“Obama viene a impulsar el tratado de libre comercio y a tratar de convertir a Macri en un líder regional”

“Obama viene a impulsar el tratado de libre comercio y a tratar de convertir a Macri en un líder regional”

“Es la primera vez que Estados Unidos o que la derecha regional logra recapturar un gobierno y nada menos que un país muy significativo como es la Argentina y además un gobierno que dice: vamos a volver a priorizar las relaciones con Estados Unidos y con la Unión Europea”, expresa Leandro Morgenfeld, especialista en Relaciones Internacionales, Historia Económica, Política y Social e Integración Regional, doctor en Historia de la Universidad de Buenos Aires e investigador adjunto del CONICET. Morgenfeld analiza las relaciones entre ambos países para explicar las implicancias de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama a la Argentina este miércoles 23 de marzo.

¿Qué opina de que la visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama coincida con el 40 aniversario del golpe cívico-militar en la Argentina?

Creo que la coincidencia de la visita de Obama con el 24 de marzo, con los cuarenta años del golpe militar que ocasionó tantas reacciones y críticas de todos los organismos de derechos humanos, provocó una necesidad por parte tanto del gobierno de Obama como el de Macri de recalcular la visita. Entonces Obama consideró mejor que el día 24 que fue el pedido de (Adolfo) Pérez Esquivel, no estar en Buenos Aires, por eso se va a ir ese día por la mañana hacia Bariloche, para no estar sobre todo en la tarde del 24 que es cuando se van a producir las marchas a Plaza de Mayo, que van a ser muy masivas. Y por otra parte el viernes pasado anunciaron la desclasificación de documentos militares y de inteligencia norteamericanos sobre la última dictadura y esto es algo que más allá de que lo pidió el gobierno de Macri en función del pedido de Estela de Carlotto en febrero, es algo por lo que vienen trabajando los organismos de derechos humanos y académicos de Estados Unidos y Argentina desde 1999. En 2002 Estados Unidos desclasificaron algunos miles de documentos pero más bien del Departamento de Estado, no de las agencias de seguridad militares y de inteligencia. Esa fue una concesión, entiendo yo del gobierno de Obama para evitar las críticas de la Argentina y para llegar en mejores condiciones, aunque es algo muy importante porque va a permitir conocer mejor la participación de Estados Unidos en el Plan Cóndor, la coordinación con las distintas dictaduras del cono sur, el entrenamiento de militares golpistas en la Escuela de las Américas y quizás aporten información para los actuales juicios a los genocidas. Así es que me parece que ese es un logro importante del movimiento argentino por los derechos humanos. Pero sin duda esta presencia de Obama el 24 de marzo en la Argentina le va a agregar un condimento más a las movilizaciones que van a ser muy importantes en el marco del 40 aniversario del golpe.

¿Cómo evalúa la visita del presidente Obama a la Argentina y cómo explicaría su paso por el país luego de visitar Cuba?

La visita a Cuba es fundamental porque tiene que ver con reposicionarse en la región y de paso atraer el voto latino en Estados Unidos que va a ser clave para las elecciones presidenciales de este año. Mostrarse como un presidente que va a tener como legado histórico una política más amistosa, más distendida con Cuba, para Obama es clave, pero los sectores más anticastristas, los que se opusieron siempre a tener cualquier política, a aflojar el embargo y critican a Obama por eso, dicen: ¿Cómo vas a ir a Cuba y legitimar a un dictador, a Raúl Castro?, por eso incluye también a la Argentina en la gira, porque dice bueno, ya no es un viaje sólo a Cuba, es una gira latinoamericana, voy a dos países y respaldar al nuevo líder de la derecha. En ese equilibrio regional entre los gobiernos bolivarianos, los gobiernos progresistas o reformistas del MERCOSUR y los gobiernos neoliberales de la Alianza del Pacífico, los últimos años se mantuvo un equilibrio y casi ningún gobierno cambió de signo político, salvo si queremos el de Chile que perdió (Sebastián) Piñera de derecha y volvió al gobierno (Michelle) Bachelet, no cambió mucho la política económica pero sí cambió el gobierno y la coalición.  

¿Cuál cree que será la actitud de Barack Obama frente al presidente Mauricio Macri?

Obama va a condecorar o felicitar como ya lo hizo públicamente, a (Mauricio) Macri como un baluarte de la democracia y los derechos humanos. Hay que desnaturalizar la idea de que Estados Unidos tiene autoridad moral para decir quienes violan y quienes respetan los derechos humanos. Estados Unidos tiene el peor récord de todos los países del mundo – una potencia imperiales violar los derechos humanos en otros países, sin embargo se auto atribuye el poder manejar qué gobiernos respetan y quienes no los derechos humanos.

¿Por qué cree que lo califica de esa forma?

¿Por qué está diciendo esto de Macri alguien que nunca apoyó los juicios a los dictadores acá, nunca había recibido a los organismos de derechos humanos, nunca había citado a la ESMA? Todo lo que hizo en el último mes digamos, a partir de que venía Obama y para sobreactuar cierta preocupación por los derechos humanos, porque justo Obama va a venir el 24 de marzo, eso le generó un problema ¿Por qué lo hace? porque en la Cumbre del MERCOSUR en diciembre pasado, la primera en que Macri interviene como presidente, ataca directamente a Venezuela supuestamente por no respetar los derechos humanos, es decir, que hay presos políticos, relacionándolo con el tema de Leopoldo López, que fue juzgado por promover la guarimba en donde murieron más de cuarenta personas en Venezuela.   

El tema de los derechos humanos es utilizado como un argumento para intervenir en los asuntos internos de otros países. Pero por ejemplo, nadie dice nada que Obama se reúne periódicamente con sus asesores militares en la sala de situaciones – «situation room», si vieron la serie House of Cards – se reúne ahí donde hay pantallas y teléfonos encriptados y decide sobre la vida o la muerte de cientos y cientos de personas, sin ningún juzgamiento, en otros territorios, es algo que viola toda la normativa internacional, porque cualquier persona que sea presuntamente culpable, tiene derecho al debido proceso, salvo que uno estuviera en una guerra. Eso es una de las cosas más graves que dejó el gobierno de (George W.) Bush, que planteó la guerra contra el terrorismo, que no es un enemigo asequible, no es un país, no es un Estado, no es un ejército. En nombre de la guerra contra el terrorismo se puede hacer cualquier cosa, por ejemplo que los tipos digan: “tenemos información de tal persona que está en Pakistán o en cualquier país, esa persona es un terrorista”, entonces mandan un avión no tripulado que se mete en el espacio aéreo de ese país, podría ser la Argentina, podría ser cualquier sitio, tiran un cohetazo dirigido y lo matan, sin juicio previo, sin avisar, sin dar cuentas ante ningún tribunal internacional, eso es causal de guerra. Estados Unidos lo hace sin ningún juicio, hasta hace unos años se había contabilizado más de mil doscientas muertes durante su gobierno. Esto lo hace Obama porque en el período anterior no existía, porque hay un desarrollo tecnológico y misilístico de Estados Unidos que es la principal potencia. No se ve, no hay filmaciones, es algo más quirúrgico. Hay cantidad de civiles inocentes – lo que ellos llaman daños colaterales – que produjeron estos ataques, asesinatos selectivos como les llaman. Es impresionante que esa persona sea quien plantee qué gobierno viola o no viola los derechos humanos.  Es un tema que me parece ideológico para discutir, importante en la región y político: ¿Por qué asumimos como natural que Estados Unidos determine quién defiende la libertad, la democracia y los derechos humanos? Cualquiera te dice: en Venezuela hay un gobierno autoritario, en Cuba hay una dictadura y nosotros somos los promotores de los derechos humanos, la verdadera democracia, es nuestra democracia. Estados Unidos nunca aceptó además estar en los Tribunales Internacionales, en donde están casi todos los países del mundo, por ejemplo en La Haya (Tribunal Internacional de La Haya) porque dice: a mis ciudadanos y militares no los puede juzgar nadie salvo yo, entonces ese doble estándar son las cosas que hay que desnaturalizar.

 

¿Cuál cree que sea el objetivo de la gira del presidente Obama por Latinoamérica?

Hay algo que es permanente en los últimos 200 años, Estados Unidos tiene dos objetivos estratégicos en la política hacia América latina. Lo primero que hay que decir es que América latina es fundamental para Estados Unidos, algunos sectores dicen: nosotros, América Latina, somos intrascendentes para Estados Unidos porque en las relaciones comerciales somos un porotito en el comercio con Estados Unidos, entonces no hagamos lío porque Estados Unidos nos da la espalda. Esto no es así, para ser una potencia imperial, Estados Unidos tiene que ser una hegemonía sin desafíos en lo que históricamente ellos consideran su patio trasero. En 1823 cuando Estados Unidos planteó la doctrina Monroe y dijo: «America for the americans», lo que está diciendo es América para los norteamericanos, la palabra american en inglés tienen un contenido un poco complejo. Cuando decimos americano pensamos a todo el continente americano, para ellos americans son los norteamericanos. Cuando la doctrina Monroe dice: América para los americanos, hay que entenderla en un contexto en donde las potencias colonialistas de Europa estaban iniciando una reconquista de América y Estados Unidos dijo: no vamos a aceptar que ninguna potencia europea reconquiste los territorios que se independizaron y vamos a ser la garantía de que América es nuestra zona de influencia, así como otras potencias tenían otras regiones de África o de Asia.

¿Qué implica dicha doctrina?

