Un encuentro ancestral en Buenos Aires

Un encuentro ancestral en Buenos Aires

Punta Querandí es un territorio comunitario ancestral, considerado sagrado, en Ingeniero Maschwitz. Allí se conservan restos arqueológicos de pueblos nativos de unos mil años de antigüedad. También se realizan talleres de transmisión cultural. Una hectárea arrebatada a la voracidad inmobiliaria.

Punta Querandí es un territorio comunitario ancestral, considerado sagrado, en Ingeniero Maschwitz, Provincia de Buenos Aires. Allí se conservan restos arqueológicos de pueblos nativos de unos mil años de antigüedad. Esta zona de antiguos cementerios iba ser utilizada para la construcción de barrios privados, al igual que las tierras circundantes de humedales ubicadas en un lugar estratégico, a solo 5 km de las Islas del Delta del Paraná y a 6 km de la autopista Panamericana. Tras la lucha del colectivo Comunidad Indígena Punta Querandí el espacio logró preservar una hectárea de este territorio atravesado por la memoria colectiva, del voraz negocio inmobiliario.

 

Sus orígenes 

Pablo Badano es el encargado del Concejo de Comunicación de Comunidad Indígena Punta Querandí. Cuenta que este colectivo se formó en el 2004, cuando Graciela, una vecina de la zona, encontró restos de cerámicas. Los Arqueólogos del INAP (Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano) le confirmaron su antigüedad y le contaron que en el año 2000 ya había sido destruido el cementerio indígena cercano conocido como Sitio Garín para construir el country Santa Catalina.

La historia parecía destinada a repetirse: a solo 100 metros de Punta Querandí, “a principios de los años 90, se produjo la destrucción de humedales, campos y parajes por la construcción de barrios privados. Eso nos dio más fuerza y motivos para luchar por el lugar y su memoria”, recuerda Badano.

El encargado del Concejo de Comunicación de la comunidad cuenta que el colectivo que dio la lucha está formado por familias e individuos pertenecientes a los pueblos nativos guaraníes, qoms y kollas. “Nosotros decimos que fuimos convocados por los ancestros del territorio. Esa es la mirada colectiva de todos los que participamos. A partir del 2010 se comenzó el campamento, para evitar que las empresas privadas destruyan de manera total el lugar”, asegura Badano.

 A partir de ese año empezaron a reclamar la devolución de los restos de ocho cuerpos encontrados en la zona en los años 90. Los arqueólogos del INAP confirmaron que había restos humanos de al menos 50 personas en Tigre, 116 incluyendo otros distritos de la zona norte de Buenos Aires y alrededor de 300 en el delta entrerriano. A la vez, el arqueólogo e investigador del CONICET Daniel Marcelo Loponte, publicó un estudio realizado sobre las prácticas que realizaban personas “a fines del siglo XIX y en principios del siglo XX” para dar más fundamento al valor de la zona.

“No fue fácil y sencillo, nos paseaban, no nos daban respuesta, nos ninguneaban y se negaban a darnos información. Se nos quiere mostrar que estos lugares no tienen historia”, explica Badano, mientras corta junco para techar un toldo. “Tuvimos amenazas directas en diferentes momentos, hubo personas que vinieron a apuñalar a nuestros compañeros. Eran pagados por la empresa que estaba construyendo, pero ya pasó, estamos en otro momento”, concluye.

El 27 de diciembre del 2018, la Municipalidad de Tigre declaró por decreto «Interés Legislativo Municipal las actividades que realiza la Comunidad Indígena punta Querandí”. En 2022, se publicó en el Boletín Oficial que “la defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana. Ella supone el compromiso de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular los derechos de las personas que pertenecen a minorías y los de los pueblos autóctonos”. En noviembre de 2020 el intendente Julio Zamora firmó  el Convenio de Propiedad Comunitaria de Punta Querandí.

Actualmente, la comunidad cuenta con un templo donde se realizan sus festividades espirituales. También en el mes de agosto, sobre todo en el último domingo, se celebra a la Pachamama y se reúne toda la comunidad para compartir distintos platos típicos. Durante los festejos son frecuentes las visitas desde otras provincias: “Este 27 de agosto vendrán del Chaco”, asegura Jesica Zalazar, concejal y representante de las mujeres. 

La organización

Para su gestión, la Comunidad Punta Querandí, tiene tres concejos: el de ancianos, el de mujeres y el de comunicación. También tiene el apoyo de una abogada que los asesora. Los demás integrantes participan de manera activa con las tareas de cuidado y cada domingo se reúnen, preparan una olla comunitaria, se sientan en una mesa larga y comen todos juntos, al aire libre, rodeados de sus perros y el cántico de diferentes tipos de aves.  

La comunidad ofrece talleres de alfarería, de lenguas originarias como guaraní y Qom, de manera virtual en acuerdo con la Comunidad de Pueblos Originarios. También se ofrecen talleres de trabajo con junco y reciben visitas de estudiantes de distintos niveles.

La comunidad tiene su templo donde hacen ceremonias: “En enero se celebra la bendición de frutos y el inicio del año guaraní en septiembre. Contamos con un museo para exhibir diferentes hallazgos relacionados con la historia como comunidad”, agrega Badano, mientras hace de guía turístico por la zona con los visitantes que se sumaron. En su página web cuenta con diferentes formas de contacto, ya sea para visitas o talleres. En el Puerto de Frutos, existe un local de la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar, donde se venden productos artesanales de distintas comunidades indígenas y, a la vez, difunden su trabajo y sus reclamos.

