Las mapuches de Villa Mascardi más cerca de la libertad y de recuperar su espacio ceremonial

Las mapuches de Villa Mascardi más cerca de la libertad y de recuperar su espacio ceremonial

El Estado y la comunidad originaria firmaron un acuerdo por el cual se le reconoce sus tierras y se desistiría de las causas penales por las que ocho mujeres están en prisión domiciliaria.

Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas, Luciana Jaramillo y María Celeste Ardaiz Guenumil son los nombres de las mujeres pertenecientes a la comunidad mapuche que se encuentran encerradas con sus hijos e hijas en condiciones lamentables desde octubre del año pasado cuando se produjo un violento desalojo en Villa Mascardi en manos del Comando Unificado de fuerzas represivas. Desde hace casi ocho meses están cumpliendo prisión domiciliaria en una casa de Bariloche, luego de haber sido procesadas por la jueza federal María Silvana Domínguez. Pero a partir del acuerdo firmado ayer durante la tercera Mesa de Diálogo entre el Estado nacional y referentes de las comunidades indígenas de la Patagonia se encuentran más cerca de la libertad, y sobre todo de recuperar su rewe (espacio ceremonial) en un sector del Parque Nacional Nahuel Huapi, territorio que reclaman como propio. ANCCOM habló con su abogada y reconstruyó estas últimas intensas horas.

Luego de sucesivas postergaciones, en la sede de la secretaría de Derechos Humanos en la exESMA poco después de las 14 comenzó la reunión encabezada por el anfitrión, el secretario nacional del área Horacio Pietragalla, el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Alejandro Marmoni y otros funcionarios del gabinete de Alberto Fernández, junto a representantes indígenas –Orlando Carriqueo, Isabel Huala y Soraya Guitart, entre otros– y veedores de organismos de derechos humanos como Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel. La firma del acuerdo había sido prometida en febrero en la Casa Rosada y estuvo a punto de no concretarse. Tras un cuarto intermedio y cerca de las 20 llegaron a la redacción final que hará posible el retorno de la machi (autoridad espiritual) Betiana, al rewe, lo cual implica un reconocimiento como sitio sagrado, y la construcción de tres viviendas, que fueron destruidas al momento de la represión, para que ella y su familia viva allí y pueda ejercer sus tareas espirituales y medicinales con sus asistentes. 

La parte mapuche aceptó que los demás integrantes de la comunidad que fueron desalojados en octubre de 2020 sean reubicados en tierras aún no definidas, asunto a abordar en la próxima mesa de diálogo. Asimismo, el Ministerio de Seguridad se comprometió a garantizar la seguridad de rewe, recientemente vandalizado. Pero uno de los puntos más importantes fue el compromiso de firmar un “acuerdo de conciliación” entre las partes, que podría destrabar el proceso judicial por el cual están detenidas con prisión domiciliaria las cuatro mujeres integrantes de la comunidad, quienes recuperarían su libertad.

Este ítem se refiere a la llamada “causa madre” del 2017, cuyo querellante es Parques Nacionales, y a la que se abrió en 2022. Las comunidades y el Estado llegarían a esta “conciliación” según los términos del Artículo 34 del Código Procesal Penal. Este contempla como “no punible” a aquel que obra en defensa propia o de sus derechos. Laura Taffetani, defensora y miembro de la Gremial de Abogados y Abogadas, en diálogo con ANCCOM dijo que “la conciliación entre las lamngen (hermanas) que son las imputadas y Parques Nacionales, la parte damnificada, permitiría que se extingan las causas penales, pero aún dependemos de lo que haga la justicia con este acuerdo, tenemos una lucha más que dar”. En el caso de que cualquiera de las partes no cumpla con dichas pautas, el acuerdo conciliatorio cae y por lo tanto resurgirán las causas penales. Sin embargo, Taffetani destacó que “en este acuerdo por primera vez el Estado nacional reconoce a la comunidad y a la autoridad de la machi”.

Puertas afuera del encuentro, el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir” transmitió en vivo la palabra de dos de las mujeres detenidas. Con la consigna “Libertad a las presas políticas Mapuche” primero Romina y luego la machi Betiana aclararon que se encuentran “prisioneras del Estado que ha sembrado el terror, sin tener una condena y que, en caso de que existiera un juicio y una pena, esta sería excarcelable”. Dijeron que se las acusa de “usurpadoras cuando el pueblo mapuche tiene el derecho a tener estas tierras que hemos habitado desde siempre”. Desde Bariloche, las mujeres reclamaron nuevamente la acción del Estado para que cumpla la promesa que estuvo postergando. “Confiamos en que quieren solucionar el conflicto pero nos han mentido y se han burlado”, señaló Romina, quién al momento de la represión se encontraba transitando un embarazo de 40 semanas y tuvo que parir bajo la mirada de la custodia policial.

