El próximo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disedencias será en Bariloche en solidaridad con las mapuches reprimidas y detenidas

El próximo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disedencias será en Bariloche en solidaridad con las mapuches reprimidas y detenidas

La ciudad patagónica ganó la votación en el Encuentro de San Luis. También se habían postulado Córdoba, Jujuy y CABA.

Este domingo, en el marco del 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries, más de 100 mil personas desbordaron las calles de San Luis en una marcha masiva. Entre todos los reclamos, se alzaron las voces por la aparición de  Guadalupe y Tehuel y justicia por Florencia Magalí Morales.

Encolumnada en más de 30 cuadras, la marcha trazó un recorrido de siete kilómetros por la ciudad de San Luis, partiendo desde el Parque de la Cerámica hacia Parque IV Centenario. Bajo la luna llena, pasando por edificios vallados de la Jefatura Central de Policía y la Iglesia Catedral, familias de víctimas de femicidio puntanas, mujeres indígenas, organizaciones sociales y sindicales y partidos políticos se manifestaron hasta desconcentrar a la madrugada en la peña plurinacional como cierre la jornada.

Se escuchó fuerte el reclamo por la aparición de Guadalupe Lucero, niña desaparecida en junio de 2021 en la provincia de San Luis, el pedido de justicia para Florencia Magalí Morales, muerta en abril de 2020 en una comisaría de Santa Rosa del Conlara, en el interior de la provincia, la pregunta por la aparición de Tehuel de La Torre, joven trans desaparecido el año pasado, la insistencia por la libertad de las siete mujeres mapuches detenidas el martes y para otras presas políticas y la solidarización con la lucha de las mujeres iraníes.

El lunes a partir de las 9, la multitud se acercó al acto de cierre para la lectura de las conclusiones de los 105 talleres y la votación de la próxima sede del 36º Encuentro. Las provincias candidatas eran Córdoba, Jujuy, Río Negro, y Ciudad de Buenos Aires, y cada una dio sus argumentos.

La provincia de Río Negro destacó debido a los incidentes ocurridos el martes pasado en Villa Mascardi, donde siete mujeres mapuches fueron detenidas en un allanamiento sin indagación previa ni explicación de los delitos de los que se las acusaba. Cuatro de ellas (Martha Luciana Jaramillo, Betiana Colhuan, María Celeste Ardaiz Guenumil, Romina Rosas) recibieron la domiciliaria este sábado, una por estar embarazada de 40 semanas y las demás por su condición de madres. Las otras tres, (Andrea Despo, Florencia Melo y Débora Vera) que habían sido trasladadas al penal de Ezeiza, retornaron a Bariloche por decisión de la jueza que las acusa de “haber turbado la posesión” de tierras situadas en Villa Mascardi, que son reclamadas hace años por los pueblos originarios como territorios ancestrales. Los hechos llevaron a la renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta, titular del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.

Por eso y en solidaridad con la causa, el voto popular decidió que la próxima sede del Encuentro será en Bariloche.

Comienza el Encuentro Plurinacional de Mujeres y disidencias

Comienza el Encuentro Plurinacional de Mujeres y disidencias

Después de la pandemia, a tres años de la votación en La Plata, cuando se decidió reconocer las diferentes identidades y naciones y unirlas en la misma lucha, tendrá lugar en San Luis el primer Encuentro explícitamente inclusivo.. También será la primera vez que habrá otro encuentro, el tradicional y ahora minoritario, que se realizará también en San Luis, dos semanas después.


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El 8, 9 y 10 de octubre, en la ciudad de San Luis desembarcará el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries en Territorio Huarpe, Comechingón y Ranquel. 

Este largo nombre es el producto de una disputa cultural y discursiva de hace años. No se trata solo de un cambio de título, sino que refleja, con la mención de cada identidad y la ampliación de lo nacional, una reparación histórica y política que busca la unión de las diversas cosmovisiones, culturas e identidades feministas y transfeministas en una lucha “anticolonial, anticapitalista y antipatriarcal”. 

Además de una reivindicación socio-cultural e histórico-política, el encuentro hace circular la economía de cada ciudad que es elegida como sede. Para octubre se esperan más de 100 mil personas -las que se sienten representadas en aquel largo título- de todos los rincones del país. La titular de la Secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad de San Luis, Ayelén Mazzina, afirmó durante una conferencia de prensa que a partir del Encuentro se estima “una inyección económica superior a los 2.000 millones de pesos”, en rubros como alojamiento, gastronomía, transporte, entre otros.

