Larreta puso primera

Larreta puso primera

En el búnker del oficialismo el festejo de la noche del domingo giró en torno a la victoria de Horacio Rodríguez Larreta, reelecto como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El candidato por el partido Juntos por el Cambio obtuvo el 55,9 por ciento de los votos, mientras Matías Lammens, postulado para el Frente de Todos, quedó relegado al segundo puesto con el 35 por ciento. Lejos de estos números quedaron el economista Matías Tombolini de Consenso Federal con el 5,37 y Gabriel Solano del Frente de Izquierda con el 3,65 por ciento.

Luego de que a las 21 se dieran a conocer los primeros resultados, Diego Santilli, vicejefe de gobierno, fue quien subió en primer lugar al escenario de Costa Salguero de la mano de su esposa. Los presentes cantaban “olé, olé, olé, Diego, Diego” acompañando las primeras palabras del funcionario que agradeció a todos los vecinos de la Ciudad. «Hoy la ciudad de Buenos Aires demostró que valió la pena el trabajo, que hicimos posible lo que nadie creía posible», dijo Santilli y al grito de “ganamos Horacio, ganamos” le cedió la palabra a su compañero de fórmula.

Horacio Rodríguez Larreta fue recibido con aplausos y el canto de la multitud que entonaba “borombombón, para Horacio la reelección”. El jefe de Gobierno agradeció a sus compañeros de gestión, a quienes trabajaron en los comicios y a los votantes. “Hoy hicimos historia en la ciudad de Buenos Aires”, sostuvo Larreta en su discurso y agregó: “Me comprometo a hacer lo que hago siempre, trabajar cerca de ustedes. Ahora más juntos que nunca para seguir transformando Buenos Aires”. El triunfo en primera vuelta del candidato oficialista era esperado dado que la Ciudad ha sido desde siempre uno de los distritos electorales donde el macrismo congrega mayor cantidad de votos, junto con las provincias de Córdoba y Mendoza. Sin embargo, los resultados de estas elecciones fueron contundentes y profundizaron ampliamente los obtenidos en las PASO de cuando Larreta aventajó en 10 puntos al candidato por el Frente de Todos. Este domingo, el reelecto jefe de Gobierno se impuso en todas las comunas porteñas, excepto en las dos más pobres, la 4 (La Boca, Parque Patricios, Nueva Pompeya y Barracas) y la 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano).

En el búnker del Frente de Todos, ubicado en Chacarita, el ambiente era distinto. Desde la tarde el espacio comenzó a llenarse de personas ansiosas por recibir los resultados y se entonó la ya popular canción de “Macri ya fue, Vidal ya fue, si vos querés Larreta también”. «Las expectativas están en que lleguen los resultados rápido para poder festejar con tranquilidad», dijo en diálogo con ANCCOM el candidato a senador nacional por la ciudad, Mariano Recalde, dejando en claro las aspiraciones de la jornada. El triunfo presidencial de la fórmula Fernández-Fernández se llevó toda la atención en el recinto y en las calles aledañas, en los emotivos discursos de los dirigentes no se hizo mención de los resultados en favor de Horacio Rodríguez Larreta y tampoco se escucharon discursos de los candidatos a puestos en la ciudad. El acto se centró en las grandes figuras de este domingo comenzando por Axel Kicillof, nuevo gobernador de la provincia de Buenos Aires, y luego en Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, los electos presidente y vicepresidente, quienes fueron vitoreados por la alegría de las personas que inundaron las calles del barrio porteño. Matías Lammens ni siquiera tuvo lugar en ese escenario de ganadores.

Más allá de la amplia diferencia entre la primera y la segunda fuerza por la Jefatura de Gobierno, estas elecciones permitieron posicionar en el Congreso a funcionarios del Frente de Todos, entre ellos a Mariano Recalde, Pino Solanas y Victoria Donda. Además, la noticia que tuvo mayor resonancia en el terreno legislativo para este partido fue el ingreso de Ofelia Fernández a la Legislatura porteña. De esta manera, la militante se convierte con 19 años en la persona más jóven de la región en ocupar este cargo.

