Por Melina Pereira
Fotografía: Laura Miconi

La investigadora Natalia Aruguete analiza cómo funcionaron las redes sociales en el clima de violencia política que se instaló en el país.

Inmediatamente después del atentado ocurrido en la noche del 1º de septiembre contra la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, las redes sociales estallaron de publicaciones sobre lo acontecido. En el mismo momento en que los medios televisivos repetían en bucle el video en que un hombre apunta y gatilla en la cabeza de la funcionaria, los comentarios en Twitter no cesaron de aumentar hasta el día de hoy.

Tanto simpatizantes del gobierno como opositores dieron sus puntos de vista además de funcionarios y personalidades públicas quienes se hicieron eco del hecho. Se pudieron leer desde mensajes de apoyo a Cristina Fernández y repudio al atentado, como otros que incitaron al cuestionamiento y la especulación sobre la veracidad del hecho. 

Muchos usuarios hicieron sus propios análisis a partir de las imágenes que circularon por todos los medios y las redes sociales. Se hicieron Trend Topic (TT) los hashtags #CFKsevictimiza y #CFKNOTECREONADA. Por otro lado, palabras como NUNCA MÁS, MAGNICIDIO, Vicepresidenta de la Nación, #DEMOCRACIA continúan en tendencia en esta red social.

Desde actores de la oposición como Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, hasta de partidos de izquierda como Manuela Castañeira, Myriam Bregman y Nicolás del Caño expresaron su repudio y pedido de esclarecimiento del hecho. A ellos se sumaron periodistas y figuras públicas como Eduardo Feinmann y Jonathan Viale que son fuertemente críticos a esta gestión. También los periodistas Julia Mengolini y Fito Mendonca Paz dieron su apoyo a la Vicepresidenta y señalaron el repudio a los discursos de odio. Otros como Diego Iglesias y Juan Amorín publicaron su apoyo y preocupación, a la vez que continúan su labor periodística recopilando información en sus cuentas personales. En contrapartida la publicación de la diputada santafesina Amalia Granata insistió en un discurso de incredulidad y acusación de falsedad sobre lo ocurrido. A ella se sumó la periodista de La Nación Guadalupe Vázquez dejando en claro sus dudas sobre el atentado como tal. Las repercusiones se observaron rápidamente en la cantidad de likes y retweets de todos ellos, además los medios audiovisuales se nutrieron de estas expresiones y las fueron replicando en vivo en los diferentes canales de TV.

Algunos usuarios de Twitter observaron que aún no se han pronunciado públicamente Ricardo López Murphy, Javier Milei y Patricia Bullrich, quien solamente criticó la decisión del presidente Alberto Fernández de decretar feriado de ayer. 

Para comprender un poco más cómo ocurre el uso y circulación de la información en las redes sociales, ANCCOM dialogó con la Investigadora del CONICET Natalia Aruguete, autora de varios trabajos acerca del funcionamiento de las redes sociales, como su libro Fake news, trolls y otros encantos, en coautoría con Ernesto Calvo. Desarrolló el tratamiento de la información y la utilización tanto de los medios de comunicación como de figuras públicas con respecto a la política.

En este sentido le consultamos sobre cuál es la influencia de las declaraciones de figuras públicas en este contexto particular. “Nadie desprecia los pronunciamientos de determinados referentes políticos e influencers mediáticos. Sin embargo, creo que no son los fundadores de la violencia política que se ha ido cimentando en estos años. Son parte de este entramado políticos-social signado por una polarización no sólo política sino profundamente identitaria y afectiva, donde el odio es uno de los sentimientos más activados. En estos escenarios, las derechas a nivel internacional son las más -y más intensamente- activadas”, señaló.

Por su parte diferentes actores, actrices, personalidades públicas y organizaciones de derechos humanos manifestaron también su preocupación sobre la situación ocurrida y el apoyo a la mandataria. Entre ellos Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, el SERJAP, diputados y senadores del Frente de Todxs y otros sectores sociales vinculados al peronismo como la Juventud Peronista, La Cámpora y el Movimiento Evita.

También comenzaron a circular públicamente los datos del agresor y sus redes sociales, lo que llevó a que se comenzara a hablar de esta persona y sus antecedentes. Muchos usuarios en distintas redes sociales lograron identificarlo y comentar situaciones vividas en común con él. Con respecto a la información que estuvo transitando en los medios y las redes sociales la investigadora explicó: “Las redes sociales, en particular, y el ecosistema digital, en general, constituyen un aporte significativo a la escalada de la intolerancia social y los niveles crecientes de odio a todo aquello que no sea como uno. En alguna medida, las redes habilitan las interconexiones entre grupos de ultraderecha (neonazis, supremacistas, libertarios), que, aunque muestren expresiones locales marginales o poco institucionalizadas hasta ahora, mantienen interconexiones internacionales muy extendidas y cada vez más consolidadas”.

Sin embargo, más allá de las discusiones que puedan habitar en las redes, algunos usuarios dejaron lugar para memes, algo ya habitual en Twitter y Facebook. Quienes, sin tomar partido, son replicados y muy cuestionados por quienes consideran que no es un tema menor en lo sucedido. 

Ayer, las declaraciones violentas y las que velan por la democracia se fueron sucediendo y generando pequeños focos de conflicto en diferentes publicaciones. Las redes sociales nos acercan a la información prácticamente en vivo y en directo, sin embargo quienes pueden difundirla y llegar a más personas muchas veces lo hacen de manera irresponsable provocando enfrentamientos virtuales y aumentando la violencia a nivel social. En este sentido, Natalia Aruguete explica sobre el uso de las redes sociales: “Claramente éstas tuvieron una performance muy significativa no solo en el atentado, sino en el nivel de violencia política que vive la Argentina, que se ha incrementado exponencialmente en los últimos años. De todas formas, la polarización política y social en este país, a imagen y semejanza de lo que vemos en el mundo, no es sólo un producto digital”.

Si bien las redes sociales hoy son un lugar de mucha violencia, también existen espacios que permiten la reunión de aquellos que consideran importante defender el sistema democrático. Es por eso que, a raíz de lo ocurrido, ayer se produjo una gran movilización en las calles en repudio al atentado contra la vicepresidenta de la Nación y en defensa de la democracia.