Los derechos que supimos conseguir (y los que faltan) | Estuve ahí

Los derechos que supimos conseguir (y los que faltan) | Estuve ahí

La senadora nacional del Frente de Todos Juliana Di Tullio repasa las conquistas en materia de memoria, verdad y justicia, del feminismo y de las diversas minorías. También habla de cómo el endeudamiento con el FMI condiciona a todos, pero especialmente a las mujeres. ¿Cómo fue hacer política estos 40 años disputándole el poder a los varones?

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales ? – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso, Estefanía Hernández e Ian Werbin.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
Se fue la segunda

Se fue la segunda

En el nuevo debate, los candidatos presidenciales apostaron más a las frases picantes pero no ganaron en espontaneidad, salvo en algunos contados momentos en que se salieron del libreto. Las propuestas fueron escasas y los ataques masivos. Bullrich se mostró agresiva, Massa tranquilo, Milei trastabilló y tanto Bregman como Schiaretti aprovecharon la situación de igualdad para hacerse visibles. ANCCOM se acercó a la Facultad de Derecho para observar el debate de cerca.

De cara a las elecciones del 22 de octubre se realizó el segundo Debate Presidencial, esta vez en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Allí los cinco candidatos presidenciales subieron al escenario según el orden sorteado: Sergio Massa (Unión por la Patria), Myriam Bregman (Frente de Izquierda), Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y Juan Sachiaretti (Hacemos por Nuestro País) se alinearon de derecha a izquierda. En esta ocasión los temas fueron seguridad, trabajo y producción y, elegido por la ciudadanía, vivienda y protección al ambiente.

Como ocurrió el domingo pasado, los candidatos tuvieron un minuto para su presentación y cierre. El debate, a su vez, se dividió en dos bloques en los que cada candidato tuvo 2 minutos para exponer, 5 derechos a réplica y una pregunta para cada uno de sus contendientes. La facultad, extasiada de periodistas y dirigentes, palpitó minuto a minuto el conteo previo al debate.

Rápidamente los candidatos comenzaron a quemar sus cinco derechos a réplicas pero no de la mejor manera: el hilo conductor se perdía con respuestas ensayadas sobre algún tema sobre el que nadie preguntó, en particular en los casos de Patricia Bullrich o Juan Schiaretti. Tampoco faltaron las chicanas, algunas bastante hostiles: muchas cumplieron su misión y se transformaron en segundos en Trending Topic en la red social X. Como en el primer debate, los moderadores (Mariana Verón, Marcelo Bonelli, Sergio Roulier y Soledad Larghi) hicieron varios llamadas de atención a los candidatos que hablaron fuera de su turno durante las dos horas que duró el debate televisado por la TV Pública y retransmitido por otros medios.

Minuto uno

En el primer minuto de la noche, los candidatos dedicaron unas palabras de solidaridad con el ataque de Hamas contra el Estado de Israel. La excepción fue la candidata del Frente de Izquierda quien propuso una lectura más integral de la situación: “Nos duelen las víctimas civiles que ocurren en un conflicto que tiene como base la política del Estado de Israel de ocupación y de apartheid contra el pueblo palestino”.

El primer eje de la noche fue “seguridad, trabajo y producción”. La primera en iniciar su presentación fue la exministra de Seguridad Patricia Bulrich, quien criticó la propuesta de libre portación de armas que atribuyó a Javier Milei. También insistió en la necesidad de dar más libertad a la policía y usó como ejemplo al expolicía Luis Chocobar. Al igual que en el primer debate transmitió una seria dificultad para la oratoria aunque esta vez procuró dar señales de mayor firmeza.

Desde un principio se hizo uso al derecho a réplica: Myriam Bregman preguntó a Bullrich (ambas de rosa): “Usted y todos los que promueven la mano dura fracasaron. ¿Qué tienen para mostrar? Cuando era ministra su orgullo era sacarse fotos con el secuestro de 25 porros. Literal”.

Por su parte, Javier Milei se defendió ante los dichos de Bullrich: “Yo se que usted tiene gente que deforma mis mensajes. Nosotros lo que decimos es: hay una ley de armas y lo que hay que hacer es cumplirla. No puede ser que los delincuentes tengan armas y los honestos no”.

