Ellas lo hicieron

Ellas lo hicieron

 

Después de casi 24 horas de sesión en la Cámara de Diputados, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo obtuvo su media sanción. En las calles, luego de una larga noche fría de vigilia verde, las voces de las mujeres -entre abrazos y llantos- empezaron a exclamar: «El aborto es legal». Todas las consignas que acompañaron las distintas marchas y movilizaciones hoy se materializaron: la ola feminista hoy conquistó un nuevo derecho.

La plaza del Congreso se presentó desde la mañana del miércoles 13 fragmentada: el lado de Av. Rivadavia se tiñó de verde por quienes se manifestaron a favor de la ley que propone legalizar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y, enfrente, sobre Hipólito Yrigoyen predominó el celeste aunque de aquellos que se promulgaron en contra de dicha regulación pero en la supuesta defensa de las “dos vidas”.

Sobre Av. Callao y Perón se montó un escenario donde desfilaron decenas de artistas que expresaron su apoyo a la ley que se debatía en el recinto. «Estamos reescribiendo la historia como mujeres. ¡Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!», manifestó el grupo musical femenino ‘La Colmena’. Seguidamente, Jimena Barón antes de interpretar su tema «La tonta» expresó que «esto es historia porque nosotras somos historia». 

 

La campaña Nacional por el aborto legal, seguro y gratuito desplegó tres carpas: una en donde se desarrollaron talleres, charlas y ventas; otra de prensa; y una tercera para el descanso y la logística. Además, a lo largo de Av. Rivadavia las distintas organizaciones sociales y políticas extendieron gacebos con diversas representaciones artísticas: remeras, stencils, entre otras. Lxs estudiantes secundarios también tuvieron una importante participación: en una de las charlas pudieron contar cómo llevan adelante la lucha y la organización en los distintos colegios en pos de la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

Del otro lado del Congreso y con una mucho menor concentración, el sector que se pronunció en contra de la legalización del aborto se mostró con consignas que manifestaban: «Matar no es un derecho»; «Adopción es la opción»; «Salvemos las dos vidas». Al mismo tiempo pero desde el escenario verde se anunció que «llevamos 10 horas demostrándole al Congreso que tenemos aguante y no nos vamos a ir hasta que el aborto sea legal, seguro y gratuito. ¡Aborto legal en el hospital!» 

Mientras en el recinto se debatía sobre el proyecto de la IVE, afuera -en los alrededores de la plaza- una multitud color verde pronunció que «Nosotres ya estamos decidides pero hay que ver qué se decide allá (en el Congreso). Desde acá les marcamos el camino» y, acto seguido, un conjunto brazos con pañuelos verdes se extendió al grito unánime de «Que sea ley».

La noche fue larga y sobre Hipólito Yrigoyen la concentración brilló por su ausencia. Del otro lado, en cambio, entre canticos, bailes, abrazos y muestras artísticas la marea verde siguió bien firme y exigió -sin cesar- «Aborto legal ya».

Fueron miles y miles. Algunas rotaban a pesar del frío invernal de la noche, otras se quedaron hasta los festejos finales. Estallaron con cuando el jefe de la de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, dijo: “El proyecto fue aprobado”.

Mirá las fotogalerías de ANCCOM con las imágenes de la vigilia en ambos lados del Congreso:

Entraron en la historia

Entraron en la historia

 

Luego de casi 24 horas de tratamiento en el recinto, la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación otorgó media sanción a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Con 129 votos a favor, 125 en contra y 1 abstención se ganó la primera batalla. A partir de ahora el 13 de junio será recordado como el día en que miles de mujeres argentinas transformaron la patria y su destino.

Hasta minutos antes de la votación el eje de la preocupación se centró en los números. Luego de dos meses y medio de debate en el plenario de comisiones, la jornada del miércoles no escatimó en impaciencia y ansiedades.

Alrededor de las 19, las paredes del recinto transpiraban nerviosismo y, sobre todo, incertidumbre. Luego de 8 horas de sesión tanto los partidarios de la legalización como aquellos que se manifestaron en contra, se adjudicaban la victoria.

En el transcurso del día los diputados Luis Beder Herrera (bloque Justicialista), Hugo Marcucci (Cambiemos), José Ignacio de Mendiguren (Frente Renovador) y Roxana Reyes (Cambiemos), anunciaron que su voto sería positivo.

De este modo, a las 23 la definición estaba en manos de 5 o 6 legisladores indecisos y a la medianoche ya se hablaba de «empate técnico». Frente a la posibilidad de tener que acudir al desempate resonaron con fuerza los rumores de que Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, se pronunciaría a favor del proyecto de ley impulsado por la Campaña.

