Los elitistas de siempre

Los elitistas de siempre

El ministro de Cultura Pablo Avelluto decidió cerrar la compañía Danza por la Inclusión, dirigida por el prestigioso bailarín Iñaki Urlezaga. El ballet había sido creado en 2013 y recorría el país llevando  funciones gratuitas a públicos que jamás habían visto espectáculos de este tipo.

A comienzos de 2013 se habían organizado audiciones en el Teatro Colón. Un nuevo programa formado por bailarines de todo el país prometía llevar la danza a los lugares más recónditos de la Argentina, estableciéndose en los márgenes de una concepción elitista del ballet.

Concentración frente al Ministerio de Cultura de la Nación en apoyo al Ballet nacional de Danza.

Sofía Sciaratta de 28 años, originaria de Rosario y bailarina desde los 15 años, afirma: “Este ballet era una posibilidad única para los ciudadanos: no cobraba entrada y llegaba donde nunca antes llegó el ballet”.

Gastón Cabrera, de 23 años agrega: “El objetivo de la compañía era ir y mostrar lo que era la danza. La gente cuando íbamos nos decía ´muchas gracias´, ´nos encanta´. Se daban charlas, conferencias. Cosas que otras compañías no hacían”.

Además de ir a todas las provincias de la Argentina también tuvieron la oportunidad de realizar una gira internacional en la que representaron al país en España y Portugal.

El ballet se inició en base a una ley que databa desde el gobierno de Alfonsín. La misma proponía la creación de un ballet nacional, que sea clásico, contemporáneo y folclórico. La idea del Ministerio de Desarrollo Social, de quien dependía hasta 2016,  era formar, por primera vez en la Argentina, un ballet nacional clásico. Hace dos años, ya bajo el gobierno macrista, pasó a la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación.

El ballet había sido creado en 2013 y recorría el país.

“Haber pasado al Ministerio de Cultura para nosotros fue algo buenísimo. Pero después pasó esto”, comenta Gastón. A tan solo 9 días del comienzo de 2018, el Ministerio informó a Urlezaga que se había decidido la desfinanciación del Ballet. “Hasta el 4 de enero a Iñaki le estaban pidiendo cómo encarar el 2018, qué obras iba a hacer, armar el cronograma del año. Y 5 días después lo cita Avelluto a una reunión para decirle que no había conseguido la plata”, comenta Lucía Valencia, bailarina del Ballet Nacional.

“Nadie lo esperaba. Siempre tuvimos problemas para empezar, estos dos últimos años por problemas de convenios, pero siempre pensando que íbamos a arrancar. Nunca nadie pensó que esto iba a dejar de existir”, agrega.

Sofía dice: “Fue una decisión de 5 minutos que nos dejó a 80 familias sin trabajo. Casi 60 bailarines y, además, maestros, técnicos, pianistas. También nos quita el derecho cultural que tenemos todos los argentinos. Así porque sí. Y a través de un mensaje de texto”.

Con la decisión, 80 familias quedaron sin trabajo.

La semana siguiente, el martes 16 de enero, los bailarines realizaron una convocatoria al mediodía en frente del Ministerio Nacional de Cultura para protestar contra el vaciamiento cultural. Allí realizaron una clase abierta, bailaron fragmentos de obras de la compañía en la calle. Lucía comenta: «Queríamos tratar de expresarnos y de hacernos visibles. Nunca hubo una negociación. Ningún diálogo. Queremos que nos escuche para que nos dé una explicación».

Sofía agrega: «Vamos a seguir tratando de que la gente nos apoye cada vez más, porque realmente este ballet no es nuestro, no es el ballet de Iñaki Urlezaga. Es el ballet nacional de danza clásica, que es de todos los argentinos». En tanto, Lucía afirma: «En Argentina, la cultura siempre fue como la hermana pobre de la economía. Siempre fue lo último. La cultura, la educación y la salud tienen que ser una política de Estado». Por su parte, Gastón concluye: “Nuestra lucha no es solo por esta compañía. Es por la cultura. No queremos que se pierda mas arte”.

 

Actualizado 30/01/2018