“El grito de las diversidades que existen”

“El grito de las diversidades que existen”

El pasado sábado vecinos y vecinas junto a diversas agrupaciones del Barrio Padre Carlos Mugica de la Villa 31 de Retiro se movilizaron en la V Marcha del Orgullo Trans Villera Plurinacional. Distintos reclamos como la Ley Integral Travesti, políticas públicas para el acceso a derechos y cumplimiento del cupo laboral trans estuvieron en el centro de la jornada.

Este sábado vecinos y vecinas junto a diversas agrupaciones del Barrio Padre Carlos Mugica de la Villa 31 de Retiro se movilizaron en la quinta Marcha del Orgullo Trans Villera Plurinacional por reclamos para la comunidad LGBTIQ+ como la Ley Integral Travesti, políticas públicas para el acceso a derechos y cumplimiento del cupo laboral trans en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La concentración comenzó a las 15 en las calles 3 de Diciembre de 2009 y Ulla Ulla, y luego festejó y recorrió el barrio.

El calor facilitó que fluyera la alegría de quienes se movilizaron en una caravana de motocarros, banderas, globos, brillos glitter, música y megáfonos. «Señor, señora, no sea indiferente se matan las travestis en la cara de la gente», fue el canto más repetido para generar que haya más visibilidad de las diversidades.

«Este año marchamos otra vez con orgullo en la Villa 31, con todas las compañeras, compañeros, vecinos, organizaciones, instituciones y toda la gente que está acá presente», dijo a ANCCOM Marcina Perlinco, militante de la Casa de la Diversidad Trasvillera, al tiempo que destacó que su reclamo sigue siendo por el cupo travesti trans, una vivienda digna, más oportunidades y que el desarrollo social funcione para los emprendimientos de la comunidad Travesti y Trans. «La marcha plurinacional del orgullo es convocada todos los años a travesti-trans, maricas, tortas, lesbianas y de todo el colectivo LGBTIQ+ de las villas, para que las personas marchen sin miedo a ser discriminados», señaló Perlinco.

Por otro lado, Dianazo López García, referente de la organización Gondolin, en diálogo con ANCCOM dijo que la Villa 31 «siempre nos abrió los brazos, con Martina Pelinco que fue la que impulsó todo esto, porque fuimos vulneradas, marginadas, excluidas y la sociedad fue cómplice de todo esto».

La legisladora porteña por Unión por la Patria, María Bielli, estuvo presente y habló con ANCCOM: «Soy militante de la 31 desde hace mucho tiempo y me convoca un grito que representa esta movilización, que es un emblema para poder decir que las diversidades existen, tienen que ser visibles, reconocidas y que existen en estos barrios». De este modo, habló sobre la importancia de la demostración del orgullo de «ser diverso y que las organizaciones y quienes militamos por la ampliación de derechos y por la igualdad, estos espacios nos convocan para seguir estando, por la libertad de ser quienes queramos ser».

Por su parte, Walter Jiracoy, ex candidato a comunero y militante de la 31, señaló que lo más importante de la marcha es volver a reivindicar los derechos de la comunidad LGBTQ+, en los barrios, ya que se sufren discriminación. A su criterio, el deseo es que los vecinos y vecinas lo vean como «algo normal, no algo que está alejado, o algo que suceda solamente una vez por mes, empezar a normalizar la comunidad LGBTQ+ en el barrio 31 y que ojalá pueda confluir todos los barrios, confluir en una sola marcha grande como la del 4 de noviembre».

La Marcha del Orgullo nació en 1970 en Nueva York, pero fue concebida como un acto militante en Los Ángeles y realizada desde una perspectiva de celebración, festejo. La marcha también se dio en San Francisco y Chicago hasta que llegó a varios países y se consagró a nivel mundial. En Sudamérica la primera movilización de estas características tuvo lugar en Argentina, el 2 de julio de 1992 en Buenos Aires, desde Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación. Ese día unas 300 personas marcharon bajo la consigna «Libertad, Igualdad, Diversidad», al tiempo que algunos manifestantes cubrían su rostro con máscaras de cartón, para no ser identificados. La Marcha del Orgullo siguió haciéndose todos los años en Buenos Aires cada 4 de noviembre.

A pura pantalla queer

A pura pantalla queer

La décima edición de Asterisco, el Festival de Cine LGTBIQ+ se desarrollará esta semana en Buenos Aires.

