Otra Internet es posible

Otra Internet es posible

Soldati Conectada es una red de Internet comunitaria que busca escapar de la lógica de explotación comercial y crear un modelo donde los vecinos se apropien del uso de la tecnología.

En el libro Los desconectados, Natalia Vinelli y Mariano Suárez reúnen diversas experiencias que promueven la reflexión crítica sobre las políticas públicas para garantizar el acceso a Internet en zonas rurales y en barrios populares. Los casos presentados comparten la concepción de la conectividad entendida desde una perspectiva de integración sociourbana, como un servicio esencial que garantiza el acceso a otros derechos y por lo tanto contribuye a mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Nicolás Petrungaro y Marina Rupar relatan la creación del proyecto Soldati Conectada, una red de Internet comunitaria de fibra óptica que provee de conexión al barrio Villa Soldati, ubicado en la Comuna 8 de la Ciudad de Buenos Aires. Soldati Conectada surgió como una respuesta a las desigualdades que la pandemia sacó a la luz. Según el censo de 2022, esta comuna es la que menor acceso a Internet tiene, con una diferencia de 10 puntos respecto a otras zonas de la capital. En el contexto del aislamiento, el acceso a Internet demostró ser clave para garantizar otros derechos como la educación.

La red se consolidó gracias al Programa para el Desarrollo de Infraestructura para Internet destinado a villas y asentamientos inscriptos en el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana (Renabap) de Enacom, aprobado en la Resolución Nº 726/20, que les permitió mejorar la infraestructura mediante el tendido de fibra óptica.

Petrungaro es quien diseñó la red Soldati Conectada, a partir de la militancia en la agrupación El Hormiguero, desde donde coordinó diversos proyectos de comunicación comunitaria como la radio FM Soldati, que actualmente funciona en el barrio mediante la participación de los vecinos. “El proyecto surge por la necesidad de tener una voz propia del barrio ante la concentración mediática y las notas periodísticas que siempre utilizan un mismo tono negativo para referirse al sur de la Ciudad. Queríamos contar que acá también pasan cosas buenas y darle voz a los vecinos”, reflexionó.

Soldati Conectada cuenta con once trabajadores, que recorren día a día los barrios Fátima y Los Pinos con el objetivo de brindar un servicio de Internet de calidad a los vecinos. Tal es Florencia Arancibia, tiene 28 años y trabaja en el proyecto como coordinadora de mantenimiento y de instalación. Adquirió el título de empalmadora de fibra óptica a partir de las capacitaciones que realizó junto a sus compañeros: “Arranqué de cero. Yo no sabía nada de Internet. Además, hay un tabú al ser mujer y dedicarmr a esto: es un trabajo muy masculinizado. Cuando empecé el curso éramos cinco o seis mujeres y yo fui la única que lo terminó. Insisto en que más mujeres se puedan integrar. Me dicen que ‘los chicos’, que ‘la casa’, pero yo quiero demostrar que es posible”.

Desde Soldati Conectada se refieren a quienes forman parte de la red como “socios” y no como clientes, buscando escapar a la lógica comercial propia de los proveedores de Internet de las grandes empresas, entendiendo el acceso al Internet como un derecho. Actualmente, el proyecto cuenta con 150 socios y múltiples puntos de encuentro donde se puede acceder a Internet como comedores, escuelas y paradas de transporte público, como las del premetro que circula por los barrios. 

“Nosotros lo que proponemos es contraponer al modelo de proveedor-cliente que es el típico que conocemos, un modelo comunitario donde la propia comunidad es la que gestiona su servicio. De esta manera, no se genera un rédito económico para una empresa en particular -afirmó Petrungaro- . El aporte que se realiza sirve para sostener y financiar la red, al mismo tiempo que ese aporte vuelve a la comunidad en forma de un servicio de calidad, como también de  talleres y formación que permiten apropiarse de  la tecnología”.

Cristian Coronel, vecino del barrio, compartió con ANCCOM cómo impactó la llegada de Soldati Conectado. Recordó los tiempos de pandemia y el alto costo del servicio de datos móviles para poder garantizar la escolaridad de su hija de 7 años. Ahora, es socio de la red y colabora como electricista con su construcción. Con el modelo comunitario se establece una relación de cercanía mediante la apropiación de la tecnología y se genera una construcción colectiva.

“Mediante lo comunitario, buscamos contraponer un modelo al oligopólico que domina en Argentina, conformado por grandes empresas proveedoras de telefonía, de televisión, de cable y de grandes multimedios y acercar el servicio a los lugares donde este modelo no llega por no considerarlo redituable, como son los barrios populares en centros urbanos o zonas rurales”, concluyó Petrungaro.

Agradecimientos a la virgen y repudios a Milei

Agradecimientos a la virgen y repudios a Milei

La campaña electoral se coló en la Peregrinación Juvenil a Luján que tuvo lugar este fin de semana. «El pueblo lo ama y Milei lo odia», decían los carteles que portaban los caminantes en defensa del Papa Francisco. El fútbol también fue protagonista.

