“En Jujuy estamos todos en libertad condicional”

“En Jujuy estamos todos en libertad condicional”

Un docente y un trabajador independiente fueron detenidos, bajo procedimiento irregulares de la Justicia jujeña, por difundir tuits sobre la situación sentimental del ex gobernador.

La Justicia jujeña imputó de graves delitos y mantendrá privados de su libertad por 60 días a Marcelo Nahuel Morandini y Humberto Roque Villegas por la difusión vía redes sociales de chistes que aluden a la situación personal del exgobernador Gerardo Morales.

Ambos replicaron de forma irónica versiones que circulaban masivamente en las redes y hasta en diarios digitales locales sobre una supuesta infidelidad de la esposa del dirigente radical. Las familias de los detenidos denunciaron que los procedimientos para encarcelarlos fueron “irregulares”, realizados “por policías de civil, en vehículos sin patente”.

ANCCOM dialogó con Lucía Castro Olivera, pareja de Morandini; Fabiola Suárez, histórica dirigente de derechos humanos en la provincia, y Natalia Morales, diputada de la Provincia por el PTS-Frente de Izquierda.

Marcelo Nahuel Morandini y Humberto Roque Villegas fueron detenidos el 4 de enero último, sin orden judicial escrita. En el caso de Morandini, docente de Ecología en la Universidad Nacional de Salta (UNS), el argumento fue un “tuit”, mientras que en el de Villegas, trabajador independiente, fue la difusión de un “flyer”. El juez Roberto Asseff acusa a Morandini de haberle provocado lesiones físicas y psicológicas a la hija del exgobernador Morales, a partir de la denuncia de su esposa, Tulia Snopek, e imputó a ambos por daños y supresión y suposición del estado civil y de la identidad, delitos invocados en las causas sobre apropiación de menores.

En la audiencia del día siguiente, el fiscal Walter Rondón solicitó 60 días de prisión preventiva para ambos. Hasta el momento, se sabe que el primero de ellos se encuentra en la Unidad Penal 1 del barrio Gorriti.

Lucía Castro Olivera, pareja de Nahuel, dijo que este hecho demuestra la “prepotencia, arbitrariedad e impunidad” con la que se manejan en Jujuy tanto el ex gobernador como los funcionarios actuales y los jueces y fiscales. “Un montón de gente se hizo eco del tema. Si fuesen presos todos, no sé si quedaría gente en las calles de Jujuy. No alcanzarían las cárceles de la Provincia”, expresó. Por otro lado, la diputada provincial Natalia Morales denunció que “la Justicia está amañada por el Poder Ejecutivo que responde al ex gobernador”.

Gremios docentes y organismos de derechos humanos exigieron la inmediata liberación del ingeniero Morandini. “Por replicar un par de publicaciones de las miles que existieron en las redes, Marcelo Morandini y Roque Villegas se encuentran privados de su libertad, en una actuación exprés de la justicia jujeña que denota la doble arbitrariedad: una prisión preventiva innecesaria e injustificada por un lado y la imputación exagerada de graves delitos por el otro”, escribió en sus redes la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). “La persecución y la velocidad de actuación de la justicia parece seguir demostrando que la suma del poder público en la provincia de Jujuy continua en manos del ex gobernador Morales”, agregó.

Antecedentes

No es la primera vez que Jujuy sufre un hecho de persecución ideológica de esta magnitud. En la madrugada del 16 de junio de 2023, el entonces gobernador Morales logró realizar una reforma exprés de la Constitución provincial. De esa manera, incluyó en el Código Penal la penalización de los cortes de calles y rutas, entre muchas otras medidas restrictivas del derecho a la protesta. Cuando ese mismo día el pueblo salió a manifestarse en la vía pública, Morales desató una represión policial propia de un régimen dictatorial que dejó decenas de heridos, entre los cuales algunos arrastran secuelas hasta hoy, como la ceguera de un ojo. Se sumaron a estos acontecimientos las amenazas y detenciones, como fue el caso de la diputada Natalia Morales, del Intendente Jorge Mamani e incluso de periodistas. “Lo que primero parecía que era en contra de algunos dirigentes de organizaciones de desocupados, luego fue contra las organizaciones en general, después contra los sindicatos y en última instancia contra maestros y toda la población que se movilizó”, recuerda Lucía Castro.

