Por Wendy González
Fotografía: Gentileza Cuenta Gotas

Contar y Canal Encuentro estrenaron “Cuenta Gotas”, una tira documental dedicada a promover la donación de sangre. La idea del Instituto de Hemoterapia bonaerense y Liquidambar Estudio es valorar la solidaridad y jerarquizar un gesto que puede salvar vidas.

 

La plataforma argentina Contar y Canal Encuentro estrenaron la serie documental “Cuenta Gotas”, la primera de su tipo que relata en primera persona las distintas tramas que se entrelazan alrededor de la hemodonación y la hemoterapia, en un proceso vital para que muchos puedan continuar viviendo. La producción y creación estuvo a cargo del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires “Dra. Nora Etchenique” y Liquidambar Estudio.

 “Cuenta Gotas” retrata en el transcurso de seis capítulos la importancia de involucrarse y donar sangre: aquel elemento tan esencial para la salud que no se puede fabricar, ni comprar ni vender, y que basta con donar una vez para que tres personas puedan salvar sus vidas.

 Uno de los productores e impulsor de la idea original de la serie, Patricio Enciso Riveros, es también coordinador del área de comunicación del Instituto de Hemoterapia de la Provincia y presidente de la cooperativa que lanzó Liquidambar Estudio. “La necesidad surge del Instituto de Hemoterapia ya que hace mucho tiempo hace falta un material de difusión que dé este mensaje y un material educativo para concientizar y mover donación de sangre. Por eso, ´Cuenta Gotas´ está producido con relatos en primera persona, que le terminan de poner rostro a la necesidad de transfusión de hemocomponentes a la hora de afrontar una enfermedad -describe Enciso Riveros-, le pone rostro a los profesionales que trabajan a diario en los laboratorios para que haya sangre cada vez que un paciente lo necesita, a gente que dedicó toda su vida a que hubiera sangre segura en una determinada región. Y le pone rostro, también, a las personas que están dispuestas a donar sangre o hemocomponentes a diario sin la necesidad de tener un familiar enfermo, que eso es lo que hace posible que haya sangre para cada tratamiento”.

Enciso Riveros cuenta que la idea surgió cuando en el peor pico de la pandemia no había tratamiento y la única posibilidad que asomaba era la donación de plasma de aquellos que ya se habían contagiado y curado de coronavirus. La campaña salió del Instituto de Hemoterapia de la Provincia en conjunto con otras áreas del Ministerio de Salud bonaerense. En ese momento, el especialista le propuso a la directora del Instituto, Nora Etchenique, hacer la serie y proponérsela a Canal Encuentro registrando esta experiencia.

 Para Enciso Riveros, era la primera vez que el Instituto de Hemoterapia y la donación de sangre y plasma estaban ahí, en el primer plano, como fue la primera vez con la pandemia que el Ministerio de Salud estuvo en el primer plano de la política y la discusión pública. “Surgió eso y presentamos la idea -recuerda-. A Canal Encuentro le gustó, la verdad que no conocíamos a nadie, fuimos consiguiendo teléfonos y golpeando puertas y la gente nos iba aceptando las ideas. Era increíble porque para llegar a esos lugares, en general, necesitás antecedentes.”

 Pero el 7 de agosto de 2020 Etchenique falleció en un siniestro vial, mientras se dirigía al Instituto. “Toda la idea se congeló, ella era mi madre”, dice Enciso Riveros cambiando el ritmo de su voz. Pero al tiempo surgió un nuevo impulso: “Nos animamos y vinieron las vacunas, el tratamiento con plasma pasó a un segundo plano, aunque se siguió pidiendo en algunos hospitales. Nos animamos a retomar la conversación y a proponerle a Canal Encuentro reconfigurar la idea. En vez de que sean seis capítulos sobre toda la experiencia del plasma, que sea un capítulo sobre plasma y que todos los demás fueran historias de vida de pacientes, donantes voluntarios y gente que trabaja a diario en los laboratorios. Y también les gustó la idea y avanzamos”.

 Después llegó el problema del financiamiento. “La idea fue escrita desde 2020 y el financiamiento, finalmente, lo conseguimos a mediados de 2021. Ahí empezamos a guionar y terminamos de grabar en diciembre de 2021. Después, todo el proceso de edición y coproducción que fue también entre enero y marzo de 2022.”

La Organización Panamericana de Salud plantea que si el 2% de la población donara sangre dos veces por año de manera voluntaria, no haría falta pedir sangre nunca. La sangre estaría ahí esperando por cada paciente que lo necesite. “En EEUU te pagan por donar sangre, en Latinoamérica los estudios epidemiológicos dan que la mejor manera de donar sangre es de manera comprometida, habitual y voluntaria -compara Enciso Riveros-. O sea, el que va y dona sin motivos sabe que está colaborando con los otros y con la salud pública, y sabe los cuidados que tiene que tener porque su sangre va a ir a alguien que está recuperando su salud. La mejor sangre en términos epidemiológicos es esa, la que provee donantes voluntarios comprometidos. Pero lo que pasa es que esos son valores humanos que no son la regla común, no son hegemónicos, siempre está la pregunta de si para que haya donantes voluntarios comprometidos habituales tenemos que empujar e invertir o primero tiene que cambiar el sistema de valores completos de la sociedad en su conjunto”.

