¿El sexting es sinónimo de libertad o un nuevo mandato?

¿El sexting es sinónimo de libertad o un nuevo mandato?

Valentina Arias escribió “Mandar fotitos. Sexting, imagen y sexualidad en la era digital”, donde analiza sin prejuicios ni estigmas el fenómeno de envío de imágenes eróticas como una práctica cotidiana ya establecida.

Mandar fotitos. Sexting, imagen y sexualidad en la era digital es el nuevo libro de Valentina Arias, licenciada en Ciencias de la Comunicación, doctora en Ciencias Sociales y docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo. Nacida en Mendoza, la escritora también es becaria postdoctoral en el CONICET y posee un Magíster en Psicoanálisis por la Universidad del Aconcagua.

En la investigación la autora propone tomar el fenómeno del sexting como objeto de estudio desde una perspectiva analítica por fuera de discursos estigmatizantes: “En líneas generales siempre se trabaja el tema desde las ciencias jurídica, para pensar en todas las consecuencias legales que puede tener la práctica, o desde el punto de vista de la psiquiatría o la psicología conductual donde dan por supuesto que el sexting es una práctica de riesgo”, explica la autora. 

A lo largo de cinco capítulos, Mandar fotitos hace un recorrido histórico del sexting hasta las disyuntivas que se presentan en la actualidad en relación con testimonios de mujeres de entre 18-15 años. ¿Es realmente una actividad libre de mandatos? ¿Qué pasa con aquellas mujeres que no lo practican?

¿Cómo nació la idea?

El libro es una reescritura de mi tesis de doctorado en Ciencias Sociales que inicie en 2015 y termine en 2020. Yo veía que el sexting se practicaba pero en ámbitos públicos se hablaba muy poco así que me pareció que era una buena oportunidad para indagar sobre la práctica. Cuando comentaba lo que estaba estudiando a todo el mundo le parecía interesante por lo que me pareció que se podía bajar esa tesis a un libro con un corte más de divulgación. En parte, esa es la idea del libro: presentar un cuadro descriptivo sobre la práctica del sexting específicamente en mujeres cisgénero en vínculos heterosexuales, ya que todas las chicas que entrevisté me relataban relaciones con varones. Si bien el libro tiene ese recorte de alguna manera yo espero que aquello que se relata como los placeres, los miedos y las tensiones que tienen al sextear, puedan ser extensivas también a otras formas de sexualidad no binarias.

 

Las distintas formas de establecer un vínculo con una pareja ¿son reconfiguradas por los medios digitales?

Sin duda, los medios digitales, incluyendo el teléfono, las redes sociales, las aplicaciones, internet, etcétera, modifican profundamente las maneras en las que nos relacionamos. En particular por la cuestión de la fotografía. A lo largo de la historia, las tecnologías de la imagen se han puesto rápidamente al servicio de la sexualidad y el erotismo. En ese sentido no hay nada nuevo. Sin embargo, en el caso del teléfono inteligente este tipo de imágenes permiten su creación en cualquier lugar, de manera inmediata y de forma relativamente gratuita, una vez que tenés el aparato podes sacar cuantas fotos quieras. Hay una facilidad técnica para que estas imágenes circulen. Pero además existen ciertas características sociales y culturales que se modifican. Hoy vivimos lo que para muchos pensadores se denomina “cultura sexualizada”, la cual hace alusión a la circulación cada vez con menos resistencia de contenido antes comprendido como demasiado erótico o sexual. Esto se puede entender desde un punto de vista celebrante, más crítico y conservador o teniendo en cuenta otras posturas más matizadas, que en vez de celebrar o condenar, plantean analizar cómo está operando y que sucede con esto.

 

¿Cómo habría que mirar el fenómeno?

Cuando afinás un poco el ojo, podés darte cuenta de que no todas las imágenes sexuales son leídas igual. Por ejemplo, no es lo mismo una foto sexual de una chica de clase alta que otra de sectores más populares. Lo mismo ocurre con el tipo de cuerpo. Si condice con los parámetros hegemónicos de belleza contemporánea tiene una lectura; si la chica de la foto tiene un cuerpo no normativo habilita otra lectura diferente. Por lo tanto estamos en un momento de una cultura sexualizada que opera atada a determinados sesgos como la edad, el tipo de cuerpo, clase social, orientación sexual o la raza de la persona que aparece en la imagen. Hay facilidades técnicas que tienen que ver con el teléfono pero también sacarte fotos desnuda y mandársela a otra persona muchas veces va en línea con lo que propone la época. Hoy quizás lo transgresor es no mandar la foto.