Fabiola Suárez, Integrante de la Coordinadora de Violencia Institucional de los organismos de Derechos Humanos de Jujuy, habló del panorama de una provincia donde “ha crecido la venta de estupefacientes y el consumo en grupos etarios cada vez más chicos, donde se registra el porcentaje más alto de femicidios y donde hay cada vez más menores en situación de calle debido a la creciente pobreza”, para tomar dimensión de este episodio, calificado como “absurdo” por los jujeños. Lo preocupante, indicó Fabiola, es que esto “da a pensar seriamente que cualquier persona, por el solo hecho de opinar o difundir algo de la gente del poder, pueda ser condenada y expuesta ante la opinión pública como delincuente”.

Además, la dirigente de Derechos Humanos aseguró que “Jujuy fue el laboratorio de la mano dura. Comenzó en 2016 con la confirmación de un Poder Judicial a medida que tuvo y tiene la tarea de judicializar a quien se oponga o hable en contra”.

A su criterio, lo que empezó en un pequeño territorio de tan solo 53 mil metros cuadrados y aproximadamente 700 mil habitantes, se puso en marcha a nivel nacional el pasado 10 de diciembre. “Es un gobierno (el de Javier Milei) elegido democráticamente por el voto, pero que tiene mucho de las prácticas de la dictadura, como es el protocolo antipiquete. Remonta a aquellos años oscuros que, a 40 años de democracia, pensábamos que no volverían. Pero la ultraderecha no desaparece, y el poder económico odia los Derechos Humanos”.

La Diputada por el Frente de Izquierda reinterpreta el concepto de “libertad”: “Se habla mucho de esa palabra, pero, hoy por hoy, la libertad que se garantiza es la de los empresarios de explotar y saquear el país, destruir territorios, avasallar los derechos de las comunidades indígenas y de manejarse como gobierno de manera autoritaria. Van a avanzar con planes brutales contra nuestras condiciones de vida”.

Por su parte, la compañera de Morandini concluyó: “Es una persecución ideológica y material, violación de la intimidad, espionaje. Este absurdo es la pura demostración de un poder que ya no tiene la legitimidad que tenía, pero que pone en juego la libertad de las personas y la posibilidad de organizarse y expresarse libremente, aunque sea para hacer un chiste sobre un tema intrascendente. La sensación es que hoy, en Jujuy, estamos todos en libertad condicional”.

Más órdenes de detención

El viernes 5 el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales de Jujuy comunicó que toda la comisión directiva que encabeza Sebastián López tiene orden de detención. La noticia llegó en el marco de la intensa lucha de los estatales por la ola de despidos a nivel municipal. La causa que les endilgan estaría vinculada a los hechos ocurridos en junio en la provincia, durante la resistencia a la reforma constitucional inconsulta de Morales. López dijo que el gobierno provincial busca “descabezar al gremio”, y destacó que él y sus compañeros “siempre estuvieron a derecho”.

La provincia vive una intensa crisis similar a la que hay a nivel nacional por los despidos masivos. En 26 hospitales y centros de salud hay amenazas de cesantías de contratos.

Cuatro décadas de resistencia campesina

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Guido Corvalán, referente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero, cuenta cómo se construyó su organización contra el avance de los terratenientes. La resistencia pacífica contra las armas, el esclarecimiento de la conciencia de los habitantes rurales y el desafío de demostrar que el monte no es basura sino vida.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
¿Dónde está Don Aguirre?

¿Dónde está Don Aguirre?

Eduardo Aguirre se encuentra desaparecido desde el 10 de septiembre, tras caer en las aguas del Río Uruguay durante una intensa lluvia. La querella de la familia apunta a una mala praxis ejercida por las fuerzas policiales de la provincia.

