Pobres periodistas

Pobres periodistas

SiPreBA convocó a un acto en las puertas de Perfil en repudio al último cierre de paritarias. Desde el gremio exigen una recomposición salarial a la altura de la inflación y llaman a realizar asambleas, cese de tareas y medidas de fuerza en todas las redacciones. La prensa tiene sueldos al borde de la pobreza.

Este martes, cerca de las 11 de la mañana, el calor de la convocatoria desafía la baja temperatura. No hay más de 15 grados. La calle aún está tranquila en la esquina de California y Santa Elena, en el barrio de Barracas. Para los comercios y talleres de la zona es un día más. Allí, algunos delegados de SiPreBA descargan equipos, bombos y banderas para posicionarse frente a las puertas de la redacción de Perfil. Visten chalecos con el logo que los identifica como integrantes de uno de los gremios de prensa de la Ciudad de Buenos Aires.

La acción que lleva adelante el sindicato es sobre el cierre de las últimas paritarias realizadas el pasado 27 de abril. Reclaman no haber sido convocados a discutirla y aseguran que “son a la baja”. Agustín Lecchi, Secretario General, señala: “En el Poder Judicial y en el Ministerio de Trabajo venimos denunciando año a año que las paritarias las negocian a la espalda de los trabajadores y trabajadoras, que no consultan en asambleas, que no hay derechos, con lo cual los dirigentes no tienen ningún tipo de representatividad”.

Tras unos minutos, a lo lejos en la misma esquina pero de la vereda de enfrente, dos muchachos montan un trípode desde el cual filmarán parte de la jornada para un informe. Para las 11.30 ya hay 50 personas concentradas, carteles pegados y banderas flameando al ritmo de los bombos. Un patrullero hace guardia. 

También se manifiestan por la última decisión de Clarín que intentó despedir a 48 de sus empleados, una decisión que tuvo que retrotraer ante la órden de conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. Según Lecchi se trata “un mensaje político y un ataque a la organización sindical”: “Lo que sorprende –agrega– es que no es un contexto de despidos como durante el macrismo; esta situación es atípica, busca marcar la cancha, desviar el eje, que no estemos debatiendo salarios y atacar a la organización”.

Mariana Berger, delegada de Clarín–Agea, explica: “Estamos en reuniones entre el Ministerio, nosotros y la empresa. La conciliación vence el 8 de mayo. Ojalá todos sean reincorporados, con el tiempo hay compañeros que van perdiendo el interés. Cuando ves que a la empresa no le interesa tenerte, hay gente que tampoco quiere volver a un lugar donde no la quieren”.

Entre las condiciones laborales que subyacen a estas medidas, denuncian una pérdida del poder adquisitivo y salarial que obliga a tener más de un trabajo en condiciones precarias. Por otro lado, desde hace tiempo las empresas buscan concentrar grupos de medios (prensa escrita, internet, radio y TV) para reducir personal, sin respetar el Estatuto del Periodista. 

Con megáfono en mano, el delegado de Perfil Agustín Colombo describe la realidad laboral: “Hay periodistas que salen de Perfil, van a otro trabajo y cuando llegan a su casa se ponen a hacer una changuita o una colaboración en otro trabajo”. Para Colombo es  “como en el siglo XIX. Reclamaban por ocho horas de trabajo, ahora nosotros tenemos que reclamar para que se termine la precarización de nuestro oficio, que es tiempo perdido para tener dignidad como laburante”.

Al respecto, Matias Arena, delegado de la Comisión Interna de Clarín, señala: «Cada vez mayor cantidad de compañeros van perdiendo sus puestos de laburo. Tenemos dos o tres laburos para llegar a fin de mes. Eso no solo atenta a lo salarial sino a la calidad de periodismo que estamos tratando de llevar adelante. Si vos tenés en un mismo día 12 o 13 horas de laburo, va a perjudicar el resultado final en cada uno de los lugares”.
Pasado el mediodía y tras una última foto grupal, los manifestantes dan por concluida la medida de fuerza. Los puntos centrales del reclamo son: negociación salarial con  SiPreBA; 35.000 pesos adicionales para el período 22/23 –a incorporarse a lo definido para los sueldos de abril– y una suba del 60% para el tramo mayo-noviembre 2023.
De acuerdo al reclamo de SiPreBa y según los números cerrados en la última paritaria entre mayo de este año y la proyección hasta abril del 2024, el primer sueldo post acuerdo de un redactor comienza en 152.700 pesos; el de encargado de sector 154.500 pesos; editorialista 162.600 y secretario de redacción 182.000. Todos números que apenas se acercan a la canasta familiar total que para marzo de este año, según cifras del INDEC, oscila entre los 152.000 y 201.000 pesos, según la composición de miembros del grupo familiar.

