“Salir de la inercia y hacer un uso consciente de la tecnología”

“Salir de la inercia y hacer un uso consciente de la tecnología”

La vorágine de pantallas y datos en la que vivimos hoy tiene un nombre y es sociedad de la información. Desde que googleamos el clima a las 8 de la mañana hasta que nos quedamos dormidos scrolleando en Instagram, compartimos información. Nuestros gustos, amistades, ubicaciones e intereses se materializan en clicks que construyen nuestro “ADN digital”. 

A partir de la pandemia, nuestra inmersión en el mundo virtual, que ya había comenzado, fue profunda y continua. La tecnología se adapta a nuestras nuevas necesidades y nos ofrece cada vez más herramientas para facilitar la vida no presencial. Pero, ¿será realmente la tecnología la que se adapta a nosotros? ¿O al revés? 

En su última actualización, Whatsapp nos regaló la posibilidad de transformar un minuto en 30 segundos. Varias semanas después, la aceleración de los mensajes de voz demostró su notoria utilidad laboral, pero a nivel personal sigue generando dudas. ¿Cuán grave es dejar de percibir elementos claves de una conversación, como son los silencios y entonaciones? ¿Y si perdemos la costumbre de la cadencia regular de una charla? 

Conversamos con una lingüista, un experto en manejo del tiempo y una especialista en tecnologías y subjetividades para formarnos una idea más clara. 

¿Hay algo que se pierde?

Valentina Noblia es doctora en Letras y estudia los cambios en el uso del lenguaje en contextos mediados por lo digital. “Cuando a un lingüista uno le pregunta qué pasa con el lenguaje, yo siempre contesto que no pasa nada. A los que nos pasan es a las personas”, afirma. 

Ella aclara que lo que cambia no es el lenguaje, que es una capacidad, sino el uso de la lengua. Pero no le asustan los vertiginosos avances técnicos, aunque modifiquen nuestras experiencias comunicacionales: “Esas son posibilidades que las personas podemos usar. A veces hay recursos maravillosos, pero si la cultura no se los apropia y los transforma en alguna herramienta, no se constituyen en sí mismos como recursos de comunicación. La misma cultura se apropia, desarrolla o va ajustando las nuevas tecnologías”. 

Y al pensar en particular en la posibilidad de acelerar las voces, Noblia asegura que, mientras no sea una imposición, no piensa que se pierda nada porque será usada de acuerdo a las circunstancias. 

No somos meros espectadores 

Existe, entonces, una relación muy fuerte entre cultura, tecnología y uso de la lengua. Ahora, ¿qué rol cumplimos las personas? ¿Es posible rechazar una tecnología de gran utilidad, aunque la reconociéramos como negativa? 

Margarita Martínez, doctora en Ciencias Sociales y especialista en nuevas tecnologías y subjetividades contemporáneas, invita a reflexionar: “Muchas veces echamos la culpa a los artefactos de procesos que habían comenzado antes. Somos nosotros quienes decidimos utilizar la función de acelerar los audios. Si noto que me provoca efectos negativos, soy también soberano para dejar de hacerlo. No debemos infantilizarnos ante ese y ante ningún recurso suponiendo que nos va a controlar o dominar”. 

Gran parte de nuestra socialización pasa hoy por plataformas digitales, transformación a la que las sociedades se van acostumbrando de forma segura, aunque paulatina. Ante la resistencia que a veces evoca la tecnología, Martínez aconseja: “Romper la dicotomía natural/artificial podría ayudar a pensar este punto. El ser humano es un animal social que estuvo privado de toda sociabilidad corporal presencial, y la técnica supo restituir o sostener la dimensión humana por excelencia hasta nuevo aviso”. 

Por último, dice: “Si la aparición de esta función nos hiciera demandar comunicaciones aceleradas, la pregunta sería más bien qué tipo de vínculos estábamos desplegando que ni siquiera ameritan el tiempo de una escucha a ritmo normal”. 

La famosa “productividad” 

Pablo Fernández es periodista e investigador especializado en sociedad, innovación y manejo del tiempo. Respecto a WhatsApp, concede que “en realidad no está necesariamente mal, pero también se podrían haber hecho otras funciones que ayuden a que la gente viva un poco más tranquila, como programar chats”. 

Como coautor de dos libros salvavidas para la inmersión digital –La fábrica del tiempo y Cómo domar tus pantallas-, sus recomendaciones para la gestión del tiempo y el “detox digital” buscan ayudar a los usuarios a frenar la vorágine y repensar su relación con la tecnología. “Nosotros no proponemos desconectarte 100%, por motivos profesionales y personales. Esto está todo diseñado por gente que sabe mucho sobre el tema y que sabe qué botones tocar en nuestra cabeza para que nos enganchemos más”. 

