Por Amparo Beraza
Fotografía: Gentitleza Lucila Penedo e Iván Wolovic Ivan

La muestra interdisciplinaria sobre las manos es la primera de una serie que organiza el Centro Cultural Morán.

Las manos están presentes en todos los espacios del Centro Cultural Pedro Morán, manos callosas y arrugadas, con uñas pintadas y sin pintar, manos pinchadas y arañadas por agujas, manos de hombres y mujeres iguales a miles de manos que los precedieron.

Se trata del eje de una muestra multidisciplinaria sobre los oficios de Parque Chas, el donde se encuentra el Pedro Morán, pero sobre todo los oficios manuales. 

En este caso, los artistas decidieron tomar inspiración de los costureros de la Cooperativa Textil JAC (Jorge Anselmo Carrizo), pero sobre todo de una de sus fundadoras, Adriana Carrizo. “En realidad este proyecto surge de un grupo de artistas, una pintora, una fotógrafa y un pintor, al principio, que decidimos empezar a pensar cómo el trabajo nos identifica.  El trabajo se vuelve nuestra identidad, un reflejo de lo que somos, por eso lo tomamos con compromiso, con dedicación, y no podemos hacer otra cosa”, dijo Paula Cecchi, pintora de la muestra. 

La exposición surge en el centro cultural con la  necesidad, no solo de exponer el oficio de las costureras, sino también como una forma de conectar el arte con el mundo real, poner en juego el arte con la vida real. Lucila Penedo, fotógrafa agregó: “La idea es que la muestra esté en otros espacios, sacarlos a  la calle, generar ese vínculo con el espacio, el arte en el mundo real”.

«Las manos a veces expresan mucho más que las palabras», subraya Carrizo.

Adriana Carrizo, responsable y miembro fundadora de la cooperativa contó, por su parte, lo que sucedió cuando el grupo multidisciplinario de artistas ingresaron en la Cooperativa JAC, que lleva las iniciales de su padre detenido-desaparecido. “A mí como responsable de la cooperativa lo que me sucedió es que me dispararon otras cosas, porque ustedes disparaban el trabajo y yo empecé a pensar, las observaciones que ustedes hacían sobre las manos, es decir la mirada sobre las manos de las personas. Creo que las manos a veces expresan mucho más que las palabras, y qué importante son para el oficio nuestro.”

La Cooperativa JAC surgió tras la crisis de 2001, de manos de Adriana Carrizo y su amiga Nelly, como unión en defensa de su trabajo “La cooperativa defiende el precio justo, porque creemos que la economía social es posible, el trabajo lo hicimos con el INTI, pudimos entender el concepto del precio justo y el costo de una prenda.”

El rol del Estado fue fundamental para el surgimiento de “La Cope”, como la llamó Adriana, que se terminó de constituir como cooperativa legal en el 2010. “Lo que le pedíamos al Estado era un marco legal de lo que hacíamos. Porque los talleres de costura son en general clandestinos, sin obra social, seguro de vida, ni nada que los proteja. Antes de preguntarnos cuánto vamos a ganar pedimos un marco legal en el que trabajar.”
Las obras presentadas en la muestra consisten en fotografía, video, poesía, pinturas. Para Andrea, el oficio de costurera en la cooperativa desafía el sometimiento en que se fuerza a las mujeres al estar en la casa  “Cuando iba a enseñar costura a un centro de integración social que se llamó Casa Abasto, después de la crisis del 2001, sentí que nos habían estallado la cabeza, que los milicos habían hecho el retrabajo. Por eso propuse un curso de lectura para las chicas. Los sábados la hacía venir a una compañera nuestra para que nos lea mientras cosemos.”

«Las manos en conjunto hablan de lo colectivo», opina Paula Cecchi.

Para Paula Cecchi la obra se trata exclusivamente de un trabajo interdisciplinario, donde la obra de una artista no está completa si falta la del otro. “Una prenda que vos usás tiene una historia, que empieza como un molde y hay pinturas donde se está dibujando ese molde. Todas las manos en conjunto hablan de lo colectivo, por eso queríamos que la muestra se sintiera un todo.”

En el librito que entregan en la exposición con los distintos testimonios tanto de los artìstas como de los trabajadores de “JAC”, Adriana Carrizo dice sobre la costura. “Es un oficio vivo: cambia de estación. La moda evoluciona constantemente y sigue los cambios de la sociedad y eso, para mí, tiene que ver con una convicción personal: todo es política e ideología. La moda también.”

En toda la muestra se dejaron ver poemas de distintos poetas del barrio, que intervinieron conmovidos por un oficio manual tan meticuloso y obsesivo como el propio. Los poemas estaban pegados al lado de las pinturas, al lado de las costureras, sobre moldes de telas se leían, en uno de ellos rezaban las palabras «La dictadura dejó muertes que caminan al sol, envivamos las prendas con alegría».

La muestra “La costurera: Adriana Carrizo y la Cooperativa textil JAC”, que hizo su cierre el viernes 29 de noviembre, es la primera de una serie sobre los oficios que tendrán su espacio en el Morán.