Jesica Zalazar, contadora, concejal de la comunidad y representante de las mujeres, comenta: “En este lugar se encuentran comunidades pluriétnicas. Hay toda una energía que se genera, donde nos encontramos con nuestros ancestros. También como mujeres es muy importante visibilizar nuestras luchas”, asegura. Zalazar tiene raíces guaraníes por parte de su madre; de niña vino con sus padres a vivir a Buenos Aires y se sumó a la comunidad. “El domingo es el día en que más confluimos, pero en la semana estamos presentes, ya sea para dar notas y hacer gestiones como con los cursos de lenguas. Yo también me encargo del papeleo. El trabajo es 24 x 7 y lo hago de corazón”, detalla.

Para Badano, “estos lugares sirven mucho para los que ya están muy arraigados en Sudamérica, sirve para conocer la historia donde uno vive independientemente de las raíces personales. Buenos Aires es un arraigo, a no ser que muchos quieran volver de dónde vienen sus ancestros; hay gente que tiene esa ilusión”. “Yo no tengo raíces indígenas y no tengo que confundirme inventando algo que no soy. Hay gente que tiene esa tentación, pero siento que si hiciera eso, sería irrespetuoso”, afirma Badano entre sonrisas y asegura que como persona se siente llamado a defender causas justas.

Marcelo Irigoitia es uno de los integrantes y dice que lo primero que lo llama es la lucha de los pueblos originarios: “Debería hacerme un análisis, pero mi fisionomía dice que soy parte de estos pueblos. Y si no lo fuera, lo haría igual”. Irigoitía tiene cuatro hijos, en la semana trabaja y los domingos va al lugar con su mujer Nancy González y sus dos hijos menores.

Alfonsina Bissoni es brasileña, casada con un argentino en su país, y ahora parte de la comunidad. Asegura que su madre le dijo que tiene raíces indígenas. Se enteró de Punta Querandí por Facebook y viene desde el 2019. “Me sorprendió mucho que haya este tipo de comunidades en Buenos Aires. Me acerqué un domingo a un taller de cestería. Ahí me enteré de los 14 años de lucha contra el avance de los barrios privados. Teníamos que hacer guardia las 24 horas, pero hoy ya se ganó”, comenta Bissoni acompañada de su hijo.

El objetivo de la comunidad no es hacer viviendas para habitar el lugar, sino reivindicar sus raíces, encontrarse con sus orígenes, revivir sus costumbres. Para ellos Punta Querandí es un lugar para encontrarse con sus ancestros, revivir su espiritualidad, “Se nos mintió que este lugar se pobló sólo a partir de la llegada de los europeos”, concluye Badano.

«La ciencia y la tecnología permiten a la sociedad expandir y diversificar su matriz productiva»

«La ciencia y la tecnología permiten a la sociedad expandir y diversificar su matriz productiva»

Frente a las declaraciones de Javier Milei, el candidato presidencial de La Libertad Avanza sobre su proyecto de eliminar el ministerio de Ciencia y Tecnología y privatizar el Conicet, el Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, Diego Hurtado, explica la necesidad de que el Estado intervenga en esa materia para generar desarrollo productivo, empleo y crecimiento en el sector privado.

En su búsqueda por reducir el gasto público y tras haber logrado el 30% de los votos en las PASO, el candidato a presidente Javier Milei incluyó dentro de sus propuestas la privatización del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la eliminación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.

Diego Hurtado, secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación de dicho ministerio y Vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), conversó con ANCCOM acerca la actualidad de la materia y qué significaría la pérdida de la inversión de políticas públicas en el área.

 ¿Cómo se hace desde el área de la ciencia y la tecnología para hacer frente a discursos que minimizan su aporte social?

El ámbito de la ciencia y la tecnología es importantísimo. Sobre todo, en una coyuntura electoral porque la sociedad argentina tiene una percepción muy positiva de la ciencia y la tecnología. Esto no es una intuición, está evaluado en encuestas federales hechas por el Ministerio. A partir de varios miles de encuestados, más de 6000, donde más del 80% apoyan a la ciencia y la tecnología argentina, creen que es una actividad muy positiva, valoran el financiamiento del Estado en el área, no quieren recortes, al igual que en salud y educación. Dicho eso, aparece la necesidad de un discurso clarificador. Si aparece alguien y te dice que al CONICET hay que privatizarlo, capaz alguien que está a favor de la ciencia y la tecnología y está interesado en lo que se hace en la institución, vea con buenos ojos que pase a manos privadas con miras de que sea más eficiente. Es un prejuicio de que todo lo estatal es negativo y todo lo privado es positivo. Gran disparate, al cual creo que tenemos que responder que el Estado necesita del sector privado, y el sector privado necesita del Estado. Lo que demuestran las economías desarrolladas es que aquellos países a los que les va bien es donde se logran asociaciones virtuosas de lo público y lo privado, donde el Estado genera políticas públicas que pueden favorecer al mundo de los negocios que maximiza ganancias con las reglas del juego de la democracia y del voto electoral por fuerzas políticas y por ende sus programas políticos.

 ¿Cuál es su perspectiva frente a la idea de privatización del CONICET?

Ya se parte del error de comparar la NASA con el CONICET. Donde Milei dice que la NASA tiene 7.000 personas y en el CONICET son 30.000. Al ser la NASA una agencia espacial, la tendría que comparar con la agencia espacial que es la CONAE, donde trabajan entre 300 y 400 personas. Lo más importante es entender que estamos frente a un economista ortodoxo, que asume posiciones políticas que vimos en los 90 en Argentina, que atrasa muchos años. Todo lo que dice que va a hacer ya lo vimos en la época menemista. Él se posiciona como un economista ortodoxo liberal, pero cuando uno lo quiere encuadrar en el contexto latinoamericano es ignorante y equívoco.