Al pensar en esa relación, Fernández opina que, por supuesto, la pandemia reforzó un uso que venía de antes. Y afirma: “Hay que salir de la inercia, y hacer un uso más consciente de la tecnología. Es difícil, a veces cuesta, hay un montón de presiones, pero, aunque sea hay que empezar a pensarlo, y después accionar”. 

¿Y entonces? 

Seguirán apareciendo actualizaciones, como la de WhatsApp, que dan cuenta de la relación dialéctica entre las necesidades de los usuarios y los intereses de la industria tech.

Hoy, la línea entre lo tecnológico y lo no tecnológico es muy difusa, casi como dos colores de plastilina que quieren diferenciarse, pero ya son un todo. Y las posibilidades técnicas son cada vez más y mejores, pero estas no tienen por qué forzar un tipo de relación entre las personas y sus dispositivos. En ese sentido, son varias las instancias de resistencia ante procesos que no se sientan sanos, siendo la cultura el principal diferenciador entre lo que será adoptado y lo que caerá en desuso.

“Queremos que se pida su captura”

“Queremos que se pida su captura”

Mauricio Macri no se presentó a la indagatoria por la causa de espionaje ilegal a familiares del ARA San Juan. Citado por segunda vez por el juez federal de Dolores Martín Bava –la anterior había sido el 7 de octubre–, el ex mandatario adujo incompetencia y arbitrariedad de parte del magistrado para justificar su ausencia.

Los familiares de las víctimas del submarino siguen esperando respuestas, pero son escépticos. En diálogo con ANCCOM, Claudio Rodríguez, hermano del suboficial Hernán Rodríguez, afirma: “No se va a presentar, no tiene ganas, está haciendo todo lo posible para evitarlo. En la primera citación que le hizo la justicia por el espionaje a las familias, que fue real, él está mencionado en los papeles que los espías le mandaban diciéndole ‘Señor presidente, cuando vaya a verlo tal y tal persona, le va a decir tal y tal cosa en la Casa de Gobierno’, o sea que esos papeles de la investigación estaban dirigidos a él”.

Jorge Suárez, padre del cabo Germán Oscar Suárez, subraya que “el abogado de Macri aún no hizo nada, todavía ni fueron a ver el expediente. Si Macri viniera, para informarle, tendrían que haberlo visto y no lo hicieron”, sostiene. Según Suárez, se trata de una chicana para estirar los plazos: aducirán que no tuvieron tiempo de leer la causa y que el ex presidente no acudirá a la indagatoria ya que, en caso de asistir, el juez lo procesaría. Y agrega: “Por eso Bava se adelantó y le dijo que el expediente estaba a su disposición y que lo podían ir a ver tranquilamente”.

El abogado querellante y familiar, Luis Tagliapietra, padre de Alejandro, teniente de fragata, señala: “Lo que esperamos es que como todo ciudadano se presente, se ajuste a derecho, cosa que no ha hecho, más allá de la presentación que realizó a través de su abogado, y que diga la verdad, aunque esa no es la expectativa que tenemos. No creo que vaya en contra de lo que ya dijeron Arribas y Majdalani. Por lo pronto, esperamos que se presente y después, el juez y nosotros, en tanto querellantes, evaluemos esa declaración y pidamos las medidas que correspondan”.

“Cuando le hicieron la primera citación, presentamos un pedido de captura internacional por desacato y desobediencia porque creíamos que no iba a aparecer ni tampoco hoy, así que queremos que el juez haga lo que tenga que hacer como con cualquier ciudadano argentino que no se presenta ante la justicia. Fiel a su accionar mafioso, que maneja hilos en la justicia, en el gobierno, en la prensa, Macri no va a presentarse. Queremos que la justicia obre en consecuencia y pida su captura”, asegura Rodríguez.

Luis Tagliapietra, padre de uno de los tripulantes del ARA San Juan y abogado de una de las querellas que se siguen por el hundimiento del submarino.

En lo relativo a la prohibición de salir del país para Macri, Tagliapietra detalla: “Está firme, por más que la haya apelado, y no se le puede imponer carácter suspensivo tal como pidió. Por lo tanto, hasta que no resuelva la Cámara Federal de Mar del Plata, no va a poder volver a salir de la Argentina, mucho más con este antecedente de que pretende quedarse en Estados Unidos a dar clases. Ese es nuestro reclamo, que se sostenga esta medida. Y vamos a reiterar nuestro pedido de que se lo declare en rebeldía y se ordene su captura nacional e internacional”, concluye Tagliapietra.

La Rural ahora también exhibe el cannabis

La Rural ahora también exhibe el cannabis

Entre el 15 y el 17 de octubre se llevó a cabo la segunda edición de la Expo Cannabis en la Rural de Buenos Aires. Los organizadores se propusieron avanzar contra la desinformación y los mitos de esta planta ofreciendo charlas de investigadores, abogados, médicos, empresarios y la comunidad ciudadana para reivindicar la relevancia del cannabis medicinal, industrial y de uso adulto en el país. El autocultivo y el consumo de marihuana es una realidad en el país y sus beneficios medicinales, productivos y recreativos llegaron para quedarse. El encuentro reunió a más de cincuenta mil personas. Palermo se vistió de verde e inauguró conferencias, talleres y consultorios presenciales y virtuales.