Como el perfecto correlato del paisaje exterior al Congreso, dentro del recinto también se desplegaron con convicción los pañuelos verdes y celestes. Fundamentalmente en el sector de la derecha, donde se ubican los legisladores del bloque Justicialista y del Frente para la Victoria, muchas diputadas lucieron prendas color esperanza y ataron a sus micrófonos el pañuelo de la Campaña.

Nerviosos y expectantes, los legisladores se retiraban cada tanto del recinto y aprovechaban la oportunidad para hacer llamados telefónicos y seguir negociando la posición de los indecisos.

Ya al amanecer, cuando uno de los que figuraba en la lista de indecisos, el puntano de José Luis Riccardo, afirmó en su exposición que su voto sería positivo, el recinto estalló. La votación parecía inclinarse definitivamente a favor del Proyecto. Solo quedaban los discursos de cierre. Y el de la oficialista Silvia Lospennato terminó su alucoción llorando, mencionando a las mujeres de todas las fuerzas políticas e ideologías, que a lo largo de la historia argentina encausaron la lucha por el aborto libre y gratuito. Logró una ovación de todos los que, a la postre, votarían a favor del proyecto.

Finalmente, después de más de 70 días de intenso debate, después de 700 exposiciones, después de multitudinarias manifestaciones a favor del proyecto, el debate sobre la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo puso a la lucha feminista a las puertas de la historia. Al respecto, con lágrimas en los ojos, la diputada Cecilia Moreau, una de las primeras firmantes del proyecto, dijo a ANCCOM que el futuro es verde: «Ahora hay que seguir militando. Logramos que las chicas encuentren algo que las movilice y las una. Tenemos que ir por más derechos. Pienso en lo que ocurrió en la calle y siento que yo ya gané. Ahora sí que no nos para nadie».

“Una felicidad enorme”

“Una felicidad enorme”

Hace unas horas se firmó el dictamen de mayoría en diputados. ¿Cuáles son tus expectativas? ¿Cómo ves el panorama de cara al tratamiento en el recinto?

Tengo muy buenas expectativas, a veces siento que soy demasiado optimista pero es porque de verdad creo que lo vamos a lograr. Sobre todo porque hubo un proceso de aceleración del cambio social respecto a este tema que venimos militando hace mucho y en los últimos años tuvo un crecimiento muy grande a partir del fenómeno “NiUnaMenos”. En este sentido, el Congreso debería reflejar la tendencia social de adhesión al reclamo. Hoy están dadas en mayor medida las condiciones de posibilidad en la sociedad y no tanto en el Poder Legislativo. Sin embargo, muchos sectores se siguen pronunciando. Nos sorprende el accionar de los artistas, nos sorprenden las escuelas secundarias. Estamos felices, emocionadas, expectantes. Vienen muchas mujeres de las provincias, también recibimos apoyo internacional. Confío en que este año sacamos la ley.

Después de tantos años de lucha ¿qué sentís al ver a la sociedad tan pendiente? ¿Qué sentiste en la última marcha NiUnaMenos?

Es una felicidad enorme. Después de tantos años, siento que dimos un salto gigante. Posicionamos la agenda por los derechos de las mujeres como un tema fundamental e ineludible y personalmente creo que logramos algo esencial: hoy en día manifestarse en contra de los derechos de las mujeres tiene un costo político. Es un logro que hay que reivindicar, porque antes sin duda no pasaba. Por otro lado, estamos muy contentas por el gran apoyo de las nuevas generaciones. Las pibas hacen que la transformación no tenga vuelta atrás.

Como miembro de Católicas por el Derecho a Decidir, ¿qué opinás de las presiones que la Iglesia ejerce sobre los legisladores?

Desde la Campaña repudiamos las presiones que está ejerciendo un sector de la Iglesia Católica en particular. Creemos que ese sector no es representativo de la comunidad católica en nuestro país. Realmente defendemos el Estado laico y entendemos la necesidad de que el Estado se separe de la Iglesia. El tema del aborto, como muchos otros, pertenece al ámbito de la política y la salud pública. La Iglesia no tiene por qué intervenir y mucho menos poner trabas en el camino de la conquista por los derechos de las mujeres.

¿Cuáles son las actividades previstas para hoy?

A las 12 del mediodía comienza la concentración. Va a haber un escenario y una pantalla gigante en Callao y Perón. Sobre Rivadavia estamos preparando gacebos y carpas con materiales de la Campaña. También hay una grilla de artistas y bandas en vivo. Vienen compañeras de todo el país  y vamos a estar firmes en las afueras del Congreso hasta el último minuto de la sesión.