Esa doctrina Monroe que te dice América para los americanos tiene dos implicancias importantes. La primera es que Estados Unidos en los últimos 200 años intervino para que ninguna potencia extra hemisférica la desafiara en su poder en la región. En el siglo XIX lo hizo para quitarle la influencia que tenía Gran Bretaña – hasta la segunda guerra mundial, era la principal potencia, eso lo fue desplazando Estados Unidos. En la guerra fría, tras la segunda guerra mundial hasta el ´89, ´91, el desafío fue con la Unión Soviética, por eso se pusieron tan nerviosos cuando se produce la revolución cubana y Cuba se transforma en un aliado de la Unión Soviética. Recordemos que en octubre de 1962 casi vamos a una tercera guerra mundial por los misiles soviéticos en Cuba. Ésta es nuestra zona de dominio exclusivo y no permitimos que venga la Unión Soviética.

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¿Y cuál sería el desafío en los últimos años?

Está dado fundamentalmente con China, una competencia por ahora más económica que otra cosa pero China se transformó en el primero y segundo socio comercial de Argentina, de Brasil y de Chile, lo mismo que de México y de muchos países de la región. Desafía o reemplaza a Estados Unidos como socio comercial histórico que fue de la Argentina, también en cuanto a sus inversiones y préstamos. Entonces Estados Unidos está tratando de evitar esa creciente presencia china.  

Lo otro que históricamente intentó evitar Estados Unidos es que América latina se junte. Desde que Simón Bolívar planteó el proyecto de la Patria Grande y el primer congreso que se hizo en Panamá en 1826, Estados Unidos intervino en la región para fomentar lo que se llama la “balcanización latinoamericana”, aquello de «divide y reinarás»: hablo con 34 países pequeños, tengo una capacidad de imponer porque hay un diferencial económico, político, militar y de recursos, imponer mis políticas, si tengo que discutir con todos juntos (la UNASUR, la CELAC, etc.) estoy en problemas. Entonces, Estados Unidos siempre tiene -pueden cambiar los gobiernos, pueden cambiar las tácticas- esos dos elementos estratégicos en su vínculo con América latina.

Como vimos desde el inicio del siglo XXI, avanzó China reemplazando a Estados Unidos en cuanto socio comercial. Por ejemplo China es el segundo socio comercial de la Argentina y Estados Unidos recién el cuarto y así con distintos países como mencioné antes y al mismo tiempo avanzó una cooperación y coordinación política e integración regional alternativa: la UNASUR, la CELAC, el ALBA. Si Estados Unidos sigue pretendiendo ser una potencia hegemónica a nivel mundial -cosa que está en discusión porque muchos hablan de que vamos a hacer un sistema multilateral, o que está siendo desafiada esa hegemonía de Estados Unidos- tiene que sostener su dominio en América latina y por lo tanto es clave lo que pase con América del Sur.

¿Qué problemas le impiden o impedían a Estados Unidos sostener dicho dominio?

Casi todos los países de la región y casi del mundo cuestionaban por ejemplo el bloqueo contra Cuba, cuestionaban las políticas agresivas que además habían fracasado. Desde hace más de cincuenta años, Estados Unidos invadió, mandó plagas, intentó con todo tipo de atentados en los años ´60 matar a Fidel Castro, planteó que sigue existiendo un bloqueo económico, comercial y financiero con Cuba y no logra derrotar a la revolución, más allá de todos los problemas que tenga Cuba.  

Entonces, lo que tuvo que hacer Obama es decir: bueno, para solucionar esto vamos a apostar a que se replantee el capitalismo en Cuba, a que se derrote a la revolución, a que se produzca un levantamiento pero con otras estrategias. Entonces en diciembre de 2014  que fue un año y medio de negociación, anunció el fracaso de esa política y que había que ir a una política de distensión con Cuba y ahí empezaron las negociaciones, y el 20 de julio del año pasado, la normalización de las relaciones diplomáticas. Todavía falta levantar el bloqueo, Guantánamo, etcétera y ese proceso va a tiene un punto importante esta semana que es la primera visita en 88 años de un presidente norteamericano a Cuba.

Pero no hay que engañarse, el objetivo estratégico como dijo Clinton y Obama es forzar un cambio en Cuba, sólo que lo están haciendo con otras herramientas, con otras tácticas, fracasó la política agresiva, lo vamos a hacer impulsando la sociedad de capitales norteamericanos, impulsando una lucha ideológica y política, tratando de financiar y fomentar una oposición al sistema político pero es un cambio importante porque ellos dijeron históricamente: no vamos a negociar con la dictadura de los Castro y está Raúl Castro en el gobierno y está Obama, es un triunfo del pueblo cubano y de todo América latina que hayan tenido que reconocer ese fracaso y cambiar de estrategia, eso no quiere decir que Estados Unidos tenga la misma estrategia y al mismo tiempo que hace eso, sanciona a Venezuela.  

¿Cómo se dió dicha sanción?

El 9 de marzo de 2015, Obama firmó un decreto que dijo que Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de Estados Unidos. Esto es ridículo por muchas razones: primero porque el diferencial militar y además porque históricamente Venezuela no invadió ningún país, no mató a nadie de otro país, no fue a la guerra con ningún país desde que está el chavismo, no hay ningún antecedente histórico y, en cambio, sí hay infinitos antecedentes históricos de injerencismo, apoyo a golpes, todo esto ya en documentos desclasificados de la CIA, del Pentágono, que prueban toda la participación de Estados Unidos en los años 50, 60, 70, y 80, durante la guerra fría. Innumerables injerencias en los asuntos internos, ni hablar a principios del siglo XX, directamente con el desembarco de tropas.

El gobierno de Estados Unidos está apuntando a tratar de provocar una caída del gobierno de (Nicolás) Maduro, y el triunfo de Macri impulsa este avance de la derecha. Impulsó el avance de las elecciones de la oposición en Venezuela, impulsó la derrota electoral que tuvo Evo Morales en su intento de reformar la constitución en Bolivia, impulsa la estrategia destituyente contra Dilma Rousseff en Brasil y efectivamente Macri es un punto clave en esa estratégica.

¿Qué agenda de trabajo cree que Estados Unidos va a impulsar en Argentina puntualmente?

Una es la radicación de inversiones, hay más de 600 empresas norteamericanas con inversiones en el país que están nucleadas en la Cámara de Comercio norteamericana en la Argentina (AMCHAM) y es la que está en estos días más activa, alegrándose de la visita de Obama y sus empresas. Chevrón depende de los acuerdos que haga, los hizo con el gobierno anterior a través de YPF en Vaca Muerta y los va a hacer con este gobierno. Por supuesto el presidente de un país y más de una potencia van a alentar la radicación de inversiones, los contratos del Estado para que compremos aviones, barcos o municiones provenientes de Estados Unidos, los acuerdos comerciales.

Estados Unidos se quejaba mucho del supuesto proteccionismo del gobierno anterior pero es uno de los pocos países que tiene un fuerte superávit comercial con la Argentina. Estados Unidos tiene déficit comercial con casi todos los países, con Argentina tiene un superávit de cinco mil millones de dólares por año, sin embargo nos acusa a nosotros de proteccionismo. Hace 15 años que la Argentina viene litigando contra Estados Unidos por un brote de aftosa que hubo en 2000 y dijeron que no comprarían más carne a la Argentina, terminó todo eso y siguen usando esa excusa para no comprarnos carne, para proteger sus propios productores. El gobierno anterior hizo una demanda contra Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio (OMC), esa demanda prosperó y finalmente el año pasado tuvieron que reabrir la compra de carne argentina pero siguen poniendo temas técnicos muy complicados  para evitar seguir comprándonos carne.

Entonces una es el comercio, otra son las inversiones, otra que Argentina eventualmente se incorpore en el acuerdo transpacífico que está impulsando Estados Unidos y otra que es muy grave, que todavía no hablamos, que vuelvan a participar las fuerzas armadas, la DEA, el FBI, el Pentágono en los asuntos internos de la Argentina como hacen en buena parte del continente. Con la excusa de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, Estados Unidos hace inteligencia, espía, tiende lazos con las fuerzas armadas de todos los países de la región y esa es la forma en cómo se constituye en un poder imperial, tiene más de 70 bases militares en América latina y el Caribe, muchas de ellas creadas durante el gobierno de Obama, son bases de nuevo tipo. Nosotros en Argentina tuvimos una en la gestión anterior, fue una base en el Chaco, durante la gestión de (Jorge) Capitanich crearon una base militar cerca de la triple frontera que era supuestamente una base humanitaria ¿Quién la conducía? la cuarta flota del Comando Sur de Estados Unidos, se armó tal revuelo que la tuvieron que desmantelar y se trasladó a Chile y se abrió una base militar de estas de nuevo tipo en Chile.  

La ley antiterrorista que también aprobó el gobierno anterior por pedido de Estados Unidos a fines de 2011, después de la reelección de Cristina (Kirchner), se aprobó en el momento en que la Argentina intentaba recomponer las relaciones con Estados Unidos. Con la excusa del terrorismo y el narcotráfico Estados Unidos penetra, eso no quiere decir que no sea un problema el narcotráfico, pero ¿Cuál es la política que impulsa Estados Unidos en los años 70 en la presidencia de (Richard) Nixon? La guerra a las drogas, que está haciendo un desastre en México y en todo Centroamérica y en Colombia y que está criticada por cantidad de especialistas y sin embargo Estados Unidos de nuevo tiene el doble estándar ¿A dónde va toda la cocaína que exporta América latina? una parte va a Europa y el gruesísimo va a Estados Unidos, ellos tienen los sistemas más avanzados de defensa, que no tenemos en América latina y sin embargo la droga sigue entrando. Un problema es dónde se produce y otro problema es a dónde va, entonces de nuevo Estados Unidos es el paladín del que combate el narcotráfico siendo un país donde entra no donde sólo se consume, sino donde tiene que entrar esa droga. Hay una doble vara. La ministra Patricia Bullrich hace dos semanas se fue de gira a Washington, se reunió con jefes de la DEA, del FBI de la Seguridad Nacional de Estados Unidos y públicamente vienen diciendo lo mismo que el embajador (Martín) Lousteau que hay que volver a cooperar con  Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, así es que hay que prestar mucha atención porque es un tema para preocuparse la vuelta de la DEA, que tenía oficinas en las tres fuerzas armadas argentinas.

