La deuda e(x)terna | Estuve ahí

La deuda e(x)terna | Estuve ahí

La economista e investigadora Noemí Brenta recorre los ciclos de endeudamiento de la Argentina. Desde la estatización de los créditos de las empresas privadas realizada durante la dictadura hasta el endeudamiento más grande de la historia con el FMI, tomado por el gobierno de Mauricio Macri. ¿Qué tuvo que ver el Fondo Monetario Internacional con su especialización?

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales ? – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso, Estefanía Hernández e Ian Werbin.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
La campaña que inauguró la democracia

La campaña que inauguró la democracia

«Ahora Alfonsín», el libro de Rodrigo Estevez Andrade y Matías Mendez, recorre el camino del candidato radical que se convirtió en el padre de la democracia.

Hace cuatro décadas, la Argentina vivió un punto de inflexión con la llegada al poder –tras siete años de dictadura–, del dirigente radical Raúl Alfonsín. Su férrea defensa del sistema democrático, en un momento crítico, influyó en el devenir político del país, que había padecido recurrentes golpes de Estado, e inauguró el ciclo democrático más largo de su historia.

Bajo el liderazgo de Alfonsín, comenzó una nueva era, sin restricciones, sin presos políticos ni exiliados, lo que significó una consolidación de la democracia. Este modelo irradió a las naciones vecinas: Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay. “Todos los países limítrofes fueron recuperando de a poco su camino democrático, hasta el propio Paraguay, que demoró un poco más”, sostiene Rodrigo Estévez Andrade, uno de los autores –junto a Matías Méndez– del libro Ahora Alfonsín. Historia íntima de la campaña electoral que cambió la Argentina para siempre.

Editada por Planeta, la obra relata el detrás de escena del batacazo electoral de Alfonsín en 1983, cuando el peronismo daba por ganada la elección. El protagonismo, desde luego, es de Alfonsín, pero también se narra en detalle la campaña del justicialismo. “Tenemos un capítulo acerca de cómo se fue construyendo la candidatura y el binomio presidencial del peronismo (Ítalo Luder- Felipe Bittel), era importante a la hora de englobar y construir todo el relato”, destaca Estévez.

El libro comienza por el desenlace de la campaña, para evitar expectativas innecesarias, ya que el resultado es ampliamente conocido. Luego, ambos autores se sumergieron en la construcción del personaje de Alfonsín y su círculo íntimo, que se forjó antes de los años 50. Para situar al lector, además, contextualizan la vida de principios de los 80, desde la música, la literatura, el cine y hasta la forma en que se vivía la política en un comité.

“Tanto a mí como a mi colega nos interesa que cuando lo lean los más jóvenes tengan la capacidad de interpretar cómo se vivía en ese momento. Pasaron 40 años, la sociedad se movía de otro modo a como se vive hoy”, subraya Estévez. Para la investigación se valieron de una amplia gama de fuentes: más de 50 entrevistas, muchas con protagonistas de la época, testimonios de los jóvenes que en ese momento habían colaborado en la campaña del candidato, y familiares de los personajes ya fallecidos, quienes, aunque no estuvieron directamente involucrados, proporcionaron una valiosa mirada.

Otra gran parte de la investigación se basó en la exploración de archivos y publicaciones disponibles en hemerotecas públicas, lo que les permitió contextualizar la cobertura de eventos cruciales de 1982 y 1983. Adicionalmente, recurrieron a archivos de amigos que tenían documentos, fotografías y otros recursos que habían conservado.

La pandemia representó un desafío para el proyecto, debieron replantearse la forma en que llevaban a cabo las entrevistas. En algunos casos, recurrieron a la tecnología, pero en otros optaron por esperar. “Soy de la creencia de que lo mejor que te puede pasar es dialogar mano a mano con el entrevistado: el contacto, los modos, los gestos, las formas y los guiños, todo eso en un Zoom lo perdés”, afirma Estévez.

