Por Juana Dellatorre
Fotografía: Guido Ieraci

La pandemia acentuó la crisis que sufre el sector audiovisual. La falta de inversión privada y la intervención del estado que no alcanza, deja la exhibición cinematográfica en manos de unos pocos.

Tras las medidas de urgencia anunciadas por el presidente Alberto Fernández el jueves 16 de abril por el pico de casos de coronavirus, los cines se pusieron otra vez en pausa por dos semanas. El 26 de febrero se había publicado en el Boletín Oficial la reapertura de las salas y su protocolo correspondiente, luego de permanecer cerrados por un año.

Una tensión constante entre los nuevos sistemas de streaming y la industria de exhibición se pone de manifiesto más que nunca en el contexto de crisis sanitaria. No obstante, ninguna forma parece reemplazar a la otra. Según lo publicado en Cines Argentinos, 399.434 espectadores asistieron a las salas de Argentina el último fin de semana de marzo. Aún así, dos cines de la Capital Federal decidieron no abrir sus puertas.

El Arte Multiplex, ubicado sobre la Avenida Cabildo al 2800 en Belgrano, no retomó su actividad el último mes como si lo hicieron otros pertenecientes a su misma cadena. La familia Feldman es dueña de estos cinco complejos que agrupaban 34 salas en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires. El Arte Multiplex es uno de los grandes patrimonios culturales del barrio. Tiene una capacidad de 700 butacas y cinco salas. A diferencia de los otros cines de la misma empresa, su cartelera escapaba de la homogeneidad del cine comercial. El miércoles 15 de abril, la empresa anunció el cierre definitivo de esta sala a través de la cuenta de Twitter.

“Hace un año y dos meses que el cine está cerrado. Viene soportando los costos fijos sin ningún tipo de ingresos durante todo este tiempo y la situación se fue tornando cada mes un poquito más difícil”, explicó Gabriel Feldman, dueño de la cadena Multiplex y del cine Arte Multiplex. En este sentido, Feldman advierte que la particularidad del Arte Multiplex es su cartelera de cine de autor que convoca a un público mayoritariamente adulto. Este público, considerado de riesgo en la pandemia, es el que en consecuencia se cuida más y por ende, no regresará al cine pronto. “Es un cine que se le va a complicar tener la convocatoria necesaria para recuperar sus costos fijos. Sí o sí vendrían tiempos difíciles”, agregó Feldman.

Cruzando la Avenida Cabildo, el cine General Paz también mantiene su fachada con los posters de los estrenos de febrero del 2020 y sus puertas bajo llave. Una cartelera ya abandonada. Un edificio construido en 1940 de color beige y casi sin ventanas, toma la esquina de Pedro Rivera. El viernes 26 de marzo, un periódico zonal difundió la noticia de su cierre.

Los vecinos de Belgrano se movilizaron por el deseo imperioso de mantener la cultura de pie en las calles de su barrio. Iniciaron un petitorio de Change.Org para mantener el cine abierto y crearon una página de Instagram llamada @SalvemoselCineGeneralPaz para hacer pública su propuesta. “Hay un tema económico de no inversión de la empresa en los últimos 10 años y que se complicó aún más con la pandemia”, explicó Pablo Iglesias, impulsor de la organización de vecinos autoconvocados. Los 35 integrantes difundieron una carta abierta al mundo audiovisual y buscan el estado parlamentario de su causa en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. “Como mínimo, quisiéramos que se respete el edificio y que no termine en otro emprendimiento inmobiliario más, pensamos en un espacio cultural”, agregó Iglesias.

El protocolo dispuesto por el Ministerio de Cultura de la Nación para retomar la actividad cinematográfica señalaba como puntos principales: el uso obligatorio de tapabocas, el control de la temperatura al ingresar, higiene y sanitización del ambiente, distancia de 1,5 m entre cada burbuja de butacas y una ocupación del 50% con una ventilación a base de extractores que no permita la recirculación de aire.

Fue el Ministerio de Cultura de la Ciudad quien puso como condición necesaria para la reapertura, un 30% del aforo y que la sala cuente con renovaciones de 40 m3/h de aire por persona. Un procedimiento de circulación que solo es posible con tecnologías nuevas de muy alto costo.

Ariel Direse, Director Nacional de Innovación Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación declaró en entrevista con ANCCOM: “El cine fue declarado sector crítico en pandemia y se le dio ATP y postergación de cargas patronales, logramos que entren en los dos beneficios, además sacamos los créditos para las MiPymes culturales. No hubo ni una sola empresa que no haya accedido a esos créditos”. Esta medida fue impulsada en conjunto por el Ministerio de Desarrollo Productivo y el Ministerio de Cultura de la Nación.

A pesar de todas las ayudas, el sector viene golpeado hace años y la pandemia lo dejó a los gritos de una declaración de emergencia cultural. Gabriel Feldman, dueño del Arte Multiplex, agrega “Hubo ayudas para el sector, pero son compromisos que en algún momento vamos a tener que responder y no alcanza para mantener semejantes estructuras sin funcionar”. El panorama de los cines de Belgrano deja en evidencia la facilidad de las grandes cadenas cinematográficas internacionales para subsistir a la crisis y el aprieto de las pequeñas y medianas empresas. Con el adiós a estos cines, quedan encendidas en Belgrano 10 pantallas pertenecientes a una cadena internacional y 8 pantallas del Múltiplex. Buenos Aires, aquella urbe cultural del siglo XX, se despide de 11 salas de exhibición cinematográfica.