Los desarrollos inmobiliarios amenazan a la economía solidaria

Los desarrollos inmobiliarios amenazan a la economía solidaria

El Gobierno de la Ciudad clausuró de manera intempestiva el Mercado de Economía Solidaria de Bonpland. Los cooperativistas resisten y denuncian un plan para transformarlo en torres.

Productores y trabajadores cooperativos del Mercado de Bonpland organizaron este fin de semana una jornada de protesta con feria, radio abierta y actividades culturales en Bonpland 1660,para hacer frente  al cierre del espacio destinado a la comercialización de la economía social y agricultura familiar. El Gobierno porteño clausuró el mercado que desde hace 15 años abastece a los vecinos y vecinas del barrio.

“Vamos a hacerle frente a esta clausura autoritaria, iniciada con el objetivo de realizar en este mismo predio un desarrollo inmobiliario. Hace 15 años que estamos en el mercado gracias al convenio marco que firmamos con el Gobierno de la Ciudad. Se comprometieron a hacer una obra para entregarnos el predio en condiciones para habilitarlo, pero hoy en día el mercado no tiene gas y falta el final de obra”, dijo Rosa Zambrano, una de las referentes de las cooperativas que comercializan en el lugar..

Guillermo Varela, tesorero de la cooperativa “La Parcela”, estuvo presente el día de la clausura: “El martes pasado, intempestivamente y de manera sorpresiva, vino la Agencia Gubernamental de Control sin ninguna intención de controlar e inspeccionar, si no que nuestra sensación es que venían con una orden de clausura prevista. Los inspectores, casi sin revisar, empezaron a nombrar aspectos del mercado aleatoriamente y a decir que no cumplían con las condiciones necesarias”, explicó.

Las organizaciones cooperativas y feriantes exigen que se abra una mesa de diálogo con las distintas áreas del Gobierno de la Ciudad que participan en el tema, y adelantaron que presentarán un amparo esta semana. 

“Necesitamos que se levante la clausura porque esta es la fuente de trabajo que hemos construido. Nos hemos organizado para dar visibilidad a las producciones de la agricultura familiar y la economía social. El consumidor nos apoya y ha hecho crecer el mercado porque sabe que los productos son de calidad y llegan acá sin intermediarios”, agregó Zambrano. 

En el mercado funcionan verdulerías, una cooperativa que comercializa productos de empresas recuperadas, emprendimientos familiares y cooperativas textiles. Nació con el objetivo de sentar precedente en la construcción y desarrollo de un proceso de comercialización solidario y justo; y la soberanía alimentaria como bandera, para promover la capacidad de las poblaciones de decidir y controlar sus propios sistemas de producción de alimentos, así como su derecho a acceder a alimentos suficientes y nutritivos.

“Somos trabajadores que decidimos organizarnos en cooperativas -dice Carlos Briganti-, decidimos mostrar que la economía familiar tiene un peso. En este momento tan particular que vivimos, en el que los poderes económicos de la comercialización de productos nos sacan los productos de la mesa familiar, nosotros tenemos la capacidad de poner alimentos sanos en la mesa de los argentinos”.

Este es el único mercado de economía solidaria y autogestionado de la Ciudad de Buenos Aires, y sirve como ejemplo de que una forma de consumir y producir distinta es posible. Durante la jornada de protesta, Romina, docente de la materia “prácticas para la inclusión social” de la facultad de Ciencias Económicas de la UBA, señaló que, por sus condiciones distintivas, el mercado es utilizado como ejemplo de uso corriente en la universidad. 

“Para la Facultad de Ciencias Económicas,  el mercado, aparte de ser una experiencia de economía social muy importante para la Ciudad de Buenos Aires, es un espacio de formación. Venimos con nuestros estudiantes a pensar, en conjunto con las organizaciones, en otra economía posible. Por eso es importante reivindicar la posibilidad de que existan estos espacios”, agregó la docente. 

Carlos Carvallo, reconocido intelectual del sector agroecológico y fundador de la primera cátedra libre de Soberanía Alimentaria de la facultad de Agronomía de la UBA, también participó de la jornada de protesta. “Estamos sembrando una sociedad distinta, con soberanía alimentaria, estamos sembrando esperanza y demostrando que otra economía y otros valores son posibles. La resistencia que estamos generando la van a poder ver nuestros hijos y nietos, lo hacemos por ellos”. 

Con la pandemia de covid-19 quedó evidenciado que otra forma de vincularnos con la sociedad, con la economía y con el medioambiente hoy es algo crucial, y el Mercado de Economía Solidaria de Bonpland es el ejemplo de que se pueden construir otros paradigmas. 

Mucho ruido

Mucho ruido

El Mapa de Ruido de la Ciudad de Buenos Aires muestra que las Avenidas 9 de Julio, General Paz y Del Libertador son las zonas con mayor polución sonora.

