Por Gerónimo Kener
Fotografía: Sofía Barrios

Sacachispas nació un 17 de octubre y en los juegos Evita. Después fue presidido por un histórico puntero radical. Ahora se picantea con Macri por redes sociales mientras suma sponsors y asociados.

En Villa Soldati, en la calle Jose Barros Pazos, se enfrentan Brown de Adrogué y el club del barrio, Sacachispas. Pasando por debajo de la autopista Cámpora aparece su cancha y el color lila atraviesa los ojos. Aún falta media hora para que empiece el partido pero los hinchas van llegando en familia, nadie parece venir solo. Se repite una característica en cada una de ellas y es el equipo de mate. Del lado de la popular la gente empieza a tocar los bombos pero no se apuran para ingresar.  Mientras los jugadores hacen el calentamiento, se ubican las banderas en los alambrados. Detrás de un arco se observa una bandera del Indio Solari con los colores del Lila y la frase “Nos merecemos bellos milagros”. En el alambrado de la popular hay otro trapo con la cara de la Mona Jimenez y la frase “Locura que nos quita la razón”. En Sacachispas hay lugar para todos. 

Existe un trapo aún más importante que los nombrados, emparentado al partido justicialista. Este club humilde del ascenso argentino está acostumbrado a hazañas deportivas desde su fundación, allá por el 17 de Octubre de 1948. Ese año, aparecieron los primeros juegos Evita, en los cuales Aldo Vazquez juntó a unos chicos de Pompeya para jugar. El nombre que decidió ponerle al equipo gracias a las historias de Borocotó, periodista de El Gráfico, fue nada más y nada menos que Sacachispas. Borocotó escribía en la revista futbolera una columna llamada «Apiladas». Allí, inventó una historia ficcional de unos chicos en su Uruguay natal, que fundaron un cuadro de fútbol con el nombre que luego tomó Vazquez. Estos pequeños relatos fueron llevados al cine en 1948, en la película Pelota de Trapo. 

El conjunto ganó varios partidos consecutivamente y en un encuentro que se jugó en el estadio de River, asistieron Peron y Evita. El expresidente argentino entabló una charla con los jugadores que terminó con el General cediendo unos terrenos, la futura cancha del Lila. En 1952, el estadio se trasladó a cuatro cuadras, donde está actualmente. En 1954, Sacachispas Fútbol Club se afilió a la AFA y salió campeón de su divisional, un éxito que ningún club a tan poco tiempo de ingresar al fútbol argentino logró. 

El Lila y el Tricolor entran al campo de juego. La gente empieza a entonar “vamos Lila vamos». Los chicos con remeras, camperas y pantalones del club se apoyan en la baranda, ríen y alientan. Todos parecen conocerse entre sí. El mate y el saludo al de al lado son cuenta corriente en los 90 minutos. Un señor llega a la platea con las manos alzadas yendo de lado a lado y pidiendo el aliento de la gente. El vendedor de garrapiñadas ingresa comenzado el partido. Quienes quieran comprarle deben bajar al primer escalón de la platea porque él no puede subir.  

Mientras tanto, en una de las cabinas se encuentra Omar Próspero, relator partidario por FM Villa Soldati, primer cronista y referente para los nuevos medios del club. A propósito de transmitir a Sacachispas, Próspero afirma: Cuando tenga nietos les voy a decir que pude hacer la primera transmisión de la radio. Estuve en el ascenso en la cancha de Colegiales, el debut de la Primera Nacional y fui el primer relator del clásico con Riestra”. Sobre la radio sostiene: “Tenemos la suerte que cuando se creó, quisieron tener prominencia en el barrio y utilizaron al club en la parte deportiva”. 

Tan solo a los ocho minutos del primer tiempo, tras un córner y un forcejeo en el área, Gonzalo Errecalde pone en ventaja al local para el delirio de todos los presentes. Padres e hijos se abrazan eufóricamente. Desde que comenzó el torneo no están obteniendo buenos resultados y se encuentran al borde del descenso pero el campeonato es más que largo. La alegría duró poco y nada porque a los once minutos el equipo de Pablo Vico logra el empate.  

El señor que antes pedía aliento ahora se queja, suelta indicaciones a los jugadores y va de lado a lado, como cuando Marcelo Bielsa dirige a sus equipos y no puede frenar la caminata. La pelota vuela por el aire, la hinchada grita y por si hiciera falta más ruido llegan bocinazos de los camiones en la autopista. Se dejan ver algunos colectivos y el premetro que une el sur de Capital con el centro va camino hacia Villa Lugano.

A la impronta peronista que tiene el barrio y el club se le agregó el ala radical cuando Beto Larrosa se convirtió en Presidente y se involucró políticamente por más de tres décadas. De hecho, el estadio lleva su nombre y tiene un pequeño mural en el ingreso a la platea. En la década del 90 ayudó a terminar de oficializar la propiedad de los terrenos donde se ubica la cancha. Larrosa tuvo una larga vida como dirigente además de su historia con Sacachispas, ya que fue concejal y puntero de la UCR. Su hijo Roberto preside actualmente el club. 

