión.