La Biblioteca Nacional se defiende

La Biblioteca Nacional se defiende

Escritores, intelectuales, gremialistas y trabajadores se reunieron en la explanada de la Biblioteca Nacional para reclamar por la reincorporación de los 120 despedidos y hacer un llamamiento en defensa de la cultura.

“¿En serio esto se soluciona despidiendo a 15 mil o 70 mil trabajadores?”, dijo Rodolfo Aguiar, titular de ATE, el martes 16 de abril en la explanada de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno cuando trabajadores y personalidades de la cultura se reunieron para exigir la reinciorporación de los 120 trabajadores despedidos de esa institución y hacer un llamamiento en defensa de la cultura.

La existencia de una biblioteca de libre acceso es de carácter imprescindible para el desarrollo social. Sergio Palazzo, diputado del Frente de Todos que se hizo presente en la Biblioteca, contó su propia experiencia: habiéndose criado en una familia de bajos recursos, siempre recurrió a la Biblioteca Nacional para poder acceder a libros escolares. Y sostuvo que si no fuese por la existencia de esta institución, su formación educativa no hubiese podido concretarse.

Señaló que la Biblioteca debe defenderse por la amplia cantidad de archivos que custodia, mediante los cuales permite conocer y conservar la historia nacional, así como también por la diversidad de libros escritos por intelectuales y científicos de todas las corrientes del pensamiento argentino e internacional.

También se hizo presente en este acto la escritora Claudia Piñeiro, quien expresó su solidaridad con los trabajadores despedidos. “La biblioteca -subrayó- cuida, preserva y difunde el patrimonio bibliográfico y cultural de la argentina”. La autora de La viuda de los jueves agregó que esa tarea no se hace sola, se necesitan trabajadores que lo hagan con seriedad y profesionalismo, y señaló también que este pedido no es únicamente por los trabajadores sino también por el derecho de acceder a nuestra historia porque nos corresponde como ciudadanos. Piñeiro, además,  insistió que todo el material disponible en la biblioteca, siendo de gran valor, cree paradójico que a nuestro gobierno, caracterizado por los cálculos en sí, no pueda medir el valor de los archivos bibliotecarios.

A continuación, tomó la palabra la docente, activista por los derechos humanos e integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida. Habló en nombre de todas las Madres y de todos los organismos que defienden los derechos humanos. Expresó un gran lamento ante la situación del país, señalando que casi todos los días se están llevando a cabo distintos actos en repudio de las medidas del presidente. De todas formas, pronunció palabras de aliento, pidiéndole a la gente que nunca abandone las luchas que nos competen como pueblo, porque “la única lucha que se pierde, es la que se abandona”

Para finalizar el acto, Aguiar exclamó que más de la mitad de esta crisis profunda que está atravesando el país “tiene que ver meramente con las medidas económicas que está impulsando este gobierno, no los anteriores, independientemente de la mirada que cada uno pueda tener”. Y agregó: “Pero yo nunca he visto otro camino a recorrer que no sea

la lucha en la calle y ahí nos tenemos que seguir juntando y uniendo. Todos unidos. Tenemos que ser capaces de preguntar ¿Qué hay detrás de los despidos? Con Milei nos damos cuenta que el Estado se fortalece o debilita depende de quién lo mire. Si lo miramos nosotros, están destruyendo el Estado de la gente, están debilitando el Estado de servicio del pueblo.”

Ya una semana antes de los despidos, efectivizados durante el feriado de Semana Santa, circuló una carta firmada por 21.000 intelectuales y personalidades de la cultura advirtiendo del riesgo que significaba el desmantelamiento de la institución cultural más antigua del país, que precede incluso a la conformación del Estado argentino.

Charlando con Abelardo

Charlando con Abelardo

Se estrena Un hombre que escribe, un documental en el que el escritor Abelardo Castillo cuenta de su vida, sus pasiones, su ideario. Retrato de un intelectual comprometido.

“No es casualidad que esto se estrene en este momento”, señala Liliana Paolinelli, directora de Un Hombre que escribe, un documental sobre el escritor Abelardo Castillo que falleció el 2 de mayo de 2017. “Es un personaje que produce una profunda admiración, que va trazando un sendero por el que es interesante caminar, sobre todo en este momento en donde el arte, las personas de la cultura, están tan denigrados por este Gobierno; uno ve a un hombre que tiene un pensamiento autónomo, cabal, es una reivindicación hacia el arte y la literatura”.

El documental se estará proyectando el jueves 18 de abril y sábado 20 en el BAFICI, Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente. Las entradas para estas funciones ya se encuentran agotadas, sin embargo la película continuará en cartelera durante todos los viernes de mayo en el mismo complejo.

Se trata de una conversación, grabada por la directora en 2015, entre el escritor y las entrevistadoras María Moreno y Mayra Leciñana. “Surgió a partir de un deseo de él, después de ver un documental de Marlon Brando, que era un actor que a él le gustaba mucho. Y en una cena en su casa, con mi esposa Paula Grandio, comentó que tenía ganas de hablar, construir una especie de memoria. Y a partir de los temas que van surgiendo en la charla Abelardo va componiendo su vida, sin proponérselo, pero es lo que se terminó armando”, dice la directora Paolinelli.

La conversación pasa por múltiples tópicos: Abelardo Castillo habla sobre la literatura como su dependencia más fuerte, los talleres literarios, sus libros, su relación con el alcohol, sus autores predilectos y hasta el tema de la muerte está presente en la charla. La escritora y cónyuge, Sylvia Iparraguirre, comenta: “Soy, según Abelardo, la persona que más lo conoció, fue mi marido por más de 40 años, por lo tanto estoy en condiciones de afirmar que el que vea este documental va a tener un retrato muy cercano de él. Es un encuentro con Abelardo, donde no hay cosas alrededor del personaje, sino que está el personaje hablando”.

«Es un hombre con un pensamiento autónomo, cabal; una reivindicación al arte y la literatura”, dice Paolinelli.

Abelardo Castillo es uno de los grandes cuentistas latinoamericanos según la crítica. Fue un intelectual comprometido con convicción y sinceridad, diciendo exactamente lo que pensaba y compartiendo su visión del mundo en las revistas literarias que fundó. Hecho que lo llevó a estar en las listas negras de la censura durante la última dictadura militar al animarse a criticar al gobierno y expresar sus ideas socialistas.

“Compartíamos las mismas ideas sobre el mundo: un socialismo ético, acá se le llama socialismo a cualquier cosa con gente muy corrupta. Fue un intelectual comprometido, pero no con la literatura, él decía que el intelectual debía comprometer el cuerpo a través de su opinión. Y a través de sus revistas literarias como El escarabajo de oro o El ornitorrinco, él prefirió nunca dejar de expresar sus ideas a donde fuera”, sostiene Iparraguirre.

A pesar de contar con más de cuatro novelas, cinco libros de cuentos, ensayos, y múltiples premios nacionales e internacionales, Castillo no se consideraba a sí mismo un escritor, y a raíz de eso viene el título del documental. “El nombre Un hombre que escribe es porque Abelardo no se consideraba un escritor en el sentido profesional, no le gustaba el término. Él decía que no se la pasaba escribiendo todo el tiempo, que no es como un médico, un arquitecto o cualquier otro tipo de profesión la cual la ejercés día a día, sino que él podía pasar mucho tiempo sin escribir o tirando borradores que no leía nadie”, comenta Iparraguirre.

En cuanto a la directora, que estudió en el departamento de cine en la Universidad Nacional de Córdoba, y recibió el título de técnica en medios audiovisuales, encabezó múltiples películas y cortometrajes de ficción y en el último tiempo se dedicó más a los documentales. Paolinelli remarca que sus proyectos fueron posibles gracias al INCAA, y que con el desfinanciamiento y cierre del instituto muchos proyectos ya comenzaron a rechazarse.

En palabras tanto de la directora como de Iparraguirre, el espectador se va a ir con la sensación de haber visto a un hombre con una convicción y una sinceridad abrumadora, de una claridad total en sus ideas, y por sobre todo de haber visto a una persona inspiradora para estos tiempos.

 

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En el marco del BAFICI, Un hombre que escribe se proyectará en Cine Arte Cacodelphia, Av. Pres. Roque Sáenz Peña 1150.

