¿Qué hacen los municipios frente a la violencia de género?

¿Qué hacen los municipios frente a la violencia de género?

Según datos oficiales del Observatorio de la Violencia contra las Mujeres entre los años 2015 y 2018 las llamadas a la línea 144 relacionadas con violencia de género han aumentado en un 65 por ciento, pasando de 48.331 a 79.753 casos.

Ante esta situación, los gobiernos de distintos niveles se ven obligados a tomar medidas precautorias para intentar proteger a las mujeres y niños que sufren violencia de género, quienes no suelen estar bien informados sobre sus derechos y los pasos a seguir para realizar una denuncia. Malvinas Argentinas, Tigre y San Martín son algunos de los municipios de la provincia de Buenos Aires que han avanzado con políticas públicas en el tema. 

Un lugar para la Familia

Elizabeth Farese, quien está a cargo de la subsecretaría de la Mujer, Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Malvinas Argentinas, en conversación con ANCCOM explicó cuáles son las políticas de género implementadas desde el Municipio encabezado por Leonardo Nardini. “Lo que hacemos en la Subsecretaría es asesorar y contener a las mujeres que sufren violencia de género y a los niños en situación de abuso y vulnerabilidad. Se trata de acompañar a la mujer que está sufriendo estas situaciones. Sin embargo, cuando nosotros hablamos de mujeres no nos estamos refiriendo solamente a la señora que sufre violencia de género, sino que integramos a todos, hasta hombres que pasan por la misma situación”. 

Según los datos de la Subsecretaría que fue creada el 11 de diciembre del 2015, los casos de violencia de género en el Municipio fueron aproximadamente diez mil en tan sólo un año y más de veinte mil hasta el 2018. “En nuestra institución, la señora con violencia de género se acerca a la subsecretaría y se la atiende de manera espontánea, las puertas están abiertas de 8 a 18. En recepción sólo le pedimos el nombre y apellido y automáticamente entran a un box privado a hablar con profesionales. La idea es no re-victimizarla y evitar que cuente reiteradamente lo mismo”. 

Además, el 8 de marzo del 2019 se creó el Centro Integral para la Mujer de Malvinas Argentinas, un lugar que cuenta con doce departamentos individuales tipo dúplex, en donde las víctimas que no pueden estar en su casa tengan un sitio donde estar protegidas. Entre los proyectos a realizar está en agenda crear la Casa de Niñez y la Fiscalía Descentralizada de Género de Malvinas. Asimismo, se han cerrado la totalidad de los prostíbulos y han incorporado hasta un 60% de personal jerárquico femenino.

Alertas y botones antipánicos

Otro de los Municipios que ha puesto en marcha acciones en cuestiones de género es Tigre -encabezado por Julio Zamora-, que en lo que respecta al área de Fortalecimiento Familiar ha tenido, tan solo en el primer trimestre de este año, 1.652 casos de violencia de género, de los cuales 421 son nuevas denuncias.

Roxana López, encargada de la secretaría de Desarrollo Social Municipal habló con ANCCOM sobre las medidas políticas tomadas y cómo afectan a la población: “Nosotros tenemos el Alerta Tigre y el sistema DAMA que permite que las mujeres se sientan respaldadas y acompañadas. El primero es un botón que las víctimas tienen ante situaciones de violencia. Ellas tocan el interruptor e inmediatamente se comunica un operador con ellas”, comenta Roxana entusiasmada. “Por otro lado, el sistema DAMA consiste en un botón de pánico georeferenciado que les permite a estas mujeres, si lo necesitan, solicitar en apenas dos segundos ayuda inmediata al Centro de Operaciones Tigre (COT) o al 911, quienes se dirigirán al lugar para asistir a la víctima. Actualmente contamos con 250 botones en funcionamiento”.