Eduardo Jorge Aguirre tiene 72 años y está desaparecido desde el 10 de septiembre. La denuncia fue radicada por su hija, Mariela, en la comisaría de Monte Caseros, ubicada en la provincia de Corrientes. No fue sino hasta el 21 de octubre que el 911 le informó que su padre se había arrojado a las aguas del Río Uruguay en la zona del Murallón el lunes 11 de septiembre, a las 19:56 horas. Durante un periodo de 40 días, la policía no revisó las grabaciones de las cámaras. En lugar de seguir la ruta y trazabilidad de los últimos momentos de Eduardo, la fiscalía a cargo de Ricardo López Ruiz optó por investigar a familiares y allegados a través de allanamientos y el uso de perros rastreadores. 

Los abogados de la familia denunciaron la manipulación de una serie importante de videos, porque esas imágenes son un material esencial en el cual, sospechan ellos, podrían existir evidencias y pruebas que determinen que Don Aguirre haya sido primero levantado por un móvil (policial o de un tercero) y luego inducido para arrojarse a las aguas del Río Uruguay en la zona del Murallón el día de su desaparición.

Las secuencias de los registros fílmicos obtenidos de cámaras particulares –las grabaciones del Kiosco “Homero” principalmente– han sido recortadas. Estos registros aún están en posesión de las autoridades la Policía de la provincia y no han sido incorporados al expediente de la investigación. La manipulación de los videos implica una falta de garantía para la integridad de las pruebas recopiladas. El 11 de septiembre de 2023, a las 18:47:17, se observa a Eduardo resguardarse de la lluvia bajo el alero del kiosco Homero. Sin embargo, 30 segundos después, el video es recortado y continúa recién a las 19:36:35. En consecuencia, no hay registro de lo sucedido durante los 49 minutos omitidos, lo que imposibilita conocer los eventos ocurridos en esa esquina durante esa franja horaria.

A partir de las grabaciones de las cámaras del 911, se ha logrado documentar el momento en que Aguirre ingresa y desaparece en una zona turbulenta y crecida del Río Uruguay, el 11 de septiembre a las 19:54. Desde las 18:47 (en el kiosco) hasta las 19:54 (en la zona del Murallón), transcurre un lapso de 1 hora y 5 minutos. La distancia entre ambos lugares es de dos km, lo cual, en medio de una fuerte lluvia, resulta improbable que una persona de 72 años haya podido recorrer esa distancia en ese tiempo. Los acontecimientos y las incógnitas involucran a las autoridades de la Policía provincial y del Ministerio de Seguridad de Corrientes.

La querella está conformada por la hija de Eduardo, Mariela Aguirre, en colaboración con los abogados Rodrigo Godoy (fuero provincial) y Gustavo Marano (fuero federal). En diálogo con ANCCOM, Mariela, afirma que la justicia no busca como corresponde el cuerpo de su padre. La hija de Eduardo Aguirre expone lo dicho por la policía: “Dicen que lo levantaron y lo llevaron a un domicilio equivocado, así como también que una mujer de un auto blanco lo abordó y lo dejó en la comisaría”. Es importante señalar que la familia que compartía vivienda con su padre ha declarado que la policía solía llevarlo a su domicilio, pero en esta ocasión no sucedió de tal manera. Mariela destaca que la Prefectura Naval afirmó haber recibido un llamado anónimo, para llegar “casi 12 minutos después” de la caída de Eduardo. Así como también del móvil policial no desciende ninguna persona y, tras un minuto de espera, abandona la zona. Según los legajos judiciales, Eduardo Aguirre “habría sido atendido por 4 o 5 personas de Prefectura” aquel 11 de septiembre pasadas las 19:45hs.

