Dos velitas para el Reprocann

Dos velitas para el Reprocann

El Registro del Programa Cannabis que permite el uso y cultivo de la planta de marihuana con fines medicinales ya cumplió dos años. En este período se realizaron más de 200.000 solicitudes, buena parte ya aprobadas. ¿Qué impacto está teniendo el sistema? ¿Cómo viene funcionando?

En marzo de 2021 se aprobó el Registro del Programa Cannabis (REPROCANN) que habilitó en la Argentina el uso y cultivo de cannabis con fines medicinales. Desde entonces, el Ministerio de Salud recibió más de 200.000 solicitudes para obtener el permiso. La demora para la aprobación suele rondar entre uno y dos meses en promedio para quienes cumplieron con los requisitos, sobre todo un diagnóstico médico que lo justifique. Gracias a este registro, la persona es autorizada a circular dentro del país con la cantidad necesaria para su tratamiento.

¿Cómo funciona el Reprocann? ¿Qué evaluación hacen los expertos a dos años desde su implementación?

 

Cómo se hace

“Para uno poder registrarse tiene que ingresar a la página de REPROCANN y definir si es paciente, si cultiva para sí mismo o si cultiva para un tercero, es decir, si es un ‘cultivador solidario’”, explica Nicolás Di Biase, médico clínico y especialista en hepatología, con posgrado en endocannabinología y terapéutica cannabica de la Universidad de la Plata. El especialista aclara que el REPROCANN está vinculado a la  Ley 27350 de 2017 que permitió legalizar el cultivo y transporte de cannabis para uso medicinal.

“Una vez hecha la solicitud, el sistema brinda un código de vinculación que  tiene que usar el médico tratante”, comenta Di Biase, quien trabaja en diferentes hospitales de Bahía Blanca. Cualquier médico que tenga matrícula vigente puede recetar, “no tiene que ser un médico especialista en cannabis. Aunque hay médicos que se autodefinen como cannabinólogos, la verdad es que no es una especialidad en sí misma sino una herramienta que está bueno aprender a utilizar” explica Di Biase, también presidente de la Red de Profesionales para el Estudio de Cannabis. “En la Universidad Nacional del Sur desde 2018, dentro de la Carrera de Medicina, se dicta una cátedra de uso de cannabis medicinal. Se busca que el estudiante se reciba como médico teniendo información sobre la planta. Hay otras universidades que lo están haciendo”, afirma el médico.

Una vez hecha la inscripción, el médico debe entregar al paciente un consentimiento informado bilateral. Por su parte, el paciente debe brindar al médico el código obtenido de la inscripción en el REPROCANN para cargalo. Si todo va bien, en aproximadamente uno o dos meses se recibe la aprobación. El permiso dura tres años y, “se permite cultivar indoor (interior) u outdoor (exterior). Lo que no se permite es cultivar en la vía pública, como en las veredas”, aclara Di Biase.

Si bien la mayoría de las inscripciones se aprueba, “se puede negar cuando hay patologías psiquiátricas como esquizofrenia, bipolaridad, depresión… No es que lo rechazan definitivamente, sino que piden que el permiso lo haga un psiquiatra. Es importante recalcar que el programa solicita que se haga una evaluación a cargo de un especialista», afirma Di Biase.

Los cuatro grupos de enfermedades frecuentes que trata el cannabis son el dolor crónico, alteraciones del sueño, alteraciones del estado de ánimo y alteraciones del apetito. El cannabis también se utiliza para tratar la epilepsia: ayuda a reducir la cantidad de convulsiones, pero no cura la enfermedad. “Hay que entender que son paliativos de síntomas. El producto no produce intoxicación ni muerte. La única precaución a tener en cuenta es con mujeres embarazadas, niños y adolescentes, personas con problemas psiquiátricos graves, enfermedades cardiovasculares no controladas y casos específicos”, aclara.

Existen cerca de quince mil tipos de cannabis y dependiendo el perfil de cannabinoides que tiene, se le receta al paciente. Es frecuente que alguien se acerque con un producto comprado en un negocio: “En la mayoría de los casos nos hemos encontrado con que no tienen nada. Por eso la idea es que mejor auto-cultiven las plantas”, sugiere el especialista.

Di Biase asegura que es difícil que se produzca dependencia o adicción como suele suceder con el clonazepam, la nicotina o la cocaína. La razón es que no es una molécula singular individual que entra al cuerpo y genera dependencia continua si no un grupo de moléculas que interactúan en diferentes receptores y eso hace que la persona no genere dependencia a una sola. Lo que sí puede pasar es que con los años pueda requerir más cantidad para tener el mismo efecto. También aclara que si bien “no produce dependencia química, puede pasar que se produzca la dependencia psíquica».

“Somos hijos de una cultura prohibicionista que se instaló en la década de 1920 y fue una bajada de línea de políticas internacionales de Estados Unidos en las cuales se demonizó a la planta y a su usuario. Hemos nacido en ese contexto y suele relacionarse al cannabis con otras drogas, narcotráfico y crímenes”, aclara Di Biase.

