Últimas imágenes de la vieja normalidad

Últimas imágenes de la vieja normalidad

Cada mes de julio se lleva a cabo la muestra de ARGRA, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina, con cerca de 200 imágenes que forman el relato del año anterior. Debido a la pandemia, esta vez se realiza de manera virtual y con cierta postergación. El 1º de diciembre se realizó la apertura de la edición número 31 por el canal de YouTube con personajes de la cultura local como Jazmín Stuart, Cora Gamarnik y Claudia Piñeiro.

“Fue muy raro estar en mi casa durante la inauguración de la muestra. Hacía 15 años que no faltaba. La decisión era que había que mostrar las fotos, no podía pasar el año sin que la muestra tuviera su cosa pública, que llegara a la gente”, dice Daniel Vides, reportero gráfico y presidente de ARGRA. Las imágenes pueden verse en la galería de la web o en un video intercalado con testimonios que reflexionan sobre el recorrido del 2019.

¿Por qué es importante que se lleve a cabo esta exhibición? “Nos permite pensar nuestra práctica y nuestro laburo como reporteros gráficos desde otro lugar. Una dimensión distinta para la cual fue producida o pensada en su momento. Ahí vemos que nuestro trabajo no es solo para el diario de mañana o para el portal de hoy sino también es un primer relato del devenir de la historia en nuestra sociedad. Es un reflejo, la primera línea de lo que se va a convertir en relato histórico”, explica Vides.

“La muestra es una puesta en valor de nuestro laburo. Hay una elección nuestra. Los fotógrafos, fotógrafas y fotógrafes eligen qué mandar. Es algo propio, es nuestro y es un hecho colectivo. Creo que año tras año demuestra la excelencia que tenemos los trabajadores de prensa en la calidad de imágenes que quedan”, comenta Eva Cabrera, fotógrafa profesional y vicepresidenta de ARGRA.

A la convocatoria llegaron más de 2.500 fotos de reporteros y reporteras de todo el país, de las cuales quedaron seleccionadas 208. Además de la exposición virtual, se realizó un anuario impreso que está en preventa hasta el 15 de diciembre. “Fuimos tercos y analógicos con la decisión de imprimir el anuario. Es el objeto que queda de la muestra. Nos pareció importante que ese registro en el tiempo quedara también. Es lo único que quedó tal cual respecto a otros años”, agrega el presidente de la Asociación. Además, se realiza un ciclo de entrevistas y charlas a diversos autores en vivo por el Facebook Live de ARGRA.

La convocatoria de imágenes se realiza entre enero y febrero, y a mediados de marzo se lleva a cabo la selección por parte de un comité que alterna todos los años. “El día que nos íbamos a juntar a editar comenzó el ASPO. Así que quedamos frenados hasta que encontramos la forma de retomar la tarea de manera virtual”, dice Victoria Gesualdi, fotógrafa, editora del Área de Fotografía de ANCCOM y parte del Comité Editor 2020 de la muestra.

“Tuvimos la expectativa de poder inaugurar en alguna de las provincias pero las condiciones se fueron complicando en invierno, que es cuando suele estar la muestra colgada. Tuvimos que tomar la decisión de hacerlo de forma virtual, lo que nos permitió también (mas allá de extrañar el abrazo y compartir con los demás) que fuera más federal que nunca. Esas son las ventajas que nos dio esta época”, explica la vicepresidenta de la Asociación.

“La realidad nos fue llevando. Nunca había estado en nuestros planes y a medida que lo empezamos a organizar nos pareció piola. Estuvieron mirando la muestra y nos dejaron comentarios personas de otros países, tiene una masividad distinta. El video que está en YouTube lo subimos a Instagram y en un día tuvo 3.500 vistas. Nuestra muestra presencial en Buenos Aires tenía diez mil asistentes en un mes. Ojala pudiéramos tener las dos cosas. Sin duda algo de esto va a quedarse”, dice Vides.

Respecto al proceso de selección, Gesualdi manifiesta: “Queda afuera material que tiene nivel suficiente y merece estar en la edición general, pero hay que asumir decisiones para armar un relato. No sólo pesan de modo individual sino en relación a las imágenes que conforman la edición. Por un lado, es evaluar la imagen en su contenido, en su calidad técnica y estética, en su enfoque. Y por el otro lado es ver cómo funciona esa imagen en relación a otras que se presentaron sobre el tema. Es un proceso de discusión muy enriquecedor”.

