¿Cómo va todo por ACAP?

¿Cómo va todo por ACAP?

Qué está pasando con la implementación del Programa de Actividades de Aproximación al mundo del trabajo implementado por el Ministerio de Educación porteño. La mirada de alumnos, docentes y de la jefa de la cartera. ¿Más precarización laboral que derechos laborales?

 A pesar de la movilización estudiantil, contra el malestar frente a la implementación por parte del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del programa de Actividades de Aproximación al Mundo del Trabajo y a los estudios superiores (más conocidas como ACAP) todavía perdura la desorganización de un proyecto presentado desde su inicio como “gradual y progresivo”.

El objetivo pedagógico de aproximarse al mundo laboral que promocionó el Gobierno de la Ciudad cuando anunció las ACAP, se tradujo con ciertas distorsiones en trabajo no pago y desvinculado de los contenidos curriculares, y en empresas como Rappi y Wyndham Hotels. Pasó un año del inicio de las tomas de colegios en Capital Federal que cuestionaron las pasantías no remuneradas y obligatorias. Hoy, son asignadas a los y las estudiantes según su orientación: “Yo voy al Ecoparque. Lo disfruto mucho porque siento que aprendo bastante. Es verdad que nos hacen trabajar, literalmente, levantamos la pala”, cuenta María, estudiante de la orientación en Biología del Normal 1. David, expresidente del Centro de Estudiantes del mismo colegio, comenta: “Está todo un poco más ordenado y los pibes están más enganchados con las ACAP, pero en el medio, los Centros de Estudiantes de Capital Federal hicimos un montón de medidas de lucha”.

La implementación de las ACAP cambia con la institución. En ocasiones, la coordinación de las prácticas recae sobre las escuelas, en un contexto en el que la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, reconoce la dificultad para obtener las vacantes: “Son todos chicos, entonces no todas las empresas se animan. Y es un proyecto educativo, con lo cual la empresa tiene que hacer una inversión en recurso humano, porque sería más fácil sentarlos a hacer algo que hace un trabajador, pero van a aprender”, comenta la jefa de la cartera educativa porteña en una charla de café, organizada para vecinos y vecinas del barrio Palermo. 

 En el caso del colegio Mariano Moreno, al tener en su edificio la supervisión de su distrito escolar, sus estudiantes tuvieron desde el comienzo una experiencia amena: “Mientras otros colegios iban a limpiar hoteles, nosotros teníamos a los pibes de quinto que iban a hacer cosas más piolas”, recuerda Julia, Presidenta del Centro de Estudiantes. Como lo afirma Federico Puy, la posibilidad de adaptar las prácticas a los intereses de la comunidad educativa “depende de la relación de fuerza que hay construida en el interior de la escuela”. 

 La ministra menciona la existencia de un “plus salarial” para docentes que acompañan a los y las estudiantes a las prácticas: “Tampoco les pedimos que a fuerza de pulmón y del esfuerzo docente se haga esto”, aclaró. Desde la gremial docente Ademys, Federico Puy declara no haber escuchado de ese beneficio en ninguna escuela, pero no descarta que se ofrezca a “escuelas o docentes que se disponen a llevar adelante los planes más mercantiles del Gobierno de la Ciudad”.

Mientras tanto, Acuña insiste en que, aún en la actualidad, es el Ministerio quien vincula a las escuelas con las organizaciones: “Soy yo en persona con todo mi equipo los que vamos empresa por empresa, y a las escuelas las liberamos de tener que ir a conseguir lugares”.

Pero cuando los colegios y las familias optan por una propuesta más educativa a fin de evitar el trabajo precarizado, no hay mediación del Ministerio: “Son las Escuelas las que se contactan y nos preguntan si estamos dispuestos a recibir chicos. No tenemos contacto directo con el Gobierno de la Ciudad”, explica Magali Stemberg, coordinadora del Museo y Referente de las ACAP en el Museo Ana Frank, donde actualmente se recibe a estudiantes secundario para realizar las Actividades.     