La relación con la política del país tuvo sus momentos álgidos estos últimos años. En 2012, Guillermo Moreno unió al equipo del Mercado Central con Sacachispas, para mezclar ambos planteles y en teoría aportar dinero extra. En ese momento militaba en la Primera C y pasó a llamarse Sacachispas Mercado Central.  El convenio no perduró en el tiempo y actualmente tiene atado judicialmente al ex funcionario de gobierno. 

Siempre fueron ninguneados por distintos sectores. En 2020, en el canal A24, lo comparó en forma despectiva con Martin Guzman, el ministro de Economía, por su labor en ese momento. El conjunto de Soldati le envió una carta felicitándolo e invitándolo a usar la camiseta del Lila. Guzman respondió que estaba ansioso de usarla y mostró su apoyo a los clubes de barrio. 

El último momento político tuvo lugar este año, cuando Mauricio Macri a través de Instagram afirmó: “Esta Argentina es como si Sacachispas quisiera decirle a la FIFA como organizar un Mundial». Del otro lado le contestaron por redes sociales: “Mauri, con la plata que patinaste del Fondo, hubiéramos hecho el Mundial en Soldati y de noche». A propósito de este cruce, Aldana Larrosa, parte del equipo de prensa, aclara: “No nos identificamos con ningún partido político y siempre tratamos de dar un mensaje descontracturado. En el caso de Mauricio Macri, lo vimos necesario salir a responder porque él directamente nos menciona y hace alusión al club”. 

El crecimiento exponencial de su popularidad en redes fue a la par del éxito futbolístico. Aquella tarde de mayo del 2017, el elenco de Soldati derrotó a Arsenal de Sarandí por la Copa Argentina. El encuentro tomó repercusión no solo porque un equipo de la C derrotó a uno de la máxima categoría, sino porque el plantel salió al campo de juego disfrazado de superhéroes. Llevó la ficción a la realidad tras el triunfo por penales. Larrosa agrega: “Mucha gente nos conoció a través de las redes sociales, tuvimos más solicitudes para asociarse al club, venta de camisetas y atrajimos a sponsors. Como por ejemplo Quilmes, que es una marca que no acostumbra a ser sponsor de muchos clubes. De hecho solo tiene a Quilmes por un contrato que tienen de por vida y nosotros. Nos ayudó bastante a nivel económico”.

Comienza el segundo tiempo. En la platea el frío es intenso pero enfrente la popular es invadida por el rayo del sol, que perjudica al arquero Atamañuk. Una floja salida culmina en el segundo gol del visitante. “Si te da el sol ponete una gorra”, dice un hincha enojado. El aliento se acrecienta y lo único que falta para el empate es un poco de puntería. 

En los últimos minutos un jugador de Brown cae al piso. Se arma un tumulto cuando el médico entra al campo a atenderlo y también cae, fingiendo un golpe de un jugador de Sacachispas. Entra la policía. La platea enloquece pero el conflicto se esfuma rápidamente cuando todos se levantan y el médico vuelve a su lugar, con una sonrisa bilardista ante los insultos que llegan desde arriba. El árbitro da por terminado el partido y es derrota para el Lila. Poco importa esto para la gente que sigue alentando y ya piensa en revertir la racha el próximo partido. Algunos empiezan a despedirse con un abrazo en la platea. 

A la salida están los hinchas de la popular, algunos con el bombo todavía amarrado a la espalda pero con una sonrisa. Otros se juntan a tomar algo en el kiosco de la otra cuadra. Guillermo Schedan, del medio LocosxSaca, sostiene que la relación de Soldati con Sacachispas es fundamental para entender la pasión de la gente. A este pensamiento suma: “Los clubes de ascenso se añaden mejor a lo que sería una analogía con la vida. La lucha y el fracaso constante sirven para después disfrutar los pequeños logros. Son como los pasos que uno va dando en la vida”.

Muchos hinchas creen que el momento que cambió para siempre su historia, fue el segundo ascenso en la historia a la Primera C. Ese día Sacachispas derrotó a Fénix en una finalísima en cancha de Almagro, que incluso fue televisada. A partir de allí se mantuvo algunos años en la categoría. Luego llegó el ascenso a la B Metropolitana, el triunfo sobre Arsenal y ahora el histórico ascenso a la segunda división. El club está pasando su mejor momento futbolístico e institucional, como la incorporación del fútbol femenino que milita en la C. Seguramente empezará a recorrer un camino de hazañas como el fútbol masuculino lo hizo. 

Todos esperan que la estadía en la Primera Nacional sea solo el comienzo. Tanto Aldo Vazquez como Beto Larrosa no pudieron presenciar algunos de los últimos hitos futbolísticos pero el hincha no olvida sus figuras. Se mantienen presentes como símbolos de perseverancia y arraigo a un club en constante crecimiento.