La tapa del anuario es una foto del 10 de diciembre del 2019, durante la asunción presidencial. Alberto Fernández sostiene el bastón, mirando hacia adelante. Cristina Fernández de Kirchner lo observa y Mauricio Macri comienza a retirarse. Un reloj marca casi las doce del mediodía. “Este año uno de los grandes temas fueron las elecciones, la campaña presidencial y la asunción de Alberto. Y otro tema que tuvo altísima representación en las imágenes que mandaron los compañeros fueron los conflictos regionales en Chile, Ecuador y Bolivia”, explica Gesualdi.

Anahí De La Fuente y Jazmín Stuart se abrazan durante la conferencia de prensa de Actrices Argentinas sobre la denuncia de acoso sexual contra Diego Pimentel. Una familia vela al bebé no nacido de Camila Aparicio, que perdió su embarazo de seis meses durante un procedimiento policial en Salta. Tres mujeres con la camiseta de Boca festejan un gol en un partido de futbol femenino. La selección “va desde historias generales a historias particulares o mínimas. Esas historias que quizás no son grandes noticias pero merecen ser contadas”, dice Eva Cabrera.

“El año pasado en la inauguración estuvo Nora Cortiñas y nos agradecía porque cuando las Madres estaban en la plaza, en los peores momentos de la dictadura, que estuviésemos los reporteros gráficos les daba tranquilidad. Se sentían protegidas porque si pasaba algo estábamos ahí para hacer la foto. No éramos nosotros, eran los colegas de la época. Y eso me parece que nos da una identidad. ARGRA está muy ligada en su historia con los vaivenes de la institucionalidad y la política en argentina. No desde lo partidario sino de los climas”, recuerda Vides.

“Me sorprendió lo presente que está en el anuario la violencia institucional. El 2019 fue el año que detuvieron a dos compañeros nuestros: después de la famosa foto de la berenjena en el verdurazo de Constitución, a la semana siguiente lo detienen a Bernardino Ávila y a Juan Pablo Barrientos, sin justificación alguna”, reflexiona Vides. Y Cabrera agrega: “Cuando se trato la ley de reforma provisional tuvimos un montón de compañeros heridos, daba la sensación de que estaban tirando a propósito contra nosotros. Evidentemente hay algo que mostramos que al poder le disgusta”.

Estereotipos en foco

Estereotipos en foco

“Fotoperiodismo en el espejo: deconstruyendo estereotipos en la fotografía”, así se tituló el conversatorio realizado en el marco de la muestra anual de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) del que participaron Lucía Merle, Lala Pasquinelli, Julieta Ferrario, María Paula Ávila y la editora fotográfica de ANCCOM, Victoria Gesualdi.

La charla transitó especialmente por aquellos estereotipos visuales que afectan a las mujeres. Merle, fotoreportera y coordinadora de la mesa, subrayó que “se trata de construcciones históricas que deben ser desnaturalizadas, para lo cual la discusión y el debate constante son herramientas clave”. Y afirmó que las transformaciones de los últimos años han dado lugar a la necesidad de un periodismo justo y diferente.

Lala Pasquinelli, fundadora del colectivo Mujeres que no fueron tapa, destacó que “dentro del mundo visual se reproducen constantemente estereotipos que sexualizan a los cuerpos femeninos, mientras que los masculinos son tratados de otra manera”. Según ella, a las imágenes de mujeres que circulan en los medios masivos se les asigna un rol claro, ligado a la belleza, la sensualidad y la maternidad. En su opinión, también hay una falta de representación de la diversidad –corporal, racial y de género– que debe cambiar.

Victoria Gesualdi afirmó que “el panorama de hiperconcentración mediática de la actualidad lleva a que haya una repetición de los mismos contenidos, usualmente cargados de los estereotipos que se quieren combatir”. Citando a la especialista en cultura y política Cora Gamarnik –presente entre el público– añadió: “El uso de estereotipos está ligado a las necesidades del mercado de crear demanda constante. Por esto hay una clara despolitización de los cuerpos”. Y como lo personal es político, hay que hacer que la lucha lo sea, lo que supone un desafío: “Se necesitan nuevos espacios para las nuevas representaciones”, remarcó.

La editora de ANCCOM exhibió parte del trabajo fotográfico que realiza la Agencia de Noticias de la Carrera de Comunicación, que se configuró como una práctica preprofesional creada por docentes de la Facultad. Gesualdi remarcó que se trata de un espacio en donde se pueden construir nuevas representaciones, distintas de la hegemónicas que circulan en la mayoría de los medios.