Una lavada de cara, un café y un par de tostadas o galletitas. Energía más que necesaria al comienzo del día para cuando, casi 20 horas después, estuvieran muy cerca de cumplir su meta. Una caminata de 63 kilómetros no se hace todos los días, por lo que los motivos y razones de cada peregrino funcionaban como un combustible único hacia el objetivo en común: la icónica Basílica de Luján. El 30 de septiembre, miles de peregrinos marcharon desde el Santuario San Cayetano, ubicado en el barrio de Liniers, hasta la basílica “Nuestra Señora de Luján”, en la edición número 49 de uno de los eventos religiosos más masivos del país. Durante casi dos días, la avenida Rivadavia y la Ruta Provincial 7 se llenaron de pies que, en un principio a paso decidido y, a medida que mermaba la resistencia física, a paso lento, en muchos casos “llevados por la fe”, pisaron la Basílica sintiendo que el esfuerzo había valido la pena.

El trayecto entre Liniers y la Basílica se colmaron de una marea de gente que parecía no tener fin. Charlas, música, juegos y risas caracterizaron los primeros tramos con un claro optimismo frente al largo camino que aún quedaba por recorrer. Personas de todas las edades y clases sociales inundaron el camino: algunos que habían participado reiteradas veces y otros en su primera jornada; gente que caminaba en silencio, y otros que llevaban amplios parlantes con música para animar el recorrido; peregrinos charlando, rezando, compartiendo un mate o una palabra de aliento. Todos avanzando en un mismo sentido: Luján.

Con el correr del tiempo, el cansancio comenzaba a notarse en las caras de quienes llevaban largas horas sin parar de caminar al sol. Para estos momentos, dieron soporte los puestos sanitarios y puntos de asistencia que proporcionaron dependencias municipales, la Cruz Roja, parroquias y demás grupos que dedicaron el día a dar una mano a los peregrinos. La cura de ampollas, elongación, masajes y asistencia médica no fueron, sin embargo, su rol principal. El apoyo emocional y espiritual reflejado en una palabra de aliento, un abrazo, el rocío de agua bendita en manos de curas de distintas zonas, una arenga cantada para levantar el ánimo comenzó a ser una de las mayores necesidades de los caminantes y, a su vez, el papel clave que jugaron los más de 58 puestos de asistencia.

Iniciada en 1975 por una convocatoria juvenil que buscaba pedir fuerzas a la Virgen por el complejo contexto político y social que se estaba atravesando, la peregrinación mantuvo a lo largo del tiempo y hasta hoy lemas que promueven la unión del pueblo argentino. Aunque muchas de las razones por las que la gente camina tienen que ver con la salud, el trabajo, los proyectos personales o el deporte, carteles, banderas y largas conversaciones a lo largo de su trayecto evidencian una preocupación generalizada por el rumbo que tome el país pasado el período electoral. La historia de los distintos lemas que caracterizan a cada edición de la peregrinación lo evidencian: desde el “Ayúdanos a trabajar por la justicia” en 1990 y el “Madre, abrazanos fuerte, queremos un pueblo de pie” hasta el “Madre, queremos una Patria para todos” en 2010, cada frase se encomienda a la Virgen en búsqueda de los conceptos de comunión y unidad en búsqueda de la construcción de un país más justo y con un pueblo fuerte.

Con la premisa de “Madre, estamos en tus manos, danos fuerza para unirnos”, la peregrinación demostró una vez más su carácter popular. Pasacalles y carteles ilustraron a lo largo del recorrido la diferencia abismal entre el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, y el pueblo como idea de unión de los argentinos. La premisa “El pueblo lo ama. Milei lo odia” acompañada por imágenes de Jesús, la virgen María, el Papa Francisco y Diego Armando Maradona, entre otros, mostró no solo que el futuro del país estaba dentro de las intenciones más recurrentes entre los peregrinos, sino también una gran preocupación por el triunfo en las PASO del candidato libertario y, también, por sus dichos contra el Papa Francisco o sobre la venta de órganos. Entre la gente, Milei era visto de manera reacia por sus posturas, aunque eran mucho menos vehementes que los carteles, que lo ubicaban en el lado “oscuro”, siempre escrito en rojo o con fuego a su alrededor.

La peregrinación coincidió, de manera fortuita, con la denominada “Fecha de los Clásicos” del fútbol argentino, en la cual, de viernes a lunes, tuvieron lugar los enfrentamientos entre rivales de toda la vida. Lejos de mermar el caudal de peregrinos, durante las caminatas se avistaban celulares con las transmisiones televisivas, radios encendidas y el boca a boca como arma de difusión. “¿Gol de quién?”, “¿Cuánto falta?” y otras formas de, no solo socializar y entablar una conversación, sino de descansar la cabeza y que las piernas sigan avanzando casi de modo automático. Otros, lejos de los auriculares y los gritos de gol, se proponían no ver el partido de su equipo a modo de “sacrificio extra”, otorgando algo más que los pasos cada vez más cansinos.

