Quince años después

Quince años después

Quince años después, aquel miércoles 19 es lunes. El asfalto está igual de caliente y las escalinatas del Congreso ahora se escudan detrás de gruesas rejas. Organizaciones sociales, políticas y estudiantiles se movilizaron desde Congreso a Plaza de Mayo para conmemorar las oscuras jornadas del estallido social de diciembre de 2001 y actualizar reclamos y reivindicaciones.

“Los de abajo no teníamos la organización y la fuerza para imponer un gobierno propio. Los de arriba, las clases dominantes, tuvieron que hacer serias concesiones para recomponer la gobernabilidad”, reflexionan las organizaciones convocantes como la CTA Autónoma, la Corriente Clasista Combativa (CCC) y el Movimiento Evita, entre otras. El diagnóstico pone el foco en el final trágico del fallido gobierno de la Alianza, pero también intenta dar la perspectiva histórica. El secretario general de ATE nacional, Hugo “Cachorro” Godoy, profundiza esa evaluación. “Ya se venían produciendo políticas de ajuste con el gobierno anterior pero evidentemente este las ha profundizado y las está llevando a limites extremadamente peligrosos para el cuerpo social de la Argentina. Por eso convocamos permanentemente a movilizar a las calles para obligar al gobierno a modificar esas políticas”, le explicó a ANCCOM.

Quince años después es martes 20 y las convocatorias continúan. Un sector encabezado por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores llamó a marchar por las mismas cuadras que otros transitaron el día anterior. José Castillo, referente de Izquierda Socialista, evaluó la convocatoria: “Se trata de no olvidar lo que denominamos las brasas del argentinazo que siguen encendidas por más que ahora buscan caracterizar ese momento como un período negro de la historia. Y a esa conmemoración que venimos sosteniendo a lo largo de los años, se le suman las consigas propias contra el ajuste macrista”, puntualizó.

Quince años después de aquellas jornadas la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) registra un número frío de 38 muertos por la represión estatal durante el 19, 20 y 21 de diciembre de 2001. En la Ciudad de Buenos Aires fueron Carlos “Petete” Almirón (24 años), Rubén Aredes (24 años), Gustavo Benedetto (30 años), Jorge Cárdenas (52 años), Diego Lamagna (26 años), Alberto Márquez (57 años), y Gastón Marcelo Riva (30 años). Algunos familiares de las víctimas se movilizaron en las jornadas recordatorias y además de las citas en Capital Federal, se hizo un acto en Paraná, capital de Entre Ríos, provincia que registró tres muertos, y en Rosario, donde los familiares de las nueve víctimas -entre ellas, Claudio “Pocho” Leprati- se movilizaron a los tribunales provinciales con una bandera que exigía “juicio y castigo a todos los culpables”. Uno de los señalados como responsable fue quien entonces gobernaba la provincia, Carlos Reutemann. Según CORREPI, las víctimas en otras provincias llegaron a once en Buenos Aires, tres en Córdoba, dos en Corrientes, una en Río Negro y otra en Tucumán.

Juan Carlos Alderete, dirigente de la CCC, reivindicó el rol de esta organización como “una de las protagonistas” del 19 y 20. “En ese momento salimos más de cinco mil compañeros de la CCC de los barrios populares en La Matanza. Tomamos la Ruta 3, para ir a la Capital Federal, pero ahí la policía nos esperó para reprimir, y terminamos con 110 heridos de balas de goma, tres de ello con balas de plomo muy graves. Hubo una orden política, de parte del gobernador Carlos Ruckauf, de que me mataran, pero gracias a algunas compañeras que me tiraron al piso, me salvé. No es casual que el gobierno en ese momento, y la justicia también, nos hayan abierto una causa donde me acusaron junto a Luis D´elía -con el que estábamos en ese momento- de ser los responsables de la caída del gobierno de De la Rúa”, recordó.

Christian “Chipi” Castillo, dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) e integrante del Frente de Izquierda, destacó a esta agencia la importancia de homenajear a “los 38 compañeros asesinados por la represión estatal y recordar lo que fue una gran rebelión popular que terminó con un gobierno hambreador».                  

                                   

El pasado que vuelve

El pasado se actualiza con los reclamos de condena para los culpables de la represión y de atención a las demandas que no fueron saldadas a lo largo de esos 15 años. “Ahora es importante no sólo conmemorar sino también seguir pidiendo justicia, porque no se ha hecho justicia con todos los compañeros que asesinaron en esos días. Junto con eso -y si bien estamos en otro contexto político, otro momento histórico- también están los reclamos por derechos que venimos exigiendo desde el 2001”, remarcó Alderete. El pasado también se actualiza por las políticas de ajuste. «Hoy estamos soportando ataques a los trabajadores tanto por parte del gobierno nacional como los gobiernos provinciales, con el crecimiento de la deuda externa y la pérdida de puestos de trabajo, caída del salario, aumento del nivel de pobreza. Es importante recordar la fuerza de la movilización popular porque si (Mauricio) Macri ha podido avanzar hasta ahora es gracias a la tregua de las conducciones sindicales”, dijo Castillo.

Alderete, al igual que el referente del PTS, también señala el desempleo como uno de los principales problemas actuales. “En los barrios, la falta de trabajo la sentimos en carne propia con los compañeros que viven de changa hace muchos años, y que es difícil que entren a la producción. Ahí se nota mucho más, y de forma inmediata, la diferencia con aquellos que tienen un trabajo regular y que por lo menos hacen cortar el pasto o hacen una habitación más. Entonces cuando hay una crisis económica a quienes afecta es a ellos”, subrayó.

En tanto, “Cachorro” Godoy aseguró que «las políticas de ajuste de este gobierno han generado mayor pobreza y desocupación, y la continuidad de estas políticas han provocado recesión, transferencia de recursos desde los sectores que menos tenemos a los más concentrados de la economía, fundamentalmente empresas trasnacionales”. Y advirtió: “En síntesis, un gobierno de ricos para ricos en desmedro de los pobres, que si no se cambian esas políticas nos van a llevar a un nuevo abismo y eso es lo que la mayor parte de los argentinos no queremos”.

La movilización popular en las calles sigue siendo la señal de aliento para las organizaciones que esta semana volvieron a reclamar en el centro porteño. “Durante todo este año el pueblo estuvo en la calle enfrentando esta política. Ni la represión a los trabajadores de Cresta Roja, ni las amenazas, ni el fracasado protocolo antipiquetes, que sólo aplicaron a los jubilados que heroicamente resistieron la represión, ni el violento desalojo de los medieros y campesinos pobres del cinturón verde de La Plata, ni la criminalización de la protesta, ni la existencia de presos políticos, lograron frenar la respuesta popular”, indicaron en el documento firmado por CTA Autónoma, Movimiento Evita, CCC y otros.

Figuritas repetidas

Quince años atrás, durante aquella semana de diciembre, los pasillos y despachos del Congreso eran testigos de los debates en torno a la extensión del período de sesiones ordinaria. La oposición pretendía aprobar la derogación de las facultades legislativas cedidas al Ejecutivo a través de la Ley 25.414 y anular el decreto 1570/2001 que impuso el denominado “corralito”. El 19 de diciembre el Congreso sesionó y terminó por asestar un golpe a los superpoderes y a las restricciones para los ahorristas. El  desmoronamiento del corralito del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, terminó por sugerirle al ex funcionario menemista que presente su renuncia ese mismo día. Mientras Cavallo preparaba su retirada, De la Rúa se maquillaba para hablar por cadena nacional. Esa tarde, anticipó lo que quedaría impreso en el decreto 1678/01 publicado un día después en el Boletín Oficial: la declaración del Estado de sitio. En los considerandos del decreto se argumentaba que “encontrándose el Honorable Congreso de la Nación en receso de sus sesiones ordinarias” correspondía al Ejecutivo resolver lo que el documento caracteriza como “actos de violencia colectiva que han provocado daños y puesto en peligro personas y bienes”.

