Proponen que la ex ESMA sea patrimonio de la humanidad

Proponen que la ex ESMA sea patrimonio de la humanidad

“Ese es el lugar por el que pasaron cinco mil mujeres y hombres militantes, comprometidos con las luchas sindicales, sociales, estudiantiles y culturales de los años setenta. Ese es el lugar en el que muchas compañeras embarazadas dieron a luz a sus niños, nacidos en cautiverio y luego apropiados.  Ese es el lugar desde el cual los detenidos-desaparecidos fueron llevados luego a los vuelos de la muerte. Ese es el lugar en el cual existió una apropiación de bienes por parte de los genocidas. Ese es el lugar al que fueron llevadas detenidas-desaparecidas las fundadoras de madres de Plaza de Mayo. Ese es el lugar que da cuenta de la historia de resistencia de los sobrevivientes en dictadura, y de las denuncias en el exterior. Ese es el lugar que a través de un amparo en los años noventa pudo ser protegido para que no fuera demolido, como pretendía (el entonces presidente Carlos) Menem con un parque para la reconciliación nacional. Y ese es el mismo lugar en el que, en 2004, se reconoció la lucha histórica de las Madres, Abuelas, familiares y sobrevivientes, y se decidió hacer un espacio de memoria”,  enumeró Amy Rice, representante del Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria. Ese lugar es la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA). Ayer escenario de tortura, terror y muerte en el que funcionó uno de los centros clandestinos de detención más grandes del país durante la última dictadura cívico-militar, hoy es un espacio que recuerda a las víctimas del terrorismo de Estado, y lucha contra el olvido. El Directorio ha propuesto la candidatura de la ex ESMA para que sea catalogado como Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más bajo protección de la UNESCO.

Para que un espacio sea considerado candidato a Patrimonio de la Humanidad, debe estar incluido en la Lista Tentativa Nacional de sitios a considerar que cada Estado entrega formalmente a la UNESCO. En diciembre del año pasado, el Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria (ex ESMA) presentó un proyecto –firmado por la directora del Sitio Memoria, Alejandra Naftal, y el entonces Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda– para que el Estado argentino incorpore al predio dentro de esa lista. La Comisión Nacional de Argentina (CONAPLU), que es el órgano encargado de evaluar y aceptar si un sitio debe o no ser incluido en la lista, dio una pre-aprobación para que el trámite se presente formalmente. Debido al cambio de autoridades que asumieron con el nuevo gobierno, la CONAPLU lo envió de regreso a la Secretaría para que ratifique el proyecto y se pueda avanzar con el procedimiento.

El área de prensa de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación dijo a ANCCOM que Gustavo Peters, presidente del Archivo Nacional de la Memoria, manifestó el apoyo del organismo público a la candidatura, durante la conferencia realizada en octubre por organismos de derechos humanos para presentar la postulación de la ex ESMA. Sin embargo, el expediente estuvo inmovilizado en la Secretaría desde febrero. Según informó Amy Rice, recién este mes fue enviado al área jurídica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y actualmente está esperando la firma del ministro Germán Garavano, para ser girado nuevamente a la CONAPLU. Consultada sobre la demora del expediente, la Secretaría afirmó: “Tiene que ver con el recambio de gobierno, porque existe una cantidad amplísima de cuestiones de las cuales tenés que ir haciéndote cargo en la gestión”.

La semana pasada, el Secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj se reunió en París con Rodolfo Terragno, embajador argentino ante la UNESCO, y otros representantes del organismo. Según afirmó la Secretaría, Avruj le entregó una copia que da cuenta del avance del trámite y de la documentación existente hasta el momento, para que el embajador esté informado y pueda impulsar la nominación una vez que se cumpla el recorrido burocrático actual.

Sobre el apoyo del Gobierno Nacional y del Gobierno de la Ciudad, que junto al Directorio de Organismos conforman el Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, Amy Rice señaló: “En principio, han manifestado su apoyo. Pero, por supuesto, entendemos que el mismo se tiene que ver en garantizar que el proyecto pueda elevarse ante la UNESCO en el menor tiempo posible. Los procesos de este tipo pueden llevar demoras, pero nosotros consideramos que ya ha pasado el tiempo suficiente para que el expediente pueda avanzar y se cumplimente el trámite administrativo”.

El arquitecto Alfredo Conti, especialista en Patrimonio y consultor de UNESCO, explicó que para poder inscribir un sitio en la Lista del Patrimonio Mundial son necesarias las siguientes condiciones: en primer lugar, demostrar al menos uno de los criterios adoptados por el Comité de Patrimonio Mundial; en segundo lugar, debe tener condiciones adecuadas de integridad y autenticidad; finalmente, el Estado debe demostrar que el sitio cuenta con adecuada protección y gestión.

Actualmente, son cinco los sitios bajo protección de la UNESCO declarados Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más: Auschwitz-Birkenau (Polonia); el Memorial de la Paz de Hiroshima (Japón); la Isla de Gorée (Senegal); Robben Island (Sudáfrica); y el Barrio del Puente Viejo en el centro histórico de Mostar (Bosnia y Herzegovina). Según explicó a ANCCOM el arquitecto Conti, la denominación Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más, si bien no existe formalmente, se utiliza para reforzar la importancia de estas tragedias, para que no vuelvan a suceder. “Todos esos sitios son testimonios de episodios trágicos para la historia. Su reconocimiento como Patrimonio Mundial tiene por objetivo que la humanidad no los olvide, que  no se repitan”, consideró el arquitecto.

 

Daniel Tarnopolsky, integrante de la Asociación Buena Memoria y del Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria, fue el único sobreviviente de una familia secuestrada, torturada y desparecida en la ESMA.  “Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más, específicamente, es un sector de todos los espacios que conforman Patrimonio de la Humanidad que tiene que ver con dramas humanos, con persecuciones, con masacres, con guerras”, explicó Tarnopolsky. Y agregó: “En ese cuadro, la ex ESMA entra perfectamente. En principio, es un lugar que pervirtió su destino de origen: era una escuela que se transformó en un campo de concentración. Ahí se secuestró a gente, se torturó, se mató, se apropiaron bienes, se robaron bebés. Es un símbolo de la masacre argentina, de un Estado transformado en asesino contra sus propios ciudadanos. Es un lugar que hemos logrado resignificar en un espacio de educación, de recuerdo, de memoria y de pensamiento a futuro”.

Memoria, verdad y Justicia. En la Ex Esma

El Directorio ha propuesto la candidatura de la ex ESMA para que sea catalogado como Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más bajo protección de la UNESCO.

“Porque la Argentina no se puede olvidar lo que sucedió”

“Yo tenía 18 años cuando secuestraron a mi familia. Y mi hermana Betina tenía 15. Yo sé que estuvieron ahí. Fue el único lugar por el que pasaron vivos, antes de ir a la muerte. Fueron vistos, hay gente que sobrevivió que habló con ellos. Y está lleno de militares vivos aún que saben qué pasó ahí adentro. Varios de ellos participaron del secuestro, la tortura y la muerte de mis familiares. Los estamos juzgando en este momento, pero no dicen nada”, denunció Tarnopolsky.

A 40 años de la noche que cambió su vida para siempre, Tarnopolsky expresó su preocupación: “Yo ya tengo 58 años. La memoria tiene que subsistir, más allá de mi persona, más allá de lo que mis hijos tengan ganas de hacer, más allá de los militantes. Yo creo que ese lugar tiene que mantenerse, para mantener viva la memoria de nuestros muertos, ahí y en todos los campos de concentración. Porque la Argentina no se puede olvidar lo que sucedió. Es muy fácil borrar la historia y que después te cuenten cualquier cosa. Por eso tiene que ser Patrimonio de la Humanidad, para ir más allá de las posibilidades de las víctimas y sus descendientes  de mantener la memoria, para que el compromiso sea de la sociedad, no solamente de los comprometidos”.

Amy Rice, representante del Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria, es hija de Patrick Rice y Fátima Cabrera, ex detenidos sobrevivientes que pasaron por centros clandestinos de detención dependientes de la Policía Federal en la ciudad de Buenos Aires. Integrante de la agrupación H.I.J.O.S, considera que la declaración de la ex ESMA como Patrimonio de la Humanidad es un reconocimiento internacional de lo que fue el terrorismo de Estado, de lo que no puede volver a suceder y de la lucha que han dado los organismos de derechos humanos. “En ese sentido, que pueda ser declarado Patrimonio por el Nunca Más, también tiene que ser una señal de alerta, para que no dejemos que avasallen nuestros derechos y para que, como dice una de las Madres de Plaza de Mayo que integra el directorio de organismos, nunca más haya silencio en nuestro país”, enfatizó Rice.

Gracias a la incansable lucha de los organismos de derechos humanos, Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra, a cargo entonces de la Presidencia de la Nación y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, firmaron en 2004 un acuerdo que dio inicio al proceso de recuperación del predio y dispuso la creación del Espacio para la Memoria para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos.  El Ente Público que gestiona el espacio está formado por Gustavo Peters Castro –representante del Poder Ejecutivo Nacional a través del Archivo Nacional de la Memoria–, Pamela Malewicz –representante de la ciudad de Buenos Aires a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural–, y Amy Rice –representante del Directorio de Organismos de Derechos Humanos.

En 2008, cuando los navales dejaron el predio –destruyendo varios detalles edilicios que eran prueba de lo ocurrido–, el Estado cedió esos espacios a los organismos de derechos humanos que siguen luchando por memoria, verdad y justicia. Actualmente tienen su espacio allí, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo-Línea fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, entre otros.

Foto de una Madre de Plaza de mayo

El espacio fue escenario de tortura, terror y muerte en el que funcionó uno de los centros clandestinos de detención más grandes del país durante la última dictadura cívico-militar.

Todo el predio al servicio de la desaparición

La UNESCO establece que todo sitio declarado Patrimonio de la Humanidad debe contar con un área de contención, de amortiguación. En este sentido, los organismos de derechos humanos que propusieron a la ex ESMA como candidata consideran que si bien el centro clandestino funcionó específicamente en el ex Casino de Oficiales, todo el predio fue funcional para el secuestro, la tortura y el exterminio. “La Escuela Mecánica de la Armada es un predio en el cual los diferentes edificios tuvieron apoyo logístico y operativo para todo lo que fue el accionar del grupo de tareas”, denunció Amy Rice. “Allí uno encuentra diferentes marcas que dan cuenta de ese funcionamiento: el portón por el cual entraban los secuestrados en el auto; la marca en el asfalto de la calle donde estaba la cadena de control por la cual pasaban hasta el casino de oficiales; la enfermería donde algunos secuestrados fueron llevados para ser atendidos; el pabellón COI al que fueron llevados algunos para diferentes tareas; la sede propia de la Escuela Mecánica de la Armada donde, por ejemplo, estaba la oficina de (Rubén) Chamorro, director de la escuela y jefe del grupo de tareas; el lugar donde los automotores eran arreglados y puestos en valor para luego participar de los operativos; la imprenta que se usaba para diferentes cuestiones necesarias para el accionar genocida; el selenio, subsuelo en el que funcionaba el centro de operaciones y comunicaciones, donde el grupo de tareas se comunicaba; la capilla donde los genocidas eran bendecidos luego de los vuelos de la muerte”, continuó.

