Recicladores de las cooperativas buscan ser reconocidos como trabajadores

Recicladores de las cooperativas buscan ser reconocidos como trabajadores

El pasado miércoles trabajadores de recolección y recuperación de residuos sólidos urbanos, se manifestaron con el objetivo de que sean reconocidos como trabajadores y la implementación de convenios.

El pasado miércoles 20 de julio a las 17 hs, se llevó a cabo una movilización por parte de las cooperativas del Movimiento Popular La Dignidad en el local de Easy, ubicado entre Av. Rivadavia y Boedo, en el barrio de Almagro. La jornada de lucha no fue extensa pero sí contundente. Militantes, recuperadores, promotores ambientales, recolectores y trabajadores de cooperativas en Varela, Villa Soldati, Lugano, Bajo Flores, Lanús y Barracas, se unieron con el objetivo de visibilizar su lucha y muchos vecinos se quedaron a escuchar sus reclamos. Exigieron por inclusión social y laboral, el reconocimiento de los trabajadores de recolección y recuperación de residuos sólidos urbanos y la implementación de convenios para generar una relación entre la recolección y el cuidado del medio ambiente. Ante la falta de respuestas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre la formalización de la actividad, dirigieron sus reclamos a una de las tantas empresas generadoras de alto volumen de residuos.

Juan, militante de MP La Dignidad, indicó a ANCCOM por qué se encontraba en la movilización: “Pedimos que se reconozca a los trabajadores de reciclado de las cooperativas como un trabajo más, que podamos tener obra social y un sueldo, que podamos ganar como otras personas que trabajan para un reciclado de empresas grandes. Venimos a reclamar porque todos los residuos que tiran las empresas de gran renombre se los terminan dando a recicladoras grandes, cuando se los podrían dar a las recicladoras pequeñas para que crezcan y se pueda fomentar el trabajo de las cooperativas”. Por su parte, Natalia Molina, coordinadora del área de reciclado de La Dignidad en la Villa 21-24, expuso la problemática por la que son juzgados muchos de los trabajadores del reciclado: el Gobierno de la Ciudad no los reconoce y la sociedad los estigmatiza. “Venimos con una propuesta muy concreta: que nos reconozcan como servicio, desafiando el ninguneo y los relatos de exclusión que se difunden desde los medios diciendo que nosotros somos choriplaneros. Acá tenemos la prueba concreta de que los compañeros subsistimos con un material que recogemos de las calles y en los basurales. Nosotros queremos trabajar, que nos den trabajo que es lo que nos dignifica. No somos vagos y no queremos planes. Pedimos reconocimiento y que contraten nuestros servicios, de poder presentar lo que hacemos y que se pueda ver la calidad y capacidad que tenemos. Trabajamos en la precariedad: no tenemos ni condiciones ni recursos y, sin embargo, lo sacamos adelante”, argumentó Molina.

Betty, trabajadora del reciclado en Almirante Brown, expresó: “Buscamos un trabajo digno, que las empresas grandes nos reconozcan como trabajadores y nos den el reciclado como corresponde”.

Por otra parte, se habló acerca de la educación ambiental y de la importancia que tiene para los vecinos informarse acerca de estas cuestiones. Marcela, de Promotores Ambientales de Barracas, informó cómo es su trabajo y por qué es necesario que se preste atención al tema: “Trabajamos de lunes a sábados, de puerta a puerta, educando al vecino y enseñando en nuestras casas que somos parte de un circuito y solamente tenemos un planeta, que tenemos que cuidarlo y si no lo hacemos nosotros ahora nadie lo hará”. Aquí se plantea otro de los ejes de la movilización, la de generar convenios para que se cumpla con la ley de Basura Cero, que nunca se termina de concretar. Al respecto, Natalia Molina sostuvo: “Somos capaces de armar estructuras, como las Promotoras Ambientales, que son las que reeducan a la sociedad. El Gobierno de la Ciudad tiene programas estructurales para contratar a promotores ambientales, separadores y recuperadores, pero no lo hace porque no nos consideran trabajadores. Nuestro trabajo da infinitas posibilidades, porque lo desarrollamos en los barrios, pero el único que nos ve y no nos da posibilidad es el Gobierno”.