El trabajo en equipo fue esencial, ambos autores se nutrieron mutuamente. Matías Méndez aportó su experiencia en aspectos cruciales como la imagen, la publicidad y la producción de entrevistas. Por su parte, Estévez asumió la tarea de aportar textura y trama, en especial en lo referente a la figura de Alfonsín y del peronismo. La búsqueda de una editorial que publicara la obra no fue sencilla, ya que por entonces –hace tan sólo un par de años– Alfonsín no recibía tanta atención como ahora, que su legado vuelve a ocupar un lugar en la conversación pública.

Aquel abogado de Chascomús que, rodeado de un grupo de amigos, políticos, publicistas y analistas de opinión pública, sorpresivamente se alzó con la presidencia, se convertiría más tarde en “el padre de la democracia”, consenso que perdura hasta hoy. “La epopeya, en términos sociales de aquel momento, sería muy difícil de replicar en la actualidad –reflexiona Estévez–, porque la gente se involucró mucho. Los actos eran masivos, eran centenares de miles de personas participando, eso también resolvió la salida de la dictadura”.

De las topadoras en los barrios populares a la integración urbana | Estuve ahí

De las topadoras en los barrios populares a la integración urbana | Estuve ahí

El Padre Pepe, José María di Paola, del Movimiento de Curas Villeros, repasa el trabajo de los últimos 40 años. El 2001, la edad de imputabilidad, el rol del Estado, el narcotráfico y los movimientos sociales. Los barrios populares como cuna de los policías.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

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40 años de una democracia imparable

40 años de una democracia imparable

El Centro de Estudios Legales y Sociales realizó la segunda edición del Festival Imparable, a cuatro décadas del final de la dictadura. Ferias, música y debates para defender los derechos conquistados.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) realizó la segunda edición del Festival Imparable, bajo la consigna “Festival por los 40 años de democracia”. Desde las 14 y hasta las 22 del domingo 5 de noviembre se llevaron a cabo mesas simultáneas de conversación y debate sobre diferentes temáticas relacionadas con la democracia y su defensa en el contexto actual. Además, la jornada incluyó presentaciones artísticas y musicales y una feria, todo en el estadio cubierto Malvinas Argentinas.

En una tarde calurosa, las inmediaciones del estadio en pleno barrio porteño de La Paternal, se colmaron de gente. Adentro había actividades para todos los públicos y edades: eventos destinados a las infancias, música y charlas en el escenario principal. Dos carpas para más charlas y una feria que ofrecía productos de proyectos cooperativos y comunitarios. Rubina Armesto, militante de Ciudad Futura, es una de las feriantes que atendía su puesto y expresó: “Espacios así están buenos para dar a conocer lo que hacemos desde nuestra práctica más territorial-militante, y también desde los servicios que ofrecemos”. Explicó que se trata de un evento importante por su convocatoria y porque “está bueno encontrarse gente que está en la misma situación que uno, sobre todo en este contexto”.

Yamila Annacondia es parte de la fundación Hora de Obrar, que llega a la feria con el Proyecto Tapé Porã, orientado hacia la mejora de las condiciones de vida de las comunidades indígenas mbya-guaraní. “Es muy importante que las distintas organizaciones de la sociedad civil estemos presentes en espacios que nos llaman a defender los derechos democráticos”, declaró a ANCCOM. “Entonces todas las organizaciones desde los distintos sectores, todos los movimientos, tenemos que estar presentes en estos espacios para seguir defendiendo los derechos que conquistamos”, añadió. Emilio Ruchansky, que forma parte de la coordinación del Acuerdo por la Regulación Legal del Cannabis, también presente en la feria, dijo que “siempre es bueno tener contacto con gente que viene a preguntar por muchas cuestiones, nosotros creemos que hay que poder hablar con gente que por ahí no está tan relacionada con el tema”.