Tras dos años de pandemia, volvió el segundo evento más importante de Latinoamérica. Siguiendo el protocolo Covid y en turnos escalonados, expositores, asistentes y personal del predio reciben a todo aquel que ingresa. Familias, amigos, jóvenes, niños, adultos mayores recorren el pasillo de entrada para ir al pabellón general. Pueden hacerlo a través del patio, el espacio de cinco mil metros de aire libre ubicado en la histórica pista de La Rural que se ve rodeado de puestos de comida, música y un sector especial donde niños y niñas se divierten en una huerta con plantas aromáticas.

El otro recorrido cuenta con quince mil metros de exposición y está techado. Allí las luces iluminan los ciento veinte stands nacionales e internacionales y alrededor de quince mil personas recorren los pasillos en busca de artículos para el consumo o para autocultivo: “Es la primera vez que vengo a la expo. Soy consumidor medicinal y estoy autorizado por el Reprocann. Empecé a tomar aceite porque tengo hernias de disco pero me metí en este mundo porque necesitaba información y no sabía qué me vendían. El prejuicio de la planta hace que los médicos tarden en investigar pero hoy hay muchos beneficios demostrados”, comenta Santiago de 46 años, de la Provincia de Buenos Aires.

Para su compañera, Agostina Garcia de 35 años, «no solo hay mucha gente sino que de distintas edades. Hoy mi familia usa cannabis con beneficios medicinales y nosotros consumimos de forma recreativa y responsable porque nos ayuda a desenchufarnos, nos relaja y es mejor que las pastillas”.

Según la Primera Encuesta Nacional de Personas que Usan Cannabis, el 75,5% de los personas que tratan algún problema de salud con cannabis medicinal logra reducir el consumo de fármacos y casi en su totalidad (el 98%) se suele recetar a personas que sufren de enfermedades como el Parkinson, la neuropatía, el daño de la médula espinal y la esclerosis múltiple.

Cannabis para todes

Nora, de 72 años, junto a su marido Oscar participó de la charla “Tercera Edad” del doctor Nicolás Di Biase. Ellos aseguraron haber mejorado su calidad de vida tras consumir aceites y derivados pero no tuvieron un médico que los acompañara en este proceso. Tal como explicó el doctor durante la conferencia, la información es uno de los puntos más demandados: “Son los pacientes los que piden estos tratamientos. Es nuestra responsabilidad informar e investigar tanto en el área de la salud como en otros campos”.

No solo hay stands de consultas medicinales sino legales y veterinarias. El puesto del consultorio legal es atendido por defensores oficiales y abogados especializados. Allí se responden dudas y se brindan cursos sobre “cómo anotarse en el registro oficial” de autocultivadores autorizados por el Ministerio de Salud. A su vez, la Defensoría General de la Nación, el Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad de Buenos Aires y el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica pusieron un servicio personalizado llamado Punto de acceso a la Justicia. Allí las personas consultan gratuitamente dudas legales en torno al cannabis pero también para informarse sobre los derechos que tienen. En la edición 2019 de Expo Cannabis, los defensores oficiales del Punto de acceso a la Justicia recibieron más de 10.000 consultas legales.

Para animales

Sin duda, la gran novedad de esta feria es la aplicación de tratamientos a base de la planta en animales con patologías. Veterinarios Cannábicos Argentinos tiene a cargo el consultorio veterinario que se dedica a informar sobre las afecciones que podemos tratar con los componentes de la planta: tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol (CBD). Las principales enfermedades son la epilepsia refractaria, trastornos neurológicos, cáncer, moquillo nervioso y problemas de la piel. Se tratan con cremas, infusiones y  hojas de la planta que ayudan a reducir los dolores.

ANCCOM diálogo con Paula Lezcano fundadora del primer consultorio cannabico veterinario para entender por qué la regulación actual necesita modificarse. La ley de psicotrópicos y estupefacientes le brinda a los médicos veterinarios la competencia para delegar recetas médicas de animales pero no con derivados de cannabis: “Nosotros, como médicos veterinarios, pedimos ser incorporados en la ley nacional medicinal argentina porque entendemos que el derecho medicinal de ser humano debe tenerlo el animal también”.

Hoy, la mayoría de los tratamientos cannabicos para animales son abastecidos por el autocultivo y no existen aún productos farmacéuticos para el uso veterinario. Aunque esto parezca novedoso, el tratamiento cannábico en animales existía a fines del XVIII como método de anestesia para antes de cualquier operación, en combinación con alcohol y otras hierbas. Con la prohibición se dio de baja la investigación y tratamientos médicos a seguir: “La planta hace bien y tiene tanto abanico terapéutico que no es necesario estar enfermo para consumirla, es una herramienta muy útil que tiene años y eso a veces no es bien visto por la medicina tradicional. Empecemos a dejar las pastillas, volvamos a la tierra, a lo natural y pensemos en los animales como sujetos de derechos”.