Las pasiones, además, no iban a contramano de la fe y la congregación. Muchos peregrinos emprendieron su caminata para agradecer por la conquista de la Selección Argentina en Qatar el año pasado, e incluso las vestimentas albicelestes afloraban por la ruta. La idea de comunión logró romper ciertas barreras que en el fútbol parecen sagradas: hinchas de River y Boca, ambos vestidos con sus respectivos colores, abrazados y alentándose mutuamente a seguir avanzando, dieron una imagen superadora, un día antes del enfrentamiento máximo entre los adversarios de toda la vida.

Avanzada la noche, cada paso cuesta más. Las caderas comienzan a pesar, los brazos a dormirse, las canciones que acompañaron la peregrinación, tanto las tradicionales como algunas originales reversiones de cánticos de cancha con letras católicas, comienzan a mermar. A medida que se acerca la Basílica de Luján, las fuerzas son menos y cada ayuda es bienvenida: vecinos de los barrios lindantes regalan botellas de agua, bananas y caramelos para otorgarle ese plus necesario al peregrino. Y cuando parece que no llega más, al doblar en una esquina allí está, imponente, desembocando en la plaza. Las piernas se aflojan, muchos sufren bajones de presión por el relajo post caminata, pero el objetivo está cumplido, tanto para agradecer por buena salud o éxitos propios y ajenos, como para pedir por un país mejor, por trabajo o, por ejemplo, por las Islas Malvinas.

La peregrinación es, como muchos caminantes recalcan año a año, una analogía de la vida misma. Al principio la energía abunda y el largo camino que queda por delante es visto con optimismo. Con el correr del tiempo, cansancio, dolor e infortunios aparecen complejizando los tantos kilómetros que aún quedan recorrer. Es ahí donde el apoyo, ya sea de un amigo o un extraño, resulta crucial para mantenerse en carrera. Los baches y complicaciones se sortean para llegar finalmente, agotado pero colmado de satisfacción, a la “casa de María”, que para los miembros de la Iglesia católica simboliza el paso a la vida eterna luego de la muerte.

Condenada por rasguñar a una policía en un desalojo

Condenada por rasguñar a una policía en un desalojo

La joven mapuche Jéssica Bonnefoi fue sentenciada por el hecho ocurrido en 2017 en Villa Mascardi.

El Juzgado Federal de San Carlos de Bariloche condenó a la mujer mapuche Yessica Bonnefoi Carriqueo Antimil a seis meses de prisión en suspenso. La joven fue imputada por rasguñar a una agente de la Policía Federal en 2017 durante un desalojo ocurrido en la localidad de Villa Mascardi, en Bariloche. Ella se encuentra detenida desde el 11 de agosto en la sede de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Río Negro, y según el fallo emitido ayer por el juez federal Hugo Greca debería haber recuperado su libertad. Sin embargo, seguirá presa porque está imputada en otras causas vinculadas a la lucha mapuche por la tierra.

 Uno de sus abogados defensores, Eduardo Soares, dijo a ANCCOM que “aún no será liberada, estamos a contrarreloj pidiendo su libertad por la última causa, la de Los Radales y toda la causa nueva de usurpación”. Estos procesos imputan a Bonnefoi por usurpación en el exhotel Mascardi, La Escondida y en el predio Los Radales, donde se produjo el incendio de una casilla de Gendarmería. Por estos hechos, los vecinos acusan a los mapuche, y ellos sostienen que fueron responsables los grupos de derecha alentados por el PRO y la gobernación provincial.

 Tras la publicación del fallo, Soares enfatizó su disconformidad con la separación de la causa y afirmó que en realidad se trata de un mismo expediente que empezó el 23 de noviembre de 2017 y terminó dos días después con la muerte de Rafael Nahuel, quien fue asesinado el 25 de noviembre de un tiro en la espalda -por lo que está imputado el prefecto Francisco Javier Pintos- durante la represión y desalojo de la comunidad Lafken Winkul Mapu en la zona del lago Mascardi, en Río Negro. “Es una sola causa. La recuperación, que ellos llaman usurpación, con incidentes como el de Jéssica, en el que aparece una denuncia de lesiones, y finalmente la muerte de Rafita Nahuel. Todo es un solo hecho concatenado” expresó. Además, aseveró que al notar que sería contraproducente para las fuerzas de seguridad tratar en un solo juicio todos los hechos, la fiscalía decidió separarlo en partes, ya que “las mismas pruebas en contra que tenían en la causa de Bonnefoi, las tenían también en contra de los miembros de la Prefectura acusados en la causa de Rafita Nahuel”. 

Jéssica Bonnefai, entre sus abogados, Laura Taffetani y Eduardo Soares.

La joven mapuche lleva 43 días detenida. Durante más de dos semanas se mantuvo en huelga de hambre hasta que fue publicada la fecha del juicio que se llevó a cabo el 18 y 19 de septiembre. La medida de fuerza y las condiciones precarias en las que se encuentra encerrada deterioraron su salud, y ha tenido fiebres y malestares en su cuerpo. Su abogado comentó en qué condiciones la vio el martes 19, último día de sesiones antes de que se emitiera el fallo: “No estaba muy bien, Tenía muchos dolores renales. Hablamos con ella y nos dijo que el médico la estaba atendiendo”. Asimismo, comentó las condiciones del lugar en el que se encuentra encerrada Bonnefoi “Las condiciones de detención en la PSA donde está no son las mejores. Es un calabozo para gente que pueda estar apenas unos días, pero no tanto tiempo. No es un lugar de detención, es apenas de paso” denunció.