“Hace 15 años hubo un rebelión popular que enfrentó el Estado de sitio y logró derrocar al gobierno. Pero el “que se vayan todos” sigue planteado en la Argentina porque la reflexión hoy es que finalmente volvieron todos, ahora con el macrismo volvieron los radicales directos de De la Rúa”, dijo el diputado nacional del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Nestor Pitrola, en la marcha del martes. Y si la reiteración de funcionarios no es un dato novedoso para ninguna administración, cualquiera sea su color, algunas coincidencias no dejan de ser significativas. A nivel nacional, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hoy interesada en prevenir saqueos a través de la vigilancia de las redes sociales, en aquel año fue ministra de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos y titular del Ministerio de Seguridad Social. Hernán Lombardi, quien hoy lidera el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la República Argentina, fue el ministro de Turismo, Cultura y Deportes de De la Rúa. El actual presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, fue hasta el 20 de diciembre secretario de Política Económica. Capítulo aparte merecería Oscar Aguad, quien encabeza el Ministerio de Comunicación, y por entonces se desempeñaba como interventor en la ciudad de Corrientes, cargo que le valió su procesamiento por defraudación en perjuicio de la administración pública que logró eludir una vez que la Corte Suprema lo sobreseyera, no por haber comprobado su inocencia, sino porque consideró que se había excedido el “plazo razonable» para llegar a una sentencia definitiva. En la Ciudad de Buenos Aires, este año cumplió funciones -luego debió renunciar por sus declaraciones negacionistas- como Ministro de Cultura, Darío Loperfido. El actual director del Teatro Colón fue, al comienzo del gobierno de la Alianza, vocero de Fernando de la Rúa.

 A mediados de diciembre de 2001, el entonces presidente del bloque de diputados radicales, Horacio Pernasetti, argumentó que el proyecto de Presupuesto que había enviado el Ejecutivo planteaba “mantener el déficit cero y la reducción del 13 por ciento sobre salarios de estatales y jubilados, pero incluye la hipótesis de que en caso de no mejorar la recaudación ese porcentaje debería ser aumentado o tomar algún otro rubro significativo en el gasto, como es el caso del aguinaldo”. El 19 de diciembre, las tapas de los diarios imprimían los detalles del ajuste: “El recorte es de 6.000 millones”, “las podas más grandes son la caída del incentivo docente”, “a la ANSeS le sacan 657 millones y se eliminan 24.000 empleos públicos”. La reducción de los fondos para educación, y el «esfuerzo fiscal» que pedía el ex ministro Ricardo Lopez Murphy a las Universidades está en la memoria de los estudiantes que se movilizaron a Plaza de Mayo. Axel Bracht, presidente del centro de estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UBA tendió puentes con la situación actual. “El año graficó mucho cómo se profundizó el ajuste que venía del año pasado. El reclamo tuvo expresión en mayo, con la marcha que terminó en esta plaza con 70 mil personas, con un nivel de movilización que no se veía hace tiempo. Lo que hoy está pasando en el CONICET es otro cimbronazo que afecta al campo de la Ciencia y Técnica, y también la situación crítica en la que está el Hospital de Clínicas (dependiente de la UBA), es otra parte del ajuste”, le dijo a ANCCOM durante la movilización del martes. Y agregó: “Hoy marchamos, acercamos un saludo a este acto, porque entendemos que hay que rememorar todo lo que pasó para hacer crecer el movimiento y reivindicaciones del pueblo que en 2001 sacó a cinco presidentes en una semana. Hoy, una vez más, tenemos que reforzar en todos los lugares a las comisiones internas y centros de estudiantes  que expresen un programa popular”.

 

Actualizado 22/12/2016

Ciencia que ladra

Ciencia que ladra

Aquí hay debate pero no llega a ser acalorado: ¿La manifestación debe ser en un punto o en una línea de puntos? ¿Ocupar un espacio o transitarlo? ¿Sobre la vereda o en la calle? ¿Un día o dos? Y si es un día, ¿cuál será? En la reunión convocada por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en la Facultad de Medicina de la UBA el objetivo era verse las caras, reunirse, discutir y tomar medidas. Con diferencias de forma pero con acuerdo de fondo, resistir  frente al recorte presupuestario del Gobierno nacional. Si bien por el momento no se ha difundido de manera oficial los resultados de la convocatoria 2016 a la carrera de investigador que iniciarán el año próximo, directivos del organismo alertaron sobre una reducción del 60% de los ingresantes. Se prevén actividades de protesta y manifestaciones para la próxima semana.

El Congreso Nacional sancionó el 30 de noviembre pasado el Presupuesto de la Administración Pública Nacional para el Ejercicio 2017 enviado por el Poder Ejecutivo. Las implicancias prácticas no tardaron en llegar. La reducción de la partida presupuestaria destina al CONICET, que el año próximo recibirá alrededor de 400 nuevos investigadores para desarrollar sus carreras, esto es casi un 60% menos que en 2016 cuando ingresaron cerca de 930 agentes.  Durante el debate del presupuesto en el Congreso, los investigadores convocaron a una movilización el 27 de octubre para denunciar el cercenamiento de los fondos. Dora Barrancos, integrante del Directorio del CONICET, fue una de voces que dio el mensaje de alerta desde dentro. En el mes de noviembre, la investigadora declaró públicamente que la baja en los ingresos a la carrera del CONICET iba a ser “gravísima” y que iba a haber una “regresión en el número”, un proceso contrario a lo que se estipula en el Plan Argentina Innovadora 2020, iniciado por el gobierno anterior y que preveía para 2017 el ingreso de 990 agentes (10% más que el año anterior).

Por el momento, los números no fueron publicados oficialmente. El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y el Presidente del CONICET, Alejandro Ceccatto, se refirieron a valores similares a los que denuncian los investigadores y justificaron el recorte. Así, Barañao dijo: «No hay ningún país que, con un 30% de pobres, esté aumentando el número de investigadores”. Ceccatto, a su vez, aseguró que «según los datos oficiales de Recursos Humanos de la entidad, el año próximo ingresarán 385 personas en la carrera del investigador, más 70 que vienen del exterior, lo cual es un numero de 455». De todos modos, se espera que la “La lista” definitiva -como la llaman los investigadores- de los ingresantes a carrera del CONICET se difunda a mediados de mes, cuando se reúna el Directorio del organismo.  

Alejandro Delorenzi, especialista en neurología de la memoria y Roxana Toriano, investigadora del área de ciencias de la salud.

Alejandro Delorenzi, especialista en neurología de la memoria y Roxana Toriano, investigadora del área de ciencias de la salud.

