No fue un juego

No fue un juego

La relación entre un deporte tan popular y masivo como el fútbol con el nazismo es motivo de una muestra que se exhibe en el Museo River hasta el 15 de mayo. No fue un juego exhibe once historias sobre jugadores, equipos, entrenadores y prensa deportiva que desarrollaron durante los años del Holocausto..

El ideólogo de No fue un juego es el periodista deportivo Leonardo Albajari, que desde chico se interesó por la temática y junto a un equipo de investigación  recopiló las diferentes historias. “Estuve el año pasado en el Museo del Holocausto y ahí escribí una historia para su página sobre el Ajax como club judío, apuntaba a un público más amplio que solo la comunidad judía, y como resultó muy bien, a partir de allí surge la muestra”, relató Albajari.

Para llevar a cabo la exhibición, buscó historias que además de ser atractivas para el público, tuvieran fotografías de alto impacto. Uno de los casos que presenta la muestra es el de Julius Hirsch, un futbolista judío que jugaba en la Selección alemana y combatió durante la Primera Guerra Mundial, pero, con el ascenso de Adolf Hitler al poder, se lo descartó como a todos los judíos y terminó asesinado en Auschwitz, a pesar del amor por su país. En la actualidad y desde el 2005, la Federación Alemana de Futbol entrega el premio “Julius Hirsch”, galardón que premia el compromiso en la lucha por la tolerancia y combate la xenofobia y el antisemitismo.

La muestra cuenta con el apoyo del Museo del Holocausto, de River Plate, de las embajadas de Alemania, Austria, Polonia e Israel, del Club Macabi, de la librería Entretiempos y de la Cámara Argentina-Alemana de Industria y Comercio.

El Museo del Holocausto apoyó la iniciativa desde el comienzo y aportó el estudio histórico que da contexto a la exposición. Cecilia Bullor, coordinadora de actividades educativas y de visitas guiadas del Museo, aseguró: “La masividad que tiene el fútbol da lugar a transmitir a una mayor cantidad de personas estas temáticas”. Para Bullor, muestras como estas son importantes porque colaboran para mantener presente la memoria. “Hay que poner en primer plano estos temas, porque desconocer la historia hace que podamos cometer el mismo error”, destacó.

No fue un juego también contó con el apoyo inmediato de River. El club aloja la muestra en su museo y colaboró con la discusión de cómo debería plantearse. Rodrigo Daskal, sociólogo  e investigador del Centro de Estudios del Deporte de la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM es el presidente del Museo River, que funciona al lado del Monumental. “También ayudamos con material fotográfico e información en el caso de Emérico Hirschl. Es un verdadero ídolo en la historia del club y me parece importante que se sepa quién fue, recién ahora se conoce su faceta humanitaria en ese momento”, explica.

El caso de Hirschl es uno de los más cercanos a nuestro país; era húngaro y fue el primer entrenador extranjero del fútbol argentino, logró ganar seis títulos en River, además de ser técnico en varios clubes más. Su carrera también fue exitosa en Uruguay, donde hizo historia en Peñarol, pero poco se sabía sobre la ayuda que brindó a los judíos que huían a Buenos Aires a bajar de los barcos, pese a las prohibiciones de las autoridades del momento.

Una de las personas que bajó de esos barcos gracias a su labor humanitaria fue luego su esposa, Heddy Steimber, con quien tuvo dos hijos. Una de sus hijas estuvo el día que se inauguró la muestra. Esta es una de las historias de la exhibición, que también consta de trece cuadros de Omar Panocetti, seis pelotas intervenidas por diferentes artistas y dos réplicas de camisetas del Club Macabi Varsovia de 1938, cedidas por su homónimo de Buenos Aires. Albajari resaltó: “Hoy ese club no tiene estadio ni sede porque nunca más se pudo reconstruir después de toda la destrucción, pero aún persiste”.