 En la charla con los vecinos de Palermo, Soledad Acuña pone el énfasis en la importancia de que los y las estudiantes se vinculen con el mundo del trabajo, tras criticar las ayudas sociales que brinda el Estado a muchas de sus familias. Y concluye: “Los docentes que acompañan nos dicen que hay más presentismo en las empresas que en la escuela. Van peinados y vestidos distintos a cómo van a la escuela, se comportan distinto. Se empiezan a generar cosas súper ricas”.

 

Pobres periodistas

Pobres periodistas

SiPreBA convocó a un acto en las puertas de Perfil en repudio al último cierre de paritarias. Desde el gremio exigen una recomposición salarial a la altura de la inflación y llaman a realizar asambleas, cese de tareas y medidas de fuerza en todas las redacciones. La prensa tiene sueldos al borde de la pobreza.

Este martes, cerca de las 11 de la mañana, el calor de la convocatoria desafía la baja temperatura. No hay más de 15 grados. La calle aún está tranquila en la esquina de California y Santa Elena, en el barrio de Barracas. Para los comercios y talleres de la zona es un día más. Allí, algunos delegados de SiPreBA descargan equipos, bombos y banderas para posicionarse frente a las puertas de la redacción de Perfil. Visten chalecos con el logo que los identifica como integrantes de uno de los gremios de prensa de la Ciudad de Buenos Aires.

La acción que lleva adelante el sindicato es sobre el cierre de las últimas paritarias realizadas el pasado 27 de abril. Reclaman no haber sido convocados a discutirla y aseguran que “son a la baja”. Agustín Lecchi, Secretario General, señala: “En el Poder Judicial y en el Ministerio de Trabajo venimos denunciando año a año que las paritarias las negocian a la espalda de los trabajadores y trabajadoras, que no consultan en asambleas, que no hay derechos, con lo cual los dirigentes no tienen ningún tipo de representatividad”.

Tras unos minutos, a lo lejos en la misma esquina pero de la vereda de enfrente, dos muchachos montan un trípode desde el cual filmarán parte de la jornada para un informe. Para las 11.30 ya hay 50 personas concentradas, carteles pegados y banderas flameando al ritmo de los bombos. Un patrullero hace guardia. 

También se manifiestan por la última decisión de Clarín que intentó despedir a 48 de sus empleados, una decisión que tuvo que retrotraer ante la órden de conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. Según Lecchi se trata “un mensaje político y un ataque a la organización sindical”: “Lo que sorprende –agrega– es que no es un contexto de despidos como durante el macrismo; esta situación es atípica, busca marcar la cancha, desviar el eje, que no estemos debatiendo salarios y atacar a la organización”.

Mariana Berger, delegada de Clarín–Agea, explica: “Estamos en reuniones entre el Ministerio, nosotros y la empresa. La conciliación vence el 8 de mayo. Ojalá todos sean reincorporados, con el tiempo hay compañeros que van perdiendo el interés. Cuando ves que a la empresa no le interesa tenerte, hay gente que tampoco quiere volver a un lugar donde no la quieren”.

Entre las condiciones laborales que subyacen a estas medidas, denuncian una pérdida del poder adquisitivo y salarial que obliga a tener más de un trabajo en condiciones precarias. Por otro lado, desde hace tiempo las empresas buscan concentrar grupos de medios (prensa escrita, internet, radio y TV) para reducir personal, sin respetar el Estatuto del Periodista. 

Con megáfono en mano, el delegado de Perfil Agustín Colombo describe la realidad laboral: “Hay periodistas que salen de Perfil, van a otro trabajo y cuando llegan a su casa se ponen a hacer una changuita o una colaboración en otro trabajo”. Para Colombo es  “como en el siglo XIX. Reclamaban por ocho horas de trabajo, ahora nosotros tenemos que reclamar para que se termine la precarización de nuestro oficio, que es tiempo perdido para tener dignidad como laburante”.

