Otra denuncia contra Manguel

Otra denuncia contra Manguel

Trabajadores de la Biblioteca Nacional (BN) denunciaron haber recibido amenazas de despido por replicar en las redes sociales el informe de un portal de noticias que apuntaba al director del organismo, Alberto Manguel, por supuestas irregularidades en el manejo de fondos para viáticos. Los empleados advirtieron que existieron directivas del director de la BN a los responsables de diferentes áreas para que intimen a los trabajadores a evitar la divulgación de lo que considera una “campaña de difamación”. La denuncia derivó en un pedido de audiencia de los delegados de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) con el ministro de Cultura, Pablo Avelluto.

“Tienen dos opciones: o se dejan de entorpecer nuestras tareas comunes por medio de alarmar y acusaciones repetidas sin fundamento, o buscan trabajo en otra parte. Este es un país libre y nadie está obligado a permanecer en una institución que juzgan fraudulenta”, fue el mensaje que recibieron los empleados, según pudo reconstruir ANCCOM.

El artículo que los empleados difundieron en sus redes sociales fue publicado por el sitio Letra P el 24 de noviembre pasado. La nota detalla que en apenas cinco meses de gestión, Manguel lleva gastados más de 400 mil pesos de viáticos para sus viajes alrededor del mundo. El salario del director de la BN es del mismo rango de un secretario de Estado: 150 mil pesos.

La unión hace la fuerza

Tres de los cuatro trabajadores afectados pertenecen a ATE. Decidieron unirse a UPCN en la denuncia y, sin excepción, pidieron preservar su identidad.

Las tensiones en la Biblioteca no son nuevas. En marzo, los trabajadores lograron reincorporar a 140 de los 240 despedidos en el primer ajuste laboral de la administración de Cambiemos. “En este contexto, cuando un director amenaza con despedir, por más que sean dichos de la bronca del momento, nosotros nos tenemos que plantear como trabajadores y exigir una respuesta”, explicó uno de los afectados a esta agencia al anticipar el pedido de audiencia con Avelluto.

El miércoles 7 de diciembre cada gremio hizo una asamblea y luego realizaron otro plenario en conjunto. Ambas comisiones internas declararon el estado de alerta y movilización al considerar que las directivas representan “prácticas persecutorias que atentan contra la libertad de expresión”.

Javier Arone, delegado de UPCN, advirtió que los dichos de Manguel “no fueron muy oportunos” y subrayó que los gremios están aguardando todavía que el director del organismo cultural “se explique un poco”. “Es importante que la libertad de expresión no se pierda, especialmente en una institución como la Biblioteca Nacional”, subrayó.

Desde UPCN, advirtieron que hasta este episodio “había un canal de diálogo que estaba funcionando muy bien con este nuevo director”. “Ese diálogo se frenó y ahora estamos esperando que se recomponga”, agregó Arone. 

Juan Domingo Pignataro, otro de los delegados de ATE, advirtió que la denuncia del gremio va más allá del conflicto público por el destino de viáticos. “Lo que impugnamos es el hecho autoritario de decir que un trabajador pone palos en la rueda por reenviar un mensaje. Estamos hablando de mensajes que es de la vida privada de cada uno”, puntualizó.

Y completó: “Después de todo lo que pasamos con los despidos no vamos a tolerar este tipo de accionar ya que vulnera los derechos individuales y colectivos cercenando la libertad de expresión y pensamiento”.

Los gremios aguardan para los próximos días la reunión con Avelluto. Hasta entonces, los trabajadores siguen esperando escuchar la voz del director de la Biblioteca Nacional.

 

Actualizado 21/12/2016

Artistas cartoneros actúan en Suiza

Artistas cartoneros actúan en Suiza

Frida León Bèraud, actriz y titiritera argentina, radicada en Suiza hace más de 15 años, armó un proyecto sociocultural con un grupo de jóvenes recicladores urbanos que trabajan en la cooperativa El Amanecer, en Parque Patricios. En julio de este año estrenaron la ópera Mozart en Moscú en el teatro 25 de Mayo y el mes próximo viajarán a ese país europeo para presentar cinco nuevas funciones en  el Centro Cultural Kulturmarkt de Zürich. ANCCOM dialogó con los principales representantes de una movida que combina cultura con promoción social.