Otro momento destacable de la noche lo ofreció Massa, quien al igual que el domingo pasado, tiró sobre el atril una propuesta imprevista sabiendo que generaría olas: la creación de un FBI argentino. Además de defender su gestión, sumó a su discurso la importancia de “exigirle cuentas a la justicia” frente a las fallas del demoras del sistema. Así dio lugar a que Bullrich pidiera el derecho a réplica para acusar al ministro de Economía de generar la peor crisis que atravesó el país. También aprovechó el momento para advertirlo y poner sobre la mesa un punto flaco que no pareció tan explotado en el debate anterior: “Para cambiar hay un solo camino: hay que terminar con los Insaurralde y las mafias que azotan a nuestro país. Hay que sacar esta elección y sacar a esta gente del gobierno”.

Massa utilizó el contragole, como si estuviera esperando ese ataque respondióp: “Yo a Insaurralde le pedí la renuncia. No todos somos lo mismo, Patricia: vos nunca le pediste la renuncia a Milman”, aludiendo al diputado de Juntos por el Cambio y mano derecha de la candidata cuyo nombre apareció en medio de la pesquisa por el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner..

Durante la primera hora de la noche, los postulantes trataron de mantener todo lo que pudieron la mirada a la cámara. Sin embargo, no dejaban de escaparse miradas fugaces a las hojas preparadas.

 

Chinchón y papas

En el segundo bloque de la noche, enfocado en producción y trabajo, los candidatos ahondaron en analogías. Por un lado Sergio Massa, resaltó el derecho al trabajo de las personas discapacitadas y además planteó la necesidad de igualar la remuneración entre hombres y mujeres en las fábricas. No tardaron en presentarse los cruces con todos los candidatos. Por un lado, Juan Schiaretti le graficó: “Las reservas del Banco Central van menos 10 como el chinchón”, refiriéndose a la inestabilidad financiera y a la falta de reservas, que más adelante Massa negó. Bullrich por su parte, volvió a criticar la gestión de Massa, mencionando la hiperinflación: “Dijiste que venías a sacar las papas del fuego y nos hiciste puré”. En las redes sociales, no tardaron en aparecer memes al respecto.

Otro cruce que despertó murmullos en el salón de debate, fue el que se generó entre Bregman y Milei. El candidato acudió a conceptos básicos de economía en su presentación, a los que la abogada replicó con una vieja frase y una imitación al candidato libertario: “Cuando Milei te habla en difícil lo hace para ocultar su verdadero plan: Indemnizaciones… ¡afuera! Licencias… ¡afuera! Aguinaldo… ¡afuera!”. Por su parte Milei trató a Bregman de no saber lo suficiente de economía por ser socialista, momento en que no faltaron miradas desafiantes entre los candidatos ni comentarios de la abogada a micrófono apagado.

El candidato de Unión por la Patria, no tardó en tomar este cruce como una oportunidad para “defender” a la candidata y apuntó a sus propios ideales: “Javier. Hasta acá llegaste. Deja de faltarle el respeto a las mujeres”. Luego sostuvo que el mercado de trabajo que defiende Milei deja a las mujeres sin posibilidad de desarrollo, además de que sostiene un régimen de esclavitud. La siguiente fue Patricia Bullrich, quien subió el volumen (Sergio Massa le advirtió que los gritos no la ayudarían a mejorar su performance del primer debate): por un lado trató de violento al candidato de La Libertad Avanza porque “dice mogolico al que piensa diferente” y advirtió a Massa: “Las mujeres no necesitamos que nos defiendas”. Los roles terminaron de parecer trastocados cuando Milei acusó a Bullrich de querer instaurar una dictadura por sus dichos en los últimos días sobre la necesidad de  grabar los diálogos entre los presos y sus abogados.

Los momentos más destacados y genuinos de la noche fueron aquellos que obligaron a los candidatos a salirse del libreto en busca de su defensa, en donde las miradas y la tensión se cruzaban. Pero también protagonizaron varios momentos de confusión y contradicciones como la defensa de Javier Milei frente a los dichos contra el cambio climático que tanto lo caracterizaron en toda su campaña. También se enredó cuando tuvo que dar explicaciones por qué entre su entorno aparece el gremialista gastronómico Luis Barrionuevo mientras él hace gala de ser lo nuevo y ajeno a la “casta” política.

