“Soy un artista dependiente, independiente es Spielberg”

“Soy un artista dependiente, independiente es Spielberg”

Parque Patricios ya se encuentra algo deshabitado para las cinco de la tarde. Sólo un kiosko a lo lejos está abierto y una persona espera algún colectivo cerca de la avenida. No se avistan más transeúntes. Más tarde, Nahuel Briones contará que en esas desiertas calles, durante caminatas nocturnas, compuso algunas de las melodías y estrofas de Guerrera/Soldado, su último disco, que fue lanzado en agosto de este año y que ya ha recorrido cinco provincias del país.

Se trata de un trabajo conceptual construido a partir de dos personajes disímiles: una guerrera, mujer empoderada, y un soldado derrotado. Ambos se ven atravesados tanto por el amor y sus comportamientos contemporáneos como por la cultura mediática y tecnológica actual. A Nahuel sólo le queda una semana para descansar entre su último show en Tucumán y su próxima presentación, el 24 de noviembre, en La Tangente.

¿Cómo es vivir en Parque Patricios? ¿Fue una fuente de inspiración?

La noche de Parque Patricios es la nada, no hay nada abierto. Llego de tocar un día a las dos o tres de la mañana y salgo a caminar: hasta las cinco no me cruzo con nadie en quince o veinte cuadras. El último disco lo compuse caminando por el barrio. No habla nada del lugar, pero fue estar caminando, pensando una melodía, desarrollarla todo un camino y llegar acá ya con la idea de una letra o por lo menos de una estrofa. En el disco hay algo del tiempo, de la soledad bien, la buena soledad, la de estar caminando por la calle, no querer encontrarse a nadie y que no haya nadie. Eso está bueno.

Guerrera/Soldado tiene una impronta sobre temáticas de género importante, ¿cómo te sentís al pronunciarte sobre estos temas en el escenario o en las entrevistas?

En general, a mí me incomoda un montón hablar sobre estas cosas públicamente. ¿Por qué yo varón hablo de esto? Cuando fue el caso de Aldana [se refiere a Cristian Aldana, cantante y líder de la banda El Otro Yo que fue denunciado por diez mujeres por abuso sexual, corrupción de menores y transmisión de enfermedades], yo iba a todas las marchas y me contactaron de varios medios para que escribiera un texto sobre eso. Después de patearlo un montón de veces les dije que no. ¿Por qué me voy a poner a escribir sobre eso? ¿Quién me creo que soy? Quizás sí tengo cosas para decir, pero ¿desde qué lugar? Siento como que descubrí al feminismo cien años después. También me pasa que me doy cuenta de que, por momentos, uso mis privilegios y que no puedo renunciar totalmente a ellos.

¿En qué sentido?

Puedo renunciar a los privilegios que utilizo yo, pero no a los que utilizan los demás para mí. Ya de chico me sentía incómodo con el rol de todos mis compañeritos explicándoles cosas a las chicas. No me sentía identificado con eso, pero hay otra gente que sí. Hay una cuestión cultural y personal que no defiendo, no me parece bien, pero existe. Me parece que es más difícil defender al feminismo si vos te sentís cómodo en ese lugar.

¿Qué te parece la situación actual donde el feminismo aparece en la agenda?

Yo no sé hasta qué punto se está hablando de esto ahora. Me da un poco de miedo pensar que hay cosas que están sucediendo y, en realidad, no ocurren. Hay algo que me resulta hipócrita. ¿Ahora no vamos a escuchar más a Cordera, por ejemplo? ¿O lo vamos a escuchar a oscuras, en nuestra casa sin que nos vean? No estoy defendiendo a Cordera, no me interesa eso, pero pienso: ¿qué hacemos ahora que nos enteramos que tal fue un abusador hace ochenta años? Está bueno reconocerlo ¿para qué? Lo digo para hacer un trabajo propio. Estuvimos consumiendo estas obras un montón de tiempo y no nos interpelaron. Quizás ahora no hay cabida para decir esas cosas y me pregunto si está bien que no la haya. Quizás sí está bien que puedas decir esas cosas públicamente si vos pensás eso y podamos identificarte rápido (risas). Me parece raro el fenómeno mediático porque a mí no me parece tan profundo.

