Una jugada colectiva

Una jugada colectiva

Si bien el fútbol es el deporte que más popularidad despierta en la Sociedad argentina, una serie de vicios y “malas costumbres” lo han hecho acreedor de un número cada vez mayor de críticas. La corrupción instalada en  muchos de sus dirigentes, las complicidades con el sector político, policial y judicial, y el accionar de los violentos “barras bravas” han ido privando a muchas familias de disfrutar de un deporte que cada vez más teñido de negocio y espectáculo.  Pero el  fútbol  también tiene un “lado B”: los departamentos solidarios o de “Responsabilidad Social” que algunos clubes del fútbol argentino habilitaron para aportar y generar campañas de ayuda a los sectores más necesitados.  ANCCOM dialogó con los responsables de tres clubes de Primera División para conocer como trabajan y se preocupan por los que menos tienen.

Una Academia de solidaridad

Cuando Racing Club volvió a ser manejado por sus socios, a fines de 2008, sus dirigentes determinaron la creación de un departamento de Responsabilidad Social y se lo llamó “Racing Solidario”.  Inicialmente estaba a cargo del Padre Juan Gabriel Arias y en las primeras acciones, el club de Avellaneda era sede de recepción y distribución de donaciones para distintas ONGs. Miguel Guidardini es, desde 2012, gerente Racing Solidario y explica: “Se trata de un departamento autónomo pero que cuenta con el apoyo del resto de las áreas del club. Según la campaña que llevemos a cabo, nos ayuda la gente de Marketing, de Socios, de Fútbol y, sobre todo, de Prensa para ayudarnos a difundirlas”.

En los comienzos del Departamento, el club tenía la política de unirse a campañas de distintas fundaciones y ONG´S, pero con el correr del tiempo y aprovechando el gran caudal de hinchas y socios con el que cuenta la institución, empezó a realizar acciones propias en las que se vieron muy buenos resultados. En estos últimos años, Racing ha participado de distintas campañas solidarias, como por ejemplo las realizadas por Red Solidaria en “Frío Cero” y “Un techo para mi país (hoy “Techo”). También colabora asiduamente con el Hospital Garrahan para conseguir donantes de sangre  y con Cáritas. “Hace un tiempo también que estamos en un programa llamado ´Fútbol para el cambio social´, donde tratamos de sacar a pibes de la calle para brindarles herramientas educativas y deportivas”, comenta Guidardini.

El jugador Lautaro Acosta en la visita de integrantes de TGD Padres Tea, organización de los padres y madres de nenes con autismo.

El jugador Lautaro Acosta en la visita de integrantes de TGD Padres Tea, organización de los padres y madres de nenes con autismo.

Los jugadores del primer equipo participan activamente en la difusión de todas las campañas y eso ayuda a que socios y simpatizantes se sumen a las iniciativas. Sin ir muy lejos, en las fuertes inundaciones que sufrió el litoral argentino en los primeros días del año, Racing Solidario armó de urgencia una campaña que contó con un extraordinario apoyo de todos los hinchas y socios del club. Se enviaron  ocho camiones de productos no perecederos, colchones y juguetes a Concordia, uno de los lugares más afectados. El propio goleador del equipo, el entrerriano Gustavo Bou, recibió todas las donaciones y se encargó de repartirlas personalmente con la ayuda de familiares, amigos y gente de Racing que viajó especialmente hasta la zona afectada.

El fortín comprometido

Vélez Sársfield es un club considerado modelo a imitar entre las muchas instituciones que conforman el fútbol argentino. Tomando el legado de su legendario ex presidente José “Pepe” Amalfitani (a quien también se debe el nombre del estadio), la institución de Liniers siempre se mostró preocupada por darle un marco social y cultural a las actividades que realiza.  “Vélez es principalmente un club deportivo, pero también cultural y social. Sentimos que tenemos un compromiso con la sociedad por cómo creció la entidad en las últimas décadas. No seríamos lo que somos hoy sin la ayuda de la gente”, dice a ANCCOM Ayelén Merchak, quien preside el Departamento de Acción Solidaria y además integra la comisión directiva de la institución.

A diferencia de otras instituciones, Vélez es un club que prefiere manejarse de manera independiente en la gestión de la solidaridad. “Todas las acciones las generamos y administramos nosotros mismos. Trabaja toda gente de Vélez y los recursos los gestionamos nosotros también. Tampoco nos gusta hacer mucha difusión en los medios de lo que hacemos”, agrega Ayelén.

En su propio barrio, el club colabora con un hogar de chicos que agrupa a más de 250 familias. También lo hace en organizaciones villeras y, además, apadrina una escuela rural en Salta, donde asiduamente lleva útiles escolares y juguetes.

Una campaña muy original y exitosa que realizó en el último tiempo fue sobre la concientización para  la donación de sangre y órganos: “Junto al Departamento Médico del club armamos el registro de donantes de sangre velezana. Es decir, cuando algún socio necesita dadores de sangre, nosotros consultamos en el padrón y los ponemos en contacto, pero no hacemos las extracciones en el club. Buscamos, más que nada, concientizar a la gente sobre la importancia de donar sangre y también órganos”, comenta al respecto Merchak.

En Vélez, la solidaridad y el fútbol tienen vínculos muy estrechos. Por ejemplo, el ex jugador del club Lucas Castromán, oriundo de Luján, utilizó su casa como centro de recepción de donaciones “velezanas” durante las inundaciones del año pasado. Junto a su familia distribuyó las donaciones entre quienes más las necesitaban. Otras figuras del equipo -señala Merchak-, siempre están “al pie del cañón” para participar en la difusión de las campañas solidarias que realiza el club.

Contando con el apoyo de los Reyes Magos de los bomberos voluntarios de Sarandí, jugadores de Racing Club y Santiago Quintana (Miembro de la CD) Racing Solidario hizo entrega de juguetes a niños de distintos hospitales.

Contando con el apoyo de los Reyes Magos de los bomberos voluntarios de Sarandí, jugadores de Racing Club y Santiago Quintana (Miembro de la CD), «Racing Solidario» hizo entrega de juguetes a niños de distintos hospitales.

El sur también ayuda

Lanús es otra institución del fútbol argentino que en las últimas décadas ha tenido el merecido reconocimiento de sus pares por mantener administraciones ordenadas, haciendo crecer al club a pasos agigantados, traspasando las fronteras de lo meramente deportivo. En cuanto a la política social, todo comenzó con “Granate Solidario” pero con el correr del tiempo el espacio y la organización les quedó chico y en 2015 el club inauguró la fundación FUNDACAL, con la intención de incluir a los sectores más vulnerables a través del deporte y las acciones solidarias. En este caso, el club adopta el modelo mixto de promover acciones solidarias propias y, además, colaborar y acoplarse a otras acciones de importantes ONGs y otras instituciones.