Recuerdo que en el año 1993 un informe del Banco Mundial recomendaba privatizar el CONICET porque así iban a ser abolidos más de 5.600 cargos del gasto público. Íbamos a abolir cargos de científicos y científicas, de tecnólogos. Ese informe fue expuesto en la década neoliberal privatizadora y achicadora del Estado por excelencia. Finalmente, no pasó nada, porque la recomendación era un disparate, significaba privatizar el semillero de agendas de investigación del país.

¿Cuál es el rol del CONICET para el aporte al conocimiento científico?

El CONICET creó más de 50 empresas de avance tecnológico, recientemente asociándose con el sector privado para hacer la primera vacuna nacional para el Covid (N. de la R: la vacuna ARVAC Cecilia Grierson). En la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONAE) el reactor Carem es una iniciativa pública, porque además es una tecnología emblemática alrededor de la cual hay más de 120 pymes trabajando, y pasaron más de 1.000 empresas. El cannabis medicinal como un nuevo sector de la economía de alto valor agregado. O el sector espacial en la Argentina como otro sector de valor agregado donde hoy, gracias a la inversión estatal, están apareciendo empresas privadas y están haciendo negocios con el sector espacial. Eso no hubiera sucedido sin políticas de desarrollo de satélites nacionales, las universidades acompañando creando carreras de tecnología espacial para formar profesionales que demanda el sector. ¿Cómo se explica eso sin el Estado invirtiendo en satélites, o sin el CONICET involucrándose en el cannabis medicinal para que hoy las empresas privadas junto con la institución estén generando normativa, un marco jurídico legal para que sea también un ámbito de negocio para el sector privado, respondiendo una demanda de la sociedad argentina?

“El CONICET investiga sobre el Rey León” como dijo la candidata a vicepresidenta Villarruel, y te buscaron una investigación cuyo título puede sonar ridículo, pero después debería verse si es el título y qué incluye esa investigación con su impacto en las infancias. En el CONICET hay 12.000 investigadores, 9.000 becarios de doctorado, y 3000 becarios de posdoctorado ¿Qué pasa con los demás que no estudian al Rey León? Pero ahí está la eficacia comunicacional, porque con un caso se pretende demoler 2.000 proyectos. Eso es falso y una argumentación tramposa que tergiversa. Ahí es donde un votante, que viene de laburar cansado, que no tiene un buen salario, que se siente decepcionado por el gobierno actual, escucha eso y está más predispuesto a indignarse, y pensás que una persona que es candidato a presidente no te va a estar mintiendo en la cara, pero sí, mienten.

 ¿De qué modo la ciencia y la tecnología aportan valor a la sociedad?

La ciencia y la tecnología lo que le da a una sociedad son capacidades para expandir y diversificar su matriz productiva. La diversificación de la matriz productiva sobre todo del punto de vista manufacturero e industrial es lo que genera la demanda de nuevos empleos y nuevas actividades vinculadas a la economía, y eso lo vemos con el cannabis medicinal y el sector aeroespacial, que van cerrando una ecuación que en Argentina no cuadra: queremos tener celulares, pantallas de plasma, pero exportamos soja, para decirlo de una manera simplificada, donde no cierra la balanza comercial, que es un problema de la Argentina de hace muchos años. Hay una necesidad de exportar valor agregado a las exportaciones, que supone conocimiento, porque cuando se habla de valor agregado es una manera a través de la cual la economía alude al conocimiento incorporado a la producción, sea como nuevo producto o proceso, como formas de organización de una empresa, entre otras. Eso es conocimiento. Y hay que agregar al conocimiento de nuevos materiales, instrumentación, sin perder de vista las ciencias sociales.

 ¿Hay una estigmatización de las ciencias sociales por sobre las ciencias duras o exactas, en relación a su productividad?

Las ciencias sociales no tienen buena prensa en la derecha argentina. Para ellos son el management, la administración, y sin embargo son las que producen el conocimiento que necesita un país por ejemplo para hacer políticas públicas: desde una represa y conocer las condiciones socioeconómicas en la zona, hasta estudiar la pobreza, o cómo mejorar la educación pública en la Argentina haciendo un trabajo investigativo del tema a nivel federal, en un país que es complejo a nivel territorial, o entender las economías regionales, todo eso te lo van a dar las ciencias sociales. Cavallo mandó a lavar los platos a científicas y científicos, y entre ellos a Susana Torrado, una socióloga experta en demografía que lo que había hecho era hacer pública su investigación de la estructura socioeconómica de la Argentina, y lo que no le gustó a Cavallo era el sesgo hacia la pobreza y la desigualdad que mostraban sus investigaciones, mientras que ella era una de las mejores sociólogas de América latina, aportando conocimiento vital para cualquier política pública vinculada a pobreza, federalización, o cómo superar la desigualdad. Y del otro lado, un sector privado que es el que adora Milei, con el cual se marea, que sin embargo no invierte en investigación y desarrollo, y ese es el otro punto.

¿Qué rol juega la idea de lo público y lo privado en relación a la ciencia y la tecnología?

Hay un discurso que se propone demoler al sector público, y cuando se analiza con corte estadístico, en el sector público están las mayores capacidades que tiene nuestro país, mayores que en el sector privado, desde profesionales, títulos secundarios, terciarios y universitarios. Cualquiera sea la métrica, en el sector público hay recursos humanos más valiosos y capacitados. El discurso de Milei te monta en 40 años de estigmatización del sector público, y sobre eso las argumentaciones yuxtaponen falsedades con ejemplos que no son representativos.

