La ausencia del Estado mata

La ausencia del Estado mata

Una niña de 11 años, que atravesaba con su familia una situación de vulnerabilidad límite, falleció luego de sufrir desmayos en la escuela. La ausencia de una dieta hipercalórica en la vianda escolar fue denunciada por sus docentes en repetidas ocasiones, pero nunca recibieron respuesta. El lunes, la escuela organiza una marcha hacia la Jefatura de Gobierno.

Una nena de 11 años falleció este lunes luego de ingresar a la guardia del Hospital Penna tras haberse desmayado el viernes anterior en la entrada de la escuela, día en que la ambulancia nunca apareció. Hoy la familia y la comunidad educativa esperan los resultados de la autopsia y la resolución de una denuncia penal, apuntando al Gobierno de la Ciudad como principal responsable por su “ausencia y desidia que sistemáticamente vulnera los derechos de nuestres pibis”. 

La niña asistía a la Escuela Nº 11 D.E. 5 «República de Haití» de la villa 21-24 desde que comenzó primer grado. Desde entonces, debido a su situación de vulnerabilidad y la de su familia, las autoridades pidieron la intervención del EOE (Equipo de Orientación Escolar) conformado por profesionales de la educación y la salud que hacen un acompañamiento del alumnado. 

La nena recibía, bajo certificado médico, un refuerzo hipercalórico de vianda. “El refuerzo era insuficiente: un yogur, un flancito o una banana con dulce de leche”, cuenta a ANCCOM Alejandra Giusti, maestra de la escuela dentro del Programa de alfabetización “Maestro + Maestro”. El refuerzo dejó de otorgársele a la nena porque el último médico que la atendió no le diagnosticó bajo peso. “Pesaba 20 kilos. Tenía el cuerpo de una niña de 7 años”, repone la docente.

Fue recién en 2020 que finalmente el EOE solicitó la intervención a la Defensoría Zonal. La solicitud fue reiterada dos veces en 2021 y 2022. “Quienes trabajan en el EOE están en una situación de precariedad laboral importante. Hacen lo que pueden y es muy poco porque no hay una política del Estado apoyando esto”, explica Giusti. Aún hoy la escuela dice que nunca fue informada sobre alguna intervención del organismo.

El acompañamiento que la nena recibía de parte del personal docente era integral. Desde los dispositivos focalizados en su aprendizaje dentro y fuera del aula, como la gestión de turnos médicos o de sus anteojos, ropa de abrigo y almuerzo antes de entrar al aula. “Los recursos y las herramientas que debería haber proporcionado el Gobierno de la Ciudad para acompañar a la niña y a su familia, nunca fueron suficientes, y en algunos casos inexistentes”, expresaron las y los docentes en el comunicado publicado ayer. 

“Hacía días que la niña no estaba viniendo porque no tenía zapatillas y la escuela se encargó de conseguirle unas”, cuenta Giusti. El viernes 12 de agosto, la nena regresó a la escuela y en la entrada se desvaneció en los brazos de una compañera. Luego de dos llamados al SAME y una hora de espera, la niña fue retirada de la escuela. El lunes 15, ingresó en estado de gravedad a la guardia del Hospital Penna, donde finalmente falleció. Aún no se conocen los resultados de la autopsia ni si esta fue realizada efectivamente. El caso se encuentra judicializado y actualmente depende de la Defensoría del Menor.

“Esto es a causa del hambre. Por más que no esté la autopsia, lo sabemos. Vemos todo el tiempo cómo se achican los platos, cómo se saca la carne. Lo que antes era pastel de carne ahora es con lentejas. Con un discurso de nutrición insana nos sacaron el pan. Antes era una manzana ahora es la mitad, y muchas veces la fruta viene podrida”, enumera Alejandra quien siempre lleva galletitas en la mochila porque la frase que más se repite en el día es “Seño, ¿tenés un paquete de galletitas?”. “A veces les tenemos que dar la comida antes porque tienen hambre. Las galletitas no sobran nunca”. 

La comunidad educativa responsabiliza principalmente al Gobierno de la Ciudad por llevar a cabo una política de “vaciamiento de todos los organismos del Estado que durante todos estos años deberían haber actuado en tiempo y forma, garantizando la salud, el cuidado y la integridad de esta niña y su familia; así como la de tantos/as otres estudiantes que se encuentran atravesando situaciones similares en las escuelas públicas del sur de la Ciudad de Buenos Aires”, denuncian en el comunicado. 

  Giusti comenta que lo que sucedió se debe a “la ausencia del Estado y mañana pasa en cualquier escuela del barrio”. Los y las docentes están todos los días gestionando lo que sus alumnos necesitan sea ropa, turnos o materiales. “Tenemos un ropero para poder abrigar al que viene desabrigado. Todo eso lo hacemos las maestras gestionando donaciones, tomando de nuestras propias cosas. Vamos al mayorista a comprar lapices negros porque el Estado no nos da nada, ni un cuaderno. He llegado a ver un cuaderno con hongos. Imaginate la humedad con la que hay que vivir para que un cuaderno que usas todos los días tenga hongos”.

