Por Agustina Pasaragua
Fotografía: Prensa

En conmemoración por el 39° aniversario del suceso de Malvinas, se proyecta Nosotras también estuvimos, un documental dirigido por Federico Strifezzo que narra las historias de tres de las catorce enfermeras que atendieron heridos durante la guerra en un hospital móvil en Comodoro Rivadavia.

La llegada de la pandemia y las consecuentes medidas sanitarias obligaron a posponer la presentación del documental para el 2021. Tras un año de incertidumbre y con una industria cinematográfica inquietante, este 1º de abril a las 20 se estrenó el film en la plataforma Cine.ar y este viernes, a las 22, se podrá ver en la pantalla de Canal Encuentro.

Nosotras también estuvimos relata los recuerdos dolorosos y las vivencias que marcaron para siempre la vida a un grupo de enfermeras de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) en la Guerra de Malvinas. Después de 37 años, Alicia Reynoso, Stella Maris Morales y Ana Masitto vuelven a la isla para contar sus cruda experiencia pero, además, para hacerse escuchar. Tras ser invisibilizadas por casi cuatro décadas y en un escenario machista y de discriminación, este film muestra la lucha de estas veteranas que aún hoy esperan ser reconocidas.

«Este es un documental que no te lo cuenta nadie –expresa Reynoso-: lo estamos contando quienes lo vivimos, porque a quienes debían contarlo se les olvidó por casi 30 años. Una vez que empezamos a decirlo, intentaron una y mil maneras de callarnos, de difamarnos, de agraviarnos».

Estas mujeres siguen luchando por mostrar el rol fundamental que tuvieron y ya no se callan más: “Tanto tiempo de silencio y hoy estamos aquí, vivas, sin miedo, libres y con la verdad en la mano. Orgullo en el corazón y la justicia que nos acompaña. Las enfermeras veteranas de guerra de Malvinas de la Fuerza Aérea estuvimos y estamos diciendo presentes una vez más. Quien quiera oír que oiga», señala Reynoso.

El documental busca darles voz a las enfermeras que atendieron a soldados y estuvieron en trincheras pero también visibilizar el contexto de injusticia y discriminación que sufrieron. Strifezzo, en diálogo con Télam, explicó que una de las causas de ese silencio es por tratarse de mujeres que actuaron en un escenario militar: “Ellas, como enfermeras, vieron en primera persona a los muertos, a los heridos, a los chicos con los pies congelados por no tener un buen calzado, a los que estaban mal alimentados. No solamente no las quisieron escuchar sino que también las quisieron silenciar. Ellas vienen de esa sociedad en la que la mujer tenía un rol mucho más rígido y definido, y mucho más hacia el interior de una fuerza militar. Las revistas de entonces solo mostraban a mujeres que esperaban el regreso de los soldados o a madres tristes porque sus hijos estaban en una guerra”.

A lo largo del rodaje, el director detalla que hubo momentos de emoción y catarsis como cuando las protagonistas pasaron por el hospital de Comodoro Rivadavia. “Fue un momento totalmente mágico, porque ellas caminan directamente hacia ahí, creo yo que dirigidas por el pasado. Estaban desorientadas, pero seguían caminando por ese lado. Hubo otros en los que llorábamos detrás de cámara, el camarógrafo, el sonidista y yo. Así fue el clima de la filmación”. Como señala Strifezzo, el planteo del final no es solo reconocer a estas mujeres por su lucha sino también para intentar sanarlas, como ellas hicieron con otros heridos durante la guerra.