El Chalten no es un volcán pero estalla

El Chalten no es un volcán pero estalla

Un grupo de familias acampó en un predio comunal como modo de visibilizar la total ausencia de políticas habitacionales. Cómo impacta el factor turismo.

El sábado 23 de abril por la mañana, siete familias de El Chaltén empezaron a congregarse en la única canchita de fútbol que tiene la localidad. “Un acampe pacifico en señal de protesta por la falta de entrega de terrenos”, informa Ricardo Sánchez, concejal de Encuentro Vecinal a ANCCOM. Una semana después, ya eran once las familias que acampaban. Y mientras pasa el tiempo siguen llegando. Acampan en condiciones sumamente precarias, con carpas o casillas móviles. Tienen que soportar un clima muy duro, con nieve, heladas, vientos fuertes y temperaturas sumamente bajas llegando a 9 grados bajo cero durante la noche, y durante el día de 4 a 6 grados.

“Es un reclamo histórico de un pueblo joven”, aclara Sánchez, en referencia a la crisis habitacional que presenta el Chaltén, que lleva más de 20 años, aunque sea municipio institucionalizado desde hace ocho. Por otra parte, tampoco da respuestas al problema. “Hay falta de planificación, de manejo de las tierras. Esto comenzó con el Consejo Agrario provincial y luego lo continúa este Gobierno. No hay un criterio de adjudicación y eso devino en una crisis habitacional”, remarca el concejal de Encuentro Vecinal.

El Chaltén se encuentra en Santa Cruz, una de las provincias más grandes del país. “La Patagonia es uno de los lugares con la menor densidad de población en el mundo, poco más de una persona por kilómetro cuadrado. La interminable llanura del sur argentino pertenece, sin embargo, a un acotado número de propietarios y resulta que para quienes hoy desean establecerse en la Patagonia les falta espacio. Muchos de los habitantes del sur sobreviven inviernos helados en casillas rodantes y construcciones precarias, situados temporalmente en terrenos de amigos, espacios alquilados o incluso en las veredas”, escribió Wojciech Ganczarek, un periodista polaco que realiza un documental sobre el presente de El Chaltén y alrededor de la Patagonia.

Esta situación se debe a que durante todo su desarrollo económico se privilegió al sector turístico. Las familias que se encuentran hoy acampando están dispuestas a pagar un alquiler, pero la crisis habitacional las lleva directamente a no poder acceder a los mismos, ya que los contratos son por temporadas, sobre todo si tienen hijos. “Tener hijos es como un pecado”, comenta a ANCCOM Mariano Juan Alí, referente de Inquilinos en la localidad. Alí formó parte del equipo de trabajo con la Asociación Platense de Inquilinos, trabajó con la Plataforma por la Vivienda Digna en El Chaltén, y el Observatorio para la Vivienda. La experiencia de los últimos cinco años, para el referente de Inquilinos, fue reiterativa: se tuvo que mudar 20 veces.

“Los que viven en la Patagonia no tienen tierras y los que tienen tierras en la Patagonia viven en otro lado”

El intendente actual, Nestor Tico (FdT), había ganado las elecciones prometiendo al pueblo una ampliación de 200 hectáreas. Sin embargo, “más de 300 familias están en lista de espera para ser adjudicatarias de un terreno municipal y han tenido que acomodarse en residencias transitorias. En 2020, ya eran unas 129 casas móviles y 133 casillas rodantes, en condiciones de hacinamiento e inseguridad”, informan desde el partido Encuentro Ciudadano. Así también, mediante una asamblea los vecinos emitieron un comunicado para que quedara asentado de forma unánime y sea de público conocimiento cuáles son los motivos por los que decidieron el acampe, subrayando la falta de interés de sus representantes por tomar cartas en el asunto. “Sabemos que no nos brinda una solución inmediata y que ya recibimos demasiadas promesas vacías que año tras año nos han dicho, en actos oficiales, mediante medios y frente a nuestra cara, todas sin resultados concretos. Es por ello que debemos continuar con nuestro reclamo hasta tanto se concrete la verdadera solución al problema habitacional de las más de 300 solicitudes que se presentaron ante la Oficina de Tierras. Continuaremos en base a nuestro derecho fundamental de manifestarnos hasta ver una solución concreta, que no sean meras proclamas políticas, meras expresiones de buenos deseos sino ver real nuestro derecho humano de acceder a una vivienda digna”, señala el documento.

El problema habitacional por falta de medidas estatales en la planificación estructural de El Chaltén también se pudo observar en la temporada anterior. No contar con estaciones cloacales que den abasto en una temporada con récord turístico, se vio en la calle: miles de litros de agua con desechos cloacales fueron vertidos al Río de las Vueltas, con el consecuente  impacto ambiental. “Un turismo casi tan extractivista como cualquier explotación de un recurso -comentó una vecina de la toma-. No se puede seguir viviendo así, cuestionándonos si seguir viviendo en el lugar que elegimos para desarrollarnos o nos vamos porque ‘no hay lugar’, mientras los emprendimientos turísticos crecen y cada vez tienen más poder”. 

En 2021, esta agencia daba cuenta de la venta irregular de lotes para el desarrollo de un emprendimiento hotelero sin ningún control de impacto ambiental avanzando sobre un bosque nativo, la otra cara de la ausencia de políticas dirigidas a los problemas habitacionales.

El Chaltén es un pueblo que limita con la extensión de estepa más desolada, con una comunidad que crece de manera desigual, y es dependiente de la actividad turística sin poder desarrollar otras economías por falta de espacio. La mayor parte de las tierras están en manos de propietarios que no habitan en la localidad. 

“Los que viven en la Patagonia no tienen tierras y los que tienen tierras en la Patagonia viven en otro lado”, señala Ganczarek a modo de síntesis.

Reprimieron a los vecinos de Andalgalá

Reprimieron a los vecinos de Andalgalá

Un día después de que el Gobierno nacional invitara a una mesa de diálogo para resolver los problemas planteados ante la actividad minera en el país, en Andalgalá la policía catamarqueña atacó con balas de goma a los manifestantes que cortaban la ruta.

Ayer por la noche, la policía de Catamarca, bajo la orden del Gobierno provincial, reprimió con balas de gomas a los vecinos del acampe en Choya (al norte de Andalgalá) que bloqueaban el avance del proyecto minero MARA (Agua Rica – Alumbrera).

La asamblea catamarqueña por el agua “Aguapucará” afirma que hubo heridos y en un comunicado denunció que “la policía empezó a disparar balas de goma a mujeres y ancianos. Hay heridos en el hospital y llaman a convocar a la Plaza. El Gobierno en silencio. La oposición en silencio. Los organismos de derechos humanos, el Gobierno en silencio. Todos miran para otro lado, mientras la policía dispara”.