 Según el fallo judicial, la acusadora María Florencia Pérez, agente de la Policía Federal Argentina, sufrió lesiones leves en su rostro provocadas por Bonnefoi “quien atentando contra la integridad física de la funcionaria, pretendió resistir su intervención policial”. También confirma que el hecho ocurrió tras materializarse la orden de allanamiento y desalojo dictada por el entonces juez subrogante Gustavo Villanueva. “Puntualmente, tras ingresar al predio (…) el personal de la Policía Federal Argentina actuante procedió a la aprehensión de las personas halladas en el interior, entre las cuales se encontraba la aquí imputada” explica el documento al que accedió ANCCOM. Sin embargo, los abogados defensores alegaron la falta de pruebas que demuestren que las lesiones sufridas por la agente fueran realizadas por Bonnefoi. El documento detalla que Pérez sufrió “una lesión excoriativa lineal de trazo vertical de unos 5cm. de longitud sobre región de tercio externo de pómulo derecho y de la mejilla derecha y una lesión excoriativa de 1.5cms (…) a nivel del surco nasogeniano derecho” estas lesiones, aclara el fallo, se habrían de curar en un lapso menor a un mes sin incapacidad laborativa alguna. En su alegato, la defensa había afirmado que la policía Pérez mintió y todo el proceso fue una “causa armada”.

 Otro de los puntos conflictivos durante el juicio tiene que ver con las irregularidades en el proceso de allanamiento e identificación ordenado por el juez Villanueva. La abogada defensora Laura Taffetani enfatizó que no es lo mismo la identificación que la detención y que esta última solo es autorizada en caso de resistencia a obedecer la orden. “La fuerza de seguridad actuante debía agotar los medios para que interviniera personal especializado en menores de edad” recordó. Por otro lado, resaltó que aún cuando la orden de allanamiento decía que el procedimiento debía ser filmado y fotografiado, esto no se cumplió. Al final de su exposición recalcó que la última persona que identificó a Bonnefoi como la agresora fue la agente Pérez y ningún otro testigo. Incluso, uno de ellos dijo que Bonnafoi vestía atavíos mapuches, mientras que la acusada la identificó como usando un jean con un pullover. El también defensor Eduardo Soares concluyó que no existen motivos para creerle a Pérez y descreerle a Bonnefoi, al menos que se elija hacerlo porque una es policía y la otra es mapuche. 

En tanto, en varias ciudades de la Patagonia, como por ejemplo en Neuquén, hubo manifestaciones por la libertad de Bonnefoi.  

Además, la Red de apoyo Bariloche por la libertad de la lamien Yessica Bonnefoi Carriqueo Antimil emitió un comunicado sobre la “injusta detención la lamien (hermana) vuelve a tener problemas de salud que le están afectando su cuerpo, en el marco de la represión que dio paso al asesinato de Rafael Nahuel”. Desde ese colectivo de organizaciones y militantes sociales resaltaron que “mientras la policía reprime a mujeres Mapuche junto a sus hijos e hijas, incluso asesina a un joven Mapuche que solo defendía su identidad, nuestra lamien Jéssica tiene que esperar un juicio, que pareciera un mal chiste del sistema, en un calabozo prácticamente en situación de castigo, que hace aumentar sus problemas de salud y, además, separada de sus hijos”. La Red destacó que Bonnefoi “no pertenece a ningún movimiento, es una mujer Mapuche autónoma que, actualmente, lucha por su libertad, lucha por estar junto a sus hijos y seguir defendiendo su identidad como Mapuche”. 

La riqueza pluricultural de la Villa 31

La riqueza pluricultural de la Villa 31

El Festival Vecino que el fin de semana pasado se realizó en Barrio Mugica exhibió los aportes de las comunidades migrantes que la integran. Tres historias gastronómicas.

El sábado se realizó el Festival Vecino en el barrio Padre Carlos Mugica (popularmente conocido como Villa 31), que posee una de sus entradas ubicada justo en el medio de la estación de ómnibus de Retiro y las terminales de distintas líneas ferroviarias.

Una gran diversidad cultural se manifiesta en el territorio: paraguayos, argentinos  peruanos y bolivianos son algunas de las comunidades más predominantes, que se hacen notar a través de sus distintas costumbres y manifestaciones culturales.

Las construcciones dentro del lugar dieron como resultado que algunas calles prácticamente no tengan vereda y se crucen con pasillos donde solo se puede entrar caminando.

Los límites del espacio físico dieron como resultado que los autos y camionetas no sean el vehículo más cómodo para manejarse dentro de la Villa; sin embargo, la gente de La 31 no se privó de transportar muebles , materiales de construcción , mercadería para sus negocios  y diversos objetos. Para darle solución a esto, los vecinos popularizaron los llamados «motocarros», vehículos que constan de una moto que tracciona un trailer ubicado en su parte posterior, en donde se carga todo lo que necesiten acercar a sus hogares y negocios.