Los enumeración de la representante del Directorio de Organismos del Espacio Memoria refleja algunos de los tantos edificios y rincones del predio de la ex ESMA que fueron funcionales a los crímenes cometidos en el ex Casino de Oficiales. “Toda la ESMA estuvo comprometida en la masacre. El sitio tiene que ser Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más y el resto de la ESMA debe ser el área de contención que tiene que protegerlo. Porque si dejas el Sitio y construís todo alrededor, la mitad de la memoria la estás borrando”, agregó Tarnopolsky.

El Sitio Memoria cuenta con una intervención museográfica que señaliza los distintos escenarios del ex Casino de Oficiales por el que pasaron los detenidos-desaparecidos. “Nosotros creemos que ayuda a que el visitante que no conoce la historia pueda reflexionar, pensar sobre lo que pasó en la Argentina. Queremos que contribuya a que el terrorismo de Estado nunca más pueda tener lugar”, explicó a ANCCOM Alejandra Naftal, directora del Sitio Memoria. Detalló, sobre el recorrido que propone la muestra: “Hay determinadas intervenciones museográficas que apelan al conocimiento, a la información, a lo racional. Pero hay otras intervenciones que apelan a las emociones y a las experiencias. Eso hace que, a lo mejor, la persona que no viene con mucho conocimiento racional se sienta interpelada desde otros sentidos. Como dice Walter Benjamin: el pasado se transforma, a vecesa en una luz que ilumina el presente. Y el pasado traumático más: se puede transformar en un destello de inteligencia o de comprensión”.

Además de mantener viva la memoria y luchar por el Nunca Más, la importancia de preservar intangible el Sitio Memoria y el resto del predio reside en que todavía son pruebas judiciales que, junto al testimonio de sobrevivientes, permiten el desarrollo de los juicios de lesa humanidad que vienen llevándose a cabo desde 2004..  

“Desde hace ya casi un año que el expediente está paralizado, porque el gobierno actual tiene sus reticencias para enviar este proyecto. Entre otras cosas, porque ellos querrían tal vez hacer algunas modificaciones en el espacio, y nosotros nos oponemos. Hay una puja en este momento y, evidentemente, si vos mandas el proyecto paralizas esas cambios”, comentó Tarnopolsky sobre la demora del trámite que inició en diciembre del año pasado. Según informó a ANCCOM, hay un proyecto para correr las rejas y alterar la distribución interna de las calles: “Eso es cambiar la fisionomía. Este lugar es prueba jurídica. Y la posición de las rejas también es prueba legal”, aclaró.

Que un espacio sea declarado Patrimonio de la Humanidad bajo protección de la UNESCO implica que cualquier transformación que se realice ee él debe contar con la aprobación del organismo. “Para que el sitio sea nominado debe contar con la máxima protección existente en el país. Una vez que es inscripto en la Lista del Patrimonio Mundial queda sometido a un régimen de protección en el marco de tratados internacionales y el país debe informar a UNESCO acerca de todo proyecto sobre el sitio, que debe ser aprobado por el Comité de  Patrimonio Mundial”, explicó el arquitecto Alfredo Conti. En este sentido, Tarnopolsky concluyó: “Nosotros necesitamos mayor protección, porque en este momento tenemos un juez que nos protege, pero eso siempre puede cambiar. Necesitamos algo que vaya más allá del gobierno y los jueces de turno. Necesitamos una protección internacional”.

 

Actualizado 30/11/2016

El sabor de la libertad

El sabor de la libertad

“¿Qué significa andar por los bordes? Palpar la fisura, mirar y partir. Aquí no creamos sólo para dejar la marca. Se compone para combatir micropolíticamente el efecto totalizador de discursos y prácticas que se empeñan en estereotipar identidades, en reducir lo múltiple a lo único. ‘Ser’ no es lo mismo que ‘Estar’ preso”. Sellando cada contratapa de su revista, con esas palabras define En los Bordes Andando (ELBA) su lucha contra la estigmatización que rodea a aquellos que están o han pasado por una cárcel. ELBA es una organización que desde hace ocho años brinda talleres culturales y artísticos en los penales de Ezeiza y Marcos Paz, y edita una revista con las poesías, crónicas y otros escritos producidos allí. Como propuesta para la inclusión de aquellos que han recuperado su libertad y como alternativa a las dificultades laborales del contexto actual, el colectivo ha conformado una cooperativa de trabajo que realizará y pondrá a la venta “alfajores poéticos”, conjugando su pasión por la palabra y la gastronomía.

En agosto de 2008, una interna de la unidad 31 de Ezeiza pidió al Ministerio de Justicia un taller de lectura. Notaba que sus compañeras solo sacaban libros de autoayuda y novelas rosas: ella quería algo más. “Una ex alumna mía de la universidad, que en aquel entonces trabajaba en la Secretaría de Comunicación del Ministerio, se enteró de esto y me lo propuso. Yo, con todo el prejuicio encima, le dije que sí”, contó Luis El Chino Sanjurjo, impulsor de En Los Bordes Andando y docente de la Universidad de Buenos Aires. Lo que comenzó como un taller en Ezeiza, hoy se transformó en una cooperativa que lleva adelante diferentes propuestas con el objetivo de devolverle a aquellos privados de su libertad la condición de sujetos que les han intentado borrar.

“Al principio no nos pagaban, fueron cuatro años de trabajar voluntariamente. Y eso no es sustentable para un proyecto político, ya que lo que uno busca es incidir en la vida concreta de alguien y transformarla. Con el tiempo, la persistencia y la obstinación hicieron que empiece a sumarse gente y recibamos financiamiento. Después se dio la oportunidad de institucionalizar el trabajo y ahí comenzamos a conseguir que contrataran a los profesores”, explicó Sanjurjo. Actualmente dictan quince talleres en la Unidad 31 de la Cárcel Federal de Ezeiza –que aloja extranjeras, madres y mujeres en etapa de preegreso– y en el Complejo Federal de Jóvenes y Adultos de Marcos Paz, que tiene tres unidades: la 24 –de máxima seguridad–, la 26 –donde se alojan aquellos que están prestos a recuperar la libertad ambulatoria–, y el Centro de Rehabilitación de Drogadependencia (CRD). Además, su propuesta cultural en los últimos años se ha extendido a la Unidad 3 de la cárcel de Devoto y al Centro Cultural de la Cooperación.

“Con el cambio de gobierno fuimos para atrás”, denunció Sanjurjo. “Teníamos articulaciones con el Ministerio de Educación, que nos financiaba un Centro de Actividades Juveniles (CAJ); con el Ministerio de Salud, con el que hicimos una campaña de prevención contra el cáncer de cuello de útero; con el Ministerio de Cultura, que nos permitía darle trabajo a cinco pibes que habían estado privados de libertad; con el Ministerio de Justicia, con el Ministerio de Trabajo y con el Ministerio de Desarrollo Social”, enumeró el docente. “Hoy, lo único que nos queda de todo eso es lo que de alguna manera nosotros podemos contener desde el trabajo de los talleristas, que es lo que financia el servicio penitenciario. Los programas se cayeron todos, estamos a la expectativa si se vuelven a reflotar o no. La realidad es que notamos que hubo un cambio en la lógica de gestión de los recursos”, lamentó.

Danza, poesía, hip hop, circo, filosofía, cine y periodismo, entre otros, forman parte de los talleres artísticos que ELBA acerca a quienes están privados de libertad. Decepcionado del sistema educativo tradicional, el colectivo propone un modelo pedagógico emancipador que reconozca las condiciones objetivas de los sujetos. “Más que en la coordenada de la educación, lo que nosotros hacemos está en la práctica, en la construcción del conocimiento. El modelo tradicional imagina  una instancia en la que hay un emisor autorizado que imparte, y un receptor autorizado que recibe. Aquí, en cambio, sucede más bien una zona bulliciosa en la que se ponen en juego registros muy diferentes. La propuesta es aprender la semántica del enemigo, porque muchas veces en ese terreno es donde uno consigue desarticular mecanismos excluyentes, como Bourdieu sostenía al hablar del capital lingüístico. Con la música, con la escritura, entendemos que hay una zona rica como para apostar a la apropiación de cosas diferentes”, consideró Sanjurjo. Y agregó: “Tengo que decir con orgullo que el arte y la cultura, como herramientas, transforman. Pero lo que salva realmente la vida es el amor. Porque si hay algo que es fundamental en los talleres es que son un espacio de amor y reconocimiento del otro. Abrazarse, cuando lo hace un cuerpo que está tan expuesto a una violencia sistemática, desde antes incluso de la experiencia del encierro, es sanador”.

Además de los talleres en cárceles, ELBA publica anualmente una revista con las poesías, crónicas, ensayos, fotos, letras de canciones y otros escritos producidos en esos encuentros.  “Creemos que la posibilidad de tener un medio de comunicación humilde, como este, genera una plataforma de materialización de sueños. Las personas que han escuchado de manera permanente y reiterativa, casi como si fuera el mito del eterno retorno, ‘vos sos la basura de la sociedad, sos una mierda`, terminan en un repliegue de los lazos de sociabilidad y del afecto. Y cuando uno puede soñar y construir una revista como esta, termina diciendo: ‘Mirá, mi vieja que lloró cuando me llevaron en cana, hoy llora de emoción porque conseguí en mi vida, por primera vez, algo que me hace bien”, expresó Sanjurjo.

Además de restituir la dimensión de humanidad que pretende eliminar el encierro, recuperando la palabra como un gesto político, ELBA considera que el segundo objetivo de la revista es disputar simbólicamente en la sociedad el estereotipo de preso como un monstruo: “Como bien decía Foucault, hay que dejar de ser objetos de información para pasar a ser sujetos de comunicación. Una de las consecuencias del encierro es el borramiento de la voz, y hay que recuperarla para poder contar de alguna manera las ilusiones, sueños, dolores, resignaciones y broncas. Hay que cuestionar el estereotipo del preso que no piensa, no siente, no crea, porque después es el mismo esquema que justifica la perpetración de los sistemas de exclusión, de la discriminación, de la marginación de aquellos que ya han cumplido su condena desde la perspectiva constitucional, desde la perspectiva penal. La revista permite decirle al mundo ‘no soy un monstruo, tengo derecho a otra vida”, exclamó Sanjurjo.

grupo reunido. ELBA

Además de los talleres en cárceles, ELBA publica anualmente una revista con las poesías, crónicas, ensayos, fotos, letras de canciones y otros escritos producidos en esos encuentros.