En la muestra también se presentan historias de clubes muy conocidos y populares como el Bayern Munich, el Borussia Dortmund y el Ajax de Holanda, instituciones perseguidas por el régimen nazi. Mientras que, por otro lado, se destaca al Schalke 04 como el equipo favorito del III Reich. Para dar cuenta de eso se recuerda que entre 1935 y 1939 no perdió ni un solo partido y que seis de sus siete títulos los ganó durante el gobierno de Hitler.

Daskal expresó: “La muestra tiene mucho impacto, es central que sea visitada por el público futbolero. No hace falta ser de River para venir”.En la misma sintonía, Bullor afirmó: ““Tienen que visitarla. Es una forma de que las nuevas generaciones se interesen. Lo peor que puede haber para el antisemitismo y la discriminación es el desconocimiento”.

No fue un juego es una propuesta interesante para mantener viva la memoria y puede ser visitada en el Museo River de 10 a 19, todos los días menos aquellos que hay partido en el Monumental. La entrada cuesta 200 pesos y 150 pesos para socios del club y jubilados. Albajari dijo que la idea es ir a todos los clubes e instituciones posibles. San Lorenzo y Racing ya mostraron interés. “Nuestro objetivo final -manifestó- consiste en introducir el tema del racismo en el deporte, la discriminación que está tan presente”.

 

Otro fallo en contra de Boca por las obras en Casa Amarilla

Otro fallo en contra de Boca por las obras en Casa Amarilla

La Justicia porteña volvió a fallar en contra del club presidido por Daniel Angelici y con una medida cautelar frenó las obras que Boca Juniors llevaba adelante en los terrenos de Casa Amarilla. La jueza Paola Cabezas Cescato, al frente del Juzgado N° 11 en lo Contencioso Administrativo, basó su decisión en la presunta ilegalidad en la compra de esas tierras públicas, sin pasar por la Legislatura y mediante una licitación hecha a medida del club. Durante enero, la institución había enrejado el lugar y logrado que la Policía de la Ciudad desalojara a una cooperativa establecida en el predio.

En junio pasado, el juez Guillermo Scheibler había dictado una medida cautelar que ordenaba a Boca no realizar ningún tipo de acción en los terrenos. Tres días antes de la feria judicial, el magistrado fue apartado del caso, por lo que Boca interpretó que el traspaso de juzgado y la declaración de nulidad de lo actuado por el juez anterior implicaba la caída del amparo que frenaba las obras. De esa manera, Boca puso rejas y seguridad privada en Casa Amarilla. Sin embargo, la decisión de la nueva jueza  de la causa detuvo el accionar del club.

Caravana artística en La Boca.

“Con el fallo, el predio vuelve a ser público tal como lo marca la Ley N° 2240, que establece la emergencia ambiental y urbanística en La Boca. Destina el espacio a un parque público”, afirmó Natalia Quinto, integrante de La Boca Resiste y Propone, una multisectorial compuesta por organizaciones e instituciones del barrio. Ellos, en conjunto con el Observatorio del Derecho a la Ciudad, fueron los que presentaron un amparo colectivo en contra de la venta de los terrenos a Boca.

Las tres hectáreas en cuestión son las manzanas comprendidas entre las calles Blanes, Espinoza, Palos y Almirante Brown. La compra es señalada como ilegal porque el Gobierno de la Ciudad, a través de la Corporación Buenos Aires Sur, le vendió los terrenos públicos a Boca por más de 180 millones de pesos sin pasar por la Legislatura, como estipula la ley. Además, Jonathan Baldivieso, del Observatorio del Derecho a la Ciudad, destacó: “La licitación fue hecha a la medida del club ya que, entre las condiciones requeridas, se exigía que el oferente tuviera un patrimonio de 100 millones de pesos y acreditara al menos 10 años de trabajo en el barrio”.

Este fallo es un duro revés para Boca y también para el presidente del club. Baldivieso dijo: “Angelici presionó a la Justicia, con la excusa de un error en la asignación de juzgado hizo correr al juez Scheibler porque había puesto una medida cautelar que no lo dejaba avanzar en su meta”. Cabe destacar que hasta la propia Elisa Carrió, diputada oficialista, ha señalado en reiteradas oportunidades a Angelici como el principal operador judicial del macrismo.