Entre quienes participaron de la asamblea de investigadores convocada a en la Facultad de Medicina, estuvo Roxana Toriano, investigadora adjunta del CONICET en la disciplina de Ciencias Médicas, quien advierte que no están sorprendidos pero sí movilizados: “La situación la veíamos venir a partir del recorte del presupuesto, que es contraria a lo que había prometido el presidente durante la campaña. Lo más preocupante de lo que pasó hoy, con las declaraciones de Barañao, es que ya no hay excusas para decir que el presupuesto se discute durante su ejecución. Lo que queda puesto en acto es un recorte que erróneamente algunos medios levantan como un recorte en las becas pero esto es un recorte en los ingresos a la carrera de investigador científico del CONICET”. Una  y otra vez, los investigadores explican esta diferencia: “Quienes terminaron su formación doctoral y posdoctoral -es decir personas que después de recibir su título de grado estuvieron formándose entre cinco y ocho años más- en este momento no tienen ingreso a carrera del CONICET. Esto quiere decir que sus carreras quedaron truncas, es el preámbulo de la fuga de cerebros. Ocurrió en La Noche de los Bastones Largos en los 60, ocurrió en los 70 con la dictadura genocida y ocurrió en los 90 con el neoliberalismo. Es gente que no tiene a donde ir si no tiene la carrera en CONICET. Además, un lugar alternativo que el proyecto anterior sostenía eran las industrias del Estado, de base científica y tecnológica, que este gobierno también tiró abajo. Entonces es un camino sin salida y la salida es Ezeiza”.

Andrés Scharager, becario del CONICET e integrante de la Corriente 12 de Mayo de Docentes e Investigadores Universitarios, aseguró que “este sector tiene que pasar durante siete años por lo que podemos llamar una relación laboral encubierta, porque durante la beca doctoral sólo se puede tener un cargo de docencia universitaria como ayudantes de primera, y nunca te aseguran que terminada la beca vas a poder entrar a planta permanente. Ahora se reduce un 50% las oportunidades para quienes venimos desarrollando nuestra carrera en CONICET con años de una relación laboral encubierta. Es una estafa a las expectativas generadas en los becarios”. Cinthia Wanschelbaum, investigadora asistente del CONICET en áreas de Educación, se cuenta entre las convocantes de la asamblea en la Facultad de Medicina. “Las medidas de recorte –dijo- no nos sorprenden porque sabíamos que iba a ser un Gobierno ajustador y conservador. Cuando asume, lo primero que hace es despedir a miles de trabajadores del Estado y ahora lo que están haciendo es venir por nosotros que también nos reivindicamos como trabajadores y trabajadoras del Estado, aunque tengamos una modalidad de ingreso con características distintas, ya que lo hacemos a través de un concurso –que es el que ahora van a entregar los resultados-. Ese concurso es evaluado por los pares y de acuerdo al presupuesto destinado a Ciencia y Técnica es el corte que se hace de todos los investigadores que se presentan, que son cerca de mil quinientos,  de acuerdo al dinero se establece cuántos investigadores ingresan.”

Concentración en el Congreso contra el recorte en Ciencia y Tecnología.

Concentración en el Congreso contra el recorte en Ciencia y Tecnología.

No se trata sólo de financiar los salarios para los nuevos investigadores que puedan ingresar a planta, sino también de poder costear las investigaciones que estos desarrollen. Cinthia menciona el caso de los “Proyectos PIP”: “Le pusieron una cláusula donde se indica que para presentarte no podés tener otra fuente de financiamiento, cosa que antes no pasaba porque podías tener un proyecto financiado por una agencia y también presentarte a CONICET. Hablamos de proyectos de muy poca cuantía, son cerca de tres mil dólares anuales. Yo me dedico a educación, pero hay compañeros que se dedican a trabajar en laboratorios y todos los insumos cuestan en dólares mucho dinero, además son investigaciones necesarias para el país, como cuestiones vinculadas al cáncer o al VIH”, dice mientras señala a algunos de los presentes en la asamblea.

Según difundió Jorge Aliaga, ex Subsecretario de Evaluación Institucional-MinCyT, y ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales-UBA, el proyecto enviado por el presidente Mauricio Macri recibió modificaciones durante su tratamiento legislativo: “En el dictamen aprobado por Diputados se le incorporaron 100 millones con respecto al enviado por el Poder Ejecutivo Nacional”. Sin embargo, “ese adicional no cambia sustancialmente la situación presupuestaria”. Y agrega la descripción de gastos del organismo, que en la actualidad “destina el 95% de su presupuesto a salarios y estipendios, por lo que resulta imperioso incrementar las partidas para el funcionamiento. El CONICET asigna el 5% para su propio funcionamiento administrativo y para el pago de servicios y consumo de sus institutos. Además debería dar subsidios, cosa que este año ya no ocurrió”, dice Aliaga en un documento publicado en su página web.

“No hay nación desarrollada que no tenga investigadores. Cualquier país desarrollado tiene entre 9 y 11 investigadores cada mil habitantes, y nosotros tenemos uno, y recién estamos viendo, después de mucho trabajo, si con el Plan 2020 llegamos a cuatro investigadores cada mil habitantes” dijo Alejandro Delorenzi, investigador independiente del CONICET en la disciplina de Biología, especializado en neurobiología de la memoria. “Una universidad impacta en donde está ubicada y no hay universidad sin investigación. Y los proyectos, de alguna manera u otra, cambian la sociedad en la que se insertan. Cualquier proyecto de desarrollo de un país va a necesitar conocimiento. Ahora otros países van a querer llevar los científicos, que no les costó nada formarlos y que están capacitados. Eso es una práctica neoliberal”.

Está en juego la disputa por el “sentido común”, entre los funcionarios que indirectamente acusan a los investigadores de hacer reclamos irresponsables con el contexto del país y los científicos que rechazan las políticas de miseria y aseguran casi como un lema “somos un país muy pobre para no investigar”. “Lo más grave es que el ministro Barañao intenta poner a la sociedad en contra de los científicos, haciéndosnos aparecer como una elite que pretende defender sus privilegios”, agrega Toriano en referencia a las declaraciones del titular de la cartera de Ciencia y Tecnología. “En un gobierno cuyos diputados acaban de aumentar obscenamente sus dietas, echarles la culpa a los científicos de la pobreza es un absurdo. Lo veníamos haciendo durante la década anterior era tratar de articular la investigación en salud y en ciencias sociales con las actividades de la sociedad, justamente para que este 30% de pobreza no volviera a repetirse”, afirma Toriano.

Ante la falta de presupuesto, las alternativas no parecen ser muy originales: el financiamiento del sector privado, el abandono de las carreras de investigación o la fuga de cerebros al exterior. Andrés Scharager avizora científicos en empleos para los que están sobrecalificados y Cinthia Wanschelbaum enuncia algunos corolarios: “Si vos descubrís que el glifosato contamina y mata, Monsanto va a poner plata para que no lo difundas. Lo mismo pasa con los laboratorios, acá estamos en la Facultad de Medicina y las aulas están auspiciadas con carteles de los laboratorios. Son formas de condicionar la investigación. El otro proyecto de privatización indirecto es cuando no hay trabajo en el sistema científico público, ni en la universidad pública, me voy al sector privado. Entonces formaste investigadores, perdiste un montón de plata del Estado, pero después van al sector privado”.

Actualizada 07/12/2016

La pesadilla americana

La pesadilla americana

Son las 3.50 a.m. del laborable miércoles 9 de noviembre en la Ciudad de Buenos Aires. Entre dos y cuatro horas menos que en Estados Unidos, donde cinco candidatos: Donald Trump y Hillary Clinton, pero también Gary Johnson, Jill Stein, y  Evan McMullin aspiran llegar al 1600 Pennsylvania Ave NW, Washington donde se emplaza la Casa Blanca. El mapa empieza a teñirse de rojo y la tendencia avizora lo que termina siendo el número final. Horas más tarde, el resultado es claro: Donald Trump obtiene 279 de los 538 miembros del Colegio Electoral que lo consagrará como el presidente número 45 de su país, mientras que Hillary suma solo 228 (los 31 restantes, correspondientes a Arizona, Michigan y New Hampshire, donde aun no se ha terminado de escrutar, pero las cifras finales ya no alterarán el resultado).

