«Soriano aguanta y resiste»

«Soriano aguanta y resiste»

Angel Berlanga es periodista, docente y autor de “Soriano: una historia”, libro que presentará este 4 de septiembre en la Biblioteca Nacional. La primera biografía del reconocido escritor argentino rememora sus comienzos en Tandil y llega hasta su muerte. Un centenar de entrevistas, cartas, documentos personales, diarios y revistas para reconstruir la vida de un fabulador.

Este 4 de septiembre, a 50 años del aniversario de Triste, solitario y final, Angel Berlanga, periodista –editor de ANCCOM– y docente en la Universidad de Buenos Aires, presentará su libro Soriano: una historia. La cita es en la Biblioteca Nacional, a las 19, en el Auditorio Jorge Luis Borges. La biografía recorre los comienzos de Osvaldo Soriano como periodista en la revista Primera Plana hasta su muerte en 1997. La historia se toma su tiempo en momentos clave de la carrera del escritor y en otros más personales, como la relación con su padre, siempre acompañado por comentarios de familiares y amigos del escritor.

Soriano es autor de novelas, cuentos y crónicas periodísticas publicadas en varias partes del mundo. Muchos de sus libros fueron best-seller y también pasaron a la pantalla grande como ocurrió con “No habrá penas ni olvido” (1983) y “Cuarteles de invierno” (1984). Nació en Mar del Plata aunque en su infancia se mudó varias veces. A los 18 años se estableció en Tandil, lugar del que partiría ocho años después para vivir en Buenos Aires, donde su carrera se disparó.

Soriano fue un autodidacta que llegó a la literatura de grande, cuando comenzó a leer ficción por primera vez y luego a escribir. Su paso del periodismo a la literatura es una característica que Berlanga comparte pero partiendo desde su profesión como arquitecto. El periodista creció en Santa Teresita y se mudó a Capital Federal a los 18 años, donde comenzó a estudiar en la UBA. Descubrió a Soriano leyendo sus publicaciones en Página/12 y en las revistas El porteño y Crisis, pero no fue hasta que encontró Cuarteles de invierno en una librería de usados que decidió dedicarse al periodismo.

¿Arrancaste en Página/12 escribiendo sobre Soriano?

 No, ¿sabés que no? Sin embargo, desemboqué en Página/12 por él. Soriano muere en enero de 1997 y yo escribí un número especial de Soriano para la revista La Maga que salió en septiembre de ese año en donde tuve que entrevistar a Rodrigo Fresán y Juan Fort, que eran allegados a él pero más jóvenes. Para cuando se cumplió un año de la muerte de Soriano, en Página/12 hicieron otro especial que se llamaba “Soriano por Soriano”. Era parecido a lo que yo había hecho. En ese momento lo llamé por teléfono a Ford para decirle: “Che, mirá, yo tengo materiales que no entraron en La Maga, por ahí les pueden servir”. Me dijeron que no porque no había un mango para pagar colaboraciones. Entonces le dije: “Bueno, si te parece, yo te paso el material, no me pagues nada por eso pero al mismo tiempo te ofrezco una serie de propuestas de notas para ver si alguna les interesa”. Así entré a Página/12: le llevé un sumario que todavía tengo y lo uso a veces en las clases que doy. No empecé escribiendo sobre Soriano pero la puerta de entrada a Página/12 fue por él.

 ¿Cómo definirías al Soriano escritor?

Siempre lo defino como un muy buen “proyector”. Te presenta las cosas de un modo que la lectura resulta entretenida mientras te da curiosidad para seguir indagando. No es fácil hacer eso, pero se lee muy sencillo. Creo que ese es uno de los roles de los medios ¿No? Contar algo de un modo tal que te den ganas de sumergirte.

 Resulta interesante como empezó con una cosa y terminó con otra…o las combinó al hacerse periodista y después escritor.

Sí. Esto en el libro está desarrollado: cómo algunos temas que aparecen desde el periodismo luego pasan a su literatura. Es un asunto que a mí me parece muy atractivo y que en sectores de la academia generaba rechazo. Me parece que tiene una lectura política: porque desde su impronta y su quehacer te incita. Del otro lado es como si se establecieran podios, templos del saber, que expulsan a veces por complejidad o por el lenguaje.

 ¿Hay algo de ficción en la biografía? En el libro se pueden encontrar sentimientos o pensamientos que no se pueden corroborar del todo.