Como tercera fuerza se posicionó Matías Tombolini, representante de Consenso Federal quien denunció el reemplazo de boletas de la lista de Consenso Federal por boletas truchas en la capital. «Alguien se tomó el trabajo de imprimir y reemplazar boletas en colegios de manera deliberada y sistemática. Me comunique con el defensor del pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, que me indicó que nos va a acompañar con esto. Esto se judicializa, porque es un delito penal”,  aclaró Tombolini.

En cuarto lugar, el candidato por el Frente de Izquierda, Gabriel Solano, quien en diálogo con ANCCOM expresó: “Cada voto al Frente de Izquierda es importante para darle legitimidad a la única fuerza política que planteó que la crisis no la paguen los trabajadores sino los capitalistas”. En cuanto a la elección legislativa, el Frente de Izquierda vivió la decepción de no conseguir los votos necesarios para que la candidata a diputada nacional, Myriam Bregman, consiguiera un escaño en el Congreso, aún luego de una fuerte campaña que proponía cortar boleta en su favor.

De esta manera queda conformado el nuevo panorama de la ciudad de Buenos Aires para los próximos años. La victoria de Larreta confirma la importancia del distrito porteño para la coalición de Juntos por el Cambio como uno de los pocos lugares del país donde gana de manera tan pronunciada. El aumento de los votos que se dio desde las PASO para el partido oficialista le permitió evitar el temido balotaje y un nuevo enfrentamiento con Matías Lammens, candidato que superó el techo histórico de oposición al macrismo en la ciudad. Rodríguez Larreta por su parte, asoma como el principal líder el PRO en condiciones de liderar el espacio de la nueva oposición nacional.

 

Macri quiere tener un millón de amigos

Macri quiere tener un millón de amigos

Mauricio Macri cerró su campaña «30 días, 30 ciudades» ante una multitud de personas en el Obelisco. La consigna fue llevar banderas de Argentina en la autodenominada «Marcha del millón», y los cánticos hablaron de dar vuelta la elección y una Argentina sin Cristina. Los carteles pregonaban el hashtag #SíSePuede y algunos chistes sobre gatos, metáfora a la que hizo mención Macri en su discurso. Postales de un mimo porteño al presidente en la ciudad que lo vio nacer a la política, una semana antes de las elecciones presidenciales.

Motoqueras

Motoqueras

El sábado 12 de octubre, por la mañana, se realizó la Primera Caravana motoquera feminista que partió desde Av. Independencia y 9 de Julio, en la Ciudad de Buenos Aires, rumbo al 34 Encuentro Nacional de Mujeres, organizado en La Plata. El principal objetivo de este viaje colectivo fue romper con el estereotipo alrededor de las motos como actividad exclusiva de las masculinidades cis. Participaron 15 mujeres y la lluvia no impidió que llegaran a destino antes del mediodía, tal como lo tenían planeado.

Las organizadoras fueron Jose Nicolini, Dafna Alfie, Victoria Irene y Lia Ghara. Para garantizar la seguridad del recorrido de 57km, les solicitaron a las participantes llevar toda la documentación correspondiente de las motos, chalecos reflectivos y vestimenta impermeable para la lluvia. Previamente a la salida hicieron una revisión técnica general de los vehículos y una charla deseguridad que estuvo a cargo de Victoria Irene y Jose Nicolini quienes explicaron el modo de circulación de la caravana y nociones básicas de comportamiento en la ruta.

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Además, subrayaron la dinámica feminista,  haciendo hincapié en que habitar los espacios con otras lógicas es parte el cuestionamiento que busca generar la identidad motoquera disidente, así como también la colectivización de conocimientos, entre otros, de mecánica. Por eso, el domingo en Plaza Rocha, las organizadoras dictaron un taller de reparación de motos abierto al público.

Un encuentro histórico

Un encuentro histórico

La lluvia con la que arrancó el 34° Encuentro Nacional de Mujeres que tuvo lugar el pasado fin de semana en la ciudad de La Plata no logró frenar la ola feminista. Más de doscientas mil mujeres y disidencias se reunieron para asistir a talleres, conferencias y conversatorios para pensar en conjunto cómo lograr un cambio social y eigir al Estado la implementación de “políticas públicas inclusivas que aseguren la igualdad de derechos´.