El proyecto de Frida comenzó hace más de dos años, cuando conformó la Asociación de Cooperativas para el Apoyo a Jóvenes Cartoneros de Buenos Aires junto a un grupo de amigos suizos con el fin de trabajar en Argentina con poblaciones juveniles. La idea era que, a través de un taller, los chicos aprendieran a fabricar títeres con los materiales reciclables y, a la vez, que pudieran maniobrarlos con el objetivo final de montar una obra. En el 2014, luego de varios contactos sin éxito con otras cooperativas, la titiritera llegó a El Amanecer.

Durante estos últimos dos años, Frida viajó desde Suiza a Argentina en varias oportunidades, para realizar los talleres en Parque Patricios. Se quedaba una semana en el país y les daba a los chicos un curso intensivo todos los días. Luego, al irse, los dejaba con algún colega y con tareas asignadas, mientras pensaba e iba esbozando los diseños de los nuevos títeres para mostrárselos en la siguiente visita. “Los hicimos todo con el material que encontrábamos acá. Salíamos, mirábamos qué había, los íbamos trayendo y empezábamos a armar”, recuerda sobre la realización de los muñecos que forman parte de la ópera.

Marlene Gómez y Natalí Párraga titiriteras que forman parte del grupo de "Mozart en Moscú" espectáculo lírico teatral. Los títeres de la obra los realiza este grupo que pertenece a la cooperativa "El amanecer" con materiales reciclables.

Marlene Gómez y Natalí Párraga titiriteras que forman parte del grupo de «Mozart en Moscú» espectáculo lírico teatral. Los títeres de la obra los realiza este grupo que pertenece a la cooperativa «El Amanecer» con materiales reciclables.

Mientras viajaba a Suiza, presentaba informes sobre el proyecto a las distintas asociaciones que lo apoyaron. Una de ellas, Avina, aportó el pago por  las horas de trabajo de los chicos en el taller, así como también la de los ensayos y las funciones. “Se trabajó como si fueran profesionales porque la idea era abrir una ventana en Suiza donde digan: ´Ah, el nivel es bueno… ¿pero de dónde vienen?´. No pasa por una cuestión de que acá es el Tercer Mundo, como ellos se lo imaginan, sino que hay gente muy bien preparada, que no tiene una oportunidad”, comenta la actriz.

Marlene Gómez (18), Natalí Párraga (20) y Facundo Gómez (21) son los tres titiriteros de la ópera Mozart en Moscú. Los tres trabajan en la cooperativa El Amanecer y en el marco de otro taller aprendieron a diseñar carteras, delantales, cuadernos, cartucheras y otros elementos con el plástico reciclado. Actualmente tienen su propia marca llamada Trasplástico y se dedican a comercializar estos productos. Natalí Párraga vive en la Villa 31, donde conoció a Facundo Gómez, que la acercó a la cooperativa. La joven recuerda sobre el estreno de la ópera: “Era ensayar y ensayar lo mismo todo el día.  En la primera función  hubo nervios pero salió todo bien. Fue una experiencia nueva, aparte que venga tu familia y que vea lo que hiciste”.

Por su parte, Marlene, de Villa Fiorito —Lanús—, comenta su experiencia arriba del escenario: “Al principio no me gustaba la idea de tener que estar delante de mucha gente. Después fui a los ensayos, me fue gustando y me terminaron convenciendo”. El 20 de enero, los chicos viajarán junto a otros cooperativistas a Zurich: David Aguirre (21) -que participó en el armado de los títeres junto a sus compañeros- y Cristina Montiel (36) ex cartonera que ayudó en la confección del vestuario y también estuvo en los talleres que dictó Frida sobre la realización de los títeres. Ambos van a ser los tramoyistas de las funciones.

Productos que realizan en el taller de Trasplástico.

Productos que realizan en el taller de Trasplástico.