Sin embargo, aunque está muy normalizado también es una actividad “secreta”, ¿puede ser?

Exacto. Siempre que se habla de sexting se tiende a hablar de las consecuencias negativas de la práctica, como la viralización de la foto. Por ejemplo, el año pasado surgieron en las noticias esos grupos en telegram de varones donde comparten imágenes. De ninguna manera quiero minimizar los riesgos que tiene, pero sí es importante darse cuenta que hay cierta naturalización del abuso. Está recontra normalizado que eventualmente tu foto va a ser usada sin tu consentimiento. Es importante hacer mucha concientización para que las chicas, sobre todo las jóvenes y las niñas, se cuiden porque son muy reales los peligros. No hay que minimizarlo. Pero también es necesario poner el foco en que cada vez que hablamos de sexting, estamos hablando de cómo cuidarnos. Que una foto circule sin tu consentimiento no está bien y no tiene que pasar. No deberíamos preocuparnos por que no se nos vea la cara o el tatuaje en una foto. Como horizonte deberíamos de llegar a un momento donde podamos hablar de sexting sin tener que estar todo el tiempo pensando en las prácticas de resguardo.

 

El remordimiento y la culpa

Arias hace énfasis en los discursos ya deslegitimados, como el famoso “para que salió vestida así”, en casos de acoso callejero o violación. Si bien estos dichos generan rechazo, sostiene que en el sexting siguen pasando: “Están estos cambios discursivos donde teóricamente las mujeres tenemos que ejercer nuestra sexualidad con todo el derecho y el placer que podamos, pero lo cierto es que hay una doble vara funcionando. Cuando la imagen llega a otras manos se tiende de nuevo a culpar a la mujer”, sentencia. A lo largo de las entrevistas notó cómo esa culpa también se internaliza: “Lo podés hacer pero te quedás con cierta culpa o remordimiento, te pones a pensar qué pasaría si se enoja la persona a la que le mande la foto”, ejemplifica. Mantiene que le resulta problemático el hecho de que las mujeres se queden con estas sensaciones. En muchos casos, aquellas que se dedican a la educación son las que más temen a la viralización de sus fotos. A pesar de que en la actualidad el sexting se rige por discursos de libertad sexual y el libre uso del cuerpo, parece ser una práctica que siempre trae consecuencias.

Introducís el concepto del “régimen visual contemporáneo” que determina lo que es deseable y lo que no. ¿De qué depende eso? ¿Influyen en gran medida los mandatos y estereotipos patriarcales? 

La idea de régimen visual es tratar de pensar que todas las formas de reaccionar frente a las imágenes que circulan no son naturales ni objetivas sino que son construcciones. Hay determinadas imágenes en determinados momentos que son dables a ver y otras que no. En el caso del sexting sucede que por más que haya una cuestión de la época acompañado de discursos body positive (mostrate como sos y ama tu cuerpo tal y como es) en la intimidad siguen operando criterios estéticos al momento de producir las propias imágenes. Si vos le preguntas a una chica como quiere salir en la foto las numeraciones siempre tienen que ver con un modelo hegemónico: que las tetas se les vean paradas, que no se marquen los rollitos, que no aparezca la papada, la celulitis, los pelos. La mayoría posee un saber informal, como el ángulo o la luz correcta, para que estos detalles no figuren. Esto permite poner en entredicho la cuestión de que vivimos en una época sin intimidad. En lo que refiere a las imágenes sexuales hay ciertas cosas que para las mujeres tienen que quedar fuera de la vista de la sociedad. De pronto la variable que modula lo que es íntimo, es una variable estética. Si es lindo y condice con el modelo, lo muestro. Si hay algo del cuerpo que no alcanza los parámetros de lo que se considera bello, lo escondo.

 

Termina condicionando la forma en la que nos percibimos.