Los números finales dan paso a la sorpresa por el triunfo del magnate que solventó la masa crítica de su respaldo con un  discurso xenófobo, plagado de promesas de proteccionismo y peleas de frontera. Y también dan lugar a frondosos pronósticos sobre cuál será el impacto de la figura de Trump en la región y, especialmente, en la Argentina, donde el presidente Mauricio Macri y su canciller, Susana Malcorra, se jugaron sin titubeos a apoyar la candidatura de Clinton y a sembrar advertencias sobre posibles grandes males para los planes económicos de la administración de Cambiemos si el sueño de Trump se hacía realidad. Y se hizo.

Cecilia Nahón, economista, ex embajadora de Argentina en Estados Unidos, y actual profesora de la American University, evaluó la reñida disputa electoral. “Hillary ganó el voto popular, en cantidad de votos tuvo cerca de 200 mil votos más que Donald Trump y eso muestra la altísima división y polarización que hay en la sociedad norteamericana y que no se va a resolver con esta elección”, subrayó en diálogo con ANCCOM desde Washington.

Donald Trump

Donald Trump obtuvo 279 de los 538 miembros del Colegio Electoral que lo consagró como el presidente número 45 de su país.

Las muestras de civilidad no se hicieron esperar. El presidente saliente Barack  Obama habló de las diferencias con Trump, pero de inmediato se puso al servicio de una “transición pacífica” para el traspaso de mando. “Si bien ahora Estados Unidos está en un proceso en donde todos los líderes de los partidos van a hablar de unidad y de establecer consensos, el nivel de conflictividad entre los dos partidos principales no está saldado, como tampoco están saldadas las diferencias políticas, de estilo y de agenda entre el partido Republicano y Donald Trump. Con lo cual podemos pensar que van a seguir habiendo muchas grietas y dificultades para que el sistema avance en responder a las demandas de la población”, amplió Nahón.

El nivel de competitividad del proceso electoral en general, y de Donald Trump en particular, no siempre fue advertido por parte de analistas y medios de comunicación. Las coberturas se detenían en datos excéntricos o anecdóticos sin una búsqueda por comprender la escalada de candidato republicano. A quién habló y quiénes lo escuchaban con atención.

Santiago Rodríguez Rey, politólogo y magister en Comunicación Política, llegó a mencionar a mediados de año que existían chances “muy reales” de que Trump accediera a la Casa Blanca, y que ello dependía de una tormenta perfecta. Aludía a que debían darse diversos fenómenos a la vez como la falta de contención en algunos estados, una mejor relación con minorías, menor participación de los progresistas del Partido Demócrata y deterioro de la situación social y laboral. En diálogo con ANCCOM, y con los resultados en mano, reflexionó sobre aquellas afirmaciones: “Por un lado hay un elemento que yo no tuve en cuenta, y es el nivel de caída de la participación, si bien la ponderé dentro de la tormenta. Pero en este caso la caída del voto demócrata fue muy aguda y eso, más que tormenta, la convirtió en un tsunami. Y el foco del tsunami fue justamente por donde tenía que pasar que es el Rust Belt”, resumió.

El Rust Belt es el cordón industrial de Estados Unidos dedicado a la fabricación pesada y manufacturas que comprende parte de Delaware, llinois, Indiana, Maryland, Míchigan, Missouri, Nueva Jersey, Nueva York, Ohio, Pennsylvania, Virginia Occidental, y Wisconsin. En ese territorio poco explorado por la mayoría de los analistas, Trump construyó su base de sustentación.

“Ahí no solo se mantuvieron los niveles de participación, sino que crecieron, y los votos fueron para Trump. Casi 10 puntos de diferencia en Ohio es muchísimo. Pensilvania, Michigan, Wisconsin, estados que no eran rojos. Pero decidieron contestarle a Washington y al establishment, no solo que Hillary Clinton no los representa, si no que Trump era la respuesta”, explicó el analista.

Mercedes López San Miguel, periodista de política internacional, ponderó el peso de los factores económicos en el descontento de los electores y, al igual que Rodríguez Rey, hizo referencia a los sectores industriales y posindustriales de Estados Unidos afectados por las políticas económicas más liberales de desindustrialización. “Trump apela a la América profunda, con una crítica a la deslocalización de empresas y la instalación de fábricas en otros países donde presentan costos laborales más bajos, pero también con un discurso xenófobo, desde el que se argumenta que los inmigrantes se quedan con el trabajo de los estadounidenses. Y si bien los niveles de desocupación de Estados Unidos están cerca del 5% es cierto que ha caído el poder adquisitivo y el nivel de vida, entonces es un discurso que caló bastante”, evaluó.

televisación de las elecciones en USA

“Hillary ganó el voto popular, en cantidad de votos tuvo cerca de 200 mil votos más que Donald Trump y eso muestra la altísima división y polarización que hay en la sociedad norteamericana».

Nahón se sumó a ese diagnóstico. “En esta elección se canalizó de una manera muy contundente el enojo, el malestar y la frustración que tienen enormes segmentos de la población norteamericana y que encontraron en Donal Trump un vocero”, explicó.

Y subrayó: “Es un enojo con el sistema, y que es reflejo también de la enorme desigualdad que existe en Estados Unidos. Una tendencia de cuatro décadas, agudizada a partir de la salida regresiva de la crisis económica y financiera internacional, que empezó en el corazón de Wall Street en el año 2008. El sistema terminó premiando y enriqueciendo al 1% que está arriba de la pirámide, generando desigualdades que impulsaron el malestar de la población”.

Las cifras laborales en la mayor potencia del mundo son una pieza clave de esa lectura. “En los últimos 14 años el empleo industrial en Estados Unidos cayó 29% y una parte de esa población no se pudo reinsertar laboralmente porque no tienen las capacidades necesarias y requeridas por las empresas que sí están contratando empleo y además porque no tienen las oportunidades. Hay muchísimos lugares de Estados Unidos que pueblos enteros quedaron desiertos, que las empresas se retiraron porque se relocalizaron en otras partes del mundo con costos laborales más bajos y regulaciones más laxas en términos ambientales, o porque el cambio tecnológico, terminó también expulsando del sistema productivo a muchos sectores de la población”, explicó Nahón a esta agencia.

A su vez, López San Miguel observó otros condicionantes de la elección de otro orden, con foco en la campaña del Partido Demócrata. “No olvidemos el denominado factor sorpresa de octubre, donde el FBI jugó un papel importante cuando decidió –a una semana de las elecciones- reabrir la causa de los correos de Hillary. Fue una sombra para su campaña y se lo facturaron en el Congreso. Y además del lastre de los correos, Hillary no pudo conectar con las masas. Si bien ella es muy competitiva ya que tiene mucha experiencia por haber sido secretaria de Estado, senadora, y primera dama, tuvo el problema de conectar, no generó las expectativas que, por ejemplo, en su momento había provocado Obama. Fue una candidata más previsible, tradicional, muy del establishment. Trump, por el contrario, es políticamente incorrecto, habla como un ciudadano medio, común, y más llano”, razonó la periodista.

“En esta elección se canalizó de una manera muy contundente el enojo, el malestar y la frustración que tienen enormes segmentos de la población norteamericana y que encontraron en Donal Trump un vocero”.