Durante enero, la institución había enrejado el lugar y logrado que la Policía de la Ciudad desalojara a una cooperativa establecida en el predio.

Casa Amarilla es un lugar codiciado por Boca desde hace más de 10 años, el anhelo de los dirigentes más importantes del club es construir un nuevo estadio shopping en los terrenos. Incluso, en su plataforma de campaña en 2011, Angelici anunciaba un nuevo estadio cinco estrellas en el lugar. Luciano Caldarelli, de la agrupación Boca es Pueblo, afirmó: “En 2014, el vicepresidente y diputado del PRO, Oscar Moscariello, presentó un proyecto para rezonificar Casa Amarilla y que se pueda hacer una cancha, pero fracasó. La Bombonera es nuestra identidad, la idea es rechazada por las mayorías”.

El predio enrejado aún puede ser usado por los vecinos, pero la percepción es que desde que el macrismo llegó al poder en el club, Boca se fue cerrando y dejando a la comunidad de lado. Caldarelli expresó: “Boca no puede crecer a costa del barrio que lo vio nacer, tiene que crecer de la mano del barrio”. Por su parte, Quinto dijo que los espacios verdes son mínimos en La Boca y planteó: “La complejidad habitacional del mismo barrio hace necesario un espacio verde para los vecinos”.

Durante esta resistencia de la venta de Casa Amarilla a Boca hubo un episodio de violencia grave durante una sesión del Consejo Consultivo de la Comuna 4 en 2016 y Baldivieso señaló que también hubo amenazas, pero tanto él como Quinto coinciden en que se busca la inacción, que no hagan nada. “No nos vamos a dejar amedrentar y que se lleven por delante nuestros derechos”, aseguró Quinto.

El reclamo de las familias: «Queremos el campito para jugar».

El Colectivo artístico vecinal volvió a colmar las calles.

¿Una pantalla cinematográfica o de negocios?

¿Una pantalla cinematográfica o de negocios?

Dos años después de que se paralizaran las obras prometidas, los integrantes de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata y vecinos de Mataderos están en alerta a raíz de que se presentaran en el lugar una representante legal del Ministerio de Cultura porteño, Gabriela Aranaz, junto con un tasador del Banco Ciudad y los empresarios Pablo y Adrián Serantoni, productores del programa de TV “Pasión de Sábado”. La visita disparó y  acrecentó los rumores sobre el futuro destino del predio.  

Ubicado en la avenida Alberdi al 5000, El Plata se inauguró en 1945 y tenía capacidad para más de 1.800 espectadores. Funcionó como cine y teatro hasta 1987, cuando cerró sus puertas y fue utilizado como depósito de una casa de electrodomésticos hasta el año 2000.

Fachada del cine El Plata, en Av. Juan Bautista Alberdi 5765 en Mataderos.

Los vecinos de Mataderos se organizaron, una vez más, ante la sospecha de que el Cine El Plata sea vendido por el Gobierno de la Ciudad.

“Se daban películas de Mirtha Legrand, de Palito Ortega y se presentaron artistas como Aníbal Troilo, Argentino Ledesma, Fidel Pintos o Roberto Grela. Yo los presentaba, quiero que se abra el cine porque ese espíritu está todavía ahí adentro, están mis sueños”, expresó Roberto Gutiérrez, quien a sus 91 años es el integrante más grande de la Coordinadora, como se conoce a la agrupación en el barrio.

En el año 2004, un grupo de vecinos le pidió al entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, que comprara el cine para convertirlo en espacio cultural. El propietario aceptó vender con la condición que el espacio solo tuviese ese destino. Mediante la Corporación Buenos Aires Sur, la Ciudad adquirió el inmueble y luego, tras la caída de Ibarra y la incertidumbre en el interinato de Jorge Telerman, comenzaron los conflictos tras la asunción de Mauricio Macri.

