Lechu y vuelve

Lechu y vuelve

El crepúsculo cae sobre las farolas redondas. Las baldosas dispares, levantadas por las raíces de los árboles, parecen continuar las fachadas de las casas de angostos porches. Los bicicleteros, los canastos de basura y los bancos de cemento coloreados con pedazos de azulejos decoran la calle 28, la entrada a la localidad bonaerense de 25 de Mayo.

“Esta es la Plaza Mitre, la principal. Acá tenés la iglesia, el banco y la Municipalidad. Bah, la ex Mitre le decimos ahora”, cuenta un chico de 18 años que no conoció a Santiago pero sí fue a la misma escuela. “Plaza Santiago Maldonado”, “Lechu vive”, “Lo mató Gendarmería”, “Sos semilla, hermano” son algunos de los grafitis en la glorieta central, y la cara de Santiago pegada en cada árbol.

“¿Me vas a ir a buscar?”

El velatorio comenzó el sábado a las 16 en la esquina de 29 y 6. La Municipalidad ordenó cortar las calles linderas para evitar la circulación vehicular y facilitar la llegada de la gente. “No hay razón, todos tenemos derecho a la vida. Me duele que el pueblo no esté”, alza la voz una mujer. Ella no lo conocía a Santiago pero afirma: “No se puede mirar para otro lado”. “Se ve que no se pueden levantar para despedir una muerte injusta”, agrega otra avergonzada por la ausencia de vecinos en la ceremonia.

“Arrastrar una masa inerte de carne y huesos no es vivir, es solamente vegetar”, se lee en uno de los murales de Santiago. La frase de Severino Di Giovanni atrona en la Agropecuaria 25 de Mayo, recordada por ser una de las últimas en levantar la toma de la ruta en 2008.

“Le decían ‘Lechuga’ porque en los asados no comía carne. Lechuga, Vikingo, Ardilla, Brujo. Como sea, él era un tipo diferente. Vivía riéndose, un verdadero canto a la vida”, subraya Carlos, esposo de una prima de Stella, la mamá de Santiago. “Sergio quería que Santiago estudie, por eso había una tensión entre ellos. Santiago fue un par de meses a La Plata a estudiar Bellas Artes pero al poco tiempo dejó. Un día nos reíamos porque una vez le hizo un tatuaje a Sergio y se lo cobró: “Yo necesito cobrárselo a los que pueden pagarlo para hacérselo gratis a los que no”, había argumentado.

Santiago se llevaba bien hasta con el vecino que era pastor, recuerda Carlos, aunque apenas aparecía la Biblia empezaba el debate en la vereda de la casa: “Remarcaba todo el tiempo que para ser persona no tenías que tener plata. ‘La gente piensa que los hippies somos vagos. ¡Nada que ver!’, decía él. Se hizo una amiga en Mendoza y se fueron juntos a El Bolsón. Ahí Santiago ayudó al padre de esta chica a pintar toda la casa”, evoca Carlos y, mate en mano, con los ojos llorosos detrás de los anteojos, el relato se ensombrece.

“Santiago llamó a la mamá y le dijo que ya tenía toda la plata para emprender el regreso. Le pidió que le haga una torta, que él iba a llegar para su cumpleaños. Stella dice que le dijo: ‘Ma, ¿y me vas a ir a buscar a Bragado?’”. A 55 kilómetros, por allí pasa la única ruta que tienen los venticinqueños para ir al sur, y como Santiago viajaba a dedo, quería que su mamá lo fuera a recibir. Carlos cuenta que la familia está acompañando mucho a Stella. “En las marchas intentamos representar la bronca que causa todo esto. Yo creo que Santiago estuvo en el lugar y el momento no indicados”, opina.

 

“Santiago era amor”

– ¿Ustedes de donde son?

– De Mendoza.

– ¿Vinieron por Santiago?

– Somos amigos de él. Lo conocimos allá.

– No hay derecho. Dios decide cuando nos da y nos quita la vida.

– La Policía nos quita la vida.

Un cigarrillo intenta tapar las lágrimas y la angustia en el pecho. Con los ojos enardecidos de tanto llorar, dos chicos se abrazan en compañía de una de sus madres. Otra chica repasa, con una brocha y engrudo, un corazón hecho en el piso con la foto del Lechu que pide justicia. Una mujer sentada en la esquina se ceba un mate y, con una mirada reflexiva, acaricia a un perro callejero que se le posó en los pies junto a su cartel: “Santiago presente. El Estado es responsable”. En la otra esquina, debajo del techo de un negocio, un grupo de jóvenes con los pelos teñidos, piernas tatuadas, rastas y aritos se resguardan bajo una bandera mapuche y otra blanca que dice: “Muerte al Estado y a todxs sus cómplices lacayxs. Resistencia y sabotaje. LHT”.

“Disculpá, no quiero hablar”, dice una chica con el pelo violeta y esconde su rostro entre sus brazos. Otro joven lleno de rastas y partes rapadas levanta la mano con su dedo pulgar hacia arriba indicando que está todo bien, pero recuesta su mejilla derecha entre sus rodillas y mira la pared. Hacen silencio en señal de respeto, dolor y despedida, seguros de que Santiago es semilla de lucha que renace.