Desde el Ministerio de Ciencia, para nuestras políticas hay un componente fundamental, que es cómo generamos instrumentos para incentivar la inversión privada mínimamente. Hay confusiones circulando, por lo que hay que ser cuidadosos. Por ejemplo, cuando se dice que en Israel se invierte más de cinco puntos del PBI en investigación y desarrollo. Alguien que sigue a Milei te va a decir que el 4.5% es privado, y el 0,5% es estatal. Pero ese porcentaje privado quizá no hubiese existido sin políticas estatales, así que ojo con tirar números al aire.

 ¿Un ente privado dejaría por fuera ciertas áreas que no considere meramente provechosas?

Claro. Hay un libro de Mariana Mazzucato del 2013, una investigadora ítalonorteamericana que trabaja en Gran Bretaña, que fue un bestseller. y vino a desmitificar la retórica de Milei, de ese sector privado eficiente e innovador, y un Estado elefantiásico, lento. Lo que dice Mazzucato es “Steve Jobs sin el estado norteamericano derramando millones de dólares en defensa, a lo sumo podría haber inventado un lindo juguete”. Desagregando ese argumento, los chips, gps, internet, pantalla táctil, todo lo desarrolló el sector de la defensa de Estados Unidos son inversión pública. Después llegaron los empresarios a usufructuar, porque hay una política pública que fomenta que el sector privado se beneficie de lo que desarrolla el Estado. Así, luego las tecnologías se reconvierten a usos civiles, como es el caso de Internet, que era una red de comunicación resiliente a un ataque nuclear, y hoy es de uso civil, como el GPS en defensa, al que no se puede acceder por su nivel de precisión, y el de uso civil con un nivel menos preciso que es el que se usa cotidianamente.

 ¿Qué se está desarrollando actualmente en el ámbito de la ciencia y la tecnología en Argentina que podría verse truncado en un próximo gobierno con una política de desfinanciamiento estatal?

Principalmente el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 (PNCTI) , que hoy está vigente y marca el horizonte de las políticas de ciencia y tecnología porque se elaboró con las 24 jurisdicciones, las dos CTA, la Unión Industrial, la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), empresas pymes, foros relevantes del sector de ciencia y tecnología, y con organizaciones sociales de la economía popular. Se buscó convergencia y consenso, y trabajamos dos años y medio con esa meta. Recorrimos el país varias veces, y salió ese plan. Ahí están 10 sectores estratégicos nacionales desagregados en misiones, cada sector estratégico dividido en tres o cuatro misiones, y cada misión desagregada en tres o cuatro estrategias de investigación, desarrollo e innovación, y además de las agendas estratégicas nacionales, elaboramos con cada una de las provincias una agenda de ciencia y tecnología para acompañar cada uno de los planes de desarrollo provincial. Una vez elaborados estos planes, cada gobernador o gobernadora debía avalarlo y así se está haciendo. Esto lo hacemos para que no importa quien gobierne en un futuro, se respete el Plan 2030 en cada provincia.

Cuando fuimos al parlamento para tratar de que se apruebe como ley para darle mayor formalidad, en el Senado se aprobó con 58 votos contra uno, y en Diputados está hace seis meses, porque se meten palos en la rueda para que no llegue a votación, principalmente desde el PRO y no así desde los radicales como Manes, que demostró estar bancando el plan. Mientras tanto, aprovechan para dilatar en medio de la coyuntura electoral donde se sesiona poco, y para luego no verse comprometidos con cuestiones que saben que no van a cumplir.

 

¿Qué mirada tiene a futuro para el sector?

Me parece que la ciencia y la tecnología deben ser nuestra bandera, porque partimos de una percepción social positiva del área. La estrategia sería que las provincias se empoderen de sus agendas sin importar su color político, como componente federal donde cada provincia elabora lo que necesita en un plan nacional, y suponiendo que gane Milei, no le sería tan fácil negar el plan cuando los gobernadores seguramente defiendan la agenda de sus provincias. Fortalecer ese plan 2030 con apoyo sectorial, de las empresas, de las pymes, del sector de ciencia y tecnología, para hacer frente a ideas de eliminar y privatizar la ciencia, por lo que seguramente habrá discusiones por las políticas en el área.

Mentiras verdes

Mentiras verdes

Las empresas invierten en “greenwashing”, o lavado de imagen verde, para presentarlas como ambientalistas a costa de engañar a sus consumidores. Una práctica que afecta también al ambiente.

Estamos atravesando una de las peores catástrofes ambientales provocadas por el ser humano. El calentamiento global tiene múltiples causas, pero muchas de ellas tienen que ver con empresas que embolsan las ganancias y socializan los daños de sus modelos de negocios. Un ejemplo cercano y visible de esto, es lo que ocurre con el plástico.

Para tener una dimensión de cuanta cantidad se produce, el plástico fabricado durante el 2003 y el 2016 fue mayor a todo lo que se produjo durante el siglo XX. Según el World Wildlife Fund, de todo el plástico generado a nivel mundial solo el 10% se recicla. Este elemento tiene una utilidad aproximada de menos de tres años pero su desintegración en el medio ambiente puede llevar décadas y hasta siglos.