 

Por su parte, la legisladora porteña del Frente de Izquierda, Alejandrina Barry, presentó un proyecto de resolución que cita a la ministra de Educación, Soledad Acuña, a ser interpelada debido al fallecimiento de la niña. Barry señaló que la situación «se da en medio del ataque de Soledad Acuña a las familias de las y los alumnos más humildes, ya que amenaza con quitar los planes sociales a quienes no logren cumplir con el 85% de la asistencia de sus hijos e hijas».

“Hoy en la ciudad más rica del país mueren niñes porque no se destinan recursos ni hay voluntad, de parte de este gobierno para proteger las niñeces”, señalan los y las docentes en el comunicado. Giusti concluye pidiendo justicia y refiriéndose a la “fantochada del marketing” del GCBA: “la transformación no para de avanzar pero nunca pasa por nuestros barrios”. 

La respuesta desde el GCBA sostiene no haber recibido notificación del estado en que se encontraba la nena. Debido a esto, la escuela convoca una marcha que se realizará el próximo lunes hacia la nueva sede de la Jefatura de Gobierno en Parque Patricios.  

Una piña al fascismo

Una piña al fascismo

La Cultura del Barrio se define como el primer club social y cultural antifascista de la Argentina. Funciona en Villa Crespo y pronto tendrá su propio documental. El día que Atlanta salió con su bandera a la cancha.

En los alrededores de la estación de subte Malabia se observan murales y grafitis de Atlanta, azules y amarillos. A tan solo unas cuadras de su estadio, en la calle Murillo al 957, los colores del bohemio son uno de los tantos que aparecen en las paredes del primer club social y deportivo antifascista de la Argentina, La Cultura del Barrio. Abrieron las puertas en 2011 pero la historia de sus fundadores viene desde antes, ya que desde 2001 son miembros de la organización Acción Antifascista Buenos Aires, donde formaron parte de movimientos de desocupados, asambleas barriales y cooperativas de trabajo. 

Se sienten representados por la cultura callejera skinhead y el antifascismo como postura política. Con actividades todos los días de 9 a 23, el descanso no parece ser una opción. El objetivo es construir un espacio en contra de todo prejuicio, más desde lo colectivo y menos de individualismo, un trabajo del día a día. Sus pilares con lo que sostienen su discurso y llevan a la acción son tres: generar alternativas, apoyo mutuo y organización de base. Quieren recuperar los hábitos de los viejos clubes de barrio.

En la década de 1980, la estética skinhead fue apropiada por bandas de punk neonazis y jóvenes consumidos por el odio. Por ello, forman parte de la agrupación Sharp (Skinheads Against Racial Prejudice, Skinheads contra el Prejuicio Racial) fundada en Estados Unidos en 1986 y 1996 en Argentina. Su objetivo es dejar en claro que el movimiento no tiene relación alguna con el fascismo.

El deporte es un medio relativamente nuevo para ellos. Primero kickboxing, luego boxeo, muay thai y varias disciplinas más hicieron crecer la cantidad de gente que se mueve en la sede. Dentro de la vasta cantidad de eventos que suceden semana a semana, fue el turno de realizar exhibiciones de kickboxing. Lejos quedó el patio donde entrenaban hace unos años, ya que ahora cuentan con un ring profesional. 

En el primer piso está el buffet y un pequeño espacio donde usualmente se realizan recitales de distintos géneros musicales. Las paredes están ocupadas por banderas de organizaciones y equipos de fútbol de todo el mundo. Puede convivir un banderín de los ultras de Marsella, con uno del Athletic Bilbao, Atlanta, Accion Antifascista de San Pablo y un mural del ojo de Viejas Locas pintado por la mismisima creadora. Un murmullo hace eco en los presentes que proviene desde el segundo piso. Más de trescientas personas presentes para una maratón de treinta peleas. 

El frío que atraviesa Buenos Aires contrasta con el calor que invade el sector cercano al cuadrilátero. Algunos con su bolso de entrenamiento en el hombro, otros ya preparados en movimiento y los espectadores sentados aguardando el comienzo. “Bienvenidos a La Cultura del Barrio” se escucha desde un micrófono. Alrededor de las cinco y media, se anuncian los dos primeros peleadores de la velada. Suena la campana, el árbitro con una remera de Muhammad Ali y un pantalón insignia del club se mueve hacia atrás y con sus manos da inicio al combate. El ruido de voces se hace un lado y el silencio solamente es interrumpido por el sonido de jabs y patadas frontales. 

“El club se define desde el principio como un sentimiento de contribución comunitaria. Siempre van a ver a las mismas personas abriendo la puerta, laburando, dando la cara, entrevistas y organizando lo que suceda, eso es lo que genera nuestra identidad y crecimiento” afirma Gabriela Minck, presidenta de La Cultura del Barrio.