Sin embargo, no toda la ciudad abraza a les encuentreres con el mismo gusto. Las iglesias, parroquias y catedrales puntanas están tomando medidas de seguridad, cerraron sus puertas y montaron guardias desconfiando de posibles ataques. En un documento dirigido al Ministerio de Seguridad y al de Gobierno, Justicia y Culto, la Asociación Pastoral de San Luis rogó que garanticen “la paz y la seguridad de los ciudadanos y sus bienes”, asignándoles “la responsabilidad de civil y penal de realizar el resguardo de los templos de la Iglesia Evangélica y sobre todo integridad física de los pastores y de los miembros de la comunidad cristiana”.

La historia de los encuentros comienza en 1986 con las primeras mil mujeres que se reunieron en Buenos Aires bajo el nombre de “Encuentro Nacional de Mujeres”. Con la nueva ola de feminismo que estalló en Argentina a partir de 2015 todo comenzó a replantearse y con ello la cuestión de las identidades. La premisa clave de esos años fue “lo que no se nombra no existe” y con esta bandera muchos grupos del feminismo y transfeminismo comenzaron a debatir sobre los límites excluyentes del nombre del encuentro como algo “nacional” y de “mujeres”. 

En 2019 las aguas ya se estaban dividiendo. Ese año, en el 34º Encuentro realizado en La Plata, el más masivo de su historia, el debate sobre la identidad -ya planteado anteriormente en los encuentros anteriores de Chaco en 2017 y en Trelew en 2018- proliferaba en todos los talleres. Tras la lectura de sus conclusiones en el acto de cierre, se definió que a partir de ese momento el encuentro sería plurinacional y haría mención de cada una de las identidades disidentes sexuales que lo integran. 

Había solo un sector minoritario que se oponía a esta reforma e insistía con volver al viejo título -desterrado por su exclusión- de “Encuentro Nacional de Mujeres”. Este está encabezado por la campana del feminismo conservador y del PCR (Partido Comunista Revolucionario) que conciben al movimiento sin la integración de personas trans y otras disidencia por no considerarlas como mujeres. En las sucesivas asambleas este grupo insistió con su reclamo, pero no logró el número suficiente para tomar posición como minoría.

Es así que, por primera vez en su historia, se organizarán dos encuentros. En octubre el inclusivo y plurinacional, realizado de forma autónoma, independiente y autogestionado, y en noviembre el nacional únicamente de mujeres, encabezado por el PCR y el feminismo conservador, los días 19, 20 y 21, también en la ciudad de San Luis. 

El encuentro inclusivo de este año abrirá con una ceremonia ancestral y contará con 105 talleres organizados en 15 ejes de trabajo como “Identidades y sexualidades”, “Territorios”, “Activismos y organización”, “Derechos Humanos y acceso a la justicia”, “Coyuntura geopolítica y económica”, entre otros. Durante el fin de semana se realizarán dos marchas. Una el sábado contra los travesticidios y transfemicidios y la otra el domingo, la marcha 35° del encuentro. La noche del domingo culminará con el clásico festejo de la peña pluridisidente y el lunes por la mañana se celebrará el acto de cierre donde será elegida la próxima sede y se hará lectura de las conclusiones de los talleres.

Los superpoderes y los miedos de She Hulk

Los superpoderes y los miedos de She Hulk

La superheroína de Disney+ se muestra hipersexualizada al mismo tiempo que hace guiños al feminismo. ¿Es producto del mercado que se fagocita todo o de lucha de las mujeres?

Jennifer Walters es abogada y prepara el discurso de su próximo juicio mientras mira a cámara junto a Nikki, su asistente y mejor amiga. Aunque al principio se muestra dubitativa, finalmente parece confiada y segura. Una vez sola en su oficina, Jennifer mira otra vez a cámara, esta vez directamente a los espectadores, y, a través de un flashback, explica que, además de luchar contra el mal como abogada, también lo hace como superheroína. Así comienza She Hulk: Defensora de Héroes, la nueva y última serie de Disney, seguida de golpes, discusiones, humor y mucho color verde. 

She Hulk sigue las aventuras de Jennifer Walters, y su «alter ego» Hulka, como abogada defensora y superheroína, y estrena nuevo episodio todos los jueves desde hace un mes. Es la nueva apuesta de la plataforma de Disney+ y un nuevo capítulo en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), el conjunto de películas y series de superhéroes y superheroínas que conforman el vasto mundo de Marvel, adquirido por Disney desde 2009.

Aunque para muchas personas, She Hulk es una cara nueva en el UCM, no es un invento de Disney ni mucho menos, su historia se remonta a la década del 80. Fue creada por Stan Lee, junto al ilustrador John Buscema, y tuvo su primera aparición en Savage She Hulk #1, en febrero de 1980. De hecho, en la primera escena de la serie, Nikki, la mejor amiga de Jen, parece mencionar el nombre del cómic donde Hulka aparece por primera vez, cuando se refiere a su amiga como «Savage Jen Walters», un guiño para los fanáticos de las historietas. Al igual que lo que se puede ver en la serie, Hulka es prima de Bruce Banner, el Increíble Hulk, de quien obtiene sus poderes. 

