Por Lucía Bernstein Alfonsín
Fotografía: Milagros Gonzalez

Frente a la Embajada de Estados Unidos y convocadas por la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, militantes feministas repudiaron la decisión de la Corte Suprema de ese país de anular el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.

“Vamos a levantar la consigna de las hermanas estadounidenses”, dijo la mujer con el megáfono en la mano y el chaleco verde de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. “¡My body, my choice!”, gritaron todas.  

El viernes 24 de junio, se difundió la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el histórico fallo Roe Vs. Wade. Este garantizaba el aborto legal en ese país hace casi medio siglo. Con conocida capacidad de organización y grandes ansias de encuentro, en tan solo tres días la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Argentina armó un pañuelazo verde frente a la embajada estadounidense para repudiar el fallo de la Corte y acompañar a las “sisters” del norte del continente.

Solo bastó un “¡Vamos a la calle!” para que toda la multitud reunida frente a La Rural cortara avenida Sarmiento. Próximas a marchar hacia la embajada, los colores de las banderas de las agrupaciones se mezclaban con el verde de la barredora, los carteles y los “handkerchiefs” (pañuelos), que ahora también son color y símbolo de la lucha por la legalización a nivel internacional. Se vieron carteles con las frases: “Aborto legal es salud – Abortion is healthcare”; “La misma lucha, el mismo enemigo” y “Keep abortion safe”. Y como siempre, estaban las banderas grandes de “Ni Una Menos”, “MST”, “Actrices Argentinas”, “Las Rojas”, “Isadora”, entre otras.

“¡Qué alegría escuchar los tambores de nuevo!”, dijo una chica a su compañera. “Sí, qué alegría, pero qué tristeza”, le contestó la otra. 

De Latinoamerica al mundo, las típicas canciones de marcha se adaptaron con ingenio para incluir a las compañeras del movimiento feminista a nivel mundial: “Olé olé, olé olá / Aborto libre queremos ya / En todo el mundo que el aborto sea legal” o “¡Aborto legal! ¡A nivel mundial!”. La prohibición del aborto en un país con gran influencia en el derecho internacional sensibilizó a un movimiento local que en los últimos años encontró como eje rector la lucha por la legalización del aborto.

La militancia más mainstream del aborto en Estados Unidos tuvo que ver políticamente en términos del derecho del individuo a su autonomía corporal y en términos legales al derecho a la privacidad. El aborto nunca fue gratuito y tampoco se militó para que así sea. Por lo cual el acceso fue siempre desigual dejando fuera a mujeres pobres que, generalmente, son mujeres negras o marrones. No accesible para las grandes mayorías.

“Ni se nota que estamos enfrente a la embajada”, dice un fotógrafo. Doblando por la calle Colombia las vallas negras, altas y uniformes rodean y cubren la embajada, en un amplio perímetro que no permite acercarse. 

Frente al edificio, las agrupaciones se acomodaron para el pañuelazo. “Nosotras, desde el feminismo, somos internacionalistas, lo que le pasa a las otras, nos pasa a nosotras -dijo Giselle de la Campaña Nacional por el Aborto Seguro, Legal y Gatuito, todavía rodeada de humo verde y gritos de sus compañeras-. Las mujeres y las disidencias somos las que necesitamos acceder al aborto como un derecho humano, al aborto como una cuestión de salud pública y al aborto como una cuestión de justicia social”. 

Esta decisión deja en manos de los Estados la legalidad o ilegalidad del aborto. Advierten un “turismo abortero” para aquellas personas gestantes que tengan que viajar a otro Estado para interrumpir su embarazo.

Tres jóvenes norteamericanas se sacan una foto junto a la barredora verde. Una de ellas, Berenice, dijo: “La noticia del viernes fue devastadora, especialmente al estar lejos de casa”. Alexa no podía creer la capacidad de movilización en Argentina: “Estamos muy contentas y muy agradecidas de que esto esté pasando ahora acá y que podamos sumarnos a levantar nuestras voces. Es diferente en Estados Unidos, salir a las calles es peligroso. En la última manifestación de “Black Lives Matter” (Vidas Negras Importan) a la que fui, había un grupo de hombres armados en los costados de la movilización”. “Es muy desalentador y aterrador salir a manifestarse cuando te rodean personas con armas que te amenazan. Es necesario tener una comunidad grande con la cual manifestarse y hacer escuchar tu voz. Hay fuerza en los números”, agregó Katy, la tercera amiga.

Malena levantó la cabeza, apoyó el aerosol verde en el piso y dijo que “este es un retroceso de 50 años. Es muy importante defenderlo acá, allá y en todos lados”. Debajo suyo, en cada rectángulo blanco de la senda peatonal se leía en letras verdes fluo “my body my choice” y “abort the court”. “Lo primero que hacen en momentos de crisis es quitarnos nuestros derechos”, agregó. “En el mundo de al revés / deciden el cura y el juez”, se escuchaba de fondo. 

Esta nueva interpretación de la Constitución pone en riesgo otros fallos de la Corte Suprema, como el acceso al matrimonio igualitario y la distribución de anticonceptivos, entre otros. 

Celeste Fierro, del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) hizo referencia al motivo de por qué la convocatoria en Argentina ante una normativa estadounidense: “Nos manifestamos hoy porque entendemos la cuestión como trabajadoras y trabajadores. Nosotras no estamos en contra del pueblo norteamericano, de las mujeres norteamericanas, de los trabajadores y trabajadoras norteamericanas. Estamos en contra de un régimen político imperialista que oprime a los distintos pueblos y en este caso va en contra de los derechos de las propias mujeres y disidencias de ese país. Por eso tenemos que levantarnos como sociedad, como mujeres y como trabajadoras”.

A la hora y media, en columnas organizadas, retornaron por avenida Sarmiento para desconcentrar en La Rural y buscar el café más cercano donde sentarse y compartir una charla y una bebida caliente con sus compañeras. En la calle quedaron papeles, pintura, pañuelos, confeti, todos verdes. La espuma de la marea dejó su huella frente a una embajada cubierta y lejana.