El 44% del plástico tiene como destino hacer botellas y otros tipos de envases. Cuando se lo descarta, ese mismo plástico que se usa generalmente sólo unos minutos contamina el agua y el suelo, poniendo en peligro la vida marina y terrestre. También su producción contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y su eliminación inadecuada genera problemas de gestión de residuos.

En un informe para Ellen Macarthur Foundation, en 2019, Coca-Cola afirma que utiliza tres millones de toneladas de envases de plástico al año, lo que equivale a 200.000 botellas por minuto. De ese total, solo el 14% del total son envases retornables. Toda esta evidencia choca de frente con lo que dice su página web acerca de que “El ecodiseño es mucho más que una simple tendencia. Es una filosofía que se ha vuelto imprescindible. Se trata de diseñar productos teniendo en cuenta todo su ciclo de vida, desde su fabricación hasta su uso y distribución con el objetivo de reducir al máximo su impacto ambiental”. Presentar la empresa como “ecologista” no es simplemente una publicidad engañosa (como mínimo) sino que representa una práctica perjudicial para el planeta.

El ejemplo de las botellas es solo uno entre miles de ejemplos del marketing del greenwashing, que busca subir la imagen de la empresa a la ola de lo ecológico engañando a sus consumidores. Utilizar el color verde en productos y publicidades,  agregar palabras como ”naturales” o “ecofrendly”, o proporcionar información poco probable sobre el gran beneficio ambiental que generan son algunas de las estrategias de marketing que emplean las empresas para posicionarse. Esta falsa práctica verde deja importantes huellas en nuestro planeta.

Responsabilidad empresarial ambiental

La Ley 8583 de Argentina, promulgada en 1962, promueve la «Protección de los Recursos Naturales». Esta ley establece medidas para la protección y conservación de los recursos naturales del país, incluyendo aspectos relacionados con la responsabilidad ambiental empresarial. “En primer lugar, es vital comprender la relevancia del sistema multilateral de protección del medio ambiente en el que estamos inmersos. Y nuestras respuestas a nivel local deben ser consecuentes con los objetivos asumidos en el plano global”, comenta Sofia Biscayart, abogada de la Universidad de Buenos Aires.

A su vez, Nicki Becker, referente de Jóvenes por el Clima Argentina, movimiento social y político encabezado por la juventud del país que lucha por revertir los efectos de la crisis climática explica, dice: “La responsabilidad ambiental que deberían tener las empresas en principio es que su actividad no vaya en deterioro del ambiente”.

La ley establece la obligación de las empresas de prevenir y controlar la contaminación ambiental generada por sus actividades. Esta norma conlleva sanciones para aquellos que incumplan las disposiciones y sus responsabilidades ambientales. Las sanciones pueden variar dependiendo de la gravedad de la infracción y pueden incluir desde advertencias y clausuras temporales hasta multas económicas significativas.

“A partir de la reforma constitucional de 1994, con la incorporación del Artículo 41 que prevé expresamente el derecho a un medio ambiente sano, se traza un camino de regulaciones locales que persiguen incansablemente su operatividad”. Aclara la abogada, sobre la responsabilidad ambientalista que deben tener las empresas.

“En Argentina tenemos mucha normativa ambiental, tenemos la Ley General del Ambiente, la Ley de Cambio Climático, la de Educación Ambiental… La normativa abunda”, aclara Becker y agrega: “Lo que sucede es que hoy en día esta actividad no está regulada dentro del Código Penal, por lo cual, en general, el castigo a las empresas que no cumplen con la normativa, termina siendo un vuelto, o sea, termina siendo dinero que ellos incluyen como parte de los gastos y no implica un castigo real”.

¿Cuál es el costo que pueden tener las empresas al no responsabilizarse ecológicamente?

Para la activista Becker, “el riesgo, básicamente, es perder credibilidad. Creo que hoy en día cada vez más se valora el hecho de la transparencia de las empresas y es un tema que se trabaja mucho”. Luego, aclara: “Por ejemplo, con la ley del etiquetado quedó muy a la vista esto de la transparencia en el consumo. Utilizar palabras como ´natural´ o ´verde´, queriendo representar que son óptimas para el medio ambiente, cuando en realidad no lo son genera un efecto de desacreditación con el consumidor”.

Biscayart opina que uno de los riesgos principales de practicar el greenwashing es perder la credibilidad, a su vez agrega, desde el plano legal, que, “En primer término, subestimar al consumidor en tiempos donde la información abunda denota una absoluta falta de profesionalismo; desenmascarar a la organización no sólo implicaría una pérdida de confianza por el público en general, sino habría un impacto en su reputación y definitivamente afectaría su posicionamiento en el mercado, sus ventas y su negocio en general”. Sofía aclara que la práctica de greenwashing es una actividad ilícita: “Por otro lado, las prácticas de greenwashing resultan violatorias de distintas leyes, tanto de publicidad engañosa como de regulaciones ambientales; en consecuencia las organizaciones deberían enfrentar multas y sanciones legales, lo que perjudica su situación financiera y su imagen pública”.

“El greenwashing es una estrategia de marketing muy utilizada en la actualidad”, aclara Mel Alfonso, integrante de Consciente Colectivo, organización socioambiental conocida por sus acciones militantes a favor del ecosistema, como la ley de humedales, la adaptación al cambio climático y la soberanía alimentaria, entre otras campañas que promueven.

La activista detalla en qué sectores laborales se practica usualmente el lavado de imagen verde, “También suele suceder que el greenwashing en su narrativa incorpora aspectos ambientales de manera muy superficial, sin plantear cambios paradigmáticos en cuanto al impacto que las actividades productivas tienen sobre nuestro ambiente. Esto es válido para todos los sectores, desde un proyecto de extractivismo hasta las cadenas multinacionales de moda rápida, pasando por los agrotóxicos; el greenwashing está en todos lados y la sostenibilidad de nuestra matriz productiva no es tanta como a veces parece ser”.