Betiana se lamentó por las condiciones de su espacio ceremonial sagrado que hoy se encuentra militarizado y que sufrió el martes 30 de mayo un acto de vandalismo denunciado por Lof Lafken Winkul Mapu. Recordó también lo sucedido en el 2017 cuando fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel, joven del Alto barilochense que estaba transitando su proceso de reconocerse mapuche. “Él sigue allí presente, en ese territorio que no se vende ni se negocia, la lucha sigue mientras nuestra sangre resista”, aseguró la machi. Para ella, “la mal llamada Conquista del Desierto hoy continúa con represión, castigo y presos políticos por defender y luchar la vida de los territorios libres, queremos que nuestros hijos sean libres y que tengan un espacio para poder desarrollarse y crecer”. Y Romina apuntó: “El problema son los intereses que hay detrás, el Estado termina siendo un títere y por eso nos ven a nosotras como terroristas cuando en realidad estamos cuidando el territorio”.

El miércoles 31 de mayo se había producido un reclamo con cortes intermitentes del tránsito en Viedma por parte de integrantes de los pueblos originarios y de la CTA Autónoma de Río Negro, con la finalidad de pedir la liberación de las cuatro mujeres, que se sumó a cantidad de convocatorias en distintos puntos del país para continuar protestando y visibilizando por ellas, a quienes consideran “presas políticas”. Desde Rosario hasta la Embajada de Argentina en Chile, los “vecinos conscientes”, o los wenuy (amigo blanco) no quieren quedarse afuera del reclamo. 

De todas ellas, Celeste Guenumil está más cerca de la libertad dado que la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al recurso presentado por su defensa y atendió al “principio de interés superior del niño” en relación a sus tres hijos. Guenumil, a diferencia de sus compañeras, no está imputada en la llamada “causa madre” por la usurpación del territorio.

Por su parte, Orlando Carriqueo, coordinador del Parlamento Mapuche-Tehuelche,  dijo a TeleSISA que “en el contexto de “criminalización del pueblo mapuche y de un ataque fascista de la derecha lograr la devolución del rewe es un objetivo impensado años atrás”. También hizo hincapié en la importancia de hacer públicas las conclusiones, “que la sociedad esté al tanto de lo que está en juego para lograr un debate social sobre las falencias de la democracia” y “discutir la verdadera identidad de la Argentina”.

 

Los vecinos de Floresta, a un mes del derrumbe

Los vecinos de Floresta, a un mes del derrumbe

Recién pudieron recuperar lo que quedaba de sus pertenencias, fueron alojados en hoteles y denuncian el robo de dinero y artículos electrónicos.

«Por ahí no”, “Se va a caer”, “¡Cuidado abajo!”, le gritó una vecina a otro mientras este deslizó una cama de dos plazas desde el balcón del primer piso a la planta baja tan solo con una cuerda delgada y floja de nudos, pero sujeta a la esperanza de poder reutilizarla en su nuevo hogar temporario. “¡Apúrense!, ¡Ya, de una vez!, ¡Ya nos vamos!”, exclamó uno de los efectivos de chaleco amarillo flúor que, a pesar de la intensidad de su voz y la presión que ejerció sobre la gente que sostuvo en brazos lo que les quedó de pertenencias, no desvió la atención principal de todos los transeúntes: los vecinos del derrumbe de Floresta por fin recuperaron sus pertenencias,  aunque con amargas e “indignantes” sorpresas, luego del impactante colapso estructural que cobró la vida de tres personas. 

 A poco más de un mes del derrumbe que ocurrió el pasado 25 de abril en la casa ubicada en la Av. Rivadavia 8750, la acera continuó húmeda por las fuertes tormentas de aquellos días y los vecinos, sin importar el pronóstico del tiempo, trabajaron a la par, todos juntos y así recuperaron lo que les quedó debajo de los escombros, desmoronamiento que enlutó a tres familias de la colectividad peruana residentes en la Comuna 10 de la Ciudad de Buenos Aires. 

 Con el cielo gris que amenazó un segundo round meteorológico, Fidel Gamarra, representante de la cooperativa de sus vecinos, brindó una entrevista a ANCCOM, único medio presente a 30 días del fatal suceso en donde fallecieron la nena Gabriela de 12 años, el joven Jefferson de 19 y Felícitas de 72, una mujer adulta mayor que fue hallada tres días después entre los escombros. “Somos casi 35 familias, de las cuales pudimos ingresar una parte solamente a recuperar cosas personales, pero hubo mucho faltante de dinero”, expresó. 