La propuesta se superpone con los cambios sociales y los derechos a los animales, entendidos como un miembro más en la familia. La especialista detalla que esto también transforma al nivel académico entre profesionales: se ofrecen capacitaciones gratuitas a colegios médicos veterinarios, universidades con cátedras libres de cannabis medicinal y organizaciones civiles visibilizan esta temática: “Estar en la expo nos permite mostrarnos, dar conferencias y traer información a las familias. Estamos hablando de una necesidad y del derecho a la salud entendida como una sola, muchos profesionales de la salud veterinaria trabajamos durante la pandemia y recién en este evento nos conocemos”.

El Estado argentino se hizo cargo de la enorme demanda que expresaron cincuenta y seis mil personas en el primer año de ExpoCannabis. A partir de aquel evento se reguló el acceso al cannabis medicinal a través del autocultivo y se empezó a regular su industrialización con un proyecto de ley oficial que se aprobó en el Senado. En este contexto, la agrupación de médicos veterinarios alza la voz defendiendo el autocultivo y la protección a las familias frente a las persecuciones policiales: “La realidad es que existe una separación entre el médico humano y el veterinario olvidando que todos somos profesionales de la salud, nosotros no fuimos reconocidos como tal y esta ley lo refleja. Hay que entender que hoy el animal es un sujeto de derecho en un montón de situaciones”.

Práctica terapéutica

En paralelo y en dos escenarios simultáneos, se desarrollarán más de 80 charlas y conferencias por donde pasan científicos, investigadores, economistas, empresarios, periodistas, especialistas en género, abogados y otros profesionales conversando y debatiendo sobre los distintos usos de esta planta. También se dictaron dieciséis talleres para aprender a cultivar, hacer aceite y resina de cannabis. Por ejemplo María, de 45 años, quien vive en el barrio de Flores compartió su experiencia tras participar del taller de cultivo: “Hace diez años que cultivo para consumo personal y quiero aprender a hacer aceite de cannabis porque son caros y los tengo que comprar afuera”. “La importancia de cultivar está en la calidad de lo que uno consume y saber que es natural, aparte que la práctica en sí es terapéutica”, agrega su novio Emanuel. Quien planta cannabis en su casa no le compra al dealer, quien cultiva se enfrenta al mercado ilegal de drogas, quien planta necesita información y quien consume quiere calidad. El autocultivo y el consumo de marihuana es una realidad en el país pero no todo es consumo recreativo.

Uno de los stands más concurridos es el de Mamá Cultiva, una organización pionera en el autocultivo para uso medicinal que se formó en el año 2016 cuando un grupo de mujeres, madres de hijos con diferentes condiciones de salud, exigieron la legalidad de la actividad para la salud. “Esta herramienta terapéutica nos brindó lo que la medicina alopática no pudo, calidad de vida y dignidad para les nuestres”, explica en el acto de inauguración, Valeria Salech, fundadora de Mamá Cultiva. “Muchas familias siguen con temores para lanzarse al autocultivo, incluso muchas que ya lo practican, porque si bien la nueva reglamentación del gobierno nacional determinó la legalidad de esta práctica, en algunas provincias se les da más bola que en otras, porque lamentablemente sigue habiendo algunos allanamientos en casas de familias que tienen plantas para uso medicinal. Hoy, hay gente que puede viajar en avión con su gotero, con sus flores, y por el otro lado hay personas a las que, aun con el carnet del Reprocann, les golpea la puerta la policía. Estamos generando un cambio de paradigma y eso no ocurre de un momento a otro. Necesitamos seguir formando a las fuerzas de seguridad y también a los profesionales de la salud, porque todavía hay quienes dudan si el autocultivo es legal o no”.

Desde principios de marzo de este año el Reprocann es el único registro que autoriza a las personas al cultivo controlado con fines medicinales o terapéuticos. Según datos del Ministerio de Salud, a los que accedió THC, ocho mil trámites están aprobados, alrededor de unos trescientos fueron rechazados y en torno a los veinticuatro mil siguen sin haberse completado. ¿Por qué estando aplicada la ley se dificulta el acceso a un derecho a la salud? Los abogados consultados durante el evento expresaron que muchos médicos se niegan a certificar estos casos o no quieren registrarse para avalar los permisos. Asimismo nos detallan que no existe en el sistema público de salud espacios de atención para el tratamiento con cannabis lo cual obliga a muchas personas a pagar una consulta privada. Estos obstáculos hacen que hoy un paciente no pueda acceder de forma gratuita a un certificado médico de cannabis medicinal. Así queda en evidencia la ausencia de una política clara en los centros de salud.