Se habla de contaminación y las primeras imágenes que aparecen en la mente son las de ríos repletos de residuos, animales ahogados por el consumo de basura y chimeneas industriales que liberan enormes emisiones de gases tóxicos. Sin embargo, hay un tipo de polución invisible, pero que de todas formas impacta fuertemente en nuestra vida y que en la Ciudad de Buenos Aires se concentra especialmente en las inmediaciones de avenidas como la 9 de Julio, Libertador y General Paz, y en las autopistas Illia y 25 de Mayo.

La contaminación sonora es una problemática que está en alza desde las últimas décadas, puntualmente en las grandes urbes, perjudicando la salud y la calidad de vida de las personas. El ruido provocado por el tránsito, las industrias y los hábitos vinculados a las nuevas tecnologías son los principales factores que agravan la cuestión.

Carlos Boccio, Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Italiano de Buenos Aires, afirma: “Una persona que pasa muchas horas en un contexto de ruido persistente, tiene altas probabilidades de ver afectada la calidad de su audición y la discriminación y comprensión de la palabra”. Y agrega: “Hay muchos puntos del organismo que se ven resentidos por la exposición prolongada al ruido. La alta contaminación sonora suele provocar el síndrome de estrés que impacta en la salud cardiovascular y hormonal de las personas. También perturba el descanso y genera ansiedad”.

Así lo confirma Elena, quien prefiere no dar su apellido, y trabaja en una tienda ubicada a metros de una de las esquinas más ruidosas de la Ciudad de Buenos Aires, en Corrientes y 9 de julio: “Me siento abombada todo el día, me duele la cabeza y me cambia el humor. Todo el tiempo tengo que levantar la voz cuando hablo con clientes porque no escucho lo que me dicen, no entiendo lo que me piden”. Para los trabajadores de los comercios que dan a calles y avenidas muy transitadas, lo más intenso es el ruido del tránsito: los bocinazos, las aceleraciones y los choques. Elena se ríe y comenta: “Cuando yo manejo, no uso la bocina; ¡ya no la quiero escuchar más!”.

La Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de la Ciudad, a raíz de esta cuestión, aplicó, en los Viaductos Carranza y Libertador, paneles con material fonoabsorbente en las paredes interiores de los túneles. Las avenidas Alberdi, Vélez Sarfield y Triunvirato, a su vez, se repavimentaron en con asfalto fonoabsorbente. Otras medidas tienen que ver con la restricción vehicular en la zona céntrica y zona Tribunales y la implementación de metrobuses sobre avenidas principales, quitando el transporte público de las calles aledañas. Sin embargo, el ruido contiúz.

En relación a la actividad en fábricas, Boccio remarca: “La protección auditiva debe ser una ley inclaudicable, no puede haber empleados u operarios que no estén lo suficientemente protegidos con elementos de cuidado sonoro que sean profesionales. Los trabajadores que están expuestos constantemente a altos niveles de contaminación sonora-100 decibeles, por poner un número- deberían ser sometidos a controles periódicos y conocer los riesgos de estar comprometidos prolongadamente a ruidos de alta intensidad”.

Nicolás Massaro, que trabaja en una planta industrial, destaca: “Por lo menos durante un tercio de mi jornada laboral realizo recorridos por la planta, allí estoy totalmente expuesto a vibraciones y altos niveles de ruido. Luego de un rato se siente un malestar en el cuerpo en general y específicamente en la cabeza. Cuando utilizo los elementos de protección, la experiencia es mucho más placentera y no se siente tanto el efecto”. Agrega un dato preocupante: “Conozco gente que ha trabajado en planta por muchos años y que al no utilizar los elementos correspondientes de cuidado, ha perdido capacidad auditiva y escuchan un zumbido en momentos de silencio”.

La industria de la música es otro personaje principal en esta historia. El uso de los dispositivos con auriculares –la mayoría de ellos de inserción- concentran intensidad sonora por muchas horas y hacen que los chicos estén expuestos a altos niveles de sonido. Esto perjudica a las nuevas generaciones. Al respecto, el especialista en otorrinolaringología sostiene: “Desafortunadamente, se encuentran cada vez más problemas en jóvenes. A pesar de que existan tratamientos cada vez mejores, si no actuamos sobre la prevención no va a haber audífonos, ni implantes, ni mecanismos de detección que puedan liberarnos de esta epidemia que es el problema auditivo por aumento del ruido”.

Por su parte, Nicolás Regidor, técnico de sonido en producciones en vivo, confirma: “Desde un principio fui consciente de que estar expuesto a altos niveles de volumen puede afectar mi salud. Cuando hacemos giras, realizamos cuatro shows de una hora y media por semana, allí estoy expuesto a niveles muy altos de sonido. Por eso, utilizo unos tapones de goma que  descienden 6 decibeles el nivel del volumen”. Además señala: “De todas formas, los mismos estadios o productoras ponen restricciones para que no se superen los 100 decibeles; el volumen que siempre se maneja es entre 90 y 100”.

Algunas pautas básicas que Boccio recomienda para proteger la salud auditiva es limitar el uso de auriculares de inserción de alta intensidad y evitar lugares donde la contaminación sonora es alta; en caso de tener que hacerlo, procurar estar expuesto el menor tiempo posible.