El municipio también cuenta con capacitaciones financiadas con dinero municipal para reinsertar a la mujer en el ámbito laboral luego de la violencia. “La idea es tener planes en concreto según la realidad que haya sufrido cada víctima para lograr un proyecto de vida”, afirma López. Además, el Municipio de Tigre cuenta también con un Centro Nocturno con cuatro casas convivenciales, que tienen distintas habitaciones para mujeres que sufren violencia de género y niños en situación de abrigo. “En un mes estaremos inaugurando ocho viviendas más para esta causa”, comenta la subsecretaria. Entre las medidas a desarrollar, aparece la propuesta de crear un Consejo Municipal de la Mujer para repensar y a plantear nuevas políticas públicas que tengan que ver con el género y el municipio en general.

Amparos

San Martín, a cargo del intendente Gabriel Katopodis, cuenta con un sistema de protección integral para mujeres que padecen violencia que se divide en tres programas: “Sin Violencias”, “Amparo” y “Tratamiento Grupal para varones con conductas violentas”. Según datos oficiales del Municipio, desde su puesta en marcha en 2012, más de 5.300 mujeres recibieron asistencia. El Programa Sin Violencias realiza cerca de 350 atenciones por mes brindando asistencia gratuita a través de un equipo de profesionales que acompaña a las mujeres en situaciones críticas. Desde la Municipalidad afirman que se trata de un trabajo en conjunto con juzgados de Familia, la Comisaría de la Mujer, fiscalías y otras áreas municipales. Por otro lado, el Programa Amparo está destinado a la protección de mujeres en situación de alto riesgo, a través de un trabajo conjunto con el Área de Protección Ciudadana y la incorporación de dispositivos tecnológicos para la protección y asistencia inmediata, como el botón antipánico y la tobillera a agresores que se coloca por disposición judicial. San Martín también cuenta con una Casa Segura para el resguardo de las víctimas y sus hijos.

Una de las particularidades de las políticas del municipio es el “Programa de Tratamiento Grupal para varones con conductas violentas” que tiene como objetivo reconocer el daño causado, y modificar las prácticas y las formas de vinculación para terminar con la violencia basada en la desigualdad de género.

 

Un trabajo en equipo

Si bien los proyectos para disminuir esta problemática se han multiplicado, es relevante que estén acompañadas de buenas políticas de salud pública para proteger a las víctimas. Un claro ejemplo es el de Paola, quien sufrió violencia de género por parte de su pareja. Madre de cuatro hijos y tras un hecho del cuál prefirió no entrar en detalles, ingresó al Centro Integral de Malvinas Argentinas con su familia. Sin embargo, una semana después, tuvo que ser operada de urgencia por problemas en su vesícula. Afortunadamente, sus hijos quedaron a cargo del Municipio mientras ella se recuperaba en el hospital municipal. Luego, una vez dada de alta, continuó con la denuncia penal para volver segura a su hogar y valora la asistencia del municipio para poder salir de la situación de violencia.

A pesar de que los municipios están al tanto de estas violencias y tienen políticas para buscar una solución, es llamativo que trabajen por separados y no tengan un proyecto en común. Todos los partidos mantienen un anonimato de sus víctimas por seguridad, pero eso no es un impedimento para juntarse y trabajar en equipo. Elizabeth Farese expresó que tienen una relación, pero no un proyecto en conjunto. “Si hay alguna jornada interactuamos con otros municipios o si hay alguna victima que tiene familia en varios municipios si nos encargamos de que estén al tanto del tema”.  Roxana Lopéz también se vio predispuesta a un posible proyecto intermunicipal: “La verdad es que cada uno va por lado, pero tengo intención de hacer algún encuentro de secretarios para compartir y tomar ideas ya que los municipios quedamos muy solos y cada uno resuelve como puede y con los recursos que tiene”. Finalmente, unos de los temas en los que no hubo discusión fue el poco aporte del Estado Nacional a esta problemática. Aunque existen fondos del Gobierno Provincial, frente a un mapa de una crisis económica termina resultando demasiado poco.

 

La pantalla grande argentina también se achica

La pantalla grande argentina también se achica

Los directores denuncian la subejecución presupuestaria y la suspensión de créditos.

Al igual que el resto del país, el cine argentino no escapa a la crisis económica. En un contexto en el que la inestabilidad del dólar domina la escena política y en donde la inflación parece no detenerse, el presupuesto destinado a la producción de películas queda cada vez más alejado de la realidad.