 “Después del derrumbe, vino un Grupo Mitre de la empresa tercerizada del Gobierno de la Ciudad y trabajó con las excavadoras, un amigo del edificio vecino nos contó que estaban robando nuestras cosas en bolsas”, aseveró, hecho que los indignó ante el “saqueo” en medio de la desgracia. “Yo hablé con el comisario César Bustos y le mostré el video. Luego sorprendimos a los siete personales con chaleco amarillo que estaban bolsiqueando todos los bolsos. Todos los dólares y pesos se los metieron al bolsillo”, continuó. 

Narrado el hecho de cómo fue la requisa a los trabajadores que, en vez de excavar y sacar los escombros extrajeron algo más para su propio beneficio, Fidel asentó: “Ese día los sorprendimos con 200.000 pesos en los bolsillos, pero ellos vinieron a trabajar días anteriores”, por lo cual los vecinos aseguraron que la suma total del “robo” monetario sería muchísima, ya que son más de 35 familias las que vivían de manera hacinada en la casa de Floresta. Los vecinos ya tomaron cartas sobre el asunto contra los que fueron descubiertos “robando” en la casa de Floresta y denunciaron el hecho, acusación que sigue en curso.

 Con el reloj en contra, los damnificados ingresaron a las corridas a la casa y sacaron, en incontables bolsas negras, toda una vida que se desplomó de un momento a otro y sepultó el sueño de muchas familias de salir adelante lejos de su tierra natal, ya que, como les gusta subrayar, “todos son laburantes y buenos vecinos” de la zona. “Somos manteros, remiseros, albañiles, amas de casa, gasfiteros, cuidadores de ancianos. Todos trabajamos honradamente”, recalcó el Julio Cabezas, suegro del joven de 19 años que falleció a tan solo dos meses de su llegada a la Argentina en búsqueda de un futuro mejor. 

 Por si fuera poco, “la dueña no apareció”, razón por la que Fidel exigió “una charla con la heredera de la casa para llegar a un acuerdo”, pues, el Gobierno de la Ciudad puede reconstruirles la vivienda, pero el terreno no es de la propiedad de los inquilinos afectados. 

 “Entré por primera vez después del derrumbe y toqué las paredes mientras caminaba lentamente. Yo la pinté, hice toda la iluminación, algunas conexiones de agua y membranas. Conozco todos los rincones”, relató el vecino Fidel, mientras que Julio aún no sacó de su memoria el insólito momento en el que su hija enviudó: “Jefferson estaba al lado mío en el sillón. Se empezó a escuchar como si cayera granizo, y lo que sucedió es que se estaba partiendo por debajo. Yo le dije ‘voy a salir a ver que pasa’. En ese mismo momento que salgo, se cae todo abajo, ¡parecido a las películas!. Mi yerno no tuvo la suerte de sobrevivir. Estoy triste”. 

Incluso Persy Manga Fernández, secretario de la cooperativa de vecinos que piden una solución habitacional por medio de un préstamo para adquirir un hogar digno, también se manifestó al decir que están dispuestos a pagar por vivir en una nueva casa, pedido al que también se le sumó el representante Fidel, “Nosotros queremos una solución ahorita. La solución es que nos den una casa a cada familia que pueda pagar, siempre y cuando haya una propuesta”, aclaró. 

 Poco a poco y con las aisladas gotas de lluvia que cayó al atardecer, las pesadas bolsas las cargaron hombres, mujeres y hasta niños. El flete se llenó a tope con heladeras, placares, juego de mesa, muebles, televisores, ollas de cocina, lámparas, camas, colchones, maletas, etc., y fueron derivados a sus nuevos hogares temporales, hoteles para damnificados que les brindó el Gobierno de la Ciudad, pero con fecha de expiración.

 Si bien los representantes del Consulado peruano “no dieron ayuda moral, económica ni atención psicológica” para sus connacionales más que agilización con trámites de documentación que perdieron en el derrumbe, el Gobierno de la Ciudad les brindó alojamiento en hoteles del centro porteño hasta terminar mayo con las tres comidas incluidas, además de un subsidio económico por familia. 

 Por otro lado, les ofrecieron también un galpón para que dispongan de él y guarden sus pertenencias, pero les resultó poco confiable luego de que experimentaron el robo de algunos aparatos electrónicos y de dinero en la casa, tema que ya es tratado por los abogados de la cooperativa al tener material audiovisual que respalda la versión de los vecinos. 

La nostalgia y la incertidumbre los invadió por completo y reconocieron que han perdido mucho más que un hogar con el derrumbe. Que la “impotencia de no vivir más” en la avenida Rivadavia es algo que no se irá de la noche a la mañana, pero, muy devotos al cristianismo, agradecieron “a Dios por estar vivos”. 