ANCCOM pudo contactarse con una vecina de Andalgalá que estuvo en el momento y describió las escenas. “Cuando la gente acepta que pasen los trabajadores pero no el combustible para las máquinas, es allí donde comienzan a gritar los vecinos y la policía comienza a empujarlos y sacarlos del camino mientras golpean a mujeres y ancianos. Al bajar la policía -agrega-, un vecino de Choya, ya con la noticia de que les pegaron a sus compañeros arriba, no los deja pasar por su territorio, lo que una vez más enfurece a la policía y comienza a abrir fuego con sus armas, atacando así a niños y mujeres. En ese momento arrestan a Carina Orquera, vecina de Andalgalá”.

Durante la mañana de ayer, diferentes organizaciones y medios sospecharon que algo podía pasar y dieron el alerta. “Vecinas y vecinos: son las 6 de la mañana y ya pasaron 7 camionetas y 1 camioneta jaula de la policía, rumbo a Capillitas -anunciaron en el mensaje que circuló en las redes,- a desalojar a lxs hermanxs choyanxs que están defendiendo el agua de todxs. Tenemos que estar alerta para defender a nuestros hermanos y hermanas de Choya”.

MARA es un proyecto minero que reutiliza la infraestructura que se empleó en el primer yacimiento megaminero del país, Minera Alumbrera, reconocida por su impacto ambiental y porque fue instalada con la zanahoria de que generaría miles de fuentes de trabajo. Este nuevo proyecto está previsto para ser diez veces más grande que la Alumbrera y los vecinos de Andalgalá no quieren saber nada más de la destrucción de sus tierras y contaminación de sus ríos. 

La obstrucción del camino, en plena nevada, se llevó adelante con la intención de frenar el avance de la maquinaria que comenzaría con la construcción del proyecto minero y convocar al gobernador de Catamarca, Raul Jalil, para que observara los daños que estas maquinarias producen en el Río Choya.

No es la primera vez que se ejerce violencia institucional contra activistas socioambientales en Andalgalá. Vecinos de la zona denuncian allanamientos masivos, violencia policial y detenciones arbitrarias constantes, como las de hace tan solo un año, el 12 de abril de 2021, cuya noticia fue cubierta por los medios nacionales..

 Paradójicamente, el día anterior a la represión el Gobierno nacional había presentado una mesa de diálogo, MEMAC (Mesa Nacional sobre Minería Abierta a la Comunidad), un espacio que pretendía servir para “el diálogo público, constructivo y federal sobre minería”. El mismo día por la mañana, una extensa lista de asambleas, organizaciones y personalidades armaron un comunicado en rechazo a esta mesa por la poca sino nula representación ciudadana e incumpliendo el acuerdo de Escazú, firmado en Costa Rica en 2018 y del que participó Argentina, por el que se compromete a los gobiernos de América Latina y el Caribe a un transparente acceso a la información, la participación ciudadana y a la justicia en asuntos ambientales. Unas horas después no llegó la representación, sino la represión. 

Llevada adelante por el Gobierno nacional y con la presencia de Jalil, la fallida mesa muestra que el diálogo al territorio frío y hostil no se acerca, sino que queda solo entre cafés y trajes elegantes.

Llagas y cicatrices de la autopista fantasma

Llagas y cicatrices de la autopista fantasma

Vecinos del Sector 4 de la inconclusa AU3, diseñada durante la dictadura y de la que solo se cumplió la expropiación de centenares de viviendas y la demolición de una buena parte de ellas, luchan para que la Ciudad incorpore a sus hijos, en el plan habitacional que fue ordenado por la justicia y permanece incumplido.

“Yo tenía 13 años cuando llegué al barrio y empecé con el tema de la vivienda”, dice Hugo, delegado de la Asamblea de Vecinos del Sector 4 de la Ex Au3. “Él llegó en el 82 y yo en el 89”, agrega Mirta, mientras intenta calmar a su pequeño perro que no para de ladrar. Mirta también es delegada del Sector 4.

¿Qué y a quiénes representan Mirta y Hugo? La Traza de la inconclusa Autopista 3 fue un proyecto de la última dictadura cívico militar que estuvo dentro de un plan de autopistas que correrían por todo el cielo de CABA. Esta, en particular, se planeó para que recorriera desde el barrio de Saavedra hasta Puente Alsina. Para eso, el Gobierno del entonces intendente de facto Osvaldo Cacciatore expropió más de 900 viviendas a lo largo de La Traza, pero cuando el proyecto se mostró terriblemente costoso e imposible de realizar, esas casas quedaron vacías. Durante las continuas crisis económicas por las que atravesó el país desde los 80 en adelante, el rumor de las casas vacías de La Traza se expandió y diferentes familias se fueron acercando en busca de un techo.

Mirta y Hugo, delegados de la Asamblea del Sector 4 de la ExAu3, Susana, vecina histórica de La Traza, y Jonatan Baldiviezo, abogado de la causa, reconstruyen una historia que empezó hace más de 40 años y continúa hasta hoy, con vecinos y vecinas organizadas, cortes, divisiones y una cautelar que inspira tanta incertidumbre como esperanza.

Escombros de la Dictadura

Una autopista con intenciones de atravesar la Ciudad de Buenos Aires se veía imposibilitada por cientos de viviendas. “Estamos hablando de miles de familias, porque La Traza es enorme”, comenta Baldiviezo, un abogado involucrado en la causa hace 20 años y actual letrado de la última cautelar presentada. A las expropiaciones les siguieron inevitablemente las demoliciones. Desde 1979, las topadoras fueron paisaje usual para los vecinos de La Traza. “Los escombros de las casas fueron directo al Río de la Plata para rellenar y avanzar sobre éste, de hecho gran parte de Puerto Madero fue construida con los escombros de las autopistas”, continúa Baldiviezo. 

“Vino la democracia, pero con la democracia vino la hiperinflación y con eso mucha gente terminó cayendo en la AU3. Había pibes que eran colectiveros y tuvieron que venir a la autopista porque no podían pagar un alquiler. También algunos dueños de las casas volvieron porque el Gobierno no les había terminado de pagar y pudieron reclamar”, explica Hugo sentado en el comedor de la casa de Mirta. Pequeño y simpático, Hugo juega con sus manos mientras cuenta su historia.