Al respecto, Matias Arena, delegado de la Comisión Interna de Clarín, señala: «Cada vez mayor cantidad de compañeros van perdiendo sus puestos de laburo. Tenemos dos o tres laburos para llegar a fin de mes. Eso no solo atenta a lo salarial sino a la calidad de periodismo que estamos tratando de llevar adelante. Si vos tenés en un mismo día 12 o 13 horas de laburo, va a perjudicar el resultado final en cada uno de los lugares”.
Pasado el mediodía y tras una última foto grupal, los manifestantes dan por concluida la medida de fuerza. Los puntos centrales del reclamo son: negociación salarial con  SiPreBA; 35.000 pesos adicionales para el período 22/23 –a incorporarse a lo definido para los sueldos de abril– y una suba del 60% para el tramo mayo-noviembre 2023.
De acuerdo al reclamo de SiPreBa y según los números cerrados en la última paritaria entre mayo de este año y la proyección hasta abril del 2024, el primer sueldo post acuerdo de un redactor comienza en 152.700 pesos; el de encargado de sector 154.500 pesos; editorialista 162.600 y secretario de redacción 182.000. Todos números que apenas se acercan a la canasta familiar total que para marzo de este año, según cifras del INDEC, oscila entre los 152.000 y 201.000 pesos, según la composición de miembros del grupo familiar.

Según explicó una fuente cercana a Clarín, la situación aún es más grave: los sueldos ya están por debajo de la línea de pobreza: comienzan en los  $120.000 y llegan a $200.000  para un trabajador sin antigüedad o jefatura a cargo. Cabe señalar que el  Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo marca $191.241 como mínimo para cubrir las necesidades básicas.

 

La CGT pidió un acuerdo político, económico y social

La CGT pidió un acuerdo político, económico y social

Veinticuatro horas después del Día de los Trabajadores, la central obrera realizó un acto conmemorativo bajo el lema «Estamos a tiempo». Los sectores kirchneristas no participaron del encuentro en Defensores de Belgrano.

Esta tarde, la Confederación General del Trabajador (CGT) realizó un acto por el Día Internacional de los Trabajadores en el estadio del Club Defensores de Belgrano, ubicado en el barrio porteño de Núñez, bajo el lema “estamos a tiempo”. Evitaron criticar al gobierno, apuntaron contra la oposición y condenaron la dolarización que plantea Javier Milei.

Esta celebración la pensó la CGT como una forma de volver a instalarse en el escenario político y sindical tras un largo período de inactividad: la reunión del miércoles 19 de abril fue la primera que mantuvo oficialmente en los últimos ocho meses, pese a que en ese periodo se acentuó el alza de la inflación y la pelea para recomponer los salarios. En ella el Consejo Directivo de la Central Obrera había propuesto “alcanzar un amplio consenso político, económico y social que promueva el crecimiento, la producción y el trabajo”.

El acto, que comenzó a las 15, ante 20 mil personas movilizadas por los sindicatos y el infaltable “Tula” y su bombo, tuvo las ausencia de algunas figuras de peso, como Pablo Moyano (Federación Nacional de Trabajadores Camioneros) que es uno de los secretarios generales, Mario Manrique (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor) y Abel Furlan (Unión Obrera Metalúrgica). El único que se hizo presente del sector más cercano al kirchnerismo fue Sergio Palazzo (Bancarios), pero llegó tarde.

El primer orador del acto fue Carlos Acuña, otro de los triunviros de la central obrera, que destacó: “Gracias a la CGT recuperamos la democracia”, y luego apuntó contra la reforma laborar que propone Juntos por el Cambio: “No puede ser que el eje de la campaña sea ese, porque los que la proponen no saben lo que es un convenio colectivo de trabajo, ya que nunca laburaron.”

Luego tomó la palabra Jorge Sola, titular del Sindicato del Seguro y Secretario de Prensa de la CGT, quien continuó con la idea de Acuña: “No necesitamos una reforma laboral, necesitamos un nuevo acuerdo social. El movimiento sindical es una herramienta duradera y efectiva de acuerdo sectorial a través de las negociaciones colectivas. Es falso e intencional afirmar que los convenios colectivos son anacrónicos y estáticos, en su dinámica está el espacio razonable de acuerdo y evolución de las condiciones de trabajo y producción.”