ALFAJORES POÉTICOS

El trabajo de estos ocho años ha dejado una enseñanza a los talleristas: hay que construir herramientas para la inclusión, no para la reinserción, o la readaptación. “Debe darse la posibilidad de un trabajo digno, de una vivienda digna, de ser depositarios y depositarias del amor. Y el proyecto de los alfajores poéticos es un gran desafío para nosotros porque significa dar un gran salto de calidad en nuestras propuestas vinculadas con la consolidación de espacios de trabajo: la inclusión de las personas privadas de libertad desde el trabajo digno, fuera de la mirada cosificante, pintoresca, zoológica, estetizante de la pobreza”, enfatizó El Chino Sanjurjo.

Una cajita con tres alfajores y un poema en su interior. Esa es la idea que la cooperativa ELBA está desarrollando para hacer frente a las dificultades laborales. “Conjugamos el trabajo que hacemos con amor en la cocina, el trabajo que hacemos con amor en los talleres. El sabor de la palabra y la palabra del sabor. El proyecto está pensado como una experiencia: no es solamente comprar un alfajor, sino también compartir la pasión por la palabra que nosotros y nosotras tenemos”, explicó Sanjurjo.  Además del Chino, que preside el proyecto, la cooperativa está formada por otros integrantes de ELBA –Matías y Eugenia Sanjurjo– y por personas que han recuperado su libertad: Miguel Galeano, Ana Nahamond, Silvina Prieto y Lidia Ríos. “Cuando compres un alfajor poético ELBA, además de probar el mejor alfajor del mundo  podrás disfrutar de la experiencia de saborear el lenguaje y conocer poetas que donan parte de su obra en forma inédita: Juano Villafañe, Carlos Juárez Aldazábal, Julián Axat y los pibes y pibas de nuestra organización, entre otros”, adelantó.

“En esta etapa el alfajor es la gran apuesta por generar trabajo, porque hoy lo que necesitamos es incluirnos desde el trabajo. Sin él no hay dignidad, no hay posibilidad de soñar con ninguna otra cosa que no sea cómo hacemos para llenar la olla, para poder afrontar el día a día”, reflexionó El Chino. Y agregó: “No solo está difícil conseguir laburo. En estos últimos meses, de los compañeros que trabajamos en los talleres echaron a cinco. Y bueno, uno se preocupa, porque vive con angustia. Muchas alternativas para un pibe que estuvo en cana no hay”.

Miguel Galeano estuvo detenido en Marcos Paz. Conseguir trabajo, cuando recuperó su libertad, fue y es uno de sus mayores problemas. “Estuve trabajando un año en blanco y me despidieron hace cinco meses. Ahora estoy buscando y nada. Fui a muchas entrevistas, pero nunca me llamaron. Debe ser por mi cara, por mi historia, no sé. Está difícil el tema del laburo y en mi casa me rompen un poco las bolas para que cobre un sueldo. Pero entienden, no quieren que vuelva a lo mismo”, contó el joven a ANCCOM en una de las reuniones que llevan a cabo en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini para terminar de poner a punto el proyecto. Ana Nahamond –que también ha recuperado su libertad– está transitando una situación similar y decidió emprender un proyecto personal: “Ahora estoy sin trabajo.  Estoy haciendo un emprendimiento gastronómico sobre pedidos, está complicada la cosa. Pero bueno, por lo menos me sirve para pucherear”.

“Yo volví de Alaska hace dos meses y pico, así que obviamente estoy sin trabajo,  sin nada”, dijo Silvina Prieto, ganadora del primer premio de Crónicas La Voluntad organizado por la Fundación Tomás Eloy Martínez, editorial Planeta y revista Anfibia por su crónica de no ficción que narra la convivencia junto a Giselle Rímolo en la Cárcel de Ezeiza. Silvina, que prefiere referirse a su pasado reciente como una estadía en Alaska, estuvo viviendo hasta la semana pasada en la casa del Chino, porque el consorcio no quería que viviera en casa de su madre, con quien Silvina quiere compartir su vida luego de tantos años de encierro. Finalmente, luego de algunos arreglos, pudo mudarse con ella.

La cooperativa de alfajores poéticos, para ellos, es la esperanza de salir adelante, de tener algo propio. Además, continúa con la sensación de pertenencia que pudieron recuperar con los talleres de ELBA a los que fueron cuando estaban en la cárcel y a los que continúan asistiendo ya recuperada su libertad. “En ellos encontrás tu mundo. Me sirvieron mucho a la hora de salir. Hace tres años y un poco más que estoy afuera, traté de ocupar mi tiempo, no dejé el curso de periodismo. Sigo yendo porque me gusta, y porque es como mi familia. En la cooperativa nos sentimos como hermanos”, contó Ana Nahamond. “Allá nuestro profesor del taller de literatura era el Chino. Primero es una excusa para salir del pabellón. Después, escribiendo, uno se da cuenta de que desahogas un montón. Me re gustaba escribir. Nos ayudó muchísimo, mirá donde estamos. Por lo menos estamos acá y no volando por ahí”, confesó Miguel. “No te permitiría otra cosa”, lo interrumpió Silvina Prieto. “No los quiero ver nunca más allá, en Alaska”, le advirtió.

Los alfajores poéticos, que saldrán a la venta próximamente, podrán conseguirse en centros culturales, clubes de barrio, o por pedido. “Tenemos una estructura de compromiso interesante y ya hemos articulado con algunas organizaciones. La gente de MECA, que nuclea espacios culturales y artísticos, se comprometió a darnos una mano y ofrecerlo a los centros culturales que están dentro de su red. También lo venderemos en algunos clubes de fútbol como San Telmo y Atlanta,  y en otros clubes más chiquitos o centros artísticos que por ahí no están necesariamente nucleados en MECA como el Centro Cultural de la Cooperación”, explicó Sanjurjo. Y concluyó: «Este proyecto nos tiene muy ilusionados e ilusionadas, porque tenemos la esperanza de que nos ayude en esta situación tan difícil que está atravesando el país, donde estamos viviendo cada vez con más preocupación”.

 

Actualizado 01/11/2016

Lo subterráneo de Metrovías

Lo subterráneo de Metrovías

“Si van a salir tengan cuidado eh. Hay unos pibes ahí en el túnel, entre Medalla y Mitre. Estén atentos, yo no los vi y casi los pongo”. El conductor de la Línea E abrió la puerta del cuartito de descanso y advirtió a sus compañeros antes de dejar el turno. “No hay nadie que controle –se lamentó uno de ellos mientras cambiaba la yerba del mate–. Teníamos un equipo de rescate, pero Metrovías lo disolvió hace años”. Minutos más tarde, la sirena del subte indicó que estaba por cerrar sus puertas. “Vamos, me avisaron que los pibes ya salieron”, dijo un delegado de tráfico mientras ponía un guante en su mano izquierda. Entró a la cabina oscura –que salvo algunos agregados permanece intacta desde la década del 60–, tomó las palancas y dio comienzo al recorrido Plaza de los Virreyes-Bolívar.

Es un ruido constante, molesto. Insoportable, para la mayoría. Los taponcitos verdes con los que Metrovías pretende “cuidar” a sus empleados son irrisorios cuando el túnel está delante. Por eso, los conductores, como alternativa, suelen comprarse sus propios protectores auditivos. “¡Mirá, esto es en lo que invierten! Acá la única mejora fue pintar la línea amarilla y los cuadros esos”, pudo decir el delegado cuando el ruido se hizo más leve, al frenar en la primera estación. “Las inversiones que hacen son en algo vistoso para la gente: un cambio de imagen. Venden con la vista, nada más. Los andenes son exactamente los mismos que cuando se inauguraron. Lo único que hacen es renovar la cara de las estaciones, pintar las paredes con dibujitos bonitos, pegarle contac”, ironizó. “Se hacen cosas económicas y a largo plazo, que duren. En algunas estaciones pusieron banquitos tipo Ronald McDonald’s: son de plástico, no se rompen, y son baratos. La gente ve eso y dice ‘¡oh, están trabajando!’. Pero no, no invierten en mejorar el transporte. El material rodante sigue siendo el mismo. Son trenes viejísimos con la cara cambiada, ploteados de amarillo”, dijo el delegado, antes de que el ruido ensordecedor impidiera nuevamente escuchar.

“En las boleterías tampoco se invirtió como corresponde”, continuó al llegar a Medalla Milagrosa. “En esta estación, por ejemplo, los boleteros trabajan dentro de un huevo de fibrocemento que es tan liviano que hasta se puede levantar con la mano. Nuestros compañeros de comercial están muy expuestos ahí. Son poco frecuentes los ataques por robo o quejas de pasajeros, pero son muy agresivos cuando suceden, ya que obligan al boletero a salir. Las únicas estaciones con blindado son Independencia, La Plata y una de las boleterías de Bolívar”, agregó.

Ramón Paredes, Victor Hugo González Y Claudio Dagostino, delegados del Subte.

Ramón Paredes, Victor Hugo González Y Claudio Dagostino, delegados del Subte.

Uno de los mayores problemas del universo subterráneo es la entrada de agua. Además de la lluvia que pasa por los respiraderos –agujeros que comunican a la calle y funcionan como sistema de ventilación–, las vías se inundan por caños rotos y filtraciones. Al frenar en la próxima estación, el conductor señaló una puerta: “Ese cuarto hasta hace poco estaba cerrado. Se había roto un caño y toda el agua que salía caía en las vías. Siempre se rompe alguno acá abajo e inunda todo”, explicó. Y agregó, avanzando nuevamente hacia el túnel: “Entre Urquiza y La Plata están las filtraciones más grandes, de aguas servidas”. Antes de pasar por ese tramo, José María Moreno ofreció un claro adelanto: “Cuando está toda esa aureola es porque las filtraciones son viejas”, aclaró el delegado mirando las  manchas. Efectivamente, las filtraciones se multiplicaron al llegar a La Plata. Las vías mojadas y los túneles machados de distintas intensidades de blanco acompañaron buena parte del recorrido. Sin embargo, dos luces sobre las vías que comunican La Plata con Boedo capturaron la atención. El tren disminuyó su ritmo hasta llegar a una velocidad inferior a 25 kilómetros por hora. “¿Ves lo que hace la empresa? En vez de arreglar, emparcha. Estas señales indican que desde la primera a la segunda luz no podemos superar los 25 kilómetros porque la vía está muy rota y corremos peligro que el tren se desequilibre y descarrile. La única renovación de vías que tiene esta línea la hicieron con las vías viejas que trajeron de la línea A. En vez de cambiarlas para evitar accidentes, las emparchan, las reacondicionan para zafar, y te ponen estas precauciones. En los túneles que comunican Entre Ríos con San José, y Belgrano con Bolívar, también pusieron estas luces, para evitar hacerse cargo”, dijo indignado.