Los partidos y el Congreso

Además de la elección de presidente, los ciudadanos de 34 de los 50 estados norteamericanos votaron el martes a sus legisladores nacionales. Los resultados confirmaron la supremacía republicana en el Congreso, con un presidente mayoritario en ambas Cámaras, algo que no sucedía en décadas. Pero los especialistas advierten que Trump deberá negociar. En el Senado, los demócratas obtuvieron 48 legisladores mientras que los republicanos consiguieron 51. En la Cámara de Representantes los demócratas sumaron 193 y los republicanos 239. “Que el Congreso sea mayoritariamente republicano no implica que automáticamente van a validar la agenda de Trump, van a tener que buscar consensos y negociar. Él se considera un gran negociador y lo vendió como una de sus capacidades durante la campaña, pero en la cancha se van a ver los pingos”, subrayó Nahón.

ANCCOM también consultó a María Victoria Murillo, politóloga argentina, docente del Departamento de Ciencia Política y de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia. Murillo analizó la futura relación entre las élites republicanas y los potenciales conflictos del nuevo escenario. “Trump llegó sin el apoyo de las élites republicanas por lo que poco les debe. Me imagino que si realmente sigue un camino populista, estas tienen poco poder de negociación con él; pero tampoco sabemos cuáles serán sus políticas. En temas impositivos lo que ha anunciado está en línea con las élites republicanas y el programa de infraestructura pasará el Congreso porque genera empleo y mejora los negocios en estados que seguramente serán republicanos. El tema más espinoso es el de los acuerdos comerciales y ahí puede haber conflicto, pero no veo qué poder tiene la élite sobre un candidato que tiene más incentivos para ser populista que liberal, dado su apoyo electoral. No sabemos nada de él y puede resultar un (Carlos) Menem. Habrá que esperar para ver cuáles son sus verdaderas preferencias”.

Rodríguez Rey se sumó a la formulación de las incógnitas que abren el nuevo período. “Trump logró una coalición de hombres blancos que resistió todo lo que les dijeron. Incluso la hicieron más fuerte. Habrá que ver la relación que se genera. No se quieren, pero a Trump no le importa y probablemente referentes como Christopher “Chris” Christie y Rudolph Giuliani hagan ese trabajo partidario, así que eso se solucionará rápido”, dijo en referencia al futuro rol del actual gobernador de New Jersey y ex alcalde de Nueva York, conocido por su política de “tolerancia cero”.

“Trump logró una coalición de hombres blancos que resistió todo lo que les dijeron. Habrá que ver la relación que se genera», comenta Rodriguez Rey.

En tanto, López San Miguel agregó: “Habrá que ver qué consensos logra con los republicanos que fueron críticos con Trump. Hay que esperar para saber si sus ideas de construir un muro en la frontera sur, con México, será una medida o solo fue un slogan de campaña. Qué va a pasar con el NAFTA (North América Free Trade Agreement) que viene desde Bill Clinton y que se lo echó en cara a Hillary durante la campaña, o qué va a hacer con los tratados de libre comercio con Canadá y con México, con los que él se manifestó más en disidencia”.

Además de atender al gabinete que elija el futuro presidente, los especialistas reparan en quienes ocupen la Corte Suprema.  Así, Murillo aseguró que no será un tema en el que “Trump va a intentar hacer una diferencia. El nombramiento del juez de la Corte Suprema va a ser para un conservador y esto tendrá consecuencias en temas valóricos”. En la misma línea, López San Miguel sostuvo: “En la Corte Suprema, Trump dijo que tenía como diez candidatos para ese puesto, pero lo que es seguro es que se va a nominar a un conservador”.

Incógnitas para la región

La cautela impera entre los especialistas y los advenedizos retroceden. La figura de Trump se presenta en gran parte como una incógnita. La política exterior del futuro presidente no escapa a la caracterización discriminatoria de su campaña.  “En esta región, después de la destitución de Dilma Roussef, Michell Temer se mostró más cercano a Hillary Clinton, al igual que Macri en Argentina, por más que ahora lo felicitan y se acercan a Trump. Tendremos que estar atentos a cómo se reacomoda Estados Unidos con América Latina, algo que no fue un tema de la campaña pero habrá que ver. Por ejemplo, con respecto a Cuba, Trump primero apoyó la política de Obama y dijo que la iba a mejorar y sino que la daría por terminado, con ese estilo de declaraciones que lo caracteriza. También el tema de los tratados de libre comercio con México y Canadá, la Alianza del Pacifico, y eso se podrá empezar a ver cuando sepamos quién integrará la cartera de Hacienda y el Departamento de Estado”, subrayó López San Miguel.

“Hay que esperar para saber si sus ideas de construir un muro en la frontera sur, con México, será una medida o solo fue un slogan de campaña», comenta López San Miguel.

Nahón también planteó un escenario con numerosas X por despejar. “La primera incógnita que vamos a tener que revelar es qué Donald Trump va a gobernar Estados Unidos, ha sido un personaje atípico, muy consistente en su retórica y algunos de sus slogans de campaña, pero también ha sido inconsistente y cambiante en cuanto a sus posiciones, por ejemplo en materia de política exterior. Tendremos que ver qué política exterior termina implementando. Dentro de la política exterior de Estados Unidos, creo que la referida específicamente hacia América Latina ha sido relativamente estable en las últimas administraciones, quizás sea donde menos cambios hubo. Y hay una suerte de política exterior permanente hacia la región y que, a priori, podemos pensar que puede haber cierta continuidad. Si Estados Unidos agudiza el proteccionismo de sus mercados a Argentina le va a resultar aún más difícil penetrar en los mercados norteamericanos y esto puede profundizar el déficit comercial”.

En ese sentido, la ex embajadora cuestionó el apresurado posicionamiento del gobierno local, e incluso su imprudencia: “El gobierno de Macri creo que se comió la curva y no vio que esto era un resultado altamente probable, decidió jugar fuerte a favor de Hillary Clinton, y ahora quedó pedaleando en el aire y va a tener que recomponer esta relación. En política exterior los errores se pagan. Y está claro con el diario de hoy y los resultados que fue un error. Además, Argentina sigue apostando al endeudamiento externo y al libre comercio con esta mirada tan ingenua o cómplice de creer que porque uno abre la puerta de su país se genera bienestar. Hay que estar muy atentos, ser estratégicos e inteligentes y defender el interés nacional siempre”, puntualizó.

 

Humor Duro/ Trump

Humor Duro/ Trump

 

Actualizado 10/11/2016

Rosario, la crónica del debate

Rosario, la crónica del debate

“La Argentina sangra por las barrancas del Paraná. Por estos puertos de Rosario y su cordón, hoy en manos extranjeras, se llevan el 75% de la producción nacional. Por allí circula libremente el tráfico de armas y drogas y la trata de personas, que se han convertido en los negocios más redituables e impunes de los últimos años, para beneficiar a los ganadores de siempre: los grandes monopolios imperialistas, las patronales y los terratenientes. Mientras […] nuestra ciudad es el reflejo descarnado de un país donde, a la par de la concentración de la riqueza, crecen la desigualdad y el hambre. El Gran Rosario registró, en el segundo trimestre, el nivel más alto de desocupación: el 11,7%”. El documento de balance de la 31º edición del Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) celebrado en Rosario toma las demandas por la nueva situación económico-social como un eje rector para advertir sobre las consecuencias del tarifazo, la inflación, la desocupación y el achicamiento de los programas sociales en la vida cotidiana de miles de mujeres.