También le dio un fuerte apoyo a la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como guiño de respaldo al ministro de Economía, Sergio Massa, y reclamó un acuerdo político, económico y social para fijar políticas de Estado que saquen al país de la crisis y eviten que la pobreza y la desigualdad “conspiren contra la cohesión social”.

Héctor Daer, jefe del Sindicato de Sanidad, integrante del triunvirato de secretarios generales y último orador del acto, hizo explicita una demanda para reducir la jornada laboral de ocho horas: “Hay que acabar con la semana de 48 horas, es una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente. Cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí, porque si un hombre y una mujer producen mucho más que cuando se pusieron las ocho horas de trabajo y las 48 semanales, habrá que discutir y lograr cambiar eso.” En determinado momento, afiliados al gremio de Camioneros interrumpieron el discurso de Daer, pero después de un rato pudo continuar.

El líder gremial disparó contra los “profetas del antisistema: “¿Dónde quieren dolarizar? Si lo que menos tiene Argentina en estos momentos es dólar. Quieren empobrecernos a costillas de lo que quieren llevar adelante. Pero la CGT no es antisistema, nosotros estamos dentro del sistema, pero queremos que el sistema cambie, que nos contenga y que de resultados y genere condiciones para una mejor vida”, concluyó Daer.

Los movimientos sociales y la izquierda se manifestaron por el Día del Trabajador

Los movimientos sociales y la izquierda se manifestaron por el Día del Trabajador

En sendos actos reclamaron por aumentos salariales, políticas para bajar la inflación y rechazaron el programa del FMI.

Hoy en el centro de la Ciudad de Buenos Aires se llevó a cabo la conmemoración al Día de los Trabajadores. En esta ocasión, los movimientos sociales se congregaron en 9 de Julio y Avenida de Mayo y el Frente de Izquierda-Unidad marchó hacia Plaza de Mayo.

Las manifestaciones tuvieron como objetivo mostrar el apoyo a la lucha por los derechos laborales, y entre los temas que se destacaron estuvieron los pedidos de aumento salarial, la lucha contra la precarización laboral y la situación de los trabajadores informales. Los manifestantes portaron pancartas y banderas en las que se podían leer consignas como «Por trabajo digno y salario justo», «Trabajo es dignidad» y «Contra la precarización laboral».

A medida que los manifestantes avanzaban por las calles del centro, se escuchaban cánticos y gritos exigiendo justicia laboral. La presencia de diferentes líderes sindicales y representantes de organizaciones sociales permitió que el mensaje se escuchara con fuerza y se generara un ambiente de solidaridad y apoyo mutuo.

En el acto de lo movimientos sociales, Esteban “Gringo” Castro, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), afirmó: “O te apoyás en los movimientos populares y en el movimiento plural organizado, o te apoyás en el Fondo Monetario Internacional. Dios quiera que nos estén escuchando y que se apoyen en los movimientos populares”.

“Necesitamos el apoyo del Gobierno. No importa si faltan seis meses, y no importa si, como dicen, cuesta mucho construir unidad. La unidad se construye mirando y fortaleciendo lo que se viene planteando desde abajo”, agregó. En el acto también tomaron la palabra Dina Sánchez, del Frente Popular Darío Santillán, Alejandro Gramajo, del Movimiento Evita, Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista Combativa, Norma Morales, de Barrios de Pie, y Huigo “Cachorro” Godoy, titular de la CTA Autónoma.

En tanto, en el acto convocado por el FIT, hablaron el obrero ferroviario francés Clément Allochon, Myriam Bregman, del PTS; Celeste Fierro y Alejandro Bodart, del MST, Alejandro Crespo (secretario general del Sindicato Unido de Trabajadores del Neumático de Argentina (SUTNA)), Gabriel Solano, del Partido Obrero, Mónica Schlotthauer (delegada del Ferrocarril Sarmiento) y Juan Carlos Giordano, de Izquierda Socialista.