En diálogo con ANCCOM, Paula Litvachky, directora ejecutiva del equipo de gestión del CELS, explicó que se organizó esta segunda edición del Festival Imparable fue “proponer un espacio de encuentro, para poder escuchar música, divertirse un rato y, al mismo tiempo, pensar qué está pasando en el país y en el mundo y qué va a pasar en el futuro”. Litvachky también habla sobre cómo los temas tratados en las diferentes mesas surgieron del libro Más que nunca, escrito por el equipo del CELS, cuyo título se refiere a la necesidad de defender la democracia, movilizarse y pensar políticamente más que nunca. “Los temas que pensamos tenían que ver con eso, con pensar los problemas, pensar los temas muy complejos que se ven en las carpas, sobre la tierra, sobre el trabajo, sobre la comunicación, los memes, el lenguaje, la democracia, sobre cómo nos movilizamos y sobre cómo pensar el futuro”. Además, agregó que el festival fue pensado “un poco para salir del registro de los organismos, de hacer cosas muy solemnes, para tratar de conectar con públicos más jóvenes, con públicos que por ahí no están tan cercanos a la política”. Es decir, “hacer una propuesta cultural y política al mismo tiempo”, sintetizó.

¿Todo meme es político?

Al entrar a la carpa número dos, aún se podía escuchar la música que provenía del escenario principal, amenizando con una banda sonora rockera el debate que estaba por ocurrir. El calor se acentuaba por la falta del viento y la gran cantidad de asistentes reunida para escuchar la charla “¿Todo meme es político?”, sobre espacios digitales y sus narrativas. Allí, se planteó cómo los sectores libertarios encontraron una tierra fértil, en estos últimos años, dentro del lenguaje de los memes. Juan Ruocco, periodista y autor del libro ¿La democracia en peligro? explicó cómo se trató de un “trabajo orgánico que llevó a Javier Milei del meme a lo político” y manifestó la necesidad de disputar los espacios de internet. En ese sentido, Maga Chirom, socióloga y consultora de comunicación política, habló de la sensibilidad política de la época y sostuvo que “los libertarios leyeron bien los fenómenos actuales de lo digital”, creando “una comunidad en redes sociales con discursos aptos, mientras que nosotros entramos en una espiral del silencio”.

En el mismo sentido, Juan Amorín, periodista de C5N y Futurock, reflexionó sobre cómo Milei “toma las métricas de los memes como legitimadores de sus decisiones políticas” y afirmó que “la política ya no puede mirar para otro lado”. Sin embargo, también dijo que después de las PASO, ocurrió un punto de quiebre donde surgieron “grandes aciertos comunicacionales que vienen de abajo hacia arriba”, usando el ejemplo del meme de la “bananerización”, que trataba sobre la lista de países a los que se uniría la Argentina en caso de llevar a cabo la dolarización propuesta por Milei. Similarmente, Galia Moldavsky, conductora en Blender y Futurock, habló sobre cómo usar un “lenguaje del descanso” para luchar con los discursos libertarios, apropiándose de sus prácticas. Lo ilustró con las publicaciones en redes de la cuenta Coherencia por favor, conocida por difundir imágenes con un texto grande de pocas palabras, seguido por otro texto corto de tamaño más pequeño.

Galia Moldavsky también expresó que la indignación no es una herramienta de lucha efectiva, ya que de ella se alimentan los memes de derecha. En el mismo sentido, Ivana Szerman, locutora y fundadora en Mate y co-conductora en Gelatina, habló sobre los espacios digitales que han generado una trampa alrededor del discurso feminista. Finalmente, Flor Alcaraz, periodista y co-directora de LatFem, sostuvo que “la política tradicional tiene que cambiar el lenguaje” y “comunicar desde las narrativas del futuro” para volver a enamorar.

Resetear la democracia

De vuelta afuera, el sol brillaba sobre el espacio frente al escenario principal, donde se llevó adelante la charla “Resetear la democracia”. Nacho Levy, representante de La Poderosa, habló de reconstruir los derechos humanos desde “nuestro sector”, sostuvo que defender los derechos humanos no es solo combatir el negacionismo: “No necesitamos que se vayan todos, necesitamos que se corran muchos para dar espacios a las juventudes”. Estas últimas estuvieron representadas en el escenario por Sofía Saraceno, del centro de estudiantes del Lenguas Vivas, quién habló sobre cómo hay jóvenes que eligen a La Libertad Avanza ya que no se sienten representados por los partidos tradicionales y subrayó la necesidad de volver a pensar la política para transformar. Steven Forti, historiador italiano y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, en diálogo con la mesa que acababa de concluir sobre ¿Todo meme es político? opinó que “hay varios ámbitos donde actuar y movilizar”, especialmente el espacio digital.