Exacto. Es interesante dirigir la crítica cuando uno la ubica en cuáles y en qué sentido hoy sextear es también un mandato. Muchas chicas me comentaron: “Lo hago para que me deje de joder porque no para de insistirme’. Ahí es donde están los puntos críticos para analizar: ¿En qué medida el sexting, que es una práctica voluntaria y que teóricamente es recreativa y de disfrute, se puede convertir en un mandato? Cuando no lo hacés o no tenés ganas de hacerlo. Es interesante poner el foco de atención en las violencias que suscita y sobre todo en los aspectos negativos que les puede originar a las mujeres cuando no lo haces lo suficientemente bien, cuando no te sentís cómoda con tu cuerpo, cuando no tenés ganas y sentís que por ahí vos sos la del problema. Mientras del otro lado surge otro tipo de violencia en donde se empiezan a generar unas dinámicas súper machistas que de alguna manera u otra la mujer termina responsabilizarse por eso.

 

Valentina Arias recalca que las campañas de concientización sobre el sexting deben ser trabajadas desde una perspectiva de género orientada a una reducción de riesgos que, sobre todo, no responsabilice a la persona que comparte la foto. Además deben tener en cuenta el valor diferencial que tienen esas imágenes cuando el “blanco” es una mujer y no un hombre. Insiste: hacer circular fotos sin el consentimiento de la mujer es abuso sexual.

 

Unidas en la diversidad y ante la adversidad

Unidas en la diversidad y ante la adversidad

Madres, mujeres con discapacidad, trans, trabajadoras de la economía popuplar, jubiladas, adolescentes marcharon juntas en el 8M para protestar contra las políticas de Milei. ¿Cómo las afecta el ajuste?

Mery,  vendedora ambulante. 

“Desde que entró este presidente estoy mas preocupada porque no puedo conseguir ningún trabajo. Soy madre soltera y tengo una hija de 12 años que va a la escuela y en la secundaria me piden muchos materiales y no me alcanza la plata, pero no me dejo caer.”

Mariela Verzero, psicóloga especializada en casos de violencia sexual. 

«En el consultorio, que es el área donde más afecta el ajuste, las personas que atraviesan esta problemática no tienen el dinero para pagar la atención de las consecuencias de la violencia sexual. Y si trabajás por obras sociales, pagan a los 90 días. Cuando se cobra, el dinero ya se devaluó, no te sirve; la inflación se come ese aporte. Entonces, le impide a las personas acceder a la atención, y a nosotros a trabajar».

 

Victoria, mujer con discapacidad movil.

«El ajuste me pega no solo por la parte economica, que ya es algo muy dificil, si no porque el gobierno de turno usa términos horribles para nuestra comunidad. El presiendente se burla de los chicos con sindrome de dawn, uso palabras como ´mogólico´ para discriminar, me parece espantoso. Y, aparte de todo, las personas con discapacidad cada vez mas tenemos que luchar más para obtener nuestros medicamentos, lo mismo que los pacientes oncologicos. Es algo que a mi me ha golpeado desde el minuto cero».

 

Magda, jubilada.

«El ajuste me afecta dolorosamente por ser jubilada. Creo que merecemos tranquilidad a esta altura, habiendo trabajado toda la vida. Lo hicimos honestamente, entregando nuestro esfuerzo y, por lo tanto, queremos que nos retribuyan, que nos respeten como personas, y que nos den lo que necesitamos y merecemos.Esto que estamos pasando es una angustia».

 

Araceli Pasmera, trabaja en el Área de Desarrollo Social de Género y Diversidades del municipio de Escobar. 

“Hoy nos atraviesa el hecho que no podemos llegar a fin de mes, que nos viven violentando como colectivo trans y que el Estado se está volviendo cada vez más ausente. Vamos a seguir en las calles para visibilizarnos y no retroceder en cuanto a derechos conquistados”.

 

Vanina Beira, integra la Campaña Nacional por el Aborto Libre, Seguro y Gratuito.

«Esta vez vine por mi cuenta y traigo conmigo a todas las compas que mató este sistema patriarcal, que se viene reforzando día a día con gobiernos como el de Javier Milei, donde justamenete para conmemorar el Día de la Mujer, le quitan el nombre al Salón de las Mujeres. El ajuste es terrible: tengo 48 años y no consigo trabajo, agarro el auto y hago Uber, llevos mujeres nada mas porque llevar varones es una complicación».

 

Rocio (izquierda) y Croma (derecha), autoconvocadas.