“Santiago era amor, eso era”, resume Guillermina, la esposa del Topo, el mejor amigo de Santiago. “Se potencian cuando están juntos. Bueno… qué raro va a ser decir ‘se potenciaban’”, se corrige tomándose fuerte del brazo de Beatriz, vecina de Santiago de toda la vida, y añade: “De chiquito lloraba cuando la mamá le mataba los piojos. Ya ahí te das cuenta que era otra clase de tipo”.

Beatriz escucha, piensa y suma sus palabras: “Era una persona alegre, gritaba, iba y venía. El siempre cruzaba la calle y se ponía a tocar la guitarra. Cantaba y estaba ahí. También sabía tocar la batería y el siku. Nosotras decíamos que era bien de la mamá y la abuela. Todo este tiempo nos estuvimos juntando en la Plaza Mitre. Organizamos marchas todos los viernes hasta que la familia nos pidió tomar otra frecuencia”.

“¿25 de Mayo? ¡25 de Facho!”, decía Santi. Nosotros, en esta ciudad, somos pocos pero el partido es muy grande. Muchos explotan la tierra para cosechar la soja. ¿Y sabés lo que pasa? A nosotros nos han enseñado a amar a nuestro patrón más que a nosotros mismos. Santi toda su vida luchó contra esto”, interviene Guillermina, cuyo marido es artesano y la única manera de contactarse con él es a través del celular de ella. Este sábado le suena seguido, sucede que es el cumpleaños del Topo y Guillermina dice que se lo pasó abrazado a Germán, el hermano del medio de los Maldonado, sentados en la mesa de su cocina.

“Cuántas tardes de charla en casa… la verdad está en el río, en el sol. Esa es la verdad. Nosotros tenemos que cuidar la naturaleza, no arruinarla. Tenemos que potenciar la medicina de Santiago, del Brujito. Eso sí que es un acto de amor. Hay que llevar la simpleza como bandera. Yo creo que ahora su alma evolucionó. Él siempre fue de muy poca foto, lejos de la cámara. La lucha que nos dejó fue muy importante. No será Jesús con 33 años pero Santiago con 28 nos dejó mucho”.

Último adiós

Son las 11 y la gente se agolpa, busca sombra en las esquinas, bajo los árboles y en las puertas de las casas cercanas a la casa velatoria. Otros siguen la escena encandilados a pleno rayo de sol. Mientras una joven amamanta a su hijo, otra se pone de pie al lado de ella con la foto de Santiago en la espalda y le grita a un camarógrafo de la TV Pública: “¿Cuánto más vas a filmar? ¿Por qué no filmás cómo nos están matando?”. El día anterior, en pleno velorio, se había conocido la noticia del asesinato de Rafael Nahuel a manos de las fuerzas de seguridad en una nueva represión en territorio mapuche.

– Nueve meses en la panza. Nosotros estamos de duelo y allá siguen matando.

– Acá somos siempre los mismos. Un grupo minoritario.

– Yo conozco a la madre de toda la vida. Santiago se puso re contento cuando Stella se jubiló. Le decía que ahora iba a poder salir a disfrutar, a divertirse. Qué cosa, che. Pobre familia.

En un micro se observan los pañuelos blancos. Taty Almeyda, Nora Cortiñas y Lita Boitano son rápidamente reconocidas y desatan una abrumadora y eterna cadena de aplausos, de agradecimiento y alivio para todos. A ellas se sumaron personalidades como Victoria Donda, Victoria Montenegro, Horacio Petragalla, Nicolás del Caño, Miriam Bregman, Vilma Ripoll y el periodista Gustavo Sylvestre.

La puerta de la casa velatoria se abre y junto con todos sus amigos y familiares el cuerpo de Santiago es colocado en el coche fúnebre e inicia su recorrido hacia el Cementerio “Parque Paraíso”. Algunos se acercan y tocan los vidrios del vehículo, otros alzan la voz: “¡Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar!”. Unos chicos gritan para que frene la camioneta blanca dispuesta para los que andan a pie. Todos quieren abrazar a Sergio Maldonado, con cara de agotamiento pero firme, quien finalmente se sube al auto que, en procesión, con una gran cola de autos detrás, toma por la calle 27.

Desbordante de vida, enérgico, sencillo, bondadoso, naturista y antisistema, así era Santiago, quien además se autodenominaba como “antipolítico y antirreligioso”, aunque tal vez habría que decir antipartidario porque su filosofía era pura política. Hoy, en 25 de Mayo, sus murales siguen hablando, como ese que dice “11 de octubre: último día de libertad”, o el profético “La dignidad no se transa ni ante el paredón de la muerte”.

