Bailando por una ley

Bailando por una ley

La lucha por la creación de un Instituto Nacional de Danza cumple diez años. En 2022 se presentó por octava vez el proyecto legislativo. ¿Se aprobará esta vez?

Una vez más, como cada 10 de octubre, se celebra el Día Nacional de la Danza, recordando a las bailarinas y bailarines del Teatro Colón que fallecieron en un accidente aéreo en el año 1971. Pero no es lo único que hay que tener presente.

Los diferentes movimientos de danza del país, las personas que se identifican con este arte, este trabajo, luchan por la aprobación de la Ley Nacional de Danza. El proyecto fue presentado, por primera vez, en la Cámara de Diputados el 3 de septiembre de 2012 por el Movimiento por la Ley Nacional de Danza , desde entonces fue ingresado reiteradas veces. Eugenia Schvartzman, bailarina, maestra e integrante del movimiento, compartió con ANCCOM: “En todos estos años la comunidad se ha organizado, entiende de manera masiva la importancia de esta ley. Es una bandera que acompaña a todo el sector, se han hecho actividades, charlas y movilizaciones“.

Durante la pandemia, el arte en general y la danza en particual sufrieron su mayor golpe, dejando en evidencia la precariedad en la que se encuentra y la necesidad, la urgencia, de crear un Instituto Nacional de Danza en la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación para que fomente la actividad, le dé jerarquía a la disciplina y quede todo esto establecido para las próximas generaciones.

“Todo el sector de la cultura desnudó la precariedad en la que trabaja, particularmente la danza”, añade Schvartzman. “Nos tocó sufrir la incertidumbre de no tener interlocutores en el plano del Estado nacional, con lo cual el Ministerio de Cultura de la Nación toma nota de esta situación”. Luego de la pandemia se realizaron acompañamientos por medio de la generación del área de danza específica, tal es el ejemplo del área de danza de Tecnópolis  logrando el reconocimiento y la presencia de la danza en espacios donde previamente no estaba.

Esta ley no solo es de carácter urgente para las personas del área, sino también para la sociedad, debido a que no solo es una expresión artística sino también social. Por lo cual forma parte de la construcción de nuestra historia e identidad, y tiene que ser acompañada y protegida por el Estado.

Sin ley

Históricamente esta área es olvidada y postergada, varios han sido los intentos sin resultados, el último reingreso del proyecto, por octava vez, fue el 8 de noviembre de 2022. Este fue acompañado por otro más: “Ingresó otro proyecto por el Movimiento Federal de la Danza, entonces tuvimos dos proyectos en la Cámara y hoy podemos decir que esos proyectos están unificados. Durante estos meses hicimos un trabajo entre las dos organizaciones y el resto de las organizaciones del sector que vienen acompañando y militando el proyecto de ley junto con asesoras y diputadas para lograr la mejor Ley Nacional de Danza”, cuenta  Schvartzman.

Actualmente se encuentra en manos de las diputadas abordando cuestiones parlamentarias y acelerando el tratamiento en la Comisión de Cultura y Presupuesto. Schvartzman reflexiona: ”Creemos que son momentos que marcan un momento histórico, que el proyecto esté unificado y que tenga voluntad política de ser tratado es muy importante, no solo por diputados y diputadas de diferentes bloques políticos sino también por parte del Ministerio de Cultura. Creemos que tiene muchas chances de ser tratado ahora y de lograr su sanción”.

Con respecto al contexto actual en el que el candidate presidencial Javier Milei dice que debería desaparecer el Ministerio de Cultura Schvartzman asegura: ”En el plano de la cultura ya pasó que no tuvimos Ministerio y esto fue extremadamente complejo. En el gobierno macrista el Ministerio retrocedió varios pasos y volvió a ser una Secretaria y eso le quita desempeño, le quita estructura. Creemos firmemente en las instituciones transparentes, que se manejen de manera transparente, en donde trabajadores y trabajadoras del sector sean parte de ellas, y por esto estamos planteando un Instituto Nacional de la Danza como un esquema mixto donde la articulación con el sector es la columna vertebral”.