Myriam Bregman, diputada nacional y dirigente del PTS-Frente de Izquierda, afirmó: “Estamos viendo una película repetida, una película que pinta de terror: todos preparan un nuevo zarpazo contra la clase trabajadora.” La legisladora agregó: “Hace unos días las escuchábamos a Cristina Fernández hablar como que no tuvo nada que ver. Se desentiende. Como si ella no fuera la vicepresidenta, como si ella no fuera el principal sostén del ministro de Economía, Sergio Massa, que está aplicando el ajuste del Fondo Monetario”.

Solano, legislador de la Ciudad y actual precandidato a presidente por el PO, dijo, a su turno: . “Llegamos a este día en un escenario de crisis terminal para el gobierno del Frente de Todos. Un gobierno que ligó sus políticas al pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, que profundizó la fuga de capitales y el saqueo capitalista. Y que con sus políticas ha llevado al borde de un estallido social con salarios que no alcanzan para nada, con el 50% de los niños pobres, jubilaciones de indigencia y una creciente precarización laboral.

Por su parte Alejandro Crespo, secretario general SUTNA, señaló: “En un momento en que la inflación está golpeando fuertemente los salarios, la experiencia del SUTNA es muy importante para todos los trabajadores. Porque se mostró que recuperando nuestras organizaciones sindicales y yendo a una lucha se puede recuperar los salarios, tal como sucede ahora mismo con la cláusula automática de la paritaria del neumático que garantiza 10 puntos porcentuales por sobre toda inflación, y avanzar en los justos reclamos de nuestros compañeros”.

Al finalizar el acto, los dirigentes del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA) subieron al escenario con una pancarta que decía “No a los despidos de Clarín”, en rechazo a los 48 trabajadores desvinculados la semana pasada.

 

«Si no hay una respuesta satisfactoria, volveremos a las calles»

«Si no hay una respuesta satisfactoria, volveremos a las calles»

Continúa el conflicto por los 48 despidos en Clarín. Este miércoles, hubo una manifestación y una radio abierta frente al diario.

Este miércoles 28 de abril se llevó a cabo una manifestación en frente a las oficinas de Clarín a causa del despido de 48 periodistas del matutino. La convocatoria a una radio abierta y “camarazo” desarrollada sobre la calle Tacuarí al 1800, en el barrio de Barracas, contó con la participación de representantes de Canillitas, Fatpren. Ciprem, extrabajadores de AGEA-Clarín y partidos políticos como el Frente de Izquierda y el Nuevo Más, quienes se reunieron desde las 13 hasta las 15 en reclamo por la reincorporación de sus colegas despedidos.

Esta movilización forma parte de una serie de protesatas en el marco de vulneraciones a los derechos de los trabajadores del medio. La desvinculación de empleados con la excusa de reestructuración y adecuación tecnológica de la empresa fue la principal fuente de repudio y, desde SiPreBA y sus voceros, se desmintió que las causas de los despidos se trataran de medidas económicas u operacionales. Por su parte, desde la totalidad de asociaciones y partidos se sostuvo que se trató de medidas de disciplinamiento político. 

La radio abierta inició a las 13 con una contextualización de los reclamos y, media hora después, se cedió la palabra a distintos voceros de asociaciones, sindicatos y partidos políticos. El primero en tomar la palabra fue Pablo Lombardi, representante del gremio de Canillitas, quien denunció los poderes fácticos detrás de la censura y represión de voces disidentes. “A la semana de la Gestapo sindical nuestro sindicato fue intervenido” declaró Lombardi y continuó su denuncia contra la influencia del poder acumulado de los dueños de medios y sectores productivos del país. Desde una postura de lucha, y luego de ser interrumpido por una persona que se mostró en contra de la organización sindical, retomó la palabra y aclaró que, desde la organización sindical, “no vamos a regalar ninguna de las conquistas que hemos tenido hasta acá”.

Karina Niebla, una de las trabajadoras despedidas. 