A pesar de la cláusula impuesta en el contrato de compra-venta y que la ley lo protege por ser patrimonio cultural de la Ciudad, el PRO quiso demoler el cine y hacer allí un Centro de Gestión y Participación (CGP). Jorge Elger, secretario general del Centro de Comerciantes de Alberdi, dijo: “Nuestro Presidente (Alberto Di Leo) fue quién convocó a los vecinos a una asamblea en la puerta del Plata al enterarse de diferentes maniobras que involucraban al edificio. A partir de ahí, se fueron haciendo reuniones semanalmente”. Esa fue la génesis de la Coordinadora, conformada en 2007

Reunión de vecinos sentados alrededor de una mesa en el centro de Comerciantes de Alberdi

Reunión de vecinos en el Centro de Comerciantes de Alberdi organizado por los integrantes de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata.

El proyecto de CGP impulsado por el actual secretario de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo fue enterrado por los vecinos en 2008 a fuerza de organización. Luego, la Justicia falló a favor de que El Plata sea un centro cultural. Después de eso, Hernán Lombardi, exministro de Cultura porteño, se acercó y asumió el compromiso de realizar las obras necesarias. Walter Ordoñez, referente de la Coordinadora, recordó: “Se hizo la primera etapa y en julio de 2011 se habilitó una sala para 170 personas que funcionó irregularmente hasta mitad de 2013. Ese año, volvemos a la Justicia a intimar al Gobierno a resolver la segunda y definitiva etapa del centro cultural”.

Tras la ratificación legal, se licitaron las obras por primera vez en 2012 ya que las anteriores habían sido vía contratación directa. La empresa Teximco S.A. ganó y por 25 millones de pesos se comprometió a terminar la obra en 400 días. La comunidad de Mataderos estaba satisfecha porque era cuestión de tiempo para cumplir su meta, pero luego de avances y el cobro de 20 millones, se abandonaron los trabajos. En abril de 2015 el cine reabrió sus puertas parcialmente con dos salas equipadas y refaccionadas, aunque en diciembre cerró de manera definitiva.

Reja del cine El Plata en Mataderos, se lee un cartel en mal estado que dice: vecino vuelva a ser protagonista por la finalización de obra y apertura

Hace dos años que las obras se encuentran paralizadas pese a la promesa del Gobierno de la Ciudad de convertirlo en un centro cultural.

Ordoñez dijo: “El Gobierno confirmó el pago de 20 millones y plantea que las obras están al 82%. A nosotros, técnicos de la Defensoría del Pueblo, nos dijeron que, con suerte, están el 65%”. En adición a esto, el también integrante de la Coordinadora, Gutiérrez, reclamó: “Hay guita que falta, ¿dónde está la plata de El Plata?”

La presencia de los Serantoni alertó a los vecinos de una posible venta, ya que el cine entró en comodato hasta 2015 y vencido el plazo, vuelve a su dueño: la Corporación del Sur.

Walter Ordoñez integrante de la coordinadora en defensa del Cine El Plata en primer plano, en la vereda donde queda el cine.

Walter Ordoñez, de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata, denuncia faltante de dinero por el pago realizado a la empresa Teximco.

La legisladora porteña de Unidad Ciudadana, Lorena Pokoik, apoya la lucha de los vecinos y planteó: “Lo central es que se hagan cargo desde el Gobierno de la Ciudad de que la obra tiene que continuar y hay que renovar la cesión de uso para que se justifique la cantidad de plata que se invirtió”. Pokoik es también integrante de la Comisión de Cultura y agregó: “Lo único que hicieron es darle más valor inmobiliario a algo que no van a usar, esa plata se le evitó invertir a un futuro comprador. Es torpeza o una avivada”.

La defensa del Cine El Plata como centro cultural tiene aceptación unánime en Mataderos. La comunera kirchnerista del barrio, Aixa Rocha, afirmó: “En este caso, todas las fuerzas barriales estamos de acuerdo. Incluso, los del PRO.»