Los periodos de transición suelen tener contradicciones, desnaturalizar prácticas es parte del proceso.

Pero, ¿qué hacemos con esto? ¿Vamos a crear cárceles online para que la gente no trabaje más? ¿Hacemos un ciber escrache para que no pueda tocar nunca más Cordera en ningún lado? ¿Qué ganamos? Yo siento que si Los Auténticos Decadentes dejaran de tocar Entregá el marrón y Vení Raquel habría un cambio. ¿Por qué todo tiene que terminar en la hoguera? Café Tacuba hizo un comunicado diciendo que no van a tocar más La ingrata porque la canción parecía un chiste, pero ahora es claramente un femicidio. Bueno, esos son los gestos que a mí me parecen más interesantes.

Antes eran impensados esos gestos.

A mí me da un poco de miedo pensar en hasta qué punto es auténtico y hasta qué punto un fenómeno masivo y mediático como el político que va a hablar, se cuida de no decirle al periodista que se van a quedar todos sin laburo y entonces tiene que chamuyar.

En el disco anterior trabajaste con Jorge Álvarez, fundador del mítico sello Mandioca y te hizo escribir muchas canciones en poco tiempo. ¿Cómo fue ese proceso? ¿Le diste continuidad para Guerrera/Soldado?

Fue como dejar de hacer canciones buenas y empezar a hacer canciones todo el tiempo. Lo que estuvo bueno fue encariñarme con otras cosas y con otros procesos, no solamente con el de laburar todo sobre una misma canción. Me parece que llego a lugares más exitosos que antes componiendo. Para sacar El Cruce de los Unders [el disco que produjo Álvarez] quería que todas las canciones fueran, en algún sentido, “inobjetables”. Quería llegar a ese lugar en que a una persona podría no gustarle u odiarlo, pero que tuviera que decir: “está bien hecho”. Ahora no me importa nada si una persona piensa que está bueno o no. Antes me importaba y estuvo bueno pasar por eso.

¿Qué tuvo de distinto componer las letras de Guerrera/Soldado respecto de los otros discos?

La verdad que no siento que haya sido muy diferente, simplemente cambié yo. En El Cruce… estaba buscando algo más efectista. A mí me gusta ser ocurrente, no sé si lo soy, pero intento serlo. Hubo algo de tener en una canción como diez o quince latiguillos o frases que pudieran o bien cambiar el sentido de la canción, o que fueran graciosos, o que fueran simplemente como un highlight de la canción. En este disco no pensé en eso, pensé en contar algo. Obviamente hay frases graciosas, pero porque pienso que tiene que ver conmigo y también creo que tiene que ver con Argentina: ¿Viste que en Argentina no hay películas absolutamente dramáticas donde no haya un comentario gracioso? No las hay, siempre hay un personaje que hace un chiste. Hay pelis europeas dramáticas donde te morís desde el comienzo hasta el final y acá no, no hay películas en el género “drama”, en todo caso, es un drama más cotidiano o algo que puede ser triste.

¿Te sentís un artista independiente?

Yo soy un artista dependiente, independiente es Spielberg, que  tiene toda la plata para hacer la película que quiera. Yo dependo de todo. Soy independiente en los parámetros de no tener una compañía o una empresa. Pero no veo como algo demasiado positivo la independencia en los parámetros de estar por fuera de la capacidad de generar mucho dinero. Eso es dependencia total.

¿Qué tenés pensado para después de Guerrera/Soldado?

Me gustó el plan de hacer un disco conceptual donde haya una idea global sobre un mismo tema. Siento que me quedaron muchas cosas para decir. Eso de poner en jaque al amor, me gustaría hacerlo con otros conceptos en un nuevo disco. Me encantaría hacer un disco donde vos pienses que todas las canciones van a ir para un lado y finalmente vayan para otro. Siempre algo que te defraude a vos puede encantarle a otra persona, me gusta la idea de jugar con eso.

