Por María Clara Olmos

El Primer Festival de Ópera Villera se inauguró este sábado y se extenderá hasta el 28 de noviembre con participantes de los Barrios Ricciardelli, Zavaleta y Fátima.

Con fuerte protagonismo de las juventudes y lo popular, se lleva adelante el Primer Festival de Ópera Villera, una iniciativa que busca demostrar que la ópera “no pertenece a una élite” con la presentación de tres micro-óperas íntegramente compuestas por estudiantes de los barrios populares porteños Ricciardelli, Fátima y Zavaleta, bajo la coordinación de la Asociación Civil Centro Artístico Solidario Argentino (CASA).

Si bien a lo largo de su historia la ópera fue apropiada, de una u otra manera, por los sectores populares de cada región, aún persiste en el imaginario común la idea de que este género musical es un arte reservado para miembros de élite que disponen de ciertos conocimientos académicos exclusivos.

En ese escenario, el Festival de Ópera Villera, que inició el sábado 20 de noviembre y se extenderá hasta el próximo domingo 28, es una muestra del potencial creativo y artístico de los barrios populares del país y todo lo que pueden aportar a este género musical que, al igual que todos los demás, debiera ser accesible para cualquier persona que desee aprender.

Mailén Ubiedo Myskow, coordinadora del festival, aseguró que lo que buscan es “pensar la ópera desde el barrio y a su vez pensar al barrio no como espectador sino como hacedor, que tiene algo para decir y que puede crear nuevos contenidos culturales”.

De allí el nombre del evento, en el que el adjetivo “villero” es reivindicado y utilizado para hablar “de la identidad” de los territorios y como una forma de mostrar que “la ópera no pertenece sólo a un grupo élite, sino que es un género que podemos apropiar, aggiornar y disfrutar”.

El evento se realizará en los barrios Padre Ricciardelli (Bajo Flores), Fátima (Villa Soldati) y 21-24, Zavaleta (Barracas) con estudiantes de entre 13 y 19 años de la Asociación Civil CASA, que desde hace una década brinda clases de música y otras artes en estos barrios, con el objetivo de “acercar la posibilidad cultural de la enseñanza artística de forma gratuita a niños y adolescentes, sin que haya una traba económica de por medio”.

La idea de componer una ópera con los estudiantes del CASA surgió de los mismos docentes, muchos de los cuales se dedican a este género musical y son miembros de la compañía independiente Contemporánea Lírica, que co-produjo este evento.

Las óperas buscan interpelar con temáticas sociales actuales elegidas por los jóvenes, como la conquista de los derechos de las mujeres, la trata, el grooming y el uso contaminante del plástico.

Durante el festival, se presentarán tres micro-óperas compuestas por alumnos, que invitan al público “a un breve pero intenso viaje en el tiempo: el pasado, nuestro presente y un futuro incierto” y que buscan interpelar con temáticas sociales actuales elegidas por los jóvenes, como son la conquista de los derechos de las mujeres, la trata, el grooming y el uso contaminante del plástico.

Las obras tienen una duración aproximada de 20 minutos y se podrán ver en el auditorio de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) el martes 23 a partir de las 20:30 horas, con entrada libre y gratuita.

Respecto de las óperas que se presentarán, la profesora destacó que éstas fueron “íntegramente creadas por los estudiantes” en talleres que realizaron este año, en los que se abordaron cada una de las disciplinas que componen una ópera -dramaturgia, actuación, composición, vestimenta y caracterización, entre otras-, para luego fusionarlas en un gran taller de ensamble. Este desarrollo contó a su vez con el apoyo de la reconocida organización Juventus Lyrica.

Además, la asociación presente en los barrios se encargó -al igual que durante estos 10 años de clases- de gestionar el acceso a los instrumentos y otros insumos necesarios para garantizar una participación equitativa e inclusiva.

“Es una experiencia completamente alucinante y una oportunidad para todos los chicos de los barrios que a lo mejor no tienen mucha conexión con la música lírica y clásica”, expresó Geraldine Lara, una de las compositoras de las obras que se estrenarán durante el festival.

Lara tiene 19 años y hace ocho que participa de las clases de música del CASA en el Barrio Ricciardelli. Aunque nunca se imaginó componer una micro-ópera, la joven artista aseguró que, motivada por su profesora Mailén, sueña con dedicarse al arte y “llegar algún día al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón”.

“Este festival nos da una oportunidad para demostrar que se puede hacer ópera desde los barrios, que no es un género de una clase social, sino que es universal y todos podemos disfrutar de ella”, expresó en las vísperas del ansiado estreno.

 

Por su parte, Shirley López y Mariel Reyna, quienes participaron del taller de dramaturgia durante el proceso de trabajo previo al festival, consideraron al evento como una “gran oportunidad para ver el talento de los chicos”.

“Las óperas siempre me parecieron muy interesantes y la forma con la que intentan transmitir sus emociones me parece fascinante”, contó López, para quien ser parte de una ópera “siempre fue un sueño”, aunque “no lo veía posible hasta ahora”.

En este sentido, la joven destacó la importancia de que “no se niegue la oportunidad de participar en las óperas o de ir a verlas ya que es algo mágico y que te enamora al instante”.

Al igual que Lara y López, Mariel Reyna también desea tener un futuro ligado a lo artístico a partir de su participación en las clases de música y en la ópera, que aseguró la ayudó a animarse a “hacer cosas que antes no podría haber hecho”: “Antes de entrar al taller tenía miedo de hacer las cosas mal y que los demás me dijeran algo pero aprendí que si me equivoco no pasa nada porque estoy ahí para aprender”, aseguró la joven acerca de las clases de música del CASA, cuyos docentes también se encargan de acompañar diversos aspectos de la vida y de la trayectoria de los jóvenes, considerando las problemáticas socioeconómicas que los puedan atravesar.

En el cronograma del festival están programados también conversatorios a cargo de la Universidad Nacional del Arte (UNA) y la agrupación de Cantantes Líricos Autoconvocados de la República Argentina (CLARA); clases magistrales abiertas de referentes de la música nacional y actividades de formación de audiencia para niños de primaria.

Además, los alumnos del CASA, de la Escuela de Música Caacupé y de la UNA se reunirán en “Relatos lírico-populares”, una propuesta que ensambla la ópera y la música popular. También hará su presentación la Ópera Queer, un dúo lírico diverso, en el marco de la Educación Sexual Integral.

El festival concluirá “a toda máquina” con una gran gala lírica de cierre, dando fin a una semana “de mucha oferta cultural”, en la que se pretende visibilizar que “la ópera puede ser para todos” si se trabaja para garantizar el acceso al arte y fomentar el gran potencial artístico de las juventudes en los barrios, que mucho tienen por transmitir a través de este género musical.