Los vecinos de La Traza vivían en un ámbito de precariedad y violencia constante, pero lo que resultaba más difícil era la incertidumbre de levantarse todos los días sin saber si esa era finalmente la mañana en que los “rajaran”. “Para los desalojos llegaban las topadoras y la policía, que solo podían parar los chicos y mujeres embarazadas. Era época de represión, todavía. Acá hubo mucho quilombo. En 1982, un día estábamos todos los chicos jugando al fútbol y llegan los de la Comisaría 37 con ametralladoras, corriéndonos, porque iba a venir una banda a tirar tiros y resulta que lo que querían era desalojar a la gente. Cuando nos dimos cuenta nos plantamos con las banderas, con los chicos y las mujeres y pudimos frenar el desalojo de unas 30 familias”, cuenta Hugo. Rostro de rasgos duros, firmes, de mirada afable y atenta.

En un barrio rodeado de chalets y casas de dinero, el desalojo no era el único problema por el que atravesaba “la gente de La Traza”. “A nuestros hijos no querían aceptarlos en los colegios municipales, porque vivían en la autopista, no tenían dirección fija”, cuenta Susana mientras sirve galletitas y prepara café para todos. Mira bajo de la mesa y dice con una calurosa sonrisa: “Ay sí, siempre que viene gente nueva se pone remimoso”, revela refiriéndose a un perro cachorro que se acurruca entre los pies de sus invitados. Hace una semana armaron el comedor con techo de chapa y cortina de plástico en donde hoy recibe a ANCCOM. Susana tiene 63 años y, como Hugo, llegó al barrio en el 82. “Llevabas a tus hijos al colegio, te apuntaban y te decían que les lleves la boleta de luz y gas para que puedan entrar”. La organización entre las mujeres de La Traza fue fundamental para conseguir los cupos. “Así que entre todas nos juntamos en una misma casa y pagamos una sola línea para que los chicos pudieran estudiar”. Ahora, Susana vive en esta casa del Sector 4, desde hace más de 18 años, con sus hijos, nietos y otros vecinos con los que comparte el terreno. Los juegos de niños se esparcen por el piso de barro y se acumulan, apoyados en las paredes de ladrillo. Parece que los niños siguen llegando pero las condiciones no cambian.

Ley 324

Para entrar a la casa de Mirta se puede tocar el timbre, pero el primero que avisa que hay gente afuera es su perro, asomado por la ventana. La puerta siempre está medio abierta y si se empuja se puede pasar sin problema. En el comedor de su casa, sentados en sillas de plástico y banquetas, cuando se le pregunta a Mirta por la historia de La Traza, comienza su relato por la Ley 324: “En el 2000 logramos conseguir una ley, con mucha pelea y mucha lucha”, dice la mujer de ojos grandes y sonrisa fácil. “Entre idas y venidas, y entre amenazas de desalojo, se logró organizar la Asamblea que fue bastante y mucha. En ese momento estaba Anibal Ibarra en el Gobierno de la Ciudad, que más allá de varias discusiones, fue un eje fundamental para que salga la Ley 324”. 

“Las familias se empiezan a organizar y consiguen la primera ley que reconoce la problemática y le da el mandato al Gobierno para que regularice la situación y solucione el tema habitacional de las familias”, cuenta Baldiviezo, sentado en el antiguo café La Poesía del barrio de San Telmo, rodeado de paredes cubiertas hasta el techo con fotos y cuadros de otra época.

“Fue una ley muy buena en lo social e inclusive estuvo circulando por toda Latinoamérica. Algunos de los delegados recorrieron Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil y varios otros países de la región, porque no había una ley que tuviera tan en cuenta las necesidades de los vecinos. Dentro de todo lo que encierra la ley, lo fundamental es que no te saca de tu casa hasta que te den una solución definitiva dentro del plan habitacional”, narra Mirta, quien por esas fechas estaba teniendo a su tercer y último hijo, Brian. Las paredes de su casa son color pastel y la única decoración que cuelga en ellas son unas guirnaldas, una foto de Brian y una cartulina colorida.

Baldiviezo enmarca la 324 dentro de una serie de leyes “muy buenas en derecho y democracia participativa”, que la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires implementó en los años 2000. “Que después no se hayan cumplido es otra cosa, pero en teoría son buenas”, aclara el abogado, entre risas irónicas, explicando la actual inacción del Gobierno de turno. “Las mejores leyes de la Ciudad son esas, a nivel de participación ciudadana, operativización de derechos, reconocimiento de colectivos vulnerados y a nivel ambiental. Era una época linda, había un espíritu social y ambiental interesante”, dice el abogado de rostro amable.

Dentro de esta legislación, los vecinos tienen un marco de cuatro alternativas. Por un lado, un crédito para comprar la casa que ya tienen. Por otro lado, la autoconstrucción, es decir poder construir o mejorar sus hogares en los terrenos que ya habitan. En tercer lugar, tener una vivienda nueva dentro del barrio, también conocidas como las viviendas sociales de la traza. Y por último, un subsidio para comprarse otra casa fuera del barrio o “para que se vayan”, explica Baldiviezo.

 

Ley 3396

“Pasan ocho años de la Ley 324, asume el Pro en la Ciudad y comienza otra historia…”, cuenta Baldiviezo. “Del 2000 al 2010 me corro de ser delegada por el accidente que tuvo mi nene”, dice Mirta, que empieza a contar otra historia. Brian tuvo un accidente en la vía pública que lo dejó con limitaciones intelectuales y físicas. “Él tenía 10 añitos. Y también forma parte de esta desgracia del Gobierno, porque en la puerta de la casa, un borracho choca el poste del semáforo y una bocha de luz vuela y le cae encima. Esto no tendría que haber sucedido porque si está en buenas condiciones el semáforo eso no puede ocurrir. Fue por la falta de mantenimiento. Y del Gobierno no recibí absolutamente nada. Hay un juicio abierto pero la verdad es que ahora yo fuerza no tengo para impulsarlo”.

“Lo primero que hace Mauricio Macri es empezar a notificar desalojos administrativos a los del Sector 5. Esto se fue a la justicia y logramos frenar los desalojos de 500 familias. Con eso se fuerza a una negociación en la Legislatura”, explica Baldiviezo, mientras los gestos de sus manos acompañan el armado de una línea de tiempo imaginaria.

“En el Sector 5 había mucha más unión. Porque no eran casas cómo acá, eran muy pocas las que habían quedado, a la mayoría las habían destruido. Entonces, eso generó que la gente se conociera más, porque tenían que socializar la luz, el agua y todo”, cuenta Hugo, quién participó de manera activa de la asamblea en esos años. En el Sector 5 es donde más concentradas estaban las propiedades, “a medida vas hacia el sur, las propiedades están más separadas”, agrega el delegado parado junto a Mirta frente a un complejo de viviendas de autoconstrucción que vecinos del Sector 4 arreglaron. De arquitectura simple, blanco y con líneas marrones, el edificio de tres pisos plantea un panorama muy diferente al de las casas y terrenos baldíos visitados antes. Se ve íntegro. “El Sector 4 de La Traza va desde Avenida de los Incas hasta Estado de Israel, en verdad llega hasta Pompeya, pero allá ya prácticamente no hay casas”, agrega ella. 