A mí en particular me interesaba mucho esta bajadita o, como dice el subtítulo de mi libro, encontrar una historia. Yo tengo una cantidad tremenda de material. Es una tonelada. De ese material elegí partes que son las que están acá. Esas partes que componen la historia ya forman una subjetividad. Lo que cuento por mi parte son testimonios o cosas que leí. Eso por un lado. Luego claro, uno cuando habla con alguien no sabés hasta qué punto eso que está narrando es un invento o algo que efectivamente pasó. Soriano fabulaba mucho. Él compuso bastante su personaje. Algunas de las personas que hablan sobre él en particular también fabulaban, de modo que es un escritor que reivindicaba esto de construirse como personaje.

Soriano fabulaba mucho. Él compuso bastante su personaje. Algunas de las personas que hablan sobre él en particular también fabulaban, de modo que es un escritor que reivindicaba esto de construirse como personaje.

Ángel Berlanga

¿Tenía está tendencia a embellecer las historias, como hacía cuando hablaba del padre?

Viste que en algún tramo está dicho: “Yo no sé escribir aburrido. Apenas empiezo a ver que ésto está pesado, largo”. Yo creo que en función de esa narrativa, le pone sus condimentos. Yo no sé si el padre era tan parecido a Dashiell Hammett como él decía que era. Pero si lo decís, ya tenés un elemento de peso mucho más contundente. Creo que él ponía sus agregados para que la historia funcione. Lo he visto en muchos sitios. En un punto tiene que ver con su papel de narrador, de abrazarse a su papel más allá del detallecito de la historia, siempre y cuando no termine tergiversando todo el sentido. Lo hacía para llegar al interlocutor. Ese rol de fabulador que aparece a lo largo del libro lo retoman las primas, los compañeros de fútbol. Los compañeros en el diario decían que era todo un espectáculo ver cómo en la apertura que se armaban los sábados en La opinión, Soriano contaba sus historias. Eso lo ves a lo largo de muchos tramos de su vida con muchos testigos. Es algo innato que tiene él.

 ¿Tenés algún número aproximado de la cantidad de entrevistas o archivos que recopilaste?

En el libro figuran como unos ochenta entrevistados, pero debo haber hecho cien. Hay muchas entrevistas personales. Yo empecé la biografía hace diez años, pero juntaba materiales desde hace mucho tiempo, a lo mejor hace treinta años. Son esas cosas que uno hace por gusto. Es más: en la época del videocasete, por ejemplo, grababa entrevistas que aparecían en televisión. ¿Viste esas entrevistas que no están por ningún lado? Las tengo yo. Tengo infinidad de cosas. Para el laburo en sí, fui a la hemeroteca y a la Biblioteca Nacional y rastreé toda la obra periodística. Ahí me encontré con muchos materiales. Incluso el libro tenía una versión mucho más grande donde aparecían más referencias a esa obra periodística porque incluía qué pasaba en esa época. Él escribía muchas cosas al mismo tiempo. Un asesinato, alguna cuestión deportiva o alguna cuestión político-económica, que en esa versión aparecía contextualizada. Después está todo lo del exilio. Su mujer me permitió acceder a correspondencia, por ejemplo. Esa es otra de las vertientes del libro. También vi todos los pasaportes. Eso me ayudó mucho a establecer en qué momento, por ejemplo, se fue exactamente al exilio o en qué día volvió, y volvió a irse. Todos esos recorridos los pude establecer por los sellos de los pasaportes.

¿Cómo fue organizar todo ese material para el libro teniendo en cuenta lo que era cierto y lo que era mentira?

Eso fue todo un asunto y desde el principio fue una inquietud, porque pensaba: “Si esto una biografía tiene que ir con la premisa de la verdad». Pero en un momento renuncié a eso. Es muy difícil establecer la verdad. Muchas veces tiene distintas caras y depende de quién las interprete. Entonces por un lado me interesaba que la voz de él apareciera. No solamente las entrevistas de radio y televisión sino también las entrevistas gráficas. Por lo que renuncié a ponerme en investigador hasta las últimas consecuencias de cómo habían sido las cosas.

 ¿Cuál fue el aprendizaje que más te quedó de Soriano?