Las personas curiosas que quieran conocer los niveles de ruido a los que se exponen en su día a día, pueden descargar en su celular la aplicación “Sonómetro”. Tan sólo con abrirla y permitir el uso del micrófono del teléfono, podrán captar los decibeles de sonido del ambiente en el que se encuentran. Puede resultar una herramienta útil a la hora de buscar espacios de descanso.

Además existe un Mapa de Ruido de la Ciudad de Buenos Aires desarrollado por la Agencia de Protección Ambiental que facilita el conocimiento y estudio de la dimensión del ruido en la ciudad. Esta información se puede encontrar en la página del mapa interactivo de Buenos Aires en su pestaña Medio Ambiente.

Allí se puede observar que,  en el período diurno, el ruido en todas las avenidas alcanza los 75-80 decibeles. La 9 de julio, Libertador y  General Paz, sumadas a las autopistas 25 de mayo y Arturo Illia, son algunas de las que más se destacan por sus altos niveles de contaminación sonora.

En el período nocturno, el sonido de la ciudad en general desciende; en la mayoría de las zonas que en el día manifiestan ruidos de alta intensidad, en la noche el volumen ronda los 70-75 decibeles, marcando cinco puntos menos.

Donde se encuentran grandes espacios verdes, como en la parte norte de la Ciudad (Costanera Norte, los Bosques de Palermo y Parque Thays), en la Reserva Ecológica Costanera Sur y la zona Sur (Reserva Ecológica Lago Lugano y Parque de la Ciudad), y en las zonas que no son atravesadas por grandes avenidas, el nivel de sonido -tanto en el día como en la noche- es mucho menor;  como máximo aquel alcanza los 65 decibeles.

La contaminación sonora es un problema que, más allá de que los ojos no lo vean, el corazón -o el organismo sienten. El 3 de marzo fue el Día Internacional de la Audición, fecha que llama la atención sobre la importancia de la identificación temprana y la intervención para la pérdida auditiva. Las campañas que realizan la Organización Mundial de la Salud y las  entidades que se ocupan de la temática se dirigen a la concientización de la sociedad civil, a la protección laboral y a la prevención o pesquisa temprana de dificultades auditivas en todas las personas. Queda claro la importancia del asunto; Elena lo dijo en pocas palabras: “El ruido es constante, me explota la cabeza”.

Otra forma de producir, distribuir y consumir es posible

Otra forma de producir, distribuir y consumir es posible

La Red de Alimentos Cooperativos, conformada por productores, comercializadores y organizaciones de consumidores de todo el país, realizó el segundo encuentro nacional. La hora de la sustentabilidad y la institucionalización.

ebat La Red de Alimentos Cooperativos, integrada por más de cien organizaciones, realizó su segundo encuentro nacional, con una masiva concurrencia de productores y comercializadores de todo el país, del 16 al 18 de marzo en el Centro Cultural Pepa Noia de la Ciudad de Buenos Aires.

 Participaron productores y cooperativas de distintas regiones del país, y al cierre fueron invitados funcionarios vinculados al sector de la producción, comercialización y financiamiento de la agricultura familiar y la economía popular y solidaria. “Este Encuentro implicó poder vernos luego de dos años de reuniones virtuales, y retomar nuestro trabajo cotidiano, que tiene que ver con la producción, la comercialización, la logística y la comunicación”, señaló Miguela Varela, organizadora del Encuentro de Alimentos Cooperativos.

 Gabriela Olea, integrante de Cootravi, Cooperativa de Trabajadores y Contratistas de Viñas, de Mendoza, se emocionó al mencionar que: “Si bien nos reunimos de forma virtual estos dos años, fue bueno tener estos días de encuentro para vernos personalmente y conocer en profundidad la historia de cada uno de los compañeros cooperativistas que vinieron de todo el país”. 

 En forma conjunta evaluaron y pusieron en común la situación de cada cooperativa en el contexto actual, con un aumento constante de precios de los insumos y distintas dificultades provocadas por dos años de pandemia: “Se trata de un espacio de reflexión colectiva donde tratamos de descifrar los desafíos que vienen y de resolver las problemáticas que nos afectan a las cooperativas todos los días”, agregó Varela.

 Un centenar de cooperativas integran la Red de Alimentos y muchas de ellas pudieron participar de los tres días de encuentro. Estas sociedades realizan tareas de producción, distribución, comercialización, provisión de insumos o comunicación, y se piensan como una cadena de valor alimentaria, ya que no sólo producen alimentos, sino que realizan todas las tareas involucradas en el proceso. 

 “Una de las ideas centrales y el principal desafío que nos planteamos en el encuentro es lograr concentrar todos los actores de una cadena o de una porción de la cadena de los alimentos para poder empezar a actuar con una lógica y valores propios, y así dejar de responder a lo que nos imponen los mercados dominados por los poderes concentrados”, explicó Javier Rodríguez, integrante de la cooperativa Cauqueva de Jujuy, y uno de los participantes más enérgicos de la jornada.