«Este ajuste los estamos viviendo como el orto, con el trabajo, con el alquiler, con los precios de la comida. Nos quedamos sin laburo hace unos meses y nos quedamos sin casa tambien. Por suerte conseguimos algo por una persona con la que más o menos pudimos hacer un arreglo; pero la situación habitacional es un desastre, más después del DNU. Ya no te alcanza la guita.» 

Liliana (izquierda), docente e integrante la agrupación Nuevo Encuentro de la localidad de Presidente Perón; María Amelia (centro), referente del Plab FinEs  y Adriana (derecha), docente del Plan FinEs.

“Este 8 de marzo marchamos en un contexto de una pérdida total de la visibilidad de los derechos del pueblo. Siempre somos las femeninas las que estamos a la palestra de todo lo que es la economía social, popular y doméstica” afirma Liliana. Adriana agrega: «Son los alumnos quienes se ven perjudicados al no poder continuar con sus estudios frente a las actuales normativas del gobierno”. María Amelia completa: “No estoy a favor de todas las payasadas que está diciendo el presidente al burlarse de la legalización del aborto. Hoy vengo a defender los derechos de la educación y de las mujeres”.

 

Rocio, madre soltera.

«El ajuste me afecta porque no solo jamás llego a fin de mes si no tengo que estar midiendo entre criar a mi hija o salir a laburar por un mango más que tampoco alcanza para cubrir mucho. Tengo que poner en una balanza el tiempo que le doy a mi hija , estoy siempre contra la espada y la pared. A Milei le digo que salga más a la calle y que vea al pueblo, que nos estamos cagando de hambre».

 

Elizabeth, integrante del Grupo Afingheira y terapista ocupacional.

«El ajuste es tremendo, no llego a fin de mes, ni siquiera para poder hacer las cosas que me dan placer con mi cuerpo, como tocar el tambo o danzar. Es muy dificil seguir, estoy angustiada todos los dias».

 

Marcela Pedernera, integrante del Frente de Artistas del Hospital Borda.

«Todos los años preparamos una obra para presentar. Este año era en Chapadmalal pero no se va a dar, trabajamos todo el año para llevarla a escena y el recorte nos hace imposible poder viajar».

 

«Somos un tsunami»

«Somos un tsunami»

Una multitud de mujeres y disidencias colmó la Plaza del Congreso para exigir el cese de la violencia contra las mujeres y protestar por la crisis social y la misoginia del gobierno de Javier Milei. Empezó a crecer nuevamente la ola verde.

Con su pañuelo blanco característico sobre la cabeza, Taty Almeida encabezó el acto multitudinario en un 8M muy particular por el marco misógino y de ajuste antisocial que impulsa el gobierno libertario: “Estamos acá para defender los derechos que hemos ganado, no se puede gobernar sin Congreso, sin Congreso no hay democracia, es acá donde se debate y no sentado en twitter”.

Unión y que el pueblo no se quede dormido fue uno de los pedidos de Almeida para quienes escuchaban su discurso; un llamado a la lucha colectiva para alzar sus voces y evitar que la motosierra vaya por sus derechos conquistados: educación pública, aborto legal o jubilacion para las amas de casa.

“La casta no es el pueblo, Pettovello no somos aguantadero” entonaban en un único coro y en medio de una agarradera de manos, las trabajadoras de los comedores populares, un rato antes, camino al Congreso de la Nación. Fue su manera de protestar contra el hambre y el ajuste al pueblo argentino por parte del Gobierno Nacional.

A pesar del sol ardiente de la tarde del viernes y el tránsito imparable de la Ciudad de Buenos Aires, un grupo de mujeres abría el paso en plena Avenida de Mayo para alzar sus reclamos ante las medidas de Javier Milei: “Frente a la derecha fascista, resistencia trans-feminista”, decía una de las pancartas. 

Con el puño en alto y adelantada del resto, una mujer encabezó el cántico “Milei basura, vos sos la dictadura” que bastó para ser repetido por miles de mujeres que empuñaban pañuelos verdes y violetas, coloreando las calles mientras sus gritos retumbaban en toda la Plaza del  Congreso. 

“Gobierno liberticida: nos matan de hambre en nombre de la libertad”, “La violencia de género crece con el aval del Estado” y “La educación pública se defiende en la calle” eran algunos de los carteles que protagonizaron la movilización del Día de la Mujer.

