Evo y Hebe

Evo y Hebe

«Evo está en nuestro país para que Bolivia pueda tener las elecciones que se merece», subrayó Bonafini.

Los colores de decenas de wiphalas adornaron la Plaza de Mayo. Al grito de “Evo amigo, el pueblo está contigo” y “Evo no está solo, carajo”, el presidente depuesto de Bolivia acompañó a las Madres en su tradicional ronda, la número 2176. Su participación fue acompañada por simpatizantes y numerosos miembros de la comunidad boliviana en Argentina.

Un grupo de mujeres, líderes de la vigilia que se lleva a cabo desde el 13 de noviembre frente a la Embajada de Bolivia en Buenos Aires, cantaron y bailaron al ritmo de las palmas de todos los asistentes. “Estamos felices de poder apoyar a nuestro presidente y lo que pedimos aquí es la renuncia inmediata de Jeanine Añez que se autoproclamó presidenta”, afirmó Constantina, quien prefirió reservar su apellido por razones de seguridad, en diálogo con ANCCOM.

Otra manifestante, quien tampoco dio su nombre, agregó que el llamado a la vigilia es “para todos los compatriotas residentes”. También aseguró que el reto es proteger los recursos naturales: “Tenemos que defender a nuestro país porque los yankis van por el litio”.

«Evo, amigo, el pueblo está contigo», le cantaban al líder boliviano.

Morales tuvo su turno para hablar a los asistentes y agradeció al pueblo argentino por unirse a la lucha por una Latinoamérica libre. Añadió que las Madres de Plaza de Mayo son un ejemplo en la defensa de la democracia y lucha por la libertad.

Cuando inició la ronda, para Morales fue imposible unirse debido a la gran cantidad de gente. Al terminar, las Madres condenaron el golpe de estado en Bolivia. “Nuestros hijos dieron la vida, con todo el amor, por la gran patria latinoamericana. Por ellos continuamos nuestra lucha”, dijo Hebe de Bonafini, presidenta de la organización. Agregó que la plaza es un lugar de lucha y hasta retó a algunas personas: mencionó que el objetivo de la jornada no consistía en sacarse una foto con el Presidente.

“Evo está en este país para luchar y pelear, para que Bolivia pueda tener las elecciones que se merece”, subrayó y advirtió que el golpe de estado que le hicieron al pueblo boliviano también se lo hicieron a Ecuador y Venezuela.

Morales se despidió después de hablarle a la Plaza y varios de sus seguidores se quedaron marchando hacia el frente de la Casa Rosada. Queda pendiente el resultado de la reunión que tendrán los dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) el próximo domingo 29 de diciembre, que tiene el objetivo de elegir a los candidatos para las próximas elecciones en Bolivia.

«Justicia ambiental es justicia social»

«Justicia ambiental es justicia social»

«No solo se vulnera a la naturaleza, sino que también hay miles de personas que se ven afectadas en sus derechos humanos», denuncian Magalí Rabassa y Julieta Iztcovich.

“La crisis climática ha llegado y se ha ido acelerando más rápido de lo previsto. Es más grave de lo que se anticipó y amenaza a los ecosistemas naturales y al destino de la humanidad”, aseguran los investigadores William Ripple y Christopher Wolf en una carta publicada en la revista Bioscience y firmada por más de 11 mil científicos de 153 países. «Clara e inequívocamente el planeta se enfrenta a una emergencia climática», sostienen.

Cientos de organizaciones civiles alrededor del mundo han convocado a marchas y protestas durante este año para reclamar a los gobiernos que tomen medidas. En Argentina, uno de los colectivos más representativos del movimiento ecologista es el que se emparenta con Fridays for Future, originado por la activista sueca Greta Thunberg, quien decidió protestar frente al Parlamento de su país todos los viernes después del colegio. La agrupación lideró la última movilización global por la crisis climática el pasado 27 de septiembre. Julieta Iztcovich y Magalí Rabassa forman parte de ella y, en diálogo con ANCCOM, detallan los aspectos de su lucha.

¿Qué es Fridays for Future?

Julieta Itzcovich: Somos un movimiento que lucha contra la crisis climática. Nos reunimos todos los viernes frente al Congreso para exigir a los políticos que tomen acción inmediata, que cumplan con las leyes ambientales y para crear conciencia sobre el problema y lograr que más personas se sumen a cambiar sus hábitos. En Argentina el movimiento lo inició una chica que se llama Mariana, yendo todos los días a Plaza de Mayo y un mes después nos unimos nosotras. Con las semanas se fueron uniendo jóvenes de todo el país.

Magalí Rabassa: La crisis climática viene a arrasar con todo lo que conocemos. Aunque hablar de «crisis» es muy amplio, porque no solo se vulnera a la naturaleza, sino que también hay miles de personas que se ven afectadas en sus derechos humanos. Todas esas son nuestras causas.