Lorca en el Conurbano

Lorca en el Conurbano

Se estrenó en CABA, «Tercer cordón del conurbano», una obra colaborativa producida en AMBA y basada en las Bodas de Sangre. La pieza tragicómica mezcla elementos del Clown para dar cuenta de las consecuencias del odio y la discriminación.

Todos los viernes a las 20 se presenta, en el Teatro Beckett, Tercer cordón del conurbano, una tragedia marrón, una adaptación de Bodas de Sangre de Federico García Lorca. En esta reversión, la prosa lorquiana es traída al conurbano bonaerense en pleno 2001 y se combina con el lenguaje clown, creando una tragicomedia que tiene tanto las características de la sociedad argentina como la impronta del dramaturgo y poeta español. Con acertadas interpretaciones, música y efectos sonoros en vivo y un excelente manejo de utilería, esta original propuesta llega a capital desde el conurbano luego de un gran recorrido.
Al ingresar a la sala del Teatro Beckett, el escenario no sólo no está vacío, sino que los actores ya están en acción; están sentados en dos filas enfrentadas y aplauden rítmicamente mientras el público se termina de ubicar en las butacas. En el curso de la obra, cada uno de ellos interpreta a diferentes personajes, tanto secundarios como principales, y se desplazan a través del escenario, casi siempre con una pieza de utilería que incorporan a su interpretación como si fuese parte de su cuerpo. Solo hay dos personas que se quedan en sus lugares de principio a fin; el dúo que provee la música y los efectos sonoros que acompañan y acentúan los sucesos de la obra.
En el escenario, los intérpretes no se limitan a darle cuerpo a un personaje. Además de desempeñar varios roles, utilizan sus cuerpos para darle vida también a los elementos escenográficos y para añadir a la ambientación, que compone el dúo de sonido y música; ladridos de perros, el canto de un benteveo, el llanto de un bebé y hasta el típico llamado de un chatarrero distorsionado por un megáfono. Con estos componentes, la obra le presenta al espectador como una hilarante comedia que, de a poco, va estableciendo elementos trágicos, hasta que el final abandona la comedia por completo y muestra en crudo el resultado del odio y la discriminación.

En diálogo con ANCCOM, la directora Paula Sánchez explica que el desarrollo de la obra fue un proceso marcado por lo colaborativo: “En esta compañía tenemos algunos clowns, artistas circenses, actores que vienen más del conservatorio, tenemos una fusión, un poco de todo, y cuando uno trabaja con eso está buenísimo, porque si uno lo puede potenciar te da el lenguaje. Cada vez que nos poníamos a trabajar era indagar, probar”.
Respecto a adaptar a Lorca, la directora dice que “está casi el 80%” del texto original de la obra, y agrega que “los textos están respetados, lo que pasa es que tiene un montón de otros ingredientes y algunas actualizaciones” para adaptar las acciones de los personajes al cambio de contexto.
“Es un proceso que se fue dando de manera grupal. Estamos desde el principio todes también, aportando a cada idea, cada cuestión, cada centímetro, tanto energéticamente como aportes musicales”, dice a ANCCOM el actor Manuel Luchetti. Sobre la experiencia de actuar en esta compañía, la actriz Mariela Fernández asegura: “Disfrutamos un montón de hacerla y me parece que eso se nota cuando se ve el espectáculo. Hay como una unión familiar, y la verdad que la directora hizo un trabajo increíble con cada uno de nosotros, nos dio la libertad también para que cada uno aporte su experiencia y sus ganas”.

Los actores también hablaron del recorrido de la obra: “Tenemos solamente un año”, desarrolla Luchetti y Fernández enumera varios de los festivales por los que han pasado: “Participamos del Festival Regional, que lo ganamos, después pasamos al Provincial, que lo ganamos también, y fuimos al Nacional a representar la provincia de Buenos Aires en la La Rioja, el año pasado, que fue una experiencia buenísima. La compartimos con otros elencos de diferentes provincias, fue súper enriquecedor”.
“Nací en este ambiente”, cuenta la música Lara Bragán y agrega: “No es mi primera obra, pero sí la que tiene mayor repercusión. Ir al Festival Nacional en La Rioja con la obra, eso no lo había vivido: de repente viene la gente, el boca en boca, es otra dimensión”.
Fernández también explica lo que significa la llegada de la obra a Capital: “Seguimos creciendo, ahora estamos en el Beckett. Vinimos a Capital porque hicimos un montón de funciones en el conurbano. Ahora estamos acá probando este lugar, nos recibieron muy bien y la respuesta de la gente fue buena, así que estamos súper felices”.