Sobre ese cuadro, el debate imprimió las discusiones sobre género, participación sindical, trata y legalización del aborto. Debates a los que el Congreso Nacional y las Legislaturas provinciales vienen corriendo bastante más atrás. “Los secuestros de mujeres de diversas edades para trata con fines de explotación sexual crecieron en los últimos años en Santa Fe […] Nuestra región es, desde hace años, no sólo zona de tránsito y operaciones del entramado criminal de la trata, sino también de reclutamiento. Por año, se realizan 300 denuncias de mujeres que faltan de sus casas”, resalta el documento.

Un signo de este tiempo. El debate sobre la legalización de la marihuana, al menos en lo que se refiere al uso de canabbis con fines medicinales, recién se ha instalado este año en las comisiones del Congreso Nacional, y a pesar de la fundamentación por parte de académicos, funcionarios y asociaciones como “Mamá Cultiva” y “Cannabis Medicinal Argentina” (CAMEDA), sigue en discusión en la comisión de Salud de Diputados. En los Encuentros, sin embargo, es un tema recurrente. En talleres de años anteriores el tema aparece. Hasta se han escuchado recetas de lubricantes de canabbis para mujeres. La novedad de este año es la “institucionalización” del debate con la conformación del taller “Mujeres y Cannabis”.

Además de esa innovación, también se incorporaron otros dos talleres: “Mujeres Trabajadores Sexuales”, impulsado por la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR), que ya había funcionado en Encuentros previos pero había sido suspendido por seis años. El segundo: “Mujeres afrodescendientes” que apuntó a debatir la “invisibilización y ocultamiento en los registros de la memoria histórica argentina del pasado esclavista y de los aportes de las comunidades afro al país.

Marcha

“Qué momento, qué momento, a pesar de todo, les hicimos el Encuentro”, anuncia el despegue de la marcha. Y continúa: “Alerta, alerta, alerta que caminan, mujeres del Encuentro por las calles rosarinas”. Una de las que camina es Ramona. Va debajo de una bandera blanca, del ancho de la calle, que dice “Chaco” en letras negras. Es morocha de pómulos altos, y si bien no lleva insignias, integra el movimiento Pueblos y Naciones Originarios en Lucha. “Nosotras venimos con más de 16 años de Encuentros. Luchamos por las verdades de las mujeres de nuestra cultura originaria y sabemos que es importante la unidad de aquellas que vienen desde las provincias a contar sus experiencias porque aprendemos de ellas y ellas de nosotras. Eso es lo que sirve cada año. Yo participé del taller Mujeres de los Pueblos Originarios donde propusimos que el próximo Encuentro sea en Chaco porque además de los 500 años de opresión que cargamos, la situación política es muy difícil. Es importante que las mujeres vean esa realidad y no solo que se la contemos nosotras”.

“El ajuste también es violencia”, “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir”, son algunas de las leyendas en las pancartas que se amontonan. Banderas wipala, del Orgullo Gay, partidarias, y otras tantas. Pasacalles acompañan: “Desmantelamiento de las redes de trata”. Graffitti con esténcil: “La solidaridad mata al macho”.

Una estudiante de medicina de Rosario camina con su hijo en una tela portabebés que lo envuelve entre sus pechos y le cruza la espalda. “Creo que es importante estar acá por el futuro de mi hijo, para que sea un buen hombre y tenga mucho respeto por las mujeres”, dice. Y sonríe. La marcha avanza sobre el bulevar Oroño. El cielo apenas asoma entre los árboles y palmeras. Un perro callejero rengo acompaña con un pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Un vecino parado en una esquina comenta a una señora mientras ven pasar la marcha: “A las lesbianas las apoyo totalmente”. Entre tanto, una cuadrilla de mujeres con pasamontañas de colores en la cabeza emulan a las rusas pussy riots, mientras pintan con aerosol la iglesia Virgen del Carmen. El paso de la marcha se aminora, pero no se detiene. El repertorio de canciones apunta directo: “Francisco botón no quiero tu perdón”, “Si el Papa fuera mujer el aborto sería ley”, “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”.

Minutos después, el chico que atiende un kiosco de la calle Corrientes ve entrar a mujeres en corpiños, brujas con escobas de paja, chicas con la cara y el cuerpo pintado, otras con peluca. Afuera, la marcha avanza al canto de “vecina, vecina, no sea indiferente a las pibas las matan en la cara de la gente”. Algunos curiosos asoman por los balcones, y otros anónimos reparten botellas de soda.

Promediando el final, se escuchan campanadas de una iglesia. El punto de llegada era el Monumento Histórico Nacional a la Bandera, pero una cuadra antes, en calle Buenos Aires, una parte de la marcha se detiene. Allí, se asientan el Palacio Municipal y la Catedral Basílica Santuario «Nuestra Señora Del Rosario». Un señor en la esquina grita: “Que la calle no calle”, mientras una decena de locales ven pasar a las marchantes.

Represión

Frente a la catedral tapiada, una veintena de varones, jóvenes y mayores, enlazan sus brazos y rezan sin parar un Ave María tras otro. Las cámaras apuntan directo sobre los rostros compungidos porque intuyen que algo va a pasar. Mientras van llegando más mujeres a la Plaza 25 de Mayo, el coro se agiganta “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”, “Saquen sus rosarios, de nuestro ovarios”, “Sí señores, sí señores, prohíben el aborto, los curas abusadores de menores”. Otras osan interrumpir el Ave María con gritos cara a cara. Dos mujeres bailan y hacen pogo mientras las cámaras las miran. Al lado dos chicas se besan. El Cuerpo General de Infantería entra en primer plano.

La policía más descabezada de los últimos años desciende sin aura desde el interior de la catedral. Cascos en cabeza, escudos y arma en mano. Un grupo se instala al costado del edificio religioso, en un pasillo que linda con el rosado Palacio Municipal y que conduce al Monumento a la Bandera. Las manifestantes retroceden sobre la plaza, mientras otro grupo sacude las maderas y los andamios que ocultan la Basílica. Una veintena de uniformados se ubican frente a la puerta de la iglesia que,  insólitamente, está cubierta de un plástico transparente, como si estuviera embolsada.

Se arma una barricada en medio de la calle. Otra veintena uniformados  sale desde dentro de la iglesia. Son mujeres y están con las manos vacías, no tienen escudos ni cascos. Parecen graficar la subordinación de la mujer porque frente a la primera piedra que las roza se cubren detrás de sus compañeros y deben  volver al edificio.

Un policía dirige un paso delante de sus subordinados. Apunta al cielo y empieza a tirar. Las hojas de los árboles de la plaza se desprenden. Y tira, y tira, y se responde. Vuelan hierros, piedras y botellas de vidrio. “Somos malas, podemos ser peores”, se escucha. En el medio, la prensa sigue un movimiento pendular. Filman y fotografían la trinchera de un lado y a la policía de otro.

José Granata, reportero  gráfico de Telam, llega a la plaza un rato después del arribo de la marcha. Siete impactos de balas de goma sobre la cara y el cuerpo no lo dejan sacar ni una foto. Jhoana, fotógrafa de la Garganta Poderosa, también tiene la huella de una bala de goma en su cara. Alberto Furfari de Canal 5 y LT3 de Rosario, Pedro Levy de Televisión Litoral, Sebastián Pittavino de Revista Panza Verde de Concordia; Laura Sosa de Mucho Palo Noticias, y Gisel, corresponsal de la Agencia de Noticias RedAcción (ANRed). Más tarde, el Sindicato de Prensa Rosario (SPR) repudiará la represión.

Cierre

El acto de cierre se realiza en el Monumento que rememora el primer izamiento de la bandera Argentina. De los dos días de sol intenso sólo quedan las mejillas rojas. La lluvia llega el feriado del lunes. Podría sólo ser parte de una anécdota pero termina definiendo la escena. El sonido falla, no se pueden leer las conclusiones.