She Hulk: Defensora de Héroes llega como una bocanada de aire fresco al MCU, que recientemente ha sido colmado por múltiples dimensiones y teorías al respecto. La nueva serie de Disney se muestra, desde el primer momento, fresca, jovial y moderna, repleta de referencias a la cultura pop que, de alguna manera, vuelve más mundana y terrenal a la protagonista. A diferencia de las historias de otros personajes de Marvel, marcadas por los conflictos continuos, She Hulk parece virar hacia una sitcom de superhéroes, un género poco explorado aún.

A primera vista podríamos decir que tanto Hulk como Hulka tienen las mismas habilidades y características, pero si observamos la mayoría de los cómics, y los primeros episodios de la serie, concluimos que esa suposición es errónea. En primer lugar, a pesar de que ambos comparten el mismo color de piel cuando se transforman, la forma de sus cuerpos no es la misma; mientras que Bruce Banner adquiere un cuerpo gigante, grotesco y monstruoso, Jennifer Walters adquiere un cuerpo sexy, escultural y sensual, robusto, pero con cintura marcada. 

La altura de She Hulk no supera los 2 metros, a comparación de los 3 metros inhumanos que adquiere Bruce cuando se transforma. Hulk se presenta ante el mundo con un cuerpo gigantesco, con su ropa rasgada y su torso desnudo, como un monstruo o un salvaje. A Hulka la podemos observar, por lo menos en la mayoría de los cómics, con ropa ajustada, ceñida y al cuerpo. Evidentemente son dos imágenes muy distintas, aunque parezcan demostrar lo mismo. La sexualización que ha sufrido Hulka, en la mayoría de los cómics, viene de la mano de un proceso de hipersexualización más grande que han padecido varias heroínas en el mundo de los superhéroes. Marvel, claro, no fue la excepción. 

Una característica que diferencia a Hulka del resto de los superhéroes y superheroínas que forman el MCU, y que podemos notar desde la primera escena, es la capacidad de romper la cuarta pared, lo que logra una mayor cercanía con el televidente, una rápida sensación de empatía, algo que a muchos superhéroes, incluso a su primo, les ha tomado años. Hablar directamente a sus espectadores logra que los chistes tengan mayor efecto y las críticas, también. 

En cuanto a su mayor antagonista durante la historia, Titania, tampoco es invento de Disney, su primera aparición fue en el año 1984, y rápidamente se convirtió en una de las principales rivales de She Hulk. Ya en los cómics está marcada por un fuerte deseo de admiración, así es cómo logra conseguir sus poderes. En la televisión eso se mantiene, aunque con un giro más moderno, propio de la serie; el personaje aún no ha sido explotado, pero ya se confirmó que la nueva versión de Titania será influencer de redes sociales, una mujer egocéntrica y engreída con super fuerza.

Hulka vino a desdramatizar el mundo de las superheroínas y apuesta fuertemente a la comedia. En el tercer episodio podemos ver a la protagonista bailar con una de las raperas más conocidas actualmente, la estadounidense Megan Thee Stallion, quien parece ser solo uno de los tantos cameos que promete la serie. She Hulk también hace mucho uso de la ironía; al mejor estilo Matt Groening, creador de Los Simpsons: Jen no solo se ríe de ella misma y de sus propios televidentes, sino también de la franquicia a la que pertenece. 

Aunque de manera cada vez más sutil, también utiliza el humor y la sátira para lanzar críticas reales al machismo, no solo su protagonista y antagonista son mujeres, lo son también su directora y guionista. El miedo o ira que experimenta cualquier mujer ante el acoso o la actitud condescendiente de parte de hombres, Jennifer Walters lo convierte en un superpoder; Bruce Banner se transforma en el Increíble Hulk cuando se enoja, cuando una ira incontrolable se apodera de él. Jennifer Walters se convierte en She Hulk, no solo cuando siente ira, sino también y principalmente, cuando siente miedo.

Estratagemas

Esto lo podemos notar al comienzo del primer episodio, cuando Jennifer se transforma en Hulka por el miedo que siente debido al acoso de unos hombres en un bar. También en palabras explícitas de ella cuando le menciona a su primo que la ira y el miedo son las bases de cualquier mujer que existe, pero, que al contrario de él, ella puede controlarlas gracias a las múltiples situaciones en las que los varones la han puesto, desde «piropos» en la vía pública hasta «mansplaining» en su área de trabajo. Jen también menciona el hecho de poder volver caminando de noche a su casa sin sentir miedo, como uno de los beneficios de ser Hulka. La serie juega mucho con el paralelismo entre una superheroína y una mujer humana, ambas marcadas por la violencia, especialmente simbólica, ejercida por el hombre. 