“La cultura genera progreso, no el dinero”

“La cultura genera progreso, no el dinero”

Más de 200 trabajadores de la Secretaría de Cultura de la Nación fueron despedidos a fin de marzo y todas las políticas del sector han sido frenadas y desfinanciadas. Este fin de semana, realizaron un multitudinario festival en la explanada del CCK como forma de protesta.

En plena Semana Santa, tras la cena del miércoles, Jesús –así se llama– recibe un telegrama que reza: “Contrato sin posibilidad de renovación a partir de abril”. Después de 18 años se acaba de quedar sin pan y trabajo. Al igual que Lucas, que Micaela y 206 compañeros más.

“Me enteré por mail”. ”Nos avisó un compañero”. Las historias de los trabajadores de la Secretaría de Cultura de la Nación que fueron despedidos en Pascuas se repiten. En todos los casos, sin justificativos y hasta sin firma de ninguna autoridad. “Me notificaron vía mail el miércoles a las 21.30. No hay nadie que dé la cara y te diga por qué motivo estamos despedidos”, afirma Lucas Cabrera, coordinador de Logística de la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria y delegado de ATE Capital. “No saber cómo le voy a poner un techo sobre la cabeza a mi familia y cómo voy a pagar la comida es desolador”, agrega.

Cabrera hace casi 10 años que se desempeñaba en la Secretaría. Su tarea estaba abocada al trabajo territorial asistiendo en la producción y traslado de docentes y artistas para que puedan llegar a los eventos que organizaba la dependencia. “Todas las políticas culturales están frenadas desde que esta gestión asumió”, remarca. La cantidad de despedidos de la Secretaría de Cultura ya son 248. En diciembre fueron 40, y en Semana Santa 208. Algunos se enteraron días después porque no tenían acceso al Sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE) y no podían ingresar a su casilla de correo.

El vaciamiento y la desfinanciación de la gestión libertaria también incluye la falta de presupuesto y de elementos de trabajo. “Hace tres meses que estamos sin caja chica, no tenemos recursos y dependemos de los insumos que fueron comprados el año pasado”, explica Gabriela Castro, trabajadora del Museo de Bellas Artes.

Desde 2006, el Programa de Orquestas “Andrés Chazarreta”, que depende de la Secretaría de Gestión Cultural, enseña a tocar instrumentos a niños, niñas y adolescentes de los barrios populares. Jesús Edgar Colque enseña en la orquesta “El Tambo” de Isidro Casanova, y tras 18 años de docencia fue uno de los cuatro profesores que recibió el telegrama de despido el miércoles por la noche: “Milei dijo que los recortes iban a ser para la casta. Yo no soy de la casta, y tampoco fueron a ver el trabajo social que hacemos. Ellos pueden ir a Isidro Casanova y comprobarlo. El objetivo era llegar a lugares muy carenciados, donde los chicos no tengan acceso a un profesor de música ni un instrumento. Hoy muchos chicos han encontrado el amor por la música y hasta son profesores de orquestas”, cuenta Jesús Colque.

Micaela Fernández fue una de las alumnas que participó del programa orquestal. Hace dos años que es profesora de contrabajo y también fue despedida. Respecto a la posibilidad de revertir los despidos a docentes, dice que es difícil conseguir una mesa de diálogo y que esta dilatación pone en peligro a la orquesta. “Queremos una respuesta, una justificación y ver cómo va a terminar esta situación, porque despidieron a cuatro profesores y cinco están sin renovación de contrato, es decir que la orquesta queda sin profesores”, concluye.