En el mismo conversatorio, Dina Sánchez, Secretaria Adjunta de Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y vocera nacional del Frente Popular Darío Santillán, habló sobre cómo “hay que priorizar la deuda con el pueblo” y que “no hay que hablar solo de representación, sino de presencia”. Henrique dos Santos Vieira Lima, diputado del Partido Socialismo y Libertad de Brasil, compartió la experiencia del bolsonarismo y señaló como “la derecha apuesta al miedo, la tristeza, la desesperanza y el caos” por lo que propuso “hacer del amor una lucha política”. Y concluyó: “Milei los quiere ver abatidos, levanten la cabeza”. Finalmente, Nacho Levy concluyó: “Para resetear la democracia lo más importante es que no se apague.”

En el escenario principal la música seguía sonando, ya habían pasado La bomba del Tiempo, Paula Maffía y los cuerpos se calentaban para bailar al ritmo de Gauchito club. Más que nunca para defender la democracia y los derechos conquistados, con alegría.

 

El FMI también es responsable del cambio climático

El FMI también es responsable del cambio climático

Un informe realizado por el CONICET junto con la ONG ACIJ establece un vínculo directo entre las deudas públicas y los daños ambientales.

Nafta al fuego. Deuda y cambio climático en Argentina, es un informe realizado por investigadores del CONICET en coordinación con la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia que denuncia una relación directa entre la deuda pública y el cambio climático.

El 23 de febrero de 2023, el Valle de Punilla se llenó de jóvenes de todo el país que durante dos días se congregaron a escuchar un amplio repertorio de bandas entre medio de las sierras y el paisaje cordobés. Hoy, ocho meses más tarde, mientras una nueva tanda de jóvenes se prepara para viajar a otra edición del Cosquín rock, el valle volvió a prenderse fuego.

Ya suman casi 7.645 las hectáreas quemadas únicamente en esta provincia en lo que va del año, y aun no asomaron los días más calientes. Resuena otra vez la duda de que irá a pasar este nuevo verano con las que, dicen, serán las temperaturas más altas jamás vividas.

Francisco Cantamutto, licenciado en Economía y Juan Pablo Bohoslavsky, doctor en Derecho, realizaron un informe que propone una relación entre el cambio climático y la deuda externa, o la falta de política ambiental en pos de otras cosas “más urgentes”. La línea es directa: “El 93% de los países con crisis climática están en crisis de deuda o con altas posibilidades de entrar en ella”, declara Cantamutto en la presentación del informe junto a ACIJ. “El cambio climático genera necesidades de inversión muy concretas que en términos de adaptación y mitigación no siempre los Estados tienen la posibilidad de fondear”, dice.

como es el caso del Medio Ambiente que, en el presupuesto nacional, tiene asignado un escaso 0,4% del PBI frente al 3% que se lleva únicamente el pago al FMI. Sobre esto,  Cantamutto comenta: “El FMI cumple un rol catalítico en términos de la gestión de la deuda, porque opera expresando con total apertura las exigencias del resto de los acreedores, y a través de sus recomendaciones y su auditoría funciona como señalizador para el resto de los inversores tanto oficiales como privados”. Pero esta no es la única consecuencia del acuerdo: “El principal camino que ha adoptado el Fondo Monetario Internacional ha tenido que ver con el rol de facilitador y forzar a los Estados a que se sumen a este rumbo de inversión privada”, remarca.

Esta no es una problemática exclusiva de Argentina. En el informe se demuestra que son los países pertenecientes a la mal llamada “periferia global” los que tienen más problemas, no solo para financiar políticas ecologistas, sino que también son los que comprometen un mayor porcentaje de su PBI al pago de deuda. Esta es una problemática que se evaluó en 1994 por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, donde las principales potencias firmaron un acuerdo en el que se comprometían a colaborar económicamente con el cuidado ambiental de países del tercer mundo.

En la COP15 de Copenhague, en 2009, se acordó una meta colectiva de financiamiento climático de unos 100.000 millones de dólares por año desde 2020. En la actualidad se calcula que se han entregado menos de un cuarto de los fondos comprometidos, y que casi tres cuartos del financiamiento han llegado en forma de crédito, aportando al incremento de los niveles de deuda con los que ya cuentan la mayoría de los países tercermundistas.