El martes 19 de diciembre, en una audiencia citada por la Fiscalía de Monte Caseros, Mariela Aguirre declaró que la Prefectura Naval afirmó recibir una “llamada de emergencia” de lo cual luego se desdijeron al decir que “no era muy de emergencia”. Las cámaras del 911 registran que el móvil de la Prefectura estuvo solamente 45 segundos en la zona del desenlace final. 

A la familia y sus letrados les resulta extraño que no se hayan introducido buzos para rescatar el cuerpo, así como también el comprender por qué no aparece el cuerpo, que se lo ha visto caer en las aguas. La responsabilidad recae, entonces, también sobre esa fuerza de seguridad.

¿Inoperancia, encubrimiento o ambas?

 El 20 de diciembre, Mariela Aguirre tuvo una audiencia con el fiscal López Ruiz “para darle vista al expediente”. Ella destaca que las filmaciones particulares estuvieron “en posesión” de la policía desde el 21 de octubre, retiradas por personal técnico del Poder Judicial de la propia fiscalía, junto a un agente de la Policía provincial, hasta el 2 de diciembre, fecha en la que fueron solicitadas por el abogado Godoy. Todos los implicados en el manejo de los registros fílmicos fueron citados a declarar por parte de los denunciantes.

Mariela y su equipo están comprometidos en la búsqueda de la verdad y la clarificación de los hechos. El abogado Rodrigo Godoy solicitará el apartamiento de las fuerzas policiales de la investigación y presentará un escrito para requerir que las declaraciones testimoniales se lleven a cabo nuevamente. La intromisión oficial podría haber obstaculizado y objetado el progreso de las investigaciones. La parte demandante espera que durante la feria judicial de verano se realicen estas nuevas testimoniales con la presencia de la querella.

Guillermo Galantini –integrante de la Coordinadora por los Derechos y la Justicia y de la Junta Promotora de la CTA, quien participó de la difusión del caso de Nino Largueri, el joven de esa misma localidad secuestrado y torturado por la policía el 14 de agosto de 2015– se hizo algunas preguntas. ¿Cuál sería el móvil para recortar y sustraer de las cámaras particulares del Kiosco Homero un rango de tiempo de casi 50 minutos? ¿Acaso hay un tercero involucrado que se ve levantando a Don Aguirre? ¿Acaso es un móvil policial el que hace ese levante del hombre que permanece desaparecido? ¿Por qué motivos el Fiscal no exploró esta línea de investigaciones y permitió que las secuencias fílmicas permanecieran por 80 días en poder de la policía?

“Hay que denunciar en todos los foros que la administración de justicia correntina entorpece y busca la impunidad en hechos gravísimos como es la desaparición de personas; que no es un funcionario aislado, sino la coordinación persistente y encubridora de una red de instituciones, que se ponen de acuerdo para llevar adelante un proceso de limpieza social, y que se sostiene en el marco de una cultura conservadora y clasista, configurada y auspiciada por el poder político de la provincia”, expresó Galantini. 

A instancias de otra activista histórica de los derechos Humanos en Corrientes, Hilda Presman, agregó: “Bajo estos esquemas ideológicos se mueven los elementos de las instituciones para hacer desaparecer pobres, viejos e inválidos; los expulsan por improductivos, los desaparecen pensando que nadie va dar nada por ellos y, finalmente, buscan ocultar sus complicidades apuntando a la impunidad y a seguir gobernando con el miedo”. 

Del Consenso de Washington al consenso de las commodity | Estuve ahí

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Enrique Viale, presidente de la Asociación Argentina de Abogadas y Abogados Ambientalista, explica cuáles son las consecuencias sociales de haber pasado de la agricultura al agronegocio. El impacto de las semillas transgénicas, el glifosato y el fracking y la judicialización a los dirigentes que los enfrentan como forma de evitar la resistencia. ¿Existe la dicotomía entre ambientalismo y desarrollismo soberano? ¿Cómo se vincula la deuda externa con el extractivismo?