El sábado 6 de abril, en la explanada del Centro Cultural Kirchner (CCK), donde se encuentran las oficinas del actual secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, los trabajadores de la cartera en conjunto con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) organizaron el Festival ARDE en defensa de la cultura y en reclamo por los despidos.

“Estamos generando diversas acciones junto a las y los trabajadores, asambleas en los sectores de trabajo, saliendo a la calle, a la espera que los funcionarios den la cara para poder concretar próximas mesas con ellos, que despiden y se escapan”, expresa Julia Pirani, delegada de la Junta Interna del exMinisterio de Cultura de la Nación y del Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces. “El plan de disciplinamiento que propone esta gestión es evidente –señala–. Dejan a 248 personas sin trabajo y afectan a cientos de personas que no trabajan en el Estado y que son parte de los programas desguazados como las y los alumnos de clases de música y de diversos talleres y actividades culturales”.

“Esta gestión no tiene ningún plan para la cultura, no existe para ellos. Es absolutamente cruel acompañar despidos con un plan económico tan devastador”, asegura el actor y comediante ‘Osqui’ Guzmán en diálogo con ANCCOM. “Lo que todavía no entienden las personas es que el Estado somos todos, te desfinancian el país para venderlo y lo mismo quieren hacer con las universidades. Ellos creen que el dinero genera progreso y es la cultura la que lo genera. Es la que hace que alguien agarre un hilo, una aguja y haga un poncho y genere progreso en la civilización. Nuestro espacio cultural es el de la lucha, no nos van a vender el país”, sentencia Guzmán.

Pintar en los tiempos de Milei

Pintar en los tiempos de Milei

El artista visual Guido Orlando Contrafatti presenta su muestra individual “Un gusto averno conocido”, una serie de obras atravesada por la situación sociopolítica.

Contrafatti recibe al equipo de ANCCOM en su muestra y lejos del imaginario de un artista solemne, ofrece mates y dialoga sobre sus obras, la mayoría de gran tamaño. Si bien el artista plantea la muestra como unidades y no tanto como un gran relato, ciertos temas atraviesan toda la exposición: la nostalgia, la violencia, la situación política actual, entre otros.

Cuando le propusieron hacer la muestra en noviembre del año pasado, el contexto era completamente distinto: “Estaba pensando en otro tipo de exposición –confiesa-. Después se me metió tanto en mi mente y en mi cotidianidad todo lo que pasó con Milei, las noticias que no pude hacer una muestra de cualquier cosa. Tuve la necesidad de dar cierta respuesta”.

Al entrar al espacio lo primero que se ve es una instalación. Utilizando la basura de su última muestra compone un cielo caído: “Es una premisa simple: se nos vino la noche encima”.

¿Por qué incluís obras clásicas a tu pintura Infinito punto rojo?

Este cuadro, es un remix de dos cuadros nacionales muy importantes. Uno es de La Cárcova, que se llama Sin pan y sin trabajo. Este año cumple 130 años. Es el primer cuadro nacional con temática social que retrata a un pobre. En el cuadro original, en la ventana hay una fábrica y toda una revuelta de trabajadores. Es de 1894. Lo traje a hoy, a modo de respuesta. Milei habla tanto de esa época fundacional y supuestamente dorada pero era para cinco oligargas. El resto eran trabajadores pobres, sin derechos. Y esto lo retrataban los pintores en esa época. Además le sumé este cuadro de Antonio Berni, que se llama Manifestación. Le puse el cuadro encima de una forma medio fantasmagórica. Es otro cuadro muy importante para la historia argentina en las artes visuales. El trabajador, luchando. Yo además le sume un chumbo en la ventana. Eso en el cuadro original no está. Es una intención de subir una perilla de violencia. Sin pan, sin trabajo y la violencia. Un gesto actual, de hoy en día. La pistola tiene un punto rojo. Yo quiero que primero veas el arma y te pierdas la manifestación. Es la primera vez que hago un tamaño fuera de foco tan grande. Y me pareció interesante esto de que, si te acercás, se va pulverizando más. En lo chico se pierde esa sensación.

¿Qué técnicas usas?