Actualizado 21/11/2017

“La creatividad la impiden todas las ideas que tienen estructuras rígidas”

“La creatividad la impiden todas las ideas que tienen estructuras rígidas”

Martín Churba, el diseñador argentino reconocido en el mundo como un artista innovador en lo textil, parecía no querer alejarse ni perderse detalle de lo que las tejedoras de Red Puna estaban contando a alumnas de la Facultad de Diseño y Urbanismo de la UBA, en el marco de la Tercera Bienal Nacional de Diseño, que se desarrolló del 16 al 19 de agosto, en el Pabellón III de Ciudad Universitaria. Mientras ellas echaban las semillas de achihuete junto con las cenizas, y les explicaban a las alumnas cómo hacer un tinte natural, Churba hacía preguntas como cuánto tiempo había que dejar el tinte con la lana, y remarcaba las respuestas de las tejedoras para que las alumnas fueran siguiendo el proceso. El diseñador trabaja con ellas y otros campesinos y artesanas de comunidades aborígenes de Jujuy desde 2005, cuando fue contactado para dar herramientas y agregar valor a los tejidos y artesanías que hacía la comunidad. Para ese entonces, ya hacía tres años que había empezado de manera independiente con su marca Tramando, en la que empleó a trabajadores que habían quedado desocupados en la crisis de 2001. Con esta marca empezó a exportar a Japón y, en 2014, abrió un local en Dubai.

Si bien sus estudios formales fueron las artes escénicas y el diseño gráfico, finalmente resultó un pionero de la moda: armó el primer estudio de diseño textil de la Argentina junto a Florencia Vitón (con quien trabaja en Red Puna) y  Carla Bonifacio. Su inserción internacional fue en los años 90 junto a Jessica Trosman, con el emprendimiento TrosmanChurba, considerado una revolución de la moda, y que les daba empleo a personas con capacidades diferentes. Su compromiso con integrar a trabajadores al proceso productivo también se ve reflejado en la Fundación Pro-Tejer, organización sin fines de lucro que busca potenciar la industria nacional, reuniendo a los sectores de la cadena de valor de la industria textil e indumentaria. Desde su lugar de diseñador, Churba busca integrar, componer, combinar, no sólo telas, sino personas. En diálogo con ANCCOM compartió la experiencia de trabajar intercambiando experiencias con los trabajadores de Red Puna.

Generalmente el trabajo de un diseñador de indumentaria se asocia más al estilo urbano, o a la revista de moda. ¿Cómo es la experiencia de brindar herramientas para trabajadores de la Red Puna que tienen sus propios diseños?

Lo que vehiculiza esa posibilidad es el gran desafío que tienen las comunidades de incorporarse al sistema, sin perder identidad. Es un ejercicio comunicacional, un diálogo permanente. El camino era constantemente preguntarnos «¿Qué es para vos diseño? ¿Qué es para mí diseño? ¿Qué es entonces, para nosotros,  diseño?», tiene que ver un poco con tomarse ese trabajo de decodificar lo que cada uno de nosotros quería expresar. Integrar su trabajo y su cultura es un desafío de ellos también, porque tienen que lograr que todos nos tomemos el trabajo de hacer esa homologación de lenguaje. Cuando vos querés ir a su cultura también tenés que integrarte. Tenés que lograr que alguien te quiera enseñar sus modos de hacer y su cultura. A ellos les pasa lo mismo. Ellos tienen que lograr puentes que homologuen ese sistema de comunicación que hay que crear.

¿Y para vos qué es el diseño?

Para mí es un proceso en el cual se eligen distintas opciones y se define un sistema de elementos. Diseñar tiene que ver con el proceso anterior a administrar esos elementos. Es como pensar antes de lo proyectual. Pensar el contexto, pensar la disposición de las cosas y de las personas. Luego viene el proceso de creación. Ese es el proceso de selección de elementos. Y luego, la narrativa final, que es eso que vos creas, y que tiene un vínculo con ese contexto que trazaste al principio.

«Cuando vos querés ir a su cultura también tenés que integrarte. Tenés que lograr que alguien te quiera enseñar sus modos de hacer y su cultura», dijo Martín Churba.

Como diseñador, integrás mucho tu trabajo con procesos que están en la trama histórica del país. ¿Cómo relacionaste el diseño con lo social?

Quizás eso tiene un poco que ver con ser uno de los primeros en la actividad, entonces le vas dando forma un poco a la disciplina. Trato de darle cierta entidad a los hechos y a las cosas a través del uso de la metáfora. Creo en que esa posibilidad hace cambios en toda la realidad.