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

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Otra policía se disfrazó de periodista

Otra policía se disfrazó de periodista

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos De Córdoba denunció al ministro de seguridad provincial, Juan Pablo Quinteros, al jefe de Policía local, Leonardo Gutiérrez y a la sargento primero Claudia Melián Aranibar, a quienes acusó de haber realizado inteligencia interior ilegal en la marcha del 20 de diciembre. En vez del uniforme de la fuerza, la mujer -que tomaba fotografías- utilizaba chaleco de prensa.

La manifestación contra el gobierno de Milei y posterior represión policial del 20 de diciembre en la provincia de Córdoba contó con un elemento adicional: horas antes del inicio del cacerolazo una oficial de esa fuerza se infiltró como periodista. La APDH hizo la denuncia penal por inteligencia ilegal.

La primera protesta con ruido de cacerolas en la ciudad Capital de Córdoba, frente al céntrico Patio Olmos, había sido convocada por el Polo Obrero con el objetivo de recordar los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001, y también para rechazar las medidas tomadas por el presidente Javier Milei. Esa misma tarde del cacerolazo, previamente a la represión por parte de la policía local, hubo tareas de inteligencia hacia los manifestantes, una acción explícitamente prohibida por la ley.

Fueron algunas de las personas que estaban marchando las que detectaron que una persona tomaba fotos con la cámara de un celular, usando un chaleco beige que en la espalda llevaba escrito en grandes letras negras “prensa”. Pero no era una fotoperiodista. Un manifestante le consultó a qué medio pertenecía y ella respondió “prensa independiente”. Con el correr de las horas, con los videos de la marcha que se viralizaron, varios usuarios detectaron que la mujer de chaleco beige se llamaba Claudia Susana Melián Aranibar y que es miembro de la Policía de Córdoba.

Cerca de las 22, los manifestantes superaban los 3.000 y como la plazoleta donde estaban les quedó chica, bajaron a la calle. Fue el inicio de la represión que incluyó palazos, gases e incluso balas de goma. Hubo cinco detenidos, entre ellos el periodista Rodrigo Savoretti, del sitio Enfant Terrible.

Antes del inicio de la feria judicial de verano, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) realizó una denuncia contra el ministro de seguridad de la provincia de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, el jefe de Policía de Córdoba, comisario general Leonardo Gutiérrez y la sargento primero Claudia Melián Aranibar, a quienes acusó de haber realizado inteligencia interior ilegal. La acusación quedó formalizada ante el fiscal Luis Fernando Micheli. Por su parte, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Córdoba también presentó una querella en igual sentido.

Guillermo Torremare, presidente de la APDH Nacional, dialogó con ANCCOM y señaló que la infiltración policial viola tres leyes nacionales. “Un funcionario policial se infiltre en una movilización popular, ocultando su rol de policía y haciéndose pasar por un periodista, es contrario a la Ley de Inteligencia, de Seguridad Interior y de Defensa”, expresó. También destacó que podría configurar otros delitos del Código Penal, como el abuso de autoridad y el incumplimiento de deberes de funcionario público. 

Torremare remarcó que “las fuerzas policiales se meten en movilizaciones presumiendo que tienen algún contenido delictual que ellos deben prevenir o custodiar, lo cual es contrario al actuar policial, por eso denunciamos para que se investiguen estas conductas”.

Por otro lado, indicó que la denuncia fue presentada y que próximamente “la justicia va a disponer algunas medidas”. El objetivo de iniciar el camino de la querella legal es que “se censure judicialmente todo tipo de acción de inteligencia policial sobre movimientos de derechos humanos, movilizaciones populares que se expresan frente a cualquier hecho concreto”.

A su criterio, la inteligencia policial tiene que estar destinada a prevenir el delito en aquellos ambientes en los cuales se presume que se pueden cometer delitos. “Las movilizaciones populares no son ambientes donde se presume que se pueden cometer delitos, por eso a nuestro juicio estas acciones están encaminadas a criminalizar protestas, reclamos, marchas”, indicó.