El equipo de ANCCOM utilizó este medio de transporte para adentrarse en el Barrio Mugica y llegar hasta el bajo de la Autopista Illia .En ese espacio se ubicaban alrededor de mil familias de las 40 mil personas que viven en esa Villa y recientemente fueron relocalizadas en nuevas viviendas a pocas cuadras de sus antiguas casas.

Las edificaciones que quedaron en desuso fueron demolidas para dar espacio a un edificio blanco con vidrios transparentes donde funciona un centro comunitario; por fuera se encuentran una plaza con juegos y algunos asientos que ocupan el ancho de la autopista que pasa por arriba y separa al barrio en 31 y 31 bis.

Ese lugar fue elegido para ubicar el escenario del festival, donde tocaron La Nueva Luna, Marcelo Veliz y Tkato 31, entre otros. En los costados y a lo largo del espacio se establecieron los puestos de algunos emprendimientos gastronómicos y artesanales pertenecientes a vecinos del barrio.

Mujeres Unidas

Elisa Bogado Murray nació en Paraguay y es una de las referentes de la cooperativa Mujeres Unidas, un proyecto gastronómico que comenzó en la pandemia con un programa llamado «Acompañar», donde se reunían mujeres que sufrían violencia de género. Hoy también atienden un merendero.

Elisa cuenta: “La necesidad de comenzar con los trabajos de panadería fue por una cuestión económica que sufrimos en pandemia, empezamos este trabajo con el mismo grupo de mujeres con las que nos dábamos ayuda mutuamente por las situaciones de violencia de género que sufrimos. En un principio éramos seis o siete, hoy somos como 23. Por el momento no nos dedicamos con todo al proyecto, porque nos falta un espacio físico y algo de equipamiento de todo lo que conlleva tener una panadería”.

Con una sonrisa en el rostro, Elisa señala el chipa de la mesa: “En la última edición del festival ganamos el premio al mejor chipa –cuenta-. Nos dedicamos a comida paraguaya por lo general, porque la mayoría de las mujeres que nos juntamos somos del mismo país .Después de ese premio la gente empezó a conocernos un poco más y ahora levantamos pedidos por encargos y nos presentamos en algunas ferias. Todo lo producimos en la casa de una de las chicas. Empezamos a crear redes sociales para empezar a expandirnos de a poco”.

Miriam y su escondite

Miriam Limachi González es boliviana, tiene 53 años y hace 30 que vive en el Barrio Mugica .Desde que llegó al país se dedica a la gastronomía; primero trabajó haciendo comida que vendía en las obras de construcción y luego con un carrito comenzó a cocinar en la calle. A partir de la pandemia se vio obligada a buscar otras opciones para seguir adelante, por lo que empezó a elaborar y vender la comida desde su casa, dándole nacimiento  al Escondite  de Miriam .

«Cuando dejamos de vender en la calle por la pandemia –señala-, con mis hijas empezamos a trabajar desde casa en un pequeño restaurante llamado el Escondite de Miriam, tiene ese nombre porque está un poco escondido de la vista del público. En un principio le vendíamos a familiares y amigos, hasta que empezamos a ganar más clientes».

La idea de Miriam es que el proyecto siga creciendo. «Lo próximo que tenemos pensado es agregarle mesas a mi local para que la gente pueda venir a sentarse a comer y pasar el tiempo. Nuestra especialidad es la comida boliviana, pero en el barrio convivimos con varias colectividades, por eso tuve que aprender recetas nuevas para no dejar a nadie afuera», relata.

Mugica beer

Desde 2019 que La 31 tiene en su interior una fábrica de cerveza artesanal. La iniciativa comenzó cuando Osvaldo Salazar, apodado «Cupa», hizo un curso para elaborar esa bebida y una vez finalizado envió la idea al grupo de Whatsapp del que forman parte sus amigos y compañeros de fútbol.

«Cupa» nació en el barrio y recuerda lo siguiente de los comienzos de su emprendimiento: » Acá estábamos acostumbrados a la cerveza industrial, no se conseguía mucha variedad, se pensaba que la cerveza artesanal era una cosa de chetos. Después del curso le tiré la idea a mis amigos. Al principio éramos como diez los que empezamos con el proyecto. Las primeras veces la cerveza  tenía un gusto muy feo, eso los bajoneó y de a poco se fueron bajando.”

Sin embargo, el proyecto siguió. “Los que quedamos fuimos aprendiendo de los errores y mejorando por la práctica  hasta que conseguimos una buena cerveza que nos animó a invertir en máquinas y herramientas más profesionales», dice, y  agrega: “Por el momento no podemos dedicarnos de lleno a esto, todavía tenemos nuestro trabajo en relación de dependencia. La gente del barrio se fue curtiendo con el gusto y de a poco empezamos a crecer. Hoy no solo vendemos acá adentro, sino que también recibimos pedidos de personas de otros lugares. La idea es seguir expandiéndonos para dedicarnos de lleno a esto”. Hoy, Mugica Beer tiene hasta su propia fábrica dentro del barrio.