La comunidad LGBTIQ+ florece junto a la primavera y, en el marco de la marcha anual por la reivindicación y lucha de sus derechos, se llevan a cabo diversas actividades culturales. En este contexto, del 26 de octubre al 5 de noviembre se estará realizando la décima edición de Asterisco, el festival Internacional de cine LGBTIQ+ en el que se podrá disfrutar de una selección y posterior competencia de cortos y largometrajes. Además, habŕa una serie de actividades culturales en varios puntos de la ciudad de Buenos Aires. La proyección inaugural será en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), este jueves a las 21. En esta edición se trata de la película de estreno mundial Tencha Reina, de Maruja Bustamante.

El festival, ya desde sus inicios por 2014, intenta replantear los distintos horizontes de lo que lo que se siente y piensa como cine y busca explorar “el presente, pasado y futuro de nuestros deseos desparramados en las películas”. En sus inicios, tuvo un enfoque predominantemente internacional, ya que el cine argentino aún no ofrecía muchas alternativas. Sin embargo, el boom de producciones nacionales hizo que, desde la organización del evento, se celebre que cada vez más películas locales sean parte de la grilla. “Este año tenemos las competencias argentinas más extensas, tanto en formato de largo como de cortometraje y varias son estrenos mundiales. Hay cineastas que eligen Asterisco para mostrar sus obras por primera vez en público”, afirman felices sus organizadorxs.

Sumándose a la gran presencia del cine latinoamericano y del Caribe con producciones de Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Panamá y Puerto Rico, la faceta internacional del festival se intensifica. En la edición de este año cineastas como el canadiense Theo Jean Cuthand, quien presentará sus trabajos en el país por primera vez, y el director israelí Yair Qedar serán partícipes del evento.

 

 

El festival, además del MALBA, contará con otras siete sedes entre las que se encuentra el Centro Cultural Kirchner (CCK), el Centro Cultural Recoleta, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el Museo del Cine, el café teatro Hasta Trilce, el Centro Cultural Otra Historia y el bar Puticlú.

El distintivo de esta décima edición del festival es la fuerte relación entre el cine y el mundo del arte, la programación de videoarte y el video performance de la escena local. Los ejes transversales de esta propuesta consisten en abordar retrospectivamente los 20 últimos años de la obra de Cristina Coll, los vídeos de Martín Sichetti y Alberto Passolini y la recuperación de las reflexiones sobre cine y video del programa El Banquete Telemático de Federico Klemm entre 1994 y 2002, que fue recientemente inventariado y digitalizado por el Museo del Cine.

Gran parte de las actividades del evento serán de ingreso libre y gratuito por orden de llegada. Sin embargo, la entrada general a la proyección inaugural y al resto de las proyecciones en el MALBA costarán 1.600 pesos, excepto estudiantes, jubilados y Malba Amigos que tendrán un descuento de 800 pesos. La oferta de films que se podrán ver, los cronogramas con los horarios y sedes, junto con los anuncios sobre el evento, se encontrarán en las redes sociales de Asterisco.

¿Tres años de cárcel o veinticinco en un banco?

¿Tres años de cárcel o veinticinco en un banco?

“Los delincuentes”, la película que representará a la Argentina en los premios Oscar, se estrena este 26 de octubre en salas de todo el país. ANCCOM conversó con el director Rodrigo Moreno y el actor Esteban Bigliardi sobre una historia que invita apensar qué es la libertad, el trabajo y el tiempo.

«No me interesaba que el objetivo del protagonista fuera convertirse en millonario», dice Moreno, el director.

Este 26 de octubre se estrena en salas Los delincuentes, última obra del director y guionista Rodrigo Moreno. La película, que luego tendrá su presentación mundial en la plataforma Mubi, se encuentra en carrera para ser seleccionada a los premios Oscar 2024.

Los delincuentes recibió premios en festivales internacionales como el Jerusalem Film Festival, el Festival de Lima PUCP y el New Horizons International Film Festival de Polonia. En mayo, fue seleccionada para presentarse en el Festival de Cannes, entre otros, donde recibió excelentes críticas de The Guardian, The New York Times y Rolling Stone, además de un 95% de calificación positiva en el Ranking Rotten Tomatoes.