Primero la cuestión de abordar cualquier tema o muchos y a la vez tratar de ser entretenido para el lector. Yo creo que él ponía muy en práctica eso. Buscar ser entretenido y abrir una perspectiva para seguir indagando cuestiones. También, por una cuestión de estar tanto tiempo laburando sobre esto, y como él abarcó tantos temas, me aparecen situaciones que dialogan con cosas que escribió él. Por ejemplo, hoy por hoy las caracterizaciones que Soriano hacía de Menem las veo en Milei. Mil situaciones así vinculadas al fútbol, a la economía, a la prepotencia del fascismo, del poder económico. Pero es como le pasa a mi viejo, que es un español de 86 años que todo el tiempo le aparecen refranes para aplicar a cualquier situación. Bueno, a mi me aparecen posturas de Soriano (risas).

 ¿Lo seguís leyendo?

Lo leo, sí. Porque también el laburo hizo que descubriera otras dimensiones. Yo creo que muchas de sus novelas, no todas, obvio, siguen hablando y teniendo sentido. Exceden la mera historia que cuentan. Hablan muy fuertemente de la condición humana y de nuestra identidad. Ahora ya hace rato que no agarro una novela de nuevo, pero para este trabajo tuve que releer y me sigue gustando. Muchas veces pasa que cuando uno ve una película que ya viste no te sorprende, o el efecto es distinto. Pero en la lectura de Soriano aparecen otras cosas. Aguanta. Resiste.

¿Es posible reírse de la dictadura?

¿Es posible reírse de la dictadura?

Este jueves se estrena Estertor, una película de humor negro que aborda la historia de un represor que atraviesa su prisión domiciliaria con Alzheimer y sus cuidadores.

Juan Basovih y Sofía Jallinsky fllmaron Estertor, un largometraje que intenta dialogar con la memoria desde el humor. En el departamento de dos ambientes en el que viven, Juan y Sofía rodaron su segunda película, producida por Palestra Films. La historia narra cómo un genocida condenado a prisión domiciliaria transcurre su vejez en el sopor de la inconsciencia. Enfermo de Alzheimer, vive a merced de un grupo de cuidadores que sobrelleva la carga de un trabajo precarizado, el encierro y la alienación sometiéndolo a vejaciones que pueden rápidamente mutar de una broma ridícula a la tortura. Tal como señala la gacetilla, la violencia se expresa en todas sus formas, incluidas aquellas que imponen la desigualdad de clase, la necesidad económica, el aburrimiento y la desidia.

La obra llega a Buenos Aires tras ganar el Premio del Público y una Mención Especial del Jurado en el 7º Festival de Cine de General Pico, y tras conseguir el Premio a la Distribución del Festival Internacional de Cine de Gijón, España. ¿El estreno? Este jueves en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín a las 21 .

ANCCOM habló con los directores para conocer los detalles de esta peculiar película

 

¿Cómo juega el humor y la identidad nacional en dos ambientes?

JB: Siempre la identidad nacional estuvo muy ligada al humor, sobre todo al humor negro. Cuando nos ponemos a pensar en el cine de la dictadura para atrás vemos mucho cine de humor negro, la literatura también. Hay algo que se fue perdiendo, en lo audiovisual y en lo teatral, en lo literario se recuperó bastante rápido. Creo que la identidad nacional siempre tuvo ese humor y, de alguna forma, nuestro diálogo partía de la pregunta: ¿Por qué no está esto unido, si no es todo tan solemne? Nosotros no somos un pueblo solemne, si nos emocionamos, tenemos cierto orgullo pero también tenemos un montón de humor. Automáticamente, cuando sucede una desgracia, sucede un chiste. Forma parte de nuestra identidad.  

SJ: Hasta familiarmente tenemos discusiones picantes, y se picantea entre el chiste y no tan chiste. Son discusiones y comentarios que te ponen en otro lugar y tenés que aprender a defenderte, armarte, bancarlo y retrucar con altura y creatividad. Nos parecía muy extraño no ver eso.

 

El humor está un poco encasillado en Guillermo Francella, falta un humor que juegue con temas como la dictadura. El humor, en este caso, se juega en la búsqueda por romper un límite…

JB: También sentimos un poco que estamos hablando de la contemporaneidad. Hablar de la contemporaneidad y con la distancia que tenemos nosotros como generación sentimos que podemos meterle humor. La distancia nos da el humor. 

 

Hay una línea discursiva donde no nos podemos meter con ciertas cosas y se nos escapan por otro lado. Si del lado en el que se reconoce la causa por la memoria hay solo solemnidad, las risas están del otro lado…

SJ: Es decir: “Bueno, ¿qué vas a hacer con esto?” Lo que nos interesa mucho del humor es esa posibilidad que se genera cuando te estás riendo de algo, en parte genuinamente y, a la vez, sabes que no está bien. ¿Qué pasa ahí? Aparece algo muy genuino de lo que en verdad pensamos. En tiempos de tanta corrección política, hay cosas que después no se condicen con los resultados, con las últimas elecciones por ejemplo. Decís, pará, si todos pensábamos eso, ¿qué onda?