Si bien en promedio las cifras de las encuestas realizadas en horas previas no indican grandes cambios respecto de las PASO, el debate de hoy volvió a definir los perfiles de los  candidatos que deberán luchar voto a voto para ganar o, al menos, seguir en carrera.

«Citan a la libertad los que defienden a los genocidas que la hicieron añicos»

«Citan a la libertad los que defienden a los genocidas que la hicieron añicos»

Más de tres mil militantes de derechos humanos se congregaron en la exESMA en la séptima edición del Encuentro Federal de Derechos Humanos.

 

El Espacio Memoria y Derechos Humanos exESMA fue sede de la séptima edición del Encuentro Federal de Derechos Humanos bajo la consigna “Sin memoria, verdad y justicia no hay libertad”. El encuentro transcurrió el sábado 7 de octubre y comprendió 14 comisiones de trabajo simultáneas de variadas temáticas que se reunieron en diferentes edificios del Espacio.

Un día soleado y cálido recibió a este séptimo encuentro a las 9 de la mañana. Los concurrentes más puntuales comenzaron a entrar al predio y a hablar con los organizadores, quienes les indicaron en mapas, tanto de papel como en QR, a dónde debían dirigirse para encontrar la comisión deseada. Violencia Institucional; Trabajo y Derechos Humanos; Derechos de Pueblos Originarios; Espacios y Archivos de Memoria; Juicios de Lesa Humanidad y Derechos Humanos de las Personas Mayores son solo algunas de las temáticas desarrolladas, siendo la última una nueva adición en este encuentro.

Luego del momento de las acreditaciones se dio inicio al trabajo en las diferentes comisiones. El espacio Casa por la Identidad, recuperado por la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, fue donde tuvo lugar la comisión Espacios y Archivos de Memoria. Bajo la consigna “Los Espacios y Archivos como transmisores de memoria”. La comisión reunió a seis exponentes de diferentes organizaciones e instituciones cuyo objetivo es mantener vigente la memoria de las violaciones a los derechos humanos sucedidas durante la última dictadura cívico-militar.

La encargada de dar inicio a esta comisión fue Andrea Copani, Directora Nacional de Gestión de Fondos Documentales del Archivo Nacional de la Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. “Algunos ataques, que si bien existieron siempre, hoy en día están más extendidos que hace algunos años”, advirtió Copani y señaló: “Como argentinos y argentinas tenemos que prestar atención al contexto y tratar de ensayar colectivamente no solo pensamientos comunes, sino también ideas y respuestas para poder contrarrestar los discursos de odio en términos generales, y al negacionismo en particular”. Y presentó al resto de los expositores de la Comisión: “Entonces estos compañeros y compañeras que invitamos hoy vienen con la idea disparador de poder pensar su propia experiencia y trayectoria, sus propios espacios, para abordar qué es lo que pasa y qué se nos presenta como desafíos en los espacios y los archivos como transmisores de memoria”.

El encuentro hizo foco en la pedagogía y el uso de sitios de memoria y archivos para enfrentar el creciente negacionismo. Ana Jemio, investigadora del CONICET y la UNTREF especialista en el genocidio de Tucumán, habló de tres proyectos que preservan la memoria en esa provincia, entre los cuales se encuentra el Proyecto Fronterita Cuenta su Historia, que reúne historias de familias que hayan vivido allí, sobre los desaparecidos y sobrevivientes del centro de detención que funcionó en esa localidad durante la última dictadura cívico-militar, profundizando la historia de ese sitio en particular. “No es cualquier conocimiento, es un conocimiento que nos permite comprender al mundo”, dijo Ana, expresando que estos proyectos “apuntan a lo próximo, lo cercano”, enfocándose en “la transformación social causada por la destrucción de la vida y la interrupción del legado” y que se piensa a la memoria como “un reservorio para la construcción de la esperanza”.

En el mismo sentido, María Laura Villa, trabajadora del Área de Comunicación y Cultura del Archivo Provincial de la Memoria de Córdoba, habló sobre el proyecto del Archivo de preservar y poner a disposición fotos de registros de militantes desaparecidos, para mostrar y cuidar las identidades.