Las cooperativas no son reconocidas por las grandes empresas lo que hace que su trabajo su trabajo sea muy flusctuante: “Sobrevivimos a pulmón. Hay muchos comedores que la gente banca con su bolsillo, con rifas. Cuando no hay trabajo, no hay comida. No estamos recibiendo ni siquiera mercadería que nos ayude. La forma que tiene la gente de subsistir es ir a las recicladoras y hacerse unos mangos. Pero estas grandes empresas terminan llevándose todos los reciclables y nos quitan las posibilidades”, indicó Juan de La Dignidad.

Natalia Molina, explica la preocupación que tienen las cooperativas por esta situación, pero que nunca se dan por vencidos y logran sobrevivir. “Ante la ausencia sistemática de los malos gobiernos que fueron pasando, que no asumen la responsabilidad civil que tienen con nosotros, como habitantes de este país y con crisis cada vez más acrecentadas, la gente sale a buscar nuevas oportunidades. En nuestro caso, nosotros somos parte de la economía popular y ahí, hay ejemplos clarísimos de subsistencia. Nos autogestionamos”, dijo.

Y Juan enfatizó: “Ahora nos estamos haciendo visibles, antes se ocultaba el tema de las cooperativas, no le interesamos a nadie. Y entonces no nos queda otra que salir a las calles y luchar por nuestros derechos”.

“Es nuestra propia editorial sobre lo acontecido, por lo menos fotográficamente”

“Es nuestra propia editorial sobre lo acontecido, por lo menos fotográficamente”

La 33º Muestra Anual de Fotoperiodismo organizada por aRGRa se exhibe hasta el 7 de agosto en el Centro Cultural Borges, mañana también se suma la presentación del anuario que cuenta desde el lente de los reporteros gráficos lo que ocurrió durante 2021.

Los reporteros gráficos muestran, a través de imágenes, la realidad que vivió el país en 2021 en el Centro Cultural Borges en la 33º Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino de aRGRa, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina. Este año está integrada por 130 fotografías y permanecerá abierta hasta el 7 de agosto.

El 2021 fue marcado por las secuelas de la pandemia que llevaron a la urgencia de vacunación masiva, acompañada de la apertura de actividades y la situación de los humedales del Paraná arrasados por incendios, todo eso se ve reflejados en la 33 Muestra Anual Fotoperiodismo Argentino organizada por la aRGRa. Las imágenes reconstruyen la memoria colectiva de un país que festejó con la llegada de la vacunación masiva contra COVID 19, el triunfo de la Copa América, y el festejo de los 70 años de Charly García; pero que también sufrió tragedias ecológicas, casos de gatillo fácil y femicidios.

En 2020 se cumplieron 40 años de la primera muestra en 1980, a partir de la cual se comenzó a realizar la Muestra Anual de aRGRa. Esta exhibición es única en la historia de la fotografía argentina, un hecho bisagra, ya que durante la dictadura cívico militar comenzaron a exhibir fotos de las Madres de Plaza de Mayo y visibilizar su lucha. Se mostraron las fotografías que los medios no mostraban. Esta muestra “es nuestra propia editorial sobre lo acontecido, por lo menos fotográficamente”, cuenta Sebastián Vricella, vicepresidente de aRGra.

La convocatoria para socios y socias de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (aRGra) se realiza con diferentes ítems: actualidad, vida cotidiana, naturaleza, medio ambiente, deporte, artes y espectáculos. Las fotografías son enviadas por los socios -en este caso participaron 1700 fotos- y el comité editor conformado por Daniel García, Silvana Colombo, Inés Quinteros Orio, Candelaria Lagos y Emiliana Miguelez fueron los encargados de seleccionar 130 fotografías para la exposición.

En el marco de la celebración de los 80 años que cumplió aRGa, la asociación también celebra que por primera vez tiene como presidenta a una mujer, Eva Cabrera. En 2020 se constituyó una comisión de género que viene trabajando desde 2019. “Por el lugar en general que tiene y tuvo el rol de las reporteras gráficas, tanto en la calle como en las redacciones y en el ámbito laboral, que por suerte son cada vez más”, remarca el vicepresidente Vricella.