La construcción del miedo

La construcción del miedo

El asesinato de la niña Morena Domínguez dio lugar a la distribución de fakes news, la acusación falsa sobre un chico de 14 años, y la utilización política eludiendo responsabilidades. Opinan Claudia Cesaroni abogada antipunitvista y Mercedes Calzado, expertas en medios.

La muerte de Morena Domínguez, la nena de 11 años de Lanús que falleció a raíz de un violento asalto mientras iba al colegio, tejió un extenso manto de dolor y, con él, cubrió al país entero. Su trato mediático, político y, por qué no, político-mediático, transmite una sensación de deja-vú a la sociedad respecto a noticias policiales anteriores de índole similar, al reavivar las discusiones sobre la edad de imputabilidad, la capitalización político-partidaria de la pérdida y el duelo, la espectacularización de los hechos policiales, y la propagación de fake news lejos de cualquier búsqueda de la verdad. ANCCOM habló con Claudia Cesaroni, abogada antipunitivista, y Mercedes Calzado, doctora en Ciencias de la Comunicación, para entender estas dimensiones del hecho.

El escenario en el que resuena la muerte de Morena está poblado de actores. Por ejemplo los vecinos de Lanús que, como ellos mismos cuentan, se ven obligados a cuidarse entre ellos ante los hechos de inseguridad. En el escenario también están las numerosas personas que acompañaron el coche fúnebre de Morena camino al cementerio. Está su familia, sus compañeros del colegio, y las madres de otros chicos que la asistieron inmediatamente después del asalto, a la espera de la ambulancia municipal que tardaría demasiado. Se abre espacio entre la multitud de gente un actor más: el actor político, cuyo primer paso luego del asalto lo da el Municipio de Lanús al difundir la primera versión policial de los hechos.

Según esta versión ya desmentida, el responsable por la muerte de Morena habría sido un chico de 14 años de la zona. Mercedes Calzado reflexionó sobre la difusión de esta versión y las posibles intenciones detrás. “Hubo muy probablemente un doble propósito – cuenta-. Primero, uno de índole política. ¿Cómo? Así: difundir rápidamente la idea de que el asesino es un chico de 14 años les permite alimentar las definiciones políticas de la mano dura y seguir militando la baja de la edad de imputabilidad”.

“Segundo – dice Calzado -, está el propósito de darle a la sociedad una respuesta rápida y cerrar el caso. Pero el deseo real es tirar la pelota a otro lado y no hacerse cargo”. Sostiene que entre ambas intenciones el actor político entreteje un doble juego que nunca lo deja mal parado y le permite señalar dedos acusatorios al mismo tiempo que evita toda responsabilidad.

Cesaroni comparte la observación de Calzado: “Me parece gravísima la intervención de la política, sobre todo de Diego Kravetz (Jefe de Gabinete, Responsable del área de Seguridad del municipio y actual intendente provisorio en reemplazo de Néstor Grindetti, de licencia para presentarse como candidato a gobernador bonaerense en la fórmula de Patricia Bullrich) al insistir en una mentira”.

La temporalidad del hecho no es algo menor. A pocos días de las elecciones, mucho se dijo sobre el impacto del homicidio de Morena en la intención de voto. La sensación es que los candidatos, dirigentes y campañas se esfumaron de los medios tradicionales y las redes sociales sin dejar rastro. Pero algo indica que este proceso fue más complejo de lo que parece a simple vista.

“La campaña sigue estando, no se cerró, sólo se suspendieron los actos de campaña – sugiere Mercedes Calzado-. El actor político no paró sus esfuerzos, sólo los redirigió. Además a la mayoria de los candidatos les es fácil hacerlo, porque se sienten cómodos hablando de la inseguridad. Incluso muchos cuentan con carreras políticas dadas por la gestión de la seguridad; algunos, como Bullrich, ni siquiera tienen que decir nada. Les viene como anillo al dedo”.

“Lo mismo pasó con el caso de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado cerca de las elecciones legislativas de 2021 – dice Claudia Cesaroni -. Lamentablemente tenemos una mayoría de clase politica que usa estos casos para carenciar. También los medios de comunicación. La verdad prácticamente pierde sentido y la mentira se convierte en motor para una ganancia distinta – para ellos, más valiosa”.

Explica la abogada que en casos como estos la intervención de los medios tiene un gran nivel de perversión y de mentira. Hablar de que demoraron al menor implicado en el homicidio no es lo mismo que hablar del niño que fue falsamente acusado e ilegalmente detenido por la policía. “Los medios que actúan así saben lo que causan – sostiene -, saben que fomentan el odio y la política del exterminio. No son discursos gratuitos”.

Parecen convivir en aquellos discursos dos exigencias distintas intentando hacerse lugar entre ellas: una que pide que la justicia y la seguridad funcionen como deberían, y otra que, en simultáneo, erige a la vindicta pública y la bala en la nuca como única solución.

La especialista en comunicación sostiene que el trato mediático del caso de Morena es un disparador muy claro para ver cómo se construyen las noticias policiales y qué perspectiva toman como válida a la hora de difundir una noticia. La fuente policial fue tomada como verdadera antes de la versión oficial de la fiscal, con lo cual para muchos el responsable por el delito fue y sigue siendo un chico de 14 años. A esto se le suma la relevancia de la filmación de la cámara de seguridad. “Los golpes y la muerte – cuenta – quedaron filmados y hacen que la noticia se haga doble: la imagen se suma a la historia y hace que una historia policial tome más relevancia, la urgencia de esa grabación permite que se convierta en un caso público”. La fuente se amplía gracias a la imagen. El sistema mediático y el político-partidario capitaliza. El dolor se espectaculariza.