Los delincuentes parece una clásica historia de atracos, pero termina siendo algo más. Narra la historia de Morán (Daniel Elías), un salteño empleado de un banco que vive en pleno centro de Capital Federal. Harto de su vida rutinaria, un día aprovecha la ausencia de su compañero Román (Esteban Bigliardi) para robar la suma exacta de todos sus salarios hasta su jubilación, multiplicado por dos. ¿Por qué el doble? Para completar su plan, utiliza a su compañero Roman como cómplice, a quien convence de guardar el dinero mientras él se entrega en una cárcel de Córdoba. A Morán no le interesa una vida de lujos, simplemente pretende dejar todo atrás para vivir una vida tranquila y digna: “Es simple. Son tres años en la cárcel o 25 en el banco”.

Así comienza una travesía de tres horas con numerosos saltos temporales en los que se cruzan las perspectivas de los protagonistas entre el centro porteño y una sierrita en la provincia cordobesa. A través de diferentes situaciones, Los delincuentes invita a la audiencia a cuestionarse acerca del concepto de libertad ligado al trabajo, el uso del tiempo y la ruptura de lo rutinario. La película también está acompañada de un elenco excelente: Margarita Molfino, Laura Paredes, Germán de Silva, Mariana Chaud, Cecilia Rainero, Javier Zoro Sutton, Iair Said, Adriana Aizenberg, entre otros, junto con la aparición estelar del escritor Fabián Casas.

Daniel Elías y Esteban Bigliardi protagonistas de Los delincuentes.

Una película en constante producción

Rodrigo Moreno inició el rodaje hace cinco años, en 2018, aunque el proyecto nació mucho antes. La idea original era hacer un remake de Apenas un delincuente (1949), un policial argentino dirigido por Hugo Fregonese. La premisa es muy similar, un hombre quiere robar un banco, guardar el dinero y vivir tranquilo: “Lo que pasaba era que no me interesaba el protagonista y no me interesaba su objetivo, el de ser millonario. Entonces la dejé de lado y seguí haciendo las películas que hice después. Me acuerdo de haber terminado Un mundo misterioso (2011) época en donde se me ocurrió desdoblar el personaje, que no sea una cuestión de robar plata para ser millonario sino de robar tiempo. Algo de eso me interesó. Y ahí empecé a escribir”, explica el director de El custodio.

Muchas de las decisiones técnicas y artísticas se definieron durante la filmación de la película: el guion no fue la excepción. Fue reescrito reiteradas veces a lo largo de la producción y etapa de edición. Esto no significó inconveniente para Esteban Bigliardi, actor que fue convocado de inmediato. Bigliardi trabajó anteriormente con Moreno en Un mundo misterioso  (2011) y Reimon (2014): “En realidad yo casi no tengo que decir que ‘sí’ con Rodrigo, porque trabajamos juntos hace más de diez años. Cuando escribe, sé que ese personaje que me está ofreciendo lo escribió para mí. Es una persona con la que no tengo que leer el guión para aceptar. Somos como una especie de familia artística junto con los otros actores y actrices del elenco”, comenta el actor y agrega: “Rodrigo escribe muy buenos guiones, me encantó. Tiene un humor latente todo el tiempo y unas vueltas que lo hacen muy atractivo”. 

Las decisiones que se fueron tomando sobre la marcha, marcan un estilo descontracturado propio de un cine de autor. Moreno combina diferentes elementos y técnicas audiovisuales provenientes del cine clásico junto con una Buenos Aires contemporánea ambientada con música de Pappo y Piazzolla. Al mismo tiempo logra escenificar una atemporalidad dentro de diferentes escenarios, como el banco y la cárcel cordobesa. Construye un ambiente donde es imposible no sumergirse.

“Hay muchas cosas que pertenecen al mundo del azar”, explica el director. “Me di cuenta como director, que dirigir no se trata de controlarlo todo, sino, o por lo menos como yo lo interpreto, de crear un territorio en el que puedan convivir diferentes cosas. La incertidumbre de si eso efectivamente combina supongo que es la fuerza que tiene la película”, agrega. El proceso en el que se filmó la película acoge con la misma efectividad la idea que plantea: “Hay una cantidad de cosas que yo nunca estuve seguro hasta último momento si responden al mismo tono o lenguaje. Una época donde todo tiene que ser tan cuidado o tener una explicación, es complicada para la creación. Arrogarme a esa libertad, tiene que ver con eso. Hay algo emocional que tiene la película, que te conduce a, bueno, ‘este es el mundo’”.