 A lo largo del encuentro se trataron tres ejes, que fueron abordados mediante juegos, talleres, charlas y debates. Por un lado, se buscó definir una identidad de la Red para lograr destacarse. El segundo eje a tratar fue la estructuración de un esquema de funcionamiento que logre optimizar la articulación de las partes involucradas. Por último, se definió la sustentabilidad económica de la Red, un punto crucial para su actividad. 

 La mayoría de las cooperativas de la Red tiene puntos de venta de sus productos en diferentes provincias, gracias a la logística que lograron armar en todos sus años de funcionamiento. “Con Cauqueva estamos desde el 2014 en la Red. Nos dió escala y volumen para poder relacionarnos mejor con los mercados, el Estado y con cualquier actor de la sociedad. Nos fortaleció y nos permitió mostrar otra capacidad. Además, al tener locales y puntos de venta propios, nos abre el juego a distintas formas de organización y al desarrollo de una identidad”, afirmó Javier. 

 Durante los dos años de pandemia, las ventas de la gran mayoría de las cooperativas cayeron, y todavía no lograron reponerse a volúmenes previos. Sin embargo, a partir de este año notan que las ventas comienzan a repuntar.

 Desde el primer Encuentro Nacional de Alimentos Cooperativos, en marzo de 2019, es notorio el crecimiento que lograron conseguir al asociarse como red. “Cuando tuvimos el primer encuentro, se habían logrado abrir 10 locales de alimentos cooperativos. En este segundo encuentro, se notificó la apertura de 33 locales en todo el país, de los cuales uno, en el 2021, fue abierto en Mendoza”, indicó Gabriela Olea. 

 Para rescatar el valor de este Encuentro Nacional, Javier Rodríguez agregó: “Estas reuniones te permiten ver el crecimiento en red y tomar conciencia de que, si estamos creciendo, es porque estamos planteando algunas cuestiones de forma acertada. 

Por otro lado, un encuentro después de tanto tiempo de encierro es muy motivador para todos y tiene mucha más potencia que cuando lo hacíamos por Zoom. El cara a cara provoca sentires que se manifiestan de otra manera, y que, si no, no se vivencian”.

 En la última jornada, el día viernes, se discutieron y plasmaron, frente a funcionarias y funcionarios del Gobierno nacional y de la Provincia de Buenos Aires, una serie de conclusiones e intenciones de cara al futuro. Asistieron, Alberto Gandulfo, por la Comisión Nacional de Microcrédito (CONAMI); Eva Verde, coordinadora Nacional de Mercados de Cercanía del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y Sergio Cipolla, por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), entre otros. Los productores resaltaron la necesidad de concretar los microcréditos solicitados a los organismos. “Este proyecto, destinado al financiamiento de productores de la Red, lleva meses sin respuesta en la Comisión Nacional de Microcréditos. Se trata de fondos imprescindibles para sostener las actividades productivas”, afirmaron desde la Red.

 Los productores debatieron conformarse institucionalmente como Federación, y dar comienzo a un camino más amplio para que la red crezca y se transforme en una oportunidad para muchas más cooperativas y productores. Además, plantearon la necesidad de autosustentarse y comenzaron a planificar diversas medidas con ese objetivo. 

 Actualmente en la Ciudad de Buenos Aires, la Red cuenta con 4 almacenes en diversos barrios: Monserrat: Moreno 945; Devoto: Habana 3277; Villa Urquiza: Pampa 4801; y Palermo: Bonpland 1660. También realizan envíos a domicilio a todo el país a través de su página web.

30 años y ningún culpable

30 años y ningún culpable

Este jueves se cumplió un nuevo aniversario del atentado contra la Embajada de Israel en Argentina que dejó 22 muertos y más de 200 heridos.

A 30 años del atentado terrorista contra la Embajada de Israel, se realizó un acto conmemorativo  donde se ubicaba la delegación diplomática, en el cruce de las calles porteñas Arroyo y Suipacha. La jornada comenzó con un minuto de silencio y los himnos argentino e israelí. «Carlos Baldelomar Siles, presente. David Ben Rafael, presente…” recordaron los asistentes a cada uno de los veintidós fallecidos y acercaron ofrendas florales.

Durante la conmemoración, Martín Goldberg, exfuncionario de la Embajada y sobreviviente, rezó el kadish en nombre de los muertos y el Padre Rodrigo Valdez, de la parroquia Madre Admirable, también afectada por el ataque, oró pidiendo el fin de la violencia. Miri Ben Zeev fue otra de las oradoras, quien recordó a su marido Eli Ben Zeev, que murió por el ataque con solo 35 años. “Sobre Eli se derrumbaron cuatro pisos del edificio y sobre nosotros la vida”, dijo la mujer.