Sin embargo, una arista para cambiar esta situación es la primera empresa estatal dedicada a la producción pública de derivados medicinales de cannabis de grado farmacéutico: Cannava. Cuenta con un equipo de cultivo y trabajadores de campo que llevan adelante todas las actividades que requiere la agricultura del cannabis con fines medicinales, un laboratorio y operaciones de industrialización farmacéutica: “El redescubrimiento de la potencia científica y práctica de esta planta, es su capacidad y efectividad para aliviar el dolor; también es un golpe a la soberbia de las estructuras y una invitación al conocimiento.”

La empresa nacional cuenta con el respaldo de las leyes nacionales y abarca toda la cadena productiva: desde las semillas hasta la distribución de medicamentos y aceites reservada a la epilepsia refractaria.

A lo largo de estos días, se desarrolló también una jornada exclusiva de negocios con los actores más relevantes del sector y un Workshop de formación médica para profesionales de la salud.

El cierre del evento se caracteriza por el arte y la ciencia: pintores y artistas dibujan sobre esta temática y se presentan los ganadores del concurso «Pósters Científicos». La convocatoria expone investigaciones científicas actuales frente a especialistas reconocidos en el país y en el mundo. En comparación con la edición 2019 el evento creció un 400% en superficie y duplicó los pabellones, los escenarios, las conferencias y los stands. De hecho se habla de una cannabicultura en Argentina conformada por distintas edades, especialidades y usos que exigen hoy más que nunca el reconocimiento del estado y de políticas públicas.

Sebastián Basalo, director de la Revista THC y uno de los organizadores de Expo Cannabis dijo en el cierre: «La Expo es un punto de encuentro y construcción colectiva. Juntos construimos bienestar, trabajo y salud. Las bases de este año son un gran desafío para crecer mucho más, estamos más que listos para construir una nueva realidad del cannabis en Argentina».

“Un pueblo inteligente no se puede hacer cargo de pagar un robo”

“Un pueblo inteligente no se puede hacer cargo de pagar un robo”

Redoblantes, bombos y platillos comenzaban a escucharse varias cuadras antes de llegar al cruce de la avenida de Mayo y 9 de Julio. Cada tanto una bomba de estruendo retumbaba en las calles del microcentro porteño y sorprendía a los recién llegados. A cien metros de encontrarse con una inmensa columna de gente que avanzaba, una pareja agitaba los brazos siguiendo el compás de la marcha peronista. Imágenes que en el último año y medio parecían perdidas y que sólo subsistían en el imaginario visual de muchos argentinos reaparecieron con la calidez primaveral. Ya en la Plaza de Mayo los puestos de parrillas ofrecían choripanes y hamburguesas; los vendedores ambulantes anunciaban la variedad de bebidas que tenían a la venta y muchos niños, y otros no tanto, mojaban sus pies en las fuentes. El paisaje urbano de Buenos Aires recuperaba un color que por la pandemia había perdido.

La movilización por el Día de la Lealtad fue planteada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo que dirige Hebe de Bonafini, quien celebró que cada uno haya tomado la idea como propia. La convocatoria surgió, en parte, por la decisión de la CGT de posponer para el lunes 18 su acto, ampliamente criticada: “Estamos donde tenemos que estar el día que tenemos que estar”, exclamó Roberto Baradel, secretario general de SUTEBA y uno de los oradores principales. Por su parte Heber Ríos, secretario general de ATILRA sumó: “El 17 es el Día de la Lealtad, ni el 16 ni el 18”.

Además del aniversario del hito fundacional del peronismo, la principal consigna que replicaron las organizaciones sociales y los sindicatos que participaron fue la del rechazo al pago de la deuda contraída con el FMI por la gestión Macri: “Un pueblo inteligente como el nuestro no se puede hacer cargo de pagar un robo”, indicó Hebe. Por su parte, el ex vicepresidente Amado Boudou, cuya presencia fue tan inesperada como bienvenida para muchos de los presentes, remarcó que “lo que provoca el dolor en nuestro pueblo es la deuda externa”.

Otra de las consignas transversales fue el reclamo por la libertad de Milagro Sala. A ello se refirió el intendente de Ensenada, Mario Secco: “Si quieren hablar de justicia, ¡libertad a Milagros Sala y a todos los presos políticos!”. En este sentido, Coco Garfagnini, coordinador nacional de Tupac Amaru, la organización fundada por la dirigente jujeña, señaló que “el pueblo, el 17 de octubre se movilizó para pedir la libertad de Perón que era un preso político. En el gen de los peronistas está la liberación de los compañeros perseguidos y que Milagro siga detenida es inexplicable”.