 

 

 

Actualizado 27/11/2017

Nieta 125, el mejor regalo

Nieta 125, el mejor regalo

“Cada año que pasa, hacer la foto se complejiza más porque cada vez somos más”, declaró Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, mientras cerraba la celebración de los 40 años de vida de la entidad. Estaba rodeada de otras abuelas, de madres, de hijos, nietos y bisnietos de desaparecidos. Tenía una sonrisa grande y cómplice. Eligió ese momento para hacer un anuncio inesperado para la mayoría del público que la acompañaba en el Centro Cultural Kirchner (CCK): “Hoy tenemos una hermosa noticia: podemos confirmar la restitución de la nieta 125”. El estallido de aplausos, exclamaciones, abrazos y lágrimas de alegría duró un par de minutos y luego la propia Estela leyó el comunicado con la historia de la nueva nieta, hija de Lucía Rosalinda Victoria Tartaglia, pampeana, detenida en noviembre de 1977 cuando estudiaba de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata y militaba de la Juventud Universitaria Peronista. Fue el mejor regalo para este nuevo aniversario.

La Ballena Azul, la sala sinfónica del CCK, había abierto sus puertas el pasado jueves a las 19 y poco a poco se fue llenando: organismos de derechos humanos, colaboradores de las filiales de Abuelas de Córdoba, Rosario, Mar del Plata y La Plata, diputados, algún funcionario, familiares de desaparecidos, nietos restituidos, bisnietos, amigos, donantes. Y todos recibieron con un aplauso infinito a las Abuelas de Plaza de Mayo que subieron al escenario.

Los nietos Manuel Goncalves, Leonardo Fossati y Lorena Battistiol hicieron de maestros de ceremonia. A las palabras de presentación y agradecimiento sumaron el reclamo por Santiago Maldonado. “Este y cualquier gobierno siempre tiene que estar del lado de la memoria y la justicia”, dijo Goncalves.

A través de una serie de videos, el público revivió y se conmovió con el largo camino de las Abuelas. Los inicios en plena dictadura, las compañeras de lucha que ya no están, los juicios a los genocidas, las restituciones, imágenes de principios de los 90 donde nietos adolescentes hablan a cámara y expresan su gratitud por conocer su verdad, y cientos de fotos de archivo, incluidos viejos afiches de cuando aún se buscaban niños: “Mi abuela me está buscando, ayúdenla a encontrarme” o “Díganle donde estoy, me está buscando”.

 

Hubo un reconocimiento para el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), para la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CONADI) y para el Banco Nacional de Datos Genéticos a 30 años de su creación. “A partir de un aviso en el diario, nos enteramos que mediante la sangre se podía verificar el vínculo familiar. Eso fue una gran noticia, el tema es que no teníamos la sangre de nuestros hijos y ahí fue donde investigamos si es que la nuestra podía llegar a servir”, se la vio decir a Estela de Carlotto en uno de los videos, en el que además se detallaron las gestiones y visitas a científicos de Estados Unidos y Europa, en los primeros 80, para lograr un método de identificación de sus nietos que hasta entonces no existía.

Durante el acto se destacó el trabajo de Abuelas en las escuelas. La idea de los materiales producidos junto con el Ministerio de Educación es estimular el deseo de los bisnietos, cuyos padres aún no se han animado a conocer su origen, y que así, por medio de sus hijos, puedan hacerlo. “El trabajo de Abuelas no fue solo la restitución de los nietos y el reconocimiento a nivel internacional que han conseguido, sino reconocer la identidad como un derecho”, afirmó Leonardo Fossati.

En medio de un clima familiar y de celebración de la memoria, Goncalves recordó las palabras del ex presidente Néstor Kirchner cuando pidió perdón en nombre del Estado Nacional y desde ese momento convirtió a los Derechos Humanos en una política pública. “Fue muy claro cómo el pueblo salió a las calles contra el ´2×1´. No permitiremos que haya ningún retroceso”, subrayó. “Hay muchas abuelas que no encontraron a sus nietos, pero más allá de haber partido, dejaron acá su semilla de lucha”, afirmó la nieta Lorena Battistiol, quien busca a un hermano nacido durante el cautiverio de su mamá en Campo de Mayo.

Entre recuerdos y emociones, se reconoció la labor del Archivo Biográfico Familiar de Abuelas, creado hace más de 15 años con el objetivo de que cada grupo familiar transmita la historia de sus desaparecidos al nieto encontrado. Mientras seguía el acto, en diálogo con ANCCOM, la histórica referente de la filial de Abuelas de Córdoba, Sonia Torres, expresó: “Hoy estuvo presente una gran parte de nuestro equipo de trabajo. Nosotros también vamos a realizar un festejo por los 40 años allá”. Y añadió: “Mi nieto ya cumplió 41 años y todavía lo sigo buscando”. A pocos metros de ella, el nieto 122, Rodrigo Bustamante García, fruto de la búsqueda de ese equipo, se encontraba con su hija, ambos con sus identidades restituidas.