La deuda no es cosa de pobres únicamente, pero sí representa un porcentaje del PBI que resulta vital a países con mayores dificultades económicas, donde sería mejor invertido en mejorar la calidad de vida de su población, garantizar el cumplimiento de los derechos humanos y una correcta industrialización que genere trabajo sin rifar el futuro de su población.

“No es solamente al momento del pago que la deuda genera un impacto en términos de las posibilidades de los estados de actuar frente al cambio climático, sino que además lo hace al exigir o proponer, por parte de los acreedores, reformas estructurales. Y modular de esta manera, a través de las políticas económicas, la forma que adopta el crecimiento”, plantea Francisco. Esto no es algo azaroso, ya que “en la en la mayor parte de los casos se trata de los países de la periferia o del sur global que, como los quieran enmarcar, tienden a especializarse en modelos productivos que exportan bienes que suelen tener tendencias hacia el extractivismo y no están asociados a un proceso de cambio estructural basado en una transición socio energética justa”, finaliza Cantamutto.

Los autores finalizan el informe con una serie de recomendaciones a tener en cuenta para mitigar en alguna escala lo irreversible del desastre climático; entre sus propuestas se encuentra exigir a los países de altos ingresos que cumplan con el compromiso económico de ayudar a otros de menores ingresos y que esta ayuda sea efectiva y no por medio de una nueva deuda; incorporar al análisis de sostenibilidad de la deuda, particularmente la del FMI, la dimensión de daño y riesgo ambiental; y avanzar hacia una reforma tributaria progresiva que mejore la capacidad recaudatoria, de cara a reducir la dependencia frente a la deuda.

Pueden leer todas las propuestas en el informe “Nafta al fuego. Deuda y cambio climático en Argentina” que encontrarán en la página de ACIJ.

Una campaña electoral sin propuestas para los medios

Una campaña electoral sin propuestas para los medios

A 14 años de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ninguno de los candidatos a presidente tiene propuestas concretas referidas a los medios de comunicación.

En octubre de este año se cumplieron 14 años de sancionada la Ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). Su formulación fue producto de un intenso debate entre múltiples sectores: organizaciones de radios comunitarias, sindicatos de trabajadores de medios, investigadores y estudiantes universitarios de carreras vinculadas a la comunicación, organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y distintos movimientos sociales.

Todos se habían vinculado en 2004 en la Coalición por una Radiodifusión Democrática para la creación de los 21 puntos básicos por el derecho a la comunicación, donde denunciaban la necesidad de reemplazar el DecretoLey 22285 de 1980 de la última dictadura y también de acabar con la serie de políticas posteriores desarrolladas en democracia que tendieron a acrecentar los mecanismos de concentración y extranjerización del sistema mediático argentino. La nueva LSCA compartió los mismos objetivos.

ANCCOM dialogó con docentes e investigadores en comunicación y con trabajadores de medios comunitarios para entender cuál es el escenario actual en materia de legislación y también de cara a los (no) proyectos de los dos candidatos a la presidencia que se enfrentarán en el balotaje.

Los inicios

El derrotero del proyecto sancionado en 2009 quedaría marcado por una rápida judicialización impulsada por el Grupo Clarín, que denunció la supuesta inconstitucionalidad de la LSCA. Luego vendría una modificación veloz de los artículos judicializados con el  Decreto 267/15, cuando asumió la presidencia Mauricio Macri, quién, además, modificó la Ley 27078 Argentina Digital, creando un único organismo de aplicación para ambas leyes: el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM)

Los objetivos consensuados por las organizaciones quedaron en el olvido al habilitarse nuevamente la concentración y entorpecerse los mecanismos de aplicación de las leyes en manos de un único ente regulador que concentra los mundos audiovisuales y los de las telecomunicaciones.

Al respecto, Diego Rossi, profesor de Políticas y Planificación de la  Comunicación (UBA) y asesor legislativo del Frente de Todos sostiene que las modificaciones “subsumen lo audiovisual a la lógica más comercial”. A esto se le suma que, gracias al mismo decreto que lo crea, de los siete miembros del directorio del ENACOM hay cuatro que son elegidos por el Poder Ejecutivo Nacional, cuando antes eran solo dos. La tradición presidencialista en Argentina no escapa a las comunicaciones.