 

El film utiliza el robo a un banco como metáfora para abordar un dilema existencial que da vueltas en torno al concepto de libertad: ¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar?

El film utiliza el robo a un banco como metáfora para abordar un dilema existencial que da vueltas en torno al concepto de libertad: ¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar? “Un poco lo que plantea la película es el día a día de todos. Tanto como de un director de cine, un pintor o un músico. La sociedad en la que vivimos generalmente estructura todo mucho más. Vas al colegio, a la universidad, conseguir un trabajo, trabajás, tenés vacaciones. La película busca romper un poco con eso y abrirse a lo que pueda pasar, a disponer de ese tiempo para hacer lo que uno quiere”, reflexiona al respecto su protagonista.

Si bien puede que no comparta el mismo idioma hollywoodense que atrapa a la mayoría de los públicos, la obra de Rodrigo Moreno no fue pensada con el objetivo de ganar todos los premios. Sin embargo, es notable el alcance y el reconocimiento mundial que recibió. En un contexto político donde el concepto de libertad se presenta contradictoria hasta el peligro, su narrativa ambiciosa y las figuras que rompen con lo cotidiano invitan a la audiencia a re-repensar estas ideas.

El Central banca al arte

El Central banca al arte

En el CCK se exhibe una muestra de las obras galardonadas en los últimos 15 años en el Premio Nacional de Pintura, otorgado por el Banco Central. Obras de León Ferrari, Gyula Kósice, Sara Facio y Clorindo Testa conviven con artistas de las nuevas generaciones.

En la sala 607 del Centro Cultural Kirchner (CCK) puede visitarse una muestra que reúne obras galardonadas por el Premio Nacional de Pintura otorgado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) durante los últimos 15 años. 

Hasta el 19 de noviembre  se lleva a cabo la exhibición,  que invita a explorar la identidad del arte con sello argentino. La muestra representa un recorrido por la historia más reciente de la creación local, en la que dialogan obras de artistas históricos como Sara Facio, León Ferrari o Clorindo Testa con las nuevas generaciones..

Se presentan más de 40 obras del patrimonio del Banco Central de la República Argentina (BCRA), conformado a lo largo de 15 años a partir del Premio Nacional de Pintura.  El certamen inició en 2007 con el propósito de promover el arte contemporáneo argentino y el acceso a la producción visual. Con esta misión, hasta la fecha, se adquirieron más de 100 obras de artistas locales. A partir de una muestra itinerante, la colección recorrió varias provincias de nuestro país democratizando e incentivando el acceso al arte por parte de la comunidad. 

En ocasión de esta exhibición, se ha realizado una selección a partir de las categorías de Gran Premio Homenaje, Primer Premio, Primera Mención Jóvenes Artistas, Premio Jóvenes Artistas y Primer Premio Jóvenes Artistas. Rodrigo Alonso, a cargo de la curaduría de la muestra, explica: “Lo que estamos haciendo es, habiéndose cumplido esta edición número 15, hacer una suerte de recopilación de todas las obras que ingresaron al patrimonio. Con esto se va a hacer un libro de la colección del museo, y hacemos una presentación pública que se está exhibiendo ahora”.

Al ingresar a la sala 607 del Centro Cultural Kirchner nos adentramos en el corazón de la pintura contemporánea argentina: diversa, multicromática y vibrante. El crisol de elementos presentes en las obras abarca desde rostros y cuerpos perfectamente delimitados hasta retratos de lo urbano y la naturaleza, y se extiende hacia construcciones más abstractas a través de la combinación de líneas, círculos, rayones, rasgaduras y cadenas colgantes. Además, se aprecia una amplia gama de técnicas artísticas como la transferencia fotográfica, el diseño digital, el grafiti, la impresión sobre lienzo, el esgrafiado, entre otras. Esta diversidad de estilos y formatos refleja las múltiples maneras en que se narran las experiencias locales.