Villa también habló sobre el proyecto de la Biblioteca de Libros Prohibidos, conformada por archivos de decretos de prohibición de materiales literarios. Este proyecto tiene como objeto transformar documentos en herramientas pedagógicas, enfoque que comparte Cristina Gómez Giusto, coordinadora del Programa Educación y Memoria del Ministerio de Educación de la Nación, que lleva a cabo cursos para docentes que se enfocan en el material de archivos como herramienta fundamental para construir un conocimiento colectivo y pone este material a disposición de los docentes. Este foco en la educación también fue compartido por Augusto de Bernardi, miembro del Colectivo Historias Desobedientes, quien expresó que la enseñanza puede “poner la información sobre la mesa” y ayudar a contrarrestar el negacionismo.

Finalmente, también se habló de lo que las políticas públicas pueden hacer por la lucha contra el negacionismo. Sol Yornet Barbieri, militante de Nietes (Córdoba) e investigadora y educadora popular, planteó la cuestión de los vínculos entre las juventudes y la democracia y expresó que “las políticas de memoria son centrales porque una gran parte de la población es joven”. En la misma línea, Mabel Careaga, miembro de Familiares y Compañeros de los 12 de Santa Cruz, habló sobre el fortalecimiento y la protección de la memoria como responsabilidad del Estado, por lo que candidatos que la pongan en cuestión “son el Astiz de la democracia”. Expresó también que el negacionismo es “la última y más perversa etapa del crimen” y que “olvidar el exterminio también forma parte del exterminio”.

Violencia institucional

Del otro lado del predio, en el Edificio Cuatro Columnas, se llevó a cabo la comisión sobre Violencia Institucional, bajo la consigna “La organización como estrategia de lucha contra la impunidad”. Familiares de víctimas de varias partes del país tomaron la palabra para hablar sobre las víctimas y lo que les sucedió, pidiendo justicia. Gran parte de ellos llevaban puestas remeras con el nombre y la foto de su familiar, y antes de comenzar a hablar los nombraban ante lo cual el resto de los participantes respondía: “Presente, ahora y siempre”.

En diálogo con ANCCOM, familiares de víctimas de violencia institucional en Santiago del Estero marcaron cómo prolifera la violencia policial en esta provincia: “Eso le da pie a la policía para que siga matando, sobre todo en los barrios más humildes”, expresó Paola Morales la madre de Silvia Maldonado,  víctima de gatillo fácil en esa provincia, en junio de 2019. Paola recordó el reciente caso de Santiago Díaz a quien lo mató a golpes la policía. “Pero ellos para poder tapar eso salieron a decir que murió por intoxicación” y que “de los golpes nadie habla”. Agregó que “lo que nosotros venimos a reclamar es apoyo, buscamos las herramientas para frenar la impunidad y que no haya más casos”. Para ellas, la cantidad de víctimas las hace sentir que “ya no estamos luchando por nuestros hijos, estamos luchando por todos”. Otra madre que se encontraba a su lado, señaló el desgaste que genera el paso del tiempo buscando justicia, aunque aseguró: “Pero igual ponemos el pecho y tenemos que seguir. Porque si nosotros no seguimos, ¿quién va a seguir?”.

El cierre del Encuentro se realizó frente del Museo Sitio de Memoria, con la participación del ministro del Interior Wado de Pedro; el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti; la madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto. El primero en hablar fue Pietragalla, también nieto restituido: «El gran desafío que tenemos es que la sociedad sepa que quienes citan la libertad son los que defienden a los genocidas que la hicieron añicos». A su turno, el ministro del Interior y también hijo de desaparecidos por el terrorismo de Estado habló de la necesidad de llegar a las nuevas generaciones: «Lo que nos queda es seguir manteniendo viva la llama de la memoria, explicarles a las nuevas generaciones que esto también tiene que ver con sus vidas”. Luego Taty Almeida, se esperanzó: “No van a lograr hacer desaparecer la memoria porque a pesar de los bastones y las sillas de ruedas, las locas seguimos de pie”. El cierre estuvo a cargo de Estela de Carlotto quien describió “Argentina tiene un lugar único en la historia de derechos humanos” y aseguró: “Los que estamos acá sabemos lo que es tener fe y no olvidar nunca a nuestros hijos”.

