El tsunami verde no se detiene

El tsunami verde no se detiene

Los pañuelos verdes volvieron a copar las principales localidades argentinas  en el Día Internacional por el Aborto Seguro. “Volvemos a las calles de todas las ciudades del país y el mundo, para salir de la clandestinidad, para combatir la moral sexual represiva y ampliar nuestros derechos para vivir libres y sin miedo”, expresaba la convocatoria de la Campaña Nacional por el aborto legal, seguro y gratuito.

Cantos, aplausos, bombos, banderas, remeras y gorros con el lema de la campaña por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo acompañaron a las miles de mujeres y hombres que marcharon desde el Congreso a Plaza de Mayo. Se les sumaron vecinos que desde los balcones agitaban pañuelos y cantaban al compás de la marea verde.

¿Qué se conmemora?

En 1990, se realizó en Argentina el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe y es donde se decidió que el 28S fuese, de ahí en  adelante, el Día por el Derecho al Aborto en América Latina y el Caribe, en conmemoración del 28 de septiembre de 1871, día en el que se promulgó en Brasil la Ley de Libertad de Vientres, que otorgó libertad a los hijos de mujeres esclavas, es decir, “empezaron a ser dueñas de sus hijos, dejaron de tener que darlos a sus amos”, cuenta Guido Arizti, médico e  integrante de la Campaña Nacional y de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir.

“A partir de 2012 que venimos con una lucha muy grande desde los dispositivos de salud hasta las redes de acompañamiento. Y ahora seguimos en la lucha, porque grupos antiderecho se siguen oponiendo a que las mujeres puedan decidir sobre su propio cuerpo, a que puedan acceder a interrupciones legales del embarazo como lo dicta la ley. Se da información falsa, las mujeres no saben que con solo dar una declaración jurada, es decir, ir y decirle al médico que fueron violadas, ya con eso deberían acceder a una interrupción del embarazo, por causal violación”, detalla Arizti y agrega: “Después está la causal salud, que es de interpretación amplia, porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la salud es el completo bienestar psicosocial, es decir que cualquiera de las tres esferas -la biológica, la psicológica o la social que se vean afectadas- se pueden reclamar como razón a acceder a una interrupción legal del embarazo”, explica.

Alerta que camina

Martha Rosenberg militante feminista y pionera de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito explicó: “Desde la década del 90 hoy es el Día por la Despenalización y Legalización del Aborto en América Latina y Caribe, y desde hace un par de años es el Día Internacional”. Rosenberg asegura: “Estamos aquí porque queremos que sea ley, y no nos van a detener con una votación adversa en el Senado. Seguimos trabajando por su legalización, por el cumplimiento de abortos por violación, o cuando hay peligro para la salud y la vida de la mujer, que ya están en vigencia desde el año 1921 a través  del Artículo 86 del Código Penal, una ley que está en papel, pero tiene que estar en la práctica”. La histórica militante asegura que la vigencia y la implementación eficaz del Programa de Educación Sexual y Reproductiva, el acceso a los anticonceptivos y al cuidado de la salud de las mujeres, tampoco se cumplen. “La educación sexual integral es ley desde hace ya 12 años, y no se cumple. No hay una política gubernamental que asegure este derecho”, denuncia.

Los países de la región donde el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo existe son: Uruguay, Puerto Rico, Cuba y el Distrito Federal de México. En Chile, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela y nuestro país se cuenta con una despenalización del aborto por causales.  Los países donde está totalmente prohibido abortar son El Salvador, Haití, Honduras y República Dominicana.

Martha Rosenberg clarifica al respecto: “Hemos tenido un gran triunfo con la media sanción en la Cámara de Diputados y con la movilización de la gente en la calle, que demuestra el apoyo y la necesidad de implementar esta política. La calle es nuestro triunfo. No somos improvisadas, hace muchos años que estamos en esto. Lo que pasó en Argentina ya ha repercutido notablemente en otros países, y se ha generalizado el uso del pañuelo verde como símbolo del aborto, no solo en toda América Latina, sino en todo el mundo. Las manifestaciones en Barcelona, Paris, Italia ya lo han utilizado”.

Aborto legal

Arizti reflexiona sobre el negocio de los laboratorios y de los médicos que practican en sus consultorios abortos: “Mi función como agente de salud es no decidir por ellas, sino brindar información científica, que las personas puedan entender y puedan decidir en base a ella. Estamos en la lucha porque haya producción pública de misoprostol, y para que haya insumos para realizar la Aspiración Manual Endouterina (AMEU), que es la intervención más segura para realizar una interrupción del embarazo. Además está contraindicado el raspado aunque se sigue usando, pero es un método inseguro que genera perforaciones uterinas o complicaciones, como la infertilidad. Si se hace una interrupción segura, la mujer no tiene secuelas. Las que más mueren por abortos son las mujeres de clases populares, si no es gratuito se va a seguir favoreciendo la comercialización que ya existe”. Arizti asegura que  muchos profesionales que se oponen de la boca para afuera a realizar abortos en el hospital público, después los hacen en sus consultorios privados. “Representa un negocio grande donde les cobran entre 30 y 40 mil pesos”, asegura. Y en el mismo sentido declara que el monopolio de la comercialización de medicamentos hace que el misoprostol cueste tres mil pesos.