Esto, por supuesto, generó empatía en muchas mujeres y desagrado entre algunos hombres, que rápidamente etiquetaron la serie de «inclusión forzada», como si las críticas que realiza el personaje no fueran moneda corriente en la vida de una mujer. Ante la pregunta de ANCCOM sobre el concepto de «Inclusión forzada», Dora Barranco, socióloga, historiadora feminista, icono del movimiento, y asesora del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, dice: «Se trata de una estratagema superficial, para cumplir con una cuota de lo ‘políticamente correcto’ que por lo general no puede disimular esa condición». Y aquí es donde se abre un debate sobre el papel del mercado, y la avaricia de la ganancia en pos de la agenda actual, contra la representación merecida y necesaria de las mujeres en la ficción, incluso a través de personajes superpoderosos ¿o es que acaso las mujeres no merecen presencia en el mundo de los superhéroes?

Por el momento, tanto She-Hulk, como Marvel, se encuentran ante un doble desafío; en primer lugar, lograr de una vez por todas la construcción eficiente y correcta de un personaje femenino, aquello que no han podido darle, por lo menos a tiempo, a la única superheroína entre los Vengadores originales, la Viuda Negra, sin que su actuación en el campo de batalla, junto a los demás superhéroes, deje un sabor amargo entre los fans, tal como ocurrió con Capitana Marvel, a quien presentaron como la superheroína más poderosa y a la hora de la batalla final redujeron a unas pocas escenas, o sin que su desarrollo se reduzca finalmente a la locura, como han hecho con Bruja Escarlata, quien luego de desarrollar su personaje de manera impecable en su serie de televisión, la convirtieron en villana cuando no es más que una mujer deprimida por la muerte de sus seres más amados. 

En segundo lugar, el desafío de lograr el transcurso de la serie sin reproducir estereotipos machistas que ha sufrido Hulka desde su creación y a lo largo de los años. La participación de mujeres en la ficción, especialmente en ámbitos conquistados históricamente por hombres, es necesaria, pero debe ocurrir de manera coherente, tal como ha sucediido desde siempre con los varones. De nada sirve llenar las pantallas de mujeres si la inclusión y la representación quedan incompletas. 

Detrás de cámara

A pesar de que actualmente muchos remakes de películas taquilleras han sido reinterpretados y liderados por mujeres, Cazafantasmas (2016) u Ocean’s 8 (2018), las diferencias entre hombres y mujeres se siguen manteniendo, por lo que la inclusión de mujeres no solo queda incompleta delante de cámara, sino también detrás de ella. 

Recientemente, un informe de Variety, realizado por el editor Bren Lang, arrojó resultados contundentes y polémicos: de los 26 actores y actrices mejor pagos, los primeros 17 lugares son liderados por hombres. Recién en el puesto 18 podemos ver a una mujer, Margot Robie. La actriz australiana, que interpretará a Barbie en la nueva película que contará la historia de la muñeca más famosa del mundo, cobró exactamente lo mismo que su co-protagonista, Ryan Gosling, quien interpretó a Ken. Esto, por supuesto, desató un debate en redes sociales.

«La ficción no es exactamente el lugar más esquivo para las mujeres, pero desde luego se trata de escenarios, de las circunstancias ficcionadas las que pueden originar una desertización de mujeres: claramente cuando se trata de tramas enjundiosamente masculinas  las mujeres aparecen en las márgenes. Pero  cuando el escenario ficcional  corresponde a tramas sociales en las que resulta ineludible la presencia femenina, no sólo están sino que  a menudo ocupan el lugar central de la narrativa» continúa Dora Barrancos, en cuanto a los roles que ocupan actualmente las mujeres en la ficción.

Algo aún peor sucede con las directoras de Hollywood: en los 93 años de historia que llevan los premios Oscar, solo tres mujeres han obtenido el premio por mejor dirección; Kathryn Bigelow, por The Hurt Locker en 2010; Chloé Zhao, por Nomadland en 2021; y, recientemente, Jane Campion, por The Power of the Dog en la última edición, en 2022.

Mujeres y ficción nacional

La ficción argentina tampoco está exenta de la disparidad entre hombres y mujeres. La industria audiovisual argentina desde una perspectiva de géneros, un estudio realizado recientemente por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), demostró que en los últimos tres años, menos de una cuarta parte de las películas estrenadas en nuestro país han sido dirigidas por mujeres. Al mismo tiempo, el 85% de los puestos de maquillaje y peinado son ocupados por mujeres, mientras que más de la mitad de los roles técnicos en proyectos cinematográficos son desarrollados por hombres.