Julieta Ferreiro y María Paula Ávila, ambas expositoras de la muestra de ARGRA este año, plantearon cada una a su turno la necesidad de mostrar otras representaciones de lo que es ser mujer y de cómo se construye el género. La serie de imágenes de Ferreiro exhibidas en la muestra retrata la transición de un hombre trans vista desde un lugar humano, lejos de la mirada médica. “La idea era mostrar el proceso desde un lugar íntimo, desde la amistad y el amor, desde aquello que casi nunca nos muestran”, contó la autora en diálogo con ANCCOM. En tanto, el trabajo de Ávila muestra la vida de unas mujeres indígenas de Concepción, Bolivia.

El conversatorio cerró con preguntas de las asistentes. Una de ellas fue de qué maneras continuar con la lucha feminista contra los estereotipos. “Hay que seguir construyendo espacios, como el de la muestra de ARGRA, que habilitan la discusión y el pensamiento disruptivo, que permiten ir a otros lugares y deconstruir los lugares comunes”, concluyó Merle.

La muestra de ARGRA estará abierta hasta el sábado 10 de agosto inclusive, con entrada libre y gratuita, de martes a domingo de 12 a 20 en la Casa del Bicentenario.

“Cuando cubrimos la actualidad estamos cubriendo la historia”

“Cuando cubrimos la actualidad estamos cubriendo la historia”

“El periodismo gráfico fue un apoyo, una ayuda y una protección. Los y las fotógrafas han sido nuestros héroes valientes que están en la calle. En un país donde todos somos perseguidos hay que poner el cuerpo y hay que luchar todos los días: todos los días es hoy”, fueron las palabras inaugurales de Norita Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo -Línea Fundadora, en la apertura de la muestra anual de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República  Argentina (ARGRA). La edición número 30 de la muestra se puede visitar en la Casa del Bicentenario (Riobamba 985, CABA) y abarca los principales temas del 2018 en Argentina: la lucha por los derechos de las mujeres, los movimientos sociales, la cumbre del G-20, recitales importantes y muchos otros.

En diálogo con ANCCOM, Norita añadió: “Todo lo que se quiere tapar sale a la luz a través del fotoperiodismo y es el testimonio de lo que se vive diariamente: represión, opresión y violación de derechos humanos. Cuando las palabras no llegan a graficar lo que pasa, la fotografía muestra lo que vivimos. Nos sentimos resguardadas cuando hay fotógrafos en cualquier acto y sentimos un agradecimiento muy fuerte para ellos, así que hoy estamos aquí para dar las gracias”.

El mural de bienvenida a la exposición tiene un texto de la socióloga María Pía López: “La calle es el tema fuerte del anuario de este año, la calle como territorio de peleas políticas, de construcción de lo colectivo y también como escenario del drama vital”, dice. Las fotos que se exhiben en los dos pisos de la Casa del Bicentenario buscan reflejar eso.

Como todos los años, en la muestra de ARGRA se presentan nuevos libros de la colección Pequeño Formato.

Daniel Vides, presidente de ARGRA, agradeció a los fotógrafos y fotógrafas que enviaron sus trabajos para la muestra y que están en la calle todo el año. Mencionó especialmente a sus colegas  de Clarín despedidos este año y a los detenidos en el verdurazo, a la vez que subrayó que la práctica de la profesión se pone cada día más difícil.

“La importancia en nuestro oficio es que tenemos un lugar especial en la historia de nuestro país. Cuando cubrimos la actualidad en realidad estamos cubriendo la historia y la muestra trae eso, testimonio en el tiempo. Estas fotos que se ven en la muestra, que son de 2018, sacadas de los medios y puestas en una sala, en otro tiempo y en otro espacio, dan cuenta de esa potencialidad y de nuestra responsabilidad por la memoria colectiva”, destacó Vides entrevistado por ANCCOM.

La editorial de ARGRA también presentó el libro donde se compilan los trabajos de la muestra. Por primera vez en la historia de la institución, la foto de portada es de una mujer, Natacha Pisarenko. “Da cuenta de uno de los temas centrales del año, la lucha por la IVE”, afirmó Vides en referencia a la impactante imagen que muestra a un grupo de pibas cantando y bailando bajo la lluvia, frente al Congreso de la Nación, la noche en la que el Senado rechazó el proyecto por el aborto que llegaba con media sanción de Diputados.

Julieta Ferraro es otra de las reporteras cuyo trabajo sobresale en la exposición. Su foto-ensayo ocupa una pared entera y retrata la intimidad de Maxi, un varón trans en medio de sus cirugías y su transición. “Apunté a lo personal, sin una mirada médica y lejana. Al final toda la idea confluyó en las cuatro fotos que se ven en la muestra” expresó. Para Ferraro suponía un riesgo mostrar algo tan íntimo, pero al final resultó ser un miedo propio. “Usaron las fotos para sus perfiles, les gustaron mucho”, contó.