Según explicó una fuente cercana a Clarín, la situación aún es más grave: los sueldos ya están por debajo de la línea de pobreza: comienzan en los  $120.000 y llegan a $200.000  para un trabajador sin antigüedad o jefatura a cargo. Cabe señalar que el  Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo marca $191.241 como mínimo para cubrir las necesidades básicas.

 

Clarín lo hizo de nuevo

Clarín lo hizo de nuevo

Como en el año 2000 y en el 2019, ejecutó un despido masivo de sus trabajadores. Tras las 48 desvinculaciones forzadas de redactores y fotógrafos, el Ministerio de Trabajo dictó conciliación obligatoria durante 15 días. SiPreBa había llamado a un paro gremial que quedó en suspenso.

A casi cuatro años y con el mismo modus operandi del último despido masivo, en la madrugada de hoy, Clarín notificó vía correo electrónico el despido de 48 de sus redactores y reporteros gráficos con la justificación de que la empresa necesita adaptarse al periodismo digital. Matías Cervilla, delegado del diario y secretario de asuntos profesionales del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), declaró que esta decisión es una tradición periódica de la empresa que reduce costos, ataca a los trabajadores y atenta contra la libertad de expresión y la democracia.

“Hasta ayer a las cinco de la tarde estaba trabajando”, comentó Sandra Commisso, ahora exredactora de Clarín. Ella desaprobó la manera “violenta y desubicada” con la que la empresa les notificó del cese de sus actividades en el diario en tanto que no tuvo la oportunidad de entrar a su correo para ver el aviso porque se lo habían bloqueado y se enteró de su despido vía llamada telefónica. A pesar de la tristeza inicial, Sandra se demostró tranquila y concentrada en “mirar para adelante”.

Con respecto a la sección de Fotografía, Clarín despidió a seis de sus trabajadores, entre ellos a la última mujer que quedaba desde 2019, cuando despidieron a diecisiete de sus colegas. Esto se suma a que la sección se fusionó con la de video este mismo año. “Nos están matando”, declaró Mariana Berger, delegada de Fotografía.

Colegas de diferentes medios se han solidarizado por redes sociales demostrando su desprecio frente al diario que valló el edificio ubicado en el barrio porteño de Barracas. Allí la Comisión Interna de trabajadores de AGEA junto a SiPreBA realizaron una asamblea en la que se decidió por unanimidad convocar a un paro general con la finalidad de exigir la reincorporación de los despedidos y abrir una mesa de negociaciones. Como afirmó el secretario general de SiPreBA, Agustín Lecchi: “Los compañeros y compañeras tienen que estar tranquilos” porque tienen el respaldo del sindicato y el apoyo de trabajadores de distintos sectores que los llevará a “revertir estos despidos como sea”.

En respuesta a la convocatoria al paro, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria durante 15 días, medida que retrotrae los despidos y pone en suspenso toda medida sindical mientras que obliga a Clarín a garantizar una instancia de negociación con los trabajadores del gremio de prensa que, por el momento, seguirán con sus actividades habituales. Mientras tanto, mañana 17 de abril se realizará la primera audiencia entre la empresa y SiPreBA en el Ministerio de Trabajo.

Los periodistas del tablón

Los periodistas del tablón

Nació Medios Partidarios Unidos, una cooperativa que reúne a periodistas de distintos clubes de ascenso, con el objetivo de dar batalla a la privatización de las transmiones de fútbol. Anunciaron, además, que lanzarán su primera serie.

Desde 2017, Medios Partidarios Unidos (MPU) viene gestando lo que hoy se presentó al público en la sede de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPren), su cooperativa de trabajo. La presentación tuvo lugar este martes y fue conducida por Melina Kaler y Marco Bogarin, con los testimonios del presidente de la organización, Leonardo  Kreimenchuvsky, el tesorero Marcos Tricarico y el responsable de Prensa Gabriel Cerpa.