De este lado de la ley

Di Biase recuerda que “está prohibido vender cannabis. La persona que vende este producto está violando la Ley 23737. En farmacias todavía no se vende porque no hay productos aprobados por el ANMAT. Los únicos productos aprobados no son del extracto completo de la planta sino cannabidiol o CBD solo y se utiliza para Epilepsia Refractaria”, afirma. En relación a conseguir las semillas, “es un mercado que no está regulado y es complicado porque sigue siendo un poco gris. La ley no permite su venta, pero el Instituto Nacional de la Semilla (INASE) autoriza la venta de aquellas que han demostrado calidad y trazabilidad. Hay cinco cepas que han aprobado, pero que aún no están a la venta”, explica Di Biase. Los especialistas recomiendan que cada paciente cultive sus propias plantas.

Emilio Ruchansky, productor periodístico del noticiero de la Televisión Pública, editor adjunto de la revista THC e integrante del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (CECCA), explica que hay dos permisos que se pueden obtener a través del REPROCANN: uno es para pacientes/usuarios y permite tener un máximo de nueve plantas de las que se obtienen unos 40 gramos de flores o seis frascos de 30 mililitros de aceite. El otro permite cultivar para un tercero (algo fundamental para las llamadas madres del cannabis) al que se lo denomina, “cultivador/a solidaria”.

“También se acaba de abrir una posibilidad de hacer una Asociación Civil que puede tener hasta 150 pacientes”, explica el también autor del libro Un mundo con drogas. Los caminos alternativos a la prohibición. Cabe recordar que la Ley 23.737 prevé entre un mes o dos años de prisión por tenencia de drogas para uso personal: “Esa pena en general no se aplica porque se declara inconstitucional o es una pena en suspenso. Depende mucho del juzgado y que lo considere para su uso personal. La pena por tráfico de drogas va desde cuatro a quince años de cárcel”, explica Ruchansky.

De este lado de la ley

Di Biase recuerda que “está prohibido vender cannabis. La persona que vende este producto está violando la Ley 23737. En farmacias todavía no se vende porque no hay productos aprobados por el ANMAT. Los únicos productos aprobados no son del extracto completo de la planta sino cannabidiol o CBD solo y se utiliza para Epilepsia Refractaria”, afirma. En relación a conseguir las semillas, “es un mercado que no está regulado y es complicado porque sigue siendo un poco gris. La ley no permite su venta, pero el Instituto Nacional de la Semilla (INASE) autoriza la venta de aquellas que han demostrado calidad y trazabilidad. Hay cinco cepas que han aprobado, pero que aún no están a la venta”, explica Di Biase. Los especialistas recomiendan que cada paciente cultive sus propias plantas.

Emilio Ruchansky, productor periodístico del noticiero de la Televisión Pública, editor adjunto de la revista THC e integrante del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (CECCA), explica que hay dos permisos que se pueden obtener a través del REPROCANN: uno es para pacientes/usuarios y permite tener un máximo de nueve plantas de las que se obtienen unos 40 gramos de flores o seis frascos de 30 mililitros de aceite. El otro permite cultivar para un tercero (algo fundamental para las llamadas madres del cannabis) al que se lo denomina, “cultivador/a solidaria”.

“También se acaba de abrir una posibilidad de hacer una Asociación Civil que puede tener hasta 150 pacientes”, explica el también autor del libro Un mundo con drogas. Los caminos alternativos a la prohibición. Cabe recordar que la Ley 23.737 prevé entre un mes o dos años de prisión por tenencia de drogas para uso personal: “Esa pena en general no se aplica porque se declara inconstitucional o es una pena en suspenso. Depende mucho del juzgado y que lo considere para su uso personal. La pena por tráfico de drogas va desde cuatro a quince años de cárcel”, explica Ruchansky.

Ruchansky describe que hay dos tipos de permiso: para pacientes o el llamado «cultivador solidario».   

Cultivadores

La falta de información a nivel institucional ha hecho que la comunidad del cannabis desarrolle sus propios canales. Emiliano Montamat, licenciado en Educación, es uno de ellos a través de la página de Instagram dr.reprocann que tiene como fin, “comunicar sobre el programa del cannabis y crear conciencia del uso responsable. Cuenta con un equipo de médicos  en diferentes especialidades autorizados por REPROCANN que pueden indicar el uso de cannabis medicinal”, explica el licenciado. Entre Instagram y WhatsApp recibe entre cien y doscientos mensajes por día por diferentes consultas. “Los médicos hacen un análisis integral e indican qué tipo de cannabis consumir. Lo que cobran al paciente son los gastos de mantener la estructura y el honorario del médico. Pero también hacen consultas médicas gratuitas a través de ONG”, explica.

Montamat también es presidente de la cooperativa Siembra Nativa. Aún no cultivan en conjunto porque están a la espera de que la Agencia Regulatoria de la Industria del Cañamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) determine qué requisitos van a necesitar y qué van hacer con su producción si llegan a obtener la licencia. “Todos somos autocultivadores desde hace mucho tiempo y estamos inscriptos en el REPROCANN. Hoy nos estamos asesorando con ingenieros agrónomos y diferentes especialistas. También seguimos avanzando en infraestructura”, detalla Montamat. Como grupo, están autorizados para adquirir las semillas y plantines y tiene un vivero que se llama Semas Legales.