De todas maneras, esto parece estar cambiando; actualmente el 43% de las cabezas de equipo son mujeres, a diferencia del año 2020 cuando representaba el 39.1%. Seguramente esto se encuentre fuertemente influenciado por la cantidad de medidas que ha tomado el INCAA. La resolución Nº 1102/2018,  por ejemplo, incorpora el cupo de género, el cumplimiento del Cupo Laboral Trans (Decreto 721/2020) y la resolución INCAA 485/2022 que premia con un 10% de subsidio adicional a aquellas producciones federales que posean equipos con paridad de género, entre otras.

“¿Por qué es necesario medir y cuantificar la industria del audiovisual por el género de sus agentes? Si no podemos medir la participación de las personas según su género autopercibido es imposible elaborar y concretar políticas públicas afirmativas de inclusión de las distintas identidades, especialmente en aquellos casos en los que, desde su origen, están ocupados mayoritariamente por hombres cisgénero, como se observa en la industria del audiovisual.” concluye el estudio y explica el por qué de tantas medidas incorporadas a favor de la diversidad. Además, a partir de agosto de 2022, el INCAA inauguró la Guía de Mujeres Directoras del Mercosur Audiovisual, una plataforma online que destaca a cada una de las realizadoras de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. 

Si nos guiamos por lo que vemos delante y detrás de pantalla, pareciera que los grandes medios se están beneficiando a partir de causas honorables y necesarias, como el movimiento de mujeres, sin compartir sus beneficios con quienes deberían; las actrices, directoras y, también, los personajes femeninos que, muchas veces, quedan a medias o a la sombra de los varones. «Todavía existe cierta resistencia a personajes femeninos poderosos sencillamente por el formateo patriarcal, más que por el cálculo de mercado.  Si la trama ficcional es buena, si las  interpretaciones son buenas, estoy segura de que el valor agregado de mujeres que quiebran el molde conduciría al éxito» asegura Dora Barrancos a ANCCOM.

La presencia de las mujeres es necesaria en el cine y en la televisión, las niñas y adolescentes también merecen heroínas a quienes admirar, pero de poco sirve si esa presencia queda opacada por las figuras masculinas, de poco sirve si las mujeres se salvan solo entre mujeres, mientras que al mundo los salvan los hombres, de poco sirve si los que pasan a la historia son ellos, mientras las mujeres enloquecen o mueren sin pena ni gloria, pero, especialmente, de nada sirve si detrás de pantalla, las oportunidades para las mujeres siguen restringidas y limitadas, frente a un poderío liderado por varones.

Día Internacional de la Mujer Indígena

Día Internacional de la Mujer Indígena

El 5 de septiembre se conmemoró en homenaje a Bartolina Sosa, una aymara que luchó contra los españoles. ¿Qué rol ocupan hoy en las indígenas en la sociedad?

El 5 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Indígena. Briselda Alejo Orteja, música de la nación quechua e integrante del Movimiento de Mujeres y Diversidades por el Buen Vivir, que vive en Rosario, indicó: “Conmemoramos a Bartolina Sisa, mujer aymara indígena que luchó contra la opresión del yugo español. Fue secuestrada, torturada y asesinada brutalmente. Recordamos a nuestras mujeres indígenas luchadoras contra la opresión y la violencia”.

Bartolina Sisa, junto a su pareja Túpac Katari, organizó a su pueblo para pelear contra los españoles y fue ejecutada el 5 de septiembre de 1782. En 1983, durante el II Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América que se llevó a cabo en Tiahuanacu (Bolivia), se definió la fecha para reivindicar su figura. Zulema Enríquez, quien pertenece al pueblo Quechua, y vive en La Plata, comentó: “Bartolina Sisa ha dado su vida por una sociedad más justa, por pueblos emancipados, por liberarse de la corona española, por liberarse de las conquistas inglesas, pensando en pueblos y hermanas, hermanos, comunidades, que no estuvieran sometidos a esa colonización que se llevó la vida, nuestras propias historias”. La mujer agregó: “Las efemérides nos sirven para repensarnos, para hablar de esas historias que son tan nuestras y que, a veces, la historia hegemónica escrita por el patriarcado, determinadas miradas de cómo debe ser el ser nacional argentino, deja excluido a muchas otrasidentidades”.