A pesar de que el clima no dejó que se llevara a cabo el acto de inauguración del encuentro, el sábado arrancó con los más de cien talleres para visibilizar problemáticas y poner en común las estrategias para el activismo sindical, la aplicación del lenguaje inclusivo o para el acceso al aborto libre, seguro y gratuito, entre muchísimas otras cuestiones.

“Vine acá porque tengo una hija que quiere que la acompañe a Brasil para encontrarse con el amor de su vida, que resultó ser otra mujer, y no sé bien qué hacer”. Graciela es una de las madres que fue al grupo de mujeres y lesbianismo para buscar contención. 

Del otro lado, casi al final del taller, Sofía, una platense de quince años preguntó algo que llenó de ternura a quienes estaban allá: ¿Cómo te das cuenta que te gustan las chicas?

La lluvia fue parando y a las siete, ya cuando la primera parte de los talleres había terminado,  arrancó una multitudinaria marcha en contra de los travesticidios y transfemicidios de todo el país.  “Señor, señora no sea indiferente, se mata a las travestis en la cara de la gente”, miles de personas caminaron en la capital de la provincia exigiendo también el cupo laboral trans y la necesidad de implementar políticas públicas más inclusivas. 

Y después de desconcentrar, cientos de escuelas de La Plata, Berisso y Villa Elisa fueron refugio para descansar.

“Tenemos que salir a visibilizar nuestras problemáticas, diversificar las identidades en este encuentro… porque lo que no se nombra, no existe, ¿no?”, decía Laura, que llegó desde Tucumán y agradecía que ya no hacía tanto frío. 

El domingo empezó temprano con la segunda parte de los talleres. Ya sin lluvia a la vista, a la ciudad llegaron miles de personas más ese mismo día.  

Lara, una chica intersex que viajó desde Buenos Aires, contaba: ´Somos en proporción la misma cantidad de personas que la gente pelirroja… somos mucho más común de lo que se cree. Y espacios como estos nos sirven para ponernos en encuentro, debatir nuestro presente, acompañarnos´.

Como lo que planteó Florencia, que estuvo en el taller de Ciberfeminismos: “Nuestras problemáticas son nuestros oficios, nos dedicamos a laburos donde sos una entre un millón de hombres. Una vez un periodista me quiso hacer una nota porque para él era ´un orgullo´ lo que yo hacía. Y para mí era absurdo que lo plantee en esos términos. Estamos acá para hacer red, para conocernos, para saber que existimos”.

Y llegó el mediodía y cientos de mujeres y disidencias de toda Latinoamérica hicieron la asamblea Abya Yala, que este año estuvo atravesada por un debate clave: por primera vez en 34 años el hasta ahora llamado Encuentro Nacional de Mujeres estaba ante la posibilidad de cambiar el nombre a Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries. 

“La discusión sobre la identidad busca construir un feminismo inclusivo, antirracista, anticolonial que reúna a todas las identidades que participan y no sólo a mujeres”, se escuchaba en la plaza San Martín mientras el encuentro hacía un recreo para almorzar aprovechando el calor del sol que estaba saliendo.

Y para terminar con las formaciones, desde las tres de la tarde tuvieron lugar las conclusiones de todo lo que se había hablado en cada taller, que en un par de días van a estar subidas a la página del Encuentro. 

En el de Niñeces y Juventudes, que era la primera vez que se llevaba a cabo, rescataron la importancia de la ESI: ´La necesidad de que esté en todas las escuelas del país nos llevaría a que no sean tan difíciles un montón de situaciones: el plantarse disidente, el entender el deseo como algo a lo que no le tenemos que tener miedo ni sentir culpa, el poder saber cuidarnos´.

Y la tarde fue cayendo y en la 60 y 1 empezó la concentración para la marcha de cierre del encuentro. Lleno de pañuelos verdes, pancartas y glitter, el reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito se sumó a la sororidad, al agite y a la felicidad de estos días. 