“Había tres intereses, por una parte las familias que querían las viviendas, por otra parte el Estado que quería vender las tierras y, por último, los y las vecinas que querían que el barrio sea más lindo”, comenta Baldivienzo mientras se le escapa una sonrisa ante idea de que la gente del barrio ayudó a que el plan habitacional del Sector 5 se realizará. Mientras señala un edificio del otro lado de la calle, Hugo comenta algo muy parecido sobre el tema: “El Sector 5 tuvo mucho apoyo de los frentistas del barrio porque a ellos les devaluaba las casas. Pensá que es la cola de Belgrano R, vos ibas por Holmberg y veías terribles chalets y hacías una cuadra y tenías la villa”.

Parada frente a este mismo edificio de La Traza, Mirta sigue la conversación y dice que “parecía la villa. Así que los vecinos de enfrente pagaron la renovación de la parte visible y cerraron el edificio. Aparte, el mismo Gobierno de Macri, por el poder inmobiliario que había allí, aceleró muchísimo el proceso”.

“Ahí es cuando sale la Ley 3.369. Contemplaba las diferentes opciones dadas en la primera ley pero además autorizaba al Gobierno a vender las tierras que no estuvieran ocupadas. El dinero de esas tierras tenía que ir para soluciones habitacionales de las 500 familias del Sector 5 y si sobraba plata para soluciones en el Sector 4, no se podía usar para otra cosa. Con el tiempo, sobró plata y se quiso usar para otra cosa”, cuenta Balviezo. “Dentro de esta misma ley hay una cláusula que dice que en 180 días el Gobierno tiene que traer un plan habitacional para el Sector 4. Pasaron 180 días, el Gobierno no llevó ningún plan”. En medio de estos compromisos y negociaciones sale una nueva ley, la 4089 que “le permitió al Gobierno utilizar el dinero sobrante para otras obras de tránsito de la vía pública, pero como se liberaron los fondos, en la negociación se llegó al acuerdo de que en 90 tenían que traer el plan habitacional del Sector 4. Y tampoco lo trajeron”. 

Para entender mejor porque la Ley 3396 comprendió solo el Sector 5 y dejó de lado al 4, Baldiviezo explica que “por lo general la ciudadanía se organiza cuando siente una amenaza y en ese momento el Sector 4 no estaba amenazado de desalojo. Pasaron los años y el Sector 4 no estaba tan bien organizado como el Sector 5”. “Yo en ese momento con la historia de mi hijo me corro de la Asamblea y el Sector 4 queda desamparado”, dice Mirta. 

Desde el 2012 al 2019 la Asamblea no se reunió.

La cautelar y después

“En el 2019, nos volvimos a juntar en la asamblea para hacer un nuevo relevamiento, un nuevo censo”, cuenta Mirta y agrega que en ese momento se pusieron en contacto con Baldiviezo para avanzar con la demanda. “Nos juntamos porque empezó a haber un ruido muy fuerte de que el Gobierno iba a presentar un proyecto de ley donde únicamente incluía a los beneficiarios y no a los hijos. Nos reunimos y al día siguiente comenzó la pandemia, y en medio de ese quilombo, las ratas inmundas aprovecharon y pusieron en venta 15 terrenos de la AU3, cosa que no podían hacer hasta que tuvieran la solución definitiva del plan habitacional”.  

“Entonces, salimos en 2019 con la cautelar para que no vendan y para que no nos desalojen. Porque también estaba ese ruido de que venían por nosotros, a desalojarnos. Sobre todo a nuestros hijos”, cuenta Mirta y explica que su reclamo es ahora por el desglose, es decir que entre los beneficiarios de la ley se incluyan a sus hijos. 

“En 2019, presentamos la demanda y entre idas y vueltas, recién este año salió la medida cautelar. No suele demorar tanto. Yo no pensé que fuera a salir, pero fue una cautelar muy interesante, porque lo que tendría que resolver el juez como amparo definitivo lo dio como cautelar. Es decir, básicamente dice que se tiene que cumplir la ley de forma participativa con las familias”, explica Baldiviezo, y sigue: “Que estas familias no estén incorporadas ahora en la ley no significa que no puedan estarlo más adelante. Cómo sucedió en el Sector 5 que se hizo una actualización de los beneficiarios, con un nuevo censo. A nivel del Sector 4, se está pidiendo lo mismo”.

“No estamos peleando por nuestro beneficio, estamos peleando por el beneficio de nuestros hijos. Nosotros ya somos beneficiarios, el tema es que no se lo saquen a ellos”, cuenta Hugo que tiene tres hijos, uno de 22 años, otra de 21 y el más chico de 13. “La lucha hoy es por los chicos. El tema es por el derecho de nuestros hijos”, dice Mirta, que sigue luchando aunque Brian ya no esté: falleció el 27 de abril del 2020, debido al Covid 19. Ahora se cumple un año de su muerte y Mirta, entre lágrimas y con la voz cortada, explica: “Es difícil, porque esta lucha era por él y ahora que no está es mucho el dolor”. Mirta armó un comedor comunitario en su casa al que nombró “Mi pequeño gigante”. Brian está presente.. 

Hugo dice muy serio que “ya pasaron veinte años de diferencia entre la primera ley y ahora. Bueno, nuestras familias también crecieron durante ese tiempo. Al Sector 5 le reconocieron el desglose, entonces lo que estamos pidiendo es derecho de igualdad ante la ley, ellos lo tuvieron, así que a nosotros también nos corresponde. La culpa no es del chancho, sino que del que le da de comer. Si no cumplieron con la ley, lo lamento. Nos tiene que solucionar esto, no es mi problema, es problema del Gobierno”. Y agrega: “No estamos pidiendo que le abran la puerta a gente que no tiene nada que ver, estamos pidiendo que les abran las puertas a las familias que vienen ya censadas desde el 2000. Nosotros podríamos tomar los títulos de las casas y cerrar el tema. Pero nuestros hijos quedarían a la deriva”.