¿Cómo fue filmar en su casa?

SJ: Es un loop rarísimo, porque estuvimos quince días filmando adentro, durmiendo ahí. No nos fuimos a ningún lado. Dormíamos en la cama del genocida, un asco. Te imaginarás que no lavábamos mucho todo, estábamos destruidos. Si bien el equipo era chico, éramos quince o veinte personas. 

 

No entran en un dos ambientes…

SJ: Un quilombo. Un montón de lugares ocupados por equipos. Pero también entras en una dinámica de locura y estás todo el día pensando en ese lugar.

 

La película retrata una cotidianidad muy cercana. Es su casa. ¿Qué tan cierta es esa heladera? ¿Es un cartón de leche y nada más o tiene momentos mejores?  

 

SJ: Leche seguro que no porque a Juan le da asco. Y esa es otra cosa, someternos, también en los detalles, a cosas que nos dan asco. Es un juego para nosotros: construir personajes desagradables. No coincidimos con esos personajes. Pareciera que en el cine no está saldada la discusión de que el autor cree en esos personajes. En la literatura si.  

JB.: Volviendo a lo del departamento: esos dos ambientes tal vez se vuelven infinitos porque hay que habitar todos los recovecos y se expanden. Que toda la película surja ahí y construir una escena distinta para cada situación, para cada espacio hace que todo se multiplique. Se amplía. Tenemos un espacio y hay que filmarlo de muchas maneras distintas porque si no se agota al espectador. Es amplificador y sofocante, a la vez.

 

 Hay una cotidianidad atravesada por el cine. ¿Se dedican tiempo completo a esto?

SJ: No, para nada.

J B.: No, no. Tenemos trabajos.

SJ.: No es que tenemos que hacer reuniones todas las semanas. La reunión es levantarse a tomar mate. Es el mate.

JB: Vivimos de otra cosa, pero como estamos en casa todo el día, estamos pensando todo el tiempo en eso.

SJ: No hay muchas personas que puedan vivir del cine. Por eso el cine es bastante clase media para arriba. Eso es un conflicto porque hay un montón de relatos que faltan.

 

¿Cómo juega en ustedes, y en sus proyectos esos relatos que faltan?

SJ.: Hay una cuestión económica que no nos permite hacer proyectos grandes. Pero también hay algo que defendemos un montón de esa forma de hacer las cosas: pensemos bien en la historia, trabajemos mucho con los actores y, después, lo formal no es lo más importante para nosotros.

JB: El cine lo hace gente de ciertos lugares, adoptan distintos lenguajes que olvidan lo que quieren decir y toman decisiones que son para un grupo particular de personas. Tenemos que hablar desde el lugar en el que estamos parados y qué es lo que queremos representar y, sobre todo, con qué cine nos criamos.

SJ.: Seguimos hablando desde una clase media, nuestros personajes son de clase media.

¿Cómo encuentran la película leída en esta actualidad?

SJ: A veces creamos representaciones y nos juntamos con gente más o menos igual y pensás que hay cosas que ya no se dicen. De repente la realidad te da una cachetada en la cara. Ya se venían sintiendo discursos negacionistas – al momento de pensar y grabar la película-, había como una sensación que estaba apareciendo. Si no le das la vuelta, si no lo hablas, pasa esto. No estábamos dialogando ciertas cosas, mismo dentro de los feminismos.  

JB: La película la escribimos en el 2021, fue la segunda etapa, mucho más corta, de la cuarentena. Como ahora, la calle estaba tomada por los fachos, por los que protestaban por la cuarentena, los que iban a Plaza de Mayo y colgaban muñecos con las Madres.

 

El campo popular no logró volver a la calle de una forma potente…

SJ: Es como que fue la primera vez que se dieron cuenta de que podían ir a la calle y hacer algo que tal vez era nuestro. Lo capitalizaron muy bien.

 

Estertor se estrena en Buenos Aires este jueves a las 21 horas en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, Av. Corrientes 1530. Además habrá funciones el: viernes 1, sábado 2 y domingo 3 de septiembre a las 21; martes 5, miércoles 6 y jueves 7 de septiembre a las 18.