Stella Maris Vedia es encargada de la difusión por redes sociales de la Fundación y, además, coordina varias actividades del organismo. “Desde el año pasado estamos presentes en la campaña Frío Cero de Red Solidaria. También colaboramos con el Hospital Garrahan en lo que respecta a la donación de sangre; en algunas ocasiones han venido en días de partido y la gente podía donar sangre para el hospital voluntariamente. Además, este año vamos a participar junto a otras tantas instituciones de la campaña “Movete Argentina”, que es en contra del sedentarismo infantil”.

Como acciones propias, este año iniciaron la campaña de donación de útiles destinados a las escuelas necesitadas del partido de Lanús. El relevamiento lo realizan en base a la información que les brinda las autoridades municipales. “Además de poner canastos en los accesos a la cancha para que la gente colabore con lo que puedan,  los colocamos también en los distintos comercios de la zona. Luego nuestros voluntarios se encargan de pasar a buscar las donaciones. Todo lo que recibimos lo recopilamos luego en una de las sedes y lo clasificamos. También, luego hay que cargarlo en los camiones y repartirlo, por lo que se necesita la ayuda de muchas personas y por suerte las tenemos”, agrega con entusiasmo Vedia

Si hay algo en lo que los socios de todos los clubes coincide es en la importancia de la utilización del fútbol para obtener mayor impacto en las campañas solidarias. La participación de los jugadores, de los DT, hace que “mágicamente” la gente se solidarice de inmediato y se sume a las campañas. Algo que sería difícil de lograr con otro deporte o si, por ejemplo, la campaña la iniciara alguien con menor trascendencia. “La gente se concientiza más cuando un jugador de tu club te pide que colabores, lo vivimos en carne propia. Cuando hacemos campañas con ellos los resultados son muy buenos y distintos a cuando hacemos campañas sin ellos.”, concluye Vedia,  desde Lanús.

Actualizado 29/03/2016

En enero, Racing Solidario, junto con la Biblioteca La Pancha, realizó el evento de Reyes como todos los años. La cita fue en el Polideportivo Delfo Cabrera (ubicado enfrente al Predio Tita) y hubo muchas sorpresas preparadas para los más chiquitos.

En enero, Racing Solidario, junto con la Biblioteca La Pancha, realizó el evento de Reyes como todos los años. La cita fue en el Polideportivo Delfo Cabrera (ubicado enfrente al Predio Tita) y hubo muchas sorpresas preparadas para los más chiquitos.

Negocios a pedir de Boca

Negocios a pedir de Boca

Terrenos de dominio público y en donde los vecinos podían disfrutar de actividades sociales y deportivas al aire libre.  Así era el predio de Casa Amarilla, ubicado en pleno barrio de La Boca, pero quizá por mucho tiempo más. Por lo menos eso parece indicar la venta de esas tierras por parte del gobierno porteño al Club Atlético Boca Juniors, a través de la Corporación Buenos Aires Sur.

El predio está ubicado entre las calles Arzobispo Espinosa, Juan Manuel Blanes, Palos y Almirante Brown, a metros de la mítica Casa Amarilla, la réplica de la vivienda que habitó el Almirante Guillermo Brown junto a su familia. Estos lotes pertenecieron hasta 2010 al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y, luego, por un decreto del actual presidente Mauricio Macri, pasaron a la Corporación Buenos Aires Sur, una sociedad del Estado creada con el propósito de promover el desarrollo social y económico de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires. Aquí surge el primer interrogante: ¿Cuál sería el justificativo de otorgarle a un club como Boca esos terrenos?

La entidad presidida por Daniel Angelici -el principal operador en el Poder Judicial de Mauricio Macri- se presentó como la única oferente en la “Licitación con iniciativa Privada para el desarrollo y mejoramiento urbano Casa Amarilla” que puso a la venta 3,2 hectáreas. La venta de los terrenos se concretó en algo más de 180 millones de pesos. “Yo no conozco alguna otra organización del barrio sin fines de lucro que cuente con 180 millones de pesos y que pueda haberse presentado en esta licitación”, comenta Natalia Quinto, de la agrupación multisectorial del barrio “La Boca resiste y propone”.

Originalmente, los terrenos de Casa Amarilla iban a ser destinados para la construcción de más de 2.000 viviendas, pero en los ocho años de gestión que lleva el PRO en la ciudad sólo se construyeron 438. Por otra parte, en los últimos tiempos hubo debates entre los propios vecinos para determinar si lo mejor era ocupar todo el espacio verde con más viviendas o resguardar una parte para que sirva como pulmón y espacio de recreación para los habitantes. Lo que nunca debatieron -ni se imaginaron- es que estos terrenos pueden transformarse en un nuevo estadio-shopping, al mejor estilo europeo, como sueña el presidente de Boca Juniors.

Si bien este destino no está estipulado ni explicitado en la propuesta oficial presentada por el club, ni tampoco es lo que indicaba el objetivo de la licitación, muchos vecinos y socios boquenses sospechan que este es el primer paso para concretar el deseo de Angelici.

Aunque no está explícito, muchos vecinos de la Bombonera y socios de Boca sospechan que los terrenos de Casa Amarilla pueden transformarse en un estadio-shopping.

“Originalmente nos juntamos para tratar la temática de los chicos del barrio en situación de calle, y luego fuimos tratando otras problemáticas, entre las cuales por supuesto está muy presente la de los terrenos públicos de Casa Amarilla”, describe Quinto y agrega: “La gestión actual de Boca ya viene de incumplir otra resolución, la que le permitió construir La Bombonerita en el predio Pedro Pompilio. Esos terrenos fueron vendidos a Boca siempre y cuando promuevan actividades culturales y deportivas para los vecinos y nunca han cumplido. Entonces, ¿Por qué habríamos de creerles ahora?”

Luciano Caldarelli, en tanto, es integrante de la agrupación “Boca es Pueblo”, que se opone a la construcción de un nuevo mega-estadio para el club. “Nosotros luchamos por recuperar la identidad popular del club, que se fue perdiendo con la llegada del macrismo. Creemos que en los últimos años se han ido expulsando a los sectores populares del club y remplazándolos por los de mayor poder adquisitivo”.

Y agrega: “También se han expulsado poco a poco a los vecinos del barrio, antes podían acceder a las instalaciones libremente. Boca les daba hasta duchas de agua caliente o practicaban deportes representando a Boca sin incluso, ser socios.  Hoy esto sería totalmente impensado. También el número de chicos en la colonia de vacaciones era mucho mayor al de hoy, por los precios actuales que se manejan”.