La experiencia singular de Ediciones Bonaerenses

La experiencia singular de Ediciones Bonaerenses

Fundado hace tres años y con tres decenas de títulos publicados, el proyecto provincial incluye a escritores como Roberto Arlt y Haroldo Conti, concursos y textos escritos desde el economista Aldo Ferrer hasta internos de un taller literario del penal de Olmos. Los libros, que se distribuyen en ferias y bibliotecas, también pueden descargarse gratuitamente.

Creada en mayo de 2020 mediante un decreto del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Ediciones Bonaerenses es la primera experiencia de una editorial estatal en el distrito. Guillermo Korn, director editorial, explicó: “El rol de una editorial de estas características es visualizar algunas producciones que la provincia tiene. Existe una responsabilidad, el carácter público hace que también tenga una cosa más plural, que busque ser más representativa que lo que un catálogo de una editorial independiente o comercial busca representar”.

En una maniobra doble, rescatar autores y autoras de la provincia y llegar a cada uno de los bonaerenses, la editorial hace una apuesta a la territorialidad. En una entrevista con ANCCOM, Agustín Arzac, coordinador general, afirmó: “La provincia es muy amplia y diversa. La cuestión identitaria bonaerense tiene sus pliegues y repliegues, no pensamos en una identidad monolítica como una totalidad, sino también en esa diversidad”.

En los tres años de vida de la editorial se publicaron casi treinta títulos, que pueden encontrarse en más de 450 bibliotecas distribuidas por todo el territorio provincial. Entre sus impresiones se destacan obras de Roberto Arlt, Haroldo Conti y algunas propuestas únicas de la editorial, como el Catálogo Razonado del Museo Pettoruti o Ruta Salomone. “La propuesta inicial también tenía que ver con fortalecer vínculos de mediadores de lectura como son las bibliotecas populares de la provincia, que son muchísimas y hacen un trabajo cotidiano muy importante por el fomento de la lectura”, planteó Arzac. Además de los puntos físicos dispersos en la provincia, los libros de Ediciones Bonaerenses se pueden encontrar en su página web en formato digital para ser descargados gratuitamente.

«El carácter público hace que la editorial sea más plural”, explica Guillermo Korn.

Actualmente se está trabajando en el plan de edición 2024 que proyecta seguir con el ritmo de impresión actual, reforzar el perfil de la editorial y fortalecer algunas de las colecciones. “Queremos estar en más bibliotecas, en más ferias, acompañar a la provincia en ese crecimiento también cultural, que es una propuesta de este gobierno”, aclaró Arzac en cuanto a los objetivos a corto plazo. La idea es que «proyectos como este no puedan ser desarticulados nunca más. Es un aporte muy importante para la provincia tener una editorial, hay pocas experiencias de editoriales estatales en el país, muy pocas en Latinoamérica también. Hay que cuidarla y en ese sentido cuidarla es darle vida”.

 

Concursos

Una parte de los libros que Ediciones Bonaerenses imprime se originan en concursos de escritura. Algunos son llevados adelante por organismos fuera de la editorial, como es el caso del Concurso Haroldo Conti, para jóvenes narradores; o Buenos Aires Fantástica, que explora historias del género; o el concurso Aldo Ferrer, que busca el desarrollo económico de la provincia. En el caso de este último, uno de los títulos próximos a salir es Estudios sobre el desarrollo económico provincial, que fue trabajado en conjunto con el Ministerio de Hacienda.

El sello cuenta también con su propio concurso: el Premio Hebe Uhart de novela inédita, que pretenden llevar a cabo anualmente. En la edición 2023 se presentaron 284 obras de las cuales se eligieron dos ganadoras: A ningún lugar de Nelson Mallach, narrador y dramaturgo platense, que se llevó el primer puesto con una renumeración de 800.000 pesos, y la novela Moscú ya no existe, de Marina Berri, investigadora y docente, mereció el segundo puesto que consiste en la publicación dentro de la colección “Nuevas Narrativas” de la editorial. “Estas dos novelas están en fase de impresión y se estima que salgan antes de noviembre”, anunció Arzac. 

Catálogo

Una de las prioridades de la editorial es conformar un catálogo plural, amplio y que pueda cubrir de la mejor manera posible eso que hace al patrimonio y al acervo cultural del bonaerense. El sello combina entre sus publicaciones archivo, investigación y ficción organizadas en ocho colecciones que apuntan a lectores de todas las edades.