La muestra se puede visitar de martes a domingo de 12 a 20 en la Casa del Bicentenario hasta el sábado 10 de agosto inclusive. La entrada es  libre y gratuita. Allí están a la venta los anuarios y los pequeños libros de fotografías con los que se financia la anualmente la exposición.

 

Camarazo por la libertad de prensa

Camarazo por la libertad de prensa

Bernardino Ávila y Juan Pablo Barrientos denuncian la represión policial y detención arbitraria mientras realizaban la cobertura periodística de la protesta de los cooperativistas de MadyGraf.

Múltiples gotas comienzan a caer sobre la vereda, pero éstas no logran detener el agobiante calor de los que las pisan. Dos cámaras de fotos profesionales están apoyadas en una mesa y, detrás de ambas, dos personas figuran en la mira de decenas de cámaras de todos los modelos y tamaños. Se trata de Bernardino Ávila, reportero de Página/12, y Juan Pablo Barrientos, de Revista Cítrica, los trabajadores de prensa que fueron detenidos hace dos días por hacer su labor, el mismo que cumplen los que allí los retratan. El clima y la negativa ante el pedido de Diputados para utilizar la sala de prensa del Congreso no impidieron que los fotógrafos se expresaran en la calle hoy, ni tampoco que hicieran su trabajo.

Tampoco fue un impedimento el miedo a las agresiones, como las que se llevaron a cabo efectivos de la Policía de la Ciudad en la represión del pasado miércoles, mientras la cooperativa Madygraf realizaba un “cuadernazo”, es decir, la entrega gratuita de cuadernos para denunciar las irregularidades por parte del Ministerio de Educación en una licitación a la que se había presentado. “Se vio claramente que la represión fue un ataque a la libertad de expresión y a toda la clase trabajadora. Ni siquiera quieren que se muestre la realidad que se denuncia en todas las manifestaciones. Agradezco a los compañeros por su lucha y porque sin ustedes este tipo de cosas quedarían ocultas y sólo quedaría la voz de los medios oficialistas”, manifestó el diputado por el Frente de Izquierda, Nicolás del Caño.

La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) señaló que desde la primera marcha por la desaparición de Santiago Maldonado realizada en septiembre de 2017, los trabajadores de prensa empezaron a ser el objetivo principal en las distintas represiones. También indicaron que tres meses después, durante la protesta por la reforma previsional, tuvieron en un sólo día más compañeros heridos que en todo los sucesos de diciembre de 2001, entre ellos a Barrientos, quien recibió veinte perdigones a quemarropa. A diferencia de otras ocasiones, en las que recibían golpes ocasionales por estar cerca del conflicto, ahora también están siendo detenidos e imputados. En este sentido, exigieron que el Estado garantice su posibilidad de trabajar y de realizar el libro ejercicio de comunicar lo que ocurre en el día a día, pero aclarando que ellos no son responsables de las problemáticas que motivan las manifestaciones de las personas.

Los aplausos de los presentes sólo se cortaron por la voz de un trabajador de Madygraf que denunció que mientras se daba la conferencia comenzó otra licitación mostrándose como mejor oferente la empresa gráfica Arcángel Maggio: “La vez pasada se la habían querido dar, pero nosotros salimos primero. Ahora ganaron la licitación ofreciendo 40.000 millones de pesos, es decir, 6 millones menos que la última vez. Esto se da justo ahora cuando está subiendo el dólar y el papel se cotiza en dólares, no hay forma de comprar papel si no es en dólares. No se cómo lo hicieron, evidentemente Maggio hizo magia o hay algún arreglo en coimas”.

Aprovechando aquel comentario Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero, reclamó que en los últimos seis años se han perdido 5000 puestos de trabajo en la industria gráfica y que la represión sufrida por los trabajadores de prensa está acompañada de una política que lleva a la quiebra al país: “Lo están desmantelando y desindustrializando y en el camino están dejando un mar de desocupados. Le han sacado la licitación de los cuadernos a los compañeros de Madygraf y se lo han dado a Arcángel Maggio, el taller más negrero de la industria gráfica y visitado sistemáticamente por Macri”.

Finalizada la conferencia de prensa todos se movilizaron frente a las puertas del Congreso, muy cerca de donde Ávila y Barrientos fueron golpeados por la Policía de la Ciudad. Allí se amontonaron todos los reporteros gráficos, pero esta vez el objetivo no fue realizar su labor cotidiano, sino alzar las cámaras bien en alto para gritar: “¡Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode!”.