Al frenar en Boedo, la atención se reencauzó nuevamente en las filtraciones. “Hace un año, más o menos, se cayó la mampostería del techo arriba del tren”, contó señalando las pruebas que quedaron del episodio. “En vez de solucionar verdaderamente el problema de las filtraciones, ponen unas chapas que redirigen el transcurso del agua hacia las vías. Las pintan de colores para disimular y creen que con eso alcanza. Pero por más pintura y decoraciones que hagan, las paredes se terminan desmoronando igual”, lamentó. “Acá, en Urquiza –dijo al llegar al próximo anden–, está todo lleno de chapitas y están todas las paredes quebradas,  por el agua y el movimiento”.

En las estaciones siguientes permaneció callado. “¿Sabés qué es lo más lamentable de todo esto? –reflexionó minutos después– Que llega un momento que uno lo ve tan frecuente, tan frecuente, tan frecuente, que pasa a ser normal. Ese es el peor problema que hay. Y uno, a veces, inconscientemente, deja de pelear por ciertas cosas porque termina naturalizándolas”. Y agregó: “Tenemos que mantener activo el reclamo y siempre buscar mejoras y reformas. No solo en las estaciones, sino también en las vías y los trenes. Más que nada para que esto no termine siendo normal y ocurra  una tragedia enorme como la de Once”.

Los conductores, por seguridad, tienen prohibido el uso del celular mientras manejan. Uno de ellos, hace un tiempo, recibió una sanción por desobedecer las reglas. Sin embargo, la empresa tuvo que perdonarle la infracción. La línea E permanece en el pasado: salvo tres formaciones que fueron modernizadas, el resto de los trenes no cuenta con una cabina específica para que el guarda pueda controlar la apertura y cierre de las puertas y comunicarse con el conductor. Como viaja con los pasajeros, cuando hay mucha gente no logra llegar a la cabina del conductor y debe esperar a frenar en la estación para bajar y hablar con el que está manejando. Si es algo urgente, debe recurrir al celular. “Con el guarda solo podemos comunicarnos con el teléfono. Si nos quedamos en el túnel ellos no se enteran de nada. No saben qué pasa, es terrible. Otra cosa que no tenemos es intercomunicador con el pasajero. Si pasa algo uno tiene que bajarse e ir vagón por vagón avisándole a la gente”, comentó el delegado al llegar a Jujuy. La luz cambió a verde, indicando que la próxima estación ya estaba libre y la formación podía avanzar.

Con la vista fija en el túnel, no solo el ruido resulta perturbador. Los tubos fluorescentes que lo iluminan están colocados esporádicamente y eso produce un centelleo constante que contrasta con la oscuridad propia del túnel. “Continuamente te están haciendo trabajar la pupila del ojo, y eso trae muchos problemas de vista”, explicó. “Realmente uno tendría que ir seguro, sin necesidad de una visualidad tan amplia. Pero cuando suceden cosas como las de hoy, y baja gente a las vías, entendés que sin esta iluminación podrías ir atropellando todo lo que se te cruce. Nosotros no vemos cuando se meten personas o animales, y no tenemos a nadie que impida que esto suceda. Los perros bajan y empiezan a correr, y a mí no me gusta pisar nada. Me duele mucho chocar a un animalito, porque él no tiene la culpa. Así como no hay nada que obstruya que el perro baje, tampoco hay nadie que lo saque”, continuó el delegado. Antes, él pertenecía a un cuerpo de emergencias que se encargaba de sacar a personas y animales del túnel. “En 2006 disolvieron ese grupo porque a la empresa no le servía económicamente. En un principio pertenecíamos a Metrovías, después nos tercerizaron, y luego volvimos a la empresa. Finalmente, cerraron el equipo y nos distribuyeron por el sector de tráfico”, denunció.

Camino a San José, una formación se desvió hacia los talleres de Constitución. Al no tener un espacio propio para arreglar sus trenes, el material rodante de la Línea E debe tomar esa bifurcación. Cada vez más cerca del final del recorrido, las limitaciones producidas por el deterioro de los trenes y las vías continuaron apareciendo. “En esta curva no podemos ir a más de 50 porque rozamos el túnel. Si pasáramos con otros trenes, seguramente podríamos ir más rápido. Pero según los estudios que les hicieron a estas formaciones no podemos subir más de 50”, explicó el conductor mientras doblaba.

Luego de una breve estadía en Belgrano, el tren finalizó su recorrido y estacionó en Bolívar. “Esta cabecera es un desastre”, enfatizó el conductor al bajar de la cabina. “Hay que mirar bien, porque ahora está todo muy camuflado. Esa chapa con canaleta –dijo señalando al techo– hace que el agua caiga en las vías, y no directamente sobre el tren. Ese es todo el arreglo para las filtraciones. Ahora está pintado de violeta, para disimular”.

Luego de recorrer las 15 estaciones en sentido contrario, para regresar a Plaza de los Virreyes, el delegado bajó de la formación y pasó su mano por el exterior. “Nuestro material rodante es muy antiguo y precario. Salvo el MPI que marca la velocidad, no hay nada digital. Los trenes que tenemos son los más viejos de todas las líneas, y el mantenimiento que reciben es muy pobre. Los trajeron entre 1962 y 1967 de España, y en el 80 los reacondicionaron. Desde entonces, todo permanece igual. Lo único que hacen es un ploteo amarillo por fuera, y le ponen luces de LED por dentro. La gente se confunde y piensa que son trenes nuevos, y te preguntan ‘¿este tiene aire?’ ¡No, hace 60 años que no tiene aire!”, dijo riendo. “Debajo del ploteo está todo podrido, esto es algo vistoso para la gente nada más. Los chasis están picados y el piso, al ser de un terciado grueso, también se pudre. Cuando se rompe la goma uno puede ver por ese agujero cómo va circulando el tren. A ese punto hemos llegado: a que una persona pueda meter el pie incidentalmente y lastimarse, o electrocutarse”, exclamó.

“Es muy difícil manejar al público cuando sacas trenes porque no están en condiciones. Pero la verdad es que de estas formaciones no puede circular ninguna”, consideró. Según le comunicaron a los trabajadores de la línea E, en 2020 recibirán nuevos trenes. “Vamos a ver –advirtió el conductor con poca esperanza. Lo nuevo de ellos no suele ser lo nuevo nuestro. Para ellos encontrar una zapatilla tirada en un tacho de basura y ponérsela es algo nuevo, es estrenar. No pensamos lo mismo”, concluyó.

El mito de la jubilación

Los ventiladores negros, la prueba más evidente. “Como están tan altos y no los limpian muy seguido, tienen pegado todo el grafito que respiramos”, dijo el conductor y delegado de tráfico de la línea E Osvaldo Mouche, señalando el techo del cuartito de descanso de Plaza de los Virreyes. “La línea aérea lleva la electricidad, y es tomada por el tren con un pantógrafo. Ese roce larga un polvillo negro: el grafito. Cuando nos bañamos, el agua sale negra. Y si no viene nadie a limpiar durante el día, a la tardecita pasas la mano por cualquier lado y está todo lleno de hollín. Arriba del tren, lo mismo. Por eso manejamos con guantes”, explicó Mouche.

A la respiración viciada por el grafito, se agrega la falta de oxígeno. “El sistema de ventilación que tenemos abajo es un agujero en el túnel, que toma aire de la calle cuando pasa el tren. Como el asfalto calienta muy fácil, el aire que llega acá es siempre caliente, y ya viene contaminado de las combustiones de arriba, de los caños de escape de los automóviles”, detalló Julio Sala, también conductor y delegado de tráfico de la línea E junto a Mouche y Pablo Bagnasco.

La sala de descanso de Plaza de los Virreyes también está afectada por las filtraciones. En el techo, otro parche de chapa. Como caía agua de desecho de los baños sobre la mesada y los alimentos, la empresa arregló provisoriamente el problema con el sistema de la canaleta.  Sin embargo, según comentó Mouche, los días de lluvia resulta insuficiente: el agua rebalsa  e imposibilita el uso de ese sector de la sala. Incluso, un televisor que los trabajadores habían comprado con sus aportes sufrió las consecuencias de la inoperancia de Metrovías y se quemó al mojarse.

“Si bien la línea E es en la que menos plata se invirtió, este tipo de deficiencias estructurales están en todas las líneas, al igual que los problemas de salud”, aclaró Mouche. Complicaciones de espalda por las vibraciones del tren, disminución de vista y audición –por el ruido ensordecedor y el repiqueteo constante de los tubos fluorescentes– y problemas respiratorios –que se manifiestan en alergias y resfríos constantes, por la falta de aire y la respiración de grafito– son los problemas comunes a todos los trabajadores del subte, especialmente a los del sector de tráfico. “También tuvimos muchas muertes por cáncer y ataques cardíacos. Aún no pudimos certificar su relación con el espacio laboral, pero tenemos un estudio en marcha para investigarlo”, advirtió.

Además del desmejoramiento físico, el estado psicológico de los trabajadores también se ve frecuentemente alterado. “Tenemos  muchos problemas de fobias que se manifiestan principalmente en el rechazo a la gente y en la reclusión”, explicó el conductor y delegado Julio Sala. “Es similar al pánico. Estar trabajando continuamente con la gente, con el ruido, con la oscuridad, todo eso lleva a distintos trastornos. Yo, por ejemplo, como salgo tan aturdido de acá, soporto cada vez menos salir a la calle y estar con la gente”, confesó.  La puerta de la cabina de uno de los trenes de la línea E es testigo de lo difícil que es a veces lidiar con pasajeros: “Tiene todas las marcas de la escalera de fierro que agarraron para abrirle la puerta. Se había parado la formación y el conductor nos llamó llorando, porque le querían pegar. Lo escupieron, le rompieron un vidrio del costado, pero por suerte aguantó la puerta. No podía seguir avanzando, estaba shockeado, y lo tuvimos que ir a buscar”, recordó Mouche.