El evento estaba pactado para las 19 pero se retrasó un poco más de media hora para que aquellos que no podían estar presentes siguieran los acontecimientos vía streaming en óptimas condiciones. Antes de que llegara la mayoría de los presentes, los trabajadores de la nueva cooperativa, prepararon cada una de las cámaras y ubicaron una vasta cantidad de remeras del fútbol de ascenso en el escritorio principal. Podían observarse camisetas de Excursionistas, Deportivo Merlo, El Porvenir y varios históricos más.

El origen verdadero de esta unión de profesionales partidarios tuvo lugar en 2007 cuando se prohibió el público visitante en las canchas del fútbol argentino. Allí, los clubes del ascenso, los más perjudicados, buscaron una forma de que los partidos de su equipo puedan ser vistos por todos los hinchas. De esta manera, varios periodistas partidarios de distintos clubes comenzaron a transmitir por streaming. Tyc Sports, quien tiene los derechos televisivos de los partidos del Nacional B y Primera B Metropolitana, pero que decidía pasar solo algunos encuentros incursionó en el streaming con Tyc Sports Play. Con la llegada de este nuevo canal de comunicación, la empresa comenzó a denunciar por derecho de imagen a las transmisiones propias y originales de los medios partidarios, con el objetivo de darlas de baja. Las denuncias escalaron rápidamente al punto de que los mismos clubes negaran el ingreso a los estadios de estos medios. Atravesados por esa situación, nació Medios Partidarios Unidos. A propósito de la lucha que la cooperativa quiere lograr, Tricarico enfatizó: “Usted tiene el derecho a elegir. Tiene la posibilidad de elegir con quiere informarse, incluso con los medios hegemónicos. Nosotros queremos ofrecerle lo mejor de cada uno de nuestros medios, con nuestras limitaciones pero con la sinceridad y honestidad del tablón. Nosotros provenimos de ese lugar, del tablón”.

Allá por 2019, en una recordada transmisión de uno de los medios más reconocidos en streaming “Platense a lo ancho”, Ezequiel Butti ante la inminente prohibición cerraba la cobertura diciendo: “Por lo pronto tenemos que cerrar los micrófonos. Nos ganó la injusticia. Las injusticias existen y esta es una de ellas”. Kaler retomó en la presentación esta idea asegurando que “los micrófonos siempre encendidos. Esta es nuestra herramienta más poderosa para todo lo que nos hicieron y que nos van a seguir haciendo”.

El lanzamiento de la cooperativa, a través de su marco legal, pregona su derecho a transmitir y publicar sus ideas sin censura previa que rige en la Constitución Nacional. Medios Partidarios Unidos resalta que el contrato entre AFA y Tyc Sports viola los preceptos que emanan de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Ley 27.078, conocida como «Argentina Digital». Cerpa destaca que “Hay una idea de que los medios partidarios somos hinchas y nada más. Por demás está decir que somos profesionales en lo que hacemos y cada vez nos profesionalizamos mejor”. Cerrando su discurso, Tricarico afirmó que “la pelea empieza hoy. Para entender fundamentalmente que somos rivales y no enemigos. Ese es el lema que hoy llego aquí y ese es el lema que tiene que perdurar y transmitirse en cada uno de los estadios de nuestro país”.

La cooperativa transmite partidos correspondientes a todas las categorías del ascenso con mayor y menor éxito, teniendo más libertad en las categorías C y D. Cuenta con el programa “Los otros goles” los miércoles a las 21 por Barricada TV. Además, comenzó a difundir partidos de fútbol femenino correspondientes a las categorías B y C. Han generado alianzas con instituciones como Belgrano de Córdoba, coproduciendo la emisión de los partidos del plantel femenino. Sostienen que este lanzamiento les permitirá expandir los recursos para las transmisiones. “Lo que viene para MPU es algo muy grande. Lo primero que vamos a hacer es nuestra eterna batalla, que dejen transmitir a los partidarios, levantarla como bandera. El segundo plan que tenemos para este año y los que vienen es Femenino en ascenso o como nos gusta decir: la primera serie de fútbol femenino que va a estar con producción 100% de MPU”, sostuvo Kreimenchuvsky. A lo largo del encuentro fueron proyectando varios videos con imágenes de todos estos años: goles, festejos, historias de vida y un pequeño adelanto de esta serie.

El evento concluyó con los testimonios de Hugo Cabrera, Presidente de FedeCaba (Federación de Cooperativas Autogestionadas de Buenos Aires), Agustin Lecchi de SiPreBA (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) y el periodista Javier Vicente, quienes mostraron su apoyo a MPU. Al terminar, se sostuvo un aplauso general que culminó en una foto de todos los presentes con el objetivo de guardar el recuerdo, esperando buenos augurios para el futuro próximo de la cooperativa y del ascenso argentino.