 

El 15 de noviembre de 2018, fueron allanados acusados de “terrorismo anarquista”

En febrero de 2019, crearon el proyecto Boxeo Popular en la Isla Maciel, para que niños y adolescentes encuentren un espacio recreativo, deportivo y gratuito. “Tratamos de que el boxeo sea una partecita, más allá del nombre. Tenemos una compañera que se conecta con las familias verdaderamente y nosotros apoyamos. Por ejemplo, en la pandemia con bolsones de comida. Hemos tenido casos terribles, que por lo menos pudimos darle una solución con ayuda de profesionales. Uno como militante tiene que saber hasta dónde llegar. Somos realistas, entendemos que el deporte ayuda pero no te salva totalmente” sostiene Luis Tabera, secretario del club. 

En la tercera pelea se sube al ring el primer representante de La Cultura del Barrio en la tarde. Los gritos aparecen en alza, se hace sentir la localía. Miguel Smus, quien se encuentra organizando el evento para que todo salga bien, ahora se ubica como entrenador arengando a su alumno. A esta altura de la tarde hay tanta gente que el presentador solicita reiteradas veces que se deje un espacio entre el medio de las sillas y el cuadrilátero para que los peleadores puedan entrar y salir con comodidad. 

Como organización antifascista vivieron muchas historias, siempre con la idea de lucha de por medio. El 15 de noviembre de 2018, fueron allanados acusados de “terrorismo anarquista”. El mismo día que se convirtieron en noticia para la televisión, los vecinos gritaron frente a los policías, dando muestra de la gran relación que existe. “Cuando nos allanaron, Atlanta jugaba el sábado y salió a la cancha con la bandera del club. Para nosotros que la institución del barrio haga eso fue maravilloso. En la pandemia nos mantuvimos a flote gracias a los socios y los vecinos” añade Minck. 

Hay peleas masculinas y femeninas. Tras casi cuatro horas de patadas y piñas sin respiro, se anuncia por micrófono que hay un receso. La gente empieza a dispersarse por el lugar para recuperar energías, casi a la par de los participantes en el cuadrilátero.

Muchos pibes suelen acercarse a la puerta, observan que está abierta y allí surgen un sinfín de preguntas. “Nosotros no somos un partido político que va con un periodico para que lo compres. En el último festival de boxeo hubo como cuatrocientas personas. Hace una semana hicimos una reunión de acciones antifascistas de diferentes lados y éramos veinte. No imponemos nada, si te interesa perfecto” sostiene Tabera. 

Las exhibiciones al no ser solamente internas, permitieron la llegada de participantes de distintas zonas y clubes. No existen aires de grandeza. Uno de los ganadores del segundo turno de enfrentamientos analiza su pelea junto a sus conocidos, mientras recibe felicitaciones de los espectadores.

 “No queremos que el fin sea solo aprender a pegar piñas sino utilizar al deporte como una herramienta para la vida, enfrentar nuestros miedos. Es un espacio libre de discriminacion, sin prejuicios, que hace que las personas puedan imaginarse cómo es entrenar acá y que luego cuando conocen las historias de los demás, los grupos sean unidos y se ayuden entre sí” sostiene Smus.

El reconocimiento no es solo por parte de sus socios, vecinos y compañeros de organización. Durante todos estos años tuvieron visitas importantes e internacionales como Leonardo Macedo, entrenador actual de la selección brasileña de boxeo y Lucia Perez, capitana de la selección Argentina de boxeo.

Tienen una gran conexión con algunas organizaciones antifascistas internacionales como las de San Pablo y Madrid. “No tenemos relación con todas. Es como cuando en una familia tenes el mismo apellido pero no el mismo vínculo con todos. Con la gente que tiene los mismos objetivos que nosotros nos llevamos muy bien. Tenemos una idea de clase, nosotros creemos en la clase trabajadora como eje de todo” enfatiza Tabera. 

Está pendiente de estreno “La Cultura del Barrio: El Documental” un seguimiento audiovisual de la historia del club dirigido por Gaston Marin. Recibió el apoyo financiero del Incaa para la posproducción tras un concurso donde fue seleccionado unánimemente. 

Ya casi para las once de la noche restan un par de peleas. Un pequeño susto se establece cuando uno de los participantes cae en el ring y tiene que ser atendido por la médica presente. Finalmente se retira del cuadrilátero en óptimas condiciones y aplaudido por el público que aún quedaba.

Alrededor de las 12 dando inicio a un nuevo día, el festival se da por terminado. A la salida, Villa Crespo está invadido por una niebla que dificulta distinguir la calle. Mientras tanto, en la Cultura del Barrio está la felicidad de haber realizado con éxito un nuevo evento abarrotado de gente. Los organizadores siguen firme en su ideología y bases, generando alternativas para afrontar una Buenos Aires generalmente caótica. 

El Gobierno de la Ciudad contra los estudiantes con discapacidades

El Gobierno de la Ciudad contra los estudiantes con discapacidades

La ministra de Educación, Soledad Acuña, apeló un fallo judicial que la obligaba a presentar un plan de inclusión de las personas con discapacidad en el sistema educativo. La discriminación en las escuelas privadas.