Entre las menciones más ovacionadas se encontraron los nombres de Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof, quien también estuvo presente. Casi todos los oradores reivindicaron las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner, quizás la mención más directa fue la de Boudou, quien recordó que “solamente el peronismo de Perón y el de Néstor y Cristina desendeudaron al país, no es casualidad que esos hayan sido los días más felices”. También advirtió: “Lucharemos por la grandeza de la patria, pero con la felicidad del pueblo adentro”. El no-giro hacia políticas más kirchneristas fue otro motivo de crítica para el gobierno conducido por Alberto Fernández. Respecto a esto el padre Francisco “Paco” Oliveira, integrante del Grupo de Curas en Opción Por Los Pobres, indicó que “el gobierno debe ser más nacional y popular y tiene que escuchar más a Cristina”.

Sin embargo, a pesar de las críticas, estaba claro que la manifestación era también de apoyo. En este sentido, el padre Oliveira aclaró que es consciente que la diferencia entre la gestión anterior y esta es inmensa. En línea con estas palabras el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, en su turno al micrófono dijo saber dónde están los verdaderos enemigos y resaltó la importancia de las movilizaciones populares, que tienen un rol constructivo y que a través de ellas “podemos evitar que la derecha vuelva a ser conducción en nuestro país”. A menos de un mes de la elecciones generales de medio término y con el recuerdo fresco de la derrota en las PASO, el diputado nacional por la provincia de Buenos Aires y actual candidato, Walter Correa advirtió la peligrosidad de perder aún más presencia en el Poder Legislativo: “Estamos a siete votos de perder la indemnización, a siete votos de perder los derechos laborales”.

El regreso a las calles

Desde el 20 de marzo del 2020, cuando se decretó el inicio de la cuarentena, las movilizaciones masivas a las que el peronismo acostumbraba tuvieron que posponerse por completo. El 17 de octubre del 2020 hubo un pequeño intersticio, en el que la convocatoria se realizó desde autos particulares, una rareza propia de los tiempos que corren. Pero con la llegada de las vacunas, con más de cincuenta millones de dosis aplicadas, el tan esperado regreso al espacio público se hizo posible. “Hoy es una inmensa alegría, nos salió un día peronista”, indica el cura Oliveira mientras mira al cielo. Para Milton Moreno, un joven militante, también se trata de un día especial: “Extrañábamos compartir el cara a cara con los compañeros y la gente después de un tiempo tan difícil; recuperar la felicidad del pueblo, sobre todo en este día, viene bien”.

A pesar de la masividad de la marcha los cuidados de los asistentes persistieron: “Nos hacía falta manifestarnos y lo hicimos con precaución, porque hay mucha gente con barbijo y se respeta la distancia, pero también con alegría”, comenta Mirtha Campos, que aclara que para ir les pidió permiso a sus cuatro hijos. La larga espera se hizo sentir para muchos. Raúl Ferreiro, que viajó desde La Pampa para estar presente, consideraba que era “una necesidad volver, estar acá es volver a estar donde está el pueblo”. Mónica Bordone coincide: “Estas movilizaciones nos dan vida”.

No solo para los ciudadanos de a pie fue un retorno al espacio público. Además de la presencia de Kicillof, también concurrieron a la celebración la candidata a diputada Victoria Tolosa Paz, el candidato por la Ciudad de Buenos Aires Daniel Santoro, los funcionarios nacionales Daniel Filmus, Jorge Taiana y Gabriel Katopodis, entre otros.

Macarena Sánchez, futbolista y directora ejecutiva del Instituto Nacional de Juventudes remarcó la importancia del reencuentro con la plaza: “Es algo que necesitábamos, después de un año y medio de muchísimo esfuerzo nos merecemos sentir la calidez de la gente en la calle”. A su vez, frente a los reclamos señaló: “Como gobierno tenemos que escucharlos y celebrar que el pueblo se exprese. Es importante que los tengamos en cuenta para seguir militando por nuestros ideales y nuestras convicciones y para que sepan que están acompañados”.

La peor manada

La peor manada

El diccionario define a una jauría como un conjunto de perros que participan en la caza dirigidos por una misma persona. En el Teatro Picadero –todos los domingos a las 18- Jauría es una obra teatral documental que representa el juicio a los autores de una violación grupal.

El 7 de julio de 2016 fue uno de los días en que se celebró la reconocida Fiesta de San Fermín en Pamplona, España. Allí, una joven conoce a un grupo de chicos. Son cinco y se hacen llamar La manada. Ella está sola de noche en una fiesta. Los varones se ofrecen a acompañarla a su auto. En el camino uno logra acceder al palier de un edificio, la meten allí y la violan. Cuando terminan, abren la puerta y se van, como quien finaliza un trámite en el banco y continúa con su día. Para ella, el día no prosigue con tanta ligereza.