Respecto al destino de los terrenos licitados, Luciano se muestra bastante escéptico al respecto: “¿Por qué le vamos a creerle a Angelici que en ese espacio va a construir más instalaciones deportivas para el club si año tras año cierra más deportes? Además, basta con buscar noticias de tiempo atrás donde él mismo le dice a los hinchas de Boca que el club tiene que construir un nuevo estadio debido a la limitada capacidad y la alta demanda para acceder”.

No hay que hilar muy fino para comprender los vínculos existentes entre Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Angelici, y al menos sospechar de las rápidas maniobras que hicieron para que Boca hoy esté tan cerca de obtener estos terrenos públicos. Oscar Moscariello, ex  vicepresidente primero del club (y  actual vocal y Secretario de Relaciones internacionales) ya había presentado años atrás, cuando era legislador porteño por el PRO, un proyecto de rezonificación que no pudo avanzar frente a la protesta de agrupaciones vecinales y del club.

En la actualidad, los papeles presentados por Boca en la licitación están siendo revisados en la Corporación Buenos Aires Sur para el otorgamiento definitivo de los terrenos. Mientras tanto, desde la agrupación “La Boca resiste y propone” han presentado un recurso de amparo para que se revisen todos los procedimientos, tanto del traspaso de los terrenos del IVC a Corporación Buenos Aires Sur por decreto en 2010, como la posterior venta al club, que no fue tratada por la Legislatura porteña.

“En la última feria judicial presentamos un recurso de amparo para que el juez se expida en la causa y nos de una respuesta. Queremos que se respete la ley, queremos saber de qué manera los terrenos pasaron de un día para el otro del IVC a Corporación Sur”, exige Quinto.  “Nunca nos confirmaron la audiencia pública con gente de Corporacion Sur, siempre nos eludieron”, señala  por su lado Caldarelli.

La agrupación “La Boca resiste y propone” han presentado un recurso de amparo para que se revise el paso de las tierras del IVC a la Corporación Sur y posteriormente, la venta al club.

Además, Quinto denuncia que desde la Comuna 4 muy poco se han preocupado por este tema que involucra a muchos vecinos del barrio: “Hemos intimado a los comuneros para que convoquen a una audiencia con los vecinos y aun no tuvimos respuesta. Es notorio que allí hay una bajada de línea desde alguien de más arriba que no quiere que se toque esta temática que involucra a todo el barrio”

ANCCOM se comunicó con Corporación Bs As Sur y desde allí sólo tienen para decir que la licitación otorgada a Boca estuvo en regla y que por el momento no encuentran nada irregular en todo el proceso. Del lado de Boca nunca  se obtuvo una respuesta oficial.

“Los grandes medios de comunicación nunca divulgaron nuestros reclamos y denuncias. Nosotros, junto a otras agrupaciones, hicimos varias marchas y protestas con miles de hinchas y vecinos y no tuvimos la suficiente difusión. Para los hinchas de Boca, La Bombonera toca nuestra identidad, no es sencillo dejarla y mucho menos por un estadio-shopping, al estilo europeo. Además de que los precios van a ser accesibles sólo para los sectores de altos recursos. No queremos eso”, concluye Caldarelli.

Habrá que esperar entonces qué decide la Justicia, qué informará Corporación Sur acerca de los informes realizados y si el tema finalmente será tratado en la Legislatura porteña, como debió haber ocurrido desde un primer momento. Los vecinos de La Boca están expectantes.

No son solo una cara bonita

No son solo una cara bonita

Se saben minoría. Forman parte  de un universo gobernado históricamente por los hombres pero su pasión y su vocación fueron más fuertes que los prejuicios y los  estereotipos. Pero a pesar de todas las dificultades, las mujeres  están ganando cada vez más espacio en los principales medios periodísticos deportivos del país y quieren hacer oír su voz, su opinión, y también, que se las valore por su capacidad y no por sus cualidades estéticas.

«Aceptan que una mujer entreviste a los jugadores, pero no admiten que opine sobre fútbol. Si hacés eso, es punto final. Cuando se trata de opinar sobre fútbol: no te dejan. Puedo ir y preguntarle a un tipo ¿cómo fue tu gol? ¿Estás contento? ¿Terminaste cansado? pero no preguntarle por qué estuvo parado todo el partido. Creo que el comentario irrita a los hombres”. Esta declaración fue hecha por Eglis Giovanelli , la primera periodista deportiva mujer que tuvo nuestro país. Entre fines de los años setenta y comienzos de los ochenta Eglis trabajaba en la prestigiosa tira radial “La Oral Deportiva” por Radio Rivadavia junto a José María Muñoz.  Sin duda, fue una pionera que tuvo que luchar sola contra el prejuicio constante de una sociedad que aún al día de hoy no logra aceptar que las mujeres puedan opinar libremente en los medios de comunicación masivos deportivos. ANCCOM entrevistó a tres periodistas de la actualidad para saber cómo es la vida de las mujeres en esta profesión predominantemente masculina.

Los orígenes

Ángela Lerena, al menos hasta el año pasado, era una de las pocas mujeres que trabajaban en la transmisión de “Fútbol Para Todos”. Hacía campo de juego, donde entrevistaba a los protagonistas de los partidos que le toca cubrir. Pero su pasión por el deporte nació junto a ella: “El Fútbol  ya me gustaba  desde muy chiquita. En esa época, cuando no había tantos partidos televisados por la televisión de aire, se escuchaba mucha radio y me encantaba. Luego, empecé a hacerme amigos para ir a la cancha, en el tren, en el colectivo, hasta en las vacaciones. De esa manera ya tenía un montón de conocidos que veíamos los partidos juntos desde la tribuna”.  Ángela también estudió en Ciencias de la Comunicación  en la UBA y le faltó hacer sólo la orientación, pero las obligaciones laborales le impidieron terminar la carrera ya que entró a trabajar en TyC Sports desde muy chica, a los 19 años.  

Ayelén Pujol es periodista deportiva desde hace once años y la mayor parte de su trayectoria la realizó en la prensa gráfica: “Desde muy chica me gustan los deportes, en particular el fútbol, y también me gustaba jugarlo. Y eso que no vengo de una familia futbolera, donde se respirara ese aire”, dice y agrega: “Mi familia tenía un puesto de diarios y yo me enganchaba con las publicaciones y eso me fue marcando para el futuro”, agrega.