Sobre los temas sobresalientes de la edición 2021, el Vricella explica: “Hace más de 15 años que se vienen mostrando fotos de incendios, contaminación y problemas ambientales. Decidimos darle la prioridad que quizás todos los años se relegaba en la muestra. Los incendios y los cambios climáticos es una realidad que nos afecta hoy y lo pusimos de relieve en ese sentido”.

La muestra

El recorrido inicia con la fotografía a gran altura del fuego avanzando los humedales que rodean al Río Paraná en la provincia de Entre Ríos, capturada por Tomás Cuesta. El fotógrafo cuenta la dificultad de poder tomar la foto, ya que no había manera de llegar a donde estaba el incendio que fuera por vía aérea: “Fue muy difícil de hacer esa foto porque había brigadistas y algún que otro funcionario volando por helicóptero. No había manera de llegar a donde estaba el fuego a pie o en auto, era por helicóptero. No conseguimos que nadie del Ministerio nos llevara”. Sin embargo, con sus compañeros consiguieron que un joven que estaba haciendo el curso de piloto los lleve: “Nos dejó el precio de la hora de vuelo”, señala.

Con respecto a la elección de las imágenes Cuesta relata el proceso: “Normalmente para un concurso se eligen las fotos más lindas, pero en una muestra como aRGra es un poco distinto, porque creo que se trata demostrar lo que sentimos, lo que no se pudo mostrar en los medios donde que laburamos. En el caso ambiental, mandé muchas fotos de ese tema porque me parece que, si bien se habla cada vez más, no se le da la entidad que tiene”.

Sin moverse del Litoral y con la peor bajante del Paraná en 70 años se encuentra el retrato de la pescadora y referente de la Cooperativa de Trabajo «Fisherton-Pueblo Esther», María Barrios, que parece quedar atrapada por las redes vacías de peces, aunque finalmente consigue su objetivo. En el trabajo fotográfico de Celina Mutti Lovera, la pescadora del Paraná muestra orgullosa el resultado de su tarea.

Las imágenes que rescatan la campaña de vacunación se reflejan bajo el lente de Sebastián Granata, quien muestra a personas mayores disfrutar de películas de Chaplin, antes y mientras se vacunan en el reformado cine Lumiere de Rosario. Esteban Collazo, captura al presidente Alberto Fernández descubrir su brazo para recibir el refuerzo de la vacuna contra el COVID. Es su mismo lente, el que retrata al primer mandatario con una gran sonrisa, mientras muestra entre sus dedos un pequeño frasco con la fórmula contra el virus.

La euforia del fútbol también atraviesa la exhibición, con la imagen de Gustavo Pagano, que retrató a Lionel Messi con la Copa América en el brazo, poniendo punto final a una racha de 28 años sin títulos. La ola feminista aparece en el trabajo de Josefina Nicolini, quien captura la integración deportiva de Mara Gómez, la primera jugadora trans de la liga profesional de fútbol argentino, luego de firmar su pase a Estudiantes de La Plata.

También aparece el primer aniversario de la muerte de Diego Armando Maradona, bajo el lente de Mariana Nedelcu, quien captura a un niño con una peluca negra de rulos ensortijados descansando en un banco, dentro del santuario en el barrio porteño de La Paternal. “Yo había ido a hacer otra historia. Habíamos ido a Villa Fiorito a la casa de la infancia del Diego. Me imaginaba una foto que nunca existió porque llegamos ese día, un día lluvioso, frío y no había nadie. La foto del santuario terminó siendo la última del día, porque nos fuimos de ahí con material escaso. Fuimos a la casa de Enrique García Medina para editar y Enrique muy generosamente me dijo ‘te falta material’”, reconstruye y revela que de ahí ambos decidieron ir a La Paternal: “La verdad que gracias a él hicimos un buen equipo. Fue un poco por su propuesta que pude tener esa foto”, confiesa Nedelcu.
“Una de las miradas que adoptamos como colectivo de aRGRa, es una mirada contundente, que invite a reflexionar. Lo que pasa es que la gente la ve y se acuerda de cosas que pasaron. Se pierde un poco de noción de todo lo sucedido”, explica Lucía Merle, docente en aRGra y fotógrafa encargada de retratar la movilización de trabajadores y trabajadoras de la salud del AMBA pidiendo aumento de salarios en el Puente Pueyrredón. Lucía Merle también es la autora del retrato de la madre de Úrsula Bahillo despidiendo a su hija, víctima de femicidio en la ciudad de Rojas, Provincia de Buenos Aires.