Julio Ludeña, encargado de Prensa de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC), describe el panorama: “Lo que nosotros hacemos es simplemente reivindicar la Ley de Cine vigente, esto no es una protesta sino una exigencia. Uno de los problemas principales es la mala gestión de las autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) debido a que no tienen ninguna experiencia en la materia, sino que se formaron en campos como marketing y comercio, lo que termina en una administración desastrosa”. 

En esa línea se manifestó la Mesa de Directorxs de Cine al inicio de esta semana, con un comunicado en donde denuncia la manipulación de datos por parte del INCAA, la subejecución presupuestaria y la suspensión de créditos. “Las asociaciones participantes en la Mesa de Directorxs de Cine informamos con mucha preocupación un gran debilitamiento y estancamiento del fomento a la producción del cine nacional, única función esencial del INCAA”, plantea el comunicado. La Mesa de Directorxs que está integrada por siete asociaciones de realizadores ha convocado a una movilización y conferencia de prensa el próximo miércoles 4 de setiembre a las 19 en la puerta del cine Gaumont.

“El costo medio de una película se estableció con un dólar a 44. Ante eso, todo se hace por la mitad», dice Ludueña.

Otro de los conflictos que Ludeña mencionó es el costo medio establecido para la producción de películas, actualmente fijado en 20 millones de pesos. “Según la última medición que se hizo con un dólar a 44, el costo medio debería ser de 40 millones. A partir de esta situación todo se hace por la mitad. Las películas tardan el doble en filmarse y los directores en la alternativa entre no hacer nada y hacerlo como se puede, eligen filmar con lo que tienen causando así un deterioro en la calidad de las películas”.

No obstante, los datos oficiales del INCAA presentan un presupuesto para la producción de películas que en 2019 es mayor respecto al de 2018. Actualmente, la organización cuenta con aproximadamente un millón de pesos más de ingresos corrientes ($ 2.438.021.038) que el año anterior ($ 2.347.227.752) y ha triplicado la inversión en proyectos en ejecución y proyectos a iniciar de 8 a 25 millones de pesos. Sin embargo, también se aprecia que, a diferencia de 2018 el INCAA pasó de un déficit de 195 millones a 732 en lo que va del año, lo que provocaría una gran deuda para la próxima gestión.

En este sentido, la denuncia de la Mesa de Directorxs enfatiza: “El INCAA ha publicado una serie de cifras donde detalla la cantidad de películas subsidiadas, los films en rodaje y el dinero ahorrado. Sorprendidos ante estos números, solo podemos atribuirlos a que el INCAA tiene una mala información o está manipulando las estadísticas propias”. El comunicado también dencia que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales ha subejecutado sistemáticamente en los ejercicios 2017 y 2018 el presupuesto destinado al fomento y ha suspendido los créditos y ha abierto una sola convocatoria en el año para nuevas producciones. Empero, al interior del INCAA aseguran que en realidad no se suspendieron los créditos, si no que hubo un proceso de redefinición en la forma en que se otorgan. Es decir, que en vez de darles a las productoras un préstamo para luego subsidiar el mismo, lo que se hace es realizar un “anticipo de subsidio” en donde se les asigna un porcentaje del subsidio en la fecha en que se estima el rodaje de la película y luego se descuenta el monto al final del proyecto. Esta nueva implementación, explican desde el INCAA, sería lo que produjo la demora en varios pagos. 

«Se produjeron más de 200 filmes, pero de ellos 50 o 60 solo tuvieron un estreno técnico», denuncia Ludueña.

Por otro lado, según el representante del DAC, el problema no es solo un tema de producción sino también de exhibición. Ludeña reclama la falta de fiscalización de salas y el control de la cuota de pantallas y la media de continuidad. “A esta problemática se le ha agregado la cuestión de la concentración en manos de dos o tres empresas que son dueñas de la distribución y de las salas. Esto produce que los tanques norteamericanos acaparen el 85% de las pantallas relegando a las producciones nacionales a un segundo plano”.