 

El Día del Periodista en cuarentena

El Día del Periodista en cuarentena

A 210 años de la fundación de La Gaceta de Buenos Aires –en cuyo recuerdo se conmemora cada 7 de junio el Día del Periodista–, no parece haber muchos motivos para celebrar: el coronavirus, la cuarentena y la consecuente profundización de la crisis económica, determinan el estado actual de la profesión.

Las empresas mediáticas se escudan en la pandemia para seguir precarizando aún más a sus empleados. Al atraso salarial de años, se suman despidos, recortes y demoras en pagos de sueldos que han motivado diversas acciones como respuesta. Desde el cese de media jornada en Página/12 hasta la publicación sin firmas en Clarín. Según una encuesta del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), dos de cada tres trabajadores de prensa en la Ciudad cobran salarios por debajo de la Canasta Básica Total (de acuerdo a estimaciones de la Dirección General de Estadísticas y Censos del GCBA).

En diálogo con ANCCOM, Silvina Molina, editora de Género y Diversidades de la agencia Télam, asegura: “Tenemos que pensar quién se hace cargo de los medios para que se deje de precarizar, de echar y de pagar miserias o en cuotas. No se puede ejercer el derecho a la comunicación desde el periodismo sin las condiciones adecuadas de trabajo, que incluyen un salario digno”.

El citado informe de SIPREBA subraya la inequidad en materia de género al interior de los medios. El último mes, la mitad de las mujeres y disidencias encuestadas (49,3%) recibió una remuneración por debajo de la línea de pobreza. Por otra parte, entre los salarios más altos la mayoría de los trabajadores son hombres.

Para Molina, estamos ante una feminización de la precariedad que tiene su raíz en la ausencia de mujeres y disidencias en los puestos de mayor jerarquía: “El periodismo es una profesión feminizada porque en la mayor parte de las escuelas de comunicación y las redacciones hay mayoría de mujeres. El problema es cuántas son las que ocupan cargos de decisión, quiénes firman las notas, quiénes tienen programas en horario central de la radio y la televisión, o quiénes dirigen medios autogestivos”. Molina señala que “salvo excepciones, tanto en medios cooperativos, estatales, privados y públicos, la mayoría de esos cargos son ocupados por hombres”.

La reciente conformación del Directorio de Télam, íntegramente a cargo de mujeres, permite advertir el signo de los tiempos. Según Molina, este fenómeno es parte de un proceso que está en marcha, pero al que aún le falta camino por recorrer para una paridad real: “Estamos transitando los cambios. Con la existencia de movimientos a nivel mundial como Ni una menos, el #MeToo, o el Paro Internacional de Mujeres, estamos demostrando que la sociedad debe respetar los derechos de la mitad del mundo, que somos nosotras. Y eso aplica también dentro del periodismo. Es una transformación que está en marcha sin necesidad de una mayor explicación”.

La desproporción en las secciones de los medios refleja construcciones arraigadas en la sociedad. “Todavía llama la atención que haya una periodista haciendo la cobertura desde el campo en un partido de fútbol, a pesar del enorme esfuerzo que han hecho muchas colegas y deportistas por visibilizar esta problemática. En general, somos muchas más las comunicadoras en aéreas que tienen que ver con Salud, Sociedad, en fin, con temas relacionados con los cuidados. Y es mucho más complicado encontrarlas en Política, Economía, Deportes, en áreas que se han considerado un terreno exclusivamente masculino. Como periodistas, tenemos que reflejar la realidad, y eso implica, por ejemplo, contemplar paridad de fuentes masculinas y femeninas al momento de elaborar una nota. Cuando hablamos de un periodismo inclusivo, nos referimos simplemente a hacer buen periodismo”.

Sobre el proyecto presentado en el Senado de la Nación, que propone un cupo equitativo en los medios públicos, Molina considera “que es muy positivo como impulso inicial, para ayudar a cambiar las estructuras que todavía persisten y las resistencias que hay en los medios”. Pero agrega: “También me parece que los medios tienen que tomar la responsabilidad de revisar sus prácticas internas, es una conjunción de factores”.

Las trabajadoras de prensa organizadas en la última marcha del Paro internacional Feminista.