“Hoy es un día difícil para el Estado de Israel y para Argentina. Hace 30 años sabemos quiénes son los responsables del atentado: su nombre es Hezbollah y su apellido Irán” comenzó su discurso Galit Ronen, embajadora de Israel, y continuó exigiendo justicia y memoria: “Hace 30 años que esperamos justicia y tarda. Es casi tan silenciosa como aquel silencio feroz que siguió segundos posteriores a la explosión. Es nuestro deber como Estados democráticos mantener viva la memoria”, remarcó.

En representación del gobierno nacional estuvieron presentes los ministros de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, de Interior, Eduardo Wado de Pedro, de Defensa. Jorge Enrique Taiana y de Justicia, Martín Soria. Este último fue quien dio el discurso, ante la ausencia del presidente Alberto Fernández. Soria recordó los dos atentados terroristas ocurridos en este territorio argentino y apuntó contra el Poder Judicial: “En ambos casos el denominador común es el nulo avance de las causas judiciales, lo que genera dolorosa impunidad”. También se refirió a la gestión macrista, ante la mirada del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta, que estaba presente en el acto: “Hemos reactivado la Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA que había sido desmantelada en 2018”. El funcionario nacional finalizó su discurso asegurando que “el Estado argentino está comprometido para lograr justicia que, aunque sea lenta, debe llegar necesariamente a la verdad”.

El cierre del acto estuvo en manos del viceprimer ministro israelí, Gideon Sa’ar, que denunció que “Irán atacará siempre que pueda”. Además, se refirió a la relación de su país con Argentina como la de  “dos pueblos unidos en memoria de las víctimas” y reconoció importantes decisiones como la incorporación del atentado a la AMIA dentro de los contenidos curriculares del sistema educativo y la creación en 2019 del Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo y su Financiamiento, dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación.. “Como único Estado del pueblo judío no nos apartaremos del deber de defenderlo”, concluyó Sa’ar.

«Los adolescentes consumen lo que pueden y no lo que quieren»

«Los adolescentes consumen lo que pueden y no lo que quieren»

Según un informe del SEDRONAR la droga ilícita más consumida en la Argentina es la marihuana. ¿Qué dicen quienes la usan de forma recreativa?

El siglo XX trajo consigo la globalización y con ella cambios en las maneras de consumir. En el caso del cannabis, las sociedades primitivas pasaron de un uso tradicional y medicinal a las sociedades modernas con consumos, en este caso, de sensaciones y experiencias. Estas transformaciones también repercutieron en nuevos modos de pensar la relación entre los jóvenes y los consumos cotidianos. Es en este contexto que aparece la noción de «consumo responsable», la cual deja de implicar un consumo pasivo para tener un rol activo, consciente y crítico.

Un cambio profundo en esta relación se produjo cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció la utilidad del cannabis medicinal para mitigar los síntomas de múltiples enfermedades: glaucoma, autismo, quimioterapia o parkinson. Además, se comprobó que funciona eficazmente en algunos tipos de epilepsia, aminora el dolor menstrual e incluso es beneficioso para controlar y paliar procesos de ansiedad y depresión.

En Argentina, el uso medicinal y el autocultivo se legalizó en noviembre de 2020, en esta línea, este avance legislativo invita a debatir, una vez más, el uso adulto o recreativo específicamente en adolescentes.

Por otro lado, su uso recreativo (aún no aprobado en Argentina) es cada vez más frecuente. Según el informe Marihuana: intensidad del consumo publicado en 2017 por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) el cannabis es la sustancia más “probada” al menos alguna vez luego del alcohol y del tabaco, y también la droga ilícita más usada en el país. El estudio organizado por el Centro de Estudios Culturales del Cannabis (CECCA), con el apoyo de la Universidad Nacional de Quilmes y de la revista THC, reveló que entre 2010 y el año de la difusión de este informe el consumo creció en todos los grupos de edad, tanto en varones como en mujeres.

La adolescencia es una etapa que va formando la identidad y la búsqueda de autonomía e implica el cuestionamiento a cualquier autoridad que ponga límites, pero sobre todo se caracteriza por la necesidad de experimentar. Asimismo, los jóvenes están insertos en una sociedad que tiene una fuerte presencia de industrias que empujan al consumo. Además, en la actualidad el acceso a las sustancias es más fácil y rápido, por lo tanto, ellos mismos toman la decisión de qué probar o experimentar.

Existen diferentes formas de consumir drogas. Un primer contacto que puede quedar ahí o luego continuar; ocasional, caracterizado por el uso intermitente de las sustancias con largos intervalos de no consumo y que está asociado a la búsqueda del placer, relacionarse, relajarse; y por último, un consumo frecuente, diario. Para saber si alguna sustancia provoca algún tipo de dependencia, debemos evaluar qué tipo de sustancia es y el contexto en el que se consume.

Para Olavarría la dependencia de cualquier sustancia conlleva ciertos comportamientos que motivan el impulso y la necesidad de tomar una sustancia en forma continua y regular para sentir el efecto o para evitar sentir el malestar que provoca no consumirla: “El problema es cuando el consumo afecta la salud física y mental, las relaciones primarias como la familia y amigos, las relaciones secundarias como el colegio o el labor y hasta  presentar problemas legales. Pero no todos son casos problemáticos”.