No faltaron los artistas: Magdalena Fleitas y su grupo de música autóctona para chicos, la actriz Gimena Riestra y su desopilante monólogo sobre la clase media, parte del último ciclo de Teatro por la Identidad, y como cierre Gustavo Santaollalla y su banda. La despedida fue con un invitado especial, Ignacio Montoya Carlotto al piano, y con las Abuelas en el escenario, y toda la sala cantando “Mañanas campestres”. El clima cálido y afectuoso hizo que muchos espectadores rodearan el escenario para estar más cerca, como si se tratara de una reunión familiar, como si intuyeran la buena nueva que en minutos anunciaría Estela.  

Todavía falta restituir la identidad a más de 300 bebés robados por la última dictadura cívico-militar. La bienvenida a la verdad de la nieta 125 no pudo haber tenido un marco mejor. ¡Feliz cumpleaños, Abuelas!

 
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=JZR4VpUXySc&w=560&h=315]

Actualizada 27/10/2017

Una ola imparable

Una ola imparable

Con el 41,38% de los votos, un Esteban Bullrich de escasa campaña y casi nulo discurso político, se impuso en la provincia de Buenos Aires sobre Cristina Kirchner que se quedó con el 37,25%. Massa, al frente de 1País, continuó en caída: apenas logró el 11,32%, un 4% menos que en las PASO y un 10% menos que en las presidenciales de 2015. El Frente Justicialista se mantuvo respecto a las PASO con un 5,31% y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) consiguió un incremento de un poco más de 1%, al obtener el 4,75% de los votos.

Con estos resultados, la Alianza Cambiemos logró colocar dos senadores nacionales y quince diputados. Unidad Ciudadana, a su vez, obtuvo una banca para la Cámara Alta y trece para la baja. La fuerza encabezada por Sergio Massa apenas consiguió cuatro diputaciones y la lista de Florencio Randazzo, 1. El FIT, gracias a un notorio corte de boleta, tendrá dos nuevos representantes en Diputados.

De manera evidente, Bullrich logró revertir el resultado de las PASO debido a un desplazamiento de votos de 1País hacia Cambiemos. Los cuatro puntos que perdió Massa parecieron ir directamente a las arcas del candidato oficialista.

La apuesta por el frente conformado por el gobierno de turno se extendió a muchas provincias del país. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien ganó en las PASO en su provincia y era uno de los candidatos peronistas de cara a 2019, había anticipado: «Hay una ola amarilla y no está claro si la podemos parar». La ola amarilla no sólo se quedó con Salta, sino que consiguió lo que desde el 86 no sucedía, ganar los cinco distritos principales: Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe. Además, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, La Rioja, Neuquén, Jujuy y Santa Cruz quedaron bajo la ola. A nivel nacional, Cambiemos obtuvo más de  un 42 por ciento de los votos y se convirtió en la primera fuerza política del país.

Luego de los acontecimientos sucedidos en torno a los cómputos de votos en las PASO, la precaución y espera prevalecieron en cada búnker. El suceso, tuvo tal repercusión, que Unidad Ciudadana decidió organizar un centro de cómputos propio mediante el cual se pueda contraponer el dato oficial y de esa manera decidir si esperaba a la finalización del escrutinio para reconocer el resultado.

El clima político, más allá de este hecho, estuvo fuertemente marcado por la reciente aparición del cuerpo de Santiago Maldonado, luego de que la semana pasada apareciera su cuerpo, luego de permanecer 78 días desaparecido.

La participación en estas legislativas superó el 74% de las PASO en un 4%, sin embargo, no alcanzó el 81% logrado en las últimas presidenciales.

La jornada

Pasadas las 18, con el cierre de los comicios, aparecieron los primeros movimientos y sensaciones en los distintos bunkers repartidos en Capital Federal y alrededores.

En el pabellón seis del complejo de Costa Salguero, que ya es cábala para Cambiemos, la música nacional animaba. Pese al ambiente de confianza y ánimo que transmitía el boca de urna, el clima de festejo que se había vivido durante las PASO y las anteriores elecciones esta vez era reemplazado por una respetuosa calma. La reciente confirmación de la aparición sin vida de Santiago Maldonado, motivó un clima más sosegado y la falta de los característicos globos amarillos en el complejo. “La mayoría de los argentinos sabe que este gobierno desde el primer momento tuvo una actitud de ayudar”, insistió el jefe de Gabinete Marcos Peña. Y respecto a los comicios agregó: “Si hay buenos resultados, festejaremos con respeto.”

La calma continuó con un emotivo video en el que homenajearon a Juan Juano Gentile, jefe de Prensa del frente oficialista que falleció el pasado 25 de septiembre.

Al sur, fuera de la Capital, en Arsenal, el espacio donde Cristina lanzó el frente de Unidad Ciudadana, Leopoldo Moreau salió a la hora de cerrar los comicios y anunció: “La última boca de urna fue a las 17:30 y nos dan ganadores por menos de un punto”. Y con miras al futuro anticipó: “Por más de que es una elección con mucha paridad, Unidad Ciudadana llegó para quedarse”.