“Tenemos un criterio muy amplio en relación a qué es pintura. Vas a encontrar que no todo es pintura, óleo o acrílico sobre tela, sino que también algunas obras que son textiles, collage, digitales, fotografía o escultura. Se exhiben obras con diferentes materialidades”,  apunta el curador. La expansión de lo que se entiende por pintura permite explorar expresiones artísticas muy diferentes que se revelan en la muestra como una síntesis del potencial creativo del arte nacional. 

Las paredes se recorren con un resonar de agua de fondo. Se trata de “Gota de agua móvil azul y blanca” de Gyula Kosice, una escultura móvil que se encuentra ubicada en el centro apenas se ingresa y encandila a todos los espectadores con sus luces y sonidos. “Es un genio, lo vimos hace unos años”, comenta una mujer a su grupo de amigas. “Mira esto pa”, murmura un nene mientras tira del pliegue de una campera gris. “Que loco esto”, dice bajito una pareja casi al unísono. 

Otra obra que reúne miradas, galardonada por el Gran Premio Homenaje que reconoce la trayectoria de los artistas y su contribución en el fortalecimiento de la cultura es “Los muchachos peronistas” de Sara Facio. Se trata de una fotografía de 1974, correspondiente a la serie fotoperiodística sobre los funerales del presidente Juan Domingo Perón. Walter, que la descubre por primera vez durante su visita, comenta: “La foto se mantiene vigente. No importa cuántos años pasen.” 

La pluralidad presente en esta exposición va en sintonía con la diversidad de las personas que la visitan: tanto a solas como en grupos, de todas las edades, por momentos en silencio y por otros en bullicio, de estadías cortas o largas, de “este es un obsesivo” a “esto es hipnótico”. La marca de lo nacional se refleja tanto en las obras como en la gente, en una construcción conjunta que se retroalimenta todo el tiempo. 

La muestra “Premio Nacional de Pintura” puede visitarse de miércoles a domingos de 14 a 20 horas en la sala 607 del Centro Cultural Kirchner, ubicado en Sarmiento 151 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Es una invitación abierta a reconocer la riqueza de nuestra identidad cultural y un recordatorio de la importancia de nutrir y celebrar la creatividad local.

La imperiosa necesidad de pensar el presente

La imperiosa necesidad de pensar el presente

“Ensayos urgentes” compila reflexiones de diez especialistas de las Ciencias Sociales sobre el contexto político actual y lo que dicen y esconden los discursos y las propuestas que circulan.

«Hay una multiplicidad de climas y percepciones de la realidad que creo se nos escaparon a los cientistas sociales», dice Guillermo Levy, compilador del libro.

Ensayos Urgentes: para pensar la Argentina que asoma (Marea) es un libro que, como afirma Guillermo Levy, su compilador, se escribió en caliente tras los resultados de las elecciones PASO del 13 de agosto de 2023, donde Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, obtuvo el 29,86% de los votos. “Las elecciones PASO del 13 de agosto de 2023 nos dejaron con la sensación de que se habían quemado los libros con los que nos explicábamos el mundo y leíamos la política. Por eso decidimos volver a confiar en el libro como un dispositivo cultural de participación en el debate público”, se lee en el texto de contratapa.

Según Levy, el objetivo era escribir un libro al costo, rápido, potente y de divulgación. El resultado son nueve ensayos donde un grupo de especialistas de las ciencias sociales, conformado por Ricardo Aronskind, Myriam Pelazas, Lucas Arrimada, Franco Sasso Videla, Daniel Feierstein, Yamila Campo, Mariano Juárez, Andrés Ruggeri, Ariel Goldstein y Guillermo Levy reflexionan con urgencia sobre el presente de la Argentina. En diálogo con ANCCOM, Guillermo Levy, sociólogo y compilador del libro, Ricardo Aronskind, economista y docente, Daniel Feierstein, sociólogo e investigador del Conicet, reflexionan sobre la publicación de Ensayos Urgentes.

 “Estamos frente a la primera elección de los 40 años donde alguien que dice enfrentarse al peronismo, al radicalismo y la Iglesia católica, puede ganar una elección. Evidentemente la Argentina fue cambiando mucho estos años y en general no dimos cuenta del nivel de esas transformaciones. Hay una multiplicidad de climas y percepciones de la realidad que creo se nos escaparon a los ‘cientistas sociales’», reflexionó Levy.