El Centro porteño se llenó de wiphalas para protestar contra la reforma  de Morales

El Centro porteño se llenó de wiphalas para protestar contra la reforma de Morales

Unos mil comuneros y comuneras de la Quebrada y Puna jujeña protagonizan el Tercer Malón de la Paz, una marcha hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, luego de pasar por Catamarca, Tucumán, Salta, Córdoba y Rosario, bajo la consigna «Arriba los Derechos, Abajo la Reforma, Arriba la Wiphala!» Reclaman contra la explotación del litio y la reforma de la Constitución de Jujuy por parte de Gerardo Morales, que pone en jaque varios derechos amparados por la Constitución Nacional.

A 77 años del Primero, el Tercer Malón de la Paz llegó a Buenos Aires en una histórica marcha liderada por comuneros y comuneras de la Quebrada y Puna jujeña, con el propósito de visibilizar y defender los derechos de las comunidades originarias. Inspirados por los ideales que guiaron el primer y segundo malón en 1946 y 2006, respectivamente, la movilización, que se inició el 25 de julio desde diversos puntos de Jujuy, ha sido una muestra de solidaridad y unidad, con comunidades de otras regiones que fueron sumándose a lo largo del trayecto. 

En cada ciudad que atravesaron, los manifestantes compartieron sus reclamos en asambleas, ampliando aún más el alcance de su mensaje y la visibilización de sus demandas cobró fuerza con el apoyo masivo de más de 500 jujeños y representantes de diversas comunidades de todo el país, quienes se unieron al contingente inicial.

El objetivo primordial de esta marcha fue exigir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que se pronuncie sobre la reciente reforma constitucional de Jujuy y pedir la intervención de la provincia, además de exigir la aprobación de la Ley de Propiedad Comunitaria. La movilización también se impulsa por el rechazo a la explotación minera en la región -impulsada por el gobierno provincial-, y la oposición a la nueva Constitución de Jujuy.

Al llegar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los manifestantes participaron en una sesión especial en el Congreso Nacional para presentar sus demandas. Armando Quispe, referente de la comunidad jujeña de Queta e impulsor activo de la marcha, expresó que “el objetivo fundamental del Tercer Malón es proteger la madre naturaleza, el agua, la vida y los recursos naturales”. Además, subrayó que “en Jujuy se vive una verdadera dictadura, lo que ha motivado la movilización en busca de justicia y cambio”.

Mientras la manifestación gritaba «Morales, basura, vos sos la dictadura»; Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, abrazó al malón en Tribunales: «La única lucha que se pierde es la que se abandona”, sentención. Después dejó un pedido a la Pachamama: “paz y justicia”.

Nieto de maloneros

El 1 de agosto es un día histórico para el pueblo jujeño, y también una jornada significativa para la Pachamama, por eso realizaron una emotiva ceremonia en homenaje a la Madre Tierra y otras actividades culturales. Durante el ritual, Wili, uno de los primeros nietos de los maloneros de la paz que llegaron a Buenos Aires décadas atrás, se dirigió a la Madre Tierra para pedir perdón por los daños causados y expresó “la importancia de vivir con respeto, paz y amor para preservar un mejor futuro para las generaciones venideras”. Resaltó que sus antepasados “les legaron las montañas y el agua, razón por la cual están allí, ya que deben proteger los recursos naturales frente a la amenaza de ser vendidos a multinacionales”.

Finalmente, Wili abordó la situación similar que enfrentan las comunidades de Perú y brindó su respaldo, y destacó que los acontecimientos actuales están premeditados desde hace tiempo, con el propósito de afectar los valiosos recursos naturales de América Latina. 

El apoyo y respaldo a la marcha han sido significativos, con diversas organizaciones sociales y políticas brindando su solidaridad y acompañamiento como CTA-Autónoma, Movimiento Territorial Liberación (MTL), Movimiento La Dignidad, Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Corriente Clasista y Combativa (CCC), Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), representantes de las comunidades aborígenes de Perú y Bolivia, entre otros.

En tanto, el referente de la comunidad de Queta Armando Quispe Mayta aseguró que las protestas y movilizaciones son cada vez más fuertes en Jujuy. «A lo largo de la Quebrada del Humahuaca y la Puna de Jujuy están los cortes a la vera de la ruta, más allá de las marchas tanto de día como de noche, y seguirán hasta que la reforma sea anulada porque se vive una dictadura disfrazada de democracia, los derechos son avasallados y pisoteados», dijo. Quispe Mayta agregó que también están exigiendo “que se termine con la persecución y el cese inmediato de todas las medidas represivas y el sobreseimiento de las causas que hay hasta ahora» contra los manifestantes.

Anteriores “Malones”

El Malón de la Paz fue una marcha de pueblos originarios  del noroeste argentino a Buenos Aires, en demanda de la restitución de sus territorios, en 1946. Los marchantes hicieron cerca de 2.000 km para presentar sus reclamos al presidente Juan Domingo Perón. Ese malón estuvo integrado por mujeres y hombres indígenas de la puna jujeña y de los valles de San Andrés de Orán, Salta. El 3 de agosto de aquel año, fueron recibidos por los funcionarios y alojados en el Hotel de Inmigrantes. Hacia finales de ese mes fuerzas de la Prefectura los forzaron a tomar un tren a Jujuy. Hubo resistencia entonces la Policía Federal atacó el hotel con gases lacrimógenos para desalojarlos por la fuerza. Aunque es un oxímoron, los medios de aquella época habían acuñado el término Malón de la Paz, tomando el vocablo “malón” derivado del mapudungun que significa “invasión”. Se refiere a una incursión sorpresiva de los originarios atacando los asentamientos huincas, es decir, de los blancos. 