Territorios e Identidades, por ejemplo, rescata la riqueza de la provincia en reflexiones sobre sus singularidades y la identidad. Entre sus publicaciones se encuentra Ruta Salamone, uno de sus proyectos más interesantes, centrado en la obra de este singular arquitecto, que se gestó desde cero en la misma editorial. “Nos parecía que era muy importante porque vincula varias cuestiones que tienen que ver con la historia de la provincia”. El libro propone cuatro rutas en base a cuatro registros, que van desde lo ensayístico, lo histórico, pasando por lo ficcional y hasta la reflexión introspectiva de los autores que formaron parte del proyecto. “Queríamos que el libro le proponga al lector salir a recorrer la provincia, el lector puede hacer el viaje que quiera”.

La colección Donde Hay Una Necesidad, por su parte, que propone albergar trabajos ligados a reivindicaciones y derechos, estrenó su primer ejemplar Monólogo del tanque en mayo de este año. Este libro surge de una propuesta del taller de literatura del penal de Olmos. Carlos Ríos, coordinador del taller, explica: “En el taller empezamos una reflexión sobre el patrimonio cultural tangible, hablamos sobre qué significado tenía para una comunidad determinada tener esos monumentos”. El tanque del penal, que vigila panópticamente los pabellones, fue propuesto por los alumnos como un monumento y de ahí surgió la idea de “pedirle al tanque que cuente su visión, su percepción, su historia”. Monólogo del tanque es un relato que le otorga voz al tanque de agua del penal para que hable de lo cotidiano, de los padeceres, del sufrimiento y también de las esperanzas de la gente que se aloja en ese penal penitenciario.

Para los que participaron en el libro su impresión fue algo que los llenó de orgullo. “Ver reflejadas sus palabras, su trabajo en un libro, además con un reconocimiento institucional, fue muy importante para ellos. Hay mucha satisfacción, mucha alegría y la confianza también de que ellos pueden escribir y también pueden volcar en la palabra escrita gran parte de su pensamiento. Eso es trabajo de inclusión muy importante”, concluyó Ríos.

El Don de Acru

El Don de Acru

El rapero tucumano tuvo su primer Luna Park y presentó su nuevo álbum ante siete mil personas.

Agustín Cruz, más conocido como Acru en el ambiente de la música urbana, dio un gran salto en su carrera anunciando su nuevo álbum, El Don, en el Estadio Luna Park, el pasado jueves. Con esta apertura, inicia una gira que lo llevará a recorrer Argentina y las ciudades más importantes de España.

Alrededor de las 21:30, Acru abrió la noche con Trono, el primer tema del recital y de su último proyecto, que fue producido durante cuatro años con su productor Veeyam, ex-integrante de DAMN!, programa argentino pionero de hip-hop en la radio Vorterix. El set-list del MC (maestro de ceremonias, término con el que se identifican a los vocalistas de rap) fue un amplio recorrido por su carrera. En el show, se hicieron presentes colegas como Ca7riel y Wos, mientras que Santoz, Kelo, Urbanse, Kundo, Brapis y Saje se sumaron a Acru para interpretar el famoso Cypher Vol.1 (2019).

Promediando la noche, algunas fallas en el sonido del Estadio aparecieron, aunque no lograron interferir la sinergia entre el artista y su público, que coreó todas sus canciones, mostrándole así un apoyo incondicional al protagonista de la noche.

            Habiendo interpretado sus creaciones más simbólicas como su Throw Up Session 2, ¿Dónde está Dios?, y Estuve Ahí, Acru coronó la gran noche rapeando Román, el tema con más repercusión de su carrera, que supera los16 millones de reproducciones en Youtube, y le dedicó unas palabras emotivas a su equipo de trabajo, invitados, y por supuesto, a sus seguidores.

El joven artista de 25 años, nacido en la provincia de Tucumán, cuenta en la actualidad con más de medio millón de seguidores en Instagram al igual que en su canal de Youtube y con 400 mil oyentes mensuales en Spotify.