 

El panorama cambió cuando, apenas iniciada la pandemia de COVID-19, el DNU 690/20 de Alberto Fernández declaró como “servicios públicos esenciales y estratégicos en competencia” a los servicios TIC, incorporando a la telefonía móvil y a la televisión, y suspendió los aumentos de precios durante seis meses. Sin embargo, «su aplicación no fue total», como destaca Mariela Baladrón, docente e investigadora en comunicación de la UBA.

A pesar de ese DNU, Rossi comparte que la gestión del actual gobierno tuvo “algunos claroscuros”, ya que “a través del ENACOM no controló cuotas de pantalla o la preeminencia de producciones nacionales. Hay mecanismos virtuosos que no fueron aplicados. Hay otros, como el giro de fondos a organismos públicos o la aplicación del FOMECA (Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual), que sí». En sus términos, quedó a mitad de camino “la cuestión de asumir el rol de la política pública en materia de comunicación».

Con la pandemia de por medio, las brechas digitales se vieron acrecentadas: “El escenario audiovisual y digital ha tenido transformaciones muy profundas en los últimos años y nuevos desafíos que en muchos casos aún no están resueltos desde el punto de vista regulatorio en todos los países del mundo”, como explica Baladrón. Entre los desafíos, se encuentra “la responsabilidad de los intermediarios de Internet por la generación de contenido de terceros, la autorregulación, co-regulación y/o regulación de las redes sociales, la protección de derechos y la promoción de la industria audiovisual por parte de plataformas de servicios audiovisuales globales, la protección de datos personales ante estos nuevos actores de la comunicación, y los nuevos usos de la Inteligencia Artificial”. Para la especialista, hay proyectos de ley circulando que aún no alcanzaron el estado parlamentario como para ser debatidos por amplias porciones de la sociedad.

Medios y propiedad cruzada

Uno de los proyectos de ley en los que Rossi es asesor propone “reencuadrar a la TV de pago como servicio audiovisual ya que el DNU 267/15 lo pasó a la Ley Argentina Digital generando conflictos a la hora de tutelar derechos de audiencias, cuotas de pantallas y presencia de señales en la grilla; precisar el cumplimiento de normativas antidiscriminación y de tutela de derechos de audiencias vulnerables como niños, niñas y adolescentes; disponer una cuota de pantalla de exhibición o catálogo de producciones audiovisuales nacionales; establecer beneficios tributarios en el caso de que las plataformas de streaming produzcan crecientemente en la Argentina, reinvirtiendo y generando trabajo en la diversidad de nuestros territorios; explicitar el alcance tributario a estos nuevos servicios de comunicación audiovisual siguiendo parámetros de gravamen similares a señales satelitales y TV de pago”.

A pesar del alcance que propone el proyecto, la dificultad de que trascienda tanto este como otros posibles puede advertirse en varios factores. Primero, que el tema audiovisual es una cuestión sensible en Argentina ya que la expresión “Ley de Medios” resultó sinónimo de control sobre la propiedad cruzada y la multiplicidad de licencias en el sector. Cabe aclarar que esa misma ley judicializada en algunos artículos que afectaban los negocios de los grandes medios, fue también el marco que permitió mejorar la “accesibilidad de derechos, de financiamiento y de acompañamiento”, como sostiene Ivana Cruz, comunicadora comunitaria e integrante del colectivo de Radio Sudaca, en Trelew.

Por otro lado, en las plataformas electorales presentadas antes de las PASO, la “cuestión audiovisual” aparece ínfimamente mencionada. En la de Unión por la Patria (UxP), refieren a la calidad institucional y a la responsabilidad de las empresas periodísticas (ante el contexto político producto del atentado contra la vicepresidenta) y mencionan la necesidad de regulación del “ecosistema mediático digital”; en la de La Libertad Avanza (LLA), mencionan el desarrollo de las comunicaciones por 5G y el “incentivo de inversiones en comunicación”. Por último, y vinculado al contexto político de cara al balotaje presidencial, es poco probable que los candidatos arriesguen su trayectoria electoral de los últimos meses dando luz a propuestas hasta ahora desconocidas por la sociedad. Como marca Rossi, “el tema es incómodo” incluso hacia adentro de las coaliciones electorales.