Todas son aerógrafos. Tengo una línea de laburo que va con el aerógrafo. Hago blureados, desenfocados. Me interesa un poco eso de pulverizar la línea. Es un aspecto anti HD, anti literal, anti hiperrealismo. Como un VHS. Al principio lo pensé como un modo de censura, porque cuando te censuran te blurean. A veces me pasaba cuando no tenía muchos datos en el celular, no me cargaba la imagen y me cargaba blureada. Y me generaba una cosa muy increíble, porque después cuando me cargaba esa imagen, pensaba: “Che no tiene nada que ver”. Cuando hice algunos retratos muy fuera de foco; una persona decía: “¿Che, soy yo?” Y otra venía y también decía: “¿Soy yo?”. Se democratiza cierta cosa de la imagen. Hay algo también de la memoria. Pensar el blureado como algo del recuerdo. Que no está tan definido y uno se mezcla, entonces recuerda el recuerdo. Hay algo que no está tan claro. Un recuerdo medio borroso.

La cuestión política aparece mucho, ¿es una búsqueda?

No. Es algo que me atraviesa. También en muestras anteriores que hice. En una individual, en la época de Macri, por ejemplo, empecé a usar formalmente los globos como material y como superficie de laburo. Empecé a pintar borrachos y globos con pinches. Y después empecé a usarlos formalmente. Tenía algo triste también. Como esto de payaso triste, el borracho melancólico.

¿Cómo surgió componer el tipo de escena de “No te puedo sacar de mi cabeza”?

Yo arranco siempre por el dibujo. Cuando pensé en esta obra pensé en los paparazzis. También tiene que ver mucho con las redes, que vengan y te hagan un escrache. Incluso nos puede pasar a cualquiera de nosotros: de repente vos estás manejando, chocaste, se te vienen todos los medios. Es una situación que le puede pasar a cualquiera. O de repente viste una situación y sos testigo: se te vienen todos los medios encima. Situación que va más allá de la fama, es algo cotidiano. Me gusta porque tardan en encontrar el arma las personas. Está todo disparando.

La muestra estará disponible hasta mediados de abril. Será la última antes de que Moria Galería, actualmente en Thames 608, Villa Crespo, se mude de locación. “Todas las obras tienen algo pesimista en algún punto, pero entiendo que al hacer obras, es algo muy optimista”, cuenta el artista al final del recorrido.

Boedo, libros y memoria

Boedo, libros y memoria

La Feria del Libro Independiente de Boedo realizó su tercera edición. Diferentes editoriales independientes y autogestivas ofrecieron textos buenos y baratos. Hubo una edición especial dedicada a Milei.

El domingo 17 de marzo se realizó la tercera edición de la Feria del Libro Independiente de Boedo (FLIB) en Avenida Boedo, entre Carlos Calvo y Estados Unidos. Más de 20 editoriales independientes mostraron una amplia diversidad de títulos para las diferentes edades. La feria está articulada con organizaciones que van más allá del libro: la Comisión por la Memoria Red Cultura Boedo, el Proyecto Boedo, la Asamblea de Boedo, la Junta de Estudios Históricos y organizaciones y activistas ambientales.

Su lema fue “Libros en la calle, en las plazas y en los bares”, La calle, debido a que los domingos es peatonal y es donde se instalan, las plazas porque el único espacio verde que posee el barrio, la plaza Mariano Boedo, fue producto de la lucha de los vecinos y los bares por los históricos cafés tradicionales que se encuentran en el barrio, resistiendo a la gentrificación.

La Comisión por la Memoria Red Cultura Boedo arrancó a las 14 recordando a los vecinos detenidos desaparecidos. Se realizaron charlas, se presentó un libro, hubo un concurso de poesía titulado “Poemas para o sobre perros/as” y finalizó a las 19 con música.

La FLIB tiene por objetivo recuperar y acercar a los vecinos los libros, la bibliodiversidad, ya que es un barrio con una larga trayectoria literaria. En la zona se encontraba lo que fue la histórica y popular Editorial Claridad, que publicó al grupo de editores y poetas de Boedo.