El rapero ya lleva lanzados tres álbumes, El Origen (2017); Anonimato (2018) y ahora presenta El Don (2023). En el lapso de esos años, realizó múltiples singles y colaboraciones importantes con otras figuras de la escena argentina como Wos, y también figuras hispanoamericanas, como Prok y Foyone. Además, tuvo el privilegio de ser elegido para componer el tema oficial de la Liga Profesional de Fútbol de Primera División en el 2020, junto con Trueno y el reconocido productor musical Bizarrap.

Desde sus comienzos como competidor en las batallas de freestyle, Acru tuvo en claro que deseaba dedicarse a la música en el futuro. En sus inicios, contribuía a la cultura del hip-hop en el ámbito del graffiti callejero. Sin embargo, terminó inclinándose hacia el lado musical del movimiento, logrando establecerse como un artista con impronta en el género del rap urbano y rap conciencia.

Improvisó en plazas de Buenos Aires, tocó en clubes nocturnos y festivales musicales como Nación Urbana, agotó entradas en el Estadio Obras. Y ahora, en 2023, sus diez años de carrera se consagraron con una presentación icónica en el Luna Park.

 

Las fechas de la gira

Las próximas presentaciones de  El Don serán:

  • 6 de octubre – Comuna, San Luis.
  • 7 de octubre – Nave Cultural, Mendoza.
  • 13 de octubre – GAP, Mar del Plata.
  • 14 de octubre – Teatro Rosini, Bahía Blanca.
  • 20 de octubre – Teatro de la Paz, Tucumán.
  • 26 de octubre – Teatro Ópera, La Plata.
  • 27 de octubre – Sala de las Artes, Rosario.
  • 28 de octubre – Club Paraguay, Córdoba.
  • 3 de noviembre – Mood, Neuquén.
  • 26 de noviembre – Málaga, España.
  • 28 de noviembre – Barcelona, España.
  • 29 de noviembre – Valencia, España.
  • 30 de noviembre – Madrid, España.
Cine documental como acto de resistencia

Cine documental como acto de resistencia

En su undécima edición, el FIDBA ofrece una programación con tres competencias oficiales y varias secciones dedicadas a enfoques, retrospectivas y proyecciones especiales.

“Los invitamos a estar juntos y juntas a través de un cine que tiene la realidad como materia prima y que, por eso, es peligroso para quienes construyen su discurso de odio y violencia desde la mentira”, expresó Mario Durrieu, director general del Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires (FIDBA), durante la apertura a la undécima edición del ciclo que se realizó en la Ballena Azul del Centro Cultural Kirchner (CCK).

Acompañado por Walter Tiepelmann, responsable de Industria y Formación del FIDBA, Durrieu se refirió al desafío de crear audiencia para un cine que, por su carácter documental, es “difícil de pensar en esos términos”, y también al propósito del FIDBA de generar un punto de encuentro de cineastas con el público argentino y porteño.

La ceremonia de presentación, colmada de directores, productores, invitados y cinéfilos, incluyó un “menú de dos pasos”, como eligieron llamarlo: una puesta en escena de teatro documental al estilo cabaret, dirigida por el realizador y dramaturgo Miguel Zeballos, en la que participaron Maruja Bustamante, Belén Gatti, Laura Névole y Anastasia María Benavente, y una segunda parte que consistió en la exhibición del cortometraje póstumo de Jean-Luc Godard titulado Drôles de guerres.

Los organizadores agradecieron a las embajadas de Brasil, Colombia y Chile, y subrayaron la importancia de acercar e integrar a los pueblos de América Latina por medio del cine, reivindicar el acto colectivo de presenciar una proyección en una sala a oscuras y convertirlo en un momento de resistencia frente a las cuestiones que se presentan en la actualidad.

“Estamos viviendo un tiempo complicado, la sombra del totalitarismo nos está acechando y el cine argentino unido se enfrenta con la violencia de quienes quieren exterminarlo para que no exista más. Pero también está en peligro un modo de vida, un sistema de valores, un pueblo y una cultura que dialoga y se relaciona con el mundo a partir de quienes somos”, manifestó Durrieu, antes de convocar al escenario a la actriz trans chilena Anastasia María Benavente.

La elección de iniciar el FIDBA con un espectáculo de tono burlesco no fue azarosa y pretendió reafirmar la necesidad de una expresión y creación libres, representadas por una figura de la comunidad travesti trans.“El cabaret siempre ha sido un lugar de denuncia política –dijo Benavente–. Y hoy, ante la avanzada de los grupos conservadores, que son racistas, homófobos, tránsfobos, xenófobos, nos toca poner una vez más el cuerpo y ser nosotras mismas una pancarta política”.