Según el mito subterráneo, el que se jubila muere rápidamente. “Por eso nadie quiere retirarse. La leyenda dice que al dejar de trabajar, todo lo que absorbimos acá te termina matando. La mayoría de la gente que está cerca de los 60 años tiene muchas dolencias físicas, y cree que llegada la edad de abandonar Metrovías, solo se quedará con los problemas de salud que venía arrastrando y morirá”, confesó Mouche. El trabajo de los conductores y guardas fue declarado insalubre, al igual que el de los talleristas. Por eso, su jornada de trabajo no puede exceder las 6 horas. “Sin embargo, el kiosquero, el diariero y todos los que están acá abajo trabajan en las mismas condiciones. La empresa, para evitar hacerse cargo del conjunto del problema, solo declaró la insalubridad para el sector de tráfico y talleres”, denunció el delegado.

Seguridad e higiene vs. salud laboral

Desde 1994, la empresa impulsa una política de salud en la que no es válido enfermarse. Según denunció Francisco “Pancho” Ledesma, secretario gremial de Salud Laboral y Condiciones en el Medioambiente de Trabajo, la empresa insiste en que hay que bajar el ausentismo y ser colaborador, ya que si uno falta perjudica a su compañero. “Desde que Macri asumió la presidencia y sale a decir en cadena nacional que si vos faltas pones un palo en la rueda y perjudicas al país, Metrovías –al igual que otras empresas–  recrudeció la lucha contra el ausentismo con el objetivo de disminuirlo drásticamente”, explicó Ledesma.

“¿Cómo hacemos para convertir el discurso del ausentismo, que no tiene en cuenta los ritmos y organización del trabajo?”, se preguntó Ledesma. Con ese interrogante en mente, él y otros miembros de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) decidieron centralizar lo que la empresa llama “Seguridad e Higiene” en una Secretaría de Salud Laboral. “Estamos resolviendo los casos puntuales –que es lo único que hace la empresa–  pero también  de a poco estamos generando un mapa de riesgos para ir creando líneas de acción que nos permitan avanzar sobre las discusiones más generales relacionadas con la salud”, explicó Ledesma, que por tercer mandato consecutivo forma parte de la Secretaría Ejecutiva del sindicato. La AGTSyP fue fundada el 2 de septiembre de 2008, como alternativa a la Unión Tranviaria Automotor (UTA). “Estos personajes nefastos, que se manejan mediante la violencia y la extorsión, hicieron echar gente en el 94. Con los años, se fue formando la AGTSyP y se discutió un tiempo quién tenía más afiliados. En el subte hay aproximadamente 3000 trabajadores, y nosotros tenemos 2500 afiliados. Hace dos años se hizo la compulsa en el Ministerio de Trabajo y logramos la personería gremial. Por eso, el único sindicato dentro del subte que puede discutir colectivamente es el nuestro”, aclaró Mouche.

El principal factor de riesgo encontrado por la Secretaría fue el lugar de trabajo y sus pésimas condiciones, que causan enfermedades profesionales y accidentes de trabajo. “Al principio nos costó explicarle a los compañeros qué eran las enfermedades profesionales, porque la empresa te dice que te enfermas de la vida misma, no por el ambiente hostil en el que trabajas día a día. Además, para Metrovías vos te incidentas, nunca te accidentas: sos el culpable de lo que te pasa. Tener que desnaturalizar ese discurso lleva años”, explicó el secretario de Salud. Y continuó: “La empresa viene, te da los elementos de protección personal que marca la ley y ya está cubierta. Te da un protector auditivo, unas antiparras, un casco, un guante, la camisa, el pantalón, los zapatos, una campera y un buzo. Y a lo sumo, si te pones medio cargoso, o la empresa está de buenas, te da una faja. ¿Pero qué pasa? Eso te convierte en astronauta a vos, pero el medio en el que estás trabajando es un campo minado. Nada te asegura que aun disfrazándote de esa forma no te agarres una hernia de disco, no se te corra el espiral por la vibración de los asientos y pierdas el embarazo, o no se te caiga algo en la cabeza y te lastimes, a pesar de tener puesto el casco”.

Según denunciaron los trabajadores de Metrovías, la empresa fue acrecentando la política de invertir menos y flexibilizar más. “Te dan una charla de cinco minutos de seguridad y después, cuando muere alguien, le dicen a sus familiares y compañeros que el fallecido se capacitó, que la culpa es de él porque la empresa cumplió”, explicó Ledesma. Sala, el delegado de tráfico de la Línea E, denunció en el mismo sentido: “Anualmente le dan a la gente un curso sobre seguridad e higiene y sobre lo que es el servicio. Cuando ingresan a la empresa, con ese tipo de charlas, los nuevos piensan que van a ir al paraíso. Pero uno, que está continuamente acá abajo laburando, cuando va a esas charlas, termina peleándose,  se arma quilombo. Porque te están tomando el pelo, hasta el punto tal que vos a veces les preguntas ‘¿Vos viajas en esta línea?’. Te dicen que no, no tienen idea. Es una empresa contratada, que viene a dar un curso como si fuéramos un local de comida rápida: la frecuencia, el servicio, la sonrisa para atender a la gente. ¿De qué frecuencia me está hablando? Nosotros tenemos un diagrama en el cual la frecuencia de formación a formación tiene que ser de 5 minutos. Eso acá no se cumple, porque no tenemos la cantidad de trenes como para hacerlo”.

Para respaldar los reclamos por el constante deterioro de salud de los empleados, y que puedan ser contemplados jurídicamente, se están realizando estudios en asociación con la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET). Ahí se reúnen varios gremios para aprender oficios. La UMET hizo un convenio con el CONICET, y se formó el Centro de Investigación para los Trabajadores (CITRA). “Es un equipo multidisciplinario en el que cada gremio hace un aporte para que el CITRA pueda hacer investigaciones. El proyecto que presentamos el año pasado, y en el que estamos trabajando este año para que pueda ponerse en funcionamiento, se basa medir las vibraciones de cuerpo entero en conductores y guardas”, explicó Ledesma.

Las víctimas

Además de los problemas físicos y psicológicos, las condiciones de trabajo en el subte han terminado con la vida de varios trabajadores. Mario Penaccio, en septiembre de 2003, falleció a bordo de una de las Trafic de Metrovías que trasladaba a los trabajadores por las noches hacia los lugares donde deben hacer reparaciones. Según detalló Enrique Rosito, encargado de prensa de AGTSyP, Mario no iba sobre un asiento, como corresponde, sino que viajaba sobre las herramientas. En un choque, detrás de Casa Rosada, salió despedido.

El 11 de febrero de 2011 David Alfonso, que trabajaba haciendo el mantenimiento de los trenes, falleció electrocutado: lo mandaron al techo de la formación a reparar un equipo, no cortaron la tensión y murió calcinado.

El 20 de marzo del año siguiente, en el taller de Congreso de Tucumán, la electricidad cobró otra víctima, Diego Martínez. “Lo mandaron a hacer una tarea que él habitualmente no hacía, que es soldar. Cuando hicimos el peritaje vimos que la máquina no tenía puesta a tierra, tenía los cables pelados, un desastre”, denunció Ledesma.

A Antonio Villares, el 2 de abril de 2013, también  le arrebataron la vida en el subte. “Hubo una gran tormenta en Capital Federal y el compañero tenía que ir a activar las bombas para que los pozos se desagoten y no se inunden las vías. Estaba en Catedral, en la línea D, y le avisaron que en la estación Los Incas, de la línea B, se habían inundado las vías y no se podía pasar. Parece que los cuartos de bomba no estaban andando y, como él estaba en la guardia, un supervisor lo mandó con un equipo de trabajo. Antes de bajar a las vías, le avisaron que habían cortado la tensión –porque la B, a diferencia de las demás líneas, tiene un tercer riel y la tensión está en las vías. Él bajó, pensando que era como le habían dicho, y en el trayecto se electrocutó con corriente continua. Murió calcinado”, recordó el secretario de salud.

Sergio Reyes estaba en su primera semana de trabajo cuando fue atropellado en el taller Rancagua, en septiembre del 2013. Los dos primeros días había estado en Emilio Mitre y Directorio, un taller que está en Primera Junta, sobre superficie. El tercer día lo mandaron a hacer limpieza a Rancagua, el taller que está en la estación Federico Lacroze, en Chacarita. “La jefatura no le enseñó los lugares por donde se ingresa y se egresa, ni le dio una charla para explicarle dónde había tensión y dónde no. Le dijo ‘Acá tenes la pala, la escoba y la bolsa: anda a limpiar’. Hay una salida que da a la calle, a la Plaza los Andes. Y, por otro lado, hay una conexión entre el taller y la estación de subte Federico Lacroze, por donde entran y salen los trenes rotos o reparados”, explicó Ledesma. Y continuó el relato: “Por ahí entra el personal técnico que trae el tren roto al taller o saca el tren reparado a línea. El compañero vio que por ahí entraba y salía gente y debe haber pensado ‘¿Para qué voy a salir a la calle, ir por la plaza, y volver a entrar al subte si por esta conexión entro a la estación directamente?’ Como era el primer día que estaba en el subte, y no tenía el oído preparado, en una curva muy cerrada no escuchó el tren y cuando terminó de salir de la curva lo llevó puesto y lo chocó contra unas columnas que hay en Federico Lacroze”.

Ramón El Tucu Paredes, que trabaja en la empresa desde 1994 –año en que Metrovías comenzó a operar en Argentina– denunció la política de la empresa ante accidentes de semejantes características: “La empresa aduce que es inoperancia, y no es así. Hay algunos accidentes que se producen por el exceso de confianza que brinda la experiencia. Pero el  problema es cuando por coerción, por desidia o por falta de inversión, la empresa te lleva a la muerte o a accidentes”, explicó. “La puesta a tierra, por ejemplo, es algo importantísimo. Y Metrovías no da cursos para que la gente sepa hacerlo. ¿Dónde está la parte de la empresa que tiene que cuidar a los empleados?”, exigió. No solo no capacitan, sino que mandan a realizar tareas en condiciones que no deberían hacerse. “Hace mucho tuvimos problemas con la cuadrilla de limpieza, porque los mandaban a limpiar los coches con la electricidad puesta. Aprovechaban que era gente nueva, que recién empezaba a trabajar. Y como no querían perder el trabajo, nadie decía nada”, contó Mouche.