 Los damnificados de la casa de Floresta que fueron reubicados en hoteles, tenían como fecha límite para irse el pasado miércoles 31 de mayo. Llegado el día, los vecinos charlaron con las autoridades del Gobierno de la Ciudad quienes les dieron la siguiente solución: Distribuirlos en cuatro hoteles de ayuda —en los barrios de Flores, Almagro, San Telmo y el Centro de la ciudad— y un bono de 350.000 pesos por familia solo sí presentan papeles para un nuevo alquiler.

 Sin embargo, los vecinos no están conformes con la solución brindada. “Hay hoteles de ayuda que no son aptos para vivir porque tienen suciedad, cucarachas, telarañas y hasta humedad, cosas que no son buenas para los niños”, sostuvo Fidel Gamarra. 

 Por último y no menos importante, si no hay solución a los pedidos de la mesa de trabajo, sumado a la precariedad de los nuevos hoteles, los vecinos están decididos a “acampar pacíficamente a las afueras de la casa” de Floresta en modo de protesta este primer fin de semana de junio:  “Vamos a cerrar la Avenida Rivadavia. Vamos a seguir luchando porque quedaron 15 vecinos que no sacaron sus pertenencias y no nos han dado una solución definitiva al problema”. 

«Ningún amor propio va a salvar al mundo»

«Ningún amor propio va a salvar al mundo»

A cuatro años de la aprobación de la Ley Nacional de Talles la activista y modelo de talles grandes, Brenda Mato, habla sobre las principales deudas de la sociedad respecto a la diversidad corporal.

Yo sé conscientemente que mi vida sería más fácil sí yo no fuera gorda, no sería mejor, sería más fácil”, dice la activista Brenda Mato. La sociedad tiene tan negada la diversidad de cuerpos que “todo lo que no es flaco, es gordo”. Pero destaca que la falta de derechos sigue presente, lo único que mejora cuando dejas de ser una persona gorda “es el trato de la sociedad”.

Desde su contenido en redes sostiene que “es posible tener una vida más allá de esperar a adelgazar”. En Gordes Activistas de Argentina encontró espacios seguros y entendió que lo que le pasaba era colectivo por lo que las respuestas no podían ser de otra forma.

¿Cómo y cuándo empezó tu activismo?

Yo no buscaba ser activista, buscaba alguna respuesta. El activismo es una respuesta a mi propia historia. Crecí en un cuerpo que estaba por fuera de la norma y mi percepción del cuerpo siempre fue dismórfica. Con el tiempo, entendí que muchas personas estaban atravesadas por las mismas cosas que yo, pero lo único que compartíamos era una corporalidad, por lo que era algo más grande lo que había que cuestionar. Lo que pude es sacarme de encima el peso que más me pesaba: el de la sociedad y llegar a un acuerdo con mi cuerpo. Igual cada vez tengo más preguntas (risas).

 

¿De qué manera comenzaste a participar en Gordes Activistas por Argentina?

El camino del activismo es poco solitario en un principio, pero la realidad es que los cambios sustanciales se dan desde el activismo colectivo. Y las respuestas tienen que ser colectivas porque ningún amor propio va a salvar el mundo. Que yo me ame a mí misma, no le va a cambiar el mundo a nadie más que a mí. Es buenísimo hacer ese trabajo, pero no cambia la realidad. Igual voy a salir a la calle y me van a gritar gorda puta desde un auto o no voy a encontrar talles o voy a ir al médico y me va a mandar una dieta, aunque me duele el oído.

Cuando lo que vivís es compartido con otres no deja de doler, pero duele menos. Laura Contrera dice algo que me encanta: para un gorde no hay nada mejor que otre gorde. No es una cuestión sectaria, sino que no hay nadie que te pueda entender mejor en este camino que alguien que está atravesando las mismas cuestiones que vos.

 

¿Cuáles son las principales denuncias, demandas y propuestas de la organización?

La principal demanda es la despatologización de la gordura. Dejar de pensar que todos los cuerpos gordos están enfermos y que la única respuesta a mis problemas de salud sea mi peso. Hay una baja calidad de atención médica a las personas gordas. Pudimos participar de las guías de obesidad que se le presentan a los médicos de todo el país y en la escritura de cuadernillos de sensibilización de corporalidades gordas. Hay que aprender de la existencia de la diversidad corporal, a cómo tratarnos, cómo preferimos ser llamados.

Es increíble estar en 2023 y todavía estamos pidiendo ser personas. A poder existir en el cuerpo que tenemos. Cuando reclamamos derechos molestamos y nos tratan de minorías, pero cuando hay que vender dietas y violentarnos somos mayorías.