“Pensarnos a las mujeres indígenas con una fecha nos sirve para reflexionar, hacer aportes críticos, entender la necesidad de repensar otros lugares y, sobre todo, no solo desde ese lugar de la colonialidad o la marginación, sino también desde el lugar del empoderamiento político de las referentas, las caciques, presidentas de comunidades, las machis, las loncos, las amautas, todas las mujeres que están a cargo de las comunidades y hoy construyen políticas hacia el interior y al afuera, mujeres que son lideresas, docentes que disputan la política y que están convencidas y trabajan y hacen por construir una sociedad igualitaria, hermanadas”, redondea Zulema.

Una de las tensiones de los feminismos en Argentina se sintetizó en la incorporación de las originarias y disidencias a partir del 2019, donde el encuentro cambió su nombre a Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, No Binaries e Intersexuales. En ese sentido, Enriquez reflexionó: “Entendemos que la identidad no es sólo la identidad nacional y que la identidad no es sólo la identidad de las mujeres. No solo existe un feminismo, sino que existen feminismos en plural. También sabemos que existe un feminismo hegemónico, dominante, blanco con miradas eurocentristas que pretenden aplicar teorías a nuestra territorialidad, a nuestras cuerpas, sin entender nuestras cosmogonías, nuestras miradas y nuestras construcciones del mundo. Por eso es importante, desde nuestra identidad de mujeres y disidentes, disputar los sentidos que es disputar la política también, los conceptos de quienes somos y nuestro lugar en el mundo”.

“Uno de los temas específicos de mujeres es el chineo que se sigue dando, en la ciudad no lo vemos pero si en el interior. Los hombres siguen tomando por la fuerza a las mujeres para abusar de ellas. Esto ocurre en las fincas y en los pueblos donde hay señores ubicados en lugares políticos o latifundistas, se creen dueños también de la vida y las acciones de las mujeres. Ven a una hermana sola y salen a violentarla”, indicó Mamay Kantuta Killa Mayu, mujer quechua de la comunidad urbana Ayllu Mayu Wasi, de Villa Martelli. Pero los reclamos de las mujeres están atravesados por más problemáticas que atraviesan a sus comunidades. En ese sentido señaló: “Todos los días hay un reclamo nuevo. Nuestros pueblos están en lucha por la minería a cielo abierto, el arrebato de las tierras. Los lugares sagrados están siendo borrados por el interés económico”.

“Caminamos defendiendo los territorios, denunciando las diferentes violencias que sufren nuestros pueblos- comentó Briselda y agregó- Aprendo de mis hermanas y ellas me contagian la fuerza que llevan en su interior. En sus ojos veo la resistencia de los pueblos frente al genocidio, mujeres que luchan todos los días”.

«Un idioma maricón»

«Un idioma maricón»

El carrilche nació hacia 1940 entre la comunidad travesti como un argot para poder hablar entre los miembros de la comunidad en medio de situaciones de peligro y sin que la policía entienda. Aquí su historia.

María Belén Correa, en la Marcha de la Memoria Trans.

“Hablamos idioma maricón. Hablamos carrilche”, dice la activista María Belén Correa, fundadora del Archivo de la Memoria Trans. El carrilche significa marica y es el argot que nació en la década de 1940 como mecanismo de defensa de la comunidad ante la policía y los presos. En ese entonces, existían ciertas figuras legales que servían como forma de control y represión estatal. Hacerse visible ante la persona equivocada implicaba terminar en la Estancia -la cárcel de Devoto-, donde permanecían de 15 a 120 días, reencontrándose.

 

Cuma doda la sidilcre

 Los testimonios de Malva Solís en la película Con nombre de flor y la revista El Teje dan cuenta de la resistencia del colectivo travesti trans frente a la violencia policial, y de los lazos intracomunitarios. Solís se encontraba en la cárcel cuando las hermanas Arveja- Florián y Orquídea-, atendieron la urgencia de inventar palabras para usar en la calle ante la caza. En este contexto, surgieron los términos fundamentales para su supervivencia, como doda (cuidado) o sidilcre (policía), y también aquellos que denotaban pertenencia como cuma (maricón). Estos se cristalizarían en fórmulas como “cuma doda la sidilcre” (maricón,  cuidado la policía).

“Nosotras hacemos visible a Malva porque fue la última que podía hablar el carrilche original. Ella dejó testimonio de ese argot con un diccionario. Hay algunas palabras que pueden utilizarse hoy, pero no todas están en uso. Ninguna de las personas que hoy hablamos el carrilche de los 90’ utilizamos el carrilche original de los 40”, dice María Belén.

            Daniel Busato, director de la compañía de teatro Kumas de Sitges, reflexiona acerca  de la actualidad: “Se utilizan ciertas palabras en tono gracioso, pero la realidad del carrilche es otra: solamente que las personas que lo hablan se enteren de lo que están hablando sin que un tercero o cuarto -en su origen la policía o carceleros-, se enteraran de qué era lo que estábamos hablando”.