Muchas veces, hacés referencia a tus primeros años de diseño, en los que algunos te miraban extrañados porque no estaba desarrollada  la actividad en Argentina. ¿En algún momento pensaste que el oficio no iba a instalarse en el país?

Es algo que pienso todos los días. Aunque el diseño en sí, ya es una realidad. Está la Facultad y está totalmente incorporado. El diseño sí se instaló cómodamente. Tal vez la creatividad es lo que sigue peleando con la realidad. Pelea con los mercados, con la imaginación de la gente, con la libertad. La creatividad como hecho de libertad es algo en lo que siento que siempre volvemos a cero. Es una lucha constante.

¿Qué es lo que impide para vos esa creatividad?

La racionalidad, el capital, y a veces la misma academia. La creatividad la impiden todas las ideas que tienen estructuras rígidas y que no se parecen a nosotros, los seres humanos, que somos blandos, cambiantes, sensibles e inteligentes.

¿Cómo encontraste el equilibrio para aportar tus métodos de diseñador a los tejedores de la Red Puna, que a su vez tienen sus propios métodos?

Era un punto que lo discutíamos todos los días, cómo no invadir. Pero al mismo tiempo, si hay un problema que no encuentra solución, por qué vas a privar a alguien de que cambie el resultado de lo que hace, si encima no les satisface. Ellos viven en lo contemporáneo, no viven en el pasado, quieren renovarse. Nunca decimos lo que tienen que corregir y cómo. Ellos saben qué quieren corregir y te dicen lo que no les sale. Cuando ellos me conocieron me dijeron que querían mejorar su calidad y el valor percibido de sus productos para la venta.

¿Qué pensás que fue lo que más cambió en el intercambio que tuvieron con ustedes?

Las siluetas, los moldes de hule. Sirve mucho de patrón para los tejedores que quieren vender, que son la mayoría. Fue un proyecto que inventamos pensando que teníamos que armar cierta armonía de forma. Tampoco sabíamos si lo iban a incorporar porque las tejedoras decían que no medían, sino que contaban puntos. Lo que pasa es que tenían que esperar hasta el final para ver si estaba bien hecho. Era un desafío ver si habían tensado menos o por demás. Pasaron tres o cuatro años hasta que lo quisieron incorporar. Las siluetas sirvieron como un orden. Contrariamente a lo que decía antes sobre los órdenes y las estructuras, al mismo tiempo, los sistemas son geniales para brindar recursos.  

¿Cómo te relacionás como persona y como diseñador con esta experiencia ?

Siempre me sentí una persona ajena a este saber cultural. Me relaciono desde el respeto. Todo este saber, como por ejemplo el teñido con tintes naturales, es algo que les pertenece, y que ellos comparten con algunos de nosotros en situaciones en las cuales se puede dar una justicia en el vínculo. La mayoría de las veces esto no es lo que sucede. En general los vínculos entre las comunidades y la gente que vive en las ciudades son asimétricas. Sentirme a la par, a pesar de tener esta diferencia cultural tan importante, fue el gran desafío. No pensar que somos lo mismo, porque cada uno tiene su cultura, que lo configura con su identidad, pero tampoco pensar que hay uno más que otro, o uno que pueda sobre el otro, sino que sea un vínculo de paridad. Desde ahí, cualquier aprendizaje es un proceso a descubrir.

«No pensar que somos lo mismo, porque cada uno tiene su cultura, que lo configura con su identidad, pero tampoco pensar que hay uno más que otro, o uno que pueda sobre el otro, sino que sea un vínculo de paridad», dijo Martín Churba.

Actualizada 12/09/2017

La foto y la independencia

La foto y la independencia

La propuesta de la Séptima Bienal de Fotografía Documental de Tucumán se compone de una gran cantidad imágenes y autores que tratan temas como la identidad nacional y de género, movimientos estudiantiles, lo virtual y la memoria. Con más de veinte muestras montadas en simultáneo en museos y galerías tucumanas y un cronograma de  actividades atento a los interrogantes actuales, la Bienal recibirá, como ya es tradición, a estudiantes, aficionados y profesionales de la fotografía. Desde su origen, en 2004, el encuentro propone un carácter documental, pero desde la organización no se plantea «como una categoría taxonómica, sino como un punto de vista», explica Julio Pantoja, fotógrafo, docente y uno de los creadores de la Bienal. Lo que interesa, plantea, es ver toda la producción fotográfica desde lo testimonial, y puntualiza la necesidad de categorizar las imágenes, porque en la actualidad, dice, «la diferencia entre lo artístico y lo periodístico está quebrado y hace muchos años que dejó de funcionar».