Periodismo en cuarentena

En la semana en que se cumplen cinco años de la primera marcha de Ni una menos, es importante evaluar el rol del periodismo en el tratamiento de problemáticas como violencia contra las mujeres, reconocimiento de las disidencias o derecho al aborto. Un cambio visible en los últimos años fue la incorporación, en algunas redacciones, de una editora de género. Incluso ciertos medios tradicionales han comenzado a construir sus noticias con un enfoque que cruza transversalmente a todas las secciones.

“El periodismo de género ha sido esencial en este contexto de cuarentena para mostrar algunos ejes de la agenda del feminismo. Ahora queda muy claro que las mujeres hacemos doble o triple tarea. Trabajamos fuera y dentro de la casa. Y la mayoría de los cuidados de los niños, niñas, niñes, adolescentes y de las personas adultas mayores, recae fundamentalmente en las mujeres. Eso es un tema de agenda feminista del que veníamos hablando y que queda totalmente patente en la pandemia”, afirma Molina.

El aislamiento preventivo ha incidido notoriamente en el aumento de casos de violencia de género. La editora de Télam sostiene que, cuando se anunció la medida, “la preocupación del periodismo feminista por la convivencia de las mujeres con sus maltratadores fue inmediata. Esto hizo que se tomaran distintas decisiones a nivel de políticas públicas para adecuar la medida y acompañar ese proceso especial de mujeres que están en situación de violencia”, precisa.

Molina, quien además es la coordinadora argentina de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género. considera que el rol del periodismo es fundamental en este momento, pero advierte sobre la falta de lugar para profesionales especializados en los medios: “Hay periodistas que hacen una excelente cobertura, y creo que hay una reivindicación del periodismo científico, con muy buenos profesionales en el país. Pero también hay un sector que no toma dimensión de la gravedad de la situación, porque para hablar de salud en general y sobre todo de coronavirus y una enfermedad como la Covid-19, es necesario informarse, prepararse, capacitarse”.

En efecto, existe un periodismo especializado en ciencia que es demandado en el escenario de pandemia. La exclusión de periodistas idóneos para tratar temas específicos es otra forma de precarización del oficio. En menos de seis meses, los grandes medios han reestructurado y abocado toda su agenda en función del coronavirus. Y este continuo provoca que la pantalla, el éter, la red y las páginas de los diarios sean ocupados por comunicadores que no siempre están capacitados.

Ricardo Goldberger, miembro de la Red Argentina de Periodismo Científico, opina que el tratamiento actual no es el adecuado, ya que la comunicación especializada “ocupa un rol bastante secundario y lateral, porque la mayor parte de los medios están dejándole la cobertura de la pandemia a periodistas generales, o de Economía o Política”. Y destaca: “Los fundamentos por los cuales se están tomando decisiones políticas y económicas son predominantemente científicos, por lo tanto, el periodista científico es el que está en mejores condiciones de explicarle al público el sentido que tienen estas decisiones”.

Según Goldberger, quien también dirige el medio online Tecnozona, “el aporte que realiza el periodista científico es a partir del conocimiento y el entendimiento de lo que sucede en el ámbito, que es más amplio y concreto. Sabe cómo funciona la ciencia en la Argentina, la ciencia en general, los recursos que utiliza, qué significa trabajar en un laboratorio, en un consultorio, en una industria tecnológica, conoce cuáles son las tendencias, quiénes son los principales protagonistas, conoce quiénes son las fuentes más confiables y creíbles, o cómo funciona el método científico”.

La exclusión de los periodistas especializados en ciencia tiene sus inicios, de acuerdo a Goldberger, en la década del 90: “Todos los grandes diarios y los canales tenían programas dedicados a la ciencia y la tecnología. No solo desde el punto de vista educativo, sino desde la divulgación. En 1992, Clarín rediseñó el suplemento Ciencia y Nación, y progresivamente lo convirtió en un suplemento de tecnología y finalmente de informática. En última instancia, se convirtió en un catalogo de productos”. Las secciones de Tecnología, junto a las de Salud, fueron las únicas que subsistieron, mientras que el resto pasó a formar parte del cuerpo central del diario sólo de las versiones online. La posibilidad de conseguir anunciantes fue determinante para la continuidad de estas secciones, ya que “la industria de la tecnología y la farmacéutica son dos que todavía están en condiciones de poner publicidad”. Y los especialistas en ciencia fueron desplazados hacia aéreas tan disímiles como Sociedad o Policiales.