 

Pegue y vuelve

Pegue y vuelve

Cifras exorbitantes, shows televisivos y espectáculos violentos suelen ser las asociaciones más comunes con el mundo del boxeo. Sin embargo, el deporte de los puños es en nuestro país una de las disciplinas más populares y practicadas, no solo por aspirantes a campeones o campeonas, sino también por oficinistas, profesionales y estudiantes que lo practican de forma recreativa.

El boxeo le ha entregado a Argentina muchos campeones, tanto hombres como mujeres, a lo largo de su historia y mantiene una popularidad y una presencia muy fuerte en todo el país. Hay en la actualidad 15 mil boxeadores federados amateurs y alrededor de mil profesionales. Para ambos casos se requieren licencias, por lo que no se cuenta a quienes simplemente practican esta disciplina por mero divertimento.

“Somos terceros en realización de combates, tanto en amateurs como en profesionales, primero están Inglaterra y luego México -se enorgullece Luis Romio, presidente de la Federación Argentina de Box (FAB)-. Y eso que en cantidad de población nos superan”. Solo en Provincia de Buenos Aires, hay 550 clubes de boxeo; y en todo el país existen 19 federaciones afiliadas a la FAB en forma directa, lo cual le da al deporte una amplia representación institucional.

Boxeadores entrenando. Gimnasio de la Federación Argentina de Boxeo.

En estos últimos años han aparecido y reaparecido distintas disciplinas, como el taekwondo, el kickboxing y las artes marciales mixtas. A raíz del boom de los deportes de combate y para solventar algunos gastos, la FAB sumó el modo recreativo. En su gimnasio, el “José Oriani”, casi 250 personas practican boxeo. Alberto “Coca” Andrada, entrenador con 50 años de trayectoria y 30 de ellos en la FAB, contó: “Arrancamos con todo en marzo, hay mucha gente que se acerca, la edad es de 14 a 40. Vienen muchas chicas y hombres grandes”.

En la modalidad recreativa no hay contacto, no se hacen guantes sino que se basa en la realización de ejercicios aeróbicos, movimientos de piernas y brazos, golpes a la bolsa, saltos en la soga y un poco de pesas. “El entrenamiento en ambos sexos es el mismo -destacó Andrada-, capaz es más intenso el de los hombres, pero las mujeres aprenden a boxear con los varones”.

El ex campeón del mundo superwelter, Miguel Castellini, tiene un gimnasio homónimo en Congreso y solo ofrece boxeo recreativo, porque considera que es un buen ejercicio y lo recomienda para todo el mundo. El antiguo pugilista afirmó: “Se lo toman como una forma de relajarse, de descargar. El boxeo fomenta la vida sana y ayuda mucho si uno entrena con ciertas ganas, aunque sea recreativamente”.

Andrea «La Cobrita» Sánchez.

Otro ex boxeador que no duda en remarcar las bondades del deporte es Jorge “Karateca” Medina. Tras una vida agitada, con visita a la cárcel incluida, y con una adicción a las drogas en el pasado, se encuentra recuperado y tiene un gimnasio en el que se dedica, en forma exclusiva, al boxeo recreativo en la localidad bonaerense de Martínez. “El box es para no pensar boludeces, para despejar la cabeza. A mí me ayudó”, dijo Medina. 

En sintonía con las valoraciones de los ex peleadores, un estudiante de Derecho y practicante de boxeo recreativo en el gimnasio de la FAB, Juan Pablo Fernández, expresó: “Te da confianza, te sentís bien desde lo físico y descargas mucha energía. Es como una terapia”. El joven de 22 años, que también trabaja en una oficina, agrega: “Empecé porque me gusta y para hacer deporte, me entretiene más que hacer pesas”.