Cultivadores

La falta de información a nivel institucional ha hecho que la comunidad del cannabis desarrolle sus propios canales. Emiliano Montamat, licenciado en Educación, es uno de ellos a través de la página de Instagram dr.reprocann que tiene como fin, “comunicar sobre el programa del cannabis y crear conciencia del uso responsable. Cuenta con un equipo de médicos  en diferentes especialidades autorizados por REPROCANN que pueden indicar el uso de cannabis medicinal”, explica el licenciado. Entre Instagram y WhatsApp recibe entre cien y doscientos mensajes por día por diferentes consultas. “Los médicos hacen un análisis integral e indican qué tipo de cannabis consumir. Lo que cobran al paciente son los gastos de mantener la estructura y el honorario del médico. Pero también hacen consultas médicas gratuitas a través de ONG”, explica.

Montamat también es presidente de la cooperativa Siembra Nativa. Aún no cultivan en conjunto porque están a la espera de que la Agencia Regulatoria de la Industria del Cañamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) determine qué requisitos van a necesitar y qué van hacer con su producción si llegan a obtener la licencia. “Todos somos autocultivadores desde hace mucho tiempo y estamos inscriptos en el REPROCANN. Hoy nos estamos asesorando con ingenieros agrónomos y diferentes especialistas. También seguimos avanzando en infraestructura”, detalla Montamat. Como grupo, están autorizados para adquirir las semillas y plantines y tiene un vivero que se llama Semas Legales.

Liberaron a las mapuches de Villa Mascardi

Liberaron a las mapuches de Villa Mascardi

Las cuatro mujeres habían sido detenidas en el violento desalojo de octubre pasado. Se firmó un acuerdo por el que recuperan su espacio ceremonial y sus viviendas.

Luego de ocho largos meses, Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas, Luciana Jaramillo y María Celeste Ardaiz Guenumil obtuvieron, el 5 de junio pasado, su libertad. Habían sido detenidas durante el violento desalojo  de los integrantes de la comunidad índigena Lafken Winkul Mapu en octubre del 2022, en Villa Mascardi. El operativo había terminado con la destrucción de viviendas, la toma de su rewe (espacio ceremonial) y el procesamiento de las cuatro mujeres por la jueza federal María Silvana Dominguez, quien las acusó del delito de usurpación. 

Las lamngen (hermanas) estuvieron encerradas en condiciones de hacinamiento junto a sus nueve hijos e hijas, en una vivienda insalubre, sin cloacas, con una calefacción insuficiente, sanitarios deficientes, instalación eléctrica riesgosa. A este contexto deplorable se le debe sumar el hecho de que una de las mujeres debió dar a luz con custodia policial. Desde el Instagram “Wiñotupe Taiñ Machi ñi Rewe mew”, donde se brinda información sobre las presas políticas mapuche puelche, se dio a conocer la noticia de su libertad y se publicaron fotos de su firma. “Ocho meses de injusta prisión, con montajes, con estigmatización, con todas las violencias que el estado ejerció y demostró que puede ejercer”, dice la descripción que acompaña la imagen. “Sin embargo, aquí estamos, ahora firmando la libertad que se consiguió gracias a la larga historia de nuestro pueblo que una vez más se propuso parlamentar, la lucha y la organización”.

Frente al sexto pedido de excarcelación por parte de los abogados de las mujeres, la resolución por parte del Tribunal Oral Federal de General Roca plantea que “no se podrá recurrir a una prisión cautelar cuando la pena prevista para el delito imputado no sea privativa de la libertad” y les otorga la excarcelación bajo caución juratoria a las cuatro mujeres implicadas con la imposición de ciertas reglas de conducta a cumplir. La abogada Laura Taffetani, defensora y miembro de la Gremial de Abogados y Abogadas, en diálogo con ANCCOM dijo que legalmente no correspondía que estuvieran presas por ser un delito excarcelable y por su condición de Pueblo originario. Se esperó con la intención de negociar “en términos desventajosos para ellas”. 

Esta buena noticia se da días más tarde de la concreción de la Mesa de Diálogo, tan prometida como postergada, que reunió al secretario nacional de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, al presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Alejandro Marmoni y otros funcionarios del gabinete de Alberto Fernández, junto a representantes indígenas –Orlando Carriqueo, Isabel Huala y Soraya Guitart, entre otros– y veedores de organismos de derechos humanos como Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel. El 1 de junio en la sede de la secretaría de Derechos Humanos en la EXESMA, acordaron lo que ya había sido prometido en febrero en la Casa Rosada y que estuvo a punto de no concretarse. El retorno de la machi (autoridad espiritual) Betiana al rewe, la construcción de tres viviendas que fueron destruidas al momento de la represión, para que ella y su familia vivan allí y puedan ejercer sus tareas espirituales y medicinales con sus asistentes.

Desde el lado mapuche se aceptó la reubicación del resto de la comunidad en tierras que aún no fueron definidas pero que serán cedidas por Parques Nacionales. Pero uno de los puntos más importantes fue el compromiso de firmar un “acuerdo de conciliación” entre las partes, que destrabara el proceso judicial por el cual estaban detenidas las mujeres, objetivo que en la actualidad está logrado y que implica el reconocimiento por primera vez del Estado nacional a la comunidad y a la autoridad de la machi. 

Por otra parte, el Ministerio de Seguridad se comprometió a garantizar la seguridad del rewe que en la actualidad se encuentra vulnerado. Las mujeres mapuches, luego de recorrer su territorio se han encontrado con destrozos, abandono y la ausencia de la armonía que implicaba ese espacio para la comunidad. “Estamos libres pero aun queda camino para que esto termine. No hay reparación para los graves daños que atentaron contra nuestras vidas y de nuestrsx hijxs”, escribieron las lamngen en su último comunicado.