Pudieron acercarse y charlar con la Unidad Ejecutora del Gobierno, “lo cual es enorme”, pero no lo toman como certeza de nada, “Mi papá decía que cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”, dice Mirta entre risas. Enseguida se pone seria y aclara, “Que la justicia haya intimado al Gobierno nos da un poco más de seguridad”. A este tipo de cautelares, Baldiviezo las llama pequeñas victorias. “Va a ser la primera vez que la derecha se siente con nosotros a revisar la ley ¡Es histórico!”, exclama Mirta.

Luego de la salida de la cautelar, el gobierno apeló y pidió más tiempo para desarrollar el plan habitacional. “¿Cuánto más quieren?”, se pregunta Baldiviezo, “La apelación no suspende la orden judicial, ahora lo que rige es la cautelar y hasta que no se resuelva la apelación la tienen que cumplir.” 

De criptomonedas, pirámides e influencers

De criptomonedas, pirámides e influencers

Cada vez son más los ahorristas que invierten en esquemas ponzi y terminan perdiendo dinero. Los últimos casos relacionados con Generación Zoé y Vayo Group volvieron a dar visibilidad a “inversiones financieras” que prometen ganancias rápidas y cuantiosas.

El modelo de estafa conocido como “esquema Ponzi” tiene sus inicios a principios del siglo XX en Estados Unidos cuando un italiano llamado, justamente, Carlo Ponzi se hizo millonario con esta modalidad: “Se trata de un sistema que se mantiene con el dinero de un ‘grupo de inversores’ con la promesa de recuperar y multiplicar sus inversiones en un periodo relativamente corto”, explica el especialista en Marketing. En este sentido, para que este negocio funcione es necesario que el número de participantes nuevos sea mayor al de los iniciales y por eso se denomina estafa piramidal, tipificada en los artículos 309 y 310 del Código Penal. 

Como señala el referente en economía digital, muchas personas suelen confundir este esquema con el marketing multinivel (MLM), una práctica comercial legal que implica la venta de bienes o servicios reales junto con el reclutamiento de personas que vendan esos mismos productos como representantes de venta: “La diferencia central es que en el network marketing se venden productos y se realiza una transacción comercial normal”, sintetiza Pueyrredón: las personas “compran los productos directamente a la empresa para su uso y si les convence deciden venderlos, como una profesión”.

Uno de los métodos aplicados actualmente para atraer inversores es la supuesta promesa de obtener grandes ganancias a través del trading en criptomonedas. En el comunicado del BCRA y la CNV del 20/5/21, se indicó que “los cripto activos, que buscan ser utilizados como instrumentos de pago o con fines de inversión, no son emitidos ni respaldados por un banco central o autoridad gubernamental y, tal como se mencionó, no cumplen con las condiciones necesarias para ser considerados dinero de curso legal o título negociable”.

Ahora, ¿por qué el uso de criptomonedas es frecuente para estas estafas? Las criptomonedas son una moneda digital descentralizada protegida por códigos que se utiliza para comprar bienes y servicios. Sin embargo, como afirma Pueyrredon, pueden utilizarse en estos esquemas piramidales (u otra actividad ilícita) como dinero o forma de pago pero “no significa que las monedas criptográficas sean esquemas piramidales”. De esa manera operaba Generación Zoé tras crear su propia moneda digital “Zoe Cash” que, supuestamente, equivalía a un gramo de oro, es decir 55 dólares.

Una compañía de servicios financieros similar a este esquema de negocios es Vayo business, la cual promete “acceder a financiaciones rápidas de manera accesible y clara”. Siguiendo la misma línea, su crypto moneda Vayo Business  implicaba una primera inversión que oscilaba alrededor de los 5.000 pesos.

Frente a la especulación financiera, y estimulados por las crisis económicas en Argentina, cientos de personas ingresaron a estos esquemas de negocios. En muchos casos, colocaron sus ahorros por recomendación de un conocido o porque vieron una publicidad en las redes sociales que prometían ganancias siderales.

A la par, el boom de estas financieras y la queja de los primeros engañados puso en alerta a estas “empresas de servicios” que manejaba un caudal de dinero por “presunta estafa” a sus clientes. Para ello, el Banco Central de la Nación, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y  la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) comenzaron a investigar cómo funcionaban. Uno de los casos más resonantes fue el pedido de captura y detención de integrantes de Generación Zoe, dictaminado por una fiscal de Córdoba, y por el cual aprehendieron sus principales líderes, Maximiliano “Max” Batista y Leonardo Cositorto. A principios de abril, también se intervinieron las 16 sociedades que conformaban Vayo Group por una deuda de más de 20 millones de pesos en concepto de cheque sin fondos.

El CEO de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, fue imputado por estafas reiteradas y asociación ilícita.

Inversión famosa

En la actualidad, famosos o influencers son contactados por estas empresas para promocionar sus productos o servicios, a cambio de dinero. Pero, ¿por qué estas compañías adquieren los servicios de estas personas para promocionar sus productos? ¿Cuál es el rol de estos influencers en este escenario? Para entender esta eficiente estrategia comunicacional ANCCOM diálogo con tres referentes en el tema: Pascual Calicchio, Secretario General de la Defensoría del Público y comunicador; Juan Marenco, Director general de la agencia de influencers “Be Influencers”; y Tomás Balmaceda, periodista especialista en tecnología.

 La pregunta fundamental de los esquemas Ponzi es, ¿cómo logra una empresa que una cantidad de personas invierta sus ahorros sin ningún tipo de garantía? Según estos especialistas con una efectiva estrategia comunicacional.

 Por un lado, Generación Zoe articulaba la promoción de sus servicios en redes sociales con la exposición de “un líder” (Leonardo Cositorto), quien recorría programas de televisión haciendo lo que se conoce como publinotas. En este sentido, Calicchio afirma que la forma en la que son presentadas estas figuras por los medios vuelve legítimo su discurso: “Los principales programas de televisión y diarios del país lo presentaban como ‘master coach profesional’, ‘senior coach organizacional’, ‘emprendedor’, ‘gurú de las finanzas’. Sin aclarar que muchas de esas notas eran en realidad publinotas pagas”, y agrega: “Si yo confío en el periodista o medio que sigo y ese medio lo legitima, termina siendo legítimo para mí”.

Si bien las “publinotas” no son ilegales, el rol de los medios de comunicación en estas situaciones puso en discusión su ética: “Será objeto de la investigación judicial determinar el modo en que ese engaño se produjo y la cantidad de personas que fueron estafadas, pero es fácil imaginar que el dinero invertido en publinotas cumplió un rol más que central: muchos cayeron en el error de invertir tras ver alguna de las entrevistas que le hicieron a Cositorto y que sus seguidores compartían a mansalva en las redes sociales”, concluye el secretario general de la Defensoría del Público.

