Por Agustina Pasaragua
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NewNewThe Control My Life» es una aplicación móvil presentada a finales del 2020 y es hoy la novedad en aplicaciones para influencers junto con Tik Tok. Se trata de una plataforma mundial con sede en Los Angeles, paga y solo disponible para dispositivos de Apple. Tal como explica su cofundadora y directora ejecutiva, Courtne Smith, NewNew tiene como antecedente otra app lanzada en 2018 denominada Surprize. En ese momento ella trabajaba en el staff del rapero Drake y en esa aplicación se regalaban artículos de lujo a los usuarios, desde cosméticos Kardashian, billeteras Gucci o entradas para un concierto del músico. En este caso, los usuarios jugaban una trivia de un minuto y ganaba quien contestara en menor tiempo. También la comunidad elegía a través de votaciones qué productos regalar. Hasta ese momento, la app se sustentaba con publicidad, recibía productos de marcas lujosas y generaba interés en diversos públicos. Tras estas experiencias, Smith decidió reconfigurar el objetivo de la app, diseñándola como un medio de conexión entre famosos y fans, generando así vínculos más estrechos y sobre todo, monetizándolos.

Una de las patrocinadoras de la app es la estadounidense Andreessen Horowitz, líder en las inversiones relacionadas a aplicaciones móviles. Entre los inversores también está el empresario y cofundador de PayPal, Peter Thiel, y el reconocido actor Will Smith (quien no tiene ningún parentesco con Courtne).

Pero no todo quedó allí, ya que en 2020 la aplicación recibió el respaldo de Snapchat, que incluyó a la nueva app en su programa Yellow Collabs. NewNew se encuentra en su etapa “beta” y se describe a sí misma como “un mercado de valores humano donde comprás acciones en la vida de personas reales, para controlar sus decisiones y ver el resultado”.

Pero ¿en qué consiste la aplicación? Está principalmente dirigida a lo que se llama creadores que pueden ser escritores, pintores, músicos, diseñadores de moda, influencers o cualquier persona que tenga una base de seguidores en plataformas como Twitch, Instagram, Youtube o TikTok. Está diseñada como un medio para que se conecten más estrechamente los ídolos con sus fans. Para esto, sus fanáticos pagan por votar decisiones cotidianas de sus “creadores” como por ejemplo la vestimenta que llevará ese día. Al seguidor se le presentan dos opciones y él elegirá la que considere; además puede pagar las veces que quiera (independientemente del resultado) para poder votar. También pueden pedir tareas o favores personales a los creadores: por ejemplo, en el caso de un escritor, un fanático pudo solicitarle que un personaje de la obra lleve su nombre. Sin embargo, para estas peticiones, los seguidores deben pagar un monto extra que va desde los $20 dólares.

Mientras que otras aplicaciones como Wishbone o Slingshot permiten a los usuarios comparar dos cosas y votar por su favorito gratuitamente, NewNew posibilita votar sobre aspectos del trabajo y la vida personal de una persona pagando por ello. De hecho, hay otras aplicaciones y servicios como PearPop, donde famosos como SnoopDog hacen un comentario en un vídeo por 250 dólares

Para muchos especialistas, la app de alguna manera busca controlar múltiples aspectos de la vida de otras personas como artistas, que pasan así a ser unas “marionetas” de la audiencia. Pero… ¿qué pasa cuando estas formas de interactuar influyen en el comportamiento de los sujetos? ¿Qué sucede cuando la tecnología y la era virtual transforman la subjetividad de los sujetos y sus interacciones en mercancías?

Para responder estas preguntas y analizar la aplicación desde una perspectiva psicoanalítica, ANCCOM diálogo con Diana Sahovaler de Litvinoff, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, docente y autora del libro El sujeto escondido en la realidad virtual, la psicoanalista expresó: “En principio y desde el lado del fan se trata de un vínculo imaginario con el artista que apela a dejar una huella, una marca en el otro que nos interesa. Esta relación implica una fantasía porque se considera que la participación del fan interfiere en algún aspecto en la vida del artista. Además, lo hace partícipe en la emisión de sus mensajes”. Por el lado del creador, la docente expresó: “El ídolo no solo le pregunta a su público qué quiere que haga sino también a la gran web. En este vínculo, el fan quiere unirse al ídolo, pero el artista principalmente busca ser querido”. Tal como afirma la profesional esto se vincula con el fenómeno universal de querer gustarle a otro. Sin embargo, no todo se explica por lo afectivo sino que además esa relación está monetizada, es decir, el seguidor paga y el ídolo recibe un rédito económico. En este sentido, la autora menciona: “Esta aplicación apela a un público humano que va más allá de la tecnología, nosotros elegimos todo el tiempo sobre cuestiones cotidianas: qué hacer cuando nos levantamos, que comemos o cómo nos vestimos y lo hacemos sin darnos cuenta. Lo que revela esta app es la gran dependencia de los otros y la necesidad de satisfacerse para ser considerado”.

En cuanto a los tipos de vínculos que se generan, la docente expresa que no hay uno en específico sino muchos: “Se puede poner acento en el control, donde hay uno que obedece y otro que hace, es decir: existe un placer al ver que la otra persona obedece, lo cual complace. Puede ser una relación amante/amado, donde el amado es el ídolo, dejándose querer mientras que el otro, el amante quiere. Incluso como el de madre/hijo donde uno le ordena a otro lo que más le conviene o le hace bien”.

Respecto al impacto de este tipo de aplicaciones, es necesario destacar la voluntad de ambas partes a la hora de participar de estas encuestas. La especialista en este caso afirma que la aplicación no repercute en una patología o angustia directa sino que básicamente “desarrolla una fantasía”. En conclusión,  podemos decir que estos cambios de comportamiento junto con el avance tecnológico, lograron transformar la relación entre ídolos y fanáticos mediada por plataformas y aplicaciones. En pocos minutos la información fluye por las redes de los artistas y es fácil reunir a fans de todo el mundo en estos espacios virtuales. Al parecer, hoy ya no representa una odisea atravesar circuitos de seguridad para conversar o acercarte a tu ídolo sino que solo se necesita descargar una aplicación.