La agenda de los medios parece tener un correlato con la voluntad política de cada época. Al respecto, Goldberger subraya: “Durante el último gobierno (de Macri), no solo el Ministerio de Ciencia y Tecnología disminuyó abruptamente su importancia, sino que se hicieron campañas específicamente para denostar a la ciencia. Y eso tiene un componente ideológico importante. La ciencia y la tecnología obligan a la gente a pensar, a averiguar, a investigar, a generar pensamiento crítico. En la medida en que el pensamiento crítico se vuelve peligroso para una ideología, más se va a rebajar la importancia de la CyT. Hay una incidencia bastante clara en el sistema público imperante en el momento”.

Ante la advertencia de la OMS acerca de la “infodemia” –la epidemia informativa que da lugar a la propagación de noticias falsas–, Goldberger expresa: “En la medida en que la población no tenga desarrollado el pensamiento crítico, no va a ser capaz de dudar si lo que está leyendo es verificable o no. En la medida en que no haya comunicadores que lo estimulen, el campo va a estar disponible para la presencia de fake news, campañas de desinformación que obedecen a intereses económicos, corporativos, de la industria farmacéutica, que ven en los límites a la circulación de personas, a la capacidad de compra y consumo, a la capacidad de trabajo, una situación adversa”. Estos intereses, agrega, son los que promueven las movilizaciones anticuarentena.

Mirada federal

Desde Tucumán, Claudia Nicolini, periodista especializada en ciencia del diario La Gaceta, comparte su impresión sobre la cobertura de estos acontecimientos: “Negar la realidad no es una posibilidad. Debemos contar nuestra versión de lo que pasa y entender que no hay un abordaje objetivo. Aunque se junten cinco personas en la plaza, no podemos no decir qué está pasando. Ya sabemos lo que pasa cuando los medios silencian cosas. Ahora, es claro que hay quienes los están conduciendo, el 85 por ciento de la gente reconoce que la cuarentena está bien, pero este grupo pequeño se lleva la atención mediática”.

Nicolini manifiesta que, “si bien hay maneras de contar, hay una diferencia entre cubrir el acontecimiento y hacer una transmisión de seis horas”, por lo que los periodistas científicos son claves para preguntarse qué es lo que no está llegando del mensaje que pueda compensar la mala intención de los grupos beneficiados. “Quizás tendríamos que preguntarnos si no deberíamos bajar los niveles de alarma y elevar los de conciencia”, reflexiona.

La periodista, quien también es miembro de la RADPC, enfatiza la importancia de la capacitación a través de compañeros pertenecientes a la Red. Psicóloga de formación, ingresó al medio como correctora, para luego tomar el puesto vacante de periodista de ciencia. “El camino no fue fácil, porque hay que traducir cuestiones que son muy complejas. En la primera nota que hice tuve que entrevistar a especialistas en física cuántica. En esos casos, la tarea es procesar definiciones muy abstractas para que el público pueda saber qué hace un científico y por qué”, cuenta. Y asegura que en los medios hay personas que “no están preparadas para preguntar, entender la respuesta recibida, ni repreguntar en caso de ser necesario”.

Para ella, la creciente necesidad de comunicadores especializados puede generar espacios de reflexión en la sociedad: “Recién ahora, a partir de la difusión de que encontramos soluciones biotecnológicas en tiempo récord en un país de la periferia, la gente se está enterando de qué es lo que está haciendo un científico. Si no, el lugar que tienen estas noticias es en un pedazo del diario que leen pocas personas. A lo mejor, a partir de esto sí podamos contarles a los chicos de la escuela lo que hacen los científicos, a lo mejor los medios podamos acercar la ciencia a todos y así dejen de decir que son ñoquis que se llevan nuestros impuestos. Espero que sirva para modificar esa creencia de que la ciencia es para unos pocos”. Nicolini sugiere que “las redacciones de todos los medios deberían tener un especialista en ciencia”.

En el clima de incertidumbre que la pandemia produce en los trabajadores, el periodismo se ve interpelado particularmente. La reivindicación del trabajo especializado y la lucha por la equidad al interior de los medios son solo algunos de los desafíos de la profesión, pero que reflejan el estado de situación de la sociedad en su conjunto. Como dice Molina, “el periodismo tiene que ser de las audiencias y de quien lo ejerce, ya que estamos trabajando en base al derecho a la comunicación”.