             A través del tiempo y con la creatividad de la comunidad, el carrilche fue mutando: se amplió, degeneró, algunas palabras se olvidaron y otras se sumaron. No en todo el país se hablaba igual; por ejemplo la gente de Santiago del Estero hablaba diferente que la del Río de la Plata. Pero también se nutrió de otros argots, ya que se trataba de un método de defensa existente en distintos países, sin tener conexión entre las personas. “En Estados Unidos te decían si conocías a Dorothy para saber si eras gay. En Brasil se hablaba abogó y, en Perú, lóxoro”, menciona Correa.

Mucho chongo

            Hacia finales de las décadas de 1980 y 1990’, las únicas personas que seguían hablando carrilche eran quienes se relacionaban con el espectáculo. Esto se debe a que las personas que estaban en la calle ya no lo utilizaban de la misma forma. “Desde que lo adopté, lo utilizamos en los camerinos”, cuenta Daniel. El carrilche se utilizó entonces para que los strippers o iluminadores no entendieran lo que hablaban. María Belén comenta: “Al cambiar las leyes, las mismas personas dejaron de utilizarlo para el cometido y empezó a usarse de manera social: un idioma distinto”.

Las vedettes comenzaron a escuchar las palabras de sus amistades que las peinaban o maquillaban. Si tenían buena relación, se les enseñaban los términos. En ese marco, se viralizó un audio de Moria Casán donde decía “mucho chongo” y hoy todo el mundo sabe lo que es. En este marco, María Belén afirma que “las pocas palabras que se han popularizado fueron utilizadas correctamente. Pero fue un error porque fueron palabras que ya no pudimos usar”.

            Hay debates que tienden a negar al lenguaje como campo de disputa por los sentidos, tierra fértil para la resistencia y la trasgresión, pero ante la violencia de la norma, la lengua insiste y deja huellas identitarias. En este sentido, Correa reflexiona: “La persona que habla carrilche tiene una historia de vida mucho más fuerte que una persona que no lo habla. Era un método de defensa que algunas pocas podemos seguir manteniendo. Fue una forma de pertenecer, la llave para poder ser del grupo. Saber carrilche era poder estar en la conversación, ser parte de. En aquellos tiempos, se vivía con bastante soledad y vos eras parte de un grupo, te hacía pertenecer a algo, a una familia: nos entendíamos y hablábamos el mismo idioma”.

 

Hablemos de menopausia

Hablemos de menopausia

Según la OMS, el 70 por ciento de las personas llega a la menopausia sin información suficiente. No se habla de ella, pero los síntomas se presentan en el 80 por ciento de los casos e impactan sobre la vida de quienes los padecen. No pausa es una asociación civil que nació para visibilizar un tema tabú.

A los 48 años, Miriam De Paoli se vio enfrentada a un diagnóstico de perimenopausia sin tener la menor idea de cómo transitarlo. En ese momento, le hizo ruido no verse ella misma como lo que pensaba que era “una menopáusica” y pudo dimensionar el tabú alrededor de la problemática. Periodista y profesora, junto a una ex alumna y colega, Milagros Kirpach, decidió hacer algo al respecto. Así nació No Pausa.

Fundada en 2019, No Pausa comenzó siendo una red multiplataforma que se proponía brindar información integral sobre la mal llamada menopausia. Hoy es una asociación civil que informa y visibiliza, pero además ofrece acompañamiento en el proceso de dejar de menstruar y busca mejorar la calidad de vida de estas personas.

Como proyecto comunicacional para combatir la desinformación y concientizar, De Paoli y Kirpach crearon un equipo multidisciplinario formado por “consejerxs nopáusicxs”, es decir, profesionales de la salud, sexólogos y deportólogos que se ocupan de dar respuesta a las consultas de la comunidad.

Se trata de la fase de la biografía menstrual más invisibilizada, tal es así que ni siquiera se la nombra correctamente, puesto que la menopausia es un solo día en la vida de las personas menstruantes: el momento del último período que se detecta 12 meses después de haber ocurrido. Al contrario, el climaterio dura cerca de 10 años –entre los 48 y 58 años dependiendo del entorno social y factores biológicos– y engloba todo el proceso de caída del nivel de ciertas hormonas, en especial el estrógeno. En rigor, incluye el antes, el durante y el después de la menopausia. El reduccionismo es peligroso porque implica entender el cese del período menstrual como un solo momento. Invisibiliza y simplifica el largo y complejo proceso que abarca un tercio de la vida de las personas con útero.