Como reacción al Malón en 1949 el gobierno nacional expropió tierras en la Puna y en la Quebrada de Humahuaca para devolverlas a sus originarios, pero esto jamás se concretó. El 7 de agosto de 2006, a 60 años del Primer Malón, una marcha de similares reclamos se organizó en Jujuy para demandar al gobierno provincial el cumplimiento de una orden judicial de retornar a las comunidades indígenas unos 15.000 kilómetros cuadrados de tierras. Fue el Segundo Malón.

Ser felices: la venganza de las víctimas sobrevivientes de trata de personas

Ser felices: la venganza de las víctimas sobrevivientes de trata de personas

En el marco de la semana internacional de la lucha contra la trata de personas, se estrena Nuestra venganza es ser felices, una película que narra el horror de las víctimas de trata en primera persona.

 

Este 27 de julio se estrenó en Cine Gaumont Nuestra venganza es ser felices, un documental dirigido por Malena Villarino que busca denunciar la Trata de Personas a través del relato de una sobreviviente, Sonia Sanchez. El audiovisual se inscribe en el contexto de la semana internacional de lucha contra la Trata de Personas, del 24 al 31 de Julio. El documental indaga sobre una problemática cuyo tratamiento es poco recurrente en los medios de comunicación hegemónicos. Y lo hace desde una mirada crítica del sistema en general: es una crítica a la explotación sexual, en particular, pero también una crítica política, económica y moral sobre cómo los cuerpos de las mujeres son convertidos en objetos en diferentes ámbitos sociales.

Sonia Sanchéz tiene 58 años y nació en la provincia de Chaco. Actualmente es activista feminista y lucha contra la explotación sexual. Busca garantizar los derechos de las mujeres desde una mirada abolicionista del sistema prostituyente, motivo por el cual milita en contra del proyecto de AMMAR que entiende que la prostitución debería ser considerada un trabajo sexual y que las prostitutas tienen que ser asumidas como trabajoras. Para Sonia Sanchez: «El abolicionismo es hermandad. Las mujeres estamos hermanadas desde el abolicionismo en Argentina y vamos a luchar para que todas las mujeres, niñas, niños y compañeras trasvestis seamos libres de prostitución, de trata y de toda la violencia que padecemos».

En la avant-premier apenas comenzó la película se respiraba inquietud, a medida que avanzaba la narración de los hechos a través de la voz de Sonia, su llanto, desesperación y desconsuelo volvían cada vez más tenso el clima en la sala, por momentos era incómodo escuchar el relato del horror.

A través del documental se puede conocer la historia de Sonia, cómo fue traficada por una red de trata tras su llegada a Buenos Aires a los 16 años en busca de progreso económico. Ese deseo se derrumbó al quedar desempleada y en situación de calle. La joven debió refugiarse en Plaza Miserere y paradójicamente su primer contacto con la prostitución, sin saber ella de qué se trataba, fue a través de una mujer que le brindó monedas para bañarse en un baño público. Luego sería trasladada a Río Gallegos, Santa Cruz, para ser explotada sexualmente.

Una vez finalizado el film Sonia no dudó en volver a alzar bien fuerte su voz para hablar del motor propulsor del audiovisual: «Esta película empezó desde la desobediencia, hartas las mujeres de estar siendo vendidas, traficadas, prostituidas, precarizadas, desde ese lugar nació Nuestra venganza es ser felices».

Por su parte, Malena Villarino aseguró: «Sabemos que no es una película fácil, pero la consideramos necesaria (…) yo lo tenía decidido, no quería hacer un típico documental de la víctima sentada y mostrar su vulnerabilidad. Quería hacer algo desde lo poético, con Sonia fuimos más allá. Soy chelista. Yo tocaba y Sonia bailaba detrás de la luz. Y esa sombra retratamos»

 

 Uno de los giros interesantes que tiene la película es el que aborda la cuestión del medio ambiente mediante una fuerte crítica al daño que hace el sistema capitalista. La pieza plantea un paralelismo entre la explotación del cuerpo de la mujer y la explotación de la tierra, el agua y los recursos naturales. Se plantea cómo ambos son violados por el hombre. La premisa que atraviesa a la protagonista y todo el documental es la de conseguir la verdadera libertad frente al sistema opresor: «Yo no quiero ser joven, yo solo quiero ser libre (…) ser una mujer libre es ser autogestiva y no tener miedo», sostuvo Sonia.

Como metáfora del momento de construcción de su nueva identidad, una escena de la película la muestra a Sonia en un bote, navegando hacia el sol en el inmenso río de la Plata. Ya no es la joven de 16 años que llegó a Buenos Aires buscando progresar. Tampoco aquella prostituta. Navegar en ese río es mantenerse a flote a pesar de la adversidad. Su venganza es ser feliz.

La película será proyectada a las 20:15 hs todos los días hasta el 2 de agosto en el cine Gaumont, Avenida Rivadavia 1635. El domingo 30 se dará una proyección especial con debate dentro del cine por ser el día internacional en contra de la Trata de Personas.