La Sala de Redacción de ANCCOM recibió el nombre de Viviana Mariño

La Sala de Redacción de ANCCOM recibió el nombre de Viviana Mariño

En el Día del Periodista, la Carrera de Ciencias de la Comunicación y su agencia de noticias homenajearon a la colega fallecida el año pasado. Había sido una de las pioneras de ANCCOM y también ejerció la docencia en la Facultad de Ciencias Sociales. Hasta su muerte, fue gerenta de Noticias de Télam.

Un Día del Periodista distinto, especial, centrado en el recuerdo, la pasión y en la figura del legado, que atraviesa fronteras físicas y temporales, cuestionando y rompiéndolas en el camino. Durante la tarde del miércoles 7 de junio, colegas y amigos homenajearon a Viviana Mariño con palabras y con la inauguración de una placa con su nombre, que ahora brilla resplandeciente en la entrada de la Sala de Redacción de ANCCOM, en la Facultad de Ciencias Sociales.

Viviana -o para muchos, Vivi- era graduada de la Carrera de Ciencias de la Comunicación y docente del Taller de Expresión III. Fue un espíritu clave en la fundación de la agencia de noticias ANCCOM, coordinando e iluminando el camino de periodistas practicantes, y gerenta periodística de la agencia nacional de noticias Télam. También fue una protagonista fundamental en la recuperación del diario Tiempo Argentino, a través de la conformación de una cooperativa que lo autogestiona hasta el día de hoy. Falleció el 24 de junio del 2022 a los 51 años, a raíz de una enfermedad que pocos sabían que estaba atravesando, y que nunca llegó a apagar la luz que Vivi llevaba con ella a donde iba. “Esa, la enfermedad, fue la única noticia que se resistió a dar”, reflexionó Diego Rosemberg, coordinador de ANCCOM y colega cercano a Vivi. La luz, casi un año después de su fallecimiento, sigue brillando. 

“Para nosotros y nosotras era muy importante hacer el homenaje a Viviana Mariño -explicó Larisa Kejval, docente y directora de la Carrera de Comunicación- porque de algún modo es una forma de seguir procesando colectivamente la partida de una compañera y de una gran amiga, pero, fundamentalmente, porque queremos dejar una huella, una marca institucional que recuerde su legado. Su legado como gran gran periodista que honró lo mejor el oficio, y su legado como gran, gran docente, generosísima en la formación de las nuevas generaciones”. Larisa cuenta que, antes de ser colega, Vivi era una amiga. Empezó siendo la compañera de las clases de los lunes, después la compañera de los jueves, hasta llegar a ser la compañía de las pizzas de viernes por la noche, y de algún asado de domingo. Así también la recuerda. 

“Vivi era una de las nuestras – reflexionó Larisa-. Me puse a pensar qué quiere decir esto, que Vivi haya sido y sea una de las nuestras. Quizás sea una referencia al hecho de que éramos parte de una misma generación, quizás sea una referencia a ser mujeres intentando romper techos de cristal, quizás signifique que Vivi expresaba perfectamente el resultado de esa rara avis que genera nuestra carrera. La capacidad de embarrarse y comprometerse políticamente desde el ejercicio de la profesión, la capacidad de enseñar y reflexionar sobre la propia práctica, la capacidad de gestar y gestionar el propio medio, de defender y construir lo público”.

Aún sin tener tiempo, cuenta Larisa, Vivi se las arreglaba para lograr todo esto. Aparecería luego en el homenaje la palabra “pulpo”, en un intento de entender y caracterizar la forma en que lograba estar en todo, y en todos lados, todo el tiempo. Siempre sonriente, siempre sabiendo qué hacer, qué caminos tomar y explorar sin miedo. 

Luego tomó la palabra María Rosa Gómez, titular de una de las cátedras de Taller de Expresión III. “Cuando hablamos de Vivi siempre aparece la palabra pasión”, destacó. Cuenta que era una apasionada por el periodismo, por todo lo que aseguraba la calidad y el valor de la práctica -apasionada por la búsqueda de la mejor información, de las mejores fuentes, pasión por estar en los cierres- pero cuenta que, sobre todo, era una apasionada por enseñar el periodismo, cosa que hizo eso de manera sobresaliente.

“No tengo mucho más para decirles -dijo María- la extrañamos -se le llenaron los ojos de lágrimas y la voz se le quebró-, la adoramos, por sus hermosos ojos, y por su sonrisa. Gracias”. Las manos de los presentes respondieron a las palabras de María: todas aplaudieron, aunque varias tuvieron que interrumpir intermitentemente su propia ovación para elevarse, aproximarse a los ojos y secar las lágrimas. 

Diego Rosemberg admitió, al igual que Larisa, haber escrito sus palabras con anticipación para prevenir lo más posible la imprevisibilidad de la emoción. Se refiere a la labor de Vivi en ANCCOM como la acción de tomar diamantes en bruto y pulirlos. “Estaba convencida de que los jóvenes no son el futuro, sino el presente -recuerda Diego-. Siempre nos decía: `Tenemos que escuchar a los pibes`, así decía ella, `a los pibes`. Y este es un lugar donde se forman los pibes, pero también donde se los escucha”. Luego, fuera del momento frente al micrófono, Diego destacó particularmente esta dedicación a la juventud que le salía naturalmente a Vivi, una dedicación atravesada por una admiración y un respeto muy profundo por los jóvenes.