La explotación infantil detrás de las lumninarias de Hollywood

La explotación infantil detrás de las lumninarias de Hollywood

El día de las infancias se estrenó «Proyecto Garland», una obra sobre la dura vida de la protagonista del Mago de Oz, cuya niñez estuvo plagada de abusos y excesos.

Proyecto Garland es una obra teatral que busca generar consciencia en relación al trabajo y la explotación infantil. Se inspira en parte de la historia de la mítica actriz protagonista de El Mago de OZ, Judy Garland, quien tuvo una vida muy difícil a raíz no solamente de convertirse en una estrella de Hollywood tempranamente, sino que además atravesó situaciones de abuso sexual, violencia y problemas de adicciones durante toda su vida. Se presentó el domingo último en el teatro NoAvestruz Espacio de Cultura, dirigida por Gerardo Grillea en colaboración con la actriz protagonista de la obra, Marina Munilla.

En diálogo con ANCCOM Gerardo Grillea explicaba que fue Marina Munilla quien le acercó la historia de Judy Garland y se sintió inmediatamente atrapado por su infancia tan dura y su problema con las adicciones. “Yo justo estaba escribiendo textos sobre las infancias, sobre vivencias propias y me pareció un buen cruce agarrar a Judy y meter nuestras experiencias personales en la obra”, describe.

En esta obra, Munilla presenta a una Judy Garland totalmente consumida por la depresión y las drogas que viaja todo el tiempo a través de su vida, repasando las peores situaciones que le tocó vivir durante su infancia. Más tarde, durante su adultez, se suicida a la temprana edad de 47 años.

La interpretación que hacen Gerardo Grillea y Marina Munilla sobre la explotación y el abuso infantil a través de la vida de la actriz hollywoodense resulta conmovedora. Encuentran la manera de hacer sentir al espectador la misma incomodidad y tristeza que sin dudas transita la protagonista durante toda la obra.

El director explica que “el objetivo es concientizar y abrir los ojos a todo el mundo que pueda acercarse a ver este material. Me surge hablar de ésto porque muchas veces viajando en el subte ves a estos niños que están pidiendo o cantando por una moneda, con unos padres que los explotan sin ningún tipo de sentido. Los chicos tienen que estar en sus casas jugando, estudiando y ellos lo hacen con todo el amor del mundo. Nadie está de acuerdo con eso, pero les pasamos por al lado”.

Grillea además comentaba que la obra está llena de momentos musicales, videos y frases que se pueden ver en pantallas, para lograr concientizar aún más sobre las violencias en las infancias.

El trabajo en conjunto con Munilla comenzó durante la pandemia, cuando ambos participaron de un taller de escritura e intercambiaron ideas y textos. Finalmente empezaron a trabajar en la obra con las audiciones y los ensayos a principios del 2023.

Por su parte, Munilla comenta que deseaban hablar sobre las infancias y comenzaron a investigar particularmente sobre la de Judy Garland. “La infancia de Judy fue tremenda, estremecedora. Y algo que nos llamaba mucho la atención era El Mago de Oz, es una película que trascendió y llegó hasta nuestros días. Y empezamos a investigar qué le pasó a esa niña filmando esa película. Y ahí encontramos el punto de inicio para contar una historia desgarradora”.

Más allá de la luz y la música que tiene la película, como bien describe Marina, también está llena de oscuridad y eso era lo que la actriz junto al director deseaban contar. 

Munilla aseguró también que lograron realizar la obra de la manera en que querían y se formó un hermoso equipo de trabajo. Con la importancia de estar alineados sin perder de vista qué es lo que querían decir con esta obra. “Yo de chiquita miraba mucho El Mago de Oz y siempre me llamó la atención esa niña en ese mundo de adultos y era lo que yo quería contar. Porque me sentía identificada con esa niña un poco incomprendida”.

Cuando Munilla habla sobre su interpretación de Judy Garland dice que es muy fuerte hacerlo porque son emociones desgarradoras. “Hay algo de la intensidad que tengo que lograr organizar, mucha emoción, mucha angustia. Lo que ella vivió toda su vida acá está en muy corto tiempo, pero es muy gratificante la respuesta de la gente”.

Proyecto Garland es una manera de acercar la historia de la actriz Judy Garland y mostrarla totalmente desnuda, lejos de las luces y los lujos. Esta obra permite atravesar la más densa oscuridad de su vida, sin dejar de lado un cuestionamiento a la sociedad sobre el trabajo infantil.