De sueños a señas

De sueños a señas

Tras casi medio año de la sanción de la Ley de Lengua de Señas Argentina, agrupaciones civiles y organismos estatales comienzan a brindar actividades inclusivas. Esta semana termino el Festival de Cine Sordo y están los habituales paseos gratuitos de Ronda Cultural, entre otras ofertas.

Gracias a la comunicación podemos acceder a la información y ser parte de la comunidad, la historia y la cultura. Se trata del medio por el cual nos relacionamos con otros constantemente. Para gran parte de la población, vivir en un mundo donde no te podés comunicar es inimaginable. Sin embargo, para la comunidad sorda esta es a menudo su realidad.

En nuestro país existió hasta hace muy poco un vacío institucional en cuanto a la legislación de una lengua de señas nacional. Hasta inicios de 2023, Argentina era uno de los únicos dos territorios en Latinoamérica que no contaba con un idioma viso-gestual oficial. Fue recién para el trece de abril de ese año que se reconoció con la Ley 27710 a la Lengua de Señas Argentina (LSA) como “lengua natural y originaria que conforma un legado histórico inmaterial”.

Sin embargo, fue la propia comunidad de sordos y sordas la que, durante los periodos previos a la sanción de la legislación, llevaron adelante las tareas necesarias para que exista algo de inclusión. Hoy, todavía con no tantos efectos evidentes provenientes de la Ley de LSA, distintas organizaciones comienzan a desarrollar actividades inclusivas que se resignifican en el marco del Día Nacional de las Personas Sordas.

Cine Sordo

Del 13 al 18 de septiembre en distintos puntos de la Ciudad de Buenos se desarrolló el Festival Internacional de Cine Sordo. Su apertura se dio en el Cine Gaumont, frente a la plaza de Congreso, y contó con la participación de referentes de la comunidad sorda. El festival, además de ser gratuito, contó con un gran despliegue de herramientas de accesibilidad con el fin de convocar e incluir a personas sordas, ciegas y oyentes.

El FicSor, inaugurado en el Día del Intérprete con el objetivo promover el cine realizado por y para personas sordas, contó con una gran convocatoria. En su día, una de las intérpretes presentes celebró: “Creo que este tipo de actividades está muy buena, pero sigue faltando. La ley es muy nueva. Todavía estamos en un periodo de transición y sigue faltando más inclusión”.

Durante los días posteriores a la inauguración se presentó una selección de películas nacionales e internacionales junto a talleres, conferencias y otras actividades culturales. El festival contó con premiaciones para las mejores películas en las categorías de cortometrajes, mediometrajes y largometrajes, como así también a las “Buenas Prácticas en Accesibilidad Audiovisual”.

Desde una perspectiva internacional, el FicSor, junto a organismos asociados a la Reunión Especializada de Autoridades Cinematográficas y Audiovisuales del Mercosur (RECAM), tuvo su espacio de debate donde se intercambiaron reflexiones en cuanto a la accesibilidad de la industria del cine a nivel latinoamericano. Con representantes de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Perú, el panorama era compartido por quienes tomaron la palabra. “Si no accedemos a la comunicación no podemos acceder a otros derechos”; “tenemos un problema de circulación del cine accesible”; y “no queremos que sea la excepción, sino la regla” fueron las críticas principales en cuanto a la falta de subtitulado e infraestructura accesible de las producciones audiovisuales de los últimos años. Sin embargo, en cuanto a la organización del Festival Internacional de Cine Sordo, representantes de otros países se pronunciaron felices al respecto: “Siento que algo cambió, soy optimista… el festival es un escenario de intercambio” afirmó la vocera de Brasil.

Con la proyección de El poder de las manos de Raquel Abellán y el anuncio de los ganadores, el lunes 18 se dio por concluido el festival. Con la presencia de una gran diversidad de personas, el evento representó cómo una actividad cultural puede ser una oportunidad para que los oyentes conozcan un poco de la cultura sorda.

Ronda Cultural

Con el FicSor se pudo observar cómo el cine, algo tan instaurado en nuestra cotidianidad, puede y debe ser conflictualizado en pos de una mayor inclusión. En esta línea de pensamiento, hoy es común encontrarse con espacios “accesibles” para visitar. Museos, muestras artísticas, festivales musicales o recorridos guiados por sitios emblemáticos son algunos de los planes que más convocatoria tienen entre gran parte de la población. Sin embargo, en un gran porcentaje de todas esas actividades se cobra una entrada y no se garantiza la accesibilidad para todas las personas. De esta manera, ciertas actividades y sectores de la cultura quedan relegados para quienes tienen los medios materiales para acceder a ellos.

Bajo este panorama es que surge Ronda Cultural, una Asociación Civil con la misión de promover el derecho de acceso a la cultura. La ONG se dedica a la mediación de contenidos culturales, educativos y comunicacionales en distintos formatos. El más emblemático: los paseos caminados. Se trata de recorridos a pie junto a mediadores culturales que actúan como guías donde se explica y exploran distintos barrios de la capital porteña. Estas actividades son gratuitas y están pensadas para incluir a todas las personas que quieran participar.