Gabriela Previtera también lleva una importante trayectoria en medios de comunicación masivos deportivos. Últimamente se la pudo ver en tele en la TV Pública y en DeportTV: “Siempre fui muy curiosa , muy preguntona. Mi mamá me decía que iba a ser periodista. Desde chica, desde los 8 años, ya sabía que quería ser periodista. Además, veía que había muy pocas mujeres en el periodismo deportivo y eso también era algo que me entusiasmaba”, cuenta.  “Estudié en Deportea, también locución y Abogacía pero las terminaba dejando  porque trabajaba full time. Hice cursos de redacción, fotografía, y hasta de relato deportivo. Aunque creo que nuestra sociedad aún no está preparada para escuchar un partido de futbol relatado por una mujer”, señala.

Luchar contra el prejuicio

“Cuando entré a TyC Sports era una de las pocas mujeres que había en el canal trabajando de periodista, y en mi puesto que era cronista yo era la única”, cuenta Ángela que agrega: “Siempre noté una subestimación dentro del periodismo con varios colegas, a mí me costó mucho que me manden a cubrir partidos de fútbol, al comienzo me enviaban a cubrir otros deportes, que también me gustaban, pero a mí lo que más me gustaba cubrir era fútbol hasta que me empezaron a dar un lugar de a poco en los partidos del ascenso”.

El caso de Ángela no es para nada aislado y parece ser una constante. Ayelén cuenta sobre sus primeros años: “En  mis comienzos en Clarín podía observar el trato que había respecto a las mujeres. Simplemente por una cuestión de género y sin  medir  la capacidad que podíamos tener respecto a los hombres, a nosotras se nos mandaba a cubrir otros deportes o tareas no tan predominantes”. Y no fue el único lugar donde notó estas diferencias: “En la producción de ESPN éramos solo dos chcicas y teníamos un jefe que no le gustaba trabajar con mujeres. Si había ascensos o cargos importantes vacantes las mujeres era más difícil acceder”.

Y así fue la llegada de Gabriela a los medios: “Entré a la tele por esas cosas del destino. Estaba por cerrar un casting en TYC Sports y llegue con lo justo a enviar el cv y presentarme. Por suerte quedé entre 10 y esas 10 tuvimos que ir al programa y la gente nos tenía que votar para ver quien quedaba, hasta que finalmente quedé yo”. Desde su óptica, también tiene un punto de vista cercano al de las chicas sobre el prejuicio y la valorización de la mujer en este ámbito: “Respecto al trato que veo para la mujer dentro del periodismo ni siquiera te voy a decir que lo vi solo en los primeros años, hasta el día de hoy es como que en muchos lugares se la cosifica y se la ve como una figura decorativa”.

El rol actual

Una de las consecuencias del prejuicio hacia la mujer dentro del periodismo deportivo se ve reflejada en los puestos que ocupan en los distintos medios de comunicación. Al respecto, ésta es la mirada de Ángela: “Hoy se avanzó mucho en la cantidad de mujeres en medios deportivos, pero no tanto en la calidad del espacio que nos brindan, que es siempre secundario en comparación al de los hombres. Por suerte tenemos el ejemplo de Viviana Vila que comenta paridos en FPT y ése es un espacio puramente de opinión, privilegiado para los hombres”

La periodista añade: “La mayoría de las mujeres aún hoy ocupan en su mayoría un rol decorativo o secundario respecto a los hombres. Siempre los roles principales son asignados a ellos, independientemente de la calidad y capacidad que puedan tener las mujeres periodistas”.

Ángela va un poco más allá y agudiza su análisis, extendiendo esta situación a los medios en general, extrapolando esta situación por fuera del periodismo deportivo exclusivamente: “Esto pasa en  la televisión en general, no busca mujeres con alta capacidad intelectual, sino que los requisitos son más estéticos, físicos.  Allí es cuando se tiende la trampa y se refuerza el prejuicio: cuando la mujer quizás no sabe tanto de deporte, y la hacen opinar, quizás realiza un comentario equivocado y esto termina repercutiendo en que se genere una ola de críticas machistas pidiendo la expulsión de mujeres  del periodismo deportivo para que vayan a lavar los platos. Por esto, es que cada lugar que logramos conseguir por méritos propios, debemos cuidarlo, ser lo más profesionales que se pueda y de ésta manera, tratar de ser un ejemplo para las demás chicas que vienen detrás de nosostros”.

Pujol también nos da su punto de vista sobre este tema: “Las chicas que ves en los medios es como que tienen que cumplir con ciertos requisitos físicos para estar. Es un factor que juega y las chicas que vemos parecen cumplir con estas condiciones y estereotipos”.

Previtera, desde un punto de vista cercano al de Lerena, es más crítica con las personas encargadas de buscar, seleccionar y poner en el aire a mujeres que quizás no estén tan capacitadas para trabajar en un programa de deportes: “Yo no cuestiono a las chicas que actualmente ocupan puestos en medios deportivos y no están quizás muy preparadas para hacerlo; en todo caso, la culpa es de aquellos productores que las tomaron en lugar de darle el puesto a otra periodista mujer que esté más capacitada para hacerlo y se preparó para hacer eso”.

Y también introduce el concepto de “cosificación”: “A la mujer  en el periodismo se la cosifica cuando sólo importa que esté buena aunque no sepa decir tres palabras de corrido. Se la cosifica porque al que la contrató  no le importa si no sabe nada de ningún deporte sino solo que esté buena y tener más rating en base a eso”. Y agrega: “Yo no quiero ponerme en ese lugar, quiero que se me valore por mi capacidad y no por si tengo buen físico o por si soy linda o fea. Considero que provocar desde mi imagen obligaría a que presten atención a mi imagen y no a lo que yo quiero contar o la noticia que voy a presentar”.

De esta manera, Previtera piensa que muchas veces las periodistas que realmente están capacitadas para llevar adelante su trabajo terminan viendo perjudicada su imagen por este tipo de situaciones o consecuencias colaterales. Si bien esto pasa también en los hombres (periodistas que no ejercen bien su profesión) se diluye en la cantidad que hay, entonces es mucho más evidente cuando pasa con las mujeres. “Muchas veces te terminan juzgando por las chicas que están en los medios, lindas, atractivas pero que no saben mucho de deportes, entonces terminan  metiéndonos a todos en la misma bolsa y perdemos”, resume Previtera.

El periodismo deportivo

Nuestro país está fuertemente atravesado por la pasión por el deporte (sobre todo por el fútbol) y el negocio que está a su alrededor. Por esa misma razón, existe una enorme producción de programas televisivos y radiales, además de diarios y revistas deportivas. Dentro de ella, aparece una creciente tendencia a la creación de programas que apuntan más a la espectacularización del deporte y sus protagonistas que a la información y el análisis sobre él. “El periodismo deportivo actual tiene muchos vicios. Está muy dedicado al show, al impacto, más al espectáculo que al análisis del juego en sí. Me gustan poco los programas que hay, eligen temáticas polémicas, cosas vacías, que no dejan nada. La televisión cada vez es menos interesante. Quizás la gráfica es más interesante pero las condiciones en las que se trabaja no son las mejores.”