En medio de la euforica marea feminista, una joven hizo entre ver un cartel con cuatro fotos: Karina Milei, Victoria Villarruel, Patricia Bullrich y Lilia Lemoine, seguido de la frase “no me representan”. 

Con su paraguas rojo para evadir el sol y musculosa blanca que dejaba relucir el tatuaje “Putaza-Barata” en sus pechos, una mujer levantó su cartel “Respeto y derecho para las trabajadoras del sexo. Basta de fascismo”.

Frente a ella, la Asociación de Madres de Plaza de Mayo se llenó de carteles en apoyo a Télam, acompañados del canto “Unidad de los trabajadores, al que no le gusta, se jode, se jode”. En un levantar de puños colectivo, comenzó a escucharse “La patria no se vende, la patria no se vende”. 

Del otro lado de la calle, en la vereda del todavía estatal Cine Gaumont, una joven con su remera de Eva Perón y una sonrisa pícara alzó un cartel contundente: “Queremos la renuncia de Milei y Caputo y si no, será la cabeza”. A su lado, un muñeco que solo tenía un ojo gigante en su cara se presentó en las puertas del cine, dando su apoyo a los trabajadores del INCAA, acompañado de la frase “Somos un tsunami cultural, sí la vemos”

De fondo, un grupo de mujeres de los pueblos originarios armaron una ronda de tambores y alzaron sus voces armónicas al ritmo de “Fuerza y coraje”, que causó emoción y aplausos de quienes escuchaban al pasar. 

Ya con el sol cubierto y las oleadas de viento que anteceden una tormenta, quienes buscaban acercarse al Congreso de la Nación fueron sorprendidas por las vallas de la Policía de la Ciudad que impedía su acercamiento.

En la espera, un grito fuerte y colectivo hizo que todas las mujeres se muevan a la par de “y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta, votó a Milei”, acompañado de carteles que tomaban cada vez más fuerza y se hacían aún más altos entre la multitud: “Ni flores ni bombones, Milei en helicóptero” y “Milei es muerte”. 

La movilización se opuso al cierre del INCAA y Télam, a la privatización del Banco Nación y Aerolíneas Argentinas, acompañada del canto generalizado “Yo no lo voté”. 

El grito final de “treinta mil desaparecidos ahora y siempre” en modo de recordatorio que no fue una guerra sino un genocidio, fue acompañado fervientemente a Taty junto a un canto popular “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza” mientras las gotas de la lluvia comenzaban a caer. 

Encendiendo los motores para el 8M

Encendiendo los motores para el 8M

Agrupaciones sociales, sindicatos, partidos políticos y representantes del movimiento transfeminista se reunieron en asambleas masivas para organizar la movilización del 8M.

La primera asamblea organizativa de cara al 8M tuvo lugar en el patio del anfiteatro de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y fue un éxito de convocatoria y de participación. La segunda se llevó a cabo en el patio del Hotel Quagliaro, también de ATE, con el mismo espíritu de unidad que la primera.

La secretaria de Género de la Central de Trabajadores de la Argentina de los Trabajadores (CTA-T), Yamile Socolovsky, enfatiza que la asamblea no solo fue una instancia deliberativa para planificar la movilización en Buenos Aires, sino además “un mensaje para las compañeras y compañeros de todo el país que van a estar confluyendo”.

Estos encuentros han sido fundamentales para coordinar acciones y estrategias en la lucha contra las políticas de ajuste, hambre y pobreza que impulsa el gobierno de Javier Milei. «Estamos enfrentando el avance de despidos y defendiendo políticas públicas, porque detrás de cada despido en el Estado hay menos respuestas y derechos que llegan a la gente», explica la secretaria de Género y Diversidades electa de ATE, Clarisa Gambera. Y agrega: “Es un contexto de ataque a la población en general y a nosotras en particular, en medio de una acelerada feminización de la pobreza». El cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades como primera medida gubernamental, refleja un retroceso en las políticas de ampliación de derechos para personas no binarias y una habilitación para que se recorten y clausuren políticas públicas en todo el país.

Clarisa Gambera, secretaria de Género y Diversidades de ATE Nacional.

En las asambleas se definió una estrategia clara: concentrarse frente al Congreso en una jornada que trasciende la defensa de los derechos conquistados por la “marea verde”, para enfrentar la agenda ultraderechista del Ejecutivo. La movilización conjunta y cuidada se presenta como una oportunidad para fortalecer la presencia feminista en las calles y hacer frente a los desafíos actuales.