 Jauría, escrita por Jordi Casanovas y dirigida por Nelson Valente, es una ficción documental que fue creada a partir de las transcripciones del juicio que tuvo lugar entre 2017 y 2019, con fragmentos de las declaraciones de acusados y denunciante publicados en diversos medios de comunicación. La pieza teatral es potente y movilizante; el clima de tensión sólo afloja cuando los actores se toman de las manos y realizan el saludo final.

El espectador aplaude cuando recuerda que está sentado en la butaca de un teatro y que hay un elenco y un equipo de producción que ha realizado un gran trabajo, si fuera por la trama de la obra no habría nada por lo que celebrar. “Hay cosas que no permitimos más, pero ello no significa que hayan dejado de existir”,  recuerda ante ANCCOM Vanesa González, la protagonista, quien disfruta mucho realizar la obra ya que le permite combinar su trabajo con el mensaje que quiere transmitir: que escuchen a las mujeres, que las respeten y que se hagan cumplir sus derechos.

Sobre una cuestión muy fuerte y sensible, la obra encuentra una forma cuidada y delicada de narrar los hechos y transmitir un mensaje. “En el momento de la puesta, la decisión fundamental fue la de tener dos relatos en paralelo. Hay uno que se lleva adelante a través de las acciones de los cuerpos y otro que tiene que ver con el texto. En ningún momento los relatos coinciden, nunca pasa lo que están contando. Esto nos permite una sutileza en el momento de abordar el tema”, comenta Valente.

De todas formas, la obra es punzante; que los hechos representados hayan ocurrido fehacientemente no le permite al público resguardarse en el mundo posible de la ficción. “La primera vez que leí el documento que describe detalladamente lo que ocurrió, se me revolvieron las tripas”,  afirma Vanesa González, la protagonista de Jauría, y agrega: “Es imposible que no te pase algo en el cuerpo al enfrentar un tema como este”. 

Con escasa escenografía, la disposición espacial es apropiada por los actores. Los hombres se mueven de acá para allá a gusto y piacere, con la soltura de cualquier grupo de varones que se ve envalentonado por el manto protector del patriarcado. Ella está sola, sus movimientos oscilan entre la rigidez y el miedo, quiere que todo pase rápido para que termine de una vez. Vale preguntar, ¿se acaba en algún momento el daño realizado y el horror percibido? La obra se construye en el cruce de las dos interpretaciones: ellos convencidos de que no hicieron nada y ella llegando al punto de dudar si habría tenido algo de responsabilidad en el asunto.

La riqueza de Jauría radica en su capacidad de incomodar al espectador, de ponerlo en jaque; logra despertar preguntas que algunos creíamos haber deconstruido y pone sobre la mesa el hecho de que aún hay mucho por trabajar. “Es una obra muy fuerte porque viéndola uno se da cuenta de cómo está formateado. ¡Le pedimos reacciones a una víctima!”, agrega Valente.

Una mujer sola en una fiesta que no se negó, que no gritó, que no escapó; que besó a un hombre al que después denunciaría porque besar no significa querer tener relaciones sexuales con cinco; que se quedó ahí para que todo terminara lo antes posible; que cuando le preguntaron qué le había pasado dijo que le habían robado el celular -lo cual era cierto- porque no pudo contar la totalidad de lo que había sucedido.

Sobre esta cuestión, Vanesa comenta: “Yo creo que la obra es noble porque alza las voces tanto de los abusadores como de la denunciante y de los abogados y eso invita a pensar, a cuestionarnos, a revisarnos. No hay una bajada de línea”. En el mismo sentido, Nelson dice: “La obra está buenísima para abrir preguntas: ¿cuánto de este tema tengo superado? ¿Cuánto de este tema tengo claro?”.

En la sala, una señora se seca las lágrimas, otra le susurra algo al oído a quien tiene al lado, un señor pronuncia un sonido inentendible; que el público esté sentado y quieto no significa que no esté movilizado. La interpelación emocional al espectador es ineludible porque los perros cazaron a su presa, se pararon en dos patas y salieron caminando. Esta vez la lucha feminista pisó más fuerte y ladró más alto que los integrantes de La manada; logró remover los cimientos del consentimiento, la normativa legal española en cuestiones de violencia sexual y las creencias aprendidas por cada uno que se sienta a vivenciar la obra.

Piezas teatrales como Jauría son necesarias para no olvidar que estos hechos aberrantes existen y que es urgente el cuestionamiento y problematización de nuestras prácticas y creencias sociales si queremos vivir en un mundo digno y habitable para todos.

Una ola que separa la Iglesia del Estado

Una ola que separa la Iglesia del Estado

Organizaciones Laicistas Argentinas (OLA) se conformó este año y agrupa alrededor de 50 organizaciones, entre las que se encuentran la Campaña Federal por la Separación del Estado y la Iglesia, Apostasía Colectiva, la secretaría de Laicismo de la Federación Argentina LGBT (FALGBT), Libre Diversidad y Católicas por el Derecho a Decidir. El objetivo no es modesto: separar definitivamente a la Iglesia del Estado.