Respecto a la Ley de Talles, ¿cuáles son los logros y las deudas?

El logro principal es haber puesto el tema en agenda. También la descolonización sobre nuestros cuerpos de la tabla de talles europea. Por primera vez en 200 años de historia, hay una tabla de talles que analiza cómo son los cuerpos en nuestro país desde el Estado y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Es increíble que sea información pública y para todes. Pero el mismo Estado que reconoce por un lado ser gordofóbico, por el otro tiene guardado en un cajón la Ley de Talles que está lista para salir y seguir trabajando. Es una ley que va a cambiar realidades porque el acceso a la ropa es un derecho fundamental que para muchas personas no se cumple. No tenemos respuestas, es un silencio matador y agotador.

 

En abril realizaron la primera Diversa Feria, ¿cómo viviste este evento? ¿De dónde surge?

Diversa Feria es una condensación del activismo de la Ley de Talles. Es poder crear un espacio seguro para la gente y decirle “para vos sí hay”. Tiene un rol social y político importante: todos los emprendimientos son nacionales y de confección propia, liderado por mujeres en su mayoría, con la participación de personas de la diversidad sexual y de la cooperativa de la Garganta Poderosa. La condición es que todos tengan al menos cinco talles. Hacer talles para todes no es una cuestión de plata, es una cuestión de compromiso y entendimiento de las necesidades de la sociedad. Es un evento que brinda espacios necesarios y que se va a repetir en julio de este año.

 

Brenda Mato invita a reflexionar sobre estas temáticas. “Las personas gordas vivimos en pausa. Estamos todo el tiempo pensando en que mi vida va a empezar cuando baje de peso, voy a tener novio, voy a hacer este viaje”. Destaca que es importante entender que no es necesario tener otro cuerpo para hacer las cosas que querés. “Ahora ya tenés un vida plena”.

Lo que mata es la inflación

Lo que mata es la inflación

Aunque en mayo parece desacelerar el aumento de los alimentos, el incremento de los precios regulados haría que el próximo índice no traiga buenas noticias. Por qué el acuerdo con el FMI es inflacionario.

Pese a los intentos del Gobierno por contener la suba de precios con medidas como el nuevo rol del Mercado Central para evitar subas irregulares y la creación de unidades para Monitorear el Comercio, los alimentos y bebidas siguieron en alza este mes.

Después del índice de inflación del 8,4% que marcó abril, el Ministerio de Economía decidió otorgarle un nuevo rol al Mercado Central, y a partir de ahora importará alimentos de forma directa. El objetivo es reducir el precio efectivo de venta al público de productos frescos (frutas, verduras, hortalizas y carnes) y productos secos no perecederos (alimentos de primera necesidad) para “defender el consumo de las personas” y eliminar los costos de intermediación.

Además, se decidió crear una Unidad de Monitoreo para controlar irregularidades. La disposición fue publicada este lunes en el Boletín Oficial y explica que se trata de un sistema de seguimiento de las operaciones de compra y venta de bienes y servicios en el comercio interno y externo; la promoción con equidad de estas últimas, evitando posiciones dominantes; la verificación de la trazabilidad de los bienes objeto de comercio y la correcta tributación en cada etapa; y la orientación al consumidor, atendiendo las variables obtenidas en el proceso de seguimiento.

El precio de los alimentos aumentó 6,5% en mayo y se desaceleró tras el pico de abril que informó el INDEC. Según la Consultora LCG (Labour, Capital and Growth), en la cuarta semana de mayo la suba de precios de los alimentos promedió 0,32%, desacelerando un punto respecto a la semana anterior.

Ocho categorías de alimentos relevados se ubicaron muy por encima del promedio semanal (aceite; azúcar, miel, dulces y cacao; productos lácteos y huevos; productos panificados, cereales y pastas; condimentos; bebidas e infusiones; comidas listas para llevar; frutas), pero la caída en las categorías de carnes y verduras frenaron la suba global de la canasta. Sin estos, el aumento semanal habría sido del 2,4%.

Más allá de la desaceleración de los alimentos, restará saber de qué forma incidirá en el Informe que publicará el INDEC a mediados de junio. Es que los precios regulados pueden mantener a la inflación en niveles superiores, incluso a las estimaciones de mercado. Según el último relevamiento de expectativas de mercado que difunde el banco Central, para mayo se proyecta una inflación del 6,1%.