Pol vino de Chile para ver qué era esto que tanto ruido estaba haciendo: “Estoy acá porque no podía creer lo que contaban, necesitaba vivirlo”. 

Al grito de “¡Aleeerta! ¡Aleeerta! ¡Alerta que camina! ¡Las luchas feministas por las calles de Argentina!”, más de trescientas mil mujeres y disidencias empezaron a marchar pasadas las siete de la tarde.

El recorrido, que fue de tres kilómetros, terminó en el Estadio Unico de La Plata. Este año se decidió no pasar por la catedral y aunque hubo desdoblamientos y caminos alternativos, toda la marcha transcurrió sin mayores problemas. El frío no impidió que todo se viva como una fiesta. La alegría de esta ola verde que ni la lluvia para. El próximo Encuentro, ya plurinacional y con disidencias, será el año que viene en San Luis.

«No somos solo incubadoras»

«No somos solo incubadoras»

“La palabra ancestra no existe en el diccionario, si la buscan aparece error», subrayó Navarro.

El taller de Ancestras se dictó en el SUM de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP. El aula se fue llenando de mujeres, el primer día lluvioso del 34º Encuentro Nacional de Mujeres hizo que disminuyera el número de asistentes.

Hubo mujeres viejas, mujeres jóvenes, mujeres nenas. Hubo mujeres con bastones, mujeres con arrugas y sin arrugas, mujeres de todos los colores, todas con el pañuelo verde. Estaban sentadas en sillas y en el suelo, en forma de círculo. 

Mónica Navarro, gerontóloga coordinadora del taller, tomó la palabra y definió el nombre de este taller: La palabra ancestra no existe en el diccionario, si la buscan aparece error. Nosotras nos hemos propuesto resistir a la idea de que lo único que existe, el modelo de todas las cosas es lo masculino.” 

Sexualidad, VIH, mandatos, menstruación fueron algunos de los temas que circularon en el taller de ancestras.

Navarro explicó que así como la repetición de las desigualdades construyen mujeres que las naturalizan, si las mujeres construyen actos que resisten a esas desigualdades se va a poder romper con ellas. Pero para eso, se necesita recobrar la historia. 

Cada mujer entró mojada por la lluvia y apurada. Contrario a lo que se podría esperarse, hubo más mujeres jóvenes que viejas. 

Navarro hizo presente la primera pregunta del taller: ¿Que son las ancestras? ¿En qué pensamos cuando pensamos en ancestras?

Despùés le dio la palabra a cada mujer, de a una y en el orden en el que la fueron pidiendo. Para hacer uso de ella se iban un objeto. Había manos ansiosas levantadas, la mayoría pertenecvían a las mujeres más viejas. 

Una mujer de pelo gris contó su historia, con la voz fuerte y clara: 

“Mi abuela fué para mi lo máximo, crió seis hijos soltera. Separarme fue una lucha terrible. Sufrí maltrato psicológico, donde constantemente recibía: ‘No podés’, ‘callate’, ‘sos una inútil’, ‘no sabés’. Mi lucha interior era ‘sí lo voy a hacer’, ‘sí lo voy a lograr’, ‘sí puedo’. Todo ese sí era porque si mi abuela pudo ¿Por qué yo no? Yo lo logré, logré salir,  y siento que si yo lo logré fue por el ejemplo de ella.”

“Lo que me quedó de mis ancestras es que había que casarse con un muchacho bueno», recordó una de las participantes.

La palabra  pasaba alrededor del círculo, una de las mujeres del pelo más blanco no dejaba de asentir con la cabeza y agradecer cada historia y a cada mujer, gesticulando con su bastón. 