En búsqueda de expandir la idea de “inclusión” la oferta cultural de Ronda, además de ser accesible desde lo económico, también es accesible desde las distintas capacidades de sus públicos. Desde noviembre del año pasado, la organización ha incorporado a sus paseos intérpretes de LSA. “Nosotros entendíamos que había una necesidad de que esos paseos pudieran llegar a otros públicos que muchas veces no están contemplados en la oferta cultural más tradicional; a partir de eso nos pusimos en vínculo con el Instituto Villasoles, que es un instituto que forma intérpretes en lengua de señas”, recordó Florencia Agostina Iglesias, representante de Ronda Cultural.

“Esta propuesta tiene como objetivo central revalorizar el patrimonio local y hacer que esas manifestaciones culturales sean apropiadas por todos y todas. Que la comunidad sorda pueda compartir con nosotros formas de interpretar el mundo, percepciones, imaginarios y experiencias cotidianas, que también es una base central de los paseos”, añadía Iglesias. Desde Ronda se piensan propuestas donde en el propio diseño ya está contemplada la accesibilidad como un factor estructural. En relación con otras actividades inclusivas, “de Ronda celebramos las iniciativas de otras instituciones en incorporar este tipo de herramientas”, concluía su representante.

Aunque el relevamiento de actividades no sea cuantitativamente intensivo, estos ejemplos dejan ver un panorama alentador en cuanto a la inclusión en la oferta cultural. Asimismo, la legislación que acompaña estas propuestas brinda expectativas de que esto no sea sólo un proceso contingente. En relación a esto y a pesar de que la puesta en práctica de la ley de LSA todavía no se ha vuelto totalmente efectiva, se puede afirmar que, de aquí a futuro, sus efectos deberían conducir a una pérdida de gran parte de los sesgos capacitistas presentes en la sociedad y cultura actual.

«¿Quién quiere cuatro dólares gratis?»

«¿Quién quiere cuatro dólares gratis?»

En una estación del Subte B proponen pagarlos en criptomonedas a cambio de proporcionar datos biométricos. De qué se trata el sospechoso proyecto Worldcoin que promete un Ingreso Básico Universal en todo el planeta.

Tools for Humanity creó la Fundación Worldcoin y la criptomoneda del mismo nombre con el objetivo de que sea utilizada en todo el planeta como base para un Ingreso Básico Universal (IBU). La fundación utiliza un polémico sistema para identificar a cada individuo llamado World ID que registra datos biométricos por medio de un dispositivo llamado orb. Este aparato es el encargado de registrar a cada “humano único“ del planeta de manera que nadie más pueda remplazarlo. Los orbs, una suerte de bola plateada con una lente, registra desde la forma de la cara y los latidos del corazón hasta el iris de las personas que aceptan sumarse al proyecto a cambio de unas criptomonedas y la promesa de recibir más.

Según aseguran desde la Fundación, más de dos millones de personas se han registrado como “humanos únicos” en 35 países del mundo. En Argentina este proyecto se instaló en varias provincias. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los orbs pudieron verse en distinos puntos de la ciudad, aunque últimamente parece haber menos. De hecho, en muchos de los sitios a los que la página web invita a acercarse para realizar el registro, no hay nada y los empleados de los locales no saben del tema.

En dónde sí ANCCOM pudo encontrar un orb fue en la estación “Galería Obelisco Norte”, en la Línea B de subte. La encargada de sumar gente explicó: “Estamos recién empezando con el proyecto y hay muchos errores en la página”. Por su parte, la joven aseguró que la fundación no quiere que den entrevistas a la prensa. Quienes manejan los orbs, según se investigó en varios lugares del mundo, trabajan a comisión, un incentivo que se traduce, por ejemplo, en el esfuerzo de la joven por seducir a los pasajeros a todo volumen: “¿Quién quiere cuatro dólares gratis?”.

La gente, desconfiada, la evita sabiendo que la plata nunca viene gratis y menos cuando hay un aparato como el orb a la vista. Sin embargo, pocos días antes la empresa anunciaba por la red social X que la Argentina acababa de establecer un récord global de nuevas “verificaciones” en 24 horas.

El mundo tecnofinanciero

La tecnología y la economía se ven cada vez más entrelazadas y proponen respuestas a los problemas que en buena medida ayudaron a crear.

Personajes como Elon Musk, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg, entre otros, tienen un enorme poder para moldear el devenir global según su criterio. Más recientemente, Sam Altman, CEO de la empresa OpenAI fundadora de Chat GPT y Fundación Worldcoin, se sumó al club. El capital tecnofinanciero propone innovaciones tecnológicas y económicas ante un mundo que tiende “irrefrenablemente”, según sus palabras, al desarrollo de la inteligencia artificial (IA).

La IA es un fenómeno que sacudió el mundo, sobre todo la que es conocida como genertiva que llegó a las masas el año pasado de la mando de GhatGPT. Muchos adoptaron estas herramientas con entusiasmo, pero otros están aterrados ante los efectos que puedan tener sobre los trabajadores. Frente a la amenaza que produce su propio desarrollo, Sam Altman montó una fundación que ofrece la solución: el Ingreso Básico Universal (IBU). La idea, promovida desde hace décadas por sectores progresistas, es crear un ingreso único para todos los ciudadanos del planeta y de esa manera garantizar cierta estabilidad básica ante la desigualdad económica y laboral. Pero, ¿cómo implementar esta renta básica a escala global?