¿Cómo está estructurado el movimiento?

MR: Es muy horizontal. Nos dividimos por comisiones: Planificación, Redacción, Presupuesto, Logística, Contraviolencias, Redes y Comunicación Externa. En planificación hay 20 personas que trabajan activamente, otras llevan el conteo de los fondos, que recaudamos mediante la venta de comida vegana, pines y stickers, destinados a financiar las actividades. No tenemos ningún fin de lucro. Coordinamos todo mediante nuestros teléfonos. Estamos en contacto con otros grupos de Latinoamérica, y cuando sucedieron los incendios del Amazonas pudimos coordinar acciones conjuntas.

JI: La acción coordinada es clave. Latinoamérica es una región en donde los derechos humanos se vulneran constantemente por lo que el apoyo entre países es algo muy positivo.

«El activismo es la forma más efectiva de luchar contra el problema», sentencian Rabassa e Iztcovich.

¿Por qué ir a manifestarse todos los viernes?

JI: Entendemos que el activismo es la forma más efectiva de luchar contra el problema, que además es muy grande y nos supera en muchos sentidos. Además, algunos cambios no se pueden realizar desde la política tradicional, ya que ésta es justamente la que necesita reformularse. Hay cosas que deben cambiar, y entendemos que debemos crear consensos. Hay muchas injusticias y el problema no pasa solo por el tema ambiental, sino que hay derechos humanos que están siendo vulnerados. Siempre decimos que justicia ambiental es justicia social.

MR: La forma más efectiva de cambiar algo es activarse, y tenemos un grupo humano lleno de amor.  Se nota cuando una sociedad tiene más empatía y con hábitos más sustentables. Entendemos que hay mucha gente grande que quiere cambiar y también sabemos que este movimiento no es sólo de los jóvenes. Cualquier persona puede unirse. Es un grupo muy diverso, compuesto en su mayoría por jóvenes y disidencias, que encuentran un lugar amable y seguro para movilizarse por una causa importante.

¿A qué se refieren con justicia social?

JI: Cuando hablamos de justicia climática hablamos de luchar porque los políticos tomen compromisos reales para enfrentar la crisis: transición hacía energías renovables, reducción de gases de dióxido de carbono hacia la carbononeutralidad, que significa que se sigan generando emisiones pero son compensadas con otras acciones como siembra de árboles, aunque lo ideal es reducirlos directamente. No tenemos más tiempo. Hay informes que indican que en 2030 vamos a pasar el punto de no retorno y para frenar esto hay que tomar acciones inmediatas. En este marco hablamos de justicia social, porque todos nos vemos afectados por esta problemática, pero sobre todo los más vulnerables. La pobreza se relaciona fuertemente con los temas ambientales porque son estas personas quienes más lo sufren. Latinoamérica es una de las regiones más afectadas.

¿Quién tiene la culpa de la crisis?

JI: Empresarios, principalmente. Alrededor del mundo hay veinte corporaciones que son las principales responsables y también tienen responsabilidad los políticos que no han tomado medidas cuando ya ha habido varios llamados de alerta, y serán repudiados por el resto de la historia.

Friday for Future reclama la declaración de emergencia ecológica, que se cumplan las leyes ambientales existentes y mayor presupuesto para el área.

¿Cómo llegaron hasta acá?

JI: Todos en algún punto nos dimos cuenta de la situación y esa conciencia ha ido creciendo. Te vas dando cuenta que el problema es mucho más grande y que afecta muchas más dimensiones. Encontramos un lugar donde sentirnos apoyados y vimos que hay una enorme interseccionalidad en la lucha. Muchas de las causas tienen en su raíz un descontento con el sistema, que es al final lo que intentamos cambiar.

¿Qué cosas hacen ustedes a nivel individual?

MR: Cuando entrás al grupo te ves acompañada y con mucha información, yo me hice vegana dentro del movimiento. Después, poco a poco fui cambiando cosas. Cepillos, jabones, pequeñas cosas que tienen un impacto. Siempre acompañado de una lucha política contra las grandes corporaciones que son las que generan el impacto. Hay que recordar que todo suma.

¿Cómo se informan?

MR: Cuando llegás por primera vez al grupo hay muchas ganas de conocer todo. Por eso creamos un documento que informa sobre las problemáticas de alimentación, megaminería, deforestación. Todo con su fuente respectiva. La información está a nuestra disposición y en el grupo queremos difundirla.

¿Qué le piden al Congreso?

MR: La declaración de emergencia ecológica, que se cumplan las políticas públicas ambientales que ya existen y una suba del presupuesto para estas políticas. Dentro de las peticiones más pequeñas solicitamos el respeto por el Gran Chaco, que los glaciares no se vean afectados por los derrames de petróleo, detención inmediata de la megaminería, entre otras.

¿Cómo ven el futuro?