 

“Somos las nietas de las brujas”

Romina Gaetani, integrante de Actrices Argentinas, rodeada de sus colegas,  habló de lo que dejó la campaña: “Queremos que salga la ley, por eso estamos hoy acompañándonos entre todas. Seguimos luchando todos los días. Luego de que no saliera la ley, seguimos comunicadas entre todas las organizaciones, hay que involucrarnos, hacer acciones, informándonos y formándonos. Poner la cara en la calle. Esta problemática se visibilizó, personas que no estaban de un lado ni del otro empezaron a construir su opinión y se sacaron las dudas”. La información es fundamental: “Abortar no es un modo anticonceptivo como lo he escuchado de mujeres de mi generación”, reflexiona y plantea que se debe tomar conciencia de que muchas mujeres están muriendo todos los días por esto” y exige: “Hay que tomar una decisión de qué hacer con eso”. Luego destaca: “En Latinoamérica estamos tomando conciencia de que es un asunto de salud pública. Lo más importante es no tener miedo a hablar, como experiencia positiva ahora es un tema que se fue instalando en la mesa de la familia, hoy los adolescentes están hablando de esto. Los padres que nunca hablaron del tema, hoy si lo hacen. Lo más importante es que salga de lo clandestino, no tener vergüenza. Esta ley va a salir”.

Frente al Ministerio de Salud y Desarrollo social, se montó un escenario para dar lugar a la música y el baile. Con las caras con purpurina verde y polleras naranjas, el grupo de Mujeres del Folklore dio un show de danza tradicional, y finalizó su espectáculo tendiendo los pañuelos verdes en el aire y repitiendo: “Somos las nietas de todas las brujas que nunca pudieron quemar”.

“Chau tabú”

Bárbara Magallares, militante por la apostasía colectiva reparte folletos informativos parada al lado de una iglesia de cartón en llamas, por donde egresan las personas que entregaron los formularios de apostasía: “Hoy se concentra gente alrededor de todo el mundo. En 2019 se puede volver a presentar la ley, pero yo particularmente no creo que pueda salir teniendo las mismas personas que cuando se votó ahora. La consulta popular vinculante es lo más democrático, ya que si sale mayoría a favor, se puede establecer la ley. Yo no me sentí representada con esos senadores que votaron en contra. Lo positivo que saco es que hubo una toma de conciencia sobre el tema, permitió cuestionar el rol de la Iglesia y exigir tener un Estado laico, que se replantee la educación sexual y que el aborto no sea un tema tabú”.

 

Mónica Medeiros, secretaria de Igualdad de Género de la Asociación del Personal Aeronáutico, también en la marcha, señaló: “Esta lucha que llevamos las mujeres hace muchos años no la vamos abandonar, después del triste debate en el Senado. Vamos a seguir con esta convicción de lucha porque consideramos que es un tema de salud. Sabemos que el aborto existe y tiene que ser legal. El tema del aborto lo pusimos en la opinión pública, en las casas, en las iglesias, que jugaron su rol conservador apretando a los senadores para que voten en contra. La Iglesia que siempre está metida donde no tiene que estar, siempre fue en contra de las voluntades de los pueblos. Para que la ley salga tienen que irse los conservadores que están sentados en las bancas, que no representan a las movilizaciones que hubo. Yo me pregunto ¿Dónde están los militantes por la pro vida?”

Será ley

Medeiros agrega la coyuntura al debate fallido del 8 de agosto y plantea que fue una pantalla del Gobierno: “Es conservador y de derecha.  Achicó aspectos de la salud, pasándola de Ministerio a Secretaría, no hay fondos para los hospitales. Una pantalla para quedar como abierto, democrático, como que ellos pusieron el tema sobre la mesa, sabiendo que no iba a salir la ley. Las que pusimos el tema en el Congreso fuimos las mujeres”, concluye.

Los carteles de “Ni Una Menos por abortos clandestinos”, “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, acompañaron a los grupos feministas. Y largas cuadras fueron recorridas por cánticos: “Ahora que sí nos ven, el patriarcado se va a caer. Arriba el feminismo que va de pie”.A ver Mauricio, a ver si nos entendemos, las mujeres nos morimos por aborto clandestino. Salimos a la calle, salimos a luchar, por aborto libre, seguro y legal”.