La obra continuará en cartel hasta el mes de noviembre. Todos los domingos a las 20 en el teatro NoAvestruz Espacio de Cultura, en Humbold 1857, en el barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires.

La mejor fibra del país

La mejor fibra del país

Hasta el próximo fin de semana se puede visitar en el Museo Nacional de Arte Decorativo la muestra «Me amanecí tejiendo», que exhibe producciones textiles de los pueblos originarios.

En el Museo de Arte Decorativo (Avenida Libertador 1902), se lleva a cabo la exposición Me amanecí tejiendo, hasta el 3 de septiembre. La muestra engloba tres regiones del país: Noroeste, Región chaqueña y Patagonia, en las que se pueden apreciar piezas textiles de la colección del Museo Nacional del Hombre-Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.

Domingo, clima previo al lunes feriado, jóvenes visitantes disfrutaron del recorrido. ”Me dan sus fuegos cálidos zondas, me dan sus fuerzas bravos pamperos y en el silencio de las quebradas vaga la sombra de mis abuelos”, se lee al ingresar a la sala. El texto pertenece a la canción “Tierra querida”, de Atahualpa Yupanqui.

Algunos de los visitantes recorrían el Museo por primera vez, como lo fue el caso de .Matías Otocondo, acompañado de su novia, Camila Flores. O Romina Franco, de Avellaneda, también primeriza en su recorrido por el museo, que observó una notoria diferencia entre las obras colocadas en los dos primeros pisos y las que estaban en el subsuelo, que consideró “más originarias, más de nuestras raíces”.

Rodrigo Elian, del barrio de Belgrano, tuvo la oportunidad de visitarlo varias veces y en esta ocasión la exhibición no conocía nada acerca de la muestra. María Berroca, primeriza en el Museo, al igual que muchos de espectadores, consideró que “la difusión tendría que ser masiva. A nivel ciudad, Buenos Aires tiene mucho que ofrecer, concientizar y visibilizar a los pueblos originarios.” Francisco Maldonado también presenció la exposición y en reiteradas ocasiones tuvo la oportunidad de visitar el espacio. “Estaría bueno que se realice más publicidad. Al ser gratuito muchas personas tienen mayor acceso”, dijo.

La muestra es una invitación a sumergirse en la belleza artesanal que los pueblos originarios tienen para mostrar. Muchas manos se fusionan para teñir tejidos de colores vibrantes, con diferentes técnicas transmitidas de generación en generación. El contacto con la fauna y flora autóctona de cada lugar también aparece en las obras. El ritual de la Pachamama tampoco pasa desapercibido. En suma, un recorrido por la mejor fibra del país.

Santo y seña

Santo y seña

La Biblioteca Nacional exhibe «Devociones Populares», una muestra sobre las dedidades oficiales y los rituales profanos que forman parte de la identidad nacional.

A lo largo de toda la Argentina, en diversas ocasiones muchos de nosotros hemos observado, por  fuera de iglesias y templos, santuarios, estampitas, devociones , cultos o celebraciones de diversa procedencia. Son santos y deidades reconocidas por instituciones oficiales, o híbridos productos de la transculturación, rituales o cultos profanos que no están amparados por ninguna religión.

Estas características que parecen destinadas a estar separadas, conviven en la muestra llamada Devociones Populares Argentinas. San Cayetano, Gilda , Maradona ,San la Muerte, La Virgen de Luján, Exu, Evita y muchos más forman parte de la exhibición montada en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (Agüero 2502 ) bajo la curaduría de María Redondo y Emiliano Ruiz Díaz. La muestra se puede ver hasta el 31 de este mes, de lunes a viernes de 9 a 21 y sábados y domingos de 12 a 19.

En diálogo con ANCCOM, los curadores comentan que el criterio de selección parte de abordar alguna temática que forme parte de la cultura nacional y expresarla a través de la bibliografía que posee la biblioteca. En la muestra se exhiben distintos objetos relacionados a devociones argentinas, populares y religiosas y en cada eje temático se encuentran libros, revistas y distinta bibliografía que acompañan cada sector

La exhibición puede comenzar a apreciarse desde la Plaza del Lector Rayuela que se encuentra fuera del edificio. En ese sitio hay una muestra fotográfica llamada “Santos y Santuarios”, de Marcelo Huici.