Metrovías

“Allá en Tucumán hay un refrán que dice: ‘Por fuera florido, por dentro podrido’”, bromeó “El Tucu” Paredes. Metrovías, según denunciaron los trabajadores y delegados consultados por ANCCOM, en vez de invertir en trenes, plotea encima del material podrido y desmejorado por los años. En vez de solucionar las filtraciones, cambiar las vías y destinar el dinero para mejorar el medio de transporte y la seguridad del pasajero, destina el dinero a embellecer las estaciones con el menor presupuesto posible.

“Incluso los trenes nuevos, que son los de la línea A, tienen problemas. Se les queda a mitad del recorrido y el conductor  no tiene forma de moverlo. Tienen que venir a buscarlo, porque no dan la capacitación suficiente como para manejar la tecnología”, comenzó Julio Sala en la enumeración de falencias de la empresa. “Cuando compraron trenes para la H –continuó su compañero Mouche–  no calcularon el ancho del andén y cuando la formación entraba a la estación rompía todo el borde. Tuvieron que modificar todo para que entrara correctamente”. Apresurado por sumar otro ejemplo, Sala agregó: “En la línea B peor todavía. Compraron trenes con tercer riel, hicieron toda la línea aérea y después se dieron cuenta que el tren no entraba de alto. Tuvieron que cavar toda la fosa para que entrara. Luego, vieron  que no entraba tampoco en el ancho, así que tuvieron que seguir acortando los andenes”.  “En definitiva –concluyó– hubiese salido más barato mandar a hacer trenes 0 km, a medida. Eran trenes que estaban para pruebas militares, vinieron sin manual”. Mouche completó: “En España, después de los atentados de Atocha, los usaban para poner explosivos y ver cómo quedaba el tren. Uno de los problemas que tienen es que no pueden dar más de tres vueltas seguidas, porque recalientan. Se dieron cuenta porque cuando los trajeron, en el verano, no podías tocar los asientos de lo calientes que estaban. Descubrieron, cuando los revisaron, que esos trenes originalmente llevan un enfriador, que no vino”. La solución que encontraron, según comentó el delegado, es sacar la formación de circulación luego de la tercera vuelta –que es cuando comienza a recalentar–, dejarla enfriar y luego ponerla a andar nuevamente.

“En la Línea E es en la que menos se ha invertido”, dijo Mouche al hablar del ramal en el que trabaja como conductor. “¿Qué me está diciendo compañero? –interrumpió en tono jocoso El Tucu Paredes– “Acá  la gente no tiene tanto poder adquisitivo como para que inviertan”. Mouche, asintiendo, contestó: “Sí, es verdad,  nos dejan de lado. No hay ningún shopping importante, ni turistas. Entonces siempre somos lo último”.

En 1993, cuando el subte cayó dentro de la ola de privatizaciones menemista, una de las cláusulas que se establecieron fue que la concesionaria recibiría un subsidio por la desinversión de años. “Metrovías lo recibió pero no lo invirtió. Solo se llevaba el dinero y arreglaba pequeñas cosas para que se vea que estaba haciendo algo”, denunció Paredes. “Ahora, con las lavadas de cara de las estaciones, siguen haciendo lo mismo. Se dejó afuera lo verdaderamente importante”, sumó Mouche. El mantenimiento de los trenes, según explicaron los trabajadores, debe hacerse en tres etapas. La periódica, cada 50.000 kilómetros, la media, cada 300.000 y la general, cada 900.000. “La única que se hace es la periódica. La media  creo que se hizo por última vez en el 99 y de la general mejor ni hablemos”, dijo Paredes.
Actualizado 05/10/2016

Julio López: diez años de ausencia

Julio López: diez años de ausencia

Una buena cantidad de engrudo sobre la pared descascarada de Pringles 1100. Una hoja, y otra repasada de pegamento para fijar el papel. “Está en blanco porque quiero representar lo que no está… ¿Cómo se dice?” –pregunta un niño al observador de su obra– “Sí, eso. La ausencia”.

***

Jorge Julio López no está, desapareció. Por segunda vez, nos falta. Así como también faltan las explicaciones sobre su ausencia. El 18 de septiembre de 2006, la boina azul, la campera bordó y los zapatos que lo habían acompañado en las audiencias previas, quedaron preparados en una silla de su casa. El albañil de Los Hornos, que estuvo secuestrado durante la última dictadura en los centros clandestinos Destacamento Policial de Arana –“Pozo de Arana”– y Comisaría Quinta de la Plata, debía presenciar los alegatos de los querellantes en el juicio en el que testificó contra Miguel Osvaldo Etchecolatz y otros genocidas al mando de esos espacios de tortura y exterminio. Sin embargo, nunca llegó. A diez años de aquella mañana, aún no se sabe qué pasó con él, dónde está.

Este sábado, la pared descascarada que limita con la escuela Rosario Vera Peñaloza, en el barrio porteño de Almagro, fue el punto de encuentro de alumnos de primaria y sus familias. Para recordar la ausencia de Jorge Julio López, y mantener vivo el reclamo de memoria, verdad y justicia por su desaparición, la cooperadora y la comisión de padres de la escuela decidieron sumarse a la propuesta del fotógrafo Gerardo Dell’Oro: A pegar por López. La iniciativa consistió en poner en común una carpeta, que circuló por internet, con fotografías de López en distintos tamaños, para que cada persona pudiera descargar, imprimir, y pegar en la vía pública. “La idea era, a 10 años de la desaparición de López, visibilizar su ausencia. Visibilizar al testigo desaparecido, ya que con él se pierde mucha de la información que tenía. Hay policías que están en actividad, y él los estaba denunciando. Lo que yo quería, entonces, era rescatar su figura como testigo. De las cinco fotos que subí, en las tres que están a color, López tiene puesto el característico buzo bordó con el que iba a declarar”, dijo a ANCCOM Dell’Oro, integrante de la comisión de padres de la escuela a la que asiste Ciro, su hijo.

Mientras los más chiquitos dibujaban sentados en la vereda de la calle Pringles, algunos padres sacaban con espátulas las imperfecciones de la pared para alisar la superficie. Dell’Oro, sobre el piso, organizaba las distintas piezas que formarían las dos grandes fotografías que se pegarían a modo de rompecabezas. En la primera, de Rafael  Yohai, López está levantando su mano derecha en la declaración del juicio a Etchecolatz en 2006. La segunda, de Helen Zout, es una fotografía en blanco y negro del rostro de López con los ojos cerrados: “Es un ícono, por esa cosa premonitoria que tuvo. Ahí, todos los que lo conocimos, lo vemos absolutamente. Él sabía muchas cosas, tenía mucha información, mucha memoria. Y, además, quería que todo eso se sepa. Entonces eso es lo que representa esa foto, donde está relatando su historia”, expresó Dell’Oro. En menor tamaño, también pegaron en la pared otras tres fotografías. La más vieja, en la que López posa para Dell’Oro, es del 99: “Es del día en que declaró en el juicio por la verdad”, aclaró el fotógrafo. “Él era uno de los testigos que estaban citados. Seguían más para testificar, pero ante la contundencia de su declaración, y de toda la información que tenía, el Tribunal decidió hacer un cuarto intermedio en las audiencias para ir a hacer una recorrida por la zona de Arana, que es donde él estuvo secuestrado, para tratar de ubicar los lugares detallados por López”, agregó. Las otras dos fotografías, de Horacio Paone y Gustavo Calotti, son de inspecciones oculares que permitieron comprobar que la memoria del “Viejo” –como le decían sus compañeros– permanecía intacta a pesar de los años.

Con el balde rojo lleno de engrudo, Dell’Oro subió a la escalera y dio comienzo a la intervención. Después de él, otros padres, con paciencia, hicieron coincidir una a una el resto de las piezas que formaron la fotografía de Yohai. Sobre ella, la leyenda: “Desaparecido en democracia. 10 años sin Jorge Julio López”. Dejando la brocha a un lado, la presidenta de la cooperadora metió sus manos en el balde y distribuyó cuidadosamente el engrudo aplastando el afiche con sus dedos. Mientras, la madre que se encargó de difundir la propuesta de Gerardo en la escuela, aprovechó el pegamento sobrante del pincel para repasar algunas puntas despegadas de los afiches que pusieron el 24 de marzo. “La idea más que nada es acercar la comunidad a la escuela, tratando de que la gente se involucre más desde el compromiso. Cada vez se suma más gente. Para el 24 de marzo pegamos estas fotografías. También habíamos pegado dibujos de los chicos, pero los sacaron. Si bien la convocatoria fue con poco tiempo de anticipación, fue masivo el acercamiento de la gente”, explicó Analía Kanzepolski. Y agregó: “La de Gerardo nos pareció una iniciativa muy linda. Es una propuesta familiar, y me parece que esto de venir a la escuela, apropiarse de lo público, y que después los chicos vean lo que pegaron es una buena experiencia para ellos. Les explicamos que era un sobreviviente de la dictadura,  y que cuando fue a declarar desapareció en democracia. Les dijimos que es un caso particular, bastante callado por los medios, en el que nunca se supo nada”. Julio Colantoni, también miembro de la comisión de padres, consideró que la importancia de la iniciativa es reforzar la idea sobre las cosas que tienen que cambiar: “Lo que se denuncia es la no resolución de problemas tan delicados. Que una persona desaparezca en democracia, que no se sepa dónde está, que desaparezca en una situación en la que iba a denunciar a un genocida para que lo juzguen como corresponda.” dijo Colantoni, sin necesidad de completar la frase.

La comisión de padres de Rosario Vera Peñaloza se formó a principios de 2015 para hacer frente a la inoperancia del Gobierno de la Ciudad. “Teníamos filtraciones históricas en la terraza, y veníamos hace muchos años pidiendo que se arreglen. Finalmente, se juntaron firmas y se pudo lograr una licitación para que una empresa lleve a cabo la obra. Había problemas con la electricidad y aulas que estaban imposibles de usar por las goteras que caían directamente donde estaban los chicos. Entonces se generó una comisión de padres con el foco bien puesto en la obra”, comentó Mariana Bianchi, madre de la comisión. “Finalmente se llevó a cabo la obra, pero no de manera satisfactoria, porque con la primera lluvia volvieron las goteras, y las constantes fricciones con el Gobierno de la Ciudad. A tal punto que, agotadas las instancias por falta de respuestas, se inició una demanda judicial al Ejecutivo que todavía está en proceso. Le pedimos a la justicia que bregue por las buenas condiciones de los chicos, porque estudiar es un derecho constitucional y tuvimos momentos en los que no quedó otra que suspender las clases”, agregó Bianchi.