Por su parte, Vayo Group utiliza influencers y mediáticos para promocionar sus servicios financieros: Zaira Nara cuenta que invirtió sus ahorros y en tan solo nueves meses obtuvo un 135% de ganancias. Celeste Muriega afirma que tan solo con tu DNI podes obtener tu préstamo.  Respecto a ello, el director publicitario Juan Marenco explica que la elección de estos personajes no es azarosa: “Se busca generar impacto en la audiencia, generando contenidos creativos pero también confiando en las palabras o resultados de quienes lo promocionan”.

 Para el periodista Tomás Balmaceda, el público cree en los influencers porque considera que “sus consejos son verdad” y añade que, en el caso de Generación Zoé, “uno descubre que en la actualidad, una persona le cree más a una celebridad o influencer que a un medio tradicional”. Por ultimo, menciona la importancia de la regulación con la publicidad engañosa: “En Estados Unidos hay una reglamentación rígida donde debes avisar si estás haciendo una publicidad y, si no lo hacés, es considerado engañoso. Incluso aparecieron denuncias de personas que invirtieron en criptos promocionadas por famosos pero que luego cayeron o resultaron estafados.

En Argentina hasta el año 2009, el derecho no contaba con una conceptualización normativa de la publicidad. Con la sanción de la Ley Nº 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual se dictaminó el concepto de publicidad en el Artículo 4º, mientras que la publicidad engañosa es considerada aquella que induce a error, silencie datos o afecte económicamente a los destinatarios, o perjudique a un competidor.

Ante la proliferación acelerada de estas estafas en Argentina, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) emitió un comunicado  alertando sobre los riesgos de ser parte de este tipo de estafa: «Se trata de un mecanismo mediante el cual se invita al público a colocar su dinero con promesas de retribuir intereses exorbitantes», decía el mismo.

Por lo tanto, para erradicar este tipo de maniobras fraudulentas se requiere no solo establecer criterios objetivos que permitan definir con equilibrio y transparencia los contenidos que se difunden en los medios de comunicación sino, además, generar políticas de prevención para los consumidores a la hora de adquirir un bien, producto o servicio.

En este contexto cabe preguntarse, ¿son los medios de comunicación el canal más propicio para estas estafas? ¿Son cómplices o son engañados también? ¿Que tanto se benefician los influencers promocionando estos “servicios financieros”? Lo que sí podemos afirmar es que esta presunta solución se convierte en un problema mayor para los ahorristas mientras que para las empresas termina siendo una estrategia rentística perfecta.

 La PROCELAC recomienda a las víctimas de estafa efectuar la denuncia penal correspondiente ante las fiscalías en lo criminal y correccional de la Ciudad de Buenos Aires y en el interior del país, ante las fiscalías locales o ante las dependencias policiales más cercanas.

Una serie con sangre en las venas

Una serie con sangre en las venas

Contar y Canal Encuentro estrenaron “Cuenta Gotas”, una tira documental dedicada a promover la donación de sangre. La idea del Instituto de Hemoterapia bonaerense y Liquidambar Estudio es valorar la solidaridad y jerarquizar un gesto que puede salvar vidas.

 

La plataforma argentina Contar y Canal Encuentro estrenaron la serie documental “Cuenta Gotas”, la primera de su tipo que relata en primera persona las distintas tramas que se entrelazan alrededor de la hemodonación y la hemoterapia, en un proceso vital para que muchos puedan continuar viviendo. La producción y creación estuvo a cargo del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires “Dra. Nora Etchenique” y Liquidambar Estudio.

 “Cuenta Gotas” retrata en el transcurso de seis capítulos la importancia de involucrarse y donar sangre: aquel elemento tan esencial para la salud que no se puede fabricar, ni comprar ni vender, y que basta con donar una vez para que tres personas puedan salvar sus vidas.

 Uno de los productores e impulsor de la idea original de la serie, Patricio Enciso Riveros, es también coordinador del área de comunicación del Instituto de Hemoterapia de la Provincia y presidente de la cooperativa que lanzó Liquidambar Estudio. “La necesidad surge del Instituto de Hemoterapia ya que hace mucho tiempo hace falta un material de difusión que dé este mensaje y un material educativo para concientizar y mover donación de sangre. Por eso, ´Cuenta Gotas´ está producido con relatos en primera persona, que le terminan de poner rostro a la necesidad de transfusión de hemocomponentes a la hora de afrontar una enfermedad -describe Enciso Riveros-, le pone rostro a los profesionales que trabajan a diario en los laboratorios para que haya sangre cada vez que un paciente lo necesita, a gente que dedicó toda su vida a que hubiera sangre segura en una determinada región. Y le pone rostro, también, a las personas que están dispuestas a donar sangre o hemocomponentes a diario sin la necesidad de tener un familiar enfermo, que eso es lo que hace posible que haya sangre para cada tratamiento”.

Enciso Riveros cuenta que la idea surgió cuando en el peor pico de la pandemia no había tratamiento y la única posibilidad que asomaba era la donación de plasma de aquellos que ya se habían contagiado y curado de coronavirus. La campaña salió del Instituto de Hemoterapia de la Provincia en conjunto con otras áreas del Ministerio de Salud bonaerense. En ese momento, el especialista le propuso a la directora del Instituto, Nora Etchenique, hacer la serie y proponérsela a Canal Encuentro registrando esta experiencia.

 Para Enciso Riveros, era la primera vez que el Instituto de Hemoterapia y la donación de sangre y plasma estaban ahí, en el primer plano, como fue la primera vez con la pandemia que el Ministerio de Salud estuvo en el primer plano de la política y la discusión pública. “Surgió eso y presentamos la idea -recuerda-. A Canal Encuentro le gustó, la verdad que no conocíamos a nadie, fuimos consiguiendo teléfonos y golpeando puertas y la gente nos iba aceptando las ideas. Era increíble porque para llegar a esos lugares, en general, necesitás antecedentes.”

 Pero el 7 de agosto de 2020 Etchenique falleció en un siniestro vial, mientras se dirigía al Instituto. “Toda la idea se congeló, ella era mi madre”, dice Enciso Riveros cambiando el ritmo de su voz. Pero al tiempo surgió un nuevo impulso: “Nos animamos y vinieron las vacunas, el tratamiento con plasma pasó a un segundo plano, aunque se siguió pidiendo en algunos hospitales. Nos animamos a retomar la conversación y a proponerle a Canal Encuentro reconfigurar la idea. En vez de que sean seis capítulos sobre toda la experiencia del plasma, que sea un capítulo sobre plasma y que todos los demás fueran historias de vida de pacientes, donantes voluntarios y gente que trabaja a diario en los laboratorios. Y también les gustó la idea y avanzamos”.