Lamentó que los homenajes no se hagan en vida, pero reconoció la importancia del acto para los presentes, en tanto abrigo que podría, momentáneamente por lo menos, brindar un poco de ayuda para afrontar una partida tan temprana. 

“Darle a la redacción de ANCCOM el nombre del Vivana Mariño – explicó Diego – es casi una síntesis perfecta de los atributos identitarios de Anccom. Vivi era un torbellino lleno de adrenalina, y esta adrenalina es lo que nosotros intentamos transmitir en este espacio a los estudiantes. Este homenaje nos va a dar el abrigo porque nombrar es dar existencia, una identidad, y aunque suene paradójico, nombrar es dar vida”. 

Las mapuches de Villa Mascardi más cerca de la libertad y de recuperar su espacio ceremonial

Las mapuches de Villa Mascardi más cerca de la libertad y de recuperar su espacio ceremonial

El Estado y la comunidad originaria firmaron un acuerdo por el cual se le reconoce sus tierras y se desistiría de las causas penales por las que ocho mujeres están en prisión domiciliaria.

Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas, Luciana Jaramillo y María Celeste Ardaiz Guenumil son los nombres de las mujeres pertenecientes a la comunidad mapuche que se encuentran encerradas con sus hijos e hijas en condiciones lamentables desde octubre del año pasado cuando se produjo un violento desalojo en Villa Mascardi en manos del Comando Unificado de fuerzas represivas. Desde hace casi ocho meses están cumpliendo prisión domiciliaria en una casa de Bariloche, luego de haber sido procesadas por la jueza federal María Silvana Domínguez. Pero a partir del acuerdo firmado ayer durante la tercera Mesa de Diálogo entre el Estado nacional y referentes de las comunidades indígenas de la Patagonia se encuentran más cerca de la libertad, y sobre todo de recuperar su rewe (espacio ceremonial) en un sector del Parque Nacional Nahuel Huapi, territorio que reclaman como propio. ANCCOM habló con su abogada y reconstruyó estas últimas intensas horas.

Luego de sucesivas postergaciones, en la sede de la secretaría de Derechos Humanos en la exESMA poco después de las 14 comenzó la reunión encabezada por el anfitrión, el secretario nacional del área Horacio Pietragalla, el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Alejandro Marmoni y otros funcionarios del gabinete de Alberto Fernández, junto a representantes indígenas –Orlando Carriqueo, Isabel Huala y Soraya Guitart, entre otros– y veedores de organismos de derechos humanos como Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel. La firma del acuerdo había sido prometida en febrero en la Casa Rosada y estuvo a punto de no concretarse. Tras un cuarto intermedio y cerca de las 20 llegaron a la redacción final que hará posible el retorno de la machi (autoridad espiritual) Betiana, al rewe, lo cual implica un reconocimiento como sitio sagrado, y la construcción de tres viviendas, que fueron destruidas al momento de la represión, para que ella y su familia viva allí y pueda ejercer sus tareas espirituales y medicinales con sus asistentes. 

La parte mapuche aceptó que los demás integrantes de la comunidad que fueron desalojados en octubre de 2020 sean reubicados en tierras aún no definidas, asunto a abordar en la próxima mesa de diálogo. Asimismo, el Ministerio de Seguridad se comprometió a garantizar la seguridad de rewe, recientemente vandalizado. Pero uno de los puntos más importantes fue el compromiso de firmar un “acuerdo de conciliación” entre las partes, que podría destrabar el proceso judicial por el cual están detenidas con prisión domiciliaria las cuatro mujeres integrantes de la comunidad, quienes recuperarían su libertad.

Este ítem se refiere a la llamada “causa madre” del 2017, cuyo querellante es Parques Nacionales, y a la que se abrió en 2022. Las comunidades y el Estado llegarían a esta “conciliación” según los términos del Artículo 34 del Código Procesal Penal. Este contempla como “no punible” a aquel que obra en defensa propia o de sus derechos. Laura Taffetani, defensora y miembro de la Gremial de Abogados y Abogadas, en diálogo con ANCCOM dijo que “la conciliación entre las lamngen (hermanas) que son las imputadas y Parques Nacionales, la parte damnificada, permitiría que se extingan las causas penales, pero aún dependemos de lo que haga la justicia con este acuerdo, tenemos una lucha más que dar”. En el caso de que cualquiera de las partes no cumpla con dichas pautas, el acuerdo conciliatorio cae y por lo tanto resurgirán las causas penales. Sin embargo, Taffetani destacó que “en este acuerdo por primera vez el Estado nacional reconoce a la comunidad y a la autoridad de la machi”.

Puertas afuera del encuentro, el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir” transmitió en vivo la palabra de dos de las mujeres detenidas. Con la consigna “Libertad a las presas políticas Mapuche” primero Romina y luego la machi Betiana aclararon que se encuentran “prisioneras del Estado que ha sembrado el terror, sin tener una condena y que, en caso de que existiera un juicio y una pena, esta sería excarcelable”. Dijeron que se las acusa de “usurpadoras cuando el pueblo mapuche tiene el derecho a tener estas tierras que hemos habitado desde siempre”. Desde Bariloche, las mujeres reclamaron nuevamente la acción del Estado para que cumpla la promesa que estuvo postergando. “Confiamos en que quieren solucionar el conflicto pero nos han mentido y se han burlado”, señaló Romina, quién al momento de la represión se encontraba transitando un embarazo de 40 semanas y tuvo que parir bajo la mirada de la custodia policial.