 

Retomando el tema de los organismos regionales de integración como CELAC, ALBA y UNASUR ¿Cómo ve el futuro de los mismos con este acercamiento de Estados Unidos a la Argentina?

Creo que es muy importante haber desarrollado herramientas, algunas son de integración como el proyecto del ALBA, impulsado por Cuba y Venezuela. y después se sumaron varios otros países. Argentina formalmente nunca participó aunque sí a través de ciertos movimientos sociales y otros proyectos de cooperación y coordinación política como la UNASUR o como la CELAC. Me parece clave que haya instancias o herramientas que permitan resolver los problemas de la región sin la dirección de Estados Unidos que claramente tiene una historia distinta, intereses distintos y diferencias sustanciales con los países de América latina.  

Ahora bien, es cierto que en los últimos años el proceso de creación de estas herramientas se vio relentizado o frenado por causas económicas como la crisis del precio de los commodities. Se da un proceso de estancamiento, de recesión económica, sumado a eso la caída del precio del petróleo además de los alimentos, generó problemas económicos muy fuertes en Ecuador, y todo eso frenó un poco el proceso de integración. La desaparición de Chávez que era uno de los impulsores hace tres años en marzo de 2013 también tuvo un impacto negativo en esos procesos de integración. Sin duda apuesta Estados Unidos, al tratar de que frenen esos acuerdos aunque en algunos casos no lo dice abiertamente, pero apunta a la creación de otras instancias de coordinación política que contrarresten a estas que mencionamos antes.  

Por ejemplo en 2011 alentó a los gobiernos más afines a que formaran la Alianza del Pacífico que son México, Colombia, Perú y Chile. Esta alianza tiene su propio establecimiento con una clara impronta neoliberal, es una suerte de contrapeso que impulsaron los aliados de Estados Unidos a lo que era el bloque del ALBA. De hecho, Macri está planteando la necesidad de que la Argentina se incorpore o se aproxime a la Alianza del Pacífico, por supuesto Estados Unidos va a tratar de reposicionar a la Organización de los Estados Americanos (OEA), discutamos en la OEA que estamos todos va a decir Estados Unidos y que las otras se enfríen o se caigan; de la CELAC por supuesto que así no habla, con la UNASUR, está más institucionalizada, tiene esa política ambigua.   

Y con respecto a los tratados bilaterales de libre comercio, ¿Cuál cree que sea el mayor peligro que la firma de un TLC con la Argentina conlleva para la región?

Si la Argentina se cortara sola y firmara el tratado de libre comercio, sería como una herida mortal para el propio MERCOSUR, entonces sin decirlo directamente Estados Unidos está apostando a tratar de meter cuña. Cuando discutía el proyecto del ALCA, ¿Qué hacía? aprovechaba las asimetrías que hay en el MERCOSUR y le ofrecía a Uruguay o a Paraguay que firmaran un TLC bilateral sin los demás países, incluso el gobierno de Tabaré (Vázquez) que era el gobierno del Frente Amplio estuvo a punto de firmar un TLC con lo cual se hubiera partido el MERCOSUR. A eso apuesta Estados Unidos y Europa porque les conviene negociar con uno y no con todos, por suerte el MERCOSUR en esa época dijo: la negociación del ALCA va a ser cuatro más uno o acordamos todos o no acuerda ninguno. Esas formas de negociación son claves porque están dándote volumen y la posibilidad de tener una relación de fuerzas más equilibrada. Cuando hay un gobierno que te dice: «Tenemos que volver al mundo, no malquistarnos, tener una política exterior desideologizada, lo único que tenemos que hacer es arreglar con los organismos financieros internacionales, arreglar con los fondos buitre, pagar lo que nos dicen, atraer inversión extranjera y firmar acuerdos de libre comercio porque es la manera de volver a crecer», bueno eso es claramente una política exterior en función de otro modelo económico y eso sin duda apunta contra los esquemas de integración regional. Eso lo veo con muchísima preocupación, no sólo por lo que está pasando en argentina sino por lo que está pasando en todo el mundo.  

Obama viene en parte a eso, viene a restablecer la posición de Estados Unidos y tratar de darle todo el empuje que pueda a Macri  -que no tiene características de líder regional pero está siendo impulsado por la gran prensa de todo el continente y por Estados Unidos- a que se transforme en un líder sobre todo con la crisis de Brasil para traccionar a toda la región en otro sentido.

¿Cree que con este acercamiento de Estados Unidos a la región se intente reactivar el ALCA?

La canciller (Susana) Malcorra dijo hace pocos meses: «El ALCA no es una mala palabra para la Argentina», ni Estados Unidos volvió a mencionar el ALCA y Malcorra dijo esto, queremos hacer acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, queremos hacer el TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica), el Acuerdo Transpacífico con Estados Unidos. Hace dos días tuvo que reconocer Malcorra que si bien no se puede firmar un acuerdo de libre comercio porque hay que discutirlo con el resto de los países del MERCOSUR, estaban en diálogo. Mencionó la posibilidad de que Argentina se incorpore al TPP, es el acuerdo que impulsa y que firmó Estados Unidos hace pocas semanas con otros once países y que tiene características similares a las que tuvo el ALCA en su momento. Entonces, por todo esto es que viene a ratificar Obama, viene a impulsar el tratado de libre comercio como el TPP, viene a tratar de convertir a Macri en un líder regional.

¿Qué opinas de la reciente decisión que la cámara de diputados argentina tomó de pagar a los fondos buitre y volver a endeudarse?

Parece que va en la misma línea, ellos hablan de la negociación con los fondos buitre, yo lo titularía la capitulación con los fondos buitre porque son fondos que hay que recordar, no son ahorristas que compraron bonos de la Argentina y vino la crisis del 2001, esos bonos se defaultearon y están reclamando aquello que les correspondería, no, los fondos buitre son fondos que compraron deuda que ya estaba en default, o sea la pagaron a precio de ganga, no al precio nominal y están haciendo negocios espectaculares con más del mil por ciento, además Argentina le paga a los abogados, paga los intereses de todo este periodo, o sea endeuda al país, se calcula en doce mil millones de dólares, esto es lo que se votó en la cámara de diputados, hay que ver qué pasa en el senado. Dinero que no va a entrar a la Argentina y que además deja la posibilidad de que aquel otro 93 por ciento que aceptó los canjes del 2005, del 2010, más allá que la cláusula RUFO está vencida desde el 2014, puedan litigar contra Argentina o que haya jueces de Europa o de otros países que digan: bueno, momentito,  había una cosa de igual trato y le estás dando mejor trato a estos bonistas y encima no son los bonistas originales sino que son los que compraron los bonos después, que están repudiados en todo el mundo, que la ONU el año pasado a instancias de la Argentina acaba de aprobar una resolución histórica contra este tipo de accionar que pone en riesgo todos los procesos de reestructuración de deuda.  

Me parece que es un desastre con el antecedente que significa para futuras reestructuraciones y por lo que va a significar para la Argentina, de nuevo tratar de sortear los déficits actuales. Entre tanto el país para adelante, con la idea de que eso es lo que nos va a permitir hacer tomar más deuda. Si se van a emitir bonos para pagarle a los buitres, porque esto va a generar confianza en el país para atraer inversiones extranjeras y para otorgar más crédito, dos cosas que desde el punto de vista neoliberal son positivas, para la Argentina y desde mi punto de vista son negativas porque profundizan el proceso de dependencia económica en el cual ya tenemos una larguísima historia  

Y a eso le llaman “abrirse al mundo”…

Argentina nunca estuvo cerrada al mundo y ese es otro tema, volver al mundo de ellos que ni siquiera son algunos países, son seguir la política de determinados países, el mundo no son los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el mundo no es América Latina, el mundo no es Asia, sino que el mundo es seguir las políticas económicas que dice Estados Unidos y sus aliados y seguir las políticas que plantean los organismos financieros, eso es estar abierto al mundo.  

 

“El sistema de medios y el poder político están hablando entre ellos”

“El sistema de medios y el poder político están hablando entre ellos”

Es en la agenda pública donde empieza a verse una audiencia activa, que no asume la agenda mediática como dada, que empieza a cuestionarla, a preguntarse por quién es la fuente de información”, dice Natalia Aruguete en diálogo con ANCCOM.  ¿En qué medida el contenido de los medios masivos de comunicación influye en las audiencias? ¿Qué efectos genera en las mismas? En su reciente libro El poder de la agenda, política, medios y público –editado por Biblos- Aruguete, doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Quilmes cuestiona desde una mirada crítica el poder de las agendas y la relación entre ellas y reflexiona sobre los procesos de selección y construcción de noticias y su influencia real en la opinión de la ciudadanía en tiempos de redes sociales.

En su libro expone las distintas fases en la teoría del establecimiento de la agenda. ¿Cómo funciona aquella enfocada en los efectos cognitivos de los medios?

Es la primera fase –iniciada 1968- que confirma la hipótesis que mantenía otro investigador, Bernard Cohen, uno de los principales antecesores de la teoría de establecimiento de la agenda. Lo que Cohen decía en 1963 era que los medios no tienen capacidad de decirnos qué pensar, pero sí de decirnos sobre qué pensar. No nos instalan ese cómo, pero sí instalan temas más importantes sobre los cuales la gente se forma una opinión. Ellos llevaron a cabo una serie de estudios y descubrieron que los temas que aparecían como los más importantes en la agenda mediática, eran los mismos temas que después aparecían como los más importantes en la agenda pública o en las encuestas de opinión.

En una segunda fase, explica que existen factores, condiciones contingentes, que inhiben los efectos cognitivos ¿Cómo ocurre?