Testigo

Mientras la segunda fotografía fue tomando forma y comenzó a definirse el rostro de López con los ojos cerrados, los chicos empezaron a pegar sus dibujos. Al lado de la hoja en blanco representando la ausencia de López, la silueta de una pequeña mano con la leyenda “Justicia por Julio López. Queremos saber la verdad” también capturó la atención: “Veo que algunos chicos saben más de lo que yo pensaba. Lo veo en los dibujos. No sé, yo un poco esto lo hice pensando en mis hijos, o en los chicos que tienen la edad de mis hijos que eran muy pequeños cuando esto sucedió”, reflexionó Dell’Oro.

Para Gerardo Dell’Oro, López es el albañil desaparecido en democracia que nos sigue doliendo y al que debemos buena parte de la información que permitió condenar a Etchecolatz y reconstruir varias de las piezas faltantes en la historia argentina de aquellos años. Pero para él es bastante más que eso. Es la persona que vio con vida por última vez a Mariana Dell’Oro y a Ambrosio De Marco, hermana y cuñado del fotógrafo.

Jorge Julio López vivía en Los Hornos. En ese barrio de La Plata, un grupo de jóvenes había armado la unidad básica en la que militaban Patricia y Ambrosio. “López en ese momento tenía cuarenta y pico, era un tipo grande que se acercaba como vecino a participar. Uno de los compañeros de la unidad básica que estuvo exiliado, regresó al país. Mi familia y yo lo conocíamos desde aquella época, y mantuvimos relación a lo largo de los años. A su vuelta, Pastor –así se llamaba– se reencontró  casualmente con López mientras hacía un arreglo en la casa de un conocido, ya que él era albañil. Fue un encuentro muy fuerte entre ellos, porque López no sabía quién había quedado vivo y quién no”, recordó Dell’Oro. “Pastor era una persona a la que yo podía recurrir cuando quería saber algo de mi hermana. Era alguien que tenía la misma edad, la misma ideología, habían militado juntos, y podía saber cosas de ella que en el ámbito familiar yo no podía preguntar. Y bueno, con los tiempos que tuve para acercarme a él y hablar sobre todo esto, porque yo tampoco tenía muy claro qué es lo que quería saber, me acerqué a Pastor y me comentó sobre la existencia de una persona que había estado secuestrada junto a Patricia y era testigo de su asesinato. Esa persona era Jorge Julio López”, continuó su relato.

Tiempo después, Gerardo Dell’Oro estuvo preparado para enfrentarse a la verdad. “Yo necesitaba terminar con la desaparición. Un relato que no es agradable, pero que es necesario. López me compartió lo que sabía, lo que él había vivido, y me contó la situación en que mataron a mi hermana y a mi cuñado. Un poco eso era lo que yo iba a escuchar. Pero lo que yo no esperaba era que él me hable de lo que Patricia pensaba y sentía en ese momento, lo que ella dijo minutos antes de su muerte: ‘No me maten, quiero criar a mi hija’”, contó Dell’Oro. Cuando Patricia y Ambrosio fueron secuestrados, su hija solo tenía 25 días. “Entonces, la imagen de ella como madre no era muy conocida, muy vista en la familia. Esas palabras de López fueron como un relato/regalo inesperado. La hija de Patricia, que vivió con nosotros, tenía a la madre y al padre desaparecidos. Ella y sus padres eran como cosas siempre separadas. De hecho, no había una foto de ellos juntos. Pero bueno, el relato de López lo que hace es unirlos, de alguna forma. Metafóricamente, lo que hace es juntarlos en ese deseo de Patricia de ser madre, de seguir siendo madre”, recordó con tristeza el fotógrafo.

Jorge Julio López fue secuestrado en octubre de 1976 y tiempo después pasó a disposición del Poder Ejecutivo: “En el 79 queda libre, vuelve a la casa. Pero, en el ámbito familiar, él no tenía muchas posibilidades de hablar de esto. Estuvo muy solo, no tenía contención. En el 79, en el medio de la dictadura, los sobrevivientes eran muy mal vistos, se sospechaba de ellos, contaban cosas que nadie quería escuchar, ni nadie podía creer. Pero bueno, su persistencia fue fundamental. Si todos hubieran olvidado lo que les pasó para poder vivir no existiría ni memoria, ni verdad, ni justicia”, consideró Dell’Oro, agradeciendo principalmente a la Asociación Ex Detenidos Desparecidos.

En 2006, anuladas las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, el relato que López compartió con la familia Dell’Oro a inicios de los noventa, y en los juicios por la verdad en 1999, sirvió como declaración para reconstruir parte de lo sucedido en los centros clandestinos en los que estuvo detenido, y para comprobar la culpabilidad de Etchecolatz y el resto de los genocidas que participaron de los operativos. “Ese primer juicio de 2006, que además de aportar verdad y memoria aportaba justicia, concluiría con la condena de los responsables. Pero eso que tenía que ser una fiesta, se transformó en la desaparición de López de la forma más perversa que podría haber, que es la mismísima desaparición, los mismos métodos de la dictadura. No sé bien qué sucedió con él, pero desapareció por lo que dijo, por lo que podía seguir diciendo, y por los juicios que en ese momento estaban empezando”, denunció Dell’Oro.

Patricia y Ambrosio fueron brutalmente asesinados en la clandestinidad. López continúa desaparecido, por segunda vez. Miles de familias aún buscan a sus hijos, a sus nietos, a sus hermanos. Sin embargo, en agosto, el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata otorgó el beneficio de prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolatz por razones de salud, aunque no se hará efectiva porque actualmente está siendo juzgado en otras causas que están en etapa de instrucción. “Me parecen una barbaridad los políticos aliados a este gobierno que piden justicia por gente como Etchecolatz. Porque serán ancianos, estarán presos, pero están cometiendo el delito de desaparición hoy. Todos los desaparecidos de los que Etchecolatz es responsable están desaparecidos hoy, y no se tiene ni verdad ni justicia sobre lo que pasó. Él tiene información que aportar. Hay abuelas que buscan a sus nietos y hay alguien que sabe dónde están. Y mientras sepa dónde están y no lo diga, está cometiendo un delito de lesa humanidad que es el de sustitución de identidad. Lo está cometiendo hoy, es un delito que no prescribe. Entonces no son cuestiones humanitarias. La verdadera justicia sería que digan lo que saben”, concluyó el fotógrafo.
Actualizado 20/09/2016

“Sin luz, agua y gas, no se puede vivir dignamente”

“Sin luz, agua y gas, no se puede vivir dignamente”

El frío no los congeló. O sí, pero no los paralizó. Miles de argentinos hicieron de la calle nuevamente su escenario de lucha, porque a la falta de trabajo y a los sueldos disociados de la inflación, se sumaron los tarifazos de agua, gas y luz. El 14 de julio y el 4 de agosto de este año, en distintas ciudades del país, se hicieron “ruidazos” para reclamar por el aumento en los servicios públicos. Pero no solo la calle fue un espacio de disputa: también lo fue la justicia. El Centro de Estudios para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS) presentó un amparo que fue ratificado por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, quien anuló las resoluciones 28 y 31 de 2016 del Ministerio de Energía y Minería de la Nación que establecían la suba de precios en el gas. Pese al recurso extraordinario presentado por el gobierno para apelar esa decisión, la Corte Suprema de Justicia finalmente dictaminó el pasado jueves 18 de agosto la suspensión definitiva del tarifazo para usuarios residenciales y la obligatoriedad de la audiencia pública como requisito previo para programar el nuevo cuadro tarifario que -advirtió en el fallo- deberá tener en cuenta los criterios de razonabilidad y gradualidad. La fecha de la audiencia, según anunció esta semana el gobierno, será el 16 de septiembre. Cooperativas, fábricas recuperadas, pymes, clubes de barrio y otras entidades que pueden cerrar sus puertas por la imposibilidad de pagar los valores actuales de los servicios, quedaron afuera. Por eso, muchas de ellas ahora piensan en comenzar el camino judicial.

El amparo

Los amparos a los tarifazos de luz y gas fueron presentados por el Centro de Estudios para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS). Según explicó Mariano Lovelli, abogado y presidente de CEPIS, al presentarlos desde una ONG –y no como particulares que representan el interés individual– pudieron iniciar el litigio como un proceso colectivo de alcance nacional. “Nos reunimos con distintos sectores que estaban preocupados por la suba de tarifas. Vimos que se podía presentar un amparo y con un grupo de abogados lo armamos. Después se sumó otra asociación que se llama Consumidores Argentinos”, dijo Pedro Sisti, abogado y secretario de CEPIS.

El amparo al tarifazo del gas fue presentado la primera semana de abril. El fundamento en el que se basaron los abogados de CEPIS fue la falta del requisito de audiencia pública previa que establece la Constitución Nacional para efectuar cualquier tipo de modificación en la tarifa de servicios. “Es decir, las resoluciones del Ministerio de Energía que impusieron el tarifazo se hicieron de manera intempestiva, sin haber realizado antes este mecanismo de participación ciudadana”, consideró Lovelli.

Riudazo contra el tarifazo en Obelisco y Plaza de Mayo

Riudazo contra el tarifazo en Plaza de Mayo.

La acción de amparo se inició y tramitó ante un juez de primera instancia, y recayó en el Juzgado Federal N°4 de la ciudad de La Plata. Según detalló Lovelli, el juez rechazó el amparo en su sentencia, pero ordenó al Estado a que realice en un plazo de 20 días una audiencia pública para cumplir con ese requisito “bajo apercibimiento de retrotraer el valor de las tarifas previo al dictado de estas normas que generaron el tarifazo”, aclaró el presidente de CEPIS. Frente a esa decisión, las dos partes en litigio apelaron: “Nosotros  porque consideramos que son nulas las resoluciones que se dictan sin haber dado cumplimiento al requisito de la audiencia y el Estado porque la sentencia lo obligó a llamar a audiencia en un lapso que consideró muy breve”, explicó Lovelli. Y continuó: “En la apelación intervino la Sala II de la Cámara Federal de La Plata, que el día 7 de julio dictó sentencia haciendo lugar a nuestro planteo. Declaró la nulidad de las resoluciones 28 y 31 del Ministerio de Energía y ordenó retrotraer los valores al 31 de marzo de este año”. El Estado apeló esta sentencia a través de un Recurso Extraordinario Federal y la Cámara aceptó esa apelación para que la Corte intervenga, pero manteniendo la plena vigencia del fallo que anuló el tarifazo.

“El fundamento del Gobierno para apelar fue que consideró que no era necesaria la audiencia pública porque son aumentos transitorios. Nosotros sostuvimos todo lo contrario: para hacer cualquier tipo de modificación tarifaria, sea transitoria o permanente, tiene que necesariamente llevarse a cabo este procedimiento que está establecido en la Constitución”, advirtió Lovelli.

