Por Melina Pereira y Sebastián Alonso
Fotografía: Gentileza Telam

Organismos y personalidades vinculadas a la defensa de los derechos humanos, presidentes y ex presidentes iberoamericanos e intelectuales reclaman la libertad del periodista australiano perseguido por Estados Unidos. La iniciativa nació en el Foro Mundial de Derechos Humanos.

Julian Assange cuenta con una enorme red de solidaridad alrededor del mundo que exige su libertad. De hecho, durante las jornadas del III Foro de Mundial de Derechos Humanos también se debatió acerca de la situación del periodista australiano.

Hace una semana, dentro del cronograma de actividades planteadas desde ese Foro, se propuso un encuentro en torno a la situación del periodista que se encuentra detenido desde el año 2019 en el territorio de Reino Unido.

Assange filtró información confidencial de las bases informáticas de Estados Unidos revelando crímenes de lesa humanidad en el año 2010. Desde ese momento, el país norteamericano pretendió juzgarlo bajo la Ley de Espionaje y exige la extradición a su territorio. Por el momento, el investigador de 51 años se encuentra detenido de manera preventiva, mientras se espera la resolución del Tribunal Supremo del Reino Unido.

En el marco del Foro Mundial de Derechos Humanos se realizó una declaración pública para rechazar la extradición tramitada por Estados Unidos. El documento cuenta con la la firma de personalidades como Baltasar Garzón Real -coordinador del equipo legal de la Defensa de Assange-, de los expresidentes de Ecuador Rafael Correa y de Colombia Ernesto Samper, organismos de Derechos Humanos como Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo, el premio nobel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel y de distintos diputados y senadores argentinos. Además de trabajadores de prensa, actores y actrices, y asociaciones civiles.

En el documentol se expresa que “extraditar a Julian Assange sentaría un peligroso precedente para la libertad de prensa y el derecho de acceso a la información en el mundo. No sólo sería una condena de por vida contra un periodista, sino que fungiría como una amenaza velada para todos los periodistas del mundo que tengan como objetivo hacer su trabajo de manera honesta”.

La declaración agrega que “el Sr. Assange llevó a cabo prácticas comunes en el periodismo de investigación, tales como recibir información de fuentes y luego publicar esa información veraz y de interés público. Los cargos bajo la Ley de Espionaje criminalizarían estas prácticas rutinarias del periodismo” y finaliza instando al Departamento de Justicia de los Estados Unidos a que “retire todos los cargos contra el Sr. Assange, apelando a la propia Constitución de Estados Unidos, los estándares de derechos humanos reconocidos en el Derecho Internacional, así a las más elementales cuestiones humanitarias, ya que la vida de un periodista está corriendo peligro, y la libertad de prensa y el derecho de acceso a la información del mundo están en riesgo”.

En diálogo con ANCCOM, Cristina Caamaño, quien fue una de las impulsoras de la creación de este documento, señaló: “Todo comenzó con la presencia en Argentina de Daniela Lepin Cabrera, que estuvo acá, que me convocó a través de otro compañero, y tuvimos una reunión donde hubo familiares y abogados de Julian Assange, y lo que nos informaron fue que Assange consideraba que América Latina podía ser un buen lugar para entender su situación, sobre lo que está sucediendo”. Además, informó que el presidente de la Nación, Alberto Fernández en su encuentro con Joe Biden, presidente de Estados Unidos, le entregó en mano el reclamo. Caamaño expresó que esta declaración tiene un gran peso debido a que es impulsada por la mayoría de los países de Latinoamérica y también, España. Así, considera que podría ser muy útil para evitar la extradición del periodista a Estados Unidos, ya que “se hizo una cadena prácticamente interminable de gente que apoya a Julian Assange, que ya lleva 12 años privado de libertad”.

El panel en donde se expuso el caso de Julian Assange en el Foro Internacional de la semana pasada fue organizado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN). En él estuvieron presentes Daniela Lepín, comunicadora y asesora de Courage Fundation y ex coordinadora del Tour latinoamericano por la Libertad de Julian Assange 2022; Pablo Llonto abogado y periodista; y Santiago O´Donnell, periodista y escritor.

Entre los cuatro disertantes conversaron acerca de la situación de Assange desde los aspectos judiciales hasta las condiciones en las que se encuentra actualmente detenido. El objetivo de este intercambio fue, por un lado, poner sobre la mesa la cuestión de la libertad de prensa a nivel mundial y por otro, la violación sistemática a los derechos humanos. No solo desde las filtraciones del gobierno estadounidense, sino con respecto a la vida del periodista, que se ve cada día más deteriorada debido al encierro que sufre, según describió Daniela Lepín. Conocer este caso en particular brinda la posibilidad de abordar el devenir del periodismo, sobre todo en Latinoamérica, discutir acerca de las formas de hacer periodismo y de cómo quienes se dedican a esta profesión deben enfrentar las violaciones al derecho a la libertad de expresión, la comunicación y las limitaciones mediáticas para ejercer un periodismo de investigación independiente.

«El periodista se encuentra encerrado en una celda de dos metros por uno y medio, con una luz encendida permanentemente y una cámara filmándolo de manera constante», contó Lepín.

Santiago O’Donnell afirmó que el proceso legal al que se enfrenta Assange en este momento “está lleno de vicios”. Además, recordó que el periodista e investigador recopiló información sobre muchos países, dando a entender que su trabajo no fue una operación periodística contra Estados Unidos puntualmente. Por otro lado, Lepín describió que el periodista se encuentra encerrado en “una celda de dos metros por uno y medio, con una luz encendida permanentemente y una cámara filmándolo de manera constante”.

La intervención que hizo Pablo Llonto, por su parte, fue para abordar las cuestiones en torno a la libertad de prensa y a las leyes de acceso a la información. Además, resaltó que el argumento de Estados Unidos, de que el investigador detenido no es un periodista, es vacía y se utiliza para justificar esta denuncia ilegítima. Mientras tanto, ningún organismo internacional pone en tela de juicio el accionar de dicho país con respecto a los crímenes cometidos en Medio Oriente.

ANCCOM conversó también con Elisabeth Uth, una miembro de la Organización Libertad Assange Argentina, quien recalcó la descripción de Santiago O’Donnell sobre la opacidad y la transparencia. “Las grandes corporaciones son muy opacas, no se sabe lo que hay detrás de ellas. Nosotros somos muy transparentes para esas organizaciones. Toda nuestra vida está expuesta”. Agregó también que “hay que tender a una mayor opacidad para los individuos y una mayor transparencia para las organizaciones”, en sintonía con Daniela Lepín, y recordó que el rol de las grandes empresas hoy es el principal problema, ya que están detrás de los Estados.