Las condiciones contingentes pueden tener dos tipos de injerencia en la relación entre medios de comunicación y opinión pública o ciudadanía. Estos dos tipos de incidencia pueden ser inhibiendo la influencia de los medios o reforzándola, depende de cada una de las condiciones contingentes a las cuales nos podamos referir. Por ejemplo, se supone que una persona que tiene un mayor nivel educativo puede tener una relación ciertamente crítica con aquello que está leyendo, respecto de determinados medios, pero puede tener al mismo tiempo una mirada de mayor aceptación de aquellos con los que coincide. Y allí ingresa otro factor, otra condición contingente que puede ser la credibilidad en los medios masivos de comunicación. Si yo no tengo confianza, no le creo a lo que dice Clarín por los factores que sean, entonces la agenda de Clarín va a tener una menor influencia sobre mi opinión que la agenda que pueda tener cualquier otro medio.

Después, otro tipo de condiciones, la más importante, es la necesidad de orientación. Es una condición psicológica que plantea que todos los seres humanos necesitamos hacernos un mapa cognitivo de lo que está ocurriendo y cuando intentamos hacernos ese mapa sobre aquellos temas que se alejan de nuestra experiencia, recurrimos a los medios para que nos configuren ese mapa. Entonces, cuando los temas no son experienciales, en el sentido de que se alejan de nuestra cotidianeidad, tienen mayor nivel de influencia que con aquellos temas que tocan nuestra experiencia.

El caso del niño Aylan (Kurdi) que fue hallado ahogado en la playa turca, para nosotros es un tema muy lejano, entonces, cualquier tipo de cuestiones que nos digan los medios tendrán mayor posibilidad de que influyan en nuestras percepciones sobre esa problemática. Incluso si tenemos conversaciones interpersonales respecto a esa temática, es probable que discutamos menos. Diferente sería si nos ponemos a discutir sobre las últimas elecciones en la Argentina porque ese fenómeno toca más nuestra experiencia, conocemos a los actores involucrados y entonces, el efecto que tengan los medios sobre nuestras percepciones será distinto e incluso las conversaciones que podamos tener al respecto pueden llegar a ser más discutidas, podemos llegar a menos o más acuerdos, pero tiene que ver con que nuestra necesidad de orientarnos en temas que tocan o no tocan nuestra experiencia.

¿Qué revela la siguiente fase?

La tercera fase, lo que descubre es que las características de personalidades o temas que ingresan a la agenda de los medios, pueden ser enfatizadas y otras ocultadas. Ese énfasis, que se da a determinados atributos en detrimento de otros, no solamente nos indica sobre qué pensar, sino que también nos forma una determinada opinión sobre esos objetos, es decir, sobre qué pensar pero además cómo pensar sobre esos objetos.

A lo que se le pone énfasis…

A lo que se le pone énfasis pero en términos de características es, si yo digo que Cristina Fernández de Kirchner es una candidata autoritaria, frente a Mauricio Macri, un candidato de consenso, estoy atribuyendo una característica determinada que incide en cómo vos te figurás a esos candidatos, entonces la tercera fase no sólo nos indica sobre qué pensar, sino también cómo pensar sobre aquello de lo que se habla en la agenda de los medios.

En su libro habla de tres tipos de agenda: pública, mediática y política ¿Cuáles son las diferencias y cómo se establece la influencia entre ellas?

Esta sería la cuarta fase en la que ingresa la agenda política porque en las primeras tres, las únicas dos agendas que se ponen en juego, bajo estudio, son la agenda mediática y la agenda pública y se analiza en qué medida la agenda mediática influye sobre la pública.

La agenda mediática es la cobertura de los medios, esta es la agenda de Clarín. Una agenda es un conjunto de temas o atributos. La agenda pública son los temas que interesan a la sociedad como la inseguridad, la inflación, la pobreza, etcétera. En 2002 el principal tema de la agenda pública en la Argentina era la pobreza, hoy la principal preocupación de la agenda pública, es decir, de la sociedad argentina es la inseguridad.

Las agendas públicas también se conforman a partir de los contextos en los que nos encontramos, en un contexto en donde la mitad de la población estaba bajo la línea de pobreza, te digan lo que te digan los medios, vos eso lo estabas viviendo como tema cercano a la experiencia. En 2002 los medios no podían tener demasiada influencia si decían cualquier cosa sobre la población porque la población estaba viviendo en carne propia problemáticas que eran muy dramáticas. Cuando esas problemáticas empiezan a retirarse y empieza a haber un mayor bienestar – que se recuperó en los últimos doce años – temas como la inseguridad por ejemplo, empiezan a ubicarse. Hay autores como el sociólogo Gabriel Kessler, quien acuña en la Argentina el término sentimiento de inseguridad, que dice que este sube en importancia para la sociedad cuando los otros elementos de preocupación de la sociedad están más estables, por ejemplo la economía, el trabajo. Cuando hay estabilidad económica la preocupación por la inseguridad es mayor, dice. Entonces, esas preocupaciones que hay en la sociedad, esas cosas que nos importan conforman la agenda pública.

La agenda política, está formada por aquellas preocupaciones del sistema político. En noviembre no se hacía otra cosa que pensar en las elecciones, hoy es el cambio de Gobierno, cómo se reorganiza y cómo tiene que avanzar en su gestión, teniendo la cámara legislativa en desventaja, teniendo a la gente en la calle bastante movilizada, todas esas cuestiones son temas, issues que están en la agenda política.

Por ejemplo la designación de los dos jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación…

Por ejemplo, la designación de los dos jueces es agenda política porque hay una actuación al respecto por parte del Poder Ejecutivo, pero además hay una discusión alrededor de esa cuestión por parte de los actores que son dirigentes políticos, funcionarios o ex funcionarios. Lo que hay que ver es si esa cuestión -una relación ciertamente endogámica entre el poder político y el poder mediático (coincidan o no ideológicamente), coincide entre las principales preocupaciones del poder político y los principales temas que aparecen en las coberturas de los medios. No estoy tan segura de que esas sean las principales preocupaciones de la sociedad, o sea de la agenda pública. Entonces, una de las cuestiones que me parece que hoy se puede poner en discusión es, en qué medida las tres agendas están hablando de lo mismo.

Entonces ¿Cómo se llega a pensar en un proceso de construcción de la agenda mediática?

Con lo que originalmente se ha llamado agenda building, que es la construcción de las agendas, se analizan distintos factores que están en juego al momento de construir la agenda mediática -más allá de que la relación entre el sistema de medios y el poder político es tensa, hay una relación más endogámica, porque están hablando entre ellos – entonces, las preocupaciones del poder político y las del sistema de medios tienen mayor nivel de coincidencia. Luego de eso, uno puede preguntarse si hay una influencia en la agenda pública, preguntarnos qué pasa en Facebook, qué pasa en Twitter, que puede pensarse como una caja de resonancia de la agenda pública, en algunos sentidos.

Vamos a suponer, que tomamos como ejemplo las redes sociales como expresión de la opinión pública, en vez de sondeos de opinión. Uno podría decir que si hay circuitos de amigos de Facebook o de Twitter en donde se habla de lo mismo, por ejemplo si tiene precedente o no el decreto que designa en comisión a dos jueces de la corte, donde la preocupación es si es constitucional, si es autoritario o no lo es. Pero los circuitos de amistades de Facebook son tribus donde hay coincidencia en las agendas, entonces no lo podemos pensar como una problemática que está homogéneamente extendida a lo largo de los distintos armados de amistades de Facebook, es difícil hoy, con tanta circulación de información. Las audiencias comienzan a ser concebidas como audiencias activas, ya no como una masa homogénea a la cual se le fija la agenda de los medios, hoy hay una disputa por qué agenda se instala. Lo cierto es que la sociedad, los movimientos sociales u otras agrupaciones que tienen menor poder de incidencia en el curso de los acontecimientos, también tienen menor poder de ingresar a la agenda mediática. Hubo muchas manifestaciones de la población entre las elecciones del 25 de octubre y el ballotage, en que se fue armando desde las bases un apoyo a un proyecto, criticando la candidatura de Macri, pero esas manifestaciones no tuvieron tanta repercusión en los medios, ni aparecieron en las tapas de algunos medios como por ejemplo sí las tuvo las manifestaciones que se hicieron en 2008 por el llamado campo, que también es un término que puede cuestionarse.

¿Pero la agenda mediática no tiene también que ver con los intereses de los medios?

Los intereses de los medios son uno de los factores que inciden en este proceso de construcción de la agenda, pero esos intereses no actúan aisladamente, actúan en negociaciones con otros poderes. El poder mediático tiene negociaciones tensas con el poder político, pero también con poderes corporativos. No es lo mismo analizar en qué medida la ciudadanía que se movilizó en el mes de noviembre, o el movimiento piquetero en su negociación con los medios de comunicación; que analizar la fuerza y el poder que tienen las corporaciones sindicales de ingresar en la agenda de los medios, ahí por supuesto se juegan los intereses y sobre todo se juega la ideología de los medios, el perfil editorial de los medios y su ideología plasmada en una agenda. Por supuesto que están los intereses, pero no juegan solos, sino desde un contexto determinado.

Igualmente las manifestaciones en contra del decreto que creó el Ministerio de Comunicaciones tampoco apareció en muchos medios, ¿Se podría decir que no está en agenda?

Ese es otro elemento muy interesante de analizar, yo he trabajado sobre algunas cuestiones relativas a el llamado 7D y lo que fue el proceso de discusión del proyecto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual hasta que se sancionó y lo trabajé en cómo los medios lo cubrían y no es solamente que aparezcan o no, lo importante es cómo aparecen. Si el 7D aparece meramente como una controversia, o si se analizan las consecuencias más profundas que podría generar que se cumpla o no con plazos en los cuales también entran a jugar otros poderes, no solamente el político, sino el judicial. Pero lo que es muy interesante es ver qué ocurre con problemáticas que afectan con los intereses directos de los medios, intereses corporativos, económicos, pero también intereses políticos.