 

Voto a voto por la ley que despenaliza el aborto

Voto a voto por la ley que despenaliza el aborto

Horas después de la masiva marcha NiUnaMenos que tiñó de verde la Plaza de los Dos Congresos, el martes 5 se llevó a cabo la anteúltima audiencia por la ley de legalización del aborto en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados. Concluida la ronda de exposiciones que comenzó el 10 de abril, los diputados y diputadas se reunieron a las 15 para negociar un proyecto común y definir las bases del dictamen que se tratará el 13 de junio en el recinto.

El pronóstico es casi de empate. Lejos de arrojar certezas, los cálculos indican que todo puede pasar y la palabra final parece estar en manos de un grupo de 30 legisladores indecisos pertenecientes, en su mayoría, a Cambiemos y al Frente Renovador. En este contexto, diputadas a favor de la despenalización y legalización del aborto anunciaron la posibilidad de realizar algunas modificaciones que flexibilicen el proyecto con el objetivo de ganar adhesiones. Los puntos a reformar tienen que ver con la incorporación de la objeción de conciencia que otorga a los médicos la libertad de negarse a practicar un aborto siempre y cuando estén anotados en un registro público; y la segunda cuestión refiere a la necesidad de asistencia del padre, madre o tutor en el caso de interrupciones de embarazo solicitadas por menores de 13 a 16 años.

Diputados, algunos sentados y otros parados, hablando entre si.

El martes 5 se llevó a cabo la anteúltima audiencia por la ley de legalización del aborto en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados.

Victoria Donda fue la primera en tomar la palabra y explicó que “lo que se está debatiendo es un proyecto de ley que tiene muchas miradas. El que llegue al recinto seguramente no coincida con el que queríamos pero es el proyecto posible, es el consenso necesario”. Luego, la diputada de Libres del Sur pidió sinceridad en el debate y se dirigió a los “pro-vida”: “Si defienden las dos vidas presenten un proyecto que derogue el artículo 86 (que actualmente establece las tres causales de aborto no punible) y persigan las clínicas clandestinas, eso es ser sincero”.

Este jueves se realizará la última reunión del plenario de comisiones y se prevé que el dictamen definitivo se dará a conocer el martes 12 para finalmente votar en el recinto el 13.

Diputdas, algunas paradas y otras sentadas, hablando entre si.

Se prevé que el dictamen definitivo se dará a conocer el martes 12 para finalmente votar en el recinto el 13.

PRO-aborto

Dos horas antes de la audiencia, a las 13, legisladores y funcionarios del interbloque Cambiemos se reunieron ante la cúpula del Congreso y  posaron frente a las cámaras con los pañuelos verdes al viento. Inmediatamente después del flash resonaron los aplausos y el grito “¡a convencer a los indecisos! Sin embargo, fueron varios los funcionarios del PRO que manifestaron su descontento y denunciaron que la fotografía rompe con las reglas de convivencia que rigen al interior del bloque.

Al respecto, Daniel Lipovetzky, presidente de la comisión Legislación General, dijo a ANCCOM: “Nos sacamos la foto para visibilizar nuestra postura y sumar adhesiones dentro del bloque. Estamos haciendo todo para que salga la ley posible”. Y agregó: “Las presiones para que los diputados no votemos a favor son conocidas por todos, pero cada uno de los legisladores a esta altura debe tener su decisión más que clara. En ese sentido creo que la Iglesia está asumiendo una actitud equivocada.”

Por su parte, Mauricio Macri recibió en la Casa Rosada a los representantes de las dos posiciones dentro de Cambiemos. El diputado Daniel Lipovetzky (a favor) y la diputada Carmen Polledo (en contra) se reunieron en el despacho del presidente quien los felicitó por el debate y pidió que reine la paz y la buena convivencia dentro del bloque.

“Le tienen un miedo tremendo a la libertad”

“Le tienen un miedo tremendo a la libertad”

María del Mar Daza primer plano.

María del Mar Daza, abogada doctorada en derecho penal y política criminal, experta en violencia de género.

En 2010 se aprobó en España la denominada Ley de Plazos que legalizó el aborto hasta la semana 14 de gestación y para las mayores de 18 años. Cuatro años después, el gobierno del recientemente depuesto Mariano Rajoy presentó una reforma a favor de la maternidad y de los derechos del concebido conocida como “Ley Gallardón”. La iniciativa de reforma de la Ley del Aborto estuvo especialmente impulsada por el ex ministro de Justicia Alberto Ruíz-Gallardón. Miles de mujeres se manifestaron en toda España, presentaron informes y juntaron firmas para que la reforma no avanzara. A fines de 2014, archivado el proyecto, Ruíz-Gallardón dejó su cargo tras la inevitable decisión de Rajoy de retirar el proyecto por la falta de consenso y la firme presión social.