JI: Vamos a fortalecer los reclamos que ya tenemos y también darles foco a las leyes que efectivamente queremos que se cumplan. Queremos exigir más e interpelar más a los políticos, para reclamar acción rápida. Queremos reclamar por los derechos de aquellos que se ven más afectados por estas problemáticas, queremos visibilizar más causas. La situación no da para mucho más.

MR: Queremos hacer hincapié en lo que pasa con los pueblos originarios en Río Negro o Mendoza y junto a esto, queremos retomar las problemáticas de todas las regiones. Estamos aquí en Buenos Aires y de cierta manera tenemos un privilegio, por lo que tenemos que usarlo para hablar.

«¡A disfrutar el gobierno en manos de la gente!»

«¡A disfrutar el gobierno en manos de la gente!»

A medida que los minutos se acercaban a las 21, la ansiedad iba creciendo: a diferencia de lo que había sucedido durante las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), los primeros datos oficiales sobre el escrutinio provisorio se esperaban con puntualidad. Entre las dos fuerzas principales, se manejaban expectativas distintas: de un lado, una diferencia significativa de, al menos, 10 puntos; del otro, la posibilidad de alcanzar la tan anhelada segunda vuelta, aunque los boca de urna y las primeras tendencias no fueran prometedores. La aparición del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, acabó con las dudas y las especulaciones. Haciendo referencia a la velocidad de escrutinio y con un 65% de las mesas escrutadas hasta el momento, anunció a la fórmula Fernández-Fernández como ganadora de las elecciones del 27 de octubre.

Lejos quedaba la posibilidad de una eventual reelección de Mauricio Macri que, junto con su compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto, logró un 40,5% de los votos (números oficiales resultantes del escrutinio del 96% de las mesas): si bien mejoró notoriamente su performance de las PASO, al presidente no le fue suficiente para forzar un ballotage. Porque, con el 48% de los votos, Alberto Fernández se convertía en el próximo presidente de los argentinos.

Las elecciones generales transcurrieron de manera pacífica y normal en todo el país, a excepción de algunos incidentes puntuales y la puesta en duda del sistema por parte del Jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien lo calificó de “arcaico” y abrió la posibilidad de tener que esperar el escrutinio definitivo antes de hablar de un futuro presidente.

Los resultados volvieron a poner en escena un panorama de hiperpolarización: entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio acumularon cerca del 90% de los votos a nivel nacional. El frente Consenso Federal, con Roberto Lavagna encabezando la lista, se constituyó como una pobre tercera fuerza, con apenas el 6,2% de los votos. Más lejos quedaron los otros 3 candidatos que dirimieron la presidencia: Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT-Unidad), logró el 2,2%; por su parte, Juan José Gómez Centurión (NOS) y José Luis Espert (Unite), sólo alcanzaron el 1,7% y el 1,5%, respectivamente.

La participación ciudadana en las elecciones fue muy alta: más del 80% del padrón electoral ejerció su deber cívico, un porcentaje  superior al observado durante las elecciones primarias que forman parte de la explicación de la mejora macrista en los índices. Buena parte de esos nuevos votantes apoyaron al oficialismo, que también succionó sufragios de Lavagna, Gómez Centurión y Espert.

No bostante, los resultados finales no supusieron una sorpresa, más allá de la importante reducción de la brecha entre Fernández y Macri respecto de las PASO. Luego de una ardua campaña electoral -consistente, principalmente de la gira y las marchas del “Sí se puede”- y una mayor concurrencia del electorado, el presidente de la Nación logró un aproximado de 8 puntos más en comparación con el resultado del 11 de agosto.

Córdoba, Santa Fe, San Luis, Mendoza, Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires fueron los únicos distritos que quedaron pintados de amarillo en la mapa electoral con el triunfo de Juntos por el Cambio. En el resto del país, el Frente de Todos venció al binomio oficialista: Santiago del Estero fue la provincia en la que se registró la mayor diferencia -casi de 56 puntos-; Formosa, Santa Cruz y la provincia de Buenos Aires también mostraron resultados contundentes en favor de la fórmula Fernández-Fernández.

El camino hacia la transición comenzó el mismo domingo con discursos que tendieron al diálogo y a la inclusión de todos los argentinos, independientemente de sus elecciones electorales. Además, Mauricio Macri invitó a Alberto Fernández a desayunar el lunes 28, a las 8:30, en la Casa Rosada, con el propósito de iniciar un proceso de transición ordenada. El paso final será el 10 de diciembre con el traspaso de mando frente a una sociedad que le dijo “basta” a la gestión actual.

 

Festejo y responsabilidad

En  el Centro Cultural C, en Chacarita, búnker del Frente de Todos, desde las 14, los militantes más entusiastas ya comenzaban a llegar a la intersección entre Corrientes y Dorrego, donde se emplazaba un escenario pequeño. Hacia las 17, las arterias del barrio se llenaron de banderas blancas y celestes y bombos con la cara de Cristina y Néstor. Algunos vecinos se asomaron por los balcones, alzando dos dedos y sonriéndole a la multitud que empezaba a emerger.