Implementar políticas públicas para garantizar el derecho a la educación inclusiva e impedir la discriminación de las personas con discapacidad en las escuelas de gestión privada, en todo el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. De eso se trata el reciente fallo de la Justicia, que obliga en ese sentido al Gobierno porteño. Previsiblemente, la ministra de Educación, Soledad Acuña, apeló la medida.

«No hay vacante». «No trabajamos con maestra integradora». «Quizás una escuela de recuperación es mejor». Esas son solo algunas de las excusas con las que se encontraban las familias que deseaban matricular a sus hijos. Ante esta situación, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) inició en 2019 una demanda judicial contra el Ministerio de Educación de CABA, solicitando que se adopten las medidas necesarias para evitar los rechazos de inscripción por motivos de discapacidad en las escuelas privadas.

El pilar sobre el cual se sostuvo el reclamo fue la falta de control y la omisión del Gobierno porteño ante lo que consideraban un rechazo sistemático de niñas, niños y adolescentes en dichas instituciones. Así, se vulneraba el derecho a la educación inclusiva reconocido en el Artículo 24 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el cual goza de jerarquía constitucional en nuestro país desde  2014.

El pasado 23 de junio, el Juzgado Nº. 6 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, a cargo de la jueza Patricia López Vergara, dictó sentencia haciendo lugar al reclamo de ACIJ. En el fallo, declaró la inconstitucionalidad de la conducta omisiva del gobierno y le ordenó presentar una propuesta de política pública para garantizar el derecho a la educación inclusiva.

Belén Arcucci, coordinadora del programa Derechos de las Personas con Discapacidad de ACIJ, declaró en dialogo con ANCCOM: «Se trata de un fallo histórico que deja en claro las obligaciones del Estado y entiende el alcance del derecho a la educación de las personas con discapacidad».

Asimismo, destacó los avances que se fueron consiguiendo a lo largo del proceso judicial. Por ejemplo, a través de una medida cautelar, se obtuvo la habilitación de canales de denuncia en la página web del GCBA y la publicación de un apartado dedicado a la educación inclusiva y la normativa vigente. Sin embargo, subraya que no fue fácil de lograr ante la reticencia del Gobierno porteño, a tal punto que la Justicia tuvo que aplicarle multas a la ministra Soledad Acuña para su cumplimiento.

Varias fueron las familias que recurrieron a ACIJ a contar sus casos, en lo que consideraban un rechazo sistemático, discriminatorio y un intento de invisibilizar la problemática.  Natacha (que pidió no decir su apellido), mamá de Iñaki, brindó su testimonio en carácter de testigo en la causa. Refirió haber recorrido varias escuelas comunes para matricular a su hijo. Sin embargo, luego de algunas entrevistas, lo terminaban rechazando. Mencionó lo desgastante que es para las familias (y ni hablar para los estudiantes) someterse a contactar a varias escuelas y recibir negativas constantemente. «¿Cuánto se puede insistir? Si lo rechazan una y otra vez y finalmente lo aceptan ¿Como lo van a tratar luego?», afirmó.

Ella consideró que el fallo es un avance importante en la materia, pero que de todas formas se debe seguir trabajando para conseguir una integración entre las escuelas comunes y las especiales. «Vivimos en una sociedad donde parece que la discapacidad incomoda, hay que trabajar desde chicos para que aprendan a convivir», remarcó.

Al día de hoy, el litigio se encuentra en proceso. Luego de la apelación de la sentencia por parte del GCBA, el expediente fue elevado a la Cámara de Apelaciones para su resolución.

La solidaridad vence a la burocracia

La solidaridad vence a la burocracia

La Fundación Solidaria Cáncer Argentina ofrece apoyo para no encarar solo un momento tan difícil. Creó un mecanismo para obtener medicamentos cuando el Estado se demora.

La Fundación Solidaria Cáncer Argentina acompaña a pacientes oncológicos en sus tratamientos y ayuda a conseguir la medicación faltante que el Estado no llega a otorgarles. “Hay familias que no pueden aguardar 60 días a que les den los remedios”, explica Débora Bosco, presidenta de la Fundación. “Entonces nos piden a nosotros y cuando la obra social se los reintegra, los ponen en circulación nuevamente. Tengo casos de todo tipo.”

“Más que miedo al cáncer, le tenía miedo a la doctora”, confiesa en diálogo con ANCCOM, Alejandra, de 49 años, vecina de Monte Grande. Al mes de conocer su diagnóstico de cáncer de mama, se acercó a su segunda consulta en el Hospital Oncológico de Lanús, el 21 de junio pasado.

No había podido empezar su tratamiento, el Banco de Drogas del Ministerio de Salud de La Plata no le proveyó su medicación en tiempo y forma.  “Esto te pasa por votar a cualquier cosa. La próxima, fijate a quién votás”, repite, indignada, las palabras que le dijo la doctora. “Fui por una bolita en la mama y me volví llorando, me había destrozado”.