Merle describe el rol de la muestra: “Es importante que estén estas fotografías dentro de la muestra. 2020 fue la pandemia y el 2021 fue la vacunación. Tocan dos temas que fueron muy importante y necesarios de visibilizar. (Que la muestra) Aporte un poquito a visibilizar no solo lo que vimos todo el tiempo como el presidente con la vacuna, o el centro de vacunación, como lo obvio, sino estas otras cosas”. A su vez, como docente rescata la incorporación de los más jóvenes a la Asociación: “potencias que enriquecen el cruce de los fotoperiodistas profesionales y de los que se están formando desde otro lado, diferente del que formó a mi generación. Es súper enriquecedor”.

El área de la exposición dedicada al espectáculo comienza con el retrato de Palo Pandolfo. En julio de 2021, previo a su muerte, el rockero con un sombrero negro, cubierto con un poncho rojo y un echarpe azul, sostiene en su mano derecha un gallo de cresta roja y en la otra tiene un ramo de flores violetas. Fue capturado por Leonardo Vaca. Otra imagen para destacar es la de Fernando Gens que capta al músico Charly García en el festejo de sus 70 años en el Centro Cultural Kirchner, cuando emerge con sombrero y anteojos detrás de un piano sobre el escenario, levanta su mano derecha con los dedos en V y sonríe.

La muestra de 130 imágenes compone la historia argentina sucedida en 2021, el espectador es libre de organizar el recorrido de la muestra según sus intereses. La exhibición se puede visitar de miércoles a domingos, de 14 a 20, hasta el domingo 7 de agosto, en Viamonte 525, Ciudad de Buenos Aires.

El Anuario

Además de la tradicional muestra, como cada año, la Asociación presenta el Anuario Fotoperiodismo Argentina, “un momento de pausa para poner en la mirada lo acontecido en el 2021”. Este evento, se realizará mañana, 9 de Julio, a las 17, también en el Centro cultural Borges, donde está alojada la muestras, todo con entrada gratuita.

 

Alcances y limitaciones del Salario básico Universal

Alcances y limitaciones del Salario básico Universal

La discusión acerca de la implementación de un Salario básico Universal (SBU) y ampliar así el sistema de seguridad social adquirió notoriedad en los últimos días. ANCCOM diálogo con distintos especialistas para analizar los alcances y dificultades del proyecto.

La discusión acerca de la implementación de un Salario básico Universal (SBU) y ampliar así el sistema de seguridad social adquirió notoriedad en los últimos días. Al proyecto presentado por diputados del Frente de Todos, ahora se le suma el apoyo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien puso el tema en la agenda el sábado pasado en su presentación en Ensenada.

El texto de la propuesta legislativa lleva la firma de Itaí Hagman, del Frente Patria Grande, y establece un ingreso equivalente al monto de una Canasta Básica de un adulto, la cual hoy ronda los 14.400 pesos, y alcanzaría para establecer una base de ingresos que permita satisfacer necesidades mínimas.

La medida alcanzaría a personas entre 18 y 64 años que se encuentren desempleados, sean monotributistas categoría A, trabajadoras de casas particulares, trabajadores agrarios, asalariados informales y asalariados formales pobres (es decir, que cobren menos que un monotributista clase A).

Asimismo, uno de los requisitos para acceder sería no percibir prestación por desempleo, tarjeta alimentar o Potenciar Trabajo. Se estima, entonces, que alcanzaría a 7,5 millones de personas y tendrá un 0,7% de implicancia en el PBI.

El Artículo 20 de la iniciativa estipula que los beneficiarios deberán acreditar anualmente una contraprestación como pueden ser los talleres de formación profesional o bien la finalización de estudios primarios. Al respecto, Maia Klein, vicedecana-coordinadora de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Moreno, cree que este punto tiende a estigmatizar a las personas beneficiarias, cargando de responsabilidad a la persona desocupada por no tener conocimientos suficientes.

“La cuestión de la contraprestación parte de no comprender la situación de la población con la que se intenta dialogar”, señala. De esa manera, plantea desde su experiencia profesional cómo en los sectores de ingresos más bajos muchas veces el trabajo informal tiene una carga horaria superior al trabajo registrado. En tal sentido, exigirle al trabajador “en negro” que, además, realice alguno de los programas que el apartado plantea, resulta incoherente.