Pedro Sisti también desestimó el argumento que había presentado el oficialismo: “En la energía eléctrica, la producción, el transporte y la distribución son servicios públicos. En cambio, en el gas la producción no se considera servicio público y sí lo es el transporte y la distribución. Como acá lo que más subió es la generación, el precio del gas en boca de pozo, el Gobierno sostiene que no tiene que haber audiencia pública. ¿Cuál es el problema? El precio del gas en boca de pozo es en la tarifa que paga el usuario entre el 65 y el 80 por ciento. Con lo cual, si sube el gas en boca de pozo, necesariamente sube la tarifa. Entonces, aun cuando no sea servicio público el gas en boca de pozo, como impacta en el costo del servicio público de transporte y distribución, tiene que hacerse audiencia pública antes”, argumentó y agregó: “La ley de Regulación del transporte y distribución de gas natural es la 24.076, que encima es una norma de cuando se privatizaron los servicios públicos, de antes de que se reformara la Constitución incluso, o sea, antes que se incorporara el artículo que habla de usuarios y consumidores, con lo cual tampoco se la puede tomar tan al pie de la letra, hay que entender que la Constitución amplió derechos”.

Otro ruidazo en Medrano y Corrientes.

Otro ruidazo en Medrano y Corrientes.Flore

Finalmente, el jueves 18 de agosto la Corte Suprema confirmó la anulación del tarifazo, pero solo para los usuarios residenciales. El día anterior al fallo, la procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó recomendó a la Corte mantener la decisión de la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata que declaró la nulidad de las resoluciones 28 y 31 y estableció retrotraer el valor de las tarifas a los precios existentes hasta el 31 de marzo. Consideró que la falta de audiencia pública previa no respetó los derechos de información, consulta y participación ciudadana previstos en el artículo 42 de la Constitución Nacional. Además, desestimó el argumento del Gobierno que sostiene que esa instancia no es necesaria para aumentos transitorios ya que, según explicó la Procuradora, impacta de manera inmediata en el acceso a un servicio público.

“Por un lado es muy positivo -señaló Lovelli-, porque la Corte aceptó el nudo argumental de nuestro razonamiento, en el cual sin audiencias públicas previas no puede haber ningún tipo de modificación tarifaria. También estamos conformes con que se manden a discutir todos los componentes de la tarifa. Es decir, no solo el transporte y la distribución, sino también el de la generación”. Y agregó: “No sabemos cuánto cuesta producir gas en la Argentina, por eso vamos a ir a discutir a la audiencia pública, para que nos muestren los costos y nos expliquen  por qué si –según las estimaciones que hacen consultoras especializadas en energía– el valor promedio es de 1,90 dólar, el gobierno le asignó un valor de 5,50. ¿Qué pasa con ese porcentaje de dinero que, en definitiva, es  una inmensa transferencia de recursos de la población a un pequeño grupo de empresas?”

Héctor Polino, ex diputado nacional del Partido Socialista, es el fundador y representante legal de Consumidores Libres, una asociación con más de veintidós años de existencia que se dedica a defender los derechos de usuarios y consumidores. Este año inició una medida judicial contra la empresa Metrogas, contra el Ministro de Energía de la Nación, y contra el interventor del Enargas. Luego de meses de asesorar legalmente a usuarios que acercaban sus inquietudes y problemas frente a la suba desmedida de tarifas, recibió con alegría el fallo de la Corte. Al igual que los representantes de CEPIS, aplaudió la decisión del Poder Judicial de incluir en la discusión el precio del gas en boca de pozo. “Es lo que corresponde. Porque si el Ejecutivo está regulando ese precio, tiene que ser discutido y tratado en una audiencia pública. Estamos pagando más del doble de lo que se está pagando en el resto del mundo, favoreciendo a las empresas petroleras”, dijo Polino. Además, festejó que la Corte haya reconocido la tarifa social, reclamado al Congreso de la Nación la designación del Defensor del Pueblo y fijado el criterio que tiene que tener el Poder Ejecutivo en la evaluación de las audiencias públicas.

Fuera de juego

Pese a lo positivo del fallo que puso el peso de la balanza  a favor de los usuarios, varios sectores no fueron contemplados. Al restringir el alcance a los consumidores residenciales, el aumento en las tarifas sigue vigente para cooperativas, fábricas recuperadas, Pymes, clubes de barrio, teatros, y otras asociaciones que se han visto afectadas por el tarifazo. “No sé cuál ha sido la motivación. Entiendo judicialmente la diferencia que hace la Corte, la comprendo desde lo estrictamente jurídico, pero me parece que lo lógico en este caso hubiera sido que se extienda a todos”, consideró Lovelli. A pesar de esa restricción, alentó a los usuarios excluidos a que presenten demandas para acceder a la suspensión del tarifazo. “Lo cierto es que al declarar la nulidad de las resoluciones  28 y 31, se habilita expresamente para que cualquier damnificado no comprendido en la sentencia vaya mañana mismo a cualquier estrado judicial a pedir que le extiendan la anulación del tarifazo. Y se lo van a dar automáticamente, por los propios fundamentos de la Corte”, aclaró el presidente de CEPIS.

La explicación que dio la Corte para segmentar el alcance del fallo se basó en el argumento de la homogeneidad de los intereses: una asociación civil solo puede representar a los usuarios residenciales que se ven afectados por el gas de su vivienda. Si bien Lovelli consideró que la resolución aportó un gran mejoramiento de la calidad democrática al ratificar la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones, cuestionó la segmentación realizada. “Lo cierto es que no era un tema que se había planteado en esos términos como defensa por parte del Gobierno, sino que fue una cuestión que trajo la Corte per se para hacer esta división, cosa que no lo habían hecho ni el juez de primera instancia, ni la Cámara Federal, ni la Procuradora, lo cual genera que cada actor no comprendido en el fallo tenga que ir individualmente a peticionar. En el caso de las grandes empresas es entendible, pero en muchos otros casos condenan a un club de barrio, por ejemplo, a tener que litigar individualmente cuando son entidades que hacen al sostenimiento de las actividades recreativas, deportivas y culturales de la sociedad”, denunció el abogado.

Para poder acceder a la suspensión del aumento en las tarifas de gas, Polino explicó que los sectores excluidos del fallo pueden iniciar una acción judicial de manera individual o grupal, si están agrupados en alguna entidad de segundo grado que las represente con personería jurídica. En el contexto actual de desempleo creciente e inflación, el alto valor en las tarifas representa una importante traba al sostenimiento económico de esos sectores. “Esto afecta al empleo”, consideró el fundador de Consumidores Libres. Y agregó: “Con la suba de tarifas, aumentan los gastos fijos de las cooperativas y pequeñas empresas y tienen que trasladarlos a los precios. Eso puede llevar a una reducción de la demanda de trabajo. Y, en consecuencia, puede provocar desocupación, o disminución de la calidad de vida de los integrantes de estas entidades”.

Participación ciudadana

Pedro Sisti, secretario de CEPIS, explicó cómo debe darse la audiencia pública para ser constitucional y cumplir con el artículo 42: “Lo primero que deberían hacer es brindar toda la información: el Estado de situación de las empresas; quiénes las conforman –o sea, quiénes se van a ver beneficiados–; a qué se ha destinado la plata que se ha recibido de los subsidios y los costos de las tarifas todo el tiempo previo; dónde se va a dar la suba; qué destino se le va a dar a esta suba; cuáles son las razones, si es un aumento de costos internacional, si es para extender el servicio, etc.”, explicó. Luego de esa etapa informativa, debe darse lugar a la participación ciudadana: “Se debe garantizar la oportunidad de que los usuarios y consumidores presenten objeciones antes y durante la audiencia pública, oralmente o por escrito. Después debe existir un momento en el cual se contesten fundadamente todas las objeciones. Es decir, la audiencia debe dar información, escuchar  y contestar. Porque si bien no es vinculante, tampoco es que pueden escuchar y no hacer nada. Que no sea vinculante significa que no estás obligado a resolver de la manera que plantee la gente en la audiencia pública. El que decide es el organismo de control, conjuntamente con el Estado. Pero sí están obligados a contestarle al ciudadano, que no es un tema menor”, concluyó.

Derechos humanos

La luz, el gas y el agua son servicios básicos que deben ser garantizados por el Estado. De allí la importancia de la discusión y el alcance desastroso que tuvo el tarifazo. “Un usuario puede prescindir de comprar una botella de gaseosa, de ir al teatro, pero no puede prescindir del gas natural, como no puede prescindir de utilizar energía eléctrica o agua potable, o utilizar el servicio público de transporte ferroviario, subterráneo o de colectivos”, enfatizó Polino. “Se trata de servicios públicos esenciales. Y una de sus características es la universalidad: tiene que llegar a la totalidad de los usuarios, con independencia de la capacidad de pago”, agregó.

 

“La Corte hace el planteo acerca de la razonabilidad y la justeza de las tarifas porque hay que comprenderlas como un todo. Tanto el agua, como la energía eléctrica y el gas, forman parte de bienes esenciales para la vida de los argentinos y no pueden ser tomados de manera aislada o individualmente, sino que tienen que pensarse de manera conjunta para que no termine siendo confiscatorio, y que la gente termine evaluando si calefaccionar e iluminar su casa o comer”, explicó el presidente de CEPIS.  Pedro Sisti, opinó en el mismo sentido: “Sin luz no se puede  vivir dignamente, como tampoco sin agua. Para nosotros el gas también se ve incluido en eso. No se puede negar que tener esos tres servicios hace a una mejor calidad de vida. Sobre todo por todo lo que se garantiza a través de ellos: la vivienda digna”. Y Lovelli completó: “No podemos entender vivienda digna solo cuatro paredes, un techo y un piso, sino los elementos que hacen que esa vivienda sea habitable, sea confortable, es decir, que tengas energía para poder iluminarte y que tengas gas para poder calefaccionarte”.

El proceso para presentar el amparo al tarifazo de luz se realizó de manera similar al de gas, porque el nudo argumental fue el mismo, es decir, la ilegalidad del dictado de normas que modifiquen las tarifas de los servicios sin haber realizado la audiencia pública. “En este caso –explicó Lovelli–  la jueza de primera instancia nos otorgó una medida cautelar en la cual planteó la suspensión del tarifazo hasta tanto no se lleve a cabo la audiencia pública que establece la normativa”. La Cámara Federal de San Martín, frente al intento del Gobierno de cuestionar la decisión, ratificó el fallo de la jueza.

Respecto a la suba en las tarifas del agua, tanto Consumidores Libres como CEPIS están investigando para poder presentar un amparo que también frene ese aumento.

Actualizado 25/08/2016