Betiana se lamentó por las condiciones de su espacio ceremonial sagrado que hoy se encuentra militarizado y que sufrió el martes 30 de mayo un acto de vandalismo denunciado por Lof Lafken Winkul Mapu. Recordó también lo sucedido en el 2017 cuando fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel, joven del Alto barilochense que estaba transitando su proceso de reconocerse mapuche. “Él sigue allí presente, en ese territorio que no se vende ni se negocia, la lucha sigue mientras nuestra sangre resista”, aseguró la machi. Para ella, “la mal llamada Conquista del Desierto hoy continúa con represión, castigo y presos políticos por defender y luchar la vida de los territorios libres, queremos que nuestros hijos sean libres y que tengan un espacio para poder desarrollarse y crecer”. Y Romina apuntó: “El problema son los intereses que hay detrás, el Estado termina siendo un títere y por eso nos ven a nosotras como terroristas cuando en realidad estamos cuidando el territorio”.

El miércoles 31 de mayo se había producido un reclamo con cortes intermitentes del tránsito en Viedma por parte de integrantes de los pueblos originarios y de la CTA Autónoma de Río Negro, con la finalidad de pedir la liberación de las cuatro mujeres, que se sumó a cantidad de convocatorias en distintos puntos del país para continuar protestando y visibilizando por ellas, a quienes consideran “presas políticas”. Desde Rosario hasta la Embajada de Argentina en Chile, los “vecinos conscientes”, o los wenuy (amigo blanco) no quieren quedarse afuera del reclamo. 

De todas ellas, Celeste Guenumil está más cerca de la libertad dado que la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al recurso presentado por su defensa y atendió al “principio de interés superior del niño” en relación a sus tres hijos. Guenumil, a diferencia de sus compañeras, no está imputada en la llamada “causa madre” por la usurpación del territorio.

Por su parte, Orlando Carriqueo, coordinador del Parlamento Mapuche-Tehuelche,  dijo a TeleSISA que “en el contexto de “criminalización del pueblo mapuche y de un ataque fascista de la derecha lograr la devolución del rewe es un objetivo impensado años atrás”. También hizo hincapié en la importancia de hacer públicas las conclusiones, “que la sociedad esté al tanto de lo que está en juego para lograr un debate social sobre las falencias de la democracia” y “discutir la verdadera identidad de la Argentina”.

 

Los vecinos de Floresta, a un mes del derrumbe

Los vecinos de Floresta, a un mes del derrumbe

Recién pudieron recuperar lo que quedaba de sus pertenencias, fueron alojados en hoteles y denuncian el robo de dinero y artículos electrónicos.

«Por ahí no”, “Se va a caer”, “¡Cuidado abajo!”, le gritó una vecina a otro mientras este deslizó una cama de dos plazas desde el balcón del primer piso a la planta baja tan solo con una cuerda delgada y floja de nudos, pero sujeta a la esperanza de poder reutilizarla en su nuevo hogar temporario. “¡Apúrense!, ¡Ya, de una vez!, ¡Ya nos vamos!”, exclamó uno de los efectivos de chaleco amarillo flúor que, a pesar de la intensidad de su voz y la presión que ejerció sobre la gente que sostuvo en brazos lo que les quedó de pertenencias, no desvió la atención principal de todos los transeúntes: los vecinos del derrumbe de Floresta por fin recuperaron sus pertenencias,  aunque con amargas e “indignantes” sorpresas, luego del impactante colapso estructural que cobró la vida de tres personas. 

 A poco más de un mes del derrumbe que ocurrió el pasado 25 de abril en la casa ubicada en la Av. Rivadavia 8750, la acera continuó húmeda por las fuertes tormentas de aquellos días y los vecinos, sin importar el pronóstico del tiempo, trabajaron a la par, todos juntos y así recuperaron lo que les quedó debajo de los escombros, desmoronamiento que enlutó a tres familias de la colectividad peruana residentes en la Comuna 10 de la Ciudad de Buenos Aires. 

 Con el cielo gris que amenazó un segundo round meteorológico, Fidel Gamarra, representante de la cooperativa de sus vecinos, brindó una entrevista a ANCCOM, único medio presente a 30 días del fatal suceso en donde fallecieron la nena Gabriela de 12 años, el joven Jefferson de 19 y Felícitas de 72, una mujer adulta mayor que fue hallada tres días después entre los escombros. “Somos casi 35 familias, de las cuales pudimos ingresar una parte solamente a recuperar cosas personales, pero hubo mucho faltante de dinero”, expresó. 

 “Después del derrumbe, vino un Grupo Mitre de la empresa tercerizada del Gobierno de la Ciudad y trabajó con las excavadoras, un amigo del edificio vecino nos contó que estaban robando nuestras cosas en bolsas”, aseveró, hecho que los indignó ante el “saqueo” en medio de la desgracia. “Yo hablé con el comisario César Bustos y le mostré el video. Luego sorprendimos a los siete personales con chaleco amarillo que estaban bolsiqueando todos los bolsos. Todos los dólares y pesos se los metieron al bolsillo”, continuó. 