Jacqui Casais, una de las organizadoras e integrante de la editorial Demolición en Suspenso comenta: “Soy del barrio y lo quiero mucho. La idea era acercarle una feria del libro a la calle. Hace más de 20 años viene surgiendo esta industria de editorial independiente. Cada vez es más grande y no le implica ningún tipo de gasto al Estado, todo es autogestivo, los libros se financian con las ventas. Cada vez es más difícil imprimir por el tema del monopolio del papel. Cada vez hay más lectores interesados en el libro como objeto así que es una industria en crecimiento, lo que necesita es que a la gente no se le convierta el libro en un lujo, sino en algo más para alimentarse espiritualmente, emocionalmente”.

Comprar libros hoy

Los precios de los libros cada vez son más altos y menos accesibles, esto genera que se termine convirtiendo la lectura en algo a lo que no todas las personas puedan acceder. Además, en diciembre del 2023 el libro estuvo amenazado por un artículo de la frustrada Ley Ómnibus. En esta se derogaba la Ley 25.542, también conocida como la de la Defensa de la Actividad Librera, que establece un precio uniforme de venta al público (PVP) para todas las editoriales, librerías y ventas online por igual.

Desde diciembre las ventas en el sector decayeron mucho, “es muy notorio porque yo pensé que iba a ser gradual, la venta se cayó muy abruptamente, la diferencia entre enero y diciembre fue terrible”, confirma Casais. También agrega que “la crisis económica afecta a todos los sectores y nosotros lo sentimos mucho más que nunca”.

Lautaro Marcial, parte de la editorial Arde Fogata, comenta acerca de la situación: “Está bastante difícil, a mí me cuesta menos porque tengo otros tipos de valores, otro tipo de armado. A otras editoriales les está costando bastante más. El gran problema es la suba de los insumos: el papel, la tinta, el laminado plastico que llevan las tapas es importado, eso es lo que encarece la mayoría de los libros”.

Todos estos factores llevan a que uno tenga que buscar alternativas más económicas porque leer es un derecho, espacios como la FLIB entienden eso y funcionan como puente para poder seguir accediendo a los libros. Muchas personas asisten a esta feria, como otras, por la accesibilidad, así lo comparte Adriana, visitante y vecina del barrio: “Los libros acá son accesibles porque no son de grandes corporaciones, justamente son de editoriales independientes que creo que es lo más cercano a la comunidad que tenemos. Además, acá hay un montón de material que encontrás y que otras editoriales y corporaciones no difunden”.

Una barrio con memoria

Zonia Beatriz González Zurrutia, integrante de la Comisión por la Memoria de la Red de Cultura de Boedo, cuenta que esta comisión se formó al calor de la crisis del 2001. La razón fue que se dieron cuenta que el barrio no tenía un espacio para recordar a los desaparecidos y tampoco sabían cuántos eran. Reconstruye la historia de los desaparecidos que vivieron en Boedo y los agrupa en una revista que se llama Barrio y memoria, la cual estuvo presente en la FLIB.

“La revista no es periódica porque vendemos todas las anteriores y juntamos esa plata para hacer la nueva publicación. No pierden la actualidad porque pueden ser utilizadas en las escuelas. Reconstruye la historia de los desaparecidos, del barrio”, cuenta Zurrutia.

“La asamblea barrial quiere que bajen el DNU, que se pare con los tarifazos, está en contra de los aumentos del pasaje, estamos en una situación de resistencia, por eso hicimos una publicación que se llama Libro de quejas para Milei“. En una mesa de la feria, junto a las revistas de la comisión por la memoria, se encontraba un libro muy grande con tapa de color rojo y letras blancas, hecho manualmente, que llamaba la atención de todas las personas que pasaban por ese espacio. Se invitaba a escribir quejas y descargarse acerca de la situación que atraviesa el país.

La FLIB se realizó por primera vez en marzo del 2023 y se estima que serán tres por año, según dice Casais. La segunda, al igual que el año pasado, será sobre cultura gráfica. “No sabemos cuando va a ser: vamos a ver cómo viene el clima, como sale esta, discutir sobre lo que salió bien y mal, y decidir cómo avanzar, que es como siempre hacemos. Vamos modificando a partir de cómo sea la última y queremos mejorar”, agrega la organizadora.

La feria es un espacio de defensa cultural, y demuestra que la lectura no es solo para una elite sino que tiene que ser accesible para todas las personas.