Además viajará Roberto Díaz, quien realizó parte de la escenografía con cartón reciclado en la versión de la obra en Buenos Aires y que dará una charla en Suiza sobre su trabajo. También lo hará Matías Tarando, que es el administrador de la cooperativa y volará para apoyar a los chicos. Durante la estadía en Zürich, se alojarán en la casa de conocidos de Frida en Suiza. “Vamos a estar dos en cada lugar. Me intriga estar en la casa de un suizo. Además, es la primera vez que me separo de mi familia”, explica Marlene Gómez.

Por otro lado, también viajan cinco cantantes que son estudiantes provenientes de la Universidad Nacional de las Artes —UNA—, el director musical, Sergio Ratti y el actor que personifica a Mozart, Francisco Lumerman. Los cantantes tendrán la posibilidad de audicionar en uno de los teatros de ópera más reputados del mundo, como es la Scala de Milán. Francisco Lumerman comenta sobre la experiencia de formar parte de la Mozart en Moscú, junto a los chicos de El Amanecer: “Me siento muy afortunado de poder participar de un proyecto que tiene una parte social tan valiosa. Hay algo específico de la ópera, que en general es un mundo de alta cultura, y me parece que está bueno hacerlo para todos, y  eso está en el espectáculo. Todos estamos tirando para ese lado, creo que los distintos lugares de los que venimos lo hace mucho más rico en el intercambio.”

En Mozart en Moscú se da la particularidad de que confluyen distintos tipos de experiencia con el arte. El director de la ópera, Jorge Arbert, es uno de los encargados de  nivelar estos factores para que no repercuta negativamente en el escenario. “Por un lado, está el desafío de que la obra tenga un valor artístico alto pero otra cosa muy importante van a ser las experiencias personales que cada uno se va a llevar. Tanto los chicos del reciclado urbano, para los que va a ser un gran paso, como para los solistas, que son jóvenes semiprofesionales, que a lo mejor se les van a abrir otras puertas estando allí.”, sostiene.

 La puesta en escena de la ópera en el Centro Cultural Kulturmarkt de Zürich sería el resultado de un largo trabajo iniciado por Frida León Bèraud, que volvió a  Argentina con el objetivo de contribuir y enriquecer la vida de distintas personas. Frida señala sobre el recorrido transitado: “Para mí es como un sueño hecho realidad, lo loco fue plantar una semillita, traer una idea que se contagió. De repente todos estaban laburando por esto, y todos estaban felices, nadie perdió nada. Todos salieron ganando de alguna u otra forma”. Luego sentencia: “Esas sinergias se dan a través de iniciativas de gente común, desde abajo, yo creo que la única forma es esa.”

  Además de la aventura del estreno de la ópera en Buenos Aires en julio pasado y el viaje que los espera a Suiza, todas las vivencias del grupo de recicladores son registradas por las documentalistas Victoria Piczman y Britta Shoening. Las cineastas también van a ir a Suiza para documentar  audiovisualmente la experiencia del viaje.  Piczman reflexiona al respecto: “Para mí les va a cambiar las vidas, el choque cultural va a ser muy fuerte. Me interesa mucho y quiero filmar sus caras, cómo van a ver ese otro mundo. Son chicos que su realidad de vida es muy distinta, y ya fue un primer escalón ponerse en contacto con un teatro con lo que eso implica. Es muy distinta esa relación con el arte”.

Para poder llevar la ópera a Suiza y lograr financiar la estadía de todo el grupo allá es necesario juntar 25 mil dólares.  Piczman inició una campaña llamada Mozart reciclado, con el fin de recaudar fondos, ya que hoy en día no tienen el dinero suficiente como para poder costear el viaje. Se aceptarán donaciones hasta el 28 de diciembre a la cuenta corriente del Banco Provincia a nombre de Juan Belvis,  Nº 4001-50389/5  CBU 01400014-01400105038952.

Cristina Montiel, Natalí Párraga, Marlene Gómez, Héctor Romero y Frida León Béraud.

Cristina Montiel, Natalí Párraga, Marlene Gómez, Héctor Romero y Frida León Béraud.