Agustín Mario, Licenciado en Economía (UBA), Magíster de la Universidad de Buenos Aires en Economía y Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias Sociales, sostiene que “lo que pasa con los precios en alimentos está totalmente atado a lo que pasa con el dólar. Somos un país que exportamos lo que comemos, entonces básicamente la cotización del dólar marca mucho el ritmo de lo que pasa con los precios de los alimentos. En la medida en que el precio del dólar tiene que ajustarse según la inflación por el propio acuerdo con el FMI, es imposible porque entramos en un círculo vicioso. Suben los precios, eso nos obliga a aumentar el tipo de cambio, lo cual hace que vuelvan a subir los precios, lo cual nos vuelve a obligar a subir el tipo de cambio, y de ahí no se puede salir”.

En medio de la crisis signada por la gran inflación y la tensión cambiaria, la Secretaría de Comercio, conducida por Matías Tombolini, oficializará en horas el programa “Precios Justos Barriales”, tras negociaciones para sumar aproximadamente 100 productos de primera necesidad que tendrán una actualización de precios al 3,8% mensual.

La primera etapa comenzará a regir hoy, jueves 1 de junio, y finalizará el 31 de julio. Hasta el momento se alcanzó acuerdo con 30 fabricantes para conformar una canasta de 97 artículos de consumo masivo (alimentos, bebidas, tocador y limpieza), que serán ofrecidos en todo el país por las cadenas mayoristas y grandes distribuidores.

Esta nueva versión de “Precios Justos” expresa la preocupación oficial por la escalada inflacionaria de los últimos meses. Los números reflejan la escasa y nula eficacia del programa original para establecer precios de referencia y amortiguar el alza constante de los precios, razón por la cual las empresas desconfían de este nuevo intento por extender los precios regulados. El temor es la dificultad para controlar los niveles de abastecimiento y los precios de venta en autoservicios, almacenes, tiendas y ferias a lo largo y ancho del país.

Los mapuches aguardan por su tierra en Villa Mascardi

Los mapuches aguardan por su tierra en Villa Mascardi

A pocas horas de que venza el plazo acordado para que Parques Nacionales devuelva a la comunidad su espacio ceremonial, el lugar apareció vandalizado.

A pesar de las instancias de diálogo, no hay paz ni soluciones a la vista en el conflicto mapuche en Villa Mascardi, donde fue asesinado Rafael Nahuel a finales de 2017. A pocas horas de que se venza el plazo para la devolución del rewe (espacio ceremonial) a su comunidad, tal como había sido acordado en febrero, ese sitio apareció vandalizado. 

Este capítulo de esta larga pugna, que por momentos parece interminable, comenzó el 4 de octubre de 2022, cuando se produjo el violento desalojo de la comunidad indígena Lafken Winkul Mapu por parte del Comando Unificado de fuerzas represivas. Con gases lacrimógenos y balas de goma, efectivos de Gendarmería, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Federal y Prefectura destruyeron las viviendas y luego de perseguir a algunos de los jóvenes mapuches que escaparon hacia el cerro y el bosque, detuvieron a siete mujeres de la comunidad junto a sus bebés y niños. 

La orden provino de la jueza federal de Bariloche Silvina Dominguez, que procesó a cuatro de ellas por el delito de usurpación: la machi (autoridad espiritual) Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas, quien debió dar a luz con custodia policial, Luciana Jaramillo y María Celeste Ardaiz Guenumil. Tras ocho meses, estas mujeres continúan encerradas bajo arresto domiciliario en el Centro Mapuche de Bariloche, en condiciones de hacinamiento, con nueve niños y niñas en una vivienda insalubre, sin cloacas, con una calefacción insuficiente, sanitarios deficientes, instalación eléctrica riesgosa y un sostén alimentario que depende de la solidaridad de la gente, los “vecinos conscientes” como los llaman.

El 24 de mayo se realizó un trawun (reunión donde circula la palabra) en esa casa, con la intención de reunir tanto a mapuches como no mapuches y lograr en conjunto “ideas, propuestas que puedan ser llevadas adelante”, en palabras de la machi. La reunión contó con la participación de Isabel Huala y militantes de organizaciones sociales, feministas, de derechos humanos, comunicadores populares y vecinos de las provincias patagónicas. De este encuentro surgió un comunicado que denunció que “el Estado no solo se ha desentendido de su responsabilidad, sino que las está dejando morir lentamente. Las mujeres, niños y niñas están afectadas severamente en su salud física, psicológica y espiritual”.