“Para mí aparecía la imagen de mi madre, casi por contraejemplo. A veces son aquello que vimos construido en relación a una tradición de la mujer para la casa. Mi madre fue una mujer que renunció, sin saber que renunciaba, a cosas que le gustaban, porque cantaba maravillosamente bien, y siempre decía que si hubiera sido en otra época habría querido ser actriz. Para mí, el recorrido fue desprenderme de eso, y ser otra ancestra para mis hijas, para mis sobrinas, que están hoy en los talleres. No quedarme con esa renuncia, ya tuvimos una historia de mujeres que renunciaron a demasiadas cosas. Sí, fueron muy valientes, hicieron mucho lo que tenían que hacer, nos cuidaron, pero ya es suficiente, hemos pagado un precio altísimo con nuestras ancestras. No tenemos más culpas que pagar, es hora que podamos elegir lo que queremos ser.”

Entonces, Navarro pidió nuevamente la palabra: “En las discusiones, con las peleas, con las acciones, nuestras ancestras también nos transmitieron el malestar de la manera en que pudieron. Incorporaron toda esa represión en sus vidas no sin haber pagado el precio. Sin las mujeres que arriesgaron todo, no sabríamos que tenemos derecho a replantear esos mandatos e incluso a pensar que los derechos sobre nuestro cuerpo no tienen vencimientos.”

Hoy es creciente el número de mujeres viejas con VIH. Navarro explica que esto se debe a la invisibilización del cuerpo de la mujer después de la etapa reproductiva. “La mujer no es un ser sexuado, no tiene derecho a sentir placer hasta su muerte para las políticas públicas.”

“¿Por qué nos negamos a procesar la edad con el género?», preguntó Navarro.

La siguiente mujer en tomar la palabra es rubia, cuenta su historia, tiene sesenta años y se considera a sí misma ya una ancestra: 

Lo que me quedó de mis ancestras es que había que casarse con un muchacho bueno, que había que ser servicial, alegre, una buena chica,  que había que bancarse absolutamente todo. Había que odiar a figuras como Eva Perón, que era la puta, la prostituta. En la adolescencia miré a esas abuelas mayores, pude entender todo lo que les hubiese gustado ser y no pudieron. Después de muchos años, les agradezco infinitamente a todas ellas, porque me pusieron el grito, pude gritar y decir basta, hasta acá. A partir de ahí no dejé nunca de gritar. Me considero una ferviente militante feminista.” 

Tras estas palabras, desnudó su brazo, mostró un tatuaje de colores vivos sobre la piel arrugada: un puño en alto que sostiene un pañuelo verde. Irrumpió un segundo de silencio, de reconocimiento. 

Los relatos se superponían. Hablaban sobre la edad, sobre el género y la vejez. Mujeres jóvenes y viejas contaban sus historias. Navarro preguntó: “¿Por qué nos negamos a procesar la edad con el género? ¿Qué le querés arrebatar al patriarcado?”

Una señora levantó la mano con tanta insistencia que hizo reír a todas. Dijo: “Estaba mirando el listado de los talleres, se filtra hasta en los encuentros de mujeres el patriarcado. Hay una charla que habla sobre cuerpos menstruantes, la mujer sirve cuando está en un periodo de reproducción ¿No es cierto? Pero no hay ningún taller que hable sobre la época del climaterio, seguimos siendo mujeres. Le quiero arrebatar al patriarcado lo reproductivo.”

Un aplauso general la interrumpió y no la dejó continuar, este aplauso duró largo rato. Pero ella agregó: “No somos solo incubadoras.” 

Las respuestas siguieron llegando y se hicieron unísonas. ¿Qué quieren arrebatarle al patriarcado?. El miedo, los femicidios, el no te metás, la represión, los travesticidios, el silencio, la plurinacionalidad, el dominio sobre los cuerpos.

Las mujeres se reían, festejaban y aplaudían. Cada nueva respuesta se llenaba de alegría el aire. 

Una artista rosarina, entonces, se ofreció a cantar. El encuentro cerró con “Lavanderas de Río Chico”, como homenaje a las ancestras. Se le unían las voces del resto de las participantes. Se reían cuando se equivocaban. Las jóvenes, las nenas y las viejas se volvieron una sola voz. 

Desde lejos se las ve,

sentadas en la arena

lavando ropa en el río.

Pueblo duro en ademán,

con la carga en la cabeza

vienen cantando y se van.