 

Actualizado 20/12/2016

Derechos humanos, ayer, hoy y siempre

Derechos humanos, ayer, hoy y siempre

“La revolución se hace cada mañana cuando uno se levanta, abre los ojos y piensa qué va a hacer por el otro que no tiene», arengó, de manera didáctica, Hebe de Bonafini en la tercera Marcha de la Resistencia que la Asociación Madres de Plaza de Mayo organizó desde que asumió la presidencia Mauricio Macri. La movilización comenzó el jueves 8 y finalizó un día más tarde. Ese mismo jueves, también, el Servicio Paz y Justicia organizó el acto de homenaje a las fundadoras de Madres que fueron desaparecida en la Iglesia Santa Cruz mientras organizaban la resistencia: María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga, a la activista de Derechos Humanos Angela Auad y a las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon. El sábado 10, a su vez, miles de personas marcharon junto a los organismos de Derechos Humanos a la Casa Rosada para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos, denunciar el vaciamiento de las políticas en esa materia por parte del gobierno de Cambiemos y reclamar por la libertad de Milagro Sala.

Mirá la Fotogalería de ANCCOM:

 

 

Actualizado 13/12/2016

Lluvia de amor

Lluvia de amor

Cuando el agua cae con mayor intensidad sobre Plaza de Mayo, Tía Marilú le retruca a la tormenta con No me arrepiento de este amor. «¡Arriba las lesbianas, trans, gays, queers, intersexuales, todos, todas y todes!», arenga sobre el primer compás melódico en la previa de la XXV Marcha del Orgullo, desde el escenario que da la espalda a la Casa Rosada. Es sábado 26 y en el centro de la plaza, la figura de una trans crucificada evoca el corazón de la marcha de este año: «Basta de violencia institucional y asesinatos contra las personas trans. ¡Ley antidiscriminatoria ya!». En lo alto de la cruz, un cartel rememora los nombres de Nadia Echazú, Lohana Berkins, Diana Sacayán, Vanesa Ledesma y Rafaele Onorio. En lugar de espinas, la corona de la Jesús trans tiene flores blancas y rojas; el maquillaje desvanecido por la lluvia se le desliza por la cara y la remera empapada, pegada al cuerpo, reza el lema “NiUnaMenos”.

Mientras las carrozas esperan el inicio de la marcha estacionadas en el perímetro de la plaza, sobre el escenario Mariana Spagnuolo, de la Federación Argentina LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans), dispara las consignas: ley antidiscriminatoria ya; cupo laboral trans en todo el país; basta de violencia machista y patriarcal; ley por el derecho al aborto; separación de la Iglesia y del Estado; basta de subsidios a la Iglesia católica; basta de racismo, xenofobia y sexismo; por un ámbito deportivo sin discriminación ni violencia; legalización del autocultivo y consumo de marihuana; basta de persecución política a los luchadores y luchadoras y libertad a Milagro Sala. Los aplausos que se amontonan entre consigna y consigna toman especial vigor con el último reclamo.

«Si al patriarcado no lo para la lluvia, a nosotrxs tampoco»; «Nuestra lucha no obedece a la norma»; «Dejen circular libre al deseo»; «Macri queremos trabajar». El entramado de mensajes sobre carteles empañados, con las letras desteñidas por el agua, se condensan en la bandera que encabeza la marcha: “Amor Libre”. La columna avanza por Avenida de Mayo con paraguas multicolores después de pasar bajo un enorme arcoíris inflable que cruza de vereda a vereda. «Señor, Señora / no sea indiferente / se matan a travestis en la cara de la gente» es el canto que marca el ritmo del inicio de la marcha. Atrás, las carrozas llevan cada una su fiesta con flashes, luces de colores y música. Se baila bajo la lluvia, como en un videoclip de los ochenta, música electrónica, cumbia, glam rock, pop. Da igual. Reclamo y fiesta hoy son la misma cosa.

Los cuerpos desafían la calle. Disfrazados, maquillados, pintados y con brillos, semi desnudos, con o sin implantes, musculosos y tatuados, con piercings, besándose, todos mojados y bailando. En la trama cuadriculada y gris de la ciudad, los cuerpos son subversivos en sí mismos. Por la forma en la que avanzan no parece tanto una marcha, sino una expresión en movimiento, tan diversa como coherente. Los baños químicos de la plaza se dividen en dos con los usuales dibujos de hombre y mujer. Quedaron desbordados.