Analizar el presente implica cierto desafío porque involucra un alto grado de incertidumbre y la constante evolución de variables que se entrelazan. “Pero a la vez, tiene un nivel de riqueza particular porque es un análisis que busca incidir directamente en los propios hechos que está analizando y en ese sentido es que este conjunto de ensayos lo que busca es poder pensar algunos elementos fundamentales de la coyuntura, con herramientas teóricas, consistencia y solidez y con la voluntad de incidir en el propio desarrollo de los hechos”, agregó Feierstein, sobre la publicación de Ensayos urgentes.

En su ensayo, Feierstein habla del odio y su relación con el surgimiento de las nuevas derechas. Para combatirlo, el autor considera que no alcanza con denunciarlo sino que también es necesario escuchar, que hay núcleos de verdad en aquello que se retoma. “Un núcleo fundamental tiene que ver con cierto posibilismo de la enorme mayoría del discurso político que hace que no se pueda construir esperanza sino que se plantea la frustración de aceptar lo existente como lo dado y ahí aparece algún horizonte de esperanza paradójicamente en el planteo de estas nuevas derechas”, afirmó. 

Feierstein identifica como núcleos de verdad que la política no supo escuchar a los altos niveles de inseguridad sostenidos en el tiempo, que desembocan en un aumento de la violencia que afecta la vida cotidiana de los sectores populares, la denuncia de la corrupción generalizada del sistema político y a un conjunto de transformaciones identitarias. En relación a estas transformaciones, las adjudica a un nuevo modelo de establecimiento del lazo social, al efecto de las redes sociales y las transformaciones en término de identidades de género. Según Feierstein, hay un desmoronamiento de ciertos elementos clásicos de la construcción identitaria. Es en esta ruptura que se construyó una distancia cada vez mayor entre representantes y representados. “Se tiende a pensar la política como algo ajeno, oscuro y sucio. En ese sentido es donde se monta esta denuncia antipolítica de las nuevas derechas”, planteó.

En su ensayo titulado “¿La cuarta estafa?”, el economista Ricardo Aronskind refiere a distintas estafas que llevó a cabo la derecha en Argentina para imponer sus intereses y plantea a la dolarización que propone el candidato a presidente Javier Milei como una posible nueva estafa. El autor considera que hay ciertas fantasías alrededor del concepto de dolarización, como creer que implicaría el fin de la inflación y una mayor capacidad salarial. “Para poder realizar una dolarización -afirmó Aronskind- es necesaria una pulverización de los ingresos de las mayorías vía un incremento violento de los precios que no sería acompañada de un incremento salarial semejante. Eso significa cobrar en dólares pero también tomar el colectivo, pagar el celular, comprar remedios en dólares”. Otra de las fantasías asociada a la dolarización es el resurgimiento del 1 a 1 proveniente de la década de los 90. “Cuando un político ‘tira’ una palabra tan ambigua como la ‘dolarización’, que genera un montón de fantasías pero que no tiene nada que ver con la forma de implementarla y lo que ocurriría después, lo que está haciendo es jugar con la ilusión de la gente. En ese sentido, creo que es una estafa muy astuta con una forma ingeniosa de manipular a la gente, dejándote creer que vas a hacer algo distinto de lo que realmente va a suceder”, sostuvo el economista.

Otra cuestión que oculta la dolarización es la utilización de los recursos naturales como garantía. Aronskind consideró que en un escenario de dolarización, los recursos naturales están en juego peligrosamente. Una de las propuestas para dolarizar realizada por un asesor de Javier Milei, dado que el Banco Central no cuenta con las reservas necesarias para realizar una dolarización satisfactoria, es pedir un mega préstamo internacional, utilizando recursos naturales como los que se encuentran en Vaca Muerta como garantía. “Es una forma muy evidente de poner a disposición de los grandes financistas internacionales parte de las riquezas más importantes que tenemos. Esto demuestra que Milei representa intereses completamente externos a los de nuestro propio país”, concluyó el economista.

Ensayos urgentes: para pensar la Argentina que asoma (Marea) puede descargarse de manera gratuita acá.

 

 

Prohibido mirar para otro lado

Prohibido mirar para otro lado

En un mundo donde la memoria parece no tener lugar, la obra comprometida de Boris Lurie, que se exhibe en Buenos Aires, se vuelve urgente y necesaria.