Julia Pirani, trabajadora del exMinisterio de Cultura, destaca la importancia de construir un 8M masivo: «Las compañeras feministas sabemos tejer lazos y construir redes, así que creemos que en esta serie de asambleas vamos a alcanzar el consenso necesario», remarca.

El objetivo va más allá de la celebración del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, para convertirse en un acto de resistencia y visibilización de problemáticas que permanecen relegadas en la agenda pública.

Sandra Chagas, activista afrodescendiente por los derechos humanos, hace hincapié en la urgencia de exponer y combatir el racismo, la xenofobia, la discriminación y los discursos de odio hacia las personas afro. «En las calles ya estamos sintiendo todo ese racismo que fomenta este gobierno de ultraderecha», dice.

Sandra Chagas, activista afro, LGBT y por los derechos humanos.

Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas, destaca la importancia de incorporar en esta movilización la denuncia contra el genocidio que sufren las niñeces y las mujeres palestinas, así como el llamado a un alto al fuego en Palestina. “El 8M es la reivindicación de la lucha de las mujeres palestinas. Esto, además, proyecta la lucha contra el fascismo y el sionismo”, sostiene.

Estas son algunas de las voces que se alzaron en las distintas asambleas, cada una con su reclamo, pero todas coincidieron en que este año, sin importar las diferencias, las mujeres y diversidades marchan no sólo por los derechos que han sido punta de lanza del movimiento feminista, sino fundamentalmente contra las políticas de ajuste, hambre, pobreza y crueldad que impulsa el gobierno nacional.

Y al desánimo generalizado, el movimiento de mujeres busca oponerle la potencia, la creatividad y la alegría que lo supo caracterizar. Por eso, este 8M adquiere un significado más amplio y profundo, de resistencia y de construcción de una trama que confronte al actual gobierno.

Tilda Rabi, presidenta de la FEderación de Entidades Argentino-Palestinas.

Los feminismos cotidianos

Los feminismos cotidianos

“Me gusta cuando hablas”, un documental que invita a la reflexión colectiva, se estrena en vísperas de un 8 de marzo que promete resistir ante la hostilidad gubernamental. El sexo en la tercera edad, los complejos del cuerpo, los vínculos amorosos entre otros temas que atraviesan a todas las generaciones.

Me gusta cuando hablas es un documental de observación en la vida privada de los feminismos. Estará en el Cine Gaumont del 7 al 13 de marzo a las 18:10 horas. Todos los temas entran atravesados de manera transversal: el placer sexual en la tercera edad, la militancia ambiental, los vínculos amorosos, los complejos con el cuerpo, entre otros. Siempre desde la cotidianeidad a través de seis mujeres de diferentes edades y sectores sociales.

El documental, desarrollado en su totalidad por mujeres, no busca teorizar el movimiento sino mostrar que no existe un único feminismo. Las voces protagonistas son de Rosa Rodríguez, Fabiele Rodrigues Bombif, Violeta Osorio, Montserrat Tolaba, Carolina Rodríguez y Cecilia Giordano. Está guionado por Sol Bonelli, Brenda Howlin y sus directoras Marlene Grinberg y Silvina Estévez.

Si bien el documental está hecho por feministas también, comparte Grinberg, “es interesante que lo vea todo el público porque es una película que se ofrece de un lugar de mucha empatía y comprensión hacia las protagonistas”, dado que más que mensajes, se dejan preguntas para replantearnos cómo actuamos como sociedad. Incluso cada integrante del elenco se cuestionó sus feminismos: “La película me hace reflexionar sobre mi vida, pone luz sobre un montón de cuestiones. Rompe con la idea de que existe una sola verdad”, comenta Violeta Osorio.

La película fue apoyada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Pasó por un proceso competitivo de selección federal y fue seleccionado por un comité para el programa Incubadora INCAA, que ya no existe. Estévez cuenta que en este programa “cineastas emergentes tuvimos la posibilidad de tener tutores internacionales que nos ayudaron a trabajar nuestros proyectos para hacerlos más competitivos y para traccionar fondos internacionales. Todo eso se hizo bajo nuestro legítimo derecho”. También ganaron el premio DocsLab Mx en México, contó con apoyo de Mecenazgo y participó en el Mercado de Visions du Réel en Suiza. Se proyectó por primera vez en octubre del 2023, en el Festival Internacional de Cine Documental Buenos Aires (FIDBA). 