“No me pidas que mi canto sea solo diversión, que mirar para otro lado te hace cómplice del dolor” se lee en una remera y un pin con los ojos con Santiago Maldonado en la espalda de una de una joven en el bunker. Al respecto, Moureau se refirió al caso de una presidenta de mesa en una escuela en Río Negro que fue obligada a sacarse la remera con el rostro de Santiago Maldonado: “Todos seguimos pensando en él y en su familia. Es por eso que todo acto de pedido de quita de fotos en las escuelas son de sumo repudio”.

Pasadas las 20.10, en el partido de Tigre, el candidato a diputado de 1País, Daniel Arroyo, fue el primero en arribar al búnker: «Somos el partido de las propuestas. Hicimos propuestas sobre seguridad, alimentos y tarifas.” Y evitó los pronósticos, luego de la experiencia en las PASO donde felicitaron a un Bullrich que terminaría perdiendo: “No tenemos porcentajes estudiados por nosotros. La intención es esperar hasta los resultados oficiales». Ante la pregunta de la prensa sobre Santiago Maldonado y la repercusión en la elección, el candidato respondió: «No sé si esto tiene impacto electoral o no, pero sí en la vida de los argentinos. La sociedad ve que esto no puede pasar. Hay una víctima que es Santiago y su familia».

Media hora después de que Arroyo hablara con la prensa y 15 minutos antes de que se dieran los datos oficiales, lo hizo el candidato a diputado José Ignacio De Mendiguren quien anticipaba: «Reconocemos que la gente ha optado por la polarización, algo que nosotros intentamos evitar desde el principio». Y agregó: «Que circunstancialmente no nos vaya bien no quiere decir que vamos a dejar de construir algo mucho más serio, concreto y duradero». Finalmente apuntó a la reforma laboral que prepara el gobierno: “Logró tratarla después de las elecciones, para no mostrar que esto es una vuelta al pasado».

Ya con los resultados oficiales, en Tigre, las dos filas de sillas que ocupan el escenario de 1País se fueron llenando de a poco con los candidatos. Los aplausos fueron más intensos con las apariciones de Felipe Solá, el intendente Julio Zamora y Malena Galmarini, mujer del referente de este espacio. Sergio Massa fue el último en salir, y para hablar se sentó al lado de su compañera de lista Margarita Stolbizer y los demás candidatos: «Queremos felicitar a todos los argentinos que hoy fueron a votar, a depositar sus enojos, esperanzas y deseos.» Además, el líder de 1Pais destacó: «Vivimos una elección lastimada por la pérdida de un jóven, Santiago Maldonado». Dio sus condolencias a la familia, brindó el respaldo en la búsqueda de verdad y justicia, y el deseo que no sea otro hecho de impunidad “como tantos otros en la historia argentina”.

Finalmente, el candidato a Senador que no ocupará una banca, sin dar nombres, se dirigió a los ganadores: «El voto de la gente no es un cheque en blanco, es un mandato y una responsabilidad. Estamos listos para sentarnos a discutir». Y agregó que la elección de hoy habla de “lo que la sociedad no quiere más”.

Luego de los aplausos, Massa y Stolbizer se saludaron con un afectivo abrazo. En los parlantes sonó la canción «Viva Perón, que grande sos», cantada con las manos levantadas. Y más tarde, un fragmento del Himno Nacional, puso fin a la jornada.

Muy distinto era lo que sonaba en Arsenal: “Ay, che, gorila / qué diferencia que hay / yo lucho por esta patria / vos por tu capital”, cantaban los militantes. Mientras el  escrutinio avanzaba rápido, a diferencia de lo sucedido en las PASO, y la tendencia no se revertía.

Hugo Yasky salió a hablar unos pocos segundos en los pasillos internos de Arsenal: “Cambiemos, gane o pierda, continuará mañana ajustando para los trabajadores y empoderando más aún a los sectores concentrados”. En medio de un clima de segundo puesto, la tristeza no es total –decía- porque Cristina entró como senadora.

En Costa Salguero, el ya nuevo senador electo subió al escenario junto a su compañera de fórmula, Gladys González, los tres primeros candidatos a diputados titulares de la lista y quien sería la verdadera estrella de la noche: la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal.

Con un “Sí se pudo”, empezó su discurso Bullrich, y continuó: “Lo que nos une es más fuerte que lo que nos divide. Vamos a construir puentes en el Senado, así como los puentes que hacen falta en la provincia para transitarla mejor.” Y luego hizo énfasis en la necesidad de la educación como principal base de la sociedad.

A continuación, tomó la palabra quien dio todos los discursos necesarios para que Bullrich fuera el candidato ganador. Cuando Vidal tomó el micrófono la multitud enardeció. Tras agradecer al equipo de Cambiemos que llegó al Congreso, aseguró: “Sé que cada uno de ellos va a cumplir lo que prometió, defender a los bonaerenses y trabajar por ellos. Hoy, como en el 2015, millones nos abrazamos en las urnas para cambiar. Somos imparables porque esa fuerza viene de ustedes. Esta noche me demostraron que vale la pena creer, y no vamos a aflojar.” Y se despidió con agradecimientos para Elisa Carrió, el equipo de Cambiemos, a los intendentes, al jefe de campaña bonaerense Federico Salvai, al presidente Mauricio Macri y especialmente a sus tres hijos. “Mañana vamos a seguir dando esas peleas contra las mafias y los narcos, con todo el coraje. Mañana vamos a seguir trabajando.”