Desde el Instituto, manifiestan que las causas de esta problemática se deben a una cuestión presupuestaria. ya que para fiscalizar todas las salas se requiere un gasto que muchas veces termina siendo mayor al de la recaudación. Lo que se traduce en un problema de incapacidad de pagar a todos los fiscalizadores.

Ludeña agrega: “Lo único que se intenta en el INCAA es la producción total de películas sin tener en cuenta la calidad, ni la exhibición de las mismas. Entonces,a fin de año se dice que se produjeron más de 200 filmes, pero de ellos 50 o 60 tuvieron sólo un estreno técnico un fin de semana en una sala de Rosario o, con un poco más de suerte, estuvieron toda una semana en el Cine Gaumont con solo dos horarios por día, que impide muchas veces a la gente asistir a las funciones”.

Finalmente, Ludeña comenta que estos problemas ya existían con la anterior gestión, pero que esta nueva los magnificó. “Este 2019 ha sido un año de arrastre. Una película lleva casi tres años hacerla y recién se están estrenando proyectos que vienen produciéndose de hace mucho. Sin embargo, también entendemos que estamos en un contexto de crisis económica. La cantidad de espectadores en relación al 2014 disminuyó no podemos pretender que el cine esté mejor que los jubilados”.

Despidos en Clarín: la lucha continúa

Despidos en Clarín: la lucha continúa

Los despedidos de Clarín y Olé reclaman su reincorporación en otras empresas del grupo.

A un mes del despido de 65 trabajadores del Grupo Clarín, se realizó un “bondiolazo” en las puertas del multimedio ubicado en Tacuarí 1846. El evento fue convocado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) quienes junto con los despedidos buscan visibilizar el problema y crear una bolsa de trabajo para reubicar a los empleados desvinculados.

El típico aroma de carne asada invade el lugar. Música de fondo, personas tomando cervezas y conversando entre risas pareciera indicar que se está celebrando algo. Sin embargo, la realidad es totalmente diferente. Luego de un mes exacto de que Clarín despidiera a 65 de sus trabajadores, entre el matutino principal y el deportivo Olé, y tras haberse logrado la reincorporación de cuatro de los afectados la protesta está lejos de llegar a su fin.

Tato Dondero, delegado de Página 12 y Secretario General de SiPreBA, en conversación con ANCCOM manifestó: “Lamentablemente el nivel de la negociación con Clarín no está a la altura de nuestras expectativas. La reincorporación de solamente cuatro compañeros es muy poco, por eso el conflicto sigue en medio de este contexto gremial y nacional muy difícil”. Además, Dondero reflexionó sobre la crisis en la que se encuentra sumergido el periodismo y opinó que es mucho peor que la de 2001 debido a que si bien hay un cambio cultural en cómo comunicarse que afecta al papel, las políticas de este Gobierno son mucho más salvajes y afectan tanto a los periodistas como a toda la clase obrera.

Se cumplió un mes de la nueva ola de despidos de Clarín y Olé.

Por otro lado, Matías Cervilla, delegado del diario Clarín, indicó que unos de los reclamos de los trabajadores despedidos consiste en la apertura de una bolsa de trabajo para incorporarlos en otras compañías del Grupo. “Negociamos con la empresa y cedieron, así que actualmente están pidiendo curriculums y haciendo entrevistas. También hicimos un cese de tareas para seguir visibilizando el problema y continuamos pidiendo la reincorporación de más compañeros y la mejora de nuestras condiciones de trabajo”, aseguró Cervilla.

“Hay un gran apoyo de compañeros de todos los medios de prensa escrita: de Tiempo Argentino, Página 12, Infobae, Telam, despedidos de Grupo 23, se han solidarizado y han ayudado a la visibilización de este conflicto”, repasó Cervilla. Mientras tanto, los trabajadores involucrados aún no tienen ninguna garantía de su futuro. Uno de ellos es Ricardo Sapia, quien formó parte del equipo de redacción de Olé durante 23 años. “Me quedé sin laburo, mi único trabajo era éste. Sabemos que lo de la bolsa de trabajo no es algo fluido, pero yo al menos le pongo alguna ficha a eso”, confesó.