Uno de las primeras figuras en llegar fue Eduardo Jozami, activista por los derechos humanos, quien explicó cómo vivía la jornada electoral: «Con ganas de festejar lo que creo que es la posibilidad de que el movimiento popular argentino tenga una nueva oportunidad. Con toda la experiencia que tuvimos: repitiendo las cosas que hicimos bien y analizando estos cuatro años y las cosas a mejorar.»

A minutos de las 18 y del cierre de comicios hizo su llegada Ginés González García, quien algunos sopesan como posible ministro de Salud. Rodeado de personas, el ex embajador de Argentina en Chile comentó: «Es un día de festejo y responsabilidad, nos preparamos para lo que viene, que va a ser muy distinto. Lo que estamos buscando es la unidad de la Nación para poder gobernar y cambiar la historia. Tenemos historia, nos pasó en 2001, 2002 y la gente lo vio. Siempre que podamos cambiar la historia vamos a estar presentes.»

También, desde temprano, hicieron su aparición la economista política e investigadora del CONICET, Delfina Rossi; y José Luis Gioja, gobernador de San Juan.

Por su parte, en el sitio habitual de reunión de la militancia macrista, Costa Salguero, los ánimos intentaban estar calmos, si bien la tensión ya se sentía en el ambiente. En los primeros momentos de la tarde, el espacio se encontraba prácticamente vacío de simpatizantes macristas, y no se había dejado ver nadie más que el personaje que se convirtió en emblema de Juntos por el Cambio: el “Mago sin Dientes”.

A las 18:15 hicieron su primera aparición Marcos Peña, Federico Salvai y Eduardo Macchiavelli. Las primeras declaraciones del jefe de gabinete fueron para agradecer la participación masiva en los comicios y la labor de los fiscales en un sistema electoral que calificó de “arcaico”: “Lo que se viene que es muy importante, es defender cada uno de los votos.” Ante la insistencia de los periodistas por saber los números de las mesas testigo, Peña pidió prudencia y paciencia.

Llegando casi a las 21, el panorama había cambiado drásticamente: la esperanza parecía ocupar el espacio que dejaron vacíos los tradicionales globos. El sitio destinado a la militancia se encontraba cubierto y, al grito de “sí se puede”, las banderas argentinas -que primaban entre el público-, se sacudían y agitaban al ritmo de la música de tendencia. El apoyo a Horacio Rodríguez Larreta -reelcto jefe de Gobierno- también se hizo presente con “las remeras de Larreta”, y los jóvenes dominaron la escena juntos a muchos niños que corren entre la gente.

Si bien los primeros datos oficiales sobre el escrutinio provisorio ya daban cuenta de un resultado irreversible, Mauricio Macri recién se hizo presente en el escenario pasadas las 22:20, acompañado de su compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto. En una actitud bastante diferente a la que exhibió luego de las PASO, el presidente felicitó a los argentinos que participaron de la elección y al presidente electo Alberto Fernández: “Acabo de hablar con él y lo invité a desayunar mañana para iniciar una transición por el bienestar de los argentinos.” Macri también agradeció a los fiscales y a las figuras de su gobierno: Gabriela Michetti, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Pichetto.

“Quiero decirles, queridos argentinos, que transformar nuestro país depende de nosotros. Gracias al trabajo que hemos realizado estamos sobre una base y tenemos que cuidarlo entre todos”, aseguró Macri frente a su militancia. Y pensando en el escenario político futuro, agregó: “Todos estamos comprometidos en cuidar la democracia y la república. Si hay un sueño que tengo es que podamos consolidar un proyecto común, ejerciendo una oposición sana, constructiva, responsable que pueda reafirmar las conquistas logradas.”

Con Abel Pintos musicalizando el momento, Juliana Awada, Diego Santilli, Michetti y Rodríguez Larreta subieron al escenario. “No me importa para dónde vas / yo voy, sin mirar atrás / si te tengo por delante.” La pantalla mostraba un “gracias” y Macri saludó también con un gesto de agradecimiento. Mientras tanto, la gente se abrazaba y lloraba.

Las otras fuerzas

La jornada electoral había terminado temprano en los bunkers de las otras fuerzas. Roberto Lavagna, que obtuvo poco más del 6 por ciento, reconocía que no cumplieron con sus expectativas y que disminuyeron sus votos, respecto a las PASO, producto de la fuerte polarización. Algo similar declaraba Nicolás del Caño, votado por el 2 por ciento de los electores, en la sede del Frente de Izquierda-Unidad, que lamentaba sobre todo que Myriam Bregman no llegara a la Cámara de Diputados.“Nuestra campaña tiene más vigencia hoy -aseguró-, por la crisis que se atraviesa en relación a la fuga de capitales, a la pérdida de reservas del Banco Central y el aumento de los precios, que resulta en una pulverización de los salarios y jubilaciones”.