Narrado el hecho de cómo fue la requisa a los trabajadores que, en vez de excavar y sacar los escombros extrajeron algo más para su propio beneficio, Fidel asentó: “Ese día los sorprendimos con 200.000 pesos en los bolsillos, pero ellos vinieron a trabajar días anteriores”, por lo cual los vecinos aseguraron que la suma total del “robo” monetario sería muchísima, ya que son más de 35 familias las que vivían de manera hacinada en la casa de Floresta. Los vecinos ya tomaron cartas sobre el asunto contra los que fueron descubiertos “robando” en la casa de Floresta y denunciaron el hecho, acusación que sigue en curso.

 Con el reloj en contra, los damnificados ingresaron a las corridas a la casa y sacaron, en incontables bolsas negras, toda una vida que se desplomó de un momento a otro y sepultó el sueño de muchas familias de salir adelante lejos de su tierra natal, ya que, como les gusta subrayar, “todos son laburantes y buenos vecinos” de la zona. “Somos manteros, remiseros, albañiles, amas de casa, gasfiteros, cuidadores de ancianos. Todos trabajamos honradamente”, recalcó el Julio Cabezas, suegro del joven de 19 años que falleció a tan solo dos meses de su llegada a la Argentina en búsqueda de un futuro mejor. 

 Por si fuera poco, “la dueña no apareció”, razón por la que Fidel exigió “una charla con la heredera de la casa para llegar a un acuerdo”, pues, el Gobierno de la Ciudad puede reconstruirles la vivienda, pero el terreno no es de la propiedad de los inquilinos afectados. 

 “Entré por primera vez después del derrumbe y toqué las paredes mientras caminaba lentamente. Yo la pinté, hice toda la iluminación, algunas conexiones de agua y membranas. Conozco todos los rincones”, relató el vecino Fidel, mientras que Julio aún no sacó de su memoria el insólito momento en el que su hija enviudó: “Jefferson estaba al lado mío en el sillón. Se empezó a escuchar como si cayera granizo, y lo que sucedió es que se estaba partiendo por debajo. Yo le dije ‘voy a salir a ver que pasa’. En ese mismo momento que salgo, se cae todo abajo, ¡parecido a las películas!. Mi yerno no tuvo la suerte de sobrevivir. Estoy triste”. 

Incluso Persy Manga Fernández, secretario de la cooperativa de vecinos que piden una solución habitacional por medio de un préstamo para adquirir un hogar digno, también se manifestó al decir que están dispuestos a pagar por vivir en una nueva casa, pedido al que también se le sumó el representante Fidel, “Nosotros queremos una solución ahorita. La solución es que nos den una casa a cada familia que pueda pagar, siempre y cuando haya una propuesta”, aclaró. 

 Poco a poco y con las aisladas gotas de lluvia que cayó al atardecer, las pesadas bolsas las cargaron hombres, mujeres y hasta niños. El flete se llenó a tope con heladeras, placares, juego de mesa, muebles, televisores, ollas de cocina, lámparas, camas, colchones, maletas, etc., y fueron derivados a sus nuevos hogares temporales, hoteles para damnificados que les brindó el Gobierno de la Ciudad, pero con fecha de expiración.

 Si bien los representantes del Consulado peruano “no dieron ayuda moral, económica ni atención psicológica” para sus connacionales más que agilización con trámites de documentación que perdieron en el derrumbe, el Gobierno de la Ciudad les brindó alojamiento en hoteles del centro porteño hasta terminar mayo con las tres comidas incluidas, además de un subsidio económico por familia. 

 Por otro lado, les ofrecieron también un galpón para que dispongan de él y guarden sus pertenencias, pero les resultó poco confiable luego de que experimentaron el robo de algunos aparatos electrónicos y de dinero en la casa, tema que ya es tratado por los abogados de la cooperativa al tener material audiovisual que respalda la versión de los vecinos. 

La nostalgia y la incertidumbre los invadió por completo y reconocieron que han perdido mucho más que un hogar con el derrumbe. Que la “impotencia de no vivir más” en la avenida Rivadavia es algo que no se irá de la noche a la mañana, pero, muy devotos al cristianismo, agradecieron “a Dios por estar vivos”. 

 Los damnificados de la casa de Floresta que fueron reubicados en hoteles, tenían como fecha límite para irse el pasado miércoles 31 de mayo. Llegado el día, los vecinos charlaron con las autoridades del Gobierno de la Ciudad quienes les dieron la siguiente solución: Distribuirlos en cuatro hoteles de ayuda —en los barrios de Flores, Almagro, San Telmo y el Centro de la ciudad— y un bono de 350.000 pesos por familia solo sí presentan papeles para un nuevo alquiler.

 Sin embargo, los vecinos no están conformes con la solución brindada. “Hay hoteles de ayuda que no son aptos para vivir porque tienen suciedad, cucarachas, telarañas y hasta humedad, cosas que no son buenas para los niños”, sostuvo Fidel Gamarra. 

 Por último y no menos importante, si no hay solución a los pedidos de la mesa de trabajo, sumado a la precariedad de los nuevos hoteles, los vecinos están decididos a “acampar pacíficamente a las afueras de la casa” de Floresta en modo de protesta este primer fin de semana de junio:  “Vamos a cerrar la Avenida Rivadavia. Vamos a seguir luchando porque quedaron 15 vecinos que no sacaron sus pertenencias y no nos han dado una solución definitiva al problema”. 