De todas formas, yo no creo que haya ninguna temática en la cual los medios estén completamente despegados, los medios son actores políticos que participan de la vida política muy fuertemente. No es que crear un Ministerio de Comunicación o lograr la anulación de la ley de medios preocupó más a las agendas de los principales medios de comunicación de la Argentina que lo que les preocupó el conflicto con el campo. Los medios de comunicación tuvieron un infernal involucramiento en ese conflicto y les preocupaba soberanamente. Lo que digo es: cuidado con pensar que hay cuestiones de las cuales los medios están alejados, los medios participan de la vida política de la Argentina y el mundo muy activamente, creo que hay pocos temas que hoy dejen de interesarle a los medios en una relación muy cercana.

 

En una fase posterior habla de la eficacia política de las coberturas informativas y su efecto sobre el comportamiento de la audiencia, es decir la agenda setting en red ¿Cómo explicaría el proceso por el cual se conecta la información nueva con la que ya existente en la audiencia?

Lo que empieza a pensarse a partir de la idea de agenda setting en red es que los temas o los atributos que empiezan a instalar los medios, no tienen una linealidad directa respecto de que yo hablo de corrupción, la población habla de corrupción, yo hablo de inseguridad, la población habla de inseguridad.

Vuelvo a las elecciones porque me parece elocuente para plantear. El frente Cambiemos decía que el Sciolismo estaba recurriendo “a la campaña del miedo”. Pero al mismo tiempo, también el frente Cambiemos tenía recurrencias a la idea del miedo de maneras más subliminales, ambos candidatos tenían un acercamiento a la idea del miedo cuando se dirigían a la población. Y lo del miedo es muy importante porque creo que en las reflexiones estratégicas que tienen los equipos de campaña, eso estaba muy presente, lo tenían muy claro. Porque en los argentinos, la idea del miedo está muy instalada, no solamente por la llamada inseguridad, nosotros vivimos una dictadura feroz que se cobró mucha gente y generó a la población mucho miedo.

Entonces, las apelaciones al miedo de los discursos de los candidatos o en las coberturas mediáticas tienen un efecto de agenda en la población, en la medida en la que logran que la idea del miedo conecte con cuestiones que están guardadas en nuestra memoria. La idea de la agenda setting en red alude a esas asociaciones entre lo nuevo que proponen los medios y lo que en algún lugarcito tenemos guardado, entonces al hacer esa asociación, esa temática se nos vuelve relevante, pero no solamente porque aparece en la tapa de Clarín, sino porque logra asociarse a cuestiones que ya tenemos presentes, eso es la agenda setting en red.

La quinta fase es levemente distinta porque lo que se plantea es que, así como en la primera fase, en el año 1968 se descubre que los medios tienen efectos cognitivos, es decir, “nos hacen conocer” aquello que es importante, y la tercera fase tiene efectos actitudinales en el sentido de que tenemos percepciones determinadas sobre los candidatos, temas o personalidades que los medios ponen como relevante, esta fase plantea que además la relevancia que se le de a determinadas cuestiones tiene efectos sobre cómo nos comportamos.

Entonces, la inseguridad es un ejemplo muy elocuente también para hablar de esto porque si Clarín, La Nación, TN o los medios interesados en darle mayor relevancia a estas problemáticas, insisten, e insisten uno se compra una puerta candado o sale menos, o se guarda en su casa antes, cosas que por ahí años atrás nos parecían ridículas pero que el machaque sobre determinadas noticias, la cobertura sobre la llamada inseguridad (me parece importante insistir sobre la llamada inseguridad), es casi el doble de la tasa de delitos efectivos. Entonces, esa cobertura que abona el hecho de que la sensación de inseguridad que se tiene, sea mayor que la cantidad de delitos denunciados, está fuertemente influida por los medios masivos de comunicación porque además no es una problemática que circule en las redes sociales de manera predominante.

En su libro cuestiona los efectos de la teoría de la agenda setting ¿Cuáles serían las críticas que le haría a la misma?

Una crítica que le haría es que el orden de temas aparecidos en la agenda mediática pueda llegar a coincidir, o no tanto, con el orden de problemáticas que aparecen como principales en la agenda pública, eso no significa causalidad, para mí eso no es suficiente para decir que hay un efecto directo porque creo que la agenda setting en ese punto no está incluyendo el contexto en el cual todo esto tiene lugar. No es lo mismo pensar en la influencia que pueden tener los medios en momentos de calma donde por ahí uno lee la tapa de Clarín y no se lo pregunta tanto, que pensar en momentos de campaña electoral, sobretodo tan competitivo como la que hemos tenido. En esas ocasiones, la gente tiene un mayor involucramiento político en términos de mayor eficacia política, de preocupación, de interés por lo que está pasando, lee mayor cantidad de noticias políticas, pero eso no implica necesariamente que tenga un efecto directo. Creo que hay que matizar la idea de los efectos, que es más conveniente en este punto, tomando a algunos autores, hablar de proceso de construcción de agenda y no de proceso de establecimiento de agenda, en el sentido de que el establecimiento de agenda habla de la transferencia, de la relevancia de una agenda hacia la otra, en cambio, el proceso de construcción de agenda lo que supone es que las tres agendas, la política, la mediática y la pública se influyen unas a otras al menos en alguna medida pero que no pueden desconocer lo que está circulando en las tres agendas.

¿Los medios en línea disputan la agenda a los medios tradicionales?

Debemos decir que es en la agenda pública donde empieza a verse una audiencia activa, que no asume la agenda mediática como dada, que empieza a cuestionarla, a preguntarse por quién es la fuente de información. Entonces, esta audiencia activa si bien puede en sus manifestaciones a través de posteos o tuits tomar a la agenda mediática como insumo fundamental, eso no significa necesariamente que asumamos esas noticias como dadas porque también las discutimos, las resignificamos, decimos mirá lo que publicó La Nación pero para hablar también de otra cosa, lo damos vuelta, incluso a veces decimos: mirá La Nación lo que está diciendo, entonces no hay que pensar solamente que el hecho de que estas noticias de la agenda mediática tradicional aparezcan en las redes sociales vaya de suyo que haya una influencia, la influencia se da cuando se producen dos cosas: se da de manera imperceptible, cuando podemos notar dos mecanismos, por un lado, los significados que se le da a aquello que citamos de los medios de comunicación, ya sea en las redes o en nuestras conversaciones, cuando el sentido y el significado que le damos coincide con el sentido que le dan los medios. Clarín me dice: creció el nivel de inseguridad de la población, yo digo: qué barbaridad creció el nivel de inseguridad en la población, allí asumo acríticamente lo que me está indicando, ahora si yo posteo eso en facebook y digo: `mirá Clarín cómo está jugando con el nuevo gobierno para dejarle las manos libres, para el traspaso de la Policía Federal a Capital Federal`, eso es poner en discusión la nota de Clarín, más allá de que yo la cité en mi post. Entonces, insisto, un primer mecanismo para influir en una agenda sobre otra es que yo la asuma acríticamente, pero la otra forma de influencia de la agenda mediática o de la agenda política sobre la pública es cuando yo tomo determinados temas instalados y los pongo en discusión.

A mí me parece que los temas que fueron propuestos para el debate presidencial no fueron temas neutrales, pese a que el debate se presentó como un intercambio de ideas, como una propuesta democrática en donde nos íbamos a enterar de aquello de lo que pensaban los candidatos, y lo que no nos dimos cuenta y no nos preguntamos es que las temáticas alrededor de las cuales los candidatos discutían, estaban prefijadas y no eran neutrales porque hay ciertos grandes issues que aparecieron ahí que tenían una concepción teórica y política por debajo, nadie se los preguntó, lo dieron por dado. Incluso, tanto en los medios como en la gente en esos días, la discusión estuvo dada entre quién chicaneaba más a quién, cuánto se había alterado Scioli, cuánta calma había mantenido Macri, la discusión quedó en un nivel tan banal que eso logró dispersarnos para que no nos preguntáramos por la génesis de los temas. Ahí voy con la importancia de pensar en construcción de agenda, ¿Cómo se construyó la agenda del debate? nadie se lo preguntó, ¿Quiénes son? ¿Qué organización propone los temas? No nos lo preguntamos. No estoy criticando a esa ONG, lo que digo es que todos tenemos concepciones teóricas y políticas por detrás y esas concepciones quedan plasmadas incluso en los temas que elegimos y en los atributos que le otorgamos a esos temas. Si la población deja de preguntarse sobre eso, ahí el efecto de agenda es mucho mayor.

¿Cómo cree que influyeron estas agendas en el ascenso de Mauricio Macri?

Me parece que no se puede hablar de un elemento que haya influido, la verdad es que me parece que la influencia mediática no tuvo un gran poder en ese tiempo, porque después del 25 de octubre, no solamente las encuestas, sino que la percepción pública era que Macri iba a ganar por diez puntos, hasta los que no deseábamos eso y nos movilizamos en contra de eso, incluso hasta las nueve de la noche, todos estábamos convencidos de que ganaba por diez puntos y ganó por dos y medio.

Eso me da a pensar que las agendas del poder tuvieron poco impacto en la población, por lo menos en la mitad de la población que votó en contra de Macri y entonces me parece que lo que allí logró inhibir el efecto de agenda mediática fue la movilización de la población, no solamente en las calles a partir de una conversación permanente, sino además la circulación de información en las redes que pusieron en discusión el set de temas puestos por las agendas mediáticas. Ahí sí creo que hubo en la agenda pública, tomada en términos generales, una resistencia a la agenda que proponían los medios y que proponía el poder político.