Y una de las consecuencias de que este tipo de programas y periodistas tengan tanto rating y protagonismo termina repercutiendo en sus audiencias: “Finalmente se alimenta el exitismo de la gente: sirve, no sirve, ganador, fracasado. Esto es algo destructivo, a mí me gusta hacer pensar a la gente, debatir ideas y no centrarme en polémicas baratas, sin contenido. Por ejemplo, me gusta dar el ejemplo del rugby, un trabajo a largo plazo, con esfuerzo, conciencia, trabajo en equipo y respeto por los procesos. De todas formas creo que se puede lograr un periodismo mejor y mucho depende de nosotros, de los periodistas”.

Pujol –cuya trayectoria en el periodismo deportivo estuvo más vinculada a los medios impresos- aporta un nuevo punto de vista: “En la gráfica creo que se labura más seriamente que en la tele, donde reina más el amarillismo, la espectacularización “.

Previtera, por su parte también es crítica con el periodismo deportivo actual, y encuentra otros aspectos desde donde cuestionarlo. Pero también  rescata y valora a aquellos que  son dignos representantes de esta profesión: “Hoy en el periodismo actual vemos una mezcla de todo; por un lado vemos lo que la sociedad quiere y que vos entendés que vende y está más vinculado a cierto amarillismo, y por otro lado hay cierto ´amiguismo´ de periodistas que se hacen amigos de los jugadores y luego no pueden medir con la misma vara ciertas situaciones. En televisión tenés a Ángela Lerena, Viviana Vila, Verónica Brunatti  que entendemos como es el juego de la televisión, sabemos poner límites e hicimos que en el periodismo deportivo se nos respete. Esperemos hacer escuela en  este sentido”.

Tiempo de descuento

La charla con Lerena deja la sensación de haber hablado con alguien que hace mucho que está en este  medio y conoce muy bien cómo es su dinámica de funcionamiento actual. También, que tiene muy en claro cuál es el rol que ocupa dentro de este mundo: “Soy parte de una generación de periodistas deportivas mujeres que queremos hacernos valer por nuestra capacidad, y que se nos reconozca por ello.“ Pujol, por su parte, está momentáneamente alejada de los medios deportivos. Actualmente trabaja en el equipo de prensa de un legislador pero no descarta volver a ejercer el periodismo deportivo, su pasión, en cualquier momento.

Previtera también es muy consciente de su rol dentro de los medios y de cómo funcionan estos hoy en día: “Yo como tantas otras mujeres del periodismo deportivo actual soy de las que luchamos para demostrar que la belleza externa no tiene nada que ver con los conocimientos. Algunas mujeres pudimos avanzar en el periodismo deportivo y demostrar que no hace falta ser modelo para ejercerlo.”

Son pocas pero pese a todas las dificultades que aún hoy enfrentan no se dan por vencidas y quieren seguir dando pelea, sumando nuevas compañeras que desean ser elegidas y valoradas por su capacidad y no por su apariencia. Que puedan y se les permita un espacio mayor,  también hablará de una sociedad que está creciendo y evolucionando en búsqueda  de mayor igualdad.

 

 

 

 

Mujeres con pelotas

Mujeres con pelotas

“Andá a lavar los platos”, “no tenés fuerza para patear, sos muy débil”, “que te hacés la cholito, mejor jugá a otra cosa”, son algunas de las frases que alguna vez les han dedicado a todas las mujeres que expresaron su gusto y pasión por el fútbol. Este deporte, siempre se dijo, es una pasión de multitudes y eso trasciende la división de géneros.  Por eso, algunas pioneras en este patriarcal mundo de la pelota no bajaron los brazos ni agacharon la cabeza y crearon Las Aliadas, el equipo de fútbol femenino de la Villa 31.

Una de sus impulsoras es Mónica Santino, ex jugadora de fútbol  en los torneos organizados por la  AFA,  periodista deportiva y actual entrenadora de fútbol femenino, además de una ferviente militante en favor de los derechos de la mujer. La historia comenzó allá por el 2007, cuando un grupo de entrenadoras norteamericanas (donde el fútbol tiene igual o quizás mayor importancia que para los hombres) vino al país a realizar clínicas de fútbol femenino y tareas de ayuda social. Se encontraron con Mónica y su equipo y formaron juntos el programa “Goles y metas”, con el fin de promover el deporte y otras actividades sociales, educativas y culturales dentro de la Villa 31, situada en el barrio porteño de Retiro.

El programa fue creciendo y las chicas de la primera camada decidieron bautizar a su grupo bajo el nombre de “Aliadas de la 31”. Luego, con la ayuda de algunos programas sociales, las chicas dividieron las actividades en dos: la parte de entrenamiento futbolístico por un lado, y la de un espacio grupal por el otro, donde tratan temas internos sobre  prevención en salud, derechos de la mujer, asistencia a víctimas de violencia de género y organización de viajes, entre otros. Así, en 2011, con la idea de que el proyecto siguiera creciendo crearon una asociación civil que fue bautizada con el nombre de “La Nuestra Fútbol Femenino”, desde entonces el sostén legal de “Las Aliadas de la 31”.

“La barrera cultural que existe para la aceptación de que una mujer pueda jugar al fútbol es aún grande, pero siento que hubo avances.», afirma Mónica.

 

“La barrera cultural que existe para la aceptación de que una mujer pueda jugar al fútbol es aún grande, pero siento que hubo avances. No es lo mismo que hace unos años. Hoy, en la ciudad hay muchos grupos de mujeres que salen de laburar y se alquilan una cancha para jugar entre ellas. Otros ejemplos de los avances que veo, ya dentro de la Villa, es que las nenas más chiquitas ya vienen a entrenar con ropa de fútbol; también algunas parejas, o familiares hombres de las chicas más grandes vienen a ver las prácticas mientras cuidan de los hijos más chiquitos al costado de la cancha. Eso es un cambiazo. Es una forma de pasar la barrera cultural de la que estamos hablando”, dice Mónica.

En “La Nuestra” participan grupos de niñas de 6 a 12 años, y también otro grupo de chicas más grandes, sin límites de edad. En total suman 70 mujeres. Todas viven en la Villa 31 y entrenan bajo las órdenes de un equipo de cinco entrenadoras en la hermosa cancha de fútbol 9 del Barrio Güemes, la que a fines de 2010 se le reacondicionó con césped sintético.

Actualmente, las chicas cuentan con el apoyo de un colectivo feminista compuesto por trabajadoras sociales, sociólogas y psicólogas que también las ayudan a registrar la historia de todo lo que viven en el día a día.