«Nunca olvidé los ojos de las Abuelas, Madres y hermanas»

«Nunca olvidé los ojos de las Abuelas, Madres y hermanas»

Los periodistas neerlandeses Frits Jelle Barend y Jan Van der Putten fueron los que entrevistaron a las Madres de Plaza de Mayo, por primera vez, durante el Mundial 78. Sus testimonios trascendieron al mundo. Ahora estuvieron en Buenos Aires por un reconocimiento a su labor. ANCCOM conversó con ellos.

Los periodistas neerlandeses Frits Jelle Barend y Jan Van der Putten fueron reconocidos ayer en la Biblioteca de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por haber difundido en 1978 los crímenes de la dictadura cívico militar. Se trata de los reporteros que durante el Mundial disputado en la Argentina, entrevistaron a las Madres de Plaza de Mayo y lograron que todo el planeta supiera lo que se escondía debajo del entramado de mentiras y distracciones elaborado por los represores.

Durante el el evento estuvieron presentes la embajadora de los Países Bajos, Annemieke Verrijp; los legisladores Emmanuel Ferrario, Matías López, Victoria Montenegro y Claudio Morresi; la secretaria de Derechos Humanos de Río Negro, Evangelina Salazar; la subsecretaria derechos humanos y pluralismo cultural de la Ciudad de Buenos Aires, Pamela Malewicz y el director de la Casa Ana frank, Héctor Shalom. 

“Lo que hemos hecho, no es menos que nuestro trabajo. Nuestro trabajo es escribir, hacer reportajes sobre lo que pasa en el mundo – explica Barend ante ANCCOM–. En ese momento me dije que no podía venir como periodista de deportes, tenía que escribir lo que pasaba en Argentina”.

Cuando el gobierno de facto logró quedarse con la sede del Mundial, fijó la inauguración del campeonato para el jueves 1 de junio, de modo que todos los periodistas se concentraran en lo que ocurría en El Monumental. Frits y Jan decidieron ir en contra de la corriente y acercarse hasta la plaza donde todas las semanas las mujeres se reunían para denunciar las desapariciones.

“No nos dicen dónde están nuestros hijos, no sabemos nada de ellos, nos han quitado lo más preciado que puede tener una madre. Angustia porque no sabemos si están enfermos, si tienen frío, si tienen hambre. Y desesperación, señor, porque ya no sabemos a quién recurrir”, denunciaba esa tarde de junio Marta Moreira de Alconada ante las cámaras de la televisión holandesa.

“Todas me decían ‘Por favor, escribe qué pasa con mi hija, con mi madre, con mi nieto’. Nunca voy a olvidar ese momento”, confiesa Barend. No habla solo como reportero, detrás de su desafío al poder se esconde la historia de un hijo de la generación que sufrió el Holocausto: toda su familia fue asesinada por la ingeniería del terror diseñada desde Berlín.  Por ese motivo, al llegar a Buenos Aires rápidamente comprendió que tenía que asumir el objetivo de trabajar para que los genocidas no volvieran a salirse con la suya.

“Antes de venir, me preparé muy bien. Mis abuelos también habían sido asesinados, entonces para mí era una obligación humana hacer esto”, señala.

La primera sospecha de que estaban molestando al Gobierno llegó cuando quisieron transmitir sus notas a través del Télex. Mientras que con sus colegas el servicio demoraba media hora, con Frits y Jan tardaba más de cuatro.

La confirmación llegó cuando se dieron cuenta de que el equipo de prensa del campeonato les mentía con las fechas de los viajes de la selección de su país, para mantenerlos alejados del evento.

Con el miedo de ser alcanzados por las fauces de la represión, alertaron en su embajada de lo que estaba ocurriendo. Desde Europa les informaron que, si les pasaba algo, no se jugaría la final del Mundial. La amenaza de suspender el show montado por Jorge Rafael Videla fue lo que les permitió continuar con su trabajo.

“Lo que hemos hecho, no es menos que nuestro trabajo: escribir, hacer reportajes sobre lo que pasa en el mundo – explica Barend–. En ese momento me dije que no podía venir como periodista de deportes, tenía que escribir lo que pasaba en Argentina”.