Una vez dentro de la sala podemos ver apartados para la Difunta Correa, San La Muerte, Tibor Gordon, Ceferino Namuncurá, El Cura Brochero y otras figuras .Y además encontramos algunas divisiones temáticas como los Bandidos Santos (Gauchito Gil , Vairoletto y Bazán Frías), las Devociones Marianas (las distintas apariciones de la Virgen María) ,”la umbanda y Otras Religiones y La Santidad Popular (compuesta por Maradona , Evita, Gilda y Rodrigo), entre otros. Cada montaje se encuentra acompañado por bibliografía que se puede encontrar y leer en la misma biblioteca.

Ignacio, profesor de idiomas (36 años), no conocía el caso de Tibor Gordon y ha quedado sorprendido con la historia de este hombre de origen eslovaco que se destacaba por su fuerza descomunal, que murió en 1985 y fue destinatario de rezos y pedidos por parte de quienes sentían devoción e idolatría hacia su figura .Por otro lado, Victoria, antropóloga, de 32 años, que recorre la muestra junto a Ignacio, asume que le ha pasado lo mismo con Pancho Sierra, quien fue un sanador cuyos restos descansan en el cementerio de Salto, en donde cada 4 de diciembre recibe a miles de fieles que lo visitan con pedidos y ofrendas .

En tanto, Valentina, de 20 años y Mora, de 19 también visitaron la muestra, y dicen coincidir en que les pareció interesante y un poco impresionante, sobre todo por las imágenes audiovisuales con sacrificios de animales que se muestra en el sector de “cultos andinos”. “La presencia de tantas imágenes religiosas me hizo sentir una energía espesa y mucho respeto a los objetos expuestos», concluye Mora

 

Prohibido usar Tik Tok

Prohibido usar Tik Tok

El Estado de Montana, en EE.UU., prohibirá el uso de TikTok en 2024 por cuestiones de seguridad nacional. La empresa china Byte Dance, propietaria de la red social, presentó cargos contra el Congreso el pasado mes de mayo. ¿Es posible prohibir el uso de una app? ¿Qué pasa con el derecho a la libertad de expresión?

El gobernador republicano Greg Gianforte decidió prohibir Tik Tok en todo el estado de Montana. El proyecto de ley fue aprobado por el Congreso de ese Estado en el mes de abril. Si bien la medida resulta drástica, llega luego de muchas discusiones y amenazas que comenzaron durante la presidencia de Donal Trump. La idea retomó fuerza en 2022, ya durante el gobierno de Joe Biden, al establecer que los trabajadores del Estado no tengan permiso para descargar la aplicación. La medida fue replicada en países como Canadá y Dinamarca en febrero de este año.

La normativa es ahora más drástica y alcanza a toda la población de Montana cuyo congreso estatal determinó que a partir de 2024 Tik Tok deberá ser borrada de las tiendas de aplicaciones para que ningún ciudadano pueda utilizarla. Quienes no respeten la normativa deberán pagar multas de hasta 10.000 dólares.

Hipocresía

 

El argumento para la prohibición se basa en que los datos acumulados por la aplicación pueden usarse para realizar “espionaje”. De hecho, como explica el gobernador de Montana, la ley propone prohibir “cualquier aplicación que proporcione información o datos personales a adversarios extranjeros”. Frente a la acusación, el pasado mes de mayo la empresa china Byte Dance presentó cargos y criticó fuertemente las medidas regulatorias del Estado republicano.

Sobre la disputa por el liderazgo tecnológico entre China y Estados Unidos, el Doctor en Comunicación Martin Becerra explica: “Ambas superpotencias dedican enormes recursos a controlar y aprovechar las ventajas tecnológicas propias y, también, a limitar el desarrollo del adversario”.

Desde que salió al mercado, Tik Tok no paró de crecer. Posee un alto nivel de influencia y masividad entre adolescentes y niños. El pasado mes de abril ya contaba con 116,5 millones de usuarios activos que comparten con la red social información sensible como la geolocalización. Este tipo de datos, así como gustos o intereses de los usuarios, son una herramienta poderosa para analizar el comportamiento de las personas, sus intereses y evaluar qué tipo de mensajes tienen más posibilidades de influir en su comportamiento.

Becerra, quien también es investigador del CONICET, sintetiza: “Esto enciende las alarmas del gobierno estadounidense, que no tiene, hasta el momento, un plan de acción claro”.