Para graficar esta situación, agrega datos sobre el estudio de la movilidad social: “En la década de 1940, la posibilidad de tener mejores condiciones de vida que nuestros progenitores era del 90%, en los años 80 era del 50% y en los 2000, del 8%”. Afirma, de esta manera, que es necesario ir más a fondo en la cuestión y revisar las condiciones de empleabilidad en nuestro país.

Para el economista Martín Hourest, en tanto, el proyecto no se trata de un ingreso básico universal, sino de una política focalizada para atender la pobreza, pero que lejos está de ser universal. Para ello, el mismo no debería estar condicionado por el ingreso de las personas o, en todo caso, debería apuntar a una segmentación un poco más amplia.

En ese sentido, plantea que la discusión que debe darse es la del fracaso del mercado laboral, el cual no está preparado para garantizar el trabajo a todas las personas. Una vez que se reconozca esa cuestión, se podrá avanzar en políticas integrales. Al respecto, dice: “Las condicionalidades no deben ser las que se proponen y el programa debe tener un mecanismo de expansión teniendo en cuenta que el mercado de trabajo no va a dar respuestas”, reclamando de esa manera que se reconozca al trabajador informal.

Agustín Mario, economista y director de la Carrera de Economía de la Universidad Nacional de Moreno, reconoce que principalmente entre los años 2003 y 2015, nuestro país avanzó en políticas que garantizaban ingresos a aquellas que no pueden o deben trabajar, tales como niños, personas con discapacidad o jubilados. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en la Asignación Universal por Hijo, moratorias previsionales o ampliación de pensiones no contributivas. Sin embargo, existe una deuda de políticas de este tipo en personas económicamente activas.

Critica el concepto de “Salario Básico Universal”, fundamentado en que el salario se recibe a cambio de trabajo y el proyecto no estaría generando esas condiciones. Sin embargo, refiere no oponerse al proyecto en la medida que repercuta en los ingresos de las personas de tal manera que pueda generar un efecto multiplicador en la economía y finalmente pueda redundar en mejoras en el mercado de trabajo. De todas formas, agrega que la experiencia de este tipo de programas casi nunca conduce a mejoras significativas para quienes está destinado.

Respecto a la contraprestación, considera necesario que las personas ingresen al sistema productivo para que la política resulte efectiva, al respecto, sostiene: “Argentina necesita que todas las personas que quieran participar del mercado de trabajo puedan hacerlo y el Estado tiene un rol ineludible en ese sentido”.

Este miércoles, la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, declaró que por ahora no será posible implementar un proyecto de este tipo debido a las restricciones del gasto público que vive la Argentina.

Una jornada contra la violencia hacia los sin techo

Una jornada contra la violencia hacia los sin techo

Integrantes de la Asamblea Popular Personas en Situación de Calle realizaron la sexta Jornada de Repudio por el ataque sufrido por dos personas en situación de calle, en 2019, en Mataderos. El pasado 4 de junio, pintaron murales, organizaron una olla popular, una radio abierta, cantaron y bailaron en recuerdo de los dos quemados y contra la invisibilización a la que se encuentra sometida toda la comunidad.

Organizaciones sociales que conforman la Asamblea Popular Personas en Situación de Calle realizaron el sábado 4 de junio la sexta jornada de Repudio y Visibilización de las Violencias hacia Personas en Situación de Calle en General Paz y Alberdi, conmemorando el aberrante hecho ocurrido hace tres años, cuando rociaron con líquido inflamable y prendieron fuego a dos personas en situación de calle en este mismo lugar.

Con megáfonos y carteles, integrantes de las organizaciones cruzaron bajo el puente interviniendo en un semaforazo con consignas como “Basta de violencia a las personas en situación de calle” y “Apagá el fuego de la violencia” podían ser escuchadas por los vecinos de Mataderos. Radio abierta, música, olla popular, intervenciones musicales y mucha pintura para un mural fueron algunas de las actividades llevadas a cabo por la APPSC en pos de sensibilizar al barrio sobre la grave situación que atraviesan las personas que hoy se encuentran en situación de calle.