Las luces de la sala bajaron y comenzó la nueva edición del FIDBA, que no es ajena al difícil contexto social, político y económico, pero que de igual manera busca sostener sus convicciones a través de un cine de lo real. A diferencia de otros años, esta vez la competencia se dividirá en tres: “Órbita”, con largometrajes y cortos internacionales; “Hemisferio”, largos y cortos iberoamericanos, y “Austral”, largos y cortos argentinos. La programación completa del festival, que se extiende hasta el domingo 8 de octubre, puede encontrarse en su web oficial.

Imágenes en el barro

Imágenes en el barro

Una nueva muestra fotográfica de ANCCOM puede visitarse en la Facultad de Ciencias Sociales. Las imágenes registran el clima de resistencia y movilización social que hubo entre 2015 y 2019.

Se inauguró «Fotografiar el barro”, una nueva muestra de fotógrafos y fotógrafas de la Agencia de Noticias de la Carrera de Comunicación de la UBA (ANCCOM), que se expone hasta el 19 de octubre en la fotogalería del primer piso de esa casa de estudios, frente a la redacción. Los y las estudiantes pusieron el cuerpo en la calle para retratar algunos de los acontecimientos sociales ocurridos entre el 2015 y 2019. Estas imágenes muestran eventos cotidianos y del espacio público que sucedieron en esos años: las movilizaciones sociales, las reivindicaciones, el feminismo, la cultura, el arte.

La muestra fue organizada por Betina Guindi, Ernesto Schtivelband, Felisa Santos, Santiago Mazzuchini, Celia Fontes, Juan Funes y Melisa Molina. Santiago Mazzuchini, docente de la Facultad de Sociales y uno de los encargados de la curaduría y del montaje explicó: “La idea nace porque comenzamos a darnos cuenta de la relevancia que las fotografías de ANCCOM comenzaron a tener en la arena pública. Nosotres hace muchos años que investigamos sobre el modo en que las imágenes intervienen en la política, sobre cómo conforman la historia, la memoria. Esto quizá parezca una obviedad, sin embargo, hay quienes siguen creyendo que las imágenes ´ilustran´ o son una mera representación de otra cosa”.

Sobre el recorte de la muestra describió: “Por otra parte, tomar el eje política/fotografía en la muestra nos permitió también destacar que en ANCCOM se le da una importancia vital y específica a la fotografía. En muchos portales digitales las fotos parecen adornar las noticias, justamente lo contrario de lo que se hace en ANCCOM, donde la producción fotográfica es parte esencial. El nombre de la muestra juega con la idea de irrupción e interrupción, porque lo que las fotografías que elegimos muestran el modo en que la política irrumpe para dar cuenta de un conflicto e interrumpe el normal curso de las cosas. Desnaturaliza nuestra realidad social”.

La muestra registra los momentos más relevantes de aquellos años: “Las imágenes elegidas recorren desde movilizaciones a favor de la legalización del aborto, marchas por la memoria, protestas contra la represión policial, reclamos por asesinatos como el de Rafael Nahuel, entre otras”, describió. “Nos interesaba (y nos interesa) pensar el rol político del fotoperiodismo en tiempos hiperdigitalizados donde se plantea la irrelevancia de la dimensión documental y periodística de la fotografía. Lo que muestran estas imágenes es que las y los fotoperiodistas en la calle tienen mucho que mostrar todavía”, concluyó.

Victoria Gesualdi, coordinadora de fotos de la Agencia, sumó: “La edición de la Muestra surge de un área de investigación de la Facultad y destaca la mirada de los y las estudiantes de Comunicación.”
La fotógrafa encargada de formar a los cientos de practicantes de fotoperiodismo junto a Leandro Tesseyre explicó: “El valor del fotoperiodismo es ir al territorio, mirar y significar los acontecimientos con imágenes. Entre el 2015 y el 2019 las calles estuvieron habitadas, hubo una sociedad movilizada, hubo resistencia y lucha por derechos.”
Acerca de la mirada del fotoperiodismo en ANCCOM, Gesualdi reflexionó: “Nos interesa documentar el presente con una perspectiva histórica, por eso también es importante el archivo que construimos en estos casi diez años de ANCCOM. La imagen periodística tiene una función informativa en la coyuntura y con el tiempo toma otro valor. La muestra permite una relectura de esos acontecimientos que hacen nuevos señalamientos en este presente.”