Unos metros detrás del frente de la columna, un colectivo se destaca por su rosa punzante. «Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA)», los presenta la bandera horizontal que sostienen entre varias. Detrás, su propia carroza contribuye a la fiesta con otro tema de Gilda: Corazón valiente. Nadir Fernanda Cardozo se presenta como Promotora de Salud y Derechos Humanos de la agrupación. Su remera fucsia recuerda con una foto a María Pía Burdacco. «Si bien la Ley de Identidad de Género vino a solucionarnos un problema, realmente solucionó solo el 30 por ciento de nuestra problemática. Seguimos exigiendo políticas de educación, salud, vivienda, trabajo, nos falta un montón», asegura Nadir en diálogo con ANCCOM. La activista trans abandona el clima festivo por un momento para la breve entrevista: «Para nosotras la palabra ´travesti´ significa hombre disfrazado de mujer. En los años ochenta y noventa usaron esa palabra de forma peyorativa para meternos presas, y hubo cientos de compañeras asesinadas. Nosotras no podemos empoderarnos con esa palabra sino con la palabra ´trans´. «Vemos que hay un recrudecimiento de la violencia hacia las trans, pero no solamente en Argentina, sino en toda América Latina», advierte con angustia. «Con este gobierno las cosas se han complicado, una cosa es tener gobiernos afines a las políticas populares. Con una gestión como la de Macri tenemos más limitaciones para que nos escuchen. Pero en la lucha se vuelve a tomar más fuerza», continúa, y agrega: «Más allá de nuestra organización, se hace difícil porque la diversidad sigue creciendo, es más amplia, y al haber habido un período de libertad fueron mayores las expresiones».

Fuertes ráfagas reemplazan a la lluvia cuando la marcha avanza cruzando la calle Suipacha. En cada esquina se suman agrupaciones de género y organizaciones políticas que relegan momentáneamente sus tonos usuales para adoptar los siete colores del arcoíris. «Se va a acabar / se va a acabar / esa costumbre de matar», cantan ahora. Con Its my life de Bon Jovi y una imagen de Carlos Jáuregui, la carroza de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) se encolumna detrás de la cabeza de la marcha. Entre los escoltas que bailan en la calle se encuentra una versión del Freddy Mercury del video Want to break free, con un top rosa y pollera de cuero. Lo acompañan un grupo de monjas trans y un diablo pintado de cuerpo entero, cuya pintura parece indeleble. Por el balcón de la caravana asoman los osos, con casco de obra, sacudiendo las panzas y atados con cinta de «peligro». Por momentos, las luces que disparan los flashes se confunden con los rayos de la tormenta.

Una vez que pasa la carroza de la CHA, otro canto se hace nítido: «Diversidad de los trabajadores / y al que no le gusta / se jode, se jode».  Son un grupo de CTERA, todos de guardapolvo blanco, con la bandera de la integración y el retrato de Milagro Sala colgado del cuello. «Este año bajo la lluvia, marchamos con nuestros guardapolvos para decir que CTERA tiene la mirada puesta en la diversidad sexual, en la igualdad de derechos», los presenta Estefanía Aguirre, secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la Confederación de Trabajadores de la Educación. «Nos encontramos en pie de lucha por Milagro. Se dan muchas situaciones con ella: es mujer, es originaria, tiene una gran capacidad de organizar al pueblo jujeño, y el patriarcado no se lo perdona. Todo lo que nosotros hablamos de género y de diversidad nos tiene que poner la mira en la libertad de Milagro Sala», denuncia mientras sostiene, firme, el cartel con la cara de de la dirigente de la Tupac Amaru detenida por razones políticas. Casi no termina de hablar cuando su compañera Silvana Franco, del Área de Diversidad de Conadu, la interrumpe: «Lamentamos tener que recordar una consigna muy vieja: una navidad sin presos políticos. Una consigna de los 60 que vuelve este año. Hay seis presos además de Milagro. De los cuatro que soltaron solo una es mujer, o sea que hay un ensañamiento particular por ser mujeres».