 Después llegó el problema del financiamiento. “La idea fue escrita desde 2020 y el financiamiento, finalmente, lo conseguimos a mediados de 2021. Ahí empezamos a guionar y terminamos de grabar en diciembre de 2021. Después, todo el proceso de edición y coproducción que fue también entre enero y marzo de 2022.”

La Organización Panamericana de Salud plantea que si el 2% de la población donara sangre dos veces por año de manera voluntaria, no haría falta pedir sangre nunca. La sangre estaría ahí esperando por cada paciente que lo necesite. “En EEUU te pagan por donar sangre, en Latinoamérica los estudios epidemiológicos dan que la mejor manera de donar sangre es de manera comprometida, habitual y voluntaria -compara Enciso Riveros-. O sea, el que va y dona sin motivos sabe que está colaborando con los otros y con la salud pública, y sabe los cuidados que tiene que tener porque su sangre va a ir a alguien que está recuperando su salud. La mejor sangre en términos epidemiológicos es esa, la que provee donantes voluntarios comprometidos. Pero lo que pasa es que esos son valores humanos que no son la regla común, no son hegemónicos, siempre está la pregunta de si para que haya donantes voluntarios comprometidos habituales tenemos que empujar e invertir o primero tiene que cambiar el sistema de valores completos de la sociedad en su conjunto”.

 Menuda pregunta. Después, Enciso Riveros responde a la consulta sobre el futuro de la serie. ¿Habrá segunda temporada? “Quedaron un montón de historias y temas afuera como la donación de médula ósea que está siempre muy relacionada a la donación de sangre y siempre es una pregunta que nos hacen. La gente se acerca muy interesada por eso y no lo pudimos incluir. Lo mismo con un montón de historias, de casos y de profesionales que trabajan en la hemodonación que quedaron afuera de la serie y que hay que buscar la forma de contarlos. Me parece que si logramos que la gente vea esto, lo que se termina entendiendo es que hace falta. Si llegamos a hacer una segunda producción y logramos ampliar ese abanico con todos los temas relacionados a la donación de sangre y profesionales en la hemodonación que quedaron fuera se va a entender mucho más, así que ojalá que sí. Yo creo que hicimos algo que hacía mucha falta y casi un imposible para el lugar en donde estamos, una epopeya.”

Gota a gota

Capítulo 1: Recibir una transfusión – Una inyección de vida. Ludmila relata su historia surgida a partir de un diagnóstico inesperado, gracias a la transfusión de sangre tanto ella como muchos pudieron restablecer su salud. Desde su experiencia hoy ayuda a quienes pasan por su misma situación donde fue necesario conseguir hasta 40 donantes por día.

Capítulo 2: Promover la donación voluntaria de sangre – Una historia por la salud de los otros. Cecilia sufre su peor pérdida, pero antes, en cada transfusión de su hijo pudo ver que estas eran una inyección de vida. Así, encuentra en la hemoterapia un medio para canalizar su dolor promoviendo la importancia de donar sangre habitualmente y de esta forma mantener el stock para cubrir los requerimientos de hemocomponentes y hemoderivados y quitarles a los pacientes la necesidad de conseguir donantes en los momentos de emergencia. Una de las formas de hacerlo es a través de colectas externas de sangre, que implica convocar a la solidaridad de espacios como clubes, junto con un servicio de hemoterapia local quien garantiza que se respeten los procedimientos de calidad y seguridad propios de la donación de sangre.

Capítulo 3: La experiencia del plasma covid – Una bocanada de aire. Cuando la pandemia azota al mundo y urgen medidas para frenarla, la hemoterapia pasa a un primer plano con un tratamiento esperanzador: el uso de plasma convaleciente como terapia de inmunización pasiva, obtenido mediante un sistema de donación llamado aféresis en el cuál el paciente recibe anticuerpos de quien se haya recuperado del virus.

Capítulo 4: Los técnicos y técnicas en hemoterapia – Difundir compromiso, extraer amor, transfundir vida. A raíz de la búsqueda de su padre biológico, Carolina encuentra su profesión como técnica en hemoterapia. Este trabajo es sinónimo de compromiso y responsabilidad ya que no puede tener margen de error. El circuito de donación de sangre es seguro y cuida tanto al donante como al paciente. Cuenta con instancias de admisión del donante, entrevistas médicas y si existen o no contraindicaciones para donar. Se toman los signos clínicos y si se cumplen los requisitos, llega el momento de donar. Se toman las muestras y durante la extracción se procura comodidad y mantener informado durante todo el proceso al donante. Finalmente la sangre extraída es estudiada.

Capítulo 5: Médicos y médicas en hemoterapia – Profesionales de la solidaridad. Analía se dedicó a abastecer de sangre segura y donantes a toda una región rural de la Provincia de Buenos Aires, cuando allí no existían los servicios de hemoterapia ni técnicos de hemoterapia. Al sentir que todos merecen tener sangre segura y el deseo de que se multipliquen los donantes habituales informados, en el 98 juntó una camada de técnicos logrando que cada hospital consiga tener su servicio de hemoterapia independiente y de a poco transformar a todas las comunidades donde cada uno se sienta responsable por la salud de los que tienen alrededor. La sangre es clave para muchos tratamientos. No se puede fabricar, solo ser obtenida de personas que quieran donarla. Todos los días y en cada lugar, alguien la necesita.

Capítulo 6: La donación de sangre – Salud para compartir. José es ejemplo de donante voluntario habitual, ya donó más de 170 veces durante 45 años. La hemoterapia es una especialidad clave en el sistema de salud. Sin una transfusión de sangre oportuna, podrían fracasar los esfuerzos y tratamientos médicos más complejos. El sistema de la hemoterapia busca la seguridad transfusional y la autosuficiencia, universalidad, equidad, eficiencia y calidad, son sus principios rectores.

¿Qué significa reducción de daños cuando hablamos de drogas?

¿Qué significa reducción de daños cuando hablamos de drogas?

En medio del debate sobre los folletos publicados por el Municipìo de Morón que indicaban cómo consumir psicoactivos, Silvia Inchaurraga, Secretaria General de ARDA, analiza la campaña pública y las críticas de la oposición.

El 24 de abril se llevó a cabo el festival cultural, solidario e inclusivo “La Minga”, organizado por el Municipio de Morón, gobernado por el intendente Lucas Ghi. En uno de los puestos instalados en el predio fueron distribuidos folletos informativos dirigidos a usuarios de drogas con el fin de promover algunas recomendaciones sobre el consumo.