Este año, a diferencia de los anteriores y en el marco del Bicentenario, las exposiciones están atravesadas por el concepto de «independencia». «Nos parecía pertinente asociar la Bienal al Bicentenario pero no queríamos hacerlo con el concepto histórico o de manera lineal y terminar haciendo la revista Billiken -dice Pantoja-. La idea fue trabajar con el concepto de independencias en plural y usarlo como disparador para hablar sobre cualquier tipo de independencia: personales o colectivas. Se trabajó en ese sentido con todas las muestras».  

Foto: Emiliana Miguelez. Muestra ARGRA.

Las convocatorias propuestas alrededor de este tema fueron «Símbolos patrios», «Soberanía Alimentaria» y una exhibición multimedia titulada «Independencias». Otra de las consignas propuestas fue «Tucumano/a se busca», para la cual el jurado, compuesto por Gisela Volá, Tony Valdez y Solana Peña, seleccionó tres ensayos.  Las convocatorias son abiertas al público nacional e internacional: “Siempre tienen muy buena recepción en Latinoamérica –cuenta Pantoja-. La mayoría son de Argentina pero también recibimos trabajos de Brasil, Venezuela y México».

Una de las exposiciones que se presentan es «Origen», de Verónica Bellomo, miembro del colectivo 13f. Las imágenes narran a color escenas de la vida rural dentro de un criadero de chanchos. Con una  escenografía campestre se ve en primera fila las instancias que implican la relación con la naturaleza y específicamente con los animales en la pampa argentina, demostrando una mirada específica sobre un tema popular.

Foto: Veronica Bellomo, “Origen”. Curador: Adrián Pérez.

Foto: Veronica Bellomo, “Origen”.
Curador: Adrián Pérez.

En esta edición el festival cuenta con la presencia del fotógrafo peruano Pedro Mayer, quien expondrá su trabajo «Face to Face» curado por el mexicano Francisco Mata Rosas. La muestra consta de 56 retratos de sus amigos, familiares y colegas, que fueron utilizados específicamente para sus perfiles de Facebook: el autor así reflexiona sobre el poder comunicacional de las imágenes, lo accesible y cotidiana que es la fotografía y qué implica retratarse a uno mismo. En el evento también puede verse la muestra anual de fotoperiodismo de Argra y una selección de 24 fotos de Daniel Merle, que ilustran 40 años de carrera en la fotografía desde una perspectiva intimista y en blanco y negro.

La Bienal incluye también diversas actividades pedagógicas, como talleres y revisión de portfolios. Además se darán conferencias sobre temáticas actuales relacionadas a la práctica fotográfica concreta, la realización de fotolibros y el trabajo curatorial. Uno de los diálogos planificados para el jueves 6 estará a cargo de Res y Jorge Sáenz,  donde el eje central será la fotografía como arte y documento contemporáneo.

Foto: Pedro Meyer, “Face to face”.  Curador: Francisco Mata Rosas.

Foto: Pedro Mayer, “Face to face”.
Curador: Francisco Mata Rosas.

“Es cierto que hay una desproporción en cómo funcionan los centros de poder de Buenos Aires respecto al resto del país, pero depende de cómo te empoderás frente a eso, y si decidís faltarle o no el respeto a esa relación», dice Pantoja en torno a la continuidad de la muestra en Tucumán. Además de quebrar la centralización en la Capital Federal, la Bienal invita a olvidar esquemas en desuso reuniendo autores de diferentes lugares y cosmovisiones. Este festival, que crece año a año, apuesta inteligentemente a la potencialidad del lenguaje visual y apuesta por abarcar una gran diversidad de puntos de análisis y realización.

Foto: Daniel Merle.

Foto: Daniel Merle.

Actualizado 4/10/2016