En el Frente NOS, ubicado en Fraga 1209, Villa Ortúzar. Juan José Gómez Centurión, candidato a la presidencia, se hizo presente a las 19:20 y saludó mano por mano a todos los que lo acompañaron, militantes que habían llegado desde el cierre de los comicios. Luego confirmó que «las expectativas de estas elecciones siguen siendo las iniciales: consolidarnos como el espacio más claro de la derecha Argentina». Además afirmó que disfrutó la jornada de votación a pesar de verse empañada por lo que calificó de «mañas» de la vieja política.

En una sala reducida y visiblemente vacía del hotel Vitrum, del barrio de Palermo, el candidato José Luis Espert también dio un breve cierre a su campaña. Con un número de periodistas que superaba al de los militantes y funcionarios del partido político -el “ejército espertano” estaba representado por pocos jóvenes que no llegaban a 15 e incluso algunas candidatas a diputadas nacionales ofrecieron una presencia intermitente-, los únicos momentos en los cuales la sala se llenó fueron durante las declaraciones de Luis Rosales, candidato a vicepresidente, y Espert.

El candidato a presidente por Unite agradeció e hizo hincapié en los obstáculos que atravesaron durante la campaña: “Esta empresa que hemos comenzado hace unos meses se dio a pesar de esfuerzos internos o extraños pero estamos acá y hemos competido. Hoy afortunadamente pudimos ofrecer nuestra candidatura a miles de personas que nos han votado. Esto es un camino que recién comienza. Argentina tiene un gran futuro y ese futuro es liberal y ya comenzó.” También le pidió a Mauricio Macri que se dedique a gobernar durante el tiempo que le queda a su mandato, culpándolo del “desasosiego de la población”. Y le dio un mensaje a Alberto Fernández: “Nosotros seremos severos defensores en el cuidado de las cosas que hacer por el bien de la gente y su trabajo”.

El recuerdo a Néstor Kirchner

En Corrientes y Dorrego -y sus proximidades inundadas de personas- , la gente también se abrazaba y lloraba, pero a diferencia de lo que ocurría en Costa Salguero, lo hacia de felicidad. Desde las 21 que había estallado la alegría de saber, oficialmente, que Alberto Fernández sería el próximo presidente de todos los argentinos.

A las 22:40,  con «Rezo por vos» como canción de fondo, aparecieron en el búnker  Alberto Fernández, Cristina Fernández y Axel Kicillof, los candidatos victoriosos. Luego de hablar el futuro gobernador de la provincia de Buenos Aires, tomó el micrófono Cristina Fernández, quien, a partir del 10 de diciembre será vicepresidenta de la Nación. Comenzó su discurso dirigiéndose al pueblo argentino: «Déjenme agradecer a los cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas anónimos que han resistido y que tienen pensamientos y sentimientos que los han ayudado a mantenerse en pie.» A su vez habló sobre la ardua tarea que tendrán como gobernantes luego de cuatro años de «tierra arrasada», como expresó Kicillof. Y culminó, haciendo un llamado a la sociedad entre la aclamación de la militancia peronista: «Quiero pedirles a todos los hombres y mujeres que, por favor, nunca más rompan la unidad que se requiere para enfrentar estos proyectos neoliberales que tanto dolor han causado.» También le hizo un pedido al presidente Macri: que gobierne a los argentinos hasta el 10 de diciembre y que tome las medidas necesarias para que no aumente el daño social y económico.

El futuro presidente, Alberto Fernández, también inició su discurso con agradecimientos a los votantes, por el compromiso demostrado en “construir una argentina solidaria». Entre los ya clásicos cantos de “Alberto presidente” -esa noche más reales que nunca-, también hizo un agradecimiento específico y especial, teniendo en cuenta la fecha: «La primera salida que tuve como candidato fue ir a visitarlo a Néstor: Gracias, Néstor, donde estés. No sería justo no reconocerle a él lo que hizo por nosotros. De aquí en adelante solo nos queda cumplir con lo prometido.» Luego, Fernández dio un mensaje esperanzador al pueblo argentino: «Vamos a ser la Argentina que nos merecemos porque no es verdad que estamos condenados a esta Argentina. Vamos a hacerlo porque nos lo merecemos y no lo van a hacer Cristina y Alberto, lo vamos a hacer todos y todas. ¡A disfrutar el gobierno en mano de las gente!» El público, dentro y fuera del búnker parecía no poder gritar más fuerte.

El presidente recién electo finalizó saliendo a las calles y mirando a los ojos a los militantes y simpatizantes que colmaban la avenida Corrientes y sus alrededores: «Este no es el frente de nosotros, es el de todos.»