 

Luego de Lombardi tomaron la palabra el diputado Nicolás Del Caño y la diputada Vanina Biasi, del Frente de Izquierda (FIT). Los voceros del FIT centraron sus postulados en la denuncia en contra de las grandes patronales mediáticas y su rechazo a la adecuación de salarios para sus trabajadores. La búsqueda de productividad y la pérdida de la calidad periodística se sumó al contexto descripto por los diputados. “Es un ataque antisindical, una acción de disciplinamiento en un año electoral” se afirmó desde el bloque de izquierda y concluyeron su discurso con una puesta en valor del accionar de SiPreBA junto a un cuestionamiento a la inacción de la CGT.

Enseguida llegó el turno de Pablo Gimenez, secretario general de la Asociación de Prensa de Santa Fe y adjunto de la Fatpren, junto a Mariana Mandakovic, secretaria general del Cispren, adjunta de la CTA Autónoma y referente de la Fatpren. Los representantes de sindicatos de prensa compartieron las medidas de lucha que fueron y serán llevadas a cabo en el interior del país. “Tenemos que tener dos o tres laburos, no ver a nuestros hijos, no vemos a nuestra familia por estar todo el día en la calle”, recalcó el representante de prensa de Santa Fe en concordancia con los reclamos por salarios competitivos. Gimenez mencionó otros casos de despidos de periodistas en Córdoba, Rio Negro y Santa Fe que se suman a los de Clarín y sentenció que se trata de “un primer paso de una serie de etapas cuyo objetivo es destruir cualquier tipo de organización o de resistencia, preparándose, quizá, para los que vienen”.
Seguido a esa declaraciones habló sobre una medida de lucha en Santa Fe para el 27 de abril donde se movilizarán “en contra de patronales sin sensibilidad y dispuestas a todo” frente al diario El Litoral. Esta no fue la única medida de lucha mencionada ya que, momentos después, tomó la palabra Mariana Mandakovic quien notificó sobre una movilización que se estaba desarrollando en Córdoba de forma paralela a la convocatoria del SiPreBA. “En un contexto inflacionario y de devaluación este grupo (Clarín) banca políticas económicas que no son para el pueblo”, declaró la secretaria general del Cispren y alegó que “un país que no tiene políticas de comunicación clara, no es soberano; por lo que hay que seguir construyendo organización y unidad para poder llevar a una lucha que esté de acuerdo con los intereses que necesitamos el pueblo y su conjunto”.

Luego se pronunciaron voces que incluyeron a periodistas, personal de la defensoría del público, miembro del Foro de Trabajo, asociaciones de enseñanza terciaria hasta representantes de organizaciones políticas. Las declaraciones concordaron que el conflicto por los despidos en Clarín excede a la cuestión de los despidos y se sumaron a un plan de resistencia sindical a nivel nacional en contra del ajuste, la inflación y el poder concentrado.

Para finalizar el encuentro se le cedió la palabra a Karina Niebla, exempleada de Clarín afectada por los despidos, quien contó su experiencia. En su declaración, al ser consultada por el mail de despido, calificó de “cínica” la justificación de la reconversión tecnológica, ya que “hubo despidos de personas jóvenes sumamente capaces de realizar labores tecnológicas e, incluso, algunos encargados de redes sociales”. Niebla contó que vivió la experiencia siendo consciente de la vulnerabilidad de su puesto de trabajo, principalmente debido a los despidos ocurridos en el 2019, aunque remarcó como aspecto positivo la atribución de personalidad gremial del SiPreBA y la conciliación obligatoria obtenida por el sindicato. En declaraciones para ANCCOM contó que siguen en pie de lucha para lograr reincorporaciones y, tras ser consultada por sus expectativas personales, ratificó que el reclamo por los despidos exceden los intereses o preferencias individuales, ya que se busca “mostrar la fuerza de la unión y pedir en bloque las 48 reincorporaciones”. “Yo tengo esperanzas de que se pueda seguir negociando; es algo inédito ya que es algo que nunca pasó y todo es mérito del sindicato” concluyó la periodista.