Menuda tarea tiene esta militancia especialmente después de la designación de Juan Manzur como jefe de Gabinete. Para Leonardo Loto, representante de la Campaña Federal por la Separación del Estado y la Iglesia en la agrupación, “no hay que olvidar que es el causante de que Tucumán sea una provincia ‘provida’».

Pero OLA ya había movido sus fichas antes. Para ese entonces, ya se habían reunido con Horacio Pietragalla, secretario de Derechos Humanos de la Nación, para solicitarle apoyo para eliminar las diversas trabas que les impiden impulsar una iniciativa popular para derogar el conjunto de leyes y decretos que benefician a la Iglesia Católica y que fueron sancionados en gobiernos militares.

Jeremías Antelo, representante en OLA por FALGBT, quien participó del encuentro, declaró a ANCCOM que la acción se suma a las notas ya presentadas en ambas cámaras del Congreso y al amparo solicitado en la Justicia. Tanto él como Pao Rafetta, representante de Apostasía Colectiva en la organización, calificaron aquel encuentro como positivo ya que notaron el interés del funcionario y se llevaron el compromiso de coordinar nuevas reuniones.

Pero la derogación de aquellas normas ¿es suficiente para el divorcio entre Iglesia y Estado? Antelo manifestó que no, porque la mayor cantidad de dinero que recibe la Iglesia es por los subsidios a las escuelas, las exenciones impositivas y la cesión de propiedades y terrenos fiscales. Y menciona como ejemplo uno ubicado en la calle 137 entre las calles 442 y 443 en el Barrio El Rincón, en Villa Elisa, en el cual la comunidad vecinal proyectaba hacer una salita de atención de salud y un jardín maternal. Sin embargo, este terreno fue cedido al Arzobispado de La Plata en comodato por 99 años, decisión que fue convalidada en la sesión ordinaria número 10 del Concejo Deliberante de dicha ciudad y que contó con amplio apoyo del oficialismo y la oposición. La cesión, rechazada por la Asamblea Vecinal, generó una oleada de reclamos que se intensificaron cuando el mismo Concejo decidió que se construya el Centro de Integración Comunitaria (CIC) y el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) en una plaza del barrio en lugar del predio que acababa de ser sido cedido a la Iglesia.

Ya en el presupuesto nacional 2021 se encuentran estipulados más de 200 millones para el clero, resultando muy difícil de estimar los ingresos indirectos cuyo monto final se extravía en una red de datos enmarañados. Como caso testigo podemos mencionar que en Salta, una auditoría por parte del Ente Regulador (EnReSP) evidenció que más de 100 propiedades a nombre del Arzobispado no cumplían los requerimientos para eximirse del pago de impuestos y aun así recibían cuantiosos subsidios provinciales. Este hecho ilustra fehacientemente que el presupuesto nacional no es más que la punta del iceberg.

En 2019, con la creación del Programa Fe, la Iglesia intentó abandonar gradualmente la dependencia del Estado luego de que estallara el escándalo por los salarios clericales en medio de la batalla por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Antelo calificó esa iniciativa como una “pantomima para la tribuna” porque la Iglesia, “no solo sigue percibiendo el dinero, sino que el monto se ha acrecentado por los aportes de particulares”.

Aunque el factor económico resulte importante, existe otra preocupación: el registro de datos personales. A menudo, quienes apostatan, descubren que, pese a encontrarse bajo el amparo de la Ley 25.326, su información sensible no suele ser eliminada de las bases de datos de la Iglesia. Por este motivo, Rafetta expresó que desde Apostasía Colectiva se brinda asesoramiento no solo para renunciar a la fe católica sino también para eliminar los datos personales de los registros eclesiásticos.

A menor legitimidad social, menor es el poder de negociación. Las crecientes apostasías ilustran la merma de representatividad de una Iglesia cada vez más cuestionada. Esto se traduce en el lema: “No en mi Nombre”. ¿Por qué? Rafetta mencionó que una Iglesia que defiende principios patriarcales nunca podría representar los intereses de las mujeres, las diversidades sexuales y los pueblos originarios, donde su colectivo se siente incluido. Esta declaración va en consonancia con el debate por la IVE, donde tanto la Iglesia Católica como la evangélica, ejercieron una fuerte presión para obstaculizar la sanción de la ley.

Las múltiples denuncias de abuso y la falta de adaptación a un contexto social más amigable con las mujeres y minorías, erosionan el peso de la Iglesia y de la religión  católica, que apenas conserva el 62,9% de creyentes, de acuerdo a estudios del CONICET. Con estos elementos sobre la mesa, OLA invita al debate y a repensar los elementos culturales de una realidad que se ha aceptado como dada durante larguísimo tiempo. Iniciativas populares, reuniones con funcionarios y futuros proyectos de ley son las armas elegidas por la agrupación para continuar esta lucha. Hay sueños de primavera en el aire.