 

“La fotografía de la protesta de los trabajadores de Cresta Roja fue republicada en la portada de Página 12, fue un hecho importante para contar, porque si bien había cámaras de televisión todas estaban del lado de la gendarmería y yo pude retratar desde la perspectiva de los trabajadores, yo también tuve que esquivar balas de gomas”, dice Pirsic.

Noelia Pirsic, Daniela Morán y Deborah Valado, pertenecen a la primera cohorte ANCCOM y participan de la muestra. Pirsic contó parte de su experiencia de su paso por la agencia: “Nos mandaban a cubrir momentos de relevancia social, masivos, o personajes que son importantes para nuestra sociedad y que no hubiera tenido la chance de fotografiar si no hubiera sido por ANCCOM”. Y recordó: “Reconozco mi foto. Hubo una protesta de trabajadores de la empresa Cresta Roja que estaba siendo vaciada y esa fue la primera vez que durante el macrismo se empezó a disparar contra los trabajadores. Esa fotografía salió en la portada de Página 12, fue un hecho importante para contar, porque si bien había cámaras de televisión todas estaban del lado de la gendarmería y yo pude retratar desde la perspectiva de los trabajadores, yo también tuve que esquivar balas de gomas”.

Acerca de si existen diferencias entre esa época y la actualidad Pirsic planteó: “Cambia el signo político y cambia lo que te vas a encontrar en la calle. Sí me parece muy loco que las fotos que tomé puedan considerarse un documento histórico porque, al menos yo, cuando saco una foto pienso “voy a contar esta historia” y no pienso en dejar un documento histórico. Eso perdura gracias a que también hay un archivo como el de ANCCOM, que vuelve a poner en valor desde otras miradas, otras perspectivas.”

Por su parte Daniela Morán opinó: “Creo que la muestra representa muy bien lo que estaba pasando en la calle en esos años. Los movimientos feministas tuvieron una fuerte presencia, las movilizaciones por el aborto iban creciendo a pasos agigantados y su visibilidad acaparaba la atención de los medios. Una de mis fotos forma parte de un ensayo que buscaba encarar la temática aborto desde un lugar más personal, más chiquito, pero a la vez potente. La foto de la muestra es un retrato que representa la clandestinidad que atravesaron esas personas”. Y concluyó: “Es lindo ver las fotos ahora, ver que militar y estar en la calle sirve”.

Respecto a los diferentes contextos que se retrataban en esos años y la actualidad, reflexionó: “Veo cambios, por supuesto. En el gobierno macrista, la respuesta al pedido de ayuda del pueblo solo eran oídos sordos y represión. Veo algunas fotos de los reclamos afuera del Congreso por la reforma previsional y recuerdo el miedo que sentí cuando vi la fila de gendarmes esperando que la calle avanzara. Los golpes y empujones a diputados y diputadas que iban a tratar la ley. Cualquier persona que luchaba por sus derechos era blanco fácil para la represión”. Al hablar de su paso por la agencia, Morán destacó: “No quiero dejar de remarcar la importancia de ANCCOM y de este material que sirve de anclaje con un pasado cercano. Las fotografías de esta muestra, al ser reunidas, ordenadas y vistas pueden funcionar como mecanismos de memoria”.

Por su parte Deborah Valado también reflexionó sobre su trabajo en la agencia: “La primera nota que propuse fue en el Bajo Flores, en la foto se ven unos palos de jockey tomados por unas nenas, quise mostrar que el acceso al deporte es clave y genera experiencias transformadoras en los barrios”, describe y continúa: “Una de mis últimas coberturas, también fue en el Bajo Flores, una mujer que está mostrando las balaceras, esa foto se viralizó y obtuvo el Primer premio de Eduardo Longoni. Para la autora: “Esa foto marcaba el principio y el final de una etapa. Si nos ponemos a pensar que pasa en el barrio, donde hay niños y niñas y hay que garantizar el presente porque son el futuro; la contracara es esa mujer que enseñaba murga a niños y niñas y lo que recibió del Estado fueron balaceras. Ahí hay un contrapunto importante”.