Compartió lo sucedido en su muro de Facebook. Esa misma noche Bosco se comunicó con ella. “Es la que nos salva a todas, siempre”, cuenta con emoción, Alejandra.

Durante la pandemia, Débora comprendió que su vocación solidaria con pacientes que sufren de cáncer (enfermedad que se “llevó” a su mamá y a su tía) debía consolidarse en “una entidad para gestionar con mayor peso y obtener mayores resultados”. El 29 de marzo de 2021 se conformó la Fundación Solidaridad Cáncer Argentina, entidad sin fines de lucro, con sede en Monte Grande, ciudad cabecera del Partido de Esteban Echeverría.

La Scaloneta

“El tema de la documentación para ser fundación oficial era muy costoso, no estaba dentro de mis posibilidades porque soy una simple empleada de una casa de comidas”, recuerda Débora.

La Asociación de Fútbol Argentino (AFA) conocía la labor que venía realizando y le donó camisetas de la Selección Argentina autografiadas por los jugadores para hacer rifas y conseguir el dinero para la documentación oficial. Luego se sumaron actores, músicos y conductores de distintos medios. Con alrededor de 500 figuras del espectáculo se lanzó una campaña para que la gente colabore con la donación de medicamentos: “La gente que nos dona medicación porque le han cambiado el tratamiento o lamentablemente perdieron un familiar”, explica  Débora.

Sin subsidios de ningún tipo, se logró conformar un equipo de trabajo entre abogados y médicos que ayudan gratuitamente. Hasta los mismos pacientes se convierten en colaboradores.

24X7

“Me dedico las 24 horas del día a la Fundación porque la salud no espera, no tiene día ni horario. No existen sábados, domingos ni feriados”, explica la presidenta de la Fundación. Bosco asesora a los pacientes acerca de qué hacer con las órdenes y recetas de medicamentos, les recomienda el banco de drogas más cercano, cómo reclamar y pedir la medicación faltante. Las familias retiran su medicación y si no les es posible acercarse, la Fundación se las hace llegar a domicilio por mensajería de moto.

“No sabía que había recursos de amparo”, confiesa Alejandra al retomar la conversación. Recuerda que había gente que le prometía conseguir la medicación a cambio de dinero, entonces “hacía rifas para pagarlas, pero Débora me abrió los ojos y me hizo ver que eran personas que jugaban con mi desesperación: sacaban los remedios del Banco de Drogas en forma gratuita y me las vendían a un precio menor que el del mercado”. Cada hospital cuenta con un Banco de Drogas que depende del Estado provincial, en donde los pacientes realizan los trámites correspondientes para conseguir sus medicaciones.

Actualmente, se reciben en la Fundación entre cinco y quince casos por día provenientes de varias provincias del país. La entidad ya se extendió a Ezeiza y Lomas de Zamora. “Tenemos una farmacia amiga que nos conoce hace mucho tiempo. Cuando hay alguna medicación que no podemos conseguir, ellos hacen un 50% de descuento en la compra. Sólo hacemos el contacto entre la familia y el local, nosotros solo gestionamos la tratativa”.

El trabajo de la Fundación no sólo articula con diferentes hospitales de la zona, sino que extiende su alcance a diferentes provincias de Argentina. Desde su cuenta de Facebook «Fundación Solidaridad Cáncer Argentina», Débora y su equipo, dan respuestas y contención. Le ponen el pecho a esta enfermedad, ayudan a los enfermos a alejarse del miedo y a reencontrarse con su dignidad.

Un lugar para el encuentro

Un lugar para el encuentro

El complejo C Art Media será testigo de la vuelta de la Feria de Editores. Del 5 al 7 de agosto 280 editoriales podrán presentar sus catálogos y encontrarse con sus lectores y lectoras.

Vuelve la Feria de Editores del 5 al 7 de agosto. El complejo C Art Media abrirá sus puertas para recibir 280 editoriales y miles de personas. Se trata de una de las fechas culturales más importantes, un espacio pensado por editores para presentar su catálogo y reivindicar el vínculo con sus lectores y lectoras.

“Regresan las editoriales internacionales con sus editores y editoras”, indica el director de la FED, Víctor Malumián. En el evento conocido por su oferta variada que incluye ensayo, poesía, narrativa contemporánea, se encontrarán editoriales nacionales como Ediciones Godot, Sigilo, Eterna Cadencia, Limonero, Mardulce, Pequeño Editor, Alto Pogo, Corregidor, entre otras. Pero, además, en el sector +300 km, se encontrarán más de 50 editoriales pertenecientes al interior del país y 40 llegarán desde Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y España.