La pieza informativa se enmarca en el Programa de Reducción de Riesgos y Daños asociados al consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales que lleva adelante el Morón junto al Sedronar y la Asociación de Reducción de Daños de Argentina (ARDA). El programa está avalado por una ordenanza municipal sancionada por unanimidad en junio de 2021 y su finalidad es promover un accionar estatal que busque reducir las consecuencias negativas del consumo en los usuarios.

Este material fue puesto en circulación en Twitter mediante capturas de pantalla de una historia de instagram subida por la Dirección de Jóvenes del municipio. Varios  dirigentes de la oposición cuestionaron la campaña desde sus cuentas personales acusándola de hacer apología a las drogas o incitar al consumo. Entre ellos se contaron varios diputados nacionales de Juntos por el Cambio, como Diego Santilli, Waldo Wolff, Ricardo López Murphy y Mariana Zuvic, y Carolina Píparo de Avanza Libertad. La polémica continuó en las redes con un hilo de ARDA.

¿En qué consistió la campaña?

El Municipio de Morón convocó a ARDA para gestionar la inclusión del Programa de Reducción de Riesgos y Daños que proponen e incentivan. El mismo consta de estrategias como el trabajo en terreno con equipos profesionales previamente formados, por ejemplo, instalando consejerías. También desarrolla diferentes tácticas comunicacionales e informativas, como las realizadas en el festival “La Minga”.

Los folletos en cuestión forman parte de una serie de estrategias articuladas y complementarias. Son una herramienta utilizada con un fin específico dirigida a una población determinada, en este caso, los usuarios de drogas. Silvia Inchaurraga, doctora en Psicología, Directora del Centro de Estudios Avanzados en Drogodependencias de la Universidad Nacional de Rosario y actual Secretaria General de ARDA, sostiene que «el folleto, para nosotros, es un gancho para lograr acercar al usuario de drogas, para lograr contactar población que no llega tradicionalmente al sistema de salud, con un mensaje amigable y diferente. Es un material focalizado. No se habla de todas las drogas a todo el mundo. Se ha sacado de contexto el espíritu de la intervención y el material”.

En relación a este último agrega: “Vivir en tiempos donde todo se viraliza puede ser uno de los factores que llevan a tergiversar el modelo. La consecuencia positiva es que permite que la sociedad argentina profundice y conozca más sobre qué es la reducción de daños”.

El modelo de reducción de daños pretende reducir las consecuencias negativas de las drogas sin que necesariamente se interrumpa el consumo, porque el adicto no quiere o, simplemente, no puede. La propuesta consiste en pensar estrategias lo menos invasivas posibles.

Cuando se comenzó a implementar este modelo, los principales daños tenían que ver con la hepatitis y el VIH/sida. ARDA, desde una perspectiva actual, entiende que la problemática es más amplia: no se trata solo de los daños en el campo sanitario (desde enfermedades hasta muertes por adulteraciones o sobredosis), sino también los daños sociales vinculados a la actual Ley de Drogas o a la estigmatización de los usuarios.

En este sentido, la asociación entiende que es de máxima importancia realizar un abordaje interdisciplinario y focalizado en el sujeto y no en la droga en sí. Desde un abordaje terapéutico, indagar en las causas de ese consumo: ¿qué función está cumpliendo la droga para el sujeto?

El abordaje de reducción de daños puede trabajar en consonancia con dispositivos asistenciales, pero es importante remarcar que tiene validez sea que intervenga, o no, un dispositivo asistencial. De hecho, puede oficiar de puente con el sistema sanitario. Alguien, a partir de recibir un material informativo o contactar con un agente de salud, puede llegar a pedir ayuda.

Por último, la Secretaria General del ARDA aclara que «es importante remarcar que la reducción de daños de ninguna manera es un modelo que pretende incentivar, legitimar o hacer apología al consumo. No, parte de una cuestión realista que es que el consumo de drogas está instalado y es necesario que se lleve a cabo con los menores riesgos y daños posibles. Sin embargo, debe articularse con una política sanitaria e instituciones adecuadas que hoy lamentablemente, en mi opinión, escasean».

 

Una reforma legislativa e institucional

ARDA exige una política de drogas en Argentina y entiende que es  fundamental modificar la Ley 23737 que penaliza la tenencia para consumo personal, criminaliza a los usuarios y demoniza las acciones de reducción de daños.

El abstencionismo y el aislamiento que se propone desde el Estado y ciertos centros de rehabilitación e instituciones médicas violan la Ley de Salud Mental al contraponerse a las políticas de promoción y reconocimiento de derechos de los usuarios de drogas.

En relación a este reclamo, Inchaurraga asegura que «lo que necesitamos es contar con una estrategia sanitaria donde los usuarios de drogas sean sujetos de derecho no solo en la letra de la ley o en el discurso de los funcionarios, sino en la práctica. Que puedan acceder a información verídica y pragmática en relación a su consumo, que haya instituciones ambulatorias donde la lógica no sea si no dejás la droga, yo no te atiendo«.

Para finalizar, Inchaurraga propone un cambio de paradigma: “Articular las instituciones donde puedan recibir ayuda aquellos que quieren dejar la droga y los dispositivos de reducción de daños para los que no quieren dejar la droga o no pueden. La prevención tiene que existir para que el que no ha iniciado el consumo no lo haga. Pero no puede ser la única labor. Esa modalidad de prevención ha fracasado».

Otra mirada

Dino Schwaab, licenciado en Ciencias de la Comunicación y maestrando en Literatura Comparada, considera que hay una serie de cuestiones que deberían ser consideradas para abordar una temática de carácter sensible como lo es el consumo de drogas. Estas cuestiones no se suelen tener en cuenta desde las reacciones mediáticas cuando se dice “vamos a condenar a quienes hicieron este folleto por hacer apología a las drogas”.

En primer lugar, no hay que perder de vista los límites del folleto informativo. Siempre debemos leerlo como una pieza inscrita en el marco de una campaña determinada. Nos invita a preguntarnos: ¿En el marco de qué estrategia se despliega ese folleto? ¿Quiénes son los destinatarios? En relación a esto último, la voz de los destinatarios de los folletos es importante a la hora de pensar en la efectividad del mensaje y de la campaña. ¿Sirvió la información brindada?

A modo de conclusión, Dino reflexiona respecto a la funcionalidad del folleto: «En principio diría que me parece un avance porque no moraliza ni al consumo ni a los consumidores. En la moralización del consumo, encontramos su contracara: la exaltación del consumo. Es parte del mismo proceso. En el momento en que tenés las posiciones sociales divididas entre sí o no, entonces: o rechazamos el consumo o lo festejamos. Sabemos que ninguna de las dos va por ahí”, cierra.