”Hoy volvemos a estar acá repudiando y denunciando  las diversas violencias sistemáticas que experimentan las personas en situación de calle como producto de los discursos de odio y para visibilizar la lucha y compromiso encontrándonos en los espacios públicos. También para conmemorar el indignante y doloroso ataque a dos compañeros que, mientras dormían bajo este cruce del puente, fueron prendidos fuego y filmados por los propios agresores descarados que huyeron y subieron a las redes sociales el testimonio de su repudiable accionar y que al viralizarse tomó estado público”, denuncia Linter Campos, integrante de la Asamblea Popular Personas en Situación de Calle y enciende el megáfono en mano y se suma al canto de sus compañeras ”señor, señora, no sea indiferente, la situación de calle lleva puesta a mucha gente”.

Fue a raíz de este violento crimen ocurrido en mayo de 2019 que distintas organizaciones hicieron una primera Jornada de denuncia, hito fundante de la Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de Calle. “Este hecho no quedó impune gracias a la organización colectiva y las presentaciones que realizamos tanto a la justicia como al INADI. Pero nosotros no podemos hacer todo. Esta asamblea presenta cartas a desarrollo social y como no hay ningún tipo de respuesta, al contrario, la violencia viene en aumento” comentó Valeria Lemos, integrante de la Asamblea mientras preparaba un pote de pintura para acercarse a pintar el mural donde entre todos, se fueron alternando para dejar su pincelada. “Este mural resignifica el crimen de odio cometido contra nuestros dos compañeros acá y los muestra rechazando la agresión y el desprecio, mostrando toda su dignidad humana” contó a ANCCOM otra integrante del colectivo que participó de la actividad artística.

Mientras que comenzaba a sentirse el rico olor de la olla popular que avisaba su pronta llegada, otros tantos integrantes de la Asamblea rodearon la radio abierta donde se debatieron otro de sus reclamos: los operativos de limpieza de ranchadas llevados a cabo en la ciudad. “El estado piensa que las personas en situación de calle son basura, que hay que hacer una limpieza en la ciudad, y manda a las personas a paradores que tienen sistemas totalmente carcelarios. Recién un compañero nos contaba que no te dejan entrar a los paradores con comida entre otras cosas, sino le prohiben la entrada, eso no tiene que ser una barrera para entrar. Es todo muy violento y los compañeros y las compañeras están a la deriva todo el rato”, otro integrante asintió a lo que su compañero acaba de exponer y agregó que “el operativo frío es un operativo parche, te dan una frazada a las dos de la mañana y a las seis de la mañana vienen a desalojarte violentamente robandole las cosas a los compañeros en situación de calle, es un robo a les compañeres que están en una situación vulnerable en una esquina durmiendo en un cartón. La gente del GCBA viene y los despoja de todas sus cosas, entonces eso es violencia y si el compañero en situación de calle responde, son criminalizados y los llevan presos, los ponen en psiquiátricos y esto es como un operativo de limpieza, para ellos la ciudad tiene que estar limpia sin toda esta basura de gente viviendo en una esquina, los barren”.

Se escucharon aplausos cuando llegó el momento de compartir la esperada olla popular y, con bandeja en mano, se formó una fila para recibir una porción caliente de guiso y disfrutarla bajo el sol, ambientada por música e intervenciones de personas en situación de calle que son invitadas a contar sus experiencias reflejando, en primera persona, las situaciones de violencia que viven a diario en las calles. Carlos, uno de ellos, toma el micrófono y relata: “Me pidieron que tome clonazepam para poder entrar a dormir al parador y no pasar la noche en calle, te dicen que vayas al Borda sino no entrás”.