Por otro lado, Jennifer Coronel, de tan solo 15 años, relató que comenzó la práctica recreativa hace unos meses también en la FAB, aunque sueña con ser profesional. “Empecé este año, quería venir desde antes pero mi mamá no quería que boxee. Deseo llegar muy lejos”. La adolescente, que vive en Villa Soldati, va al colegio a la mañana y luego entrena varias horas en la FAB. “Empecé en mi barrio y mi profesor me anotó acá, tuve exhibiciones pero no soy amateur porque aún no tengo licencia. El boxeo tiene mucha disciplina y eso me inspira”, afirma.

Federación Argentina de Boxeo.

Las licencias son clave si una persona aspira a tener una carrera. Después de cumplidos los 14 años y hasta los 28 se puede obtener para practicar el boxeo amateur. Para conseguir, en cambio, la de profesional, los requisitos básicos son: tener entre 20 y 30 años, más de 40 peleas como amateur y, además, haber participado en por lo menos un campeonato nacional o provincial. En ambos casos, se exigen un importante número de estudios médicos y, por reglamento, la obligación de saber leer y escribir.

Romio hace hincapié en que la FAB no cobra por las licencias y que no se mete en la parte comercial de los combates profesionales, sino que solo se preocupa por lo deportivo. Para ilustrar sobre los costos del deporte, explica: “Organizar un festival de boxeo amateur cuesta como mínimo 25 mil pesos y uno profesional, no menos de 70 mil”. Los púgiles amateurs, los jueces y los árbitros cobran solo viáticos y en el caso de los dirigentes trabajan ad honorem.

Las altas cifras que se manejan en duelos profesionales no dejan dinero en las arcas de la Federación. Son los promotores y managers los que mueven dinero y organizan los festivales. Hay alrededor de 300 promotores oficiales en todo el país. El mayor ingreso de la institución es el contrato con la TV y, sobre esto, Romio subraya una particularidad: “La prensa de las mujeres es más importante que la de los hombres en nuestro país. En TyCSports, cuando pelea una mujer tiene mayor rating que cuando pelean los hombres”, afirma el dirigente.

La historia que tiene el deporte, la práctica recreativa que se impuso como moda, la recomendación de la disciplina de ex campeones y los sueños de los adolescentes que anhelan ser como Carlos Monzón o Marcela Acuña mantienen al boxeo vigente, muy presente en la vida cotidiana y con una popularidad ascendente. Castellini sintetiza en una frase algo que todos los vinculados al boxeo parecieran sentir: “Es un estilo de vida”.

Actualizado 17/10/2017

 

El Ecoparque avanza a paso de tortuga

El Ecoparque avanza a paso de tortuga

El 23 de junio del año pasado el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que la Ciudad de Buenos Aires interrumpía la concesión privada del zoológico de Palermo y que iba a reemplazarlo por un ecoparque interactivo. Después de más de un año y tres meses de la estatización, el oficialismo afirma que el proyecto avanza, pero las ONG y los activistas por los derechos de los animales reclaman que no hay mejoras notorias en las condiciones de vida de los animales y que existen demoras en sus traslados.

El Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología encabezado por Andy Freire reactivó el año pasado la Comisión para la Transformación del Zoológico de Buenos Aires, que había sido convocada en 2014 para delinear lo que sería el proyecto a futuro y había quedado paralizada. Sus miembros eran de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad, de la Fundación Banco de Bosques, de la Fundación Naturaleza para el Futuro y del Instituto Jane Goodall. “El proyecto todavía está en un proceso de transición, quizás tarda más de lo que se esperaba”, dijo Javier Goldstein, miembro de la Comisión y de la ONG Banco de Bosques.

Goldstein también expresó: “Se debe notar más el trabajo real. Hay que mejorar la calidad de vida de los animales que viven en el Ecoparque” y agregó: “Hay incertidumbre porque no se llevan adelante los planes de trabajo”. Federico Ricciardi, responsable de prensa del Ecoparque, señaló que durante el primer año sí hubo obras para optimizar las condiciones de vida de los animales y destacó: “Se les mejoró la dieta y les dieron rutinas de ejercicios para que desarrollen su naturaleza y estén sanos. Además de las obras hechas, hace un mes se presentó un proyecto de modificaciones en el predio, la idea es que haya menos animales y más lugar para la gente”.