Ricardo, quien fue unos de los encargados de la parrilla de este encuentro, también contó cómo sobrelleva el tema del despido: “Es un día a día, por momentos tenés mucha bronca y tristeza debido a que pensás que hay determinadas coberturas que las podrías estar haciendo, porque era lo que hacías anteriormente. Sin embargo, también hay momentos como hoy en donde estás un poco mejor porque estás entre compañeros que se encuentran en la misma situación. Además, varios ex colegas también bajaron de la redacción para estar con nosotros”.

Otro de los afectados es Pablo Cerolini, reportero gráfico y editor de fotografía, quien entre un poco de humor y tristeza cuenta cuál es su situación: “Se podría decir que estoy de año sabático, me echaron y hasta ahora no encontré trabajo. Si bien personalmente uno puede tener bronca yo no analizo la situación en términos personales, sino más bien colectivamente. Es muy importante el apoyo de SiPreBA y de otros sindicatos porque uno se siente contenido”. “Hasta que no haya una decisión de finalizar la lucha yo voy a seguir   apoyando esta causa, creo que hay que molestar y que hay gente acá dentro que tiene que saber lo que es esta empresa, por eso hay que seguir insistiendo por la reincorporación”, dice Cerolini muy convincente.

Y para vos ¿Qué es el amor?

Y para vos ¿Qué es el amor?

Paula Maffia presenta su segundo disco solista, «Polvo».

Con más de 20 años en el ámbito musical, Paula Maffia fue parte de varios proyectos musicales en los que se destacan La Cosa Mostra y Las Taradas. Luego de su primer disco, Ojos que ladran, la cantante de 36 años cuenta muy relajada, sentada en una banquito en Plaza Italia, de qué trata este nuevo proyecto, Polvo, que presentará el próximo viernes en el Teatro Margarita Xirgu .Chacabuco 875- y cuáles son sus conceptos acerca del amor convencional.

¿Cómo fue la composición del disco?

Yo no sé si les pasará a otros músicos que tienen una idea de hacer un disco. A mí lo que me pasa es como que empiezo a atravesar momentos de la vida, incluyo ópticas y lecturas sobre cosas y eso se va convirtiendo es una especie de andamiaje ideológico y estético que luego plasmo en mis canciones. No es algo que planeo, en realidad me atropella ésta situación y me encuentro componiendo desde un tono, y desde ese lugar hallo y me leo prácticamente.

¿Cómo es en las canciones?

Cuando me di cuenta que las canciones hablaban mucho sobre construir/destruir, sobre una especie de lectura de cómo entendemos al amor y una mirada más pulverizada sobre los vínculos humanos, caí (en la cuenta) de que el elemento polvo está en casi todas las canciones del disco explícitamente y en todas, implícitamente. Más allá de que hay una canción que le da nombre al disco, es una coherencia que comienza desde el primer tema hasta el último.

¿Escribís para un público en particular?

Honestamente escribo para satisfacerme. Tengo mucha suerte de que haya gente que se gratifique con mi autosatisfacción. Trato de ser sincera a lo que quiero decir y tener un estilo muy personal, pero creo que también es necesario dar un mensaje fácil de digerir, no tonto ni simple por eso. Me permito ser compleja y muy neurótica pero afortunadamente tengo un público que se deja llevar por esa cosa que propongo.

«Honestamente escribo para satisfacerme», dice Paula Maffia.

¿A qué se debe ese enfrentamiento con el amor romántico?

A nivel político, me parece que vengo indagando el tema que tiene que ver con el amor, con los no dichos, sobrentendidos y con un montón de cosas que pasan por el “túnel” que llamamos amor y que a veces son cuestiones un poco más complejas. Por otro lado, a nivel personal, siendo yo lesbiana una de las cosas a las que apunto es cuánto reproducimos de tanto aquello que batallamos en nuestros vínculos como mujeres. No me limito solamente al amor como pareja, sino como concepto. Nosotros al amor le pedimos todo pero ¿qué le damos nosotros?

¿Por qué crees que se siguen haciendo canciones basadas en el amor convencional en un momento donde ya está discutido?