“Basta de lloriqueo”

“Basta de lloriqueo”

“Me parece que ha habido una derrota pero no estamos derrotados”, expresó Pedro Brieger con respecto a la victoria de Mauricio Macri en la reciente elección presidencial y continuó trazando un paralelismo entre la situación actual de la región latinoamericana y distintos momentos históricos que a su juicio son muy importantes para pensar la actualidad. “Si uno piensa en 1955, Perón se tuvo que ir al exilio y el movimiento quedó desarticulado por la represión que vino después. Si uno piensa en 1973 en Chile, Salvador Allende fue asesinado y la represión posterior desarticuló también a los movimientos sociales. Si uno piensa en el golpe de Estado en la Argentina, de la presidenta del momento, al margen de lo que pensemos de ella, fue arrestada y también la represión desarticuló a los movimientos sociales”.

El sociólogo y periodista especializado en Política Internacional realizó esta afirmación en el inicio de un ciclo de charlas organizado por el portal Noticias de América Latina y el Caribe (NODAL) y el Centro Cultural de la Cooperación. El propósito de estos encuentros consiste encrear y consolidar un espacio de discusión y reflexión acerca de la coyuntura y actualidad regional.

“Me parece que ha habido una derrota pero no estamos derrotados”, expresó Pedro Brieger.

Además de Brieger, director de NODAL, en este primer debate -denominado “América Latina en Disputa”- participaron la periodista Telma Luzzani y Aram Aharonian, director del periódico Miradas al Sur y fundador de la cadena de televisión Telesur.

Luzzani fue la encargada de poner en contexto el ascenso del conservadurismo en la región: “Creo que el triunfo de Macri tal vez no sea exactamente el primero, también (Horacio) Cartes sucedió a (Fernando) Lugo. No es la primera vez que pasa pero si en un país del peso de la Argentina en un momento como el que estamos atravesando de una Dilma (Rousseff) y un (Nicolás) Maduro con un acoso por parte de la derecha brutal”.

Por otro lado, Brieger remarcó un elemento ventajoso que se da hoy en el contexto latinoamericano: “Hay un elemento muy novedoso en este traspaso de mando y es que la presidenta forma parte de un movimiento derrotado pero donde ella sobrevive a la derrota”. Subraya que el movimiento es derrotado en las urnas pero no en el sentido profundo del término y que los momentos históricos analizados más arriba, no tuvieron demasiado tiempo para construir: “En los casos del 73 en Chile y el 76 en Argentina, los movimientos derrotados y derrocados habían tenido un proceso muy corto, no habían tenido la posibilidad de construir. Allende tuvo apenas tres años, si uno lo compara con estos doce años, la diferencia es inmensa”.

El periodista destacó que reflexionar retrospectivamente la historia ayuda a pensar y señaló tres hechos novedosos que se construyeron en la región políticamente. La primera, la aparición de los zapatistas en 1994 como reacción a las políticas neoliberales. La segunda, el surgimiento de Hugo Chávez con el proceso electoral de diciembre de 1998: “Esa jura tan simbólica que en ese momento impactó, llamó la atención, cuando dijo: ‘Juro sobre esta moribunda Constitución’”, recordó. Y tercero: el estallido del 19 y 20 de diciembre de 2001 en Argentina: “A mi juicio es fundamental para entender dónde estamos parados y que muchas veces nosotros en la Argentina lo olvidamos porque fuimos protagonistas. A nivel latinoamericano fue percibido como una derrota del neoliberalismo”.

“El candidato de aquellos que se supone que son el pueblo, se disfrazó de clase media opositora, nos llenaron la cabeza con que estábamos mal, de que estamos en crisis”, definió Aram.

A su turno, Aram analizó las elecciones en Argentina y las calificó como la pérdida de una batalla dentro de la guerra cultural: “El candidato de aquellos que se supone que son el pueblo, se disfrazó de clase media opositora, nos llenaron la cabeza con que estábamos mal, de que estamos en crisis”. Recalcó que hay muchos jóvenes que necesitan que se les hable de futuro y que es muy importante recuperar la memoria histórica para saber de dónde venimos y sobre todo hacia dónde vamos: “Si solamente recuperamos para saber de dónde venimos es lo más retrógrado que podemos hacer, no construye futuro, no da esperanzas, limita a saber qué pasó y nada más”. En este sentido subrayó que es hora de construir una alternativa diferente desde abajo y que los gobiernos que salen de los movimientos sociales no han entendido el tiempo histórico en que vive la región y que ese es uno de los grandes problemas de América Latina: “No hemos entendido que tenemos un cambio de época, que se terminó la época de la resistencia, estuvimos 520 años resistiendo a todos, tenemos postgrados en lloriqueos y denunciología y no aprendimos que estamos construyendo nuevas sociedades y para ello hay que estar todos juntos. Volvamos a la construcción, crear los organismos desde abajo para poder llevar adelante una sociedad diferente, una democracia participativa, un continente que sea para todos”.

Brieger retomó la idea del fundador de Telesur y lo mezcló con el recuerdo del 2001 y los movimientos políticos que aparecieron tras el levantamiento popular: “El desafío era construir, aquello que Aram -siempre de manera provocadora- dijo: ‘Basta de lloriqueo, tenemos doctorados en llorar, tenemos grandes dificultades para construir’. Creo que es bastante más complejo y me parece que los gobiernos progresistas no terminan de responder, porque además creo que la respuesta no es sencilla”.

En este sentido, el periodista -columnista junto a Luzzani del programa Visión Siete Internacional– analizó cómo se va transformando la tarea de los dirigentes de los movimientos sociales una vez que acceden al poder y pasan a cumplir una función en el gobierno y en el parlamento y pone como ejemplo al actual presidente de Bolivia, Evo Morales: “Evo llega al poder y por supuesto que su relación con el sindicato se deterioró, no tiene tiempo de hacer el trabajo sindical que hacía antes”. Asimismo, analizó el caso de Ecuador: “Recordemos que Rafael Correa es elegido presidente la primera vez sin tener candidatos a diputados y a senadores, porque su movimiento político no existía, era él. Consciente de esta falencia lo primero que hace es movilizar en un proceso constituyente, no sólo para cambiar la legislación, sino para construir mayorías porque no las tenía”.

Brieger subrayó cuál fue, a su juicio, el gran mérito de Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, tomando en cuenta sus propias necesidades y diferencias históricas y coyunturales: “Los tres entienden que tienen que refundar el país y se lo proponen. Para hacerlo en estas condiciones históricas, la mejor manera era a través de una Asamblea Constituyente porque efectivamente se construye poder popular y, a su vez, los procesos constituyentes se hacen a través de la movilización popular”.

“No hemos entendido que tenemos un cambio de época, que se terminó la época de la resistencia, estuvimos 520 años resistiendo a todos, tenemos postgrados en lloriqueos y denunciología», afirmó Aram.

 

Con respecto a otros casos latinoamericanos, en donde no se dio una reforma constitucional sino que los gobernantes electos eligieron otro camino, el periodista comentó el caso de Brasil: “Lula en vez de avanzar hacia un proceso constituyente lo que hace es pactar y negociar. Es verdad que él llega al gobierno ganando la presidencia sin tener mayoría ni en Senadores ni en Diputados. Es más, llega también a contramano porque pierde San Pablo y Porto Alegre que eran los dos bastiones del Partido de los Trabajadores, llega al poder muy debilitado”. Con respecto a los casos de Nicaragua y Argentina expresó: “Salvando las distancias, el Daniel Ortega que llegó después, pactó y negoció con la derecha, no hablo del Daniel Ortega de 1979. El caso argentino fue particular porque no se produce eso de refundar y movilizar ni de pactar y negociar, tiene un camino diferente, pero que sí tiene un punto de convergencia con el camino brasileño y es en cierta medida diferente, el abandono de las calles. Digo en cierta medida, porque acá especialmente después de la muerte de Néstor Kirchner hay un movimiento nuevo de recuperación de las calles”.

Con respecto a la aparición de Mauricio Macri y sus expresiones acerca de una posible suspensión de Venezuela en el MERCOSUR, Brieger declaró: “Dejemos de subestimarlo, muchos lo han subestimado, lo he discutido durante años, su formación es otra y tiene cuadros políticos por todos lados. No hay que pensar que no tiene cuadros, que no saben de política y que sólo tienen globos amarillos, los globos amarillos son parte de la estrategia política y cuando él dice ‘suspender’ estoy casi seguro de que sabe perfectamente que no se puede aplicar aquello que ni siquiera existe porque no hay cláusula democrática en el Protocolo de Ushuaia firmado en 1998, ni siquiera se llama así, es parte de una frase”. Y amplió: “No son ingenuos, lo que buscan obviamente es instalar el tema, quebrar MERCOSUR, UNASUR, es parte de una estrategia política”.

“Dejemos de subestimarlo a Mauricio Macri, muchos lo han subestimado, lo he discutido durante años, su formación es otra y tiene cuadros políticos por todos lados», sostuvo Brieger.

En esta línea, en diálogo con ANCCOM, Brieger opinó acerca de cuál cree que sería el peligro más latente para la región, ante el ascenso de un gobierno conservador en la Argentina: “Creo que a corto plazo, la atomización de los organismos internacionales, principalmente UNASUR y CELAC más que MERCOSUR, éste es un organismo más económico que político, pero si el nuevo gobierno argentino decide intervenir fuertemente en UNASUR puede contribuir a congelar aún más proyectos que están caminando muy lentamente como el Banco del Sur y el Consejo de Defensa Suramericano, creo que ese sería el objetivo de ellos”.

Por su parte, Telma Luzzani comentó: “El regreso del neoliberalismo con una nueva figura y con características diferentes a las que conocemos antes me parece que entraña un peligro en la medida de que es un modelo conocido y que podría llegar a ser usado como ejemplo para otros países de América del Sur. Podemos decir que los países que tal vez tengan más importancia son Brasil en primer lugar, Argentina y Venezuela, también Ecuador y Bolivia por supuesto, pero son países más chicos y me parece que entonces puede ser tomado Argentina como plataforma para cercar a Brasil y acosar todavía más a Venezuela”.