La Nuestra, fútbol femenino de la Villa 31, CABA. 20 de Octubre 2015. Foto: Laura Pasotti

» A mí el fútbol siempre me gustó pero mi familia no aceptaba que lo jugara por esas cosas del machismo y del prejuicio. Hasta mis amigos me decían “la cholito”, “la marimacho” y esas cosas», admite Constanza Rojas.

Una de las valientes jugadoras del grupo es Constanza Rojas. “El fútbol fue como una liberación para mí, me abrió la cabeza para muchas cosas -cuenta-. A mí el fútbol siempre me gustó pero mi familia no aceptaba que lo jugara por esas cosas del machismo y del prejuicio. Hasta mis amigos me decían “la cholito”, “la marimacho” y esas cosas. También hubo un tiempo en que me desvié del buen camino y me metí en el mundo de la droga y la delincuencia. Hasta que un día estaba al costado de la cancha y le pedí de jugar a Monica. Y acá estoy, fui saliendo de a poco de ese mundo, me fui enganchando con el grupo, me fue gustando y me quedé. Por suerte pude terminar el secundario, también conseguí trabajo. Tuve mucho apoyo de todas las chicas”.  “Conti”, como le dicen, tiene 24 años y, además de jugar, entrena un grupo de varones desde hace algunos años y está haciendo el curso de entrenadora.

Otra de las chicas del equipo es la simpática y divertida Karen Marín. Tiene 19 años y le dicen con mucho cariño “Pollo”: “El fútbol me ayudó mucho en la vida. Yo era muy tímida, no salía de mi casa. No tenía amigas y ahora tengo un montón. Además, lo mismo que a otras chicas, en mi casa no gustaba mucho que jugara al fútbol, no lo aceptaban. Hasta que un día estaba viendo una práctica porque tenía una amiga ahí  y ‘Conti’ me invitó a jugar. Y de ahí no largué más, nunca falté. Ahora pienso que soy más sociable … hasta tuve la suerte de conocer Alemania gracias a las chicas y eso es algo que voy a estar siempre agradecida”.

A mediados de este año, algunas chicas del grupo fueron a un torneo de fútbol femenino que se hizo en Berlín, Alemania. Además de jugar, las futbolistas participaron de actividades donde se abordaron temas como los derechos de las mujeres y la diversidad sexual. Asistieron chicas de muchos países  y la idea era jugar en equipos que mezclaran diferentes nacionalidades. El encuentro se llamó “Sin fronteras” y se organizó para analizar la problemática actual que vive Europa por la crisis migratoria.

El equipo de «La Nuestra» con Mónica Santino en el centro de la formación.

“Fue muy linda experiencia. Era mi primer viaje al exterior, las chicas eran muy cariñosas. A pesar de no hablar el mismo idioma, te entendías solo con mirarte y por los gestos. Todo era un clima muy amable. En mi equipo había chicas griegas, de Israel, de Egipto, africanas. A mí me decían “Chicken”. Como acá en el barrio me dicen ‘Pollo’, lo tradujeron al inglés, era muy gracioso”, dice Karen.

El viaje duró 10 días, entre junio y julio de este año. “Berlín es otro mundo, la ciudad, la comida, las calles. Había muy pocos policías, no veías robos y eso que la gente de ahí toma cerveza de lunes a lunes, jaja”, agrega Constanza.  Además del fútbol hubo talleres comunitarios, espacios de debate y conciertos musicales. Hasta hicieron un álbum de figuritas con las caras de las jugadoras, como los que suelen coleccionar los chicos con imágenes de futbolistas profesionales. Ahora piensan en replicar ese mismo evento el año que viene aquí en Argentina, pero solo para países de Latinoamérica.

La Nuestra, fútbol femenino de la Villa 31, CABA. 20 de Octubre 2015. Foto: Laura Pasotti

«El fútbol actúa también como una herramienta para combatir la violencia de género. Apropiarte de un juego que históricamente fue de los hombres, que puedas crear un grupo de pertenencia y que puedas entrar a una cancha, parar la pelota, levantar la cabeza y dar un pase hace que tu autoestima crezca», resalta Mónica Santino.

Mónica tiene en claro la importancia del fútbol para generar nuevos vínculos y puentes que puedan ayudar a muchas chicas a tener una vida mejor: “El fútbol actúa también como una herramienta para combatir la violencia de género. Apropiarte de un juego que históricamente fue de los hombres, que puedas crear un grupo de pertenencia y que puedas entrar a una cancha, parar la pelota, levantar la cabeza y dar un pase hace que tu autoestima crezca. Y esto es aún más complicado cuando vivís en una situación de exclusión social, por eso es más meritorio lo de las chicas.  Cuando ellas se dan cuenta  de que jugando al fútbol, rompieron todos los prejuicios; luego es muy difícil que te conviertas en una víctima de la violencia.  Como entrenadoras, y a través de nuestra experiencia, podemos decir que las mujeres que pasan por aquí es muy difícil luego que se conviertan en víctimas de violencia de género”. Y  agrega:  “Cuando están jugando en la cancha, uno de los espacios públicos más importantes del barrio,  se apropian del lugar, es como que están rompiendo un paradigma y eso da mucho orgullo de poderlo contemplar”.

Poder ganarse su espacio en la mejor cancha del barrio no era una tarea sencilla para las mujeres. Tuvieron que pasar algunos momentos feos, pero con perseverancia y firmeza hicieron valer sus derechos y se ganaron el espacio para poder entrenar. “Siento que nos ganamos un reconocimiento y un respeto de los chicos del barrio; ahora nos preguntan cuando entrenamos, cuando jugamos torneos, cómo salimos, algunos hasta nos alientan desde afuera, eso es muy lindo” dice Conti. Y hasta se dieron el lujo de ser unas de las protagonistas de una película que habla del proyecto de las chicas y que fue exhibida en el festival BAFICI 2014: “Mujeres con pelotas

La Nuestra, fútbol femenino de la Villa 31, CABA. 20 de Octubre 2015. Foto: Laura Pasotti

“Tampoco nos gusta que nos utilicen políticamente y hubo algunas situaciones donde percibimos esa intención y nos corrimos a un lado”, afirma Santino.