Frente al escenario, cientos hacen alarde de la próxima sede: Chaco. Más al fondo, replican, “que se vote”, mientras agitan unos papeles firmados en sus manos. Ese grupo sostiene que en los talleres se votó para que la próxima sede sea la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, históricamente, en los talleres de los Encuentros no se vota, y el mecanismo oficial es el consenso. El argumento abreva la idea de pluralidad, donde ninguna posición está por encima de otra, reconociendo que la opresión de género trasciende otras diferencias políticas. Así ha venido funcionando desde 1985. Por este motivo, las firmas no se tienen en cuenta y se define por la ovación de las presentes. La comisión organizadora consagra a la provincia del Norte, no sin resistencias. En las próximas semanas, quizás el panorama se aclare.


Actualizado 12/10/2016

En primera persona

En primera persona

“Algo cambia en cada mujer que participa”.  La frase se repite todos los años en cada Encuentro Nacional de Mujeres (ENM). Y vuelve a repetirse en Rosario, un escenario especial para el debate: la ciudad vio crecer sus niveles de desocupación en el último  último trimestre; tiene la cifra más alta de homicidios de todo el país; se ubica entre las primeras  en robos;  y denuncia el accionar de redes de trata y narcotráfico. Detrás de los grandes números asoman los testimonios que buscan modificar esa realidad.

Las mejillas de más de 70 mil mujeres se sonrojan. No es vergüenza, tampoco timidez. Es el sol rosarino que luce como anfitrión. En el Monumento a la Bandera, parte de las doscientas integrantes de la comisión organizadora del 31 ENM reciben con las cabezas calientes y el ceño fruncido a las delegaciones de todo el país. Después del acto de apertura, se repasa el cronograma: inscripción de las participantes, inicio de los talleres –que estarán dispersos en trece sedes- desde pasado el mediodía hasta las 18:00. Al día siguiente, continúan los talleres desde la mañana, pausa para almorzar, y nueva tanda de discusiones hasta las 19.00, hora estipulada para la marcha. Un día después, acto de cierre y fin. Por momentos, Rosario sólo será un telón de fondo. Los  talleres son el corazón del asunto.

Los reclamos entre la multitud , en el 31 Encuentro de Mujeres en Rosario.

Los reclamos entre la multitud , en el 31 Encuentro de Mujeres en Rosario.

En esta edición se definieron 69 temáticas: Movimientos de Mujeres y Activismos; Violencia, Abuso y Acoso Sexual; Feminización de la Pobreza, Mujeres y Trabajo Productivo, entre otras. Cada taller aborda exclusivamente una temática, pero no hay un taller por tema sino varios. El aumento constante de participantes a lo largo de los años hizo que cada tema se replique y divida hasta en una veintena de espacios, superando los cien talleres.

En el patio de la Escuela Normal Superior Nº 2 hay un banco de madera en el que reposan Laudonia y Claudia. Madre e hija se reponen luego de un largo viaje desde San Salvador de Jujuy. La primera es jubilada y asiste a los Encuentros desde 1986: “Al principio no había más de cien mujeres, ahora somos miles. Siempre viajé a todos lados y a Rosario es la tercera vez que vengo”, dice antes de enumerar las ciudades que visitó. La hija es portera en una escuela pública. Dice que nunca pudo viajar porque siempre tuvo que trabajar y cuidar sus hijos: “Conocía sólo lo que ella me contaba, y ahora la acompaño porque ya no puede venir sola. Para mí es una sorpresa enorme”. Las dos quieren entrar a alguno de los talleres sobre trabajo. Apuestan a dar testimonio. “En Jujuy, si no tenés contactos o si no estudiaste y llegaste a un título es difícil conseguir trabajo, por eso la mayoría de las mujeres son vendedoras ambulantes”, explican. Claudia asegura que en los últimos meses las condiciones empeoraron. “En la provincia desguazaron todo, el trabajo de las cooperativas, las piletas para los chicos, todo. Y  a Milagro Sala la meten presa y después recién quieren averiguar qué hizo”, dice mientras Laudonia mira de reojo un aula buscando lugar, pero los carteles de “completo” la disuaden.

En esta edición se definieron 69 temáticas: Movimientos de Mujeres y Activismos; Violencia, Abuso y Acoso Sexual; Feminización de la Pobreza, Mujeres y Trabajo Productivo, entre otras.

En esta edición se definieron 69 temáticas: Movimientos de Mujeres y Activismos; Violencia, Abuso y Acoso Sexual; Feminización de la Pobreza, Mujeres y Trabajo Productivo, entre otras.

Cada taller limita el número de participantes a la capacidad del aula o espacio donde funciona, para garantizar de ese modo que todas puedan hablar y escucharse. La dinámica es simple: nadie discursea desde un atril, mesa de especialistas, escenario o elevación similar. Por el contrario, todas cuentan sus experiencias sin que alguna domine la toma de la palabra. Las presentes definen quiénes son las coordinadoras y secretarias, dos papeles que no pueden excederse en sus funciones; la coordinadora debe ordenar el debate y garantizar que todas puedan hablar, y las secretarias tienen que tomar nota de los debates. Luego de dos días de discusión, se elaboran conclusiones por taller, que luego son leídas en el acto de cierre y publicadas una vez finalizado el Encuentro.

Entre los árboles de Plaza San Martín, frente a una sede del gobierno provincial, cuelgan siluetas humanas de color rojo. Los carteles dicen: “Lucrecia Lescano, 30 años. La tierra que él le echó no cubrió sus golpes ni puñaladas. El Chocón, Neuquén”, “los pedazos encontrados de su cuerpo denuncian los golpes que sufren las que siguen vivas.  Elizabeth, 2008”, “apenas 14 años baleada por su padrastro. Yasmín no sobrevivió. 2016 Comodoro Rivadavia”. En esa misma vereda, Sara acaba de desplegar una manta con sandalias. Lleva trenzas y pollera bastante por debajo de las rodillas. Como en cada caso, la experiencia personal brota recién después de un rato. “Yo ayudé a una amiga a buscar a su hija, Analía Suarez, que fue víctima de una red de trata. Es terrible porque estamos en una zona de frontera, donde hay muchos casos pero quizás de diez sólo uno se difunde”. Enseguida mana su admiración por Susana Trimarco. “A pesar de que la quisieron ensuciar, ella llamó a los medios nacionales para mostrarles todos los papeles, y demostrarles que mentían”, subraya. Su puesto es parte de los artesanos y puesteros que viajan desde Jujuy a los Encuentros. “Hace más de diez años que vengo, pero en los últimos tres no puedo ir a los talleres por cuestiones económicas, tengo que mantener a mi hijo que fue a estudiar a Córdoba, pero hay otros puestos que reparten la tareas, los hombres venden y las mujeres van a los talleres”, explica.

El Encuentro también organizó más de ochenta actividades culturales, desde obras de teatros, presentaciones de libros, bandas, charlas, peñas, proyecciones, muestras, intervenciones y debates por fuera de los talleres

El Encuentro también organizó más de ochenta actividades culturales, desde obras de teatros, presentaciones de libros, bandas, charlas, peñas, proyecciones, muestras, intervenciones y debates por fuera de los talleres.