 Menuda pregunta. Después, Enciso Riveros responde a la consulta sobre el futuro de la serie. ¿Habrá segunda temporada? “Quedaron un montón de historias y temas afuera como la donación de médula ósea que está siempre muy relacionada a la donación de sangre y siempre es una pregunta que nos hacen. La gente se acerca muy interesada por eso y no lo pudimos incluir. Lo mismo con un montón de historias, de casos y de profesionales que trabajan en la hemodonación que quedaron afuera de la serie y que hay que buscar la forma de contarlos. Me parece que si logramos que la gente vea esto, lo que se termina entendiendo es que hace falta. Si llegamos a hacer una segunda producción y logramos ampliar ese abanico con todos los temas relacionados a la donación de sangre y profesionales en la hemodonación que quedaron fuera se va a entender mucho más, así que ojalá que sí. Yo creo que hicimos algo que hacía mucha falta y casi un imposible para el lugar en donde estamos, una epopeya.”

Gota a gota

Capítulo 1: Recibir una transfusión – Una inyección de vida. Ludmila relata su historia surgida a partir de un diagnóstico inesperado, gracias a la transfusión de sangre tanto ella como muchos pudieron restablecer su salud. Desde su experiencia hoy ayuda a quienes pasan por su misma situación donde fue necesario conseguir hasta 40 donantes por día.

Capítulo 2: Promover la donación voluntaria de sangre – Una historia por la salud de los otros. Cecilia sufre su peor pérdida, pero antes, en cada transfusión de su hijo pudo ver que estas eran una inyección de vida. Así, encuentra en la hemoterapia un medio para canalizar su dolor promoviendo la importancia de donar sangre habitualmente y de esta forma mantener el stock para cubrir los requerimientos de hemocomponentes y hemoderivados y quitarles a los pacientes la necesidad de conseguir donantes en los momentos de emergencia. Una de las formas de hacerlo es a través de colectas externas de sangre, que implica convocar a la solidaridad de espacios como clubes, junto con un servicio de hemoterapia local quien garantiza que se respeten los procedimientos de calidad y seguridad propios de la donación de sangre.

Capítulo 3: La experiencia del plasma covid – Una bocanada de aire. Cuando la pandemia azota al mundo y urgen medidas para frenarla, la hemoterapia pasa a un primer plano con un tratamiento esperanzador: el uso de plasma convaleciente como terapia de inmunización pasiva, obtenido mediante un sistema de donación llamado aféresis en el cuál el paciente recibe anticuerpos de quien se haya recuperado del virus.

Capítulo 4: Los técnicos y técnicas en hemoterapia – Difundir compromiso, extraer amor, transfundir vida. A raíz de la búsqueda de su padre biológico, Carolina encuentra su profesión como técnica en hemoterapia. Este trabajo es sinónimo de compromiso y responsabilidad ya que no puede tener margen de error. El circuito de donación de sangre es seguro y cuida tanto al donante como al paciente. Cuenta con instancias de admisión del donante, entrevistas médicas y si existen o no contraindicaciones para donar. Se toman los signos clínicos y si se cumplen los requisitos, llega el momento de donar. Se toman las muestras y durante la extracción se procura comodidad y mantener informado durante todo el proceso al donante. Finalmente la sangre extraída es estudiada.

Capítulo 5: Médicos y médicas en hemoterapia – Profesionales de la solidaridad. Analía se dedicó a abastecer de sangre segura y donantes a toda una región rural de la Provincia de Buenos Aires, cuando allí no existían los servicios de hemoterapia ni técnicos de hemoterapia. Al sentir que todos merecen tener sangre segura y el deseo de que se multipliquen los donantes habituales informados, en el 98 juntó una camada de técnicos logrando que cada hospital consiga tener su servicio de hemoterapia independiente y de a poco transformar a todas las comunidades donde cada uno se sienta responsable por la salud de los que tienen alrededor. La sangre es clave para muchos tratamientos. No se puede fabricar, solo ser obtenida de personas que quieran donarla. Todos los días y en cada lugar, alguien la necesita.

Capítulo 6: La donación de sangre – Salud para compartir. José es ejemplo de donante voluntario habitual, ya donó más de 170 veces durante 45 años. La hemoterapia es una especialidad clave en el sistema de salud. Sin una transfusión de sangre oportuna, podrían fracasar los esfuerzos y tratamientos médicos más complejos. El sistema de la hemoterapia busca la seguridad transfusional y la autosuficiencia, universalidad, equidad, eficiencia y calidad, son sus principios rectores.