Cuatro años atrás, un enorme grupo de gente se reunió a abrazarse y llorar por el fin de un ciclo político, de una idea de país. En la noche del 27 de octubre, esa gente volvió a reunirse, volvió a abrazarse y volvió a llorar. Pero porque volvían. Renovados, con esperanza y con fuerza para afrontar los desafíos que pone por delante una Argentina en crisis. “Vamos a volver”, cantaban. Y volvieron.

A partir del 10 de diciembre, futuro se escribirá con F. Pero de qué tratará el mismo, solo el tiempo y la política lo dirán.

 

Axel para todos

Axel para todos

Con niveles de participación similares a los de las PASO del 12 de agosto, la elección por la Gobernación de la provincia de Buenos Aires arrojó un resultado distinto en números, pero no en términos de la fórmula ganadora. Pasada la medianoche, con casi el 95 por ciento de las mesas escrutadas, Axel Kicillof se imponía frente la actual mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal, por una diferencia de más de quince puntos porcentuales. Pese a que Vidal cosechó cinco puntos más que en las PASO, apenas pudo superar la cantidad de votos que había recibido en 2015, muy lejos de la clara mayoría obtenida por el candidato del Frente de Todos. Un desenlace ampliamente esperado, pese al empuje del oficialismo a nivel nacional por ‘dar vuelta’ la derrota de agosto. A nivel municipal, el escrutinio provisorio pronosticó la futura división del territorio provincial, con un conurbano preponderantemente gobernado por el Frente de Todos y un interior principalmente gobernado por Juntos x el Cambio.

Desde el atiborrado búnker del Frente de Todos en el barrio porteño de Chacarita, inmerso en un clima de festejo, el gobernador electo de la provincia comenzó su discurso como ganador felicitando a los votantes bonaerenses: «Excelente noche porque hoy, una vez más, habló el pueblo argentino. Decidió el pueblo de la provincia de Buenos Aires.»

Kicillof reflexionó, además, sobre las razones de su triunfo y el de la fórmula presidencial integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández. Consideró que «un factor fundamental a tener en cuenta es que lo que ganó fue la política, la solidaridad, todo el esfuerzo que se hizo a lo largo y ancho de la provincia de Buenos Aires.»

Enumeró, a su vez, las herencias de la gestión de Cambiemos: desempleo, devaluación y «casi la duplicación de la deuda»; y aseguró que esto «significa el fracaso de un proyecto económico neoliberal, el fracaso en una forma de gobernar. Lo que hoy tenemos para festejar es que lo que ganó en Argentina es una apuesta a la participación. Así como se hizo esta campaña vamos a tener que gobernar: recorriendo, acompañando a los que sufren, los que necesitan. Cambia la lógica del gobierno a partir de ahora en la provincia y el país.»

A Kicillof lo acompañó en el escenario la vicepresidenta electa, quien se manifestó emocionada por la victoria, en vistas del contexto socioeconómico nacional expresó: «Lo escuchaba a Axel enumerar esas cifras del dolor y de la tragedia social y económica que vive la Argentina (…) Estoy muy contenta de que Axel hoy sea el gobernador de la provincia. Es para mí un inmenso orgullo y lo siento como un reconocimiento político.”

En el búnker medio vacío de Juntos por el Cambio en el Centro Costa Salguero, por otra parte, el clima era muy distinto: los simpatizantes del oficialismo intentaron expresar calma frente a la espera de los primeros resultados, pero sin poder disimular la tensión en el aire. Sólo el Mago sin Dientes, presencia emblemática de los búnkeres del macrismo, se dejó ver e interpelar por los periodistas en el lugar.

Al igual que en agosto, luego del cierre de los comicios, se dio una conferencia de prensa liderada por el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, que estuvo signada por la negativa a hacer evaluaciones sobre los resultados. En su lugar, Peña reiteró sus críticas al sistema electoral, que calificó de arcaico, como la fuente de las fricciones y dificultades en la votación y el escrutinio.

La gobernadora bonaerense finalmente hizo su aparición en el escenario pasadas las 22, una hora luego de que se hicieran conocidos los números del escrutinio provisorio. «Gracias a todos los que hacen que Juntos por el Cambio siga siendo una alternativa y por supuesto a nuestro presidente, a Mauricio», dijo Vidal, acompañada por cánticos de “olé Maru, Maru”. “Quiero agradecer a todos los bonaerenses que fueron a votar y a los que no habían confiando en las PASO y nos dieron el voto.”

Felicitó además al ahora gobernador electo, adelantando su expectativa de iniciar la transición democrática en los próximos días y reafirmando su compromiso con los votantes bonaerenses. Luego asumió un tono esperanzador frente a la derrota electoral, diciendo que “las urnas no matan los sueños, nos dicen que este no es nuestro momento.”