Además de las trece sedes donde funcionan los talleres, las plazas y veredas de Rosario son lugares de intercambio de mates y anécdotas. Las plazas están llenas de feriantes como Sara. Ofrecen productos norteños -en cierto modo ajenos al tema que convoca- mientras que otras mantas exhiben libros, afiches, remeras, parches, y más, todo relativo a mujeres y feminismo. Los alojamientos de Rosario están colmados, también las escuelas y universidades  hospedan a quienes bajaron de los micros. Los cajeros de la ciudad están vacíos, y cada tanto se escucha entre algún grupo “pagá vos con débito y nosotras te damos efectivo”. En cada bar, heladería o restaurant el procedimiento es el mismo, se compra algo -o no-, se pregunta por el baño, y de paso alguna aprovecha a cargar su celular. Mueven las sillas, juntan mesas, y los locales cambian su fisonomía. Otros grupos más numerosos no compran, llevan sus viandas.

Gabriela vino a su primer Encuentro desde la ciudad de Goya, Corrientes. Es militante de derechos humanos, hija de un ex integrante del PRT, y participa junto a sus amigas que ya habían asistido en otras oportunidades. “Yo vengo de familia del agro y por eso fui al taller de Mujeres en el Ámbito Rural, donde teníamos que hablar del rol de la mujer en ese contexto. Pero a veces se la deja de lado porque hay otras necesidades en el campo, como por ejemplo el tema de la tierra para los pequeños productores. Por eso pedimos un banco de tierras y semillas”, señala. Y explica: “En varias provincias como la mía hay muchos terrenos fiscales, de los que se han apoderado grandes terratenientes -como pasó en el Iberá- o siguen siendo del Estado. Con eso se puede armar un banco de tierras que sean accesibles para el pequeño productor y para la agricultura familiar. Sabemos que una reforma agraria es más difícil, pero estaría bueno pensarlo”.

Gabriela dice que en el taller contó el caso de su amiga que al separarse se hizo cargo de un campo que estaba deteriorado: “Terminamos haciendo los potreros, el alambrado, todo, y sacamos el campo adelante. Algunos hombres se reían porque lo que ellos hacían en unas semanas, a nosotras nos llevó dos meses, pero lo importante es que se pudo”. Y continúa: “En el campo pasas de adolescente a madre, por una cuestión de economía, la mujer muchas veces no decide porque las cuentas las maneja el hombre, pero más allá de todas las experiencias siempre terminamos en el problema de la tierra”.

Más de setenta mil mujeres dijeron presente en las calles de Rosario.

Cerca del mediodía, dos chicas están sentadas en el patio del Normal Nº2 que data de 1910. Miran a un par de niñas y niños que corren de un lado a otro. “Somos de Glew, provincia de Buenos Aires”, comentan a dúo. Las dos son madres, una tiene 20 años y viajó con sus dos hermanas mayores y con su nene que no llega a jardín. “Si no lo podía traer, no venía”, dice. La otra tiene 25 y dejó a sus tres hijos con el padre y la abuela para poder viajar. Es su primer Encuentro y se percibe en sus miradas de extrañeza. Trabajan en cooperativas de la zona sur: “Por eso estuvimos en un taller sobre trabajo pero no entendemos todo lo que dicen y nos da vergüenza hablar, porque no sabemos qué decir”. Explican que no están acostumbradas a ver mujeres con pelos sin depilar, manifiestan estar en contra del aborto, y se preguntan cómo las chicas lesbianas se enfrentan a sus padres. Explican que si bien no es frecuente, las mujeres ahora participan de las cooperativas de construcción: “Nosotras hicimos en nueve días unas veredas que se esperaba que nos llevaran un mes”. También colaboran sirviendo la copa de leche para chicos del barrio. “No es pago, pero te sentís re bien cuando vienen los nenes de la escuela y van corriendo a agarrar la factura”, puntualizan.

Valentina Pereyra nació con otro nombre en Santiago del Estero, pero a los 17 años decidió irse a Buenos Aires para ser quién quería ser. Integra la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA) y se define trans. “Planteamos en los talleres de Personas Transgénero, Transexuales  y Travestis que si las feministas nos hubiesen apoyado con la ley de cupo trans desde el inicio, eso se podría haber sancionado antes”, sostiene. A su vez, dice que en el taller mencionó como necesidades fundamentales “el acceso a la salud pública, al trabajo y a la vivienda”. Y amplía: “Las oportunidades para nosotras son diferentes porque partimos de una desigualdad. También apoyamos un proyecto de ley de reparación histórica para quienes tienen más de cuarenta años, que como decimos nosotras, son sobrevivientes, porque nuestra expectativa de vida no supera esa edad”. Valentina era trabajadora sexual hasta que logró ingresar a trabajar a la Municipalidad de La Plata. Sin embargo, en enero fue despedida junto a otros trabajadores. Logró ser reincorporada por intermediación del Poder Judicial.

Taller sobre Trata.

En el Taller sobre Trata todas cuentan sus experiencias sin que alguna domine la toma de la palabra.

El Encuentro también organizó más de ochenta actividades culturales, desde obras de teatros, presentaciones de libros, bandas, charlas, peñas, proyecciones, muestras, intervenciones y debates por fuera de los talleres. En paralelo a los espacios oficiales, las plazas son puntos de pausas para tomar mate o ponerse al sol.

Berenice llegó desde La Plata para ser parte de los talleres y para vender la copa menstrual, elemento siempre presente en los Encuentros. “A los tres meses que empecé a usarla me pareció que lo tenía que difundir y por eso estoy acá, no por rédito económico”, dice.

Casi como una parodia del destino, en la mayoría de las aulas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Rosario (UNR) se ve un cartel que indica “Estrategias para el Acceso al Aborto Legal, Seguro y Gratuito”, junto a otro que también se replica: “Completo”. María sale refunfuñando de un aula, con sombrero negro y bastón. Se define como ex montonera y asegura que perdió a su marido y a su único hijo biológico por la dictadura. “Hay que juntar firmas para exigir que se legalice el aborto. Recién propuse que juntemos firmas y yo misma me ofrecí a llevárselas a (Mauricio) Macri pero no aprendemos más”, dice. Minutos después reconoce que no confía para nada en que el Presidente vaya a dejar que se apruebe. En el patio de la Facultad un grupo de mujeres toma mate dulce. Petronila es la única que se anima a hablar: “Este año no estamos participando de los talleres porque estamos encargadas de atenderlas a ustedes”. Cuenta que están organizadas en Mujeres de ATE y que son las garantes de la limpieza y orden de los baños, permanentemente atestados. “Es cierto que los Encuentros te cambian, que una no es la misma después”, repite. Mientras tanto, las demás acotan, hablan de la importancia del trabajo para valerse por sí mismas y la necesidad de transmitir la experiencia en los talleres: “Yo les digo a mis hijos, y también a las chicas de acá, que no se dejen controlar, que no dejen que les pregunten todo el tiempo a dónde van, o les revisen el celular”, afirma. Rato después deja asomar su experiencia personal: “Yo fui víctima de violencia, porque el padre de mis hijos me pegaba, pero gracias a mi familia y compañeras pude salir, pero no todas tenemos la misma suerte. Yo me vi durmiendo con mis hijos en una plaza. Pero me cansé, agarré un velador de bronce, lo golpee en la boca y le bajé los dientes. Hoy mis hijos me reconocen que yo fui madre y padre. Pero superada esa relación, tuve otra pareja que terminé tirándole toda la ropa a la calle porque volví a sufrir violencia, ya no física sino psicológica”, confiesa.

mujeres semi desnudas en las calles de Rosario en el ENM

“Algo cambia en cada mujer que participa”. La frase se repite todos los años en cada Encuentro Nacional de Mujeres.

 

Actualizado 12/10/2016