 

¿Todo depende del 19 de noviembre?

«Con el avance de las plataformas hay un periodo de ventana de no regulación hasta que viene la regulación que entiende de qué se trata», sostiene Rossi. Sobre todo en los últimos años, las transformaciones digitales han escapado a muchas regulaciones -como sucedió siempre: ante la novedad, se ven los vacíos legales-, y por eso hay gigantes como Netflix o Youtube de Google que «aprovechan esos espacios de regulación opaca o de no aplicación de la ley para ellos, tomando ventaja comparativa con otro sector». El profesor y asesor legislativo sostiene también que «en LLA no van a hacer propuestas de reglamentación. En todo caso su discurso es eliminar trabas, quitar trámites, todo eso”. Por otro lado, para el especialista “el discurso de Unión por la Patria es de tutelar derechos, adaptar marcos normativos para entender los nuevos procesos».

Consultada acerca de la posibilidad de que se genere un nuevo proceso político y social que desemboque en nuevas regulaciones sobre el sector, Baladrón sostiene que la “agenda de temas que cruzan los derechos comunicacionales incluye la soberanía tecnológica y otras múltiples cuestiones en las que muchas organizaciones sociales y actores pueden coincidir, pero cuyas agendas de trabajo difícilmente abarquen todas ellas. En este aspecto, la dinámica política de los próximos años es difícil de prever e incluye a grandes empresas globales a diferencia de otros momentos históricos”.

 

¿Y los medios comunitarios?

Ivana Cruz sostiene que “la comunicación es no solo un derecho humano fundamental sino una lucha política”. Reconoce que, a partir de la sanción de la LSCA, se les abrieron opciones que antes no eran posibles por vías legales. Cuenta que participaron de uno de los concursos FOMECA y les fueron otorgados fondos que les permitieron ampliar sus capacidades técnicas de transmisión. Sin embargo, así como accedieron a un FOMECA, tardaron años y dos gestiones del ENACOM en adquirir la categoría de “emisora”.

La vigencia de la ley también se juega en eso: sin el marco regulatorio y sin la correcta aplicación, hay muchos proyectos que, sin fines comerciales, verían su capacidad de ejercer un derecho básico con poco margen de maniobra. Cruz cuenta que “en el imaginario colectivo de Trelew está Radio Sudaca como herramienta de comunicación” para personas que llegan de distintos espacios de militancia: de los movimientos antiextractivistas, de los géneros y de las diversidades sexuales, de los docentes. Resulta poco probable que medios comerciales den espacio a este tipo de luchas, algo que aumenta la desigualdad en las posibilidades de expresarse de la sociedad.

Al igual que Rossi y Baladrón, Romina Bravo, también comunicadora social de Radio Sudaca, cree que los mecanismos de aplicación de la ley se burocratizaron a tal punto que es agotador para los proyectos comunitarios familiarizarse con los trámites a resolver. Esto impide que la comunicación comunitaria se profesionalice dentro de su ámbito, ya que se dificulta la creación de nuevos puestos de trabajo, desgastando al voluntariado que sostiene la radio. Considera que, desde la intervención de la gestión macrista sobre la Defensoría del Público en 2018, los mecanismos se han entorpecido aún más, sin cambios durante los últimos cuatro años.

Desde la sanción de la ley, se sucedieron distintos eventos que pusieron en jaque su constitucionalidad, que la modificaron para beneficiar a algunas empresas periodísticas en detrimento de otros sectores comunicacionales y que burocratizaron sus mecanismos de aplicación. Además muchas de las circunstancias previstas por la ley se vieron superadas por el veloz cambio tecnológico. Sin embargo, también se crearon canales de televisión públicos, se realizaron concursos de fomento y, a duras penas, se otorgaron licencias a medios comunitarios. La regulación existente está en su mayoría vigente, pero no de manera completa. Lo conseguido es resultado de una ardua lucha social y política, y lo que queda por conseguir también lo será.