Natalia Zuazo, periodista especializada en política y tecnologías, confirma que existen investigaciones que desmienten que una supuesta filtración de datos esté afectando a los ciudadanos estadounidenses: “Esto fue investigado por Ranking Digital Rights, que es una organización norteamericana que hace mucho tiempo iestudia estas cuestiones y la respuesta es negativa respecto de las aplicaciones chinas, específicamente de TikTok”. Sin embargo, la directora de Salto Agencia aclara: “Por otro lado, hemos tenido casos de aplicaciones norteamericanas que acumularon datos de los ciudadanos y que eran usados por terceros, ya fuera por gobiernos o compañías privadas”. Un ejemplo es el emblemático escándalo del uso de datos obtenidos de Facebook por parte de Cambridge Analytica y que fueron utilizados para dirigir mensajes específicos a los ciudadanos durante la campaña electoral de Donald Trump en 2016.

Ambos especialistas coinciden en que bloquear una app puede tener consecuencias para las empresas estadounidenses ya que las “medidas de seguridad” que argumentan son las mismas que podría dar cualquier otro país respecto de las redes sociales estadounidenses.

Geopolítica

 Pero no es una cuestión simbólica la única que caracteriza este conflicto; también se presentan dificultades técnicas que amparan la violación de un derecho universal. Rodrigo Iglesias, abogado especializado en cuestiones informáticas, habló con ANCCOM sobre la dificultad para prohibir una aplicación en un solo Estado: “Es tapar el sol con la mano: uno puede utilizar una VPN y saltear fácilmente el bloqueo de cualquier aplicación o restricción por país que se implemente en cualquier lugar del mundo. Por lo tanto, la eficacia normativa y la multa a aplicar son casi abstractas”. Iglesias también agrega que ante todo se necesita de un proceso judicial que compruebe el delito: “Es necesario confirmar un delito o violación sobre la entrega y posterior venta de los datos personales que obtiene TikTok, es decir, el incumplimiento en el contrato que firma el usuario”.

En el estado de Montana, ya se dio inicio a varias denuncias de usuarios que no están de acuerdo con la implementación. Diego Rossi, profesor y especialista en políticas de la comunicación, específica que en estos casos las cuestiones geopolíticas parecen superar las garantías democráticas, que vulneran todo un esquema de derechos: “Esto no es la primera vez que sucede, las democracias occidentales con sistemas políticos más o menos liberales toman medidas que para otras situaciones uno consideraría totalmente arbitrarias, que contradicen otros derechos, como el derecho a la libertad de expresión, el derecho al libre comercio o los derechos políticos de compartir ideas”.

En este caso, el desarrollo avanzado de China en cuanto a tecnologías de la información y la comunicación ya es innegable. Es la única que no comparte con el resto del mundo el uso masivo de las aplicaciones de empresas norteamericanas. Al respecto, la actitud de los republicanos, reflexiona Rossi, parece tener como objetivo la creación de un enemigo externo: “En el plano de decisiones políticas, generar un enemigo externo tiene varios condimentos. Se le pone el condimento del autoritarismo político, pero básicamente es una tensión geopolítica y comercial”, sintetiza el especialista.

¿Influye en Argentina?

Si bien Argentina no está involucrada en este conflicto internacional, la prohibición invita a pensar en el rol de las empresas supranacionales en nuestro país: “Para nosotros, como latinoamericanos, que la empresa resida en China o en algún país de la Unión Europea o en Estados Unidos, no nos garantiza el cumplimiento de los estándares que creemos necesarios. Por eso el debate es mucho más amplio y por eso hay proyectos de ley y visiones distintas sobre estos aspectos”, explica Diego Rossi, quien también menciona el severo problema que existe en lograr que estos operadores se inscriban, tributen o respeten a las audiencias y a la libertad de expresión.

Por este motivo, es importante que países como el nuestro continúen debatiendo diferentes políticas que involucren derechos y regulaciones sobre la soberanía de datos. “Es muy importante mantener estructuradas esas políticas desde nuestro país, porque entonces cualquier intromisión o cualquier pelea externa la podés encarar desde un lugar muchísimo más soberano porque tenés tus políticas y no dependes de las otras”, explica Natalia Zuazo, quien destacó el nuevo proyecto para reformar la ley nacional de datos personales, presentado hace un mes, y el proyecto de la reforma de la ley de ciberseguridad.

Si bien las medidas que tomó el estado de Montana no se consideran viables, el auge de plataformas y aplicaciones provenientes de empresas privadas deja un mar de dudas a los países que no tienen jurisdicción sobre las compañías que las llevan a cada rincón del planeta y que deben contar con medidas regulatorias. Mientras las aplicaciones, como Tik Tok, no dejan de crecer, complejizan desde lo cotidiano hasta los conflictos políticos internacionales que atraviesan los derechos humanos.