Es por estos hechos y más que desde la Asamblea se lleva a cabo un Registro Único de Violencias como herramienta para registrar los diversos hechos violentos hacia estas personas. Linter Campos explica que “El RUV es muy significativo porque nadie se ocupa de registrar eso. Entonces es muy valioso porque si sos vecine y ves que la policía desaloja, podés escribir o mandar videos de lo que estás presenciando. Los compañeros desaparecen y ya está y eso sirve para poder tener un registro y poder denunciar ‘che mirá esto no es un caso aislado, es sistemático y en esta herramienta están las pruebas’. Diariamente registramos que hay un aumento de quienes mueren y están en las calles, sin embargo para el GCBA hay menos personas que años pasados. Sucedió también que hubo en situación de calle cuatro femicidios que no fueron nombrados. El que tomó relevancia fue el de Verónica porque se hizo un mural. Eso fue hace un año y no se nombró, y todos los femicidios y trans feminicidios que hay en situación de calle que no sabemos. En el marco del Ni Una Menos no podemos no explicar que las violencias son moneda corriente para las mujeres, personas trans, travestis y no binaries en situación de calle. Pero así como el caso de los compañeros prendidos fuego, hay un montón y tampoco nos enteramos, que un compañero muera de frío también es frecuente. Entonces la invisibilización que hay es totalmente terrible e inhumana”.

Según el RUV, en lo que va del 2022 se han registrado 34 casos de violencia hacia las personas en situación de calle. “No es nada más darles un subsidio que ni alcanza, es también un acompañamiento real que me parece que es una política pública que tiene que ser integral, incluirlos porque sino se ponen parches y el compañero vuelve al mismo círculo violento que implica estar en la calle, pero es difícil porque no nos escuchan, los tratan como ‘los vagos que no quieren salir’. Por eso pensamos que la calle como destino es violencia. Son la falta de opciones, falta de oportunidades sin privilegios. En la asamblea somos eso, un montón de personas de un montón de palos, pero ayudamos, usamos el RUV” explica Linter Campos sosteniendo un cartel que grita la consigna “Nadie elige vivir en la calle, basta de ataques de odio”.

Dos miembros de la Comuna 9, “la Tana” y “el Vasco”, dejan sus bandejas vacías en una mesa y se acercan al micrófono abierto donde todos los rodean para escucharlos. “Es muy importante que en estos momentos en donde el frío cada vez se siente más, si lo sentimos en nuestras casas cuando dormimos con un pulóver puesto, ponernos un segundo en el lugar de la persona que está durmiendo en la calle, ahí es donde nos damos cuenta que son necesarios estos encuentros y por más que día a día organicemos acompañamientos para llevar un plato caliente, para acercarles a los compañeros una frazada, un mate cocido caliente antes de dormir no alcanza. Hay una responsabilidad del Estado y nosotros estamos dispuestos a enseñar al Gobierno qué políticas públicas tiene que llevar adelante para que sea un acceso real a los derechos de las personas en situación de calle, que el Estado se haga cargo y se deje de maltratarlos. Queremos que funcione el 108 cuando llamemos, donde deberían brindar asistencia a personas en situación de calle, que realmente vengan y que puedan darles un espacio digno para dormir y vivir. Es muy duro estar en situación de calle y es muy difícil si no armamos red y acompañamos en conjunto”.

Entrando en el final, el olor a pintura se hacía notar y muchos se cruzaban a contemplar el mural, otros se preparaban para escuchar a Valeria Lemos que afinó su voz para leer fuerte y claro un informe de parte de todas las organizaciones en reclamo de políticas públicas integrales que reparen y prevengan las violencias y la vulneración de derechos humanos. “Hoy seguimos exigiendo el cumplimiento de la ley 3706 de protección y garantía integral de los derechos de las personas en situación de calle y en riesgo de situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires. Políticas públicas integrales que contemplen las diversidades de quienes viven en dicha situación. Aumento del monto de subsidios habitacionales que son miserables y basta de bajas indiscriminadas en el acceso. La realización de un relevamiento con una metodología adecuada para problemáticas y que se incluyan a las organizaciones que saben dónde están cotidianamente”. Los aplausos la interrumpieron. “En este escenario de crisis socioeconómica -continuó- y de un aumento de la intolerancia y los discursos de odio, las organizaciones no solo seguimos garantizando la asistencia a las personas en situación de calle sino que también salimos a la calle, transformando negligencia en organización colectiva”.

Por último, llegó el momento cuando la atmósfera pasó a un tono más festivo. Tomaron la posta varios artistas callejeros que cantaron sus canciones de lucha y se armó una ronda de integrantes de la Asamblea Popular de Personas en Situación de Calle. Pablo fue uno de los tantos que puso su voz y guitarra mientras que el mural, ahora terminado, se llevó todas las miradas de admiración y aplausos de los convocados marcando el cierre de la jornada.