Entre las tantas profesionales, artistas y mujeres que lucharon para mantener la Ley de Plazo, María del Mar Daza Bonachela, tuvo un lugar especial. Abogada doctorada en derecho penal y política criminal, experta en violencia de género, transitó aquel convulsionado año entre la escritura de su tesis con la militancia, concientizando a las mujeres de Granada y alrededores de la importancia de decidir sobre sus cuerpos.

“Si con 16 años podemos consentir las relaciones sexuales, no tiene sentido que sean 18 los necesarios para decidir sobre un embarazo”, protesta Daza Bonachela en cuanto a la única reforma que logró el Partido Popular (PP) sobre la interrupción del embarazo. Es que las menores de 18 años deben presentarse ante los profesionales médicos con una autorización de la madre, padre o tutores, ya sea para intervención farmacológica o quirúrgica. Si la persona responsable no está de acuerdo con la intervención, el caso se lleva a la Justicia.

“¿Qué defensa de la vida es la de obligar a una niña de 12 años a seguir con un embarazo?”, se pregunta Dazaen diálogo con ANCCOM. Una vez más, el cuerpo de la mujer librado a la decisión de otros. Pero no sólo las menores se encuentran con una barrera al momento de abortar, sino que tampoco pueden hacerlo libremente todas aquellas mujeres que residan o estén momentáneamente en el país sin ser ciudadanas legales de España. Es decir, todas aquellas que no acceden al sistema tradicional de salud no pueden realizarse abortos por vía gratuita. El precio de un aborto farmacológico ronda en 300 euros, mientras que una intervención quirúrgica puede salir entre 300 y 500, unos aproximadamente 15 mil pesos argentinos.

La primera legislación sobre la interrupción voluntaria del embarazo en España es de 1985. La Ley Orgánica 9/1985 todavía tipificaba el aborto como delito, pero indicaba una modificación en la penalización. El artículo 417 bis establecía un sistema de indicaciones para los tres casos en los que el aborto no sería punible: situación ética, embriopática y terapéutica en las que la vida, sea de la mujer o del feto, se encuentren en peligro, o en caso de que el embarazo sea producto de una violación y que esta haya sido denunciada. En todos los casos, para que el aborto no fuera punible, se necesitaba el consentimiento, firma y opinión de profesionales, por lo general hombres, del ámbito médico y legal.

“Antes del 85’, e incluso después, cuando no se cumplían los requisitos, las mujeres que tenían la posibilidad económica, viajaban a Inglaterra para abortar”, afirma la abogada. Y completa: “Ahora es legal, pero todavía a muchas les hacen viajar de acá para allá, como si una ya no tuviera demasiado encima, con lo que implica emocionalmente una situación así”. Y cuenta que recientemente a una mujer de un pueblo de la provincia de Granada la mandaron a Sevilla a realizarse el aborto, sin familiares, sin nadie conocido, recuperándose de la intervención en un hotel.

El marco legal es la primera batalla ganada, pero quedan muchos cabos sueltos que se escapan a la Ley. Y sin duda uno de ellos es el procedimiento al momento de abortar. Las clínicas IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo) son los establecimientos autorizados, privados pero financiados por el Estado, para realizar abortos. Pero hay comunidades enteras, como era hasta el año pasado el caso de Navarra, que tienen una sola clínica IVE. Esa situación implica, además del desplazamiento, adaptarse a las condiciones que presente la empresa. Si bien los hospitales públicos están autorizados para realizar las prácticas, tanto la quirúrgica como la farmacológica, lo más común es que se nieguen a hacerlo. “En teoría el derecho de objeción de conciencia es individual y previo, y solamente para la intervención directa, pero el ámbito médico es conservador, y si el jefe de hospital se opone lo que suecede es que ningún profesional en el establecimiento se presta a hacerlo”, afirma Daza Bonachela quien no conoce ningún caso de aborto en hospital público.

La Ley Orgánica 2/2010 de España establece que se debe incluir la educación afectiva sexual y reproductiva en los contenidos formales del sistema educativo. Sin embargo, cada comunidad autónoma gestiona la materia a su gusto: como asignatura obligatoria, como taller, como asignatura optativa. Sin un presupuesto determinado para que pueda llevarse a cabo de forma armónica en todo el territorio español, cada instituto decide, según la opinión de los padres, de los directivos, y de la importancia que le dé a la cuestión el gobierno de la comunidad. Un terreno algo sinuoso que suele dar como resultado talleres extracurriculares o materias optativas. “Es que le tienen un miedo tremendo a la libertad”, reclama la abogada y experta. Y describe: “En muchas escuelas aún consideran que hablar de educación afectiva y sexual con los niños y adolescentes es incitar a la promiscuidad. La sexualidad es algo precioso, siempre y cuando una tenga la posibilidad de decidir”.