Valado también destaca el carácter público de la agencia: “Hay muchas fotos de ANCCOM que circularon por otras muestras y eso también es para rescatar, porque es una agencia de una universidad pública y por eso es necesario meterse en el barro para conocer las realidades y visualizarlas y esa es nuestra responsabilidad como reporteros. Veo que ANCCOM sigue con ese espíritu, veo las producciones a lo largo de los años. Esta agencia nos dio la posibilidad de formarnos y profesionalizar el oficio”, señaló y agregó: “Esta muestra me genera ver un montón de grietas importantes, fue otro tipo de gobierno que generó otras políticas. Hay que visibilizar todo y para eso hay que estar en el terreno, la fotografía tiene esa particularidad, y en momentos donde hubo vulnerabilidad de derechos, hay cosas que se quisieron tapar y para eso están el fotógrafo y la fotógrafa para ir a esos espacios que quieren ocultar. La fotografía sigue siendo potente y es una herramienta con la que queremos cambiar el mundo, genera memoria, historia y presente. La fotografía nos invita a mirarnos a reflexionar que tipo de sociedad queremos. Hay que seguir defendiendo la democracia, la fotografía acompaña las luchas, reivindicaciones y también las alegrías”, concluyó la fotógrafa.

La muestra “Fotografiar el barro”, ubicada en el primer piso de Santiago del Estero 1029, ala San José, en la Ciudad de Buenos Aires, se podra visitar hasta el 19 de octubre.  

 

El absurdo de 2001

El absurdo de 2001

Guadalupe Pita Monzón es la autora y protagonista de «Nación Alambre», la obra de teatro inspirada en sus vivencias como secretaria de la presidencia de Ramón Puerta durante la crisis de 2001.

Nación Alambre presenta, a través de la comedia y lo absurdo, el interior de la Casa Rosada del 21 de diciembre de 2001 cuando afuera se escuchaban bombas, balas, cacerolas y gritos. María es la joven encargada de recibir al nuevo presidente en un despacho que está en plan desarme con trituradoras de papel borrando toda la evidencia posible. 

Guadalupe Pita Monzón, actriz y autora, escribió la obra basada en su propia experiencia como secretaria de Ramón Puerta después de la renuncia de Fernando De la Rúa en diciembre de 2001.  “Cuando la empecé a escribir la concebí como un circo, lo que me había pasado y lo que yo viví en ese momento lo veía así. No la concibo de otra manera: es una comedia”, señala.

 Al mismo tiempo, encarna el personaje de Silvita, la jefa de María, a través de quién refleja el estado de urgencia del momento y el calor de los hechos. Convocó a Sergio Falcón para dirigirla y entre ambos intentaron escapar del realismo. “Lo trabajamos desde el absurdo y cada vez nos empezamos a ir más y más. Pero cuanto más nos íbamos más se acercaba a la realidad”, dice el director. 

En escena hay papeles esparcidos por todos lados y un árbol inmenso que cubre todo lo que sucede. “Todo funciona como una metáfora”, dice Falcón, “intentamos mostrar el momento de desesperación de querer frenar el barco y como se termina hundiendo todo”. 

Al final, entre una pérdida de gas que vuelve un infierno el despacho, el calor, los desmayos y las peleas por quienes no quieren irse, María da un grito y los actores encuentran sus miradas con las de la audiencia. “No se dan cuenta, estamos acá intentando atar todo con alambre y allá afuera hay seres humanos”, dice el personaje. Guadalupe Pita Monzón llora con una angustia palpable y luego comenta: “(la obra) tiene que ver con la realidad, lo que una y otra vez nos pasa a los argentinos”.

Nación Alambre trata sobre mucho más que la crisis del 2001 y el caos de nuestro país, tanto afuera como al interior del gobierno. Logra traspasar el momento histórico. Nos pone cara a cara con las crisis cíclicas de nuestro sistema político y el ímpetu por tener que tratar de salvar el barco. 

Nación Alambre presenta su tercera temporada en el Teatro Astrolabio los viernes a las 21.