Unos minutos después, 18 kilómetros al sur, con una militancia que desbordaba el bunker, el escenario se llenó de los candidatos bonaerenses de Unidad Ciudadana, entre ellos sus referentes: Jorge Taiana y Cristina Fernández de Kirchner.

Apenas entró Cristina, el sentimiento de derrota se desvaneció y los pibes y las pibas empezaron a cantar. Los aplausos se fueron diluyendo para escuchar en silencio a la senadora electa: “Este modelo de ajuste va a ser un gran dolor para la mayoría de los argentinos, pero solo Unidad Ciudadana ha crecido y emerge como la oposición más firme a este Gobierno. El voto es un voto fundacional y una semilla política para regarla todos los días”.

Reconoció lo que fue su primera derrota al frente de una lista en elecciones: “Más allá de que nuestra central de cómputos dé otro resultado y que el escrutinio no haya terminado, reconocemos que no hemos llegado.” Y cerró marcando distancia con los medios: “La nuestra es una fuerza nacional y popular, y no televisiva”.

El cierre de la jornada estuvo marcado por el festejo en el búnker de Cambiemos, el presidente Mauricio Macri hizo su aparición cerca de las 12 de la noche: “No tenemos otra agenda que trabajar para que todos los argentinos vivamos mejor. Vamos bien porque vamos juntos”. Y aseguró: “La etapa más difícil ya pasó. Vamos a lograr ese sueño conjunto: sacar a todos los argentinos de la pobreza”. Con gran entusiasmo gritó “No vamos a aflojar, hoy más que nunca se puede”, al ritmo de los cánticos de “Sí se puede”.

Discursos con frases emotivas, lemas optimistas, múltiples agradecimientos con bailes incluidos, fueron coreados por el público que con palmas los ovacionaba, y se sumaban con música de fiesta, luces de colores, algunos globos como trasfondo y bajo una lluvia de papel picado. La intención inicial de suspender o al menos aminorar los festejos, y los motivos, parecía haber quedado olvidada.

Actualizada 22/10/2017

Mujer, escucha, únete a la lucha

Mujer, escucha, únete a la lucha

– A veces siento que me habita una contradicción –confiesa una chica.

– Compañera, tenemos que llevar al feminismo como bandera y no como carga. Nosotras somos sujetos de decisión –sostiene otra.

– ¿Sujeto de decisión? La mente está constantemente determinada.

– Todas estamos determinadas. Este es un largo camino de deconstrucción que nos va a llevar toda la vida.

Es domingo 15 de octubre por la mañana. La capital chaqueña amaneció con sus aulas escolares repletas de mujeres participando de las más de setenta comisiones abiertas para el debate, formación y construcción del feminismo. Entre comentarios, silencios, manos en alto pidiendo la palabra, acentuaciones con la cabeza y reflexiones, se respira un marco de contención para todas. Los abrazos invisibles se dan con las miradas que demuestran, una vez más, que las palabras cargadas de experiencia no son meros actos individuales, sino reflejos de una construcción social patriarcal generalizada.

Mujer sosteniendo una muñeca crucificada.

“Ni hetero, ni homo, ni bisexual: soy humana” fue una de las consignas durante el Encuentro.

Feminismo vamos a crear / El aborto tiene que ser legal / Y por las que ya no están / No nos vamos a callar. Un conjunto de tambores, silbatos, risas, discursos amplificados, inundan los oídos en el mediodía de la plaza 25 de Mayo. Pibas con remeras cortadas, cabezas rapadas, flequillos cortos, pañuelos verdes y cuerpos pintados hacen una quema de corpiños. “A tu modelo de belleza me lo morfo”; “Ni hetero, ni homo, ni bisexual: soy humana”; “El consumo te consume”, son algunas de sus consignas.

Distintas agrupaciones tienen allí sus stands donde exhiben revistas, remeras y muchas fotos que documentan su presencia en anteriores encuentros. Un recorrido entre los árboles lleva a las concurrentes a uno de los paseos artísticos. “¿Sabías que dentro de la tasa de suicidios de adolescentes en Argentina, hay un alto porcentaje que corresponde a chicas que no se animan a decirles a sus padres que están embarazadas?”, comenta una mujer a su amiga mientras observa un gran guardapolvo colgado junto a un marcador para denunciar la no aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral. “Por mi culpa, venga a nosotros tu reino”, se lee en una tela que simula ser un confesionario de iglesia. “Pague una coima para no ir presa por haber abortado”, dice un testimonio en otra que simula ser la celda de una prisión.

Mujeres reunidas en los talleres que se realizaron en el Encuentro Nacional de Mujeres en Resistencia, Chaco.

Mujeres participaron de más de 70 comisiones abiertas para el debate, formación y construcción del feminismo.