A la hora de hablar del consumo de cannabis, muchos jóvenes mencionan su uso recreativo, sin embargo, Olavarría considera que en este período lo que hay es “uso adulto”: “Muchas veces, por cómo mencionamos las situaciones, reforzamos conductas como sucede con las publicidades de alcohol que permanentemente inculcan valores positivos a dicho consumo en los jóvenes”. A la par afirma que en este proceso el consumo de cualquier sustancia debería ser cero ya que el cerebro madura hasta los veinticinco años y cualquier sustancia psicoactiva y psicotomimética como el cannabis impacta allí y provoca daño. Aun así, para la psiquiatra, la cuestión pasa “por el lado de la experimentación”.

La experimentación y el uso adulto de drogas es muy propio de esta etapa de la vida para sentir placer o para aliviar un sufrimiento. Respecto a este tema, ANCCOM inició un debate en el foro «Cultura Cannabica», un espacio de discusión sobre diversas temáticas del cannabis para que algunos jóvenes explicaran el propósito de su consumo:

“Se dice muchas veces que los jóvenes consumimos por tener tiempo libre o porque estamos aburridos pero la verdad es que a mí me sirve mucho para calmar las tensiones con el entorno familiar o mismo para dormir”, explica Julian, miembro del grupo de Facebook.

Otros lo refieren para mejorar la creatividad: Yo generalmente fumo cuando llego a casa del colegio y me pongo a dibujar, siento que en ese es mi momento conmigo mismo para hacer lo que amo de una manera distinta”; (Selene, joven de 24 años). Otros señalan que se trata de un momento para compartir con amigos: “Nosotros preferimos juntarnos para comer y fumar en una casa en vez de un boliche, no solo porque la pasamos bien sino porque nos sentimos seguros y acompañados entre amigos”. (Lucas, 39 años, Almagro)

En este sentido, la especialista afirma que esto sucede porque el cannabis relaja, deshinibe y esto hace que los jóvenes se sientan más divertidos y menos estresados. Para Olavarría hay quienes usan el consumo para identificarse, en este caso por medio del Cannabis: “Los adolescentes están en permanente búsqueda de una identidad, su principal angustia esta, entonces, en ¿quién soy?, ¿qué pienso?, ¿con quién me identifico? Por eso es fundamental en esta etapa fomentar actividades placenteras relacionadas con hábitos saludables para que puedan identificarse, por ejemplo, con el deporte, la música, el arte en lugar del cannabis o cualquier otra sustancia como el alcohol”.

El último estudio de Sedronar del 2021 sobre consumo en estudiantes universitarios pone de manifiesto que las principales motivaciones hacia el consumo tienen que ver, en primer lugar, con la diversión y el placer, seguido de problemas personales, o consumo de amigos y, por último, la indiferencia a la información sobre los daños.

Siguiendo esta línea, la médica destaca que no es menor que en plena pandemia el 30% de los encuestados refirió como principal motivo de consumo el relajarse: “Esto habla del estrés que vivieron los adolescentes por la pandemia y que no estamos trabajando como sociedad en enseñarles y en proveer otras formas para relajarse y tramitar sus emociones, y en esto la familia y los colegios tiene un rol fundamental”.

Barrios vulnerables

El contexto social de los barrios vulnerables provoca sufrimiento, violencia, desigualdad y por supuesto consumos de sustancias. Para Olavarría hay tres ejes que funcionan como factores de riesgo: el social y cultural, el familiar y el individual: “¿Cómo tolero tanto malestar?, ¿dónde encuentro placer? El consumo engloba estas dos preguntas y es la respuesta ante el sufrimiento y la búsqueda de placer”.

La disponibilidad de la sustancia es otro factor de riesgo de consumo y  atraviesa todos los sectores: “Los adolescentes consumen lo que pueden, no lo que quieren. Muchas veces el acceso al alcohol fomenta el consumo masivo del mismo en los jóvenes, hay ofertas, te fían en el supermercado, hay en las casas. Es decir, es barato y lo consigo fácil, con el resto de las sustancias va pasando lo mismo”.

Sin embargo, el problema con todo esto es, por un lado, el “efecto góndola”, es decir el dealer vende lo que tiene y no lo que tal vez el adolescente quiera consumir, con situaciones en las que se va a comprar cannabis pero como no tenía, se termina comprando LSD o pastillas y por el otro, la falta de reducción de daños que hay en el país por las leyes que nos atraviesan: “Un ejemplo de esto es lo que pasó hace poco con la cocaína adulterada. Sobre este tema muchos estudios manifiestan que cuando los adolescentes conocen los componentes de la sustancia que eligen para consumir el 90% elige no consumirla si está adulterada o no tiene los componentes que debería tener esa droga”.