Cerca de las 19 la columna desemboca en la Plaza del Congreso. El cielo no se despejó, pero las nubes se mimetizan con la marcha al tornarse de un naranja liviano que de a poco va mutando a rosa, hasta caer atrás de la cúpula del Congreso en un violáceo brillante. Sobre alguna carroza suena How deep is your love; en la siguiente cantan a gritos A quién le importa. Antes del cierre, la secretaria general de la Mesa Nacional por la Igualdad y de la Federación Argentina LGBT, María Rachid, dialoga con ANCCOM. «La marcha expresa claramente ‘Basta de violencia institucional y asesinatos de personas trans’, porque nos preocupa el recrudecimiento de la violencia institucional en este último año, y reclamamos por la Ley Antidiscriminatoria por la que trabajamos durante todo este año y el oficialismo viene prometiendo que la va a poner en temario en Diputados, pero hace varias semanas que no lo logramos. Esperamos que esta marcha sirva como mensaje para que la ponga en el temario y se apruebe la semana que viene, que es la última sesión ordinaria», comenta la ex legisladora porteña del Frente para la Victoria, apurada porque la llaman a subir al escenario. Levanta la mano a modo de pausa y continúa: «Las organizaciones sociales propusieron incluir el reclamo por la libertad de Milagro Sala y estuvimos todos y todas de acuerdo en la comisión organizadora. Nos parece que es un tema ineludible en cualquier movilización o manifestación de Derechos Humanos, no puede faltar el reclamo por su libertad que lo ha expresado hasta la ONU que siempre es bastante imparcial en todos los temas. La violación de Derechos Humanos de la detención de Milagro y mucha gente de la Tupac tiene mucho de misógino y machista. No toleran que sea mujer, kolla y luchadora».

«La igualdad por la que luchaban en el bar Stonewall de Nueva York, en el que se forjó aquella primera Marcha del Orgullo en el mundo. La igualdad por la que aquí lucharon compañeros y compañeras desde hace tantos años. La igualdad real por la que luchamos hoy, con muchas más herramientas, pero con el mismo dolor que nos genera la falta de justicia y acceso a todos los derechos para todas las personas LGBTIQ de nuestro país y del mundo».

El documento leído al cierre de la marcha deja claro -como si fuera necesario- que la Marcha del Orgullo es política desde que se gestó a fines de la década del 70. La particularidad de este año pasa por aglutinar la fuerza de las decenas de miles que se movilizaron hacia los reclamos más urgentes: «¡Basta de violencia institucional y asesinatos de personas trans!», se repitió, una vez más, con indignación, frente al Congreso. «No queremos ni una muerte más. La violencia institucional y social ha generado ya varios asesinatos a personas trans este año en nuestro país. El promedio de vida de travestis, transexuales y transgéneros en la región sigue siendo de unos cuarenta años. En sociedades democráticas, no podemos seguir tolerando estos datos que dan cuenta de una realidad tan injusta y violenta. ¡Esto se tiene que terminar! ¡Y se termina con políticas públicas concretas, acciones afirmativas para el colectivo trans y con la aprobación de la Ley Antidiscriminatoria ya!».

«Los derechos civiles e individuales pueden conquistarse solo en el marco de un país que respeta los derechos humanos», continúa el documento. «Ningún país avanza en el reconocimiento de derechos, si encarcela y hostiga a los y las que luchan. ¡Basta de persecución política a los luchadores y luchadoras! ¡Libertad a los 12 choferes en Salta detenidos por un conflicto gremial! ¡Libertad a Milagro Sala!».

 

Actualizado 29/11/2016

Una agencia de película

Una agencia de película

En un viaje que Julieta Sans hizo a la Argentina durante fines de 2011, tras vivir por más de diez años en Europa, leyó una noticia en un medio local. El recorte contaba la historia y el trabajo de Guido Fuentes, un boliviano que, movilizado por las desigualdades existentes en la Villa 31 del barrio porteño de Retiro, había creado una escuela y agencia de modelos para las chicas del barrio.  Atrapada por esa historia, Sans realizó un documental que se estrenó la semana pasada  y que se proyecta en Bama Cine Arte. ANCCOM dialogó con la realizadora, con el mismísimo Guido y con sus modelos.