 

En los últimos años,  la agrupación participó de algunos programas de inclusión social y de becas, algunos otorgados por parte del Gobierno de la Ciudad y otros del Gobierno Nacional. Pero según Mónica, varios de estos programas no cumplieron completamente con sus deseos y expectativas: “Tampoco nos gusta que nos utilicen políticamente y hubo algunas situaciones donde percibimos esa intención y nos corrimos a un lado” . Para ella, si bien se ha crecido bastante en los últimos años respecto al comienzo, hay una falla por parte de los distintos Gobiernos en la concepción de lo que ella llama “Deporte Social”.  “Ojalá las diferentes ayudas que nos dan se puedan mantener en algo estable en el tiempo -dice-, allí es donde digo que quizás al Estado le falta una vuelta de tuerca. Deporte social no es venir un día, hacer un torneo, regalar pelotas, camisetas, te sacas la foto con los pibes alrededor y después te vas.  Pienso que para hacer algo interesante y más organizado tampoco se requiere de mucha inversión”.  Ya pensando en proyectos e ideas a futuro, Conti agrega: “Nos gustaría que nos den la posibilidad de tener una salida laboral y también que nos otorguen un terreno para fundar nuestro propio club, que se llamaría  La Nuestra, claro”.

Integración y desarrollo

Integración y desarrollo

El movimiento del deporte paralímpico, del que forman parte deportistas con algún grado de discapacidad física o mental,  crece cada vez más en el mundo. Y la Argentina no es la excepción. La prueba más fehaciente fueron los últimos Juegos Parapanamericanos disputados en agosto pasado en la ciudad canadiense de Toronto. Nuestro país llevó una delegación récord de  260 personas, de las cuales 169 fueron deportistas (127 atletas masculinos y 42 femeninos). Además, por primera vez, nuestra delegación tuvo representantes en 14 de las 15 disciplinas oficiales. Si bien no se pudo mejorar -por poco- la performance lograda en Guadalajara 2011, la Argentina terminó en el séptimo lugar, con un total de 67 medallas (18 oros, 25 platas y 24 bronces). ANCCOM dialogó con tres deportistas nacionales que llegaron al podio en el certamen continental más importante para atletas con discapacidad.

Sebastián Baldasarri en el Cenard.

Sebastián Baldasarri en el Cenard.

La pasión intacta

Sebastián Baldassarri tiene 38 años y es uno de los atletas paralímpicos con mayor antigüedad dentro del deporte argentino. Representa al país en lanzamiento de bala y de disco y se ubica entre los cinco mejores deportistas del mundo en estas disciplinas. En los recientes Juegos Parapamericanos, obtuvo una medalla de bronce en lanzamiento de disco.

Sebastián perdió la vista en un accidente automovilístico cuando tenía 13 años: “Tuve que empezar una vida nueva. Al principio cursé en un colegio especial donde tuve que aprender el sistema Braille y luego fui al Servicio Nacional de Rehabilitación (SNR). Allí comencé haciendo lanzamiento de bala como un hobby y me terminé enganchando”.

En 1999  viajó a los Juegos Parapanamericanos de México y esa resultó su primera experiencia internacional. Luego fue mejorando su rendimiento y compitió en los mundiales de atletismo de 2002 y 2003, hasta que finalmente se dio el lujo de participar de su primera Olimpíada Paralímpica: Atenas 2004. Allí estuvo muy cerca de ganar una medalla: quedó cuarto. Pero tuvo su revancha en los siguientes juegos y en Beijing 2008 obtuvo la presea de plata en lanzamiento de disco.

Sebastián entrena de lunes a viernes, por la mañana, en el CENARD. Cuando está próximo a participar de competencias internacionales, lo hace en doble turno: “Yo entreno como cualquier deportista convencional de mi especialidad. Ni menos ni más, la única diferencia con ellos es mi discapacidad visual”. Así fue que con los años supo construir una cordial amistad con Germán Lauro, uno de los atletas argentinos con mayor éxito en lanzamiento de disco.

“Yo entreno como cualquier deportista convencional de mi especialidad. Ni menos ni más, la única diferencia con ellos es mi discapacidad visual”.

Una de las cuestiones que Sebastián no quiere dejar pasar por alto es el notorio cambio que hoy vive el deporte paralímpico en nuestro país: “Cuando comencé con esto (a fines de los ´90), éramos una delegación de no más de 25 personas que iban a competir internacionalmente. En Toronto batimos un récord absoluto y eso es una satisfacción enorme. En esto tuvieron mucho que ver el Comité Olímpico Argentino (COA), el  Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) y la Secretaría de Deportes de la Nación (SDN). Pero también nosotros, los deportistas que con esfuerzo y resultados nos ganamos su confianza”.

El próximo objetivo que se propuso Sebastián es realizar una gran actuación en los próximos juegos Paraolímpicos de Río 2016, y luego ver qué deparará su futuro como deportista: “Ya son 22 años dedicando mucho tiempo a este deporte que me encanta. Quizás sea el momento de reflexionar y ver la forma de cómo seguir contribuyendo al crecimiento del deporte paralímpico desde otro lugar.Tal vez, algunos deportistas me tomen como un referente dentro del movimiento, pero yo me considero uno igual a todos los demás. Ya veré  luego finalmente desde qué lugar podré seguir ayudando a crecer al movimiento”, dice.

Sebastián también es abogado y administrador de consorcios, aunque por el momento la alta cantidad de horas que le dedica al deporte le impide ejercer estas profesiones con normalidad.

De Chaco, con amor

Daniela Giménez es de Resistencia, Chaco, y nació hace 23 años sin su antebrazo izquierdo. Pero eso no impidió que ya, desde muy pequeña, practicara distintos deportes como atletismo y gimnasia artística. Pero como notó que dentro del agua se sentía muy cómoda, optó por darle prioridad a la natación.  

Daniela Giménez en la pileta del Cenard.

Su primera competencia importante representando a la Argentina fueron los Parapanamericanos de Río 2007 y, para su propia sorpresa, obtuvo la medalla de bronce en estilo mariposa y pudo clasificar en estilo pecho a los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008.

La natación adaptada se divide en 14 categorías, según el nivel de dificultad con el que el deportista cuenta. Daniela es categoría 9 -por tener el brazo amputado por debajo del codo- y nada varios estilos. Su especialidad son los cien metros pecho y los cincuenta metros libres.  En los últimos Parapanamericanos de Toronto, fue la deportista argentina que más medallas conquistó: cinco (dos de oro, una de plata y dos de bronce).

Cuenta sobre sus inicios: “Siempre competí con chicos convencionales en torneos de clubes. Yo iba al club Universitario de Nordeste y me vio Alicia Boscato, que estaba en el movimiento paralímpico y me invitó a sumarme. Era 2004, ahí me enteré que existía el deporte adaptado, yo tenia 12 años”.

Su primera competencia importante representando a la Argentina fueron los Parapanamericanos de Río 2007 y, para su propia sorpresa, obtuvo la medalla de bronce en estilo mariposa y pudo clasificar en  estilo pecho a los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008, una experiencia que hasta la dejó marcada: “Fue mi primer juego olímpico con 16 años. Resultó algo magnífico, los chinos hicieron todo a lo grande nunca vi algo igual en mi vida. Me refiero en cuanto a organización, infraestructura, el servicio, la atención. Además, Beijing para mí fue un click, me ayudó a darme cuenta que si quería llegar a lograr algo tenía muchas cosas que cambiar, empezando por el nivel de entrenamiento”.