Agustín Lecchi, secretario general de SiPreBA, fue el último en tomar la palabra, retomó la falta de pruebas para los despidos por readecuaciones tecnológicas y habló sobre la capacidad económica de la empresa para sostener esos empleos. “Ese mensaje político es nefasto y esconde que hay un gran desprecio hacia sus propios trabajadores y trabajadoras”, comentó Lecchi. Posteriormente detalló el plan de acción del sindicato en el futuro: el próximo viernes se llevará a cabo una reunión con el Ministerio de Trabajo y el martes van a estar en el diario El Perfil con un reclamo por una compensación salarial. “El viernes va a terminar una etapa del conflicto, la empresa nos puso una fecha extorsiva, pero el conflicto no termina el viernes […] después de la audiencia con AGEA-Clarín vamos a definir otras acciones, esperemos una propuesta superadora que nos satisfaga y si no es así vamos a volver a las calles” afirmó el secretario general de SiPreBA y dio como finalizado el encuentro.

 

Es tiempo de ver un documental sobre un diario cooperativo

Es tiempo de ver un documental sobre un diario cooperativo

Se estrena un largometraje sobre el diario cooperativo Tiempo Argentino, que refleja la lucha, la recuperación y la subsistencia de los trabajadores en defensa de su fuente laboral y de la comunicación social.

El proceso de vaciamiento empresarial que se dio entre diciembre de 2015 y abril de 2016 a cargo de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, el ataque de una patota hacia los trabajadores de la redacción del medio, cuando ya empezaba a dar sus primeros pasos como autogestionado, y una pandemia de por medio, fueron las principales adversidades que Tiempo Argentino tuvo que resistir para poder existir.

Este miércoles 26 de abril a las 18:30, en la sala Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, se estrena el documental De la resistencia a la existencia, dirigido por Pablo Lecaros, que girará en torno a esos ejes y que busca contar una historia de lucha y de reconversiones de parte de los trabajadores de un medio que se intentó silenciar pero que así y todo ya lleva más de siete años como cooperativa.

“Es un documental en el que se abre un álbum familiar de un medio, de una cooperativa, donde encontramos historias más que personales, contada por sus trabajadores, por quienes hacen el diario día a día”, afirma Lecaros. De la resistencia a la existencia intenta sintetizar en 90 minutos, de una manera dinámica y sin perder el hilo central de la historia, toda una producción de materiales de archivo, y más de 38 entrevistados que incluye a figuras como Nora Cortiñas, Taty Almeida, Julia Mengolini, Alejandro Bercovich y Víctor Hugo Morales.

“Es una historia de un montón de personas que decidieron que la lucha era el único camino para poder existir –sostiene Guido Molinari, guionista del documental–. Y de alguna manera también es un gran mensaje hacia lo que significan los medios de comunicación en Argentina. Que no todos los medios de comunicación desinforman, que tampoco tienen que operar en favor de alguien, sino que hay diferentes formas de construir la información. Y creo que el caso de Tiempo Argentino, que ya lleva siete años, que es un medio ya instalado a nivel nacional, es la demostración que a través de la autogestión, a través de su manejo horizontal, se puede construir de otra manera y se puede ser masivo de esa forma”.

Federico Amigo, ex presidente de la cooperativa y hoy secretario, escribió una editorial en el año 2020 titulada “De la resistencia a la existencia”, justamente para contar todo lo que fue atravesando el medio y que una de las cosas que iba a tener que enfrentar era una pandemia y cómo iba a tener que seguir adelante con eso. Ese título, que luego fue elegido para el documental, es una frase con la que dentro de la organización se sienten identificados.

Amigo, en diálogo con ANCCOM, comenta: “‘De la resistencia’ porque nos logramos construir como medio después de haber sufrido un vaciamiento empresarial, desde ese lugar donde lo que teníamos disponible era nuestra fuerza de trabajo, pero no contábamos con recursos económicos para salir adelante, tuvimos que resistir para sostener el medio y sostener las fuentes de trabajo sin mayores elementos. Después vino la recuperación de un medio que si bien nació en 2010 en un modo tradicional con empresarios, se logró reponer a un vaciamiento y convertirse en una cooperativa. Y la existencia también está dada no sólo por el trabajo que pudimos llevar adelante nosotros, por nuestra propia organización y el acompañamiento sindical, sino porque también encontramos una audiencia, un público que nos acompañó durante todo momento, para que Tiempo pudiera llegar a este séptimo aniversario”.