“Sigo creyendo en ustedes. Sigo lista que para mejorar contra el narcotráfico, para mejorar hospitales, para seguir con obras. Ustedes nunca me dejaron sola. En este caso Dios me dio un descanso para que recupere mis fuerzas y volvamos a dar juntos las peleas que hagan falta.” Asimismo, pidió disculpas a aquellos bonaerenses que sintieran que les había fallado.

“No me quiero ir de acá sin decirles que hemos dado todo”, dijo con voz quebradiza, “No estamos acá para que la historia nos recuerde o para hacernos ricos. Estamos acá porque creemos en ustedes y esa confianza que tenemos hace que todos los momentos difíciles y obstáculos valgan la pena.”

Su equipo, reunido junto a ella sobre el escenario, respondió al final de su discurso con abrazos de consuelo, gesto que se vio replicado en el público entre quienes comenzaron a caer lágrimas al desvanecerse el ambiente festivo que había envuelto un rato antes a Horacio Rodríguez Larreta, reelecto en la Ciudad de Buenos Aires.

Kiciloff le sacó una diferencia de más del 45 a Eduardo “Bali” Bucca, candidato a gobernador del frente Consenso Federal, quien alcanzó el seis por ciento de los votos afirmativos al finalizar la jornada. En diálogo con ANCCOM “Bali” Bucca sostuvo: “Hemos intentado una propuesta para cerrar la grieta que hay en nuestro país y hace mucho daño. Respetamos la voluntad popular y a partir de hoy mismo estamos a disposición para poder construir ese acuerdo económico que necesita la Argentina para salir adelante.” El actual diputado nacional bolivarense destacó la hiperpolarización de la elección, mayor que en las PASO. “No hay lugar para la soberbia. Sí hay lugar para construir acuerdos políticos y económicos y  para eso estaremos dispuestos a colaborar”.

Entre los demás partidos políticos que participaron en los comicios, el Frente de Izquierda se ubicó nuevamente como la cuarta fuerza en la provincia, de la mano de la candidatura para la gobernación de Christian Castillo, quien alcanzó cerca del tres por ciento de los votos. En el búnker de la coalición de orientación trotskista, los dirigentes presentes reafirmaron su oposición a los acuerdos con el FMI y las políticas de ajuste del gobierno macrista y su solidaridad con las recientes movilizaciones contra el neoliberalismo en Ecuador y Chile. Expresaron además críticas al peronismo englobado en el Frente de Todos, cristalizadas en las palabras de Juan Carlos Giordano, candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires: “Para ganar, el kirchnerismo lavó su discurso”, explicó el candidato, “por lo que no va a ganar el kirchnerismo duro sino un peronismo más flexible.”

Desde su perspectiva, las diferencias programáticas entre el oficialismo y el proyecto de Alberto Fernández no eran significativas. Señaló especialmente la voluntad del Frente de Todos de continuar los pagos de la deuda externa, deuda que Giordano calificó de ilegítima y fraudulenta.

Finalmente, permaneció en quinto y último lugar Gustavo Ricardo Álvarez, del Frente Nos, que no llegó al punto y medio. Mientras que el Frente Despertar, que llevó a José Luis Espert como candidato a presidente, no presentó candidato para la gobernación.

Con el escrutinio provisorio todavía en proceso, la velada concluyó en los búnkeres de los dos principales candidatos con tono emotivo. En Costa Salguero, luego de las últimas palabras del presidente Macri pasadas las diez y media, la noche en el búnker oficialista finalizó con llanto, abrazos y una procesión de militantes y dirigentes cabizbajos. Los presentes no ofrecieron palabras a la prensa reunida tras una valla mientras comenzaron a abandonar el lugar bajo luces de fiesta.

En Chacarita, el gobernador electo salió al encuentro de la multitud que había copado las calles afuera del búnker para festejar la victoria. A ellos dedicó un último discurso emotivo.

«Ahora está empezando a llover pero decimos: de acá no se vuelven más. El pueblo votó por un gobierno que va a pensar en el trabajo, en la salud, en la educación, en la tecnología, en la universidad y en la felicidad de los argentinos.”

Larreta puso primera

Larreta puso primera

En el búnker del oficialismo el festejo de la noche del domingo giró en torno a la victoria de Horacio Rodríguez Larreta, reelecto como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El candidato por el partido Juntos por el Cambio obtuvo el 55,9 por ciento de los votos, mientras Matías Lammens, postulado para el Frente de Todos, quedó relegado al segundo puesto con el 35 por ciento. Lejos de estos números quedaron el economista Matías Tombolini de Consenso Federal con el 5,37 y Gabriel Solano del Frente de Izquierda con el 3,65 por ciento.