«Ningún amor propio va a salvar al mundo»

«Ningún amor propio va a salvar al mundo»

A cuatro años de la aprobación de la Ley Nacional de Talles la activista y modelo de talles grandes, Brenda Mato, habla sobre las principales deudas de la sociedad respecto a la diversidad corporal.

Yo sé conscientemente que mi vida sería más fácil sí yo no fuera gorda, no sería mejor, sería más fácil”, dice la activista Brenda Mato. La sociedad tiene tan negada la diversidad de cuerpos que “todo lo que no es flaco, es gordo”. Pero destaca que la falta de derechos sigue presente, lo único que mejora cuando dejas de ser una persona gorda “es el trato de la sociedad”.

Desde su contenido en redes sostiene que “es posible tener una vida más allá de esperar a adelgazar”. En Gordes Activistas de Argentina encontró espacios seguros y entendió que lo que le pasaba era colectivo por lo que las respuestas no podían ser de otra forma.

¿Cómo y cuándo empezó tu activismo?

Yo no buscaba ser activista, buscaba alguna respuesta. El activismo es una respuesta a mi propia historia. Crecí en un cuerpo que estaba por fuera de la norma y mi percepción del cuerpo siempre fue dismórfica. Con el tiempo, entendí que muchas personas estaban atravesadas por las mismas cosas que yo, pero lo único que compartíamos era una corporalidad, por lo que era algo más grande lo que había que cuestionar. Lo que pude es sacarme de encima el peso que más me pesaba: el de la sociedad y llegar a un acuerdo con mi cuerpo. Igual cada vez tengo más preguntas (risas).

 

¿De qué manera comenzaste a participar en Gordes Activistas por Argentina?

El camino del activismo es poco solitario en un principio, pero la realidad es que los cambios sustanciales se dan desde el activismo colectivo. Y las respuestas tienen que ser colectivas porque ningún amor propio va a salvar el mundo. Que yo me ame a mí misma, no le va a cambiar el mundo a nadie más que a mí. Es buenísimo hacer ese trabajo, pero no cambia la realidad. Igual voy a salir a la calle y me van a gritar gorda puta desde un auto o no voy a encontrar talles o voy a ir al médico y me va a mandar una dieta, aunque me duele el oído.

Cuando lo que vivís es compartido con otres no deja de doler, pero duele menos. Laura Contrera dice algo que me encanta: para un gorde no hay nada mejor que otre gorde. No es una cuestión sectaria, sino que no hay nadie que te pueda entender mejor en este camino que alguien que está atravesando las mismas cuestiones que vos.

 

¿Cuáles son las principales denuncias, demandas y propuestas de la organización?

La principal demanda es la despatologización de la gordura. Dejar de pensar que todos los cuerpos gordos están enfermos y que la única respuesta a mis problemas de salud sea mi peso. Hay una baja calidad de atención médica a las personas gordas. Pudimos participar de las guías de obesidad que se le presentan a los médicos de todo el país y en la escritura de cuadernillos de sensibilización de corporalidades gordas. Hay que aprender de la existencia de la diversidad corporal, a cómo tratarnos, cómo preferimos ser llamados.

Es increíble estar en 2023 y todavía estamos pidiendo ser personas. A poder existir en el cuerpo que tenemos. Cuando reclamamos derechos molestamos y nos tratan de minorías, pero cuando hay que vender dietas y violentarnos somos mayorías.

Respecto a la Ley de Talles, ¿cuáles son los logros y las deudas?

El logro principal es haber puesto el tema en agenda. También la descolonización sobre nuestros cuerpos de la tabla de talles europea. Por primera vez en 200 años de historia, hay una tabla de talles que analiza cómo son los cuerpos en nuestro país desde el Estado y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Es increíble que sea información pública y para todes. Pero el mismo Estado que reconoce por un lado ser gordofóbico, por el otro tiene guardado en un cajón la Ley de Talles que está lista para salir y seguir trabajando. Es una ley que va a cambiar realidades porque el acceso a la ropa es un derecho fundamental que para muchas personas no se cumple. No tenemos respuestas, es un silencio matador y agotador.

 

En abril realizaron la primera Diversa Feria, ¿cómo viviste este evento? ¿De dónde surge?

Diversa Feria es una condensación del activismo de la Ley de Talles. Es poder crear un espacio seguro para la gente y decirle “para vos sí hay”. Tiene un rol social y político importante: todos los emprendimientos son nacionales y de confección propia, liderado por mujeres en su mayoría, con la participación de personas de la diversidad sexual y de la cooperativa de la Garganta Poderosa. La condición es que todos tengan al menos cinco talles. Hacer talles para todes no es una cuestión de plata, es una cuestión de compromiso y entendimiento de las necesidades de la sociedad. Es un evento que brinda espacios necesarios y que se va a repetir en julio de este año.

 

Brenda Mato invita a reflexionar sobre estas temáticas. “Las personas gordas vivimos en pausa. Estamos todo el tiempo pensando en que mi vida va a empezar cuando baje de peso, voy a tener novio, voy a hacer este viaje”. Destaca que es importante entender que no es necesario tener otro cuerpo para hacer las cosas que querés. “Ahora ya tenés un vida plena”.