El uso adulto de esta sustancia y su calidad es hoy una problemática a resolver. Parece necesario concientizar y dar herramientas a los jóvenes que deciden aprovechar los beneficios de esta planta: “Mis padres saben que fumo aunque no están de acuerdo. La realidad es que lo hacemos como una forma de vida y de salud, queremos ser conscientes sobre lo que estamos consumiendo”, detalla en el foro Juan, consumidor frecuente de cannabis.

En este sentido, para la médica el uso responsable de una sustancia se alcanza sólo a través del conocimiento sobre lo que se consume: “Si vas a experimentar sabé con qué lo vas a hacer y de qué forma es más seguro hacerlo”. Asimismo aconseja evitar consumir a quienes tengan antecedentes de familiares con trastornos por uso de sustancias o psicosis o si están en período de embarazo. Lo importante acá es siempre evaluar el momento y el contexto: “Las sustancias te van a dar el viaje según cómo estás vos anímicamente. Es clave el control clínico anual con tu pediatra y comentarle que consumís, así cuidas tu salud”.

Por otro lado, la legislación reconoce a los adolescentes como sujetos de derechos y establece el concepto de autonomía progresiva, la cual impone la obligación de atender a toda persona menor de 18 años con o sin acompañamiento siempre que llegue de forma voluntaria.

Finalmente en este escenario, algunos consumidores apuestan por la legalización de la marihuana no solo para hacer frente a los malos usos de esta sustancia sino también para terminar con el mercado negro.

El regular la calidad y la presencia de cannabinoides psicoactivos implica la existencia de un Estado presente en materia de legislación pero, sobre todo, de salud pública. Un Estado que promueva las propiedades medicinales junto a programas de prevención, educación y salud para que cada consumidor tenga información verídica sobre los productos que consume.

Derecho al Olvido versus Derecho a la Información

Derecho al Olvido versus Derecho a la Información

Este jueves, comienzan las audiencias en la Corte Suprema por el caso de Natalia Denegri, la exmediática entremezclada en el caso Cóppola que exige que google la baje de su buscador.

Este jueves, la Corte Suprema de Justicia escuchará los argumentos que tiene Natalia Denegri para exigir que Google la desindexe de su buscador y comenzará a debatirse lo que se dio en llamar Derecho al Olvido y sus tensiones con el Derecho al Acceso a la Información Pública.

Una de las principales preocupaciones actuales en la justicia y la sociedad es la regulación de los derechos digitales. Entre otros temas centrales está el llamado Derecho al Olvido. No pocas personas han solicitado que parte de su historia personal no aparezca más en los motores de búsqueda por considerar que les produce un daño. De fondo, corren otros problemas como la falta de regulación de los algoritmos y sus sesgos discriminatorios, la responsabilidad de los intermediarios, el derecho a la intimidad y su tensión con el acceso a la información pública, entre otros.  

El Poder Judicial deberá resolver el pedido de Denegri, quien en los 90 alcanzó fama por entremezclarse con los protagonistas de llamado “Caso Cóppola” y por participar de un reality informativo conducido por Mauro Viale. Ahora, devenida en empresaria, la exmediática se siente denigrada cuando aparece cantando “Quién me la puso”, entre otros productos de la época, que hoy pueden encontrarse con una simple búsqueda en Youtube.

 Enrique Chaparro, especialista en seguridad informática y activista por los derechos digitales, sostiene  que “el problema de la regulación de temas de interés público está en manos privadas. Si esto lo determina una empresa privada lo que estamos haciendo es privatizando la información, lo que no existe en los buscadores de Internet no existe. Esto es sustancialmente grave”.

La posición del especialista  muestra que detrás de los algoritmos, los GAFAM (Google, Amazon, Facebook ahora Meta y Microsoft) priorizan el negocio sobre los derechos de sus usuarios. En este sentido, el valor de la información precisa mayores definiciones. La actual ley argentina de Protección de Datos Personales (ley 25.326)  permite en su Artículo 27 la creación de perfiles para fines promocionales o publicitarios y no sanciona los abusos de estas grandes corporaciones, como ocurre en Europa con el Reglamento General vigente de desde 2018, con multas que alcanzan los 10 millones de euros.

Este 17 de marzo  llegará a la Corte Suprema de Justicia el  Derecho al Olvido y su contraste con  el Derecho a la Información. El máximo tribunal convocó a una audiencia pública esencialmente para tratar el litigio entre Google y la exmediática radicada en Estados Unidos. La demanda contra Google se enfoca en los resultados del buscador en donde se la encuentra todavía como “chica del caso Coppola”,  ocurrido en 1996. Denegri ganó su juicio contra Google en dos instancias y la empresa multinacional de Estados Unidos, Alphabet Inc. -propietaria del buscador- presentó un recurso que llegó a la Corte Suprema.

Denegri denunció que sigue siendo victimizada con la continua difusión de informaciones erróneas y con imágenes que la exponen. “El acceso a la justicia es una barrera muy alta, el tiempo que se demora en que ese acceso se concrete es una barrera aún más alta. Tenemos que discutir y crear, desde el punto de vista legislativo, sistemas que sean suficientemente ágiles como para resolverlo sin que quede al arbitrio del sector privado”, dijo Chaparro.