Luego de que a las 21 se dieran a conocer los primeros resultados, Diego Santilli, vicejefe de gobierno, fue quien subió en primer lugar al escenario de Costa Salguero de la mano de su esposa. Los presentes cantaban “olé, olé, olé, Diego, Diego” acompañando las primeras palabras del funcionario que agradeció a todos los vecinos de la Ciudad. «Hoy la ciudad de Buenos Aires demostró que valió la pena el trabajo, que hicimos posible lo que nadie creía posible», dijo Santilli y al grito de “ganamos Horacio, ganamos” le cedió la palabra a su compañero de fórmula.

Horacio Rodríguez Larreta fue recibido con aplausos y el canto de la multitud que entonaba “borombombón, para Horacio la reelección”. El jefe de Gobierno agradeció a sus compañeros de gestión, a quienes trabajaron en los comicios y a los votantes. “Hoy hicimos historia en la ciudad de Buenos Aires”, sostuvo Larreta en su discurso y agregó: “Me comprometo a hacer lo que hago siempre, trabajar cerca de ustedes. Ahora más juntos que nunca para seguir transformando Buenos Aires”. El triunfo en primera vuelta del candidato oficialista era esperado dado que la Ciudad ha sido desde siempre uno de los distritos electorales donde el macrismo congrega mayor cantidad de votos, junto con las provincias de Córdoba y Mendoza. Sin embargo, los resultados de estas elecciones fueron contundentes y profundizaron ampliamente los obtenidos en las PASO de cuando Larreta aventajó en 10 puntos al candidato por el Frente de Todos. Este domingo, el reelecto jefe de Gobierno se impuso en todas las comunas porteñas, excepto en las dos más pobres, la 4 (La Boca, Parque Patricios, Nueva Pompeya y Barracas) y la 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano).

En el búnker del Frente de Todos, ubicado en Chacarita, el ambiente era distinto. Desde la tarde el espacio comenzó a llenarse de personas ansiosas por recibir los resultados y se entonó la ya popular canción de “Macri ya fue, Vidal ya fue, si vos querés Larreta también”. «Las expectativas están en que lleguen los resultados rápido para poder festejar con tranquilidad», dijo en diálogo con ANCCOM el candidato a senador nacional por la ciudad, Mariano Recalde, dejando en claro las aspiraciones de la jornada. El triunfo presidencial de la fórmula Fernández-Fernández se llevó toda la atención en el recinto y en las calles aledañas, en los emotivos discursos de los dirigentes no se hizo mención de los resultados en favor de Horacio Rodríguez Larreta y tampoco se escucharon discursos de los candidatos a puestos en la ciudad. El acto se centró en las grandes figuras de este domingo comenzando por Axel Kicillof, nuevo gobernador de la provincia de Buenos Aires, y luego en Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, los electos presidente y vicepresidente, quienes fueron vitoreados por la alegría de las personas que inundaron las calles del barrio porteño. Matías Lammens ni siquiera tuvo lugar en ese escenario de ganadores.

Más allá de la amplia diferencia entre la primera y la segunda fuerza por la Jefatura de Gobierno, estas elecciones permitieron posicionar en el Congreso a funcionarios del Frente de Todos, entre ellos a Mariano Recalde, Pino Solanas y Victoria Donda. Además, la noticia que tuvo mayor resonancia en el terreno legislativo para este partido fue el ingreso de Ofelia Fernández a la Legislatura porteña. De esta manera, la militante se convierte con 19 años en la persona más jóven de la región en ocupar este cargo.

Como tercera fuerza se posicionó Matías Tombolini, representante de Consenso Federal quien denunció el reemplazo de boletas de la lista de Consenso Federal por boletas truchas en la capital. «Alguien se tomó el trabajo de imprimir y reemplazar boletas en colegios de manera deliberada y sistemática. Me comunique con el defensor del pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, que me indicó que nos va a acompañar con esto. Esto se judicializa, porque es un delito penal”,  aclaró Tombolini.

En cuarto lugar, el candidato por el Frente de Izquierda, Gabriel Solano, quien en diálogo con ANCCOM expresó: “Cada voto al Frente de Izquierda es importante para darle legitimidad a la única fuerza política que planteó que la crisis no la paguen los trabajadores sino los capitalistas”. En cuanto a la elección legislativa, el Frente de Izquierda vivió la decepción de no conseguir los votos necesarios para que la candidata a diputada nacional, Myriam Bregman, consiguiera un escaño en el Congreso, aún luego de una fuerte campaña que proponía cortar boleta en su favor.

De esta manera queda conformado el nuevo panorama de la ciudad de Buenos Aires para los próximos años. La victoria de Larreta confirma la importancia del distrito porteño para la coalición de Juntos por el Cambio como uno de los pocos lugares del país donde gana de manera tan pronunciada. El aumento de los votos que se dio desde las PASO para el partido oficialista le permitió evitar el temido balotaje y un nuevo enfrentamiento con Matías Lammens, candidato que superó el techo histórico de oposición al macrismo en la ciudad. Rodríguez Larreta por su parte, asoma como el principal líder el PRO en condiciones de liderar el espacio de la nueva oposición nacional.