Luego de tres postergaciones, las comunidades mapuche y mapuche-tehuelche esperan que este 1 de junio finalmente el Estado nacional y de la provincia de Río Negro, junto a Parques Nacionales, pongan la firma prometida en la última mesa de diálogo realizada el 10 de febrero en la Casa Rosada, cuando se acordó el retorno de la machi al rewe y al territorio donde podrán reconstruir su casa. Parques Nacionales accedió a ceder siete hectáreas, más otras 10 en el lago Guillelmo, relocalizando a la comunidad.  Una gran lista de organizaciones reclama y exige a los funcionarios que conforman la Mesa de Diálogo que sin más dilaciones “asuman el compromiso y responsabilidad política de convocar a la reunión programada y la firma del acuerdo con las comunidades mapuche”, de lo contrario darán por entendido que “el Estado abandona la solución al conflicto”. Además, no dudan en señalar que el territorio está siendo custodiado por decreto del presidente de la Nación y a pedido de la gobernadora Arabela Carreras cuidando “los intereses económicos que los empresarios ven en la biodiversidad, donde sólo buscan explotar y destruir”.

El martes 30 de mayo, aún palpitando los ecos de su reunión y a la espera de la firma prometida por la Mesa de Diálogo, un comunicado público de Lof Lafken Winkul Mapu informó la grave situación en la que se encuentra su espacio ceremonial tras sufrir un acto de vandalismo. Hicieron responsables al Ministerio de Seguridad, al gobierno Provincial y Nacional ya que “el rewe ha quedado a disposición del ‘Comando Unificado’ que se ha mostrado inoperante para garantizar el resguardo de nuestro espacio sagrado y ceremonial”. Incluso, desde la comunidad no descartaron la hipótesis de que el mismo Comando haya sido el responsable del ataque, y reiteraron el pedido de disolución del mismo ya que solo trae “detenciones, torturas, desapariciones y muerte”. 

El abogado de algunas de las mujeres mapuches y vicepresidente de la Asociación Gremial de Abogados y Abogadas de Argentina, Luis Virgilio Sánchez, señaló que sus defendidas pertenecen “a un sector vulnerable a quien se acusa de usurpar un territorio que consideran propio por convicción y cultura”. Amparadas por el Artículo 75, Inciso 17 de la Constitucional Nacional reformada en 1994 que reconoce la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas, Rubén Marigo y Ezequiel Palavecino, pertenecientes a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, opinaron que la injustificada detención “tiene como origen el haber ejercido el derecho a la recuperación de sus tierras, que vienen reclamando ancestralmente”. Por otro lado, Sánchez aseguró que la jurisprudencia que mantiene detenidas a las mujeres proviene, nada menos, que de juicios de lesa humanidad. 

A 40 años del retorno de la democracia, la comunidad mapuche de Villa Mascardi aún debe reclamar el cese de la violencia, persecución y criminalización en su contra. “Esta democracia, tal como está, genera una tiranía racista que alimenta figuras electorales patéticas y peligrosas que atentan contra la libertad y los derechos humanos que debería resguardar”, expresó la machi Colhuan. Con los ánimos deteriorados pero sin perder la esperanza, ellas y sus compañeros y compañeras de lucha aguardan la llegada del jueves para conocer la acción que tomará finalmente el Estado. 

Cuando a la depresión se le suma el estigma

Cuando a la depresión se le suma el estigma

La visita a un especialista en salud mental todavía es vista con frecuencia como un estigma, tanto para quienes sufren malestar como para las personas cercanas.

La pandemia, sobre todo a partir del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), agravó los problemas de salud mental sobre todo en los niños y adolescentes, según coinciden diversos informes, uno de los más recientes, de la Fundación Española ANAR. Esta situación global produjo el aumento de trastornos de la conducta alimentaria, depresión, ansiedad, ideación suicida o autolesiones.

“Sin duda es muy alto el índice de casos y los que estamos en esto decimos que es como una nueva epidemia”, explica a ANCCOM Julieta Magali Serpone, psicóloga clínica del Hospital General de Niños Ricardo Gutiérrez y hace foco en el aumento de las autolesiones e intentos suicidas en adolescentes. La imposibilidad de salir con amigos, compartir con compañeros de clases e ir a visitar otras familias “hizo ir por otro carril completamente diferente lo que tiene que ver con la evolución normal y habitual de esa edad y generó un impacto”, afirma Serpone.

En salud mental, puede suceder que alguien presente diferentes síntomas de manera simultánea (pacientes polisintomáticos), pero tengan un solo cuadro diagnosticado. Para Serpone, se debe tomar caso por caso y evitar generalizaciones. Hay patologías de salud mental que es más frecuente que tengan tratamiento psiquiátrico: “Hay mucho estigma detrás de este tipo de tratamientos. A veces se piensa que si vas al psicólogo o al psiquiatra estás loco”.