Nicolás Leyton, del sello chileno La Pollera, menciona: “La importancia de estos espacios es tremenda. Políticamente nos permite reunirnos a los independientes, argentinxs y latinoamericanxs, y poder conocer nuestros catálogos y buscar formas de colaborar y ayudarnos. Es realmente bien linda la manera colaborativa en la que opera este rubro”, dice y agrega: “Y para lxslectorxs es la posibilidad de conocer lo que se está publicando en las editoriales que de alguna manera le toman bien el pulso a lo que ocurre en el mundo. Acá muchas veces encuentras pensamiento crítico o voces nuevas de la literatura que todavía sus discursos no se han asentado o dado a conocer tanto”. Estepicursor, segunda novela del argentino Marcelo Vera, será la gran novedad que presentará la editorial trasandina.

“Aunque compartimos el mismo idioma entre un mundo editorial y el otro y solo estamos separados por un océano, hay un abismo”, señalan, por su parte, desde el sello español Barrett, Manuel Burraco Gaitán y Zacarías Lara Peláez, y agregaron que “sin la Feria de Editores, nosotros no podríamos estar viajando a Buenos Aires para presentar nuestro catálogo. Es cierto que nosotros ya hemos entrado en el catálogo de libros en Argentina pero al final este tipo de espacios nos da la oportunidad de poder viajar y conocer lo que sería nuestro público y también nuestros compañeros”.

La novela Panza de burro, de la canaria Andrea Breu, considerada autora revelación en España en 2020, será uno de los platos fuertes de Barrett, ya que, según los editores, llevan vendidos “más de 60 mil ejemplares, se ha traducido en más de 15 idiomas y está en marcha un proyecto para llevar a cabo una película.”

“Este año vamos a tener un espacio para recibir a la espera”, agrega Malumián. Ante el crecimiento exponencial que ha tenido la feria en los últimos años, desde la organización no solo buscaron un espacio más amplio, sino también intentan apaciguar la ansiedad de quienes desean ingresar. Por eso, la recepción contará con un café gourmet, dos magos, un recuerdo impreso por Prensa La Libertad y un pequeño libro gratuito, ilustrado por Mariana Ruiz Johnson y con textos sobre la espera de Margo Glantz, Leslie Kern y Tomás Litta, entre otros autores que participarán tanto del panel de firmas como en las conferencias. Estas últimas se desarrollarán en un esquema híbrido donde, más allá de las actividades presenciales que se desarrollarán en el barrio de Chacarita, algunas serán vía stream a través del canal de YouTube de la Feria.

De Leslie Kern justamente Ediciones Godot presentará Pasión por la ignorancia, mientras que otra novedad del mismo sello será Tetas, un ensayo de Florence Williams. De Kern, por su parte, llegará La gentrificación es inevitable y otras mentiras.

Los ejes temáticos de las charlas rondarán alrededor del ensayo hoy y la construcción poética; la obra de Wilcock; literatura, transfeminismo y trabajo sexual; el cambio climático y su transición ecosocial; la literatura del yo y los géneros anfibios; el límite entre ficción y no ficción, entre otros.

Pasaron 9 años desde que el proyecto se presentó con veinte mesas en el bar de FM la Tribu. La primera edición fue en la tormenta de Santa Rosa, la gente comenzó a llegar cuando el agua bajaba. Malumián comenta: “La necesidad detrás de eso estaba en que las editoriales más pequeñas, como Godot y los colegas y las colegas que nos acompañaron ese día, no teníamos la posibilidad de tener feedback directo de lectoras y lectores, no podíamos por tamaño entrar en las ferias más constituidas del circuito y, en algún punto, necesitamos un espacio propio donde empezar a jugar e interrelacionarnos entre los colegas y las colegas y con los lectores y las lectoras”.

Hoy, la propuesta sigue siendo la misma: estar en contacto directo con los lectores y las lectoras de los libros que publican, pero las problemáticas del sector son muchas y variadas. Ante la incertidumbre económica y el insumo de papel dolarizado, se suma la no estabilidad de los precios de imprenta y los incentivos que llegan devaluados. Marcos Gras, editor de Santos Locos, cuenta: “No hay previsibilidad, no hay manera de hacer rendir el dinero que se gana en lo inmediato, hay que apelar a mucha maña y mucha astucia para poder mantener un catálogo vivo, colgado, activo y editando. No producimos objetos de primera necesidad, hacemos libros. No producimos un objeto masivo, hacemos libros. No podemos tener un libro que salga más que cualquier otra cosa de primera necesidad”.

A esta situación argentina, se suman problemáticas transversales, como la dificultad en la circulación entre países y la competencia con editoriales transnacionales. Julia Ortíz, editora de Criatura -un sello uruguayo que participa desde la primera edición en la FED-, dice: “Es insólito que no haya libre circulación de libros entre Uruguay y Argentina, y que para llevar libros de Uruguay haya que marcarles precios de venta al público similares a los libros importados de Europa”.