Luego de la final, la Junta Militar invitó a la delegación neerlandesa a una cena de honor. Cuando Barend se enteró, consiguió una acreditación perteneciente a un jugador y se infiltró en el evento. Apenas ingresó al salón donde se realizaba la fiesta, se dirigió rápidamente hacia donde estaba Videla y le preguntó por los desaparecidos. La respuesta fue que las Madres mentían. El falso futbolista comparó la situación con lo que había ocurrido en la década del 1940 en su país. El dictador volvió a ser escueto:

Son cosas que pasan

“Fue algo espontáneo, pero también peligroso. Nunca olvidé los ojos de las abuelas, madres, hermanas. Eran ojos de personas que habían perdido sus amores, no podían mentir”, recuerda.

 

El riesgo del negacionismo

Al hablar sobre su historia personal y el parecido con lo que ocurrió en Argentina, Barend alerta: “Estoy preocupado con lo que pueda pasar después de las elecciones, porque hay un candidato que dice que los desaparecidos fueron ocho mil personas. Es muy peligroso. Argentina merece un presidente que respete la democracia”.

En la misma línea, Van Der Putten sostiene: “No es casualidad que en esta fecha hayamos sido invitados por la Casa Ana Frank a venir. Nosotros, con nuestros testimonios directos, intentamos hacer pensar a la gente que quizás la democracia es el bien más grande en la sociedad. Sin democracia no hay nada, solo destrucción, terror, maldad, infelicidad y todo lo que un ser maligno no quiere”.

Y añade: “Lo esencial es que la conmemoración que se realizó hoy sirva para sacar las conclusiones y lecciones para este presente y no dejarse arrastrar por slogans vacíos, absurdos y fakes news. Los políticos tienen que tener ideas, no slogans”.

Reconocimiento y reparación

Reconocimiento y reparación

La comunidad travesti-trans realizó una sentada frente al Congreso de la Nación para exigir la aprobación de la Ley de Reparación que les otorgaría una pensión por las históricas vulneraciones a sus derechos.

A las 10.30 Congreso se mueve igual que siempre: bocinazos, autos, citybus turísticos y varios idiomas resonando por el aire. Históricas Argentinas convocó a una sentada este jueves 5 de octubre. En la vereda de Rivadavia, Marcela y Mónica cuchichean. Las dos rondan los 50 años, pero eso en la comunidad trans las hace “adultas mayores”. Entre ellas hay un parlante alto y un micrófono inalámbrico.

– Podríamos ir más a la esquina y nos ponemos con el Tercer Malón de la Paz, así somos más – dice entre risas Mónica-. Muchas no podían venir hoy porque están trabajando.

Desde Entre Ríos llegan cuatro personas más. Mónica se agacha con sus piernas flacas y agarra la bandera: “Las Históricas Argentinas – Travestis trans sobrevivientes ¡Ley de Reparación Histórica ya!”. La pegan en una de las paredes del Congreso. Ahora, Mónica y Marcela se paran con más firmeza.

Marcela, vestida toda de negro salvo por un pañuelo fucsia, toma el micrófono: “Necesitamos la reparación hoy porque nos estamos muriendo, gracias a un Estado inexacto. Necesitamos que den a conocer los resultados del Reconocer y Reparar porque estamos hartas de esperar. El Estado tiene que repararnos. No nos vamos a mover hasta tener una respuesta”.

El proyecto de ley entró a Diputados en 2021 y se aprobó en la comisión de Mujeres y Diversidad, pero todavía falta que se debata en otras comisiones, como la de Finanzas. La ley crea una pensión para las personas trans argentinas que les asegure una vejez digna y repare las sistemáticas violaciones de derechos humanos que sufre este colectivo. Desde 2018, con la Ley Integral de Acceso a los Derechos para las Personas Trans, el Estado lo reconoce como en situación de vulnerabilidad.

Ummis, de unos 30 años y un pelo rubio impecable, graba un vídeo para convocar a más gente: “¿Hasta cuándo hay que esperar y hasta cuándo nuestra comunidad trans tiene que padecer? Hoy más que nunca nuestras compañeras adultas mayores nos necesitan y tenemos que alzar la voz”.