Imágenes, miradas y sentidos

Imágenes, miradas y sentidos

Mujer de espaldas a la cámara mirando las fotografías colgadas en las paredes

El pasado 13 de julio se llevó a cabo la inauguración de la 29º Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino en la Casa del Bicentenario, organizada por la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA).

La muestra propone un recorrido narrativo a través de fotografías correspondientes a los hechos más significativos del año pasado en materia de deportes, actualidad, política, naturaleza, arte y espectáculos, entre otros, ocurridos tanto en Argentina como en el mundo.

Se trata de la muestra de fotoperiodismo más importante organizada en el país, ya que cuenta con más de 150 fotografías en exposición, las cuales fueron seleccionadas entre más de 3.200 imágenes enviadas por reporteros de todo el país.

Un hombre y una mujer mirando un libro con las fotografías junto a la entrada de la exposición

“Como reporteros gráficos tenemos una responsabilidad histórica”, sostiene Soledad Vázquez, reportera gráfica cuyas imágenes se exponen en la muestra. “Todos tenemos en nuestro registro emotivo alguna imagen de algún reportero gráfico que nos marcó”, concluye.

La visita guiada consta de un recorrido por aquellos acontecimientos clave del 2017. La marcha contra el 2×1, la desaparición de Santiago Maldonado, la del ARA San Juan, las numerosas marchas sociales, estudiantiles y gremiales, y la convocatoria por el Ni Una Menos son sólo algunos acontecimientos que exhibe ARGRA a través de sus imágenes.

“El valor del reportero gráfico reside en la responsabilidad de informar a la sociedad. El valor de esta muestra radica en que, en momentos en que se dice una cosa y se hace otra, nuestras imágenes están ceñidas a un buen ejercicio profesional y sin intención de engañar a la gente”, afirma Daniel Vides, Presidente de la Comisión Directiva de ARGRA.

Dos mujeres y un hombre mirando a dos fotografías

En la Casa del Bicentenario también se puede apreciar la colección Pequeño Formato, que consta de la exposición de imágenes correspondientes a Enrique Shore y su libro Informe Conadep, el cual contiene imágenes que corresponden al recorrido realizado por el autor a través de los centros clandestinos de detención en los que permanecieron los detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar. Por otro lado, Paula Acunzo presenta Dime con quién andas, un libro de fotografía documental sobre la vida diaria de tres personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ y, por último, Cristina Fraire expone Habitar lo inhabitable, un trabajo realizado en la Villa 20 de la CABA, en conventillos de La Boca, y en barrios del conurbano bonaerense.

En diálogo con ANCCOM, Martín Felipe, coordinador de la colección Pequeño Formato afirma el valor que siente por el fotoperiodismo, pero de forma cuidadosa. “Creo que debemos saber ver más allá de lo que se está mostrando y tratar de entender el origen y la intención de esas imágenes. Una fotografía nunca es objetiva, siempre es un recorte hecho por una persona con sus propios valores y visiones del mundo, además del medio para el que trabaja”. Y agrega que “el sistema de comunicación imperante sabe hacer un uso repetitivo de las imágenes en donde se logra un efecto anestésico en la sociedad, también como fotógrafos tenemos que estar atentos a ese juego y tratar de evitar transformarnos en meras herramientas”.

Parte de la exposición con tres paredes y sobre cada una hay una foto colgada

Por otro lado, Felipe rescata la importancia y el valor que presentan estos trabajos de archivo. “Rompen el cristal y nos obligan a ver los hechos desde otra perspectiva, nos amplían el nivel de comprensión de ese hecho y modifican hacia adelante la mirada por construir. Entiendo que hay una memoria colectiva oficial, establecida, que se construye con imágenes que van surgiendo de la prensa hegemónica; y hay otra que se construye más desde las orillas y que cuenta las cosas desde otra perspectiva, es esta la que resulta importante valorizar. La primera niega a la segunda, trata de taparla o de asimilarla para su propia construcción”.

Por su parte, el periodista y escritor Pablo Waisberg sostiene: “Aquí, las fotógrafas y los fotógrafos son artífices de su propia línea editorial. Se adueñan, apenas por un rato, del proceso de producción y difusión de su trabajo. Hablan sin otra mediación que su propia mirada, ideología, posicionamiento”.

La muestra permanecerá en la Casa del Bicentenario, Riobamba 985, hasta el 12 de agosto.

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