“Queremos que las fuerzas de seguridad y la política sean respetuosas de los derechos de las personas a manifestarse con absoluta libertad y sin ser espiados; cuando se da este tipo de espionaje se vulneran derechos elementales de las personas a participar y a expresarse. En un país donde existe libertad de conciencia y donde estos derechos están garantizados, el Estado no puede tomar estas medidas como las que nosotros estamos denunciando”, afirmó Guillermo Torremare.

Reiterada mala costumbre

No es la primera vez, y probablemente no será la última, que alguna fuerza policial o de seguridad viola la legislación vigente para realizar tareas de inteligencia interior.

La Comisión Provincial por la Memoria, cuya mesa integra Torremare, ha denunciado tareas de inteligencia ilegal en perjuicio de familiares de la Masacre de Monte y de familiares del joven Germán Gómez en julio de 2019, encontrado muerto en la comisaría de Alejandro Korn. También de Lucas Verón, cuando en el transcurso del juicio realizado en la Universidad de La Matanza de jurisdicción federal, policías bonaerenses fotografiaron a familiares y referentes de organismos de derechos humanos y sociales que acompañaron el juicio. 

En la Policía Federal nunca fue desmantelada la sección Cuerpo de Informaciones a la que pertenecía el agente Américo Balbuena, condenado por espionaje tras haber estado infiltrado una década en la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh. A la misma división pertenecía el espía Iosi Pérez, infiltrado en la AMIA, la mutual de la comunidad judía, cuya historia fue recogida por el libro de Miriam Lewin y Horacio Lutzky, y luego por una serie de Netflix. 

El macrismo fue especialmente propenso a cruzar la línea de la legalidad para espiar, por ejemplo, a los familiares de las víctimas del hundimiento del submarino ARA San Juan. Sin embargo, desde el libro Azul del ex ministro del Interior Carlos Corach en adelante, pasando por el espionaje de Gendarmería Proyecto X en 2011, en todas las administraciones hubo uniformados espiando a quienes se organizan, protestan y reclaman. El gobierno de Pablo Llaryora, en Córdoba, no parece ser una excepción.

 

El Código Penal como mordaza y la represión policial sin límites

El Código Penal como mordaza y la represión policial sin límites

El mega proyecto de reformas que Javier Milei llevó al Parlamento cercena el derecho a la protesta, amplia el terreno para el gatillo fácil y legitima la defensa por mano propia. «Remite a la dictadura», dice el juez penal Adrián Martin.

Despliegue policial en la movilización aniversario del 20 de diciembre de 2001. 

El presidente Javier Milei presentó en la Cámara de Diputados este miércoles 27 de diciembre el proyecto de «Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos». 

El proyecto se erige, con sus más de 360 páginas y 664 artículos, en el epicentro de una avalancha reformista aún más amplia: aquella con la que el Poder Ejecutivo busca llevar a fondo sus políticas de desregulación y desguace del Estado a menos de un mes de su asunción.

En la propuesta -referida también como “Ley Ómnibus”- se pide al Congreso la aprobación de una serie de reformas en materia económicas, impositivas, previsionales, electorales, entre otras. Además de la delegación de las facultades legislativas en el Poder Ejecutivo por dos años, con posibilidad de extenderla a cuatro. Otro punto central son las propuestas de modificación del Código Penal. ¿Qué dice el proyecto específicamente en cuanto a esta área?

Las modificaciones principales o más paradigmáticas del proyecto en lo referente a la seguridad son dos, según Adrián Martin, juez penal y profesor de Derecho Penal en la UBA y en UNPAZ. La primera es la que afecta el actual Artículo 194, agravando una disposición que ya era problemática de por sí. “Amplía la penalización a quienes organicen manifestaciones o las convoquen -amplía Martin-. Ello agrava la situación del ya problemático artículo, pero además le agrega una regulación administrativa la cual van a poner a jugar en conjunto con esas disposiciones penales: la de la autorización previa del Ministerio de Seguridad”. 