En este sentido, Aram Aharonian comentó a ANCCOM sobre este escenario en Argentina: “El problema es que se rompe una tradición de doce años de estar junto a los gobiernos progresistas de la región, Argentina es uno de los países principales y hoy parece que va a abandonar esa posición, va a tener que acomodarse a la realidad latinoamericana, no es tan fácil tampoco para el gobierno conservador. El problema es que no hay que quedarse solamente en las declaraciones, hay que ver los hechos, vamos a ver cómo va a ser la política exterior. Tampoco tiene tanto margen, ni Argentina es líder de nada en este momento en América Latina como para decir que deja tal cosa. Hay que ver, yo creo que no hay que ser tremendista ni nada por el estilo”.

Brieger recordó cuando el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue el único que votó en contra del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en la III Cumbre de las Américas, en la ciudad de Quebec, Canadá: “Chávez llega al contexto regional del ALCA, rodeado de Menem, Fujimori y Zedillo en México, era el neoliberalismo en su máxima expresión. Era un extraterrestre, no podía actuar, se va construyendo a medida que explota la Argentina en el 2001, aparecen Lula, Kirchner, Tabaré Vázquez”. Asimismo, recalcó: “Es interesante lo que pasó en 2005 en esa Cumbre de las Américas, porque había dos referentes conservadores muy fuertes: (Vicente) Fox y (Álvaro) Uribe, pero que no tenían ni siquiera en ese momento la capacidad de construir una corriente conservadora que se opusiera a lo que estaba germinando y que se construye como muy fuerte”. En esta línea, Brieger explicó: “Macri entra en el escenario regional donde le es desfavorable por ahora y no hay elecciones presidenciales importantes -salvo Perú- a corto plazo. Y aunque Evo Morales pierda el referéndum en febrero, va a seguir siendo presidente, así como Rafael Correa hasta el 2017. En ese contexto, Macri se va a tener que mover y esto quiere decir que entra, salvando las distancias, como Chávez en el 99, solo”.

El director de NODAL explicó que se abre un contexto interesante y todo un desafío: “No sé cómo podremos responder, pero tiene que ver más con la Argentina de seguir construyendo, creo que es un desafío y es novedoso también. Debemos tomar en cuenta que estos doce años fueron muy importantes porque Macri no recibe un país en estallido, ni con la hiperinflación del 89 que logró disciplinar y generar consenso para que se privatice absolutamente todo. Esa transición, además, venía después de las diferentes crisis del alfonsinismo que, a su vez, venía después de la dictadura. Si nosotros juntamos alfonsinismo y dictadura son más o menos los mismos años de kirchnerismo. Sirve para dimensionar lo importante que han sido estos doce años y que me imagino que Macri toma en cuenta respecto de las medidas que quiera tomar”.

El periodista finalizó su exposición con la idea de que el gran desafío de la construcción tiene que ver con construir cosas bellas, atractivas e interesantes para la sociedad en su conjunto: “Construir algo que sea transformador y que genere esperanza porque si no, ganarán los globitos de colores que son mucho más lindos”.

“Dejamos una Argentina que ha renacido”

“Dejamos una Argentina que ha renacido”

“Quiero saludar con todo mi afecto y reconocimiento al maravilloso pueblo argentino en una jornada democrática ejemplar en donde la voluntad popular ha elegido al nuevo presidente, al ingeniero Mauricio Macri a quien acabo de saludar, deseándole éxito por el bien de nuestro país”, dijo el candidato a presidente de la Nación por el Frente Para la Victoria, Daniel Scioli, a las 21.35, cuando la derrota era hecho. Después de horas de expectativa en el Centro de Campaña, Scioli apareció en el escenario de Hotel NH junto a su esposa Karina Rabolini, su hija Lorena y su equipo de campaña. Los ánimos estaban caídos y tres horas y media después de finalizados los comicios se daba por finalizada la elección a presidente de la Nación en una jornada histórica: por primera vez se definió el ocupante del Sillón de Rivadavia a través de un balotaje.

Faltarían todavía un par de horas para que el escrutinio final determinara la victoria de Cambiemos con el 51,4% de los votos contra 48,6%  de Scioli. Fueron apenas 2,80 puntos de diferencia que representan 705.000 votos sobre un total de 25 millones.

Scioli agradeció a la militancia y a los más de diez millones de ciudadanos que le dieron su apoyo.

Scioli agradeció a la militancia y a los más de diez millones de ciudadanos que le dieron su apoyo y recorrió los logros en materia económica y políticas sociales en estos doce años de gobierno: “Dejamos una Argentina que ha renacido, con su fuerza emprendedora que se ha industrializado, un país que dejamos con la enorme tarea de tomar la posta, con la tasa más baja de desempleo de muchísimos años, con la tasa más baja de desendeudamiento desde el año 1976. Nuestro país no tenía esta libertad de independencia económica”. Asimismo, remarcó los logros en estos años en materia de educación: “Una Argentina que ha puesto en la educación un pilar fundamental de inclusión social generando innumerables oportunidades a los jóvenes de cara al futuro. Una Argentina que ha puesto a la ciencia y la tecnología como una política de Estado, con científicos que han vuelto a nuestro país para contribuir al progreso, al desarrollo de nuestro país”. Agradeció a su compañero de fórmula Carlos Zannini y recalcó que el pueblo, profundamente demócrata, ha elegido una alternativa. Agregó que espera que Dios ilumine por el bien de todos los argentinos.

Frente a la tendencia de los resultados, en ese momento con el 63,26% de las mesas escrutadas y con 7 puntos abajo con respecto a Mauricio Macri, expresó: “Los resultados ya muestran una tendencia definitiva y por eso me parece muy oportuno llegar desde lo más profundo al corazón de cada argentino y decirle que como he hecho a lo largo de mi vida, siempre voy a buscar el lugar que sea, para poner a la bandera argentina bien en alto”.

Asimismo manifestó su vocación de servicio y el amor por su país: “Siempre, hasta el último suspiro, voy a estar con esa vocación de servicio y con ese amor por la Argentina, para poder ayudar especialmente a los que más necesitan al Estado al lado suyo para que puedan seguir definitivamente adelante”.

Dijo, además, que defenderá a los compañeros trabajadores ya que son la base fundamental del movimiento justicialista, y el Centro de Campaña se llenó de emotivos aplausos. Puntualizó además que el Estado es el centro fundamental de todas las iniciativas que han generado seis millones de puestos de trabajo, la inclusión de tres millones de jubilados, y políticas de salud con un calendario de diecinueve vacunas y que, gracias a ello, se ha logrado la tasa más baja de mortalidad infantil.

A las 18:26, Alberto Pérez había dado la primera declaración a la prensa: «Hoy ganó la democracia en la Argentina”.

Las primeras palabras en el Hotel NH las había acercado  Alberto Pérez, jefe de campaña del FPV, a las 18.26: “Hoy ganó la democracia en la Argentina”. Se sabe, en la política argentina cuando alguien reivindica el triunfo de la democracia es porque su partido perdió en las elecciones.

Fue a las 19:30 cuando el país entero conocería los primeros resultados de la elección. La tensión crecía a cada minuto y las caras de preocupación y nerviosismo se respiraban en el Centro de Campaña del Frente para la Victoria. En el Centro de Campaña de Cambiemos ya se festejaba un resultado que aún no era oficial, mientras que en el de Scioli, se esperaba con cautela.

Las caras de desconcierto iban en aumento, mientras aparecían los datos oficiales. El equipo que acompañaba a Daniel Scioli subía y bajaba los pisos del hotel NH, donde se reunió el espacio kirchnerista para esperar los resultados del balotaje a presidente de la nación. Por su parte los bombos de la militancia, ya presente en las afueras del Centro de Campaña, se hacían escuchar en las inmediaciones de la Plaza de Mayo con la esperanza de que los datos oficiales revirtieran las tendencias

A pesar de la derrota consumada, miles de militantes de distintas agrupaciones del FPV -Nuevo Encuentro, La Cámpora, el Movimiento Evita, entre otras- esperaron en las inmediaciones de Plaza de Mayo, el tradicional espacio de las manifestaciones políticas argentinas. Se quedaron allí, aún conociendo los resultados. Lágrimas, abrazos contenedores y cantitos que proliferaran en forma de promesa: “No pudo López Rega, no pudo Isabel, no podrá Mauricio Macri, acá estla la JP”, era uno de las consignas.

Una hora después llegó el director de ANSES Diego Bossio: “Es una elección en la cual nos sentimos muy orgullosos, estamos convencidos que de la democracia se ha fortalecido en todos estos días, se han fortalecido las ideas, se han puesto en consideración dos visiones sobre la Argentina, y hoy se escuchó la voz de las urnas”. Luego de las palabras de Scioli en el búnker del Frente para la Victoria la tristeza no tenía fin, algunos trataban de explicar lo sucedido, otros simplemente manifestaban incredulidad.

Los rostros de la militancia en la Plaza de Mayo.

Poco a poco el Centro de Campaña fue quedando vacío, aunque la militancia, siempre presente, no paraba de cantar y acompañar al candidato que no llegó a ser presidente de la Nación. Abrazos solidarios y la promesa de que no dejarán que se atropelle ninguna de las conquistas sociales, acompañaros el final de la jornada.

La política autoconvocada

La política autoconvocada

La finalidad de la política para la filosofía griega es lograr el buen vivir. Esto implica tener cubiertas las necesidades básicas para luego -desde una dimensión ética- disponer de la filosofía, la deliberación, y la acción, es decir, involucrarse en la cosa pública. En este sentido, es sujeto de la política, aquel ciudadano que discute, piensa y reflexiona. Esa política, la que concebían los griegos, parece expandirse en la Argentina, que vive una coyuntura electoral crucial ante el balotaje de este domingo. El domingo, además de presidente, la sociedad debate entre dos modelos de país y la ciudadanía levanta su voz para hacer uso pleno de sus derechos.