Daniela dice que existe un clima de camaradería y mucho respeto con los otros competidores: “Tengo muy buena relación con ellos. Por ahí no me doy cuenta, pero gente que está en el ambiente nos dice que es mucho mejor que el de los deportistas convencionales. Se sorprenden hasta los jueces. Yo soy la persona más competitiva que conozco, pero eso es hasta que salgo del agua, después no tengo porqué ser competitiva, soy Daniela. Dentro del equipo somos muy amigos también”.

En los juegos de Londres 2012, Daniela conoció a un nadador australiano, se enamoró y se fue a vivir con él a Adelaida, Australia. Si bien entrenaba en lugares de primer nivel mundial, su adaptación fue muy difícil (con una grave lesión en la rodilla de por medio) y extrañaba mucho las costumbres argentinas: “Tuve 3 años muy difíciles, no podía bajar las marcas y estaba estancada. La cabeza en el deportista influye mucho, yo no estaba bien y eso se notaba. Hasta había pensado en dejar la natación. Finalmente decidí volverme al país en 2014 y por suerte nunca baje los brazos, pude salir adelante. Tuve un combo muy positivo que me ayudó: mi preparadora física, mi entrenador y mi psicóloga, además de la familia y los amigos”, subraya.

Daniela siente que el mundial de Natación de este año en Glasgow, previo a los Juegos Parapanamericanos de Toronto, le dieron la fuerza necesaria para volver a creer en sus capacidades y allí fue donde logró la marca mínima para participar en los juegos de Rio 2016, su próximo gran objetivo: “Lograr una medalla allí sería algo soñado, tengo esperanzas en los 200 metros combinados. Y en tres pruebas nadaré seguro: los 50 libre, los 100 pecho y los 200 combinados, que son las que más disfruto”.

Daniela Giménez en la pileta del Cenard.

Daniela Giménez dice que existe un clima de camaradería y mucho respeto con los otros competidores:

Al igual que Sebastián Baldassarri, la nadadora tiene una mirada optimista sobre el crecimiento del deporte paralímpico en nuestro país. Y también lo nota en la difusión: “Por suerte, gran parte de la sociedad fue tomando conciencia del deporte paralimpico y eso lo vemos reflejado y nos pone bien. Nosotros entrenamos al mismo nivel que los deportistas convencionales, yo lo hago al lado de deportistas olímpicos. Tengo, por ejemplo, una muy buena relación con Georgina Bardach, medallista olímpica argentina”, asegura.

Daniela dice que nunca le prestó atención a la mirada de los demás: “Todo depende de cómo se lo tome uno. Para mí es algo normal y me olvido, no me pongo a pensar que me falta un brazo. Yo conocí gente que le faltaba una mano y no sabía cómo atarse los cordones. Uno tiene que darse maña, enfrentar la situación y valerse por uno mismo”.

Al final hay recompensa

Ezequiel Casco tiene 22 años y practica tenis en silla de ruedas, también conocido como tenis adaptado. Representa a Argentina en distintas competencias internacionales de primer nivel mundial.

Ezequiel Casco en las canchas de tenis techadas del Parque Sarmiento.

Ezequiel Casco en las canchas de tenis techadas del Parque Sarmiento.

Fue bebé prematuro, nació de cinco meses pesando 500 gramos, razón por la cual tuvo serias dificultades de desarrollo físico. Una de las consecuencias fue que nunca pudo caminar: “Mi discapacidad siempre la llevé de la mejor manera, lo más natural posible, ya que nunca conocí otra cosa. Es como un rico que ya nace en esa condición, nunca conoció la pobreza”, señala. De chiquito fue a una escuela primaria convencional, nunca se sintió tratado de manera diferente por sus compañeros y siempre compartía los mismos juegos y deportes que ellos, en la medida de sus posibilidades.

Ezequiel descubrió este deporte de casualidad, a los 10 años: “Fue muy loco. Estaba jugando en un shopping con mi hermana, subíamos y bajábamos la escaleras, nos estábamos divirtiendo. Hasta que un señor, Fernando San Martín, que en ese momento estaba empezando con el tenis adaptado, se me acercó y me pidió que lo llevara con mis padres. Allí les ofreció enseñarme a jugar tenis y que me integrara a la organización que se estaba gestando. Eso fue un jueves y a los tres días ya estaba haciendo mis primeras prácticas en el CENARD”, rememora.

Así fue como Ezequiel se convirtió en uno de los primeros deportistas de esta disciplina en el país. Hoy, la Asociación Argentina de Tenis Adaptado (AATA) ha crecido tanto que se ha dividido en tres áreas: Social, Recreación y Alto Rendimiento. Y el reglamento es exactamente igual al tenis convencional, excepto por una sola diferencia: la pelota puede picar hasta dos veces en campo rival.

Ezequiel Casco en las canchas de tenis techadas del Parque Sarmiento.

“Mi discapacidad siempre la llevé de la mejor manera, lo más natural posible, ya que nunca conocí otra cosa. Es como un rico que ya nace en esa condición, nunca conoció la pobreza”, señala Ezequiel Casco

Su primer torneo importante internacional fue el Mundial de Suecia 2007. Allí formó parte del equipo más joven del campeonato y, según cuenta, fue una experiencia inolvidable.

Pero sin dudas, su mayor y más reciente logro fue la medalla de oro que consiguió en Toronto 2015, en dobles, junto a Gustavo Fernández (número seis del mundo y el mejor tenista argentino de esta especialidad):   “Los últimos Parapanamericanos de Toronto fueron mi mejor experiencia. Antes quizás teníamos torneos buenos pero no se veían reflejados en resultados; ahora ganar el oro en dobles junto a Gustavo  fue el premio a tanto esfuerzo. No habíamos empezado bien, pero terminamos jugando en un gran nivel y ganándole a una pareja muy dura como la brasilera”.

Ezequiel destaca el  respaldo del ENARD: “Nos apoya más porque ve los resultados que estamos obteniendo. Antes de su creación, era todo más difícil. Quizás sólo pensábamos en salir del país e intentar jugar cinco  torneos en el año. Ahora, la mentalidad es otra”.

El tenista aún es muy joven y tiene muchos sueños más por cumplir. Uno de ellos es participar de un juego paralímpico, y allí está puesto su foco en estos momentos: clasificar a Río 2016. Luego de ganar el oro en Toronto, cómo no ilusionarse.

 

Actualización 30/09/2015