La escuela de modelos abrió sus puertas en agosto de 2008. El puntapié inicial se dio en los festejos del Día del Niño, cuando se realizaba un agasajo a los chicos del barrio con un escenario en el medio de una canchita de fútbol que se encuentra entre la terminal de micros y la villa. “Comencé a observar con detenimiento mi alrededor y noté que había un contraste raro. Un choque de clases, de culturas. Por un lado, se veían los colectivos entrando y saliendo a la terminal; por otro, las casitas del barrio, que en ese momento sólo llegaban a tener dos pisos como máximo. Para coronar ese panorama, se veían de fondo los edificios imponentes de la Avenida Del Libertador. Miré mí alrededor y dije: ¡Qué lindo sería armar una pasarela con modelos desfilando entre todo ese contraste. Me imaginé eso y tomé la iniciativa’” dice Guido, quien agrega que en Bolivia había trabajado como modelo y había sido jurado de diferentes concursos de belleza, como Miss Boutique.

Sans realizó un documental sobre la agencia Guido Models, que se estrenó la semana pasada y que se proyecta en Bama Cine Arte.

A partir de ese día, Guido formó su plantel de modelos con sus amigas del barrio y vecinas. Recorrió y golpeó puertas ofreciendo cursos de modelos gratuitos. Tuvo que enfrentarse con que, más de una vez, las mamás de las chicas lo tratarán de loco y desequilibrado. Lo que no sabían es que se estaba gestando la primera agencia de modelos de la Villa 31, a la que luego llegaron modelos de otras zonas.

Julieta Sans, una vez instalada por completo en Buenos Aires, comenzó de lleno con su proyecto audiovisual. Luego se involucraron otros productores y juntos presentaron la idea al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Allí consiguieron un subsidio destinado a financiar documentales,  que les permitió, mientras filmaban, escribir el guión, estructurar y dar forma a la historia. Enseguida, entabló una gran amistad con Guido. “El rodaje duró en total unos tres años. En el medio me seguí formando en cine” afirma la directora.

Sans se ríe cuando se le pregunta qué le llamó la atención del trabajo de Guido para que decida retratarlo con su lente: “Me pareció un poco descabellado el proyecto, pero muy valioso por el contenido social, su convicción y su fuerte deseo de llevar a cabo sus ideales. Me interesó que plantee la inclusión social en la moda, cuando este es un ámbito conocido por su exclusividad”.

Si hay algo que caracteriza a Guido Fuentes es luchar por la inclusión social. Así lo sienten los y las modelos que trabajan en su agencia. Brenda, de 21 años, vive en Bajo Flores y trabaja con Guido hace seis meses. “Fue un flash. Lo tengo en Facebook y vi que subió una nota solicitando chicas y chicos porque iba a haber un evento en Costa Salguero. Me anoté y quedé. Para mí era un ícono, yo no me animaba a hablarle. Por ahora, soy modelo como hobbie, pero quiero que esto se convierta en mi principal trabajo”, afirma Brenda, esperanzada.

Guido Fuentes creador de "Guido Models" y Julieta Sans directora del documental.

Guido Fuentes, creador de «Guido Models» y Julieta Sans directora del documental.

Con sus 18 años, Katherine vive en Monte Grande. Viaja durante dos horas para llegar a la agencia ubicada en la Villa 31. Siempre acompañada de su mamá, una peluquera que no duda en afirmar que, tanto ella como su hija, tuvieron una vida muy difícil. Hace unos años perdieron su casa ubicada en la zona sur del Gran Buenos Aires. Vivieron por un tiempo en la Villa 21. Hace dos años su situación económica mejoró y pudieron volver a Monte Grande. “Las agencias son muy caras. Yo no tenía los recursos para entrar. Hace unos meses, cuando estaba abierta la convocatoria para el desfile de Costa Salguero, mi mamá le habló. Ahí fue la primera vez que desfilé. Es hermoso que te aplaudan por algo que te gusta. Quiero llegar más alto, siempre de la mano de Guido”, contesta Katherine entre risas y una brillante mirada.