Después de la sorpresa electoral del 25 de octubre último, miles de autoconvocados fueron protagonistas directos del resurgir de la política: la ciudadanía se convirtió en militante. Las calles dejaron de ser única y exclusivamente jurisprudencia de la juventud organizada, las agrupaciones y partidos políticos, para que la sociedad en su conjunto se empoderara con actividades e intervenciones para hacer ni más ni menos que política. Frente a este ferviente panorama, Tomás Várnagy, filósofo y doctor en Ciencias Sociales y titular de Teoría Política y Social I y II de la carrera de Ciencia Política en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), comenta: “Resulta interesante observar el resurgimiento del interés por la política. Hoy, son tres los principales grupos que parecen interesados en ella: sobrevivientes de los setenta que siempre estuvieron politizados; jóvenes que en los noventa no tuvieron posibilidades de canalizar lo que sentían políticamente, y una generación aún más chica que descubrió un líder (Néstor Kirchner) que sobrepasó las expectativas de esta generación”.

Según Tomás Várnagy, «se encontraron distintas generaciones en un espacio común compartiendo lo mejor de sí: experiencia por un lado y energía renovada, por otro”

El filósofo comentó que le resulta interesante ver, dentro de una reunión político partidaria, a personas de 60, 40 o 20 años: “Se encontraron distintas generaciones en un espacio común compartiendo lo mejor de sí: experiencia por un lado y energía renovada, por otro”. Al mismo tiempo, Washington Uranga, periodista, docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires (UBA), sostuvo que el resurgir de la política tuvo que ver con una toma de distancia de la situación política: “No había suficiente comprensión de lo que se estaba poniendo en juego. Lo que ahora está convocando es la reacción de quienes están viendo cómo las políticas públicas efectivamente inciden en su vida cotidiana, y eso es lo que no quieren perder. De todos modos, el trabajo de políticas públicas tiene que ir acompañado de una construcción de sentido político de lo que ellas significan. Y las políticas públicas no estuvieron acompañadas de ese trabajo. Creo que el hecho de las elecciones y su resultado terminó convirtiéndose en un catalizador de la realidad y permitió que emergiera esta mirada”.

Por su parte, Alejandro Grimson, doctor en Antropología, investigador del CONICET y docente del Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la UNSAM, con estudios en Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA), expone: “El kirchnerismo fue parte de un proceso más abarcativo de la sociedad argentina. La división operó entre sus miembros, que consideran que protagonizaron los cambios sociales más relevantes en décadas, y sus opositores que consideran que la república está gravemente amenazada. La mayoría de los votantes del Frente para la Victoria (FPV) considera que de no triunfar Daniel Scioli, habrá una pérdida gigantesca de los avances económicos y sociales. La mayoría de los votantes de Mauricio Macri considera que de no triunfar Cambiemos, existirían amenazas para la libertad y la democracia. Más allá de las razones, el hecho social es que las creencias sociales producen consecuencias reales: la polarización y división es justamente un hecho”.

«La mayoría de los votantes de Mauricio Macri considera que de no triunfar Cambiemos, existirían amenazas para la libertad y la democracia. Más allá de las razones, el hecho social es que las creencias sociales producen consecuencias reales: la polarización y división es justamente un hecho”, explicó Alejandro Grimson.

En estas pocas semanas surgieron movilizaciones de vecinos autoconvocados, artistas y científicos que, efectivamente, se encargaron de explicitar a la sociedad cómo las políticas han afectado su cotidianeidad. Para visibilizar esto, en múltiples puntos del país se organizan actividades que van desde tocar los timbres de los barrios hasta encuentros masivos en espacios públicos, como fue el caso del Parque Centenario (donde se reunieron cinco mil personas) o de la convocatoria en apoyo a Daniel Scioli del 18 de noviembre último, que no tuvo ninguna bandera partidaria al frente y reunió a miles de ciudadanos.

Ante la propaganda oficial de quienes se disputarán el acceso al poder del Estado en el balotaje, los ascensores de los edificios, las ventanas de las casas, los tachos de basura, los bancos de las universidades, entre otros miles de espacios públicos y privados, fueron receptores de carteles (impresos o escritos a mano) que explicitan lo que podría suceder en caso de un eventual gobierno de Mauricio Macri. Apelaciones a la crisis de 2001, al neoliberalismo en su máxima expresión, a las consecuencias socioeconómicas que sus políticas podrían traer aparejadas fueron mayoría.

“La intervención del Estado a través de las políticas públicas fue fundamental y abarcó a un gran segmento de la sociedad», explicó Tomás Várnagy sobre el resurgimiento del interés político.

Estas experiencias dan cuenta de una toma de conciencia acerca de la incidencia de las políticas públicas en la realidad concreta de las personas y su impacto en la ciudadanía. Várnagy opina que tuvieron mucho que ver en el resurgimiento del interés político: “La intervención del Estado a través de las políticas públicas fue fundamental y abarcó a un gran segmento de la sociedad: niños y niñas con la Asignación Universal por Hijo (AUH), adultos y adultas mayores con el sistema previsional, amas de casa con su correspondiente jubilación, Ley de Matrimonio Igualitario, política de Verdad, Memoria y Justicia, por nombrar sólo algunas.” El filósofo expone que lo descripto está dirigido a poblaciones históricamente invisibilizadas y marginadas que, a través de las políticas, se empoderaron y, de esta manera, ganaron mayor autonomía.

En este proceso de politización de la sociedad argentina, los medios de comunicación juegan un papel importante. Al respecto, Várnagy comenta: “Depende de qué medios de comunicación. Los hubo a favor de la politización y los hubo en contra. De ambos lados hubo una fuerte partidización. De ahí las divisiones que surgieron y provocaron la famosa “grieta” entre los “K” y los “anti K”. Por su parte, Uranga explica: “El proceso político es necesariamente educativo. Hay un desplazamiento del escenario del debate hacia el sistema de medios y esos medios simplifican la complejidad de lo político. Creo que tienen mucho incidencia pero que, en el último tiempo, se ha planteado una mirada crítica y resignificativa por parte de la ciudadanía en relación a lo que los medios dicen, aportan y la posición que toman”.

«Nosotros tenemos una tradición muy demandante: el Estado me tiene que dar, el gobierno me tiene que dar. ¿Qué es lo que nosotros podemos aportar? ,» se preguntó Washington Uranga.

Según los investigadores, ha habido un traspaso de una democracia representativa o delegativa a otra más participativa, a través de la implementación de diferentes políticas públicas y con ello de factores políticos más o menos relevantes que las propician. Para el doctor en Ciencias Sociales tal vez pueda pensarse en el agotamiento de las conducciones centrales, personalizadas. Al respecto, Washington Uranga expone que hay que discutir el sentido de lo público y en qué medida trabajar en una perspectiva ciudadana que ha puesto demasiado énfasis en los derechos y poco en las obligaciones y responsabilidades: “Una democracia participativa se basa también en que la sociedad civil asuma sus responsabilidades, que los ciudadanos asuman que son copartícipes en la construcción de lo colectivo. Nosotros tenemos una tradición muy demandante: el Estado me tiene que dar, el gobierno me tiene que dar. ¿Qué es lo que nosotros podemos aportar? ¿Cuáles son las obligaciones que son parte esencial de la ciudadanía mirada como dos caras de la misma moneda: derechos y responsabilidades?”.

Por otro lado, con respecto a la posibilidad de que exista una relación entre este despertar y la posibilidad de que el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri sea presidente, Várnagy opina: “Es indudable que los jóvenes macristas han despertado un interés en la política, lo cual –en parte- logró que sea elegida María Eugenia Vidal como gobernadora de la provincia de Buenos Aires. El interés sobre la política fue más allá del peronismo o la izquierda, hubo también un despertar del centro-derecha y el neoliberalismo económico y político”. En la misma dirección, Uranga expresa que hay un despertar en ambos sectores: “Hay quienes están reaccionando y la sociedad en su conjunto está movilizada. Lo que está movilizando es un debate sobre cuestiones centrales, el rol del Estado, lo que se puede ganar o perder, cómo puede afectar la vida cotidiana. Más que la posibilidad de que uno u otro sea presidente, se discuten propuestas que afectan la vida, el proyecto de país, el sentido de cómo pensar la sociedad y cómo pensar las propuestas para la sociedad que cada uno quiere”.

“Es indudable que los jóvenes macristas han despertado un interés en la política, lo cual –en parte- logró que sea elegida María Eugenia Vidal como gobernadora de la provincia de Buenos Aires», opinó Tomás Várnagy.

En esta trascendencia de la participación política, más allá de la militancia per se, el filósofo Várnagy opina acerca de las acciones propuestas por colectivos de artistas o vecinos en la tarea de contribuir al debate y la reflexión política: “Las actividades que se proponen que no sean exclusivamente de la militancia son muy importantes y efectivas. En primera instancia, porque une generaciones y a partir de allí hay una reconstrucción de la historia; luego, la red social se fortalece. Estas acciones están en un escalón más abajo de la militancia con el consiguiente riesgo de lo inorgánico pero, insisto, producen, movilizan y ayudan a corregir errores cometidos por las conducciones centrales”.

Uranga expone, en la misma línea. Señala que son importantes porque hablan del sentido político y de su construcción: “Me parece que tendremos que pensar cómo se da la política por fuera de las instituciones, por fuera de los partidos, como un ejercicio ciudadano no orgánico y no institucionalizado. Así como en el 2001 tuvimos que pensar los movimientos sociales, ahora tendremos que reflexionar y analizar esta nueva realidad que, todavía, estamos observando y admirando. No sé si tenemos categorías para un análisis de fondo. Habrá que seguir observando y ver cómo se extiende o no en el tiempo y cuáles son las consecuencias”.

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Actualización: 18/11/2015