De Paoli y Kirpach comprendieron que no alcanzaba con un trabajo en redes sociales, de allí los cinco ejes de acción que plantea No Pausa. El primero es la Red Informativa Multiplataforma donde se ofrece contenido original gratuito a través del sitio web, redes sociales, una gacetilla mensual y contenido para medios. El segundo, la conformación de una comunidad con más de 70.000 personas entre profesionales de la salud y pares (más su entorno familiar, social y laboral) que permite compartir experiencias y buscar soluciones de forma conjunta. El tercero tuvo que ver con la falta de datos sobre el tema. No Pausa, junto con DataGénero, crearon el primer Observatorio de Datos sobre Climaterio y Menopausia de Latinoamérica, de donde surgió el Primer Informe Encuesta Provincial sobre Climaterio y Menopausia. A su vez, la asociación proporciona capacitaciones, consultorías y talleres en barrios populares y ambientes laborales de la ciudad de Buenos Aires.

El quinto es el trabajo en alianza con marcas o empresas para generar contenido, productos y campañas de beneficio mutuo. Este último eje es importante para hacer efectivas las propuestas que se piensan desde No Pausa como necesarias y que requieren financiamiento. “Sólo nombrando los problemas no alcanza. Si no logramos trascender la información con solución accionable que permiten tratar esos síntomas, no cumplimos con nuestro valor fundamental que es la información como poder de decisión. No tenemos la pata de decisión si no tenemos alternativas sobre las cuales decidir”, afirma Kirpach.

La desinformación es fruto de varios factores, pero lo concreto es que las personas menstruantes deben transitar el climaterio desde una posición de vergüenza y desconocimiento. Hacen falta políticas públicas. Un ejemplo es la poca importancia que se le otorga dentro del programa de Educación Sexual Integral, o la falta de un protocolo médico que funcione como guía de cómo debe actuar un profesional de la salud. A esto se suma la escasa difusión de los medios acerca del tema.

El sistema médico tampoco colabora. El climaterio necesita de un abordaje integral porque, de no ser así, los síntomas son tratados como patologías aisladas. El desconocimiento lleva a que no se relacionen esos síntomas –insomnio, migrañas, diversos tipos de resequedad, entre otros– y los cambios hormonales. Esta ineficiencia se ve profundizada por la insuficiente oferta de especialistas en climaterio.

La organización intenta llenar este vacío que deja el sistema médico, brindar un lugar donde acudir por soluciones, cuando la única respuesta que se recibe de los ginecólogos es “bancátela”. Los síntomas tienen un impacto real. Kirpach lo ejemplifica: “Tuvimos un caso de una chica que padecía cáncer y sufrió una menopausia inducida por la quimioterapia. Se acercó a nosotras porque había asistido a un médico y le preguntó sobre los síntomas que iba a transitar. El profesional de la salud le dijo: ‘Nena, tenés cáncer, qué te importa’”.

Todo lo anterior se ve reforzado por el estigma que deben cargar lxs menopáusicxs. “Soy menos atractiva”, “Fue lo peor que me pasó”, “Estoy vieja”, “No entiendo qué me está pasando, no me reconozco”, “Está irritable, seguro está menopáusica”, son algunas de las expresiones que circulan a diario. Muchas veces, el tabú impide comunicar al entorno laboral, familiar o social acerca de los cambios que se están viviendo y suelen aparecer formas de violencia como la burla o el desprecio.

En Chile, una investigación cruzó los síntomas relacionados a la esfera sexual (como la disminución del deseo o la resequedad vaginal) con un aumento de la violencia intrafamiliar. Se detectó que los casos de violencia se ven potenciados durante esta etapa por la repercusión que tiene en la vida sexual.

En la Argentina no existen datos sobre el climaterio que permitan generar herramientas para transitar la etapa de la mejor manera. Se desconoce la cantidad de síntomas y cuáles son, así como la diversidad de menopausias existentes (natural, quirúrgica, por estrés, temprana, por insuficiencia ovárica prematura o precoz). No sólo eso, también se ignora por completo a las menopausias trans. Cuando pensamos en unx menopáusicx, nos imaginamos una mujer blanca, con pelo canoso y expresión doliente (que en realidad es una mujer post-menopáusica). Este otro reduccionismo, además de acentuar el estereotipo y el estigma, vuelve a echar oscuridad sobre el climaterio que termina siendo relacionado a la vejez y el fin de la vida sexual productiva (y en consecuencia de la utilidad de las personas con útero). Desde No Pausa, entienden que hay tantas menopausias como personas menstruantes.

“La información es fuente de empoderamiento, autonomía y de decisión”, aseguran sus fundadoras. Por esta razón es fundamental empezar a hablar de la menopausia y exigir un cambio en políticas públicas, el abordaje médico y la formación de profesionales, así como romper con los estigmas y estereotipos que la rodean. Pongamos en agenda el dejar de menstruar.