Imagen del Ecoparque de la ciudad de Buenos Aires

“El Ecoparque es un ecofraude, no hay educación ambiental, no hay educación sobre los derechos de los animales. Es todo un verso”, denunció Fontán.

El Ecoparque apunta a convertirse en un predio que siga el movimiento de reconversión que hacen los zoológicos europeos y, en esa línea, Ricciardi dijo: “El proyecto involucra un centro de rescate a fauna autóctona de Argentina. La idea es que disminuya la cantidad de animales exhibidos, no creemos que sea malo, pero priorizamos preservarlos”.

El proyecto del oficialismo no fue el único que se presentó, ya que el legislador Adrián Camps, del Partido Socialista Auténtico (PSA), había propuesto que se remplazara al Zoológico de Palermo por un Jardín Ecológico, aunque finalmente su idea no prosperó.

Camps relató que la concesión a manos privadas, que duró 20 años, fue un desastre y que no está de acuerdo con los zoológicos en general. El legislador socialista diferenció su proyecto al del Gobierno porteño y subrayó: “Las diferencias básicas son que nosotros proponíamos terminar con la exhibición animal, con la reproducción adentro del zoológico y que se haga un centro educativo. Se debe reconvertir el zoológico;  el bienestar animal está en la naturaleza, no en una jaula”. También planteó que el Ecoparque actual es lo mismo que antes, pero con menos animales y que está igual o peor que hace un año.

Los activistas por los derechos de los animales reclaman que no hay mejoras notorias en las condiciones de vida de los animales y que existen demoras en sus traslados.

Malala Fontán, referente de Sin Zoo, una organización de activistas por los derechos de los animales, apoyó el proyecto de Camps y criticó con dureza al Gobierno de la Ciudad. “El Ecoparque es un ecofraude, no hay educación ambiental, no hay educación sobre los derechos de los animales. Es todo un verso”, denunció. Fontán afirmó que la concepción de zoológico es anacrónica:  “Estamos en el 2017, no podés tener un oso polar a 20 metros de la parada del 60”, enfatizó. Una de las principales quejas de la activista es sobre los traslados y las derivaciones que se prometieron. “Los animales que han sacado de Palermo son solo de fauna nacional”, reclamó.

Ricciardi afirmó que se han trasladado 350 animales y uno de los primeros destinos de algunos de ellos fue el refugio GüiráOga, en Misiones. El director de este establecimiento, Jorge Anfuso, dijo: “Recibimos cerca de 40 animales. Todos llegaron al refugio en pésimas condiciones, el peor problema fue la alimentación. Aunque el traslado fue espectacular, en un camión especialmente preparado”. Además, Anfuso expresó que no aprueba el Ecoparque y recomendó que el camino a seguir deben ser los centros de rescate. “Hay que cambiar la idea de que los animales en cautiverio educan”, expresó.

Si bien la interrupción efectiva se dio en junio, el Gobierno porteño ya se planteaba desde principios de 2016 quitarle la concesión a Zoológico de Buenos Aires S.A., cuyo contrato duraba hasta finales de este año. El no pago del canon mensual, las denuncias sobre el mal estado en el que tenían a los animales y las dudas sobre la capacidad de la empresa de llevar a cabo los cambios que tenía en mente la administración de Rodríguez Larreta hicieron que el gobierno tomara control del predio de 18 hectáreas, que tenía en ese momento casi 200 empleados (los cuales pasaron al Estado), más de 1.500 animales y 52 edificios declarados Patrimonio de la Ciudad y Monumento Histórico Nacional.

Con presiones de ONG y activistas, con obras que marchan lentamente y en medio de cambios culturales que parecen ir acentuando el rechazo a los animales en exhibición, el Ecoparque porteño se reconvierte muy despacio, demasiado . “La transformación -destacó Ricciardi- viene desde hace años, pero los cambios se hacen de a poco”. Mientras tanto, desde septiembre está cerrado al público.

Actualizado 10/10/2017