Además de enseñar a sus modelos cómo tienen caminar, Guido predica con el ejemplo del sacrificio. Constantemente habla con ellas y les explica que desfilar no es la única alternativa. “Yo les insisto que estudien. De hecho, uno de los requisitos para participar de la agencia es estar en la escuela o en una facultad” asegura.

El documental Guido Models fue filmado entre los paisajes de la Villa 31 y Cochabamba, Bolivia, lugar de nacimiento y crecimiento de Guido Fuentes. La directora y artífice de este proyecto explica: “La película es un pequeño retrato de Guido y del mundo que él creó. Las chicas, Delia y Sonia, lo acompañan en ese camino, pero no centramos todo en ellas. Además, están en una edad en la que no está del todo claro si quieren dedicarse de lleno a la vida del modelaje.  El mundo es muy amplio cuando tenés 18 años y las chicas rondaban esa edad”.

“La película es un pequeño retrato de Guido y del mundo que él creó».

Delia, una veinteañera que mide cerca del metro ochenta, lo acompaña a Fuentes durante todo el rodaje de la película. Forma parte de la agencia desde los 12 años. “Viene un día Guido y me dice que quiere filmar una película, si quiero formar parte. Que estaría bueno que participemos, que muestre mi casa, mi familia, hacer una gira por los lugares donde vivió él. Acepté y tuve una muy buena experiencia. No vivo del modelaje, es un avance más. Yo trabajo de otra cosa y estudio”, dice Delia, quien en cinco años se ve formando parte de una buena agencia o teniendo la suya propia y volcando en ella todo lo que aprendió con Guido.

Fuentes entiende que la agencia es un sueño, tanto para las modelos, como para sus familias. Cuenta que, para muchos, la única meta es que sus hijas crezcan para ayudar con los quehaceres del hogar o para cuidar a sus hermanitos. Por tal motivo, entiende que, gracias a su trabajo, ahora cuentan con mayores aspiraciones que esas.

El estreno en el BAMA Cine Arte viene acompañado de la mudanza del lugar físico en el que Guido Models funcionaba. Ahora pasará a ocupar un espacio más de la larga avenida Rivadavia, precisamente al 7900, en el barrio de Floresta.  La mudanza llevará a Fuentes a ampliar su horizonte de trabajo: “La gente de afuera de la villa tiene desconfianza y miedo de acercarse. Estar en el barrio nos limita muchos trabajos. Yo siempre les digo a las chicas que están desde sus 12 años conmigo y hoy ya tienen 20 que prueben en otra agencia, pero ellas no quieren. Esto lo hago  únicamente por ellas, para que puedan conseguir más desfiles y dedicarse de lleno a esto”.

Enmarcada en esta mudanza, Fuentes prefiere que los medios hegemónicos no ingresen más a la villa de su mano: “Yo quiero que los medios muestren la parte positiva del barrio. Sé que tienen que vender, pero apelo a que muestren el  lado humano. Han usado esto sólo como marketing, con un título llamativo”. Guido explica que, si bien muchos bolsillos se ven beneficiados, esta clase de acciones a ellos los perjudica. Diversos diarios han titulado cosas terribles como Glamour en la miseria o  Las modelos Villeras. “En una nota que nos hicieron en La Nación tuvieron que cerrar los comentarios porque los lectores opinaban de manera prejuiciosa y discriminadora, tildando a las chicas como las futuras esposas de los narcos”.  

Ante la realidad desoladora construida por medios conservadores, Guido rescata la existencia de sujetos sin voz, quienes trabajan día y noche, duermen poco y recorren entre dos y tres horas para llegar a sus empleos. Ellos, dice, son quienes merecen ser tapa de un diario.

“Yo les insisto que estudien. De hecho, uno de los requisitos para participar de la agencia es estar en la escuela o en una facultad” asegura Guido.

 

Actualizado 15/11/2016