El proceso de vaciamiento sufrido desde diciembre de 2015 hasta abril de 2016, comandado por los dueños del Grupo 23, coincidió con el cambio de gobierno de la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y el inicio del mandato de Mauricio Macri. “En abril de 2016, cuando construimos la cooperativa, había arrancado el macrismo. Allí ya se empezaban a ver un montón de políticas estatales que iban en contra de los propios laburantes, casi que nosotros estrenamos una nueva forma de política con un gobierno que no tiraba centros hacia los trabajadores”, comenta Molinari.

De todas formas, son los mismos trabajadores de Tiempo Argentino los que resaltan que uno de los que lideraba el vaciamiento empresarial era Sergio Szpolski, candidato a intendente de Tigre por el kirchnerismo en el año 2015. Ese proceso de vaciamiento implicó que los trabajadores no cuenten con su salario por varios meses ni con el aguinaldo, pero de trasfondo se comenzaba a generar una unidad de casi 200 compañeros que estaban en la misma situación.

Se inició un reclamo a nivel nacional para poder visibilizar la situación a través de festivales en el Parque Centenario y en los actos del 24 de marzo. Así fue como la cooperativa empezó a caminar con sueldos bajos un 19 de abril del 2016. Sin embargo, a los pocos meses se encontraron con un nuevo obstáculo: “Había un objetivo detrás y era que Tiempo Argentino no exista más”, sostiene Molinari.

“El 4 de julio en una madrugada fría, horrible, lluviosa, una patota de más de 15 personas, comandada por quien era supuestamente el que había comprado el diario, Mariano Martínez Rojas, un empresario que nunca se hizo cargo de nada, quiso echar a los compañeros que estaban durmiendo en la redacción –sigue Molinari–. Ante la falta de respuestas avalada por el Ministerio de Trabajo empezamos una permanencia en la redacción, en custodia de los bienes que estaban ahí. Y no pudieron con los trabajadores y las trabajadoras, porque a nosotros se nos unieron colegas de Clarín, La Nación, Infobae, C5N, y de muchos otros: entre los propios trabajadores no existe la grieta. La grieta es entre los patrones, no entre las personas que laburan”.

Tiempo Argentino logró consolidarse, resistió y se convirtió en una referencia nacional en términos periodísticos. Logró ser el medio autogestivo más grande del país sin dejar de competir con el resto de los medios corporativos, pero ofreciendo una mirada, una cobertura y una línea editorial que no se ve en los medios tradicionales.

Tiempo es un medio de alcance nacional que cubre la agenda masiva con el diferencial de aportar su mirada, sin ataduras económicas ni políticas y con la resistencia al poder concentrado como una de sus banderas –señala Amigo–. Además, logra destacarse del resto de los medios corporativos con las coberturas que reflejan los debates del campo popular, las problemáticas de la clase trabajadora, la defensa de los Derechos Humanos del pasado y el presente así como las políticas públicas en salud y educación, entre otros tantos ejes”.

El documental, que comenzó a realizarse en marzo del 2022, tendrá su avant premiere el miércoles, y luego hará una ruta por sindicatos, medios emblemáticos nacionales y festivales a lo largo y ancho del país. “Es una historia que merece ser contada no solo por el medio de comunicación sino también por esas historias invisibilizadas de un colectivo de trabajadores de nuestro país”, concluye Lecaros.

En la primera semana de junio, en ocasión del Día del Periodista, se proyectará también en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Esa misma jornada, se bautizará a la redacción de ANCCOM con el nombre Viviana Mariño, en homenaje a una de las fundadoras de la Cooperativa Tiempo Argentino y editora de la Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación, quien falleció el año pasado.