Señala que el 194 siempre existió y que, históricamente, fue a través de él que se convalidó la represión de muchas protestas sociales. Sin embargo la transformación propuesta podría hacerlo aún peor. Martin explica que, al exigir una notificación ante el Ministerio de Seguridad, se genera una especie de andamiaje burocrático truculento que, ya de por sí, provoca la obstaculización de la protesta. Pero no solo eso: “Además -agrega-, el Ministerio puede no autorizar la protesta o modificar el lugar o la hora, lo que puede es desvirtuarla completamente, licuar su sentido y que nadie se entere de nada”. 

“Lo que agrava aún más la cuestión -añade Martin- es que considera una reunión a cualquier grupo de tres o más personas. Es ridículo… o directamente, una remisión a la dictadura”.

En esto coincide Mariano Fusero, abogado, Presidente Honorario de RESET (asociación especializada en políticas de drogas y derechos humanos), y miembro del comité de Ética del Instituto Knowmad de Alemania. Fusero señala que la idea de la modificación del Artículo 194 es que el hecho punible no sea solo la obstaculización del libre tránsito, sino cualquier grado de participación en la convocatoria, organización y participación en el ejercicio pleno del derecho humano y político a reunirse, expresarse, manifestarse y oponerse a las medidas de gobierno. Resulta familiar: como dijo Martin, una remisión a la dictadura. Eiminando esta clase de instancias, el proyecto de normativa busca reducir la democracia al voto.

“Lo que agrava aún más la cuestión -añade Martin- es que considera una reunión a cualquier grupo de tres o más personas. Es ridículo… o directamente, una remisión a la dictadura”.

La segunda modificación no hace más que atar con moño el posible nuevo panorama en lo que respecta a la seguridad interna. Se trata de la transformación del Artículo 34 del Código Penal. “La propuesta en cuanto a este artículo habilita la violencia institucional bajo la figura de legítima defensa o cumplimiento del deber, haciendo que los requisitos muy estrictos para avalar una legítima defensa -y más aún cuando es utilizada por las fuerzas de seguridad-  sean flexibilizados al extremo” cuenta. 

“Uno de los requisitos de la legítima defensa -ejemplifica Martin- es que el medio empleado para repeler la agresión ilegítima sea proporcional. Ahora la modificación agrega que la proporcionalidad debe ser interpretada siempre en favor de quien obra en cumplimiento del deber -la policía-. Frutilla de esa regulación es que le prohíbe a quien es lesionado o a la familia del fallecido accionar judicialmente contra la figura policial responsable”. 

El camino del proyecto de ley en cuanto al área penal está delineado: flexibilización para las fuerzas de seguridad y amordazamiento de quienes se opongan. 

“La regulación del derecho pierde legitimidad cuando su objetivo es la anulación plena de su ejercicio -expone Mariano-. Puede que estas medidas estén direccionadas a cautivar o representar las ansias represivas de un sector social hastiado de las manifestaciones de quienes consideran Otros, cuando no Orcos. En esa construcción del enemigo está el germen de su aniquilación y sobre ello debemos ser cautelosos, porque lamentablemente tenemos experiencia histórica”.

Movilización en Tribunales contra el DNU presidencial el 27 de diciembre. 

“Creo que estamos presenciando la afrenta institucional y constitucional más grave desde el regreso de la democracia hace 40 años -dice al respecto Fusero-. Los DNU son una herramienta de excepción constitucional ante la circunstancia de que el Poder Legislativo no pueda sesionar, por ejemplo, ante una pandemia. Y existen materias sobre las cuales no pueden versar. Todo ello fue abolido por el gobierno actual y se plasmará en una aberración histórica constitucional si no es frenado oportunamente por los contrapesos que deben ejercer los otros poderes del Estado, Legislativo y Judicial”.

“El gobierno actual no fundamenta necesidad y urgencia alguna para la utilización de dicha herramienta excepcional en materias de lo más disímiles. Pretenden derogar o modificar cientos de leyes de nuestro sistema normativo obviando el Congreso Nacional. Imponer de facto su plataforma de gobierno”, concluye Fusero.