En este sentido, Gras agregó: “Lugares como la FED, armadas con tanta antelación, meticulosidad, generosidad y con tanto conocimiento de lo que es tener una editorial autogestiva e independiente en la República Argentina, se hacen muy necesarios”.
La mujer desnuda, de Armonía Sommers, con ilustraciones de Caro Ocampo y prólogo de Gabriela Borrelli, será una de las apuestas fuertes de Criatura, junto a “la primera novela de Leonor Courtoisie, joven actriz, poeta y dramaturga que escribe una obra insolente sobre la gentrificación de un barrio y la precariedad laboral de una mujer de 30 años”, dice Gras. Además, publicarán un libro de crónicas de Manuel Soriano, Las cosas que veo, que son, según la editora, “crónicas muy centradas en la música, el cine y la literatura” en la que “el autor devela su mirada sobre una Montevideo algo melancólica y ácida”.

Con entrada libre y gratuita, la jornada comenzará el viernes a las 14 hs con la entrega del premio a la Labor Librera, un incentivo económico que tiene como objetivo reconocer el trabajo de las librerías de todo el país que se focalizan en tareas de difusión y dinamización del pensamiento y la literatura. Desde Parque Patricios, Vuelvo al Sur se presenta como candidata y una de sus propietarias, Tamara Zefaratti, afirma: “Somos el puente principal entre las editoriales y los lectores y las lectoras. Los libros son un objeto, funcionan como vínculo, pero como objeto en sí lo podés comprar en cualquier lado. Lo que hace que ese objeto se vincule y tenga esa connotación más amorosa, es cuando se da con el barrio, el librero y los lectores”.

Se podrá asistir a la FED los días 5, 6 y 7 de agosto en el C Complejo Art Media, ubicado en avenida Corrientes 6271, CABA. Ya se puede consultar la programación en la web. Además, el día viernes, la feria contará con una posta para la donación de sangre del Hemocentro de Buenos Aires, solo es necesario completar el siguiente formulario.

¿Las expectativas son más fuertes que el dolor?

¿Las expectativas son más fuertes que el dolor?

Los placebos existen desde hace siglos pero la sociedad comenzó a hablar masivamente de ellos a partir de los ensayos de las vacunas para el covid. ¿Qué son y cómo funcionan?

El uso de placebos ha generado un largo debate en la investigación médica. Si bien es conocido desde hace mucho tiempo, su uso y efectos siguen siendo temas controvertidos. Hoy no solo se emplean en ensayos clínicos para medir la eficacia de los medicamentos sino también para aliviar síntomas de una amplia variedad de condiciones como la depresión, el insomnio, la náuseas, entre otros. ANCCOM dialogó con diversos profesionales del área de la salud para conocer más acerca de este tema.

Los placebos se utilizaron por primera vez en ensayos clínicos en el siglo XVIII para desacreditar a los curanderos. Estas personas contaban con la característica de un “don” basado en saberes ancestrales o transmitido de generación en generación. Asimismo recurrieron a diversos métodos como las oraciones, la imposición de manos, hierbas naturales, etc. De hecho, en la actualidad sigue teniendo vigencia esta medicina tradicional.

Con el avance del método científico se empezó a documentar la experimentación y los resultados en una secuencia que sigue hasta hoy: ensayar, documentar y publicar. Esta metodología pasó a ser reglamentada y fundamentada por académicos de la ciencia que a través de ensayos lograron incorporar como medicina a los placebos. ¿Pero qué son en realidad, cómo están compuestos?

“El placebo es una sustancia que no tiene ningún tipo de actividad farmacológica, que se usa para hacer creer al paciente que lo que ingiere es un medicamento realmente efectivo para cierta patología”, explica Ricardo Marcelo Corral, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras y Jefe de Docencia e Investigación del Hospital José T. Borda. 

La ingesta de estas sustancia inocuas ocasiona un efecto terapéutico o de mejoría en el paciente: “El efecto placebo es algo de hace mucho tiempo en la medicina. Se ha estudiado sistemáticamente desde las últimas décadas porque tiene un efecto significativo en la evolución de varias enfermedades del sistema nervioso como ansiedad y depresión, muchas veces es tan alto este efecto que potencia el tratamiento”, sostiene el psiquiatra.

Si bien el placebo no “cura”, muchos estudios han sugerido que pueden ser eficaces cuando la percepción permite modificar los síntomas, es decir que este efecto está fuertemente vinculado a las expectativas de los pacientes. En este sentido, Corral menciona que diversos estudios han confirmado que hacer uso de este engaño puede “ayudar a reducir los síntomas de ansiedad, depresión e incluso enfermedades respiratorias tan físicas y típicas como el asma. Dentro de mi especialidad, que es la psiquiatra, recetan placebos a personas con depresión que responden positivamente ante la confianza del médico y lo que se les da”. Esta causa-efecto forma parte de lo que se denomina “reflejo condicionado”.

El psicólogo ruso Ivan Pavlov comprobó este efecto en un experimento con perros: los animales comenzaban a salivar al oír el ruido que asociaba a la comida incluso cuando no veían el alimento.