La moneda universal

La “moneda universal” que habilite una renta básica universal sería, justamente, Worldcoin (WLD). Las criptomonedas son dinero digital descentralizado, no controlado por gobiernos o bancos. Su valor depende de la oferta y la demanda en el mercado. La criptomoneda más conocida es Bitcoin, aunque hubo más, muchas de las cuales colapsaron recientemente cuando dejó de entrar dinero nuevo a la manera de los sistemas piramidales.

El mercado de criptomonedas, aún cuando no sean la base de simples estafas, es volátil. Un WLD ronda un “valor” de 1,38 dólares. Es por eso, que a cambio de entregar los datos más privados y únicos de cada individuo, Worldcoin ofrece 4 WLD al voluntario que se registre usando la billetera digital de la Fundación. Esta moneda virtual no es aceptada para realizar compras, pero es intercambiable, al menos en teoría, por otras criptomonedas y por dólares. Sin embargo, la complejidad técnica y las comisiones desincentivan hacerlo al menos por el momento. A su vez, la billetera virtual te regala un WLD una vez por semana o cada quince días como parte del proyecto de IBU. El sueño de salir del subte con cuatro dólares en el bolsillo no es tan fácil de concretar.

Uno de los sueños capitalistas es tener la maquinita de imprimir dinero y, de hecho, eso es lo que intentaron numerosos proyectos de criptomonedas. En última instancia, lo que hace que el dinero tenga valor es que haya una institución y mucha gente que crea que eso realmente tiene valor. Eso mismo está intentando lograr Worldcoin. Entonces: si ofrecen cuatro WLD gratis intercambiables por dólares, ¿por qué la gente no decide registrarse?

Datos personalísimos

En la app de worldcoin, aparece su lema: “Nosotros no queremos saber quien sos, por eso eres único”. El objetivo parecería ser reconocer a cada individuo para poder registrarlos en su proyecto de IBU. Como ya se dijo, para eso usan los orbs que toman datos biométricos únicos como el iris.

“La cantidad de riesgos de que una empresa tenga los datos biométricos de una persona son muchos. Alguien que robe el dato podrá hacerse pasar por nosotros”, explica Marcela Pallero, directora del área de Seguridad Informática de la Fundación Sadosky y agrega, “Las investigaciones que puedan derivar de la información que aporta el dato biométrico también son un riesgo. Sin enterarnos, alguien puede tener información nuestra que ni siquiera nosotros conocemos”.

“Los riesgos más claros están en el tratamiento de los datos sensibles, como son los datos del iris, en el que se basa”, comenta la especialista y aclara: “Según la revista Tech Cruch un grupo de investigadores logró instalar malware en algunos operadores que permitían acceder al panel del sistema. Esto da el control a un posible intruso, poniendo los datos en manos de cualquiera”. Además, la directora en seguridad comenta sobre las criptomonedas: ”El valor de una criptomoneda debe estar respaldado por un proyecto sustentable y, en principio, este no parece que lo sea. Por otro lado, las criptomonedas son inversiones que deben ajustarse a las normas locales. Ese es un tema para tratar, así como los derechos como consumidores frente a un servicio que aún no está claro”.

En otros países reaccionaron frente a las dudas que genera el proyecto y la falta de permisos. En Kenia, por ejemplo, allanaron oficinas de la Fundación Worldcoin por denuncias sobre violaciones a la privacidad y la poca claridad de una propuesta que convencía a gente que ni siquiera entendía qué es lo que estaban haciendo estos dispositivos.

En Argentina, el pasado 8 de agosto, la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) denunció a la Fundación Worldcoin por la falta de medidas de seguridad en el marco de la protección de datos personales.

Santiago Ramayo, responsable de Comunicación del organismo, explicó: “Tal como establece la Ley de Protección de Datos Personales es obligación de los responsables de tratamiento de datos contar con sus bases registradas en la AAIP, proporcionar información sobre su política de tratamiento, indicar para qué requieren datos sensibles y cuál es el tiempo de conservación de los mismos, así como también detallar las medidas de seguridad y confidencialidad que se aplican para resguardar la información personal”.

En este sentido, se podría decir que la Fundación Worldcoin trae muchas más dudas que certezas. Por ese motivo, la AAIP puso a disposición del público toda la normativa vigente y los canales habilitados para que quienes pidan  acceso, rectificación o supresión de datos, y que no hayan recibido respuesta o se les hayan negado sus derechos, puedan realizar denuncias ante cualquiera de estas vulneraciones.

Las dudas sobre este proyecto son numerosas. Lo que sí queda claro es que el mundo tecnofinanciero sigue avanzando sin pedir permiso. Aunque los intentos siguen, hay indicios de una sociedad más atenta y alerta a las consecuencias que conlleva entregar datos personales a las empresas tecnológicas.