Un grupo de mujeres disfrazadas de Caperucitas Rojas corren en círculo al tiempo de un redoblante. Muestran que crecen, que su cuerpo y que su percepción de ellas cambia. Gritan al cielo, se ríen, suenan silbatos, mientras ellas saltan en distintos sentidos representando la libertad, el desarrollo y el disfrute de la vida. De repente dos se desploman, las caras se les llenan de tierra y todo se detiene, hasta la música. A una espectadora se le llenan los ojos de lágrimas. Una joven mira la escena con un cartel en la mano: “Mamá, perdón por no estar allá celebrando tu día. Pero nos están matando”.

Vamos compañeras / Hoy hay que agitar / Qué tiemblen los machistas / No nos van a parar. Son las 18 y los redoblantes y los platillos suenan hace rato. Las columnas están listas. Banderines, banderas, remeras violetas y pañuelos verdes son los símbolos de las organizaciones. No falta el reclamo de libertad para Milagro Sala y la pregunta dónde está Santiago Maldonado. Con los rostros pintados, los cuerpos escritos, con sus brillos, con sus ojos emocionados, sonrisas de felicidad, puños en alto unas, la V de la victoria otras, decenas de miles de mujeres, de todas las generaciones, marchan hasta el Parque de la Democracia. Las más grandes se acercan y observan a las más jóvenes. Se adivina agradecimiento y admiración en esas miradas, por tomar la posta de la lucha y se despiden hasta el año que viene donde volverán a encontrarse en Puerto Madryn, Chubut. Y todas juntas se unen en un solo canto: Ponemos el corazón / Juntas nos vamos a organizar / Para luchar contra la opresión / el patriarcado tiene que llorar.

Mujeres con el torso desnudo reclamando por aborto legal y Ni Una Menos.

Decenas de miles de mujeres, de todas las generaciones, marchan hasta el Parque de la Democracia.

 

Actualizado 17/10/2017

Las miserias del mercado laboral

Las miserias del mercado laboral

En febrero de este año renuncié a mi ex trabajo para conseguir alguno relacionado a la carrera que estudio, Ciencias de la Comunicación. Días y meses llevo enviando CV y llamando a medios. “(Risas) Acá sobra gente. Si querés mandalo para que quede en el registro pero la situación está muy negra”, me dicen en uno de los pocos lugares que me atienden. “No estamos buscando a nadie. Te agendamos para futuras búsquedas”, es la frase habitual. Con tristeza y un poco de bronca, contesto: “Gracias por responder. Saludos. AL”.

Hoy me desperté dos horas antes de que suene la alarma que me pongo para “no pasarme con el sueño”. Me abrigo, me ato el pelo, prendo la radio y me acuerdo de La Guía del Estudiante que me regalaron una vez: “Querida hija: que esta guía te oriente a encontrar tu camino para ejercer y desarrollarte, con el anhelo de mejorar y aportar un bien a la sociedad”. Mientras, escucho las noticias: obreros despedidos, paro docente, cierre planta de PepsiCo, suspenden planes Progresar…

El sindicato al que está afiliado mi papá defendió de nuevo al patrón y sólo recibió un aumento del 20 por ciento. A mi mamá se le redujo un tercio su trabajo. Ni el programa de la radio empieza a horario porque operadores y periodistas reclaman que les paguen su sueldo y sus aportes atrasados. Y cada vez está peor para todos.

Pero ese día, un correo me devolvió algo de autoestima. “Hola Ana Laura. Me paso a presentar. Soy coordinador de una revista, tenemos un programa de radio semanal y una página web. Nos llegó tu CV y actualmente estamos buscando una ´promotora publicitaria´ que nos acompañe en la búsqueda de anunciantes para sostener esos emprendimientos. Tal vez sea una buena oportunidad para vos en la medida que tengas buena voluntad, tesón, constancia y ganas de aprender. Si todo esto forma parte de tus cualidades, podemos encontrarnos. Estamos en contacto”. Después de cuatro meses, conseguía una entrevista.

El día indicado, me levanté temprano, planché la camisa y salí con tiempo. Llegué antes así que una amiga me entretuvo hasta que se hizo la hora y se fue. A las 8.55 toqué el timbre y bajó un hombre de unos 60 años. Antes de que abriera, puse el celular en silencio para que no me interrumpieran durante la entrevista.

Apenas nos sentamos, comenzó: “Vi que fuiste a un liceo. Es buena la educación de ahí, ¿no? Bah, más allá que fue de donde salieron Nito Mestre y Charly García, seguro que la tuya fue mejor… Mientras termino de contestar unos mails, querida, vos hojeate la revista… Como sabrás, nosotros somos una revista que trabaja y se financia por la publicidad, no tenemos ningún plan piquetero ni nada por el estilo”.

– ¿Alguna vez participaste de una revista? –me preguntó al rato.

– No. Mi única experiencia fue en una radio comunitaria en Liniers.

– ¿Pero no vivís en Caballito? ¿Cómo llegaste ahí?

– Por un conocido –dije sin contar que en realidad militaba allí.

– ¿Qué conocido? –insistió.

– Mi novio –dije pensando qué podía importar eso.