Respecto a la etimología de la palabra “placebo”, Laura Raccagni, farmacéutica y Coordinadora del Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina comenta que proviene de la etimología “yo puedo” “yo complacere”: “Se le da esta sustancia que complace al paciente porque está convencido de que eso que consume le sirvió”, subraya.

Por su parte, Lucas Bonamico, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Fleni de Escobar, menciona que así como está el efecto placebo, el cual actúa sobre el sistema de recompensa en áreas del cerebro como el hipotálamo y el lóbulo frontal, también existe un efecto nocebo que se trata de un “fenómeno opuesto al del placebo». Este efecto alude al perjuicio que pueda tener lugar tras el consumo de una sustancia que en realidad carece de ‘propiedades’ y que conlleva perjuicios «dañinos», «indeseables» o incluso «peligrosos». También destaca que se utiliza más como prueba terapéutica que como tratamiento y que no sirve para enfermedades graves: “Estos casos son derivados a enfermedades poco complejas. En algunas enfermedades con componentes ‘psicosomáticos’ o enfermedades funcionales como el colon irritable o la psoriasis se usa con masividad”. Sin embargo, Corral añade que esta sustancia inerte puede generar efectos adversos en algunos casos: “Se le brinda a un paciente para un síntoma y en vez de producirle un efecto positivo, le produce vómito o otro síntoma de malestar», concluye.

Usos

Los usos de los placebos son múltiples, desde ensayos clínicos, tratamientos médicos o deportivos. Respecto a ello, Raccagni sostiene que si bien se lo utiliza muy poco con fines terapéuticos se lo receta cuando al paciente no puede recibir un medicamento puntual: “Cada medicamento tiene un código y especificaciones. En estos casos se trata de píldoras con azúcar o almidón que generan este ´efecto placebo´. Esto se suele acompañar con el seguimiento controlado del mismo médico”. También manifiesta que muchos pacientes recurren a las clínicas para salir con una receta médica, siendo “los medicamentos el recurso terapéutico más utilizado”.

Por otro lado, el placebo se utiliza también en ensayos clínicos y forma parte de la metodología científica que implica distinguir si un medicamento es útil o no: “Se utiliza como un instrumento para desarrollar un procedimiento adecuado de investigación y el efecto en la clínica donde el paciente no sabe de este efecto. Esto existe también en la medicación que tiene propiedades moleculares con el sistema nervioso” detalla. Corral.

A su vez señala que hay diversos estudios que analizan los efectos placebos según sus propiedades: “Muchas investigaciones confirman que el efecto placebo está determinado por el color del comprimido, el tamaño o también el costo económico: a mayor costo la expectativa de que funcione dicha sustancia, suele ser más alta”.

Frente a esta situación, Bonamico afirma que el mejor ensayo clínico es contra placebo: “Para ver si esta droga funciona la probás contra una pastilla que tiene la misma pinta pero que no tiene la droga”. A su vez, subraya la importancia que tiene el acto médico en diversas disciplinas: “El tipo que va a la consulta y cuenta lo que le pasa, recurre a un ‘profesional calificado’ no solo por su capacidad intelectual y su formación sino por determinadas características particulares: delantal blanco, títulos universitarios, el mismo consultorio”. Todo esto activa el cerebro y funciona como un efecto placebo. Además, resalta que se lo utiliza en pediatría ya que en los niños el placebo supera el 50% de efectividad “porque el niño es inocente y si le dicen que una pastilla le va a hacer bien, es mucho más probable que le haga bien”. Agrega que en el caso de los adultos “uno da placebo cuando excluyó todas las causas que correspondan para descartar que el paciente tiene una enfermedad”, y al obtener resultados positivos en una prueba terapéutica resulta indicativo de que el paciente tiene algún problema psicológico por lo cual se lo deriva a un psicólogo.

Con respecto al procedimiento en investigaciones Raccagni agrega que “hay ensayos clínicos que son a doble ciego y otros a triple ciego. ¿Qué significa ser a doble ciego? Que ni el paciente ni el médico saben a quién le están dando el medicamento o el placebo. Hay otros que son a triple ciego que significa que ni el paciente, ni el médico, ni el que administra, que generalmente son enfermeros, saben qué se le está dando, se codifica todo. El paciente tiene un número asignado y se le da la medicación que tiene tal código pero nadie sabe. Está bueno eso porque vas a tener los pacientes que fueron elegidos al azar”.

Por último, el uso de placebos también se da en el ámbito deportivo. Tal como señalan los especialistas, no es algo nuevo que nuestro cerebro afecte al rendimiento deportivo. 

A pesar de ser una sustancia inerte, el deportista que los toma cree que su rendimiento deportivo mejorará con dicha sustancia, coinciden los tres médicos. Así lo demostró Ramzy Ross, un fisiólogo que precisamente programó un estudio con 15 corredores basándose en la premisa de introducir un supuesto medicamento propulsor de energía. El resultado fue que todos los corredores afirmaron sentirse más rápidos y con mayor energía.

Entonces, ¿es nuestro cerebro el mayor impulsor de nuestras expectativas?