Creo que por el mismo motivo por el que usamos dinero, es decir, hacemos cosas que ya sabemos que son imprácticas y chotas, pero aún así las seguimos consumiendo ya que aún se puede seguir lucrando de esa cosa bastardeada que llamamos amor. Me parece que no han pasado todavía la suficiente cantidad de generaciones para que una niña o un niño escuchen una canción clásica de amor y se sorprenda de lo que está escuchando.

¿Este disco es una forma de transmitir el amor hacia nosotros mismos?

Definitivamente este disco me encontró en un momento donde me acerqué más a mí misma con ojos amorosos, debido a que antes estaba ocupada mirando a otras personas. Si bien creo que no es la única forma de vivir, me parece muy importante no depender de los ojos de los demás para verse a una misma. Muchas veces el amor es la fascinación que tenemos por como otras personas nos miran, como nos validan o nos autorizan. Y uno a esta altura está tratando de desprenderse de un montón de cadenas que la ataron toda la vida pero que son difíciles de darse cuenta.

¿Cuál es el objetivo de tu trabajo?

Busco escribir desde una óptica del amor deconstruido, tratando de generar una tónica que sea inmune al paso del tiempo. Aspiro a generar los nuevos clásicos, pero desde una mirada anecdótica en donde la gente pueda comprender dentro de 50 años qué es lo que vi y como lo sentí. No sé si es tan espectacular como hablar de las cosas que nos movilizan en el momento, simplemente es una búsqueda distinta que no es mejor ni peor.

Simplemente teatro

Simplemente teatro

Risas, entusiasmo, pasión, pero sobre todo dedicación, es lo se puede percibir de Pequeño Rex, un elenco formado hace un año por chicos con discapacidades diferentes que deja en claro que el teatro es algo que no entiende de barreras y que no hay edad ni condiciones requeridas para poder expresar lo que uno siente arriba del escenario.

Ubicados en Flores, en el Hogar y Centro de Día Los Jazmines, y tras presentarse por primera vez en el III Festival Internacional de Teatro y Discapacidad este grupo abrió sus puertas a ANCCOM para contar desde adentro su preparación y trabajo.

Con su obra titulada Mundo difícil, Pequeño Rex trata diversos temas como los prejuicios sociales, el amor, la actualidad del país y situaciones de la vida cotidiana. Sentados en ronda y de a uno, los actores van enseñando sus personajes  y demostrando orgullosos el avance que fueron adquiriendo luego de un año de ensayo. Rocío Pinella, codirectora del grupo, confiesa que ver la evolución de sus alumnos y que ellos mismos reconozcan los frutos de lo que lograron es lo que más la potencia a continuar con este proyecto. “Estamos juntos en esto, es algo de ida y vuelta en donde todos proponemos ideas y participamos para la construcción de la obra”, explica.

Su director, Darío Szraka, recalca que ellos no buscan ser inclusivos sino más bien amplios: “Sabemos que el grupo tiene sus particularidades, pero son éstas mismas las que representan su identidad y su lenguaje. Nuestra propuesta es hacer teatro. No queremos que sean condescendientes con nosotros, simplemente porque logramos hacer una obra, la idea es que el público se siente y disfrute de la función”.

“Estamos juntos en esto, es algo de ida y vuelta en donde todos proponemos ideas y participamos para la construcción de la obra”, explica Rocío Pinella.

Por otro lado, Carlos Nievas, uno de los integrantes del elenco, afirma que el reconocimiento del público es lo que lo llena y le permite seguir actuando. “Actuar es una forma de expresar nuestros sentimientos y que la gente reconozca el trabajo es algo que te alienta a ir en busca de más”. También Rosa Faraone quien forma parte del grupo, comparte su entusiasmo y resalta que “representar distintos personajes y jugar a ser otra persona es algo que le encanta hacer y en donde se siente feliz”.

“A pesar de que sabemos que es complicado, tenemos la fantasía de poder abrir las puertas de la institución al público y hacer funciones a la gorra. Creo que sería interesante ese vínculo con gente que venga a ver esta clase teatro experimental”, concluye Darío Szraka.