Mónica da vuelta un cartel y acerca una lapicera: “Firmá, dale. Que quede guardado en la historia que hoy estuvimos acá. No nos tenemos que olvidar nunca más porque ahora es ahora”. Desde la muerte de algunas compañeras, realza el presente: “nosotras somos sobrevivientes. No fuimos a Malvinas, pero también somos excombatientes de la sociedad, de la persecución en dictadura y en democracia”. La última vez que detuvieron a Marcela por una contravención fue en 2002: tenía unas fotos de desnudo artístico en la cartera y la encarcelaron una semana para que dé explicaciones.

Las cirugías hechas con aceite de avión y silicona, con el tiempo, son dolorosas. “Mi cuerpo la aceptó bien, pero el de algunas compañeras no. La ciencia avanzó mucho, pero muchas quedaron en el camino”, dice Mónica con la mirada perdida hacia el final de Av. Rivadavia. Durante y después de la pandemia, muchas compañeras intentaron suicidarse. Para ella, es por el estigma y el haber crecido y transicionado con miedo.

Alejandro, de más de 50 años, estuvo en transición toda su vida, pero desde hace cuatro meses está adecuando su cuerpo a su identidad. “En los 90 iba a las marchas con máscara para que las familias no nos reconozcan en los medios. Voy a llegar a los 80 porque hice el cambio de grande, pero la mayoría de las compañeras no está en la misma situación” comenta Mariana, una mujer rubia de sonrisa amplia.

Dos policías de la Federal se acercan con una oficial de la ciudad. Euge, una de las organizadoras, les da el documento mientras dice: “Aviso que si somos más cortamos la calle”. La gente que pasa por Rivadavia mira con asombro y con una risa que tiene más de 35 años de expectativa de vida. Desde la puerta lateral del Congreso otros policías miran de costado.

Cerca de las 12, las compañeras empezaron a gritar “¡La Reina! Llegó nuestra presidenta”: Marlene Wayar cruza Rivadavia en diagonal. Ya había cerca de 20 personas. Luana, mucho más petisa que sus compañeras, viene con la fuerza de un remolino. Vuelven a encender el micrófono: “Vecinos, vecinas no sean indiferentes se mata a las travestis delante de la gente. Acá estamos la última generación de travestis-trans, reivindicando la lucha de Lohana Berkins y Diana Sacayán”. El aplauso de sus compañeras la hace detenerse.

Mónica se acerca dulcemente y le toca el antebrazo, felicitándola “Muy bien. Con furia porque sino, no nos escuchan”. Marlene empieza a llamar a todas a la sombra: “Dos minutitos. Hagamos una asamblea”. Propone acercarse y dar apoyo al Tercer Malón de la Paz. Mónica asiente levemente con la cabeza. Luana recuerda con vigor que la actividad es una sentada: hay que sentarse en la puerta de las oficinas cinco minutos simbólicamente. El acuerdo es inmediato.

En la esquina de Rivadavia y Entre Ríos confluye más gente. El Tercer Malón de la Paz no esperaba eso en la jornada: con ojos incrédulos miran a las personas que se acercan, Marlene les da la mano. Uno de ellos agradece la presencia y tras cantar juntos, dice: “Todos somos humanos, todos somos hermanos. Voy a bendecir a todos los presentes”. El semáforo cambia y se produce un embotellamiento: un chino que vende helados en bicicleta queda en la mismísima esquina con cara de desconcierto. Él tampoco se esperaba ver travas y jujeños sahumando e invocando a la Madre Tierra.

El grupo trans cruza la calle y se dirige a las oficinas. Mariana sostiene la bandera de un lado y mira preocupada hacia los costados. Los federales miran con desagrado, pero se quedan en la puerta. Las Históricas se sientan y empiezan a cantar: “Olé, olé, olá, para las travas Reparación”. A diferencia de las otras personas que pasan apuradas, una señora cis las mira a los ojos. Las aplaude sin detener sus pasos, les sonríe y entra a las oficinas. Las travas sonríen sorprendidas. Con timidez, un chico de 25 años y una mujer de 30 se unen a los cantos. La comunidad trans no está sola y, en estas décadas, se saben sujetas de derechos.