 

¿Qué fue el caso Coppola?

El empresario Guillemo Coppola fue detenido en octubre de 1996 luego de un allanamiento en su domicilio. En aquel episodio encontraron en un jarrón 40 gramos de cocaína. El entonces representante de Diego Maradona estuvo detenido más de 90 días por orden del exjuez federal de Dolores, Hernán Bernasconi.

En declaraciones radiales, Natalia Denegri recordó que, con 17 años, fue expuesta y convertida en el chivo expiatorio de las prácticas de «un juez corrupto», en referencia a Bernasconi. «Eso -completó- quedó demostrado en el juicio que le gané al Estado y a los terceros actuantes en julio de 2020 en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal 5”.

Los dos lados del mostrador

El Derecho al Olvido toma especial relevancia durante 2014, en Europa, a partir de que un abogado y calígrafo, Mario Costeja, exigiera a Google que borrara la indexación que vinculaba su nombre con una deuda saldada (en la década del 90), logrando un fallo favorable del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Se trataba de dilucidar si correspondía eliminar los datos que Costeja consideraba lesivos para su reputación era responsabilidad de la página web en la que constaban los mismos –propiedad de La Vanguardia diario– o del buscador. Como resultado de un reclamo, presentado en marzo de 2010, la Agencia Española de Protección de Datos ordenó a Google, en su Resolución de fecha 30 de julio del mismo año, que no mostrara en el futuro ésta información, por cuanto consideraba que no resultaba posible eliminar la información original que constaba en la hemeroteca que el mencionado diario había volcado en la red.

Google, por el contrario, sostenía que la responsabilidad de la información recaía en exclusiva sobre el propietario de la página web original y que su buscador era simplemente un mediador sin responsabilidad en el contenido de las páginas web que indexaba.

“Este es el agujero del mate. Me refiero  a los buscadores, dado que son una empresa privada y que  por otro lado indexan, tienen un orden editorial. Por lo tanto, en el fondo son decisiones”, sostiene Chaparro.

La Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, María Rosa Muiños , y su par bonaerense, Guido Lorenzino, respaldaron el pedido de la empresaria Natalia De Negri en su demanda a Google.

¿Se puede no ser indexado?

Todo lo que aparece en un buscador parece haber sucedido en un mismo tiempo. Es acrónico, no está asociado a un tiempo. Por eso, aparecen los casos mencionados como el de Natalia Denegri o Mario Costeja. En este sentido, el especialista en seguridad informática agrega que “nosotros (en referencia a las personas especialistas en  sistemas) solemos decir ´derecho a no ser indexado´, porque es lo más correcto”.

En nuestro país, lo que existe es la aplicación de la ley de Protección de Datos Personales, que tiene la limitación del recurso de “habeas data”, orientado a rectificar o modificar un registro en las bases de datos cuando estos se transforman en información sensible que puede producir un daño al denunciante.

Pero aquí, el Derecho al Olvido también alcanza a terceros, dado que hay casos que no implican únicas personas y esto presenta dilemas legales sobre todo si se afectan otros derechos. Desde el 2014 en Europa,  Google recibió más de 800 mil demandas. En Argentina, la modelo María Belén Rodriguez fue la primera en presentarse ante la Corte Suprema. En la segunda instancia, los magistrados consideraron que “como los buscadores no tienen la obligación general de monitorear los contenidos que figuran en la web, no pueden ser condenados”. En tanto, en 2015 la Corte volvió a fallar a favor del gigante en las demandas presentadas por la ex integrante del grupo de música Bandana, Virginia Da Cunha. La cantante solicitó que Google quitara contenidos que la asociaban con sitios web de pornografía y prostitución. La modelo Bárbara Lorenzo demandó al buscador por el mismo motivo. 

 Chaparro detalló que “el sesgo de información se compensa agregando información. Donde aparece el dato controvertido tiene que haber mecanismos que marquen la controversia, como por ejemplo, en el caso de Mario Costeja, que figure  la nota que le  pagó al fisco. La contextualización de la información es costosa para los oligopolios de la información”, subrayó.

A raíz del caso de la conductora televisiva,  puede observarse que la regulación actual carece de herramientas prácticas que den una solución, en donde el gigante Google es el buscador hegemónico y los algoritmos cumplen funciones editoriales. Por un lado, se requiere una nueva ley de Protección de Datos que incorpore las bases de datos dinámicas utilizadas por los megabuscadores para indexar contenidos.  En segunda instancia,  una regulación de los algoritmos que cumplen funciones editoriales. Por último,  que tengan en cuenta que borrar la indexación de datos como los del caso Coppola puede afectar otros derechos. Por lo tanto, lo que debe evitar la regulación democrática es que el/los buscador/es se posen de ambos lados del mostrador. La determinación de aquello que es de interés público no puede estar en manos privadas.