Me gusta cuando hablas… hoy

El documental fue rodado en el año 2021. Todo el elenco pensó que algunas discusiones que abría la película “podían quedar caducas o que dejaran de estar en agenda”, dice Estévez. Y agrega: “De modo completamente impensado estamos estrenando en este contexto muy adverso donde se cuestionan derechos adquiridos. Entonces, de alguna manera, cada escena, cada fotograma de la película, cobra una relevancia que nosotras pensamos que ya en el momento del estreno no la iba a tener”.

Osorio cree que en este panorama el documental es de suma importancia “porque el gobierno está cuestionando el feminismo y lo está convirtiendo en un enemigo público. El documental marca esto de que ‘el feminismo está vivo, las feministas estamos vivas’ y estamos dando la pelea no solo en las instancias públicas sino en el interior de nuestros hogares. Es muy interesante el contexto en el que esta película aparece para dialogar con un gobierno que nos está convirtiendo en blanco y nos está negando e invisibilizando”.

El pasado martes 27 de febrero, días antes del estreno del documental, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que se prohibirá el lenguaje inclusivo y todo lo referente a la perspectiva de género en la administración pública. Frente a esto también agrega que “no se va a poder utilizar la letra ‘e’, el @, la ‘x’ y evitar la innecesaria inclusión del femenino”.

Al ser rodado en el año 2021 el documental tiene lenguaje inclusivo con el objetivo de no excluir a ningún sector. La decisión del Estado no es que prohíbe su obligatoriedad: prohíbe directamente su uso. Esto implica dejar afuera a las disidencias y dar la espalda a una parte de la sociedad. En relación a los dichos de Adorni, Estévez afirma que “el documental de repente pasa a estar prohibido”

Ante esta prohibición Estévez añade: “Los cineastas emergentes pasamos por un montón de procesos legitimados por nuestro instituto de cine y por laboratorios internacionales y que al momento del estreno nuestra película pase a estar prohibido el lenguaje inclusivo sinceramente nos deja en una situación donde nos sentimos censuradas, donde sentimos que se está ejerciendo la violencia hacia todos los trabajadores de la cultura, hacia las mujeres, hacia las comunicadoras sociales que también somos y hacia las feministas que somos”.

Apoyo al Gaumont

El documental estará en el Cine Gaumont a precios populares de 400 pesos al público general y 200 pesos para jubilados, pensionados y estudiantes de todos los niveles educativos.

El lunes 4 del corriente mes se realizó una reunión en el INCAA, por pedido de la Junta Interna de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), con Carlos Luis Pirovano, el nuevo presidente del organismo, quien tiene nula experiencia en el ambiente del arte. En esta reunión Pirovano planteó que habrá una segunda etapa de despidos, desfinanciación del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y Ventana Sur y el cierre de Cine.Ar, Cine.Ar Play y Cine Gaumont, con la posterior venta de este último.

Ante dicho escenario Estévez dice: “Es muy importante en este momento bancar el cine argentino, y en la semana del 8M bancar estos contenidos hechos con un cupo femenino. Es importante valorar estos espacios, que son nuestro patrimonio cultural y defenderlos”.

Entre todo este contexto de ataques, prohibiciones y cierres que se dan en la esfera social, Me gusta cuando hablas es un respiro y empujón a continuar combatiendo el día a día donde nunca se sabe hacía donde apuntará la motosierra.

«Un debate saldado»

«Un debate saldado»

La Libertad Avanza presentó en la Cámara de Diputados un proyecto para derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. ¿Un guiño al Papa antes de la visita? ¿Una cortina de humo para tapar el enorme ajuste que propone el gobierno?

el 7 de febrero se hizo oficial el ingreso a la Cámara de Diputados de un proyecto de legisladores de La Libertad Avanza para derogar la Ley 27610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). La nueva propuesta prevé, además, la modificación de los Artículos 85, 86 y 88 y la derogación del Artículo 85 BIS del Código Penal de la Nación.