–Ah, tenés novio…

Ante mi cara de “no entiendo que tiene que ver mi situación sentimental”, preguntó si me quedaba alguna duda. La revista que editaba era un amasijo de avisos publicitarios, horriblemente diseñada y diagramada. En el margen superior izquierdo de la tapa se veía una chica con síndrome de Down. Pasé las páginas y adentro no se hacía ninguna referencia a ella. Lo más interesante eran unas adivinanzas para “descubrir tu barrio porteño”. Con respeto, planteé la posibilidad de mejorar el contenido y así atraer el interés de lectores y anunciantes.

“Te comento una cosita, nada más. Hace 40 años que me dedico a esto, fui docente  de un terciario en periodismo, soy muy amigo del director, me llamaron específicamente a mí para que dé una materia, participé de la reforma del plan de estudios y podrás ver a todas las personas que entrevisté –señaló un par de retratos en la pared– ¿Sabés la cantidad de chicos que están estudiando periodismo? ¿Y sabés la cantidad de inútiles que se creen que van a iluminar el mercado? Ustedes no van cambiar nada”.

Por un instante, se me ocurrió que la desubicada era yo y que me había comportado de manera soberbia. Entonces me limité a escuchar. El trabajo consistía en visitar todos los locales de Palermo y convencerlos de anunciar en la revista.

– Para vos que sos tan inteligente, esto es muy sencillo. Por ejemplo, tenemos solo dos publicidades de peluquería. Vos le podés decir de poner una oferta para que el tipo se entusiasme. A ver vos, ¿cuánto gastás en el pelo?

– Un corte debe salir 300 pesos –calculé porque al mío me lo corto yo.

– ¿Y cuánto te sale el gimnasio?

– No voy al gimnasio –odio los gimnasios.

– Pero es obvio que alguna vez fuiste –hizo una pausa y preguntó–: ¿Dónde te gustaría trabajar el día de mañana?

– Me gusta la educación y la investigación, pero también escribir, así que no descarto la opción de trabajar en algún medio.

– A ese tipo de trabajos se entra por contacto –dijo y me relató historias de alumnos y conocidos de él que pudieron entrar en alguno y, por un motivo o por otro, no lo hicieron–. A uno, que me salió con que no se sentía a gusto, le dije: “Clavate una pastilla de carbón, pibe”.  Otra vez, cité a cinco chicas, a las más lindas de la oficina. Les comenté que un amigo producto/r buscaba una conductora para un programa de turismo extremo. Tenían que mandar fotos no sólo de la cara sino de cuerpo entero. Obvio que no así con ropita, en mallita… Y me empezaron a decir una sarta de pelotudeces. Que ellas no se van a cosificar, que ellas estudiaron para hacer algo distinto. Yo no podía creer lo que estaba escuchando. Ahí te das cuenta que muchas ganas de laburar no tienen.

– …

– También tenía una alumna que estudiaba periodismo. Era buena, una alumna normal pero amaba la actuación. Y nosotros hacíamos que vayan famosos para que ellos los entrevisten. La cuestión es que esta chica, muy bonita además, me pidió que por favor le haga contacto con el productor invitado ese día. Una noche la chica me llama y me avisa que estaba en un restaurante con este productor, que la había invitado a tomar champagne a la casa y que ella no sabía qué hacer. Y ahí le dije: “Qué querés que haga nena, hacete cargo. ¡Vos sabés a dónde querés llegar!” –otra pausa y, con mirada cómplice, dijo–: Al mercado se entra por contacto, por favores. ¿Por qué pensás que hay mujeres conduciendo en la televisión?

Yo no aguantaba más. Quería irme corriendo. Ahí me di cuenta que por las ganas de conseguir un trabajo me había metido en el dormitorio de un departamento disfrazado de oficina con un desconocido. La situación se volvió tensa y mis respuestas también.

– ¿Tenés alguna duda? –preguntó otra vez.

– No.

– Tu trabajo va a ser de lunes a viernes de 10 a 17. Aparte del sueldo tenés incentivos, estímulos… Acá tenemos auspiciantes de todos los rubros, desde técnicos de electrodomésticos hasta zapatería. Si vos necesitás algo, alguna pilchita, alguna ropita que te guste, vas y le decís que trabajás conmigo. Capaz que te hace algún descuentito…

Cuando salí a la calle, miré mi celular: eran las 10.40 y tenía varias llamadas perdidas. Había pasado una hora y cuarenta minutos. Me llamó mi mamá. Estaba desesperada porque yo no había contestado sus mensajes. Me largué a caminar, a llorar y a contarle por teléfono lo que acababa de vivir. Pero una mujer llorando en la calle también es una buena excusa para que te acosen: “Muñeca. No llorés, vení que te consuelo… Te vengo viendo hace cuadras y no puedo creer las cejas hermosas que tenés. ¡Pará, flaca, no corrás! ¿Qué te pasa? Es un piropo, pelotuda. ¿Quién carajo te creés que sos…?”.

Sólo quiero conseguir un trabajo.

Actualizado 05/09/2017.