Collages, superposiciones y colores fuertes inundan el Pabellón II del Centro Cultural Borges. Allí se encuentran expuestas algunas obras del artista ruso estadounidense Boris Lurie (1924-2008), principalmente las pertenecientes al movimiento de vanguardia NO!Art, del cual él junto a Sam Goodman y Stanley Fische fue fundador.

Mientras la sala abre sus puertas para que la gente ingrese al mundo de Lurie, Cecilia González, curadora de la exposición en el Borges, sostiene que Memoria –tal es el título de la retrospectiva– refiere a la importancia de nuestra propia historia y a los hechos de horror e injusticia. Además, le rinde homenaje a la lucha del artista por mantener la memoria del Holocausto, más en el actual contexto internacional donde parece que los abusos y la violencia continuaron sucediendo después de la guerra.

“Esta muestra es muy oportuna, lo era antes para no olvidarse, pero hoy lo es más porque el terrorismo nos pone en peligro a todos en cualquier lugar”, agrega Liliana Olmeda de Flugelman, curadora de la exposición en la otra sede donde se exhibe, el Museo Judío.

Nacido en Leningrado y de familia judía, Lurie junto a su padre sobrevivieron a tres campos de concentración en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que su abuela, su madre, su hermana y su novia fueron asesinadas por los nazis en la masacre de los bosques de Rumbula. En 1946, él y su padre se exiliaron en Nueva York y ese año comenzó su carrera como artista.

Tal como se advierte apenas se ingresa a la sala del Borges, resultaría “imposible e injusto” intentar comprender la obra de Lurie sin una aproximación a su propia historia de vida y aún así es complejo.

Lurie fue un artista-activista que confrontó contra la guerra, la sociedad capitalista de consumo (sobre todo la estadounidense) y la cosificación de la mujer, y que en sus obras canalizó su trauma del Holocausto. En algunas de ellas apuntaba contra el racismo, el antisemitismo y la hipocresía social que encontró en los Estados Unidos de los años 60 y 70 durante la Guerra Fría, a través de la ironización del pop art y el impresionismo abstracto, corrientes artísticas hegemónicas del momento que –para Lurie– no mostraban la realidad y no hacían memoria.

González considera que “en la exposición se destaca como Lurie hace una confrontación con el consumismo y con la cultura estadounidense mediante el NO!Art, un movimiento social que se rebela contra las estéticas del momento por considerar que, al favorecer al mercado del arte, terminan favoreciendo el consumo. Al no obedecer a los parámetros estilísticos políticamente correctos, al no primar la estética sobre la ética, las obras de Lurie causaban rechazo.

En la exposición hay una obra referente a momentos de elecciones. González señala que “en el collage ‘NO! con dulces’, el artista advierte a la sociedad de su época no dejarse seducir por los candidatos, haciendo referencia a uno de dulce apariencia que para él representaba el mal por sus ideas imperialistas que conducirían a guerras”. “Los estamentos del movimiento que creó se actualizan constantemente con las diferentes situaciones de injusticia y violencia. En el contexto nacional se viven momentos de incertidumbre en los que la sociedad puede ser fácilmente manipulada. Con su gran ‘NO!’, Lurie nos insta a decir ‘no’ a quienes no quieren hacer memoria, porque no hacer memoria es mirar para el otro lado y no hacer nada”, agrega.

La mujer ocupa un lugar central en la obra de Lurie debido a su gran dolor de haber perdido a todas las mujeres de su familia. En algunas de las obras expuestas en el Borges se puede observar cómo el artista se identifica con ellas porque las ve como una víctima más de la sociedad. En muchas oportunidades la presenta como “catalogadas” y utiliza la figura femenina de las pin-up y de niñas para hacer una crítica a la sociedad que las ve como objetos y las vulnera.

González señala que “el proceso de curaduría fue enriquecedor, especialmente porque la selección de las obras se realizó para compartirse en dos instituciones”. “Este proyecto comenzó hace cinco años, estaba programado para exponerse en 2020 pero por la pandemia no se pudo”, aclara Flugelman. El hecho de que se haya atrasado la presentación, según González, “llevó a un conocimiento aún más profundo del artista, lo cual fue una tarea difícil pero reconfortante”.

“Memoria” se exhibe el museo Judío de Buenos Aires y el Centro Cultural Borges, con entrada gratuita, y se puede visitar hasta el 26 de noviembre inclusive.