Impulsado por la diputada Rocío Bonacci (Santa Fe), el proyecto cuenta con las firmas del titular de la bancada, Oscar Zago, la mediática cosplay Lilia Lemoine y Manuel Quintar, Beltrán Benedit y María Fernanda Araujo.Pero, en lo que parece un sello de LLA, Lemoine negó ante Somos Corta haber aportado su firma.

Entre las modificaciones que concibe el proyecto sobre el Código Penal, se contempla: dejar de hablar de “persona gestante” para llamarla “mujer”, dejar sin efecto la prisión e inhabilitación del funcionario público o personal de salud que obstaculice la práctica y establecer prisión e inhabilitación a miembros del cuerpo médico y farmacéutico “que abusaren de su ciencia o arte para causar el aborto o cooperaren a causarlo”, además de aplicar prisión sobre la mujer que “causare o consintiere” su propio aborto.

El gobierno ya mostró gran falta de experiencia política con sus intentos para aprobar la Ley Ómnibus sin generar previamente los consensos y alianzas necesarias. En este caso, ¿el gobierno vuelve a mostrar que está verde?

¿Un guiño al Papa?

Ante la novedad de la presentación, María Alicia Gutiérrez, socióloga, feminista, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, sostiene: “No es ninguna novedad que va a ir contra la ley. Lo dijo en la campaña, en los discursos, en Davos. Con respecto a si el momento es el más propicio, no parece” y sugiere que, a apenas dos meses de estar gobernando, el gobierno puede querer llevar esta medida por dos razones: “Esto puede ser real de manera que sea una especie de guiño que Milei le haga al Papa o puede ser, ante el fracaso de la Ley Ómnibus, que haya un intento de distraer con otro tema que no tiene nada que ver con lo que estaba discutiendo”.

Según el Informe Anual 2022 y con actualización a abril del 2023, el número de IVEs/ILEs ascendió a más de 96.600 distribuidos principalmente entre Provincia de Buenos Aires (40.880), Ciudad de Buenos Aires (9-961), Santa Fe (6.645), Salta (4.721), Tucumán (4.701), Mendoza (3.893), Córdoba (3.015), Jujuy (2.580) y Entre Ríos (2.444). El aumento de intervenciones superó el 70% respecto de 2021.

Para Mariángeles Guerrero, miembro de la Campaña por el Aborto Legal, la intención del espacio de LLA de derogar la ley “habla de la falta de timing para establecer los debates: “Fue una ley ampliamente debatida y consensuada, que requirió mucha movilización social y puesta en común de los argumentos. La sociedad ya dio este debate”, afirma y complementa: “El gobierno espera que estemos presas por un aborto o que nos muramos desangradas. ¿Realmente volver a penalizar el aborto es unaurgencia en un país que tiene hambre? ¿Es una prioridad volver a encarcelar y perseguir mujeres y que volvamos a usar perejil y agujas de tejer? Es el proyecto político de que volvamos al siglo XIX, con penas más duras. Hoy el eje político es el de las dificultades que tiene el Gobierno nacional para establecer un diálogo con los distintos actores, porque el Congreso es un espacio ‘para hacer un trámite’ y cuando el trámite no sale bien entonces se insulta a diputados y diputadas. Han demostrado una vocación muy grande por no respetar los acuerdos democráticos”.

Por su parte, Marta Dillon del colectivo NiUnaMenos, considera que se trata de “un gobierno con muy poca gimnasia institucional, donde esto solamente se puede leer como una provocación. Pretenden detener enemigos para echarle a su base electoral, ahondar en la fractura social y presentar antagonismos que puedan mantener la adhesión de su electorado”. La periodista y escritora está segura de que “no va a haber una derogación. Es una discusión saldada” y no ve “por qué tenemos que adelantarnos a algo que no ha sucedido”.

Al igual que Gutierrez, Dillon visualiza un panorama que busca ganarse las simpatías del Papa: “También está el convenio con las iglesias evangélicas para darle ayuda alimentaria a sus comedores, cuando no se los entregan a las organizaciones o el viaje a Roma, con la visita al Papa Francisco, que me parece que tampoco tiene tan poca habilidad política como para no leer en esto una provocación”.

Cuando aún no lleva dos meses completos en el mandato este gobierno parece muy “verde”, paradójicamente, a la hora de generar consensos antes de intentar presentar o derogar una ley que en

este caso, además, supo ser marea y ganarse las calles. Si soplan fuerte, se levantarán olas.