En Argentina, el psicoanálisis es habitual y ya no se lo vincula a la locura, en tanto que, si un paciente es derivado a un especialista en psiquiatría, sobre todo en un niño u adolescente, los padres pueden negarse a llevarlo y se preguntan “¿Por qué?”. Como explica Serpone, a veces los padres olvidan que el psiquiatra “es un médico. Es como si fuéramos a la guardia porque nos lastimamos y nos recibe el médico generalista y te dice que tenés que ir al especialista, al traumatólogo. No creo que alguien le vaya a decir que no a eso”. Así es como el paciente puede ser derivado a un psicopedagogo o un musicoterapeuta que lo ayude a equilibrar la salud y mejorar en el manejo de las emociones. En estos campos, “aún hay mucho más estigma”, afirma la psicóloga.

Un médico clínico puede derivar a un psiquiatra o un paciente puede ir directamente a un especialista y explicar que se siente ansioso, nervioso y decir, “algo en mí cambió”. Hay una diferencia con otras especialidades: “A veces pasa con las obras sociales que para atenderte con un kinesiólogo primero te derivan a un traumatólogo”. Esto no siempre sucede en la salud mental. La estigmatización puede venir de distintos lugares. Una primera fuente puede ser el propio paciente, ya sea porque tuvo un familiar o un conocido que fue derivado a psiquiatría: “Hay pacientes que te dicen ‘tuve una abuela que fue al psiquiatra y era porque tal cosa y le hizo tomar tal otra y estaba re mal’, o ideas así”, comenta Serpone. Aún hay cuestionamientos o preguntas en cuanto a la salud mental, algo que dificulta más el diagnóstico y el tratamiento.

 

Algunas recomendaciones

Como explica Serpone, es frecuente que alguien que se siente triste escuche: “Uh, éste está deprimido” y aclara: “Hay que tener cuidado”. Para la especialista hay que validar las emociones y los sentimientos, sin ir a los extremos de victimizar a quienes padecen. Acompañar demanda un desgaste y para ayudar resulta necesario armar una red de contención en el entorno del paciente.

Cuando una persona está recibiendo un tratamiento puede tener momentos difíciles y, por ejemplo, quedarse más tiempo de lo normal en la cama, estar malhumorado o evitar salir de su casa: “A esa persona hay cosas qué le pasan y se le dificulta manejar. Es necesario evitar decir al paciente que es un vago o un aguafiestas. Cuando una persona tiene una enfermedad física por decir una diabetes, allí sí decimos, ‘mirá está teniendo un tratamiento, pobre la está peleando’. Evitemos retarlo, ser duros con el paciente, porque en realidad es mucho más profundo lo que está viviendo”, sugiere Serpone.

Para la especialista, desde la pandemia resulta más frecuente que quienes padecen insomnio se automediquen pese que la mayoría de estos medicamentos sólo se vende con receta. Para obtenerlos en general recurren a alguien de la familia que toma la medicación, algún conocido, o consiguen la receta de manera irregular. Este tipo de acciones individuales, solo ataca el síntoma pero no las causas, algo que requiere la asistencia de un profesional

Las enfermedades mentales no son contagiosas. Los problemas de salud mental puede padecerlos cualquiera, sin distinción de situaciones económicas, sociales, edades y sexo. “Las condiciones ambientales influyen porque por supuesto, hay personas que son muy vulneradas en sus derechos en el sentido amplio”, plantea Serpone.

Muchas veces resulta necesario bajar la intensidad en el trabajo u otros ámbitos, “y es difícil sobre todo en una sociedad donde importa la producción y el mercado. Todo lo que atente contra la productividad está mal visto”, comenta Serpone.

Un caso

Marcos, un joven universitario, contó a ANCCOM cómo lleva la depresión desde adolescente. El primer episodio lo tuvo durante un viaje a la India donde sufrió un cuadro de hiperventilación y su cuerpo quedó paralizado por un momento. Le diagnosticaron desorden emocional y depresión; desde entonces sigue un tratamiento psicológico y psiquiátrico. En la pandemia tuvo recaídas y llegó a estar internado. Aclara que en la actualidad, con el apoyo de su familia, sobre todo de sus padres, continúa una vida como cualquier otro joven: “Tengo momentos de desánimo, siento que no soy importante para nadie, me siento desvalorizado, y no tengo ganas de hacer nada”, menciona. A veces, cuando alguien le dice que no puede avanzar se frustra y recae, pero asegura que “ser cálido con las palabras y la buena compañía hacen al proceso de sanidad”.

Tanto la salud física como la salud mental son parte de nuestra vida. Las emociones van dando alertas a las que es necesario prestar atención. Así como visitamos al doctor para evaluar el estado de nuestro cuerpo, también es necesario considerar cómo están las emociones y cómo reacciona uno a las diferentes circunstancias del día a día. Porque al final de todo, “lo que se quiere es estar bien”, concluye Serpone.