Por Nicolás Romero (Universidad Nacional de Moreno)
Fotografía: Archivo ANCCOM

Uno de los sectores más golpeados en estos últimos años fue la industria. En este clima de incertidumbre, cabe recordar la educación técnica es la formadora de la futura mano de obra calificada, la que abastece a las PyMEs y a las grandes empresas de aquellos trabajadores especializados que se insertan la economía productiva del país. La realidad de hoy es diferente a esa meta de la Argentina industrial y formadora de su propia mano de obra. La falta de presupuesto, sumado al cierre de empresas en donde los jóvenes puedan realizar sus prácticas ponen en una situación preocupante a la educación técnica de cara a lo que viene. Este viernes se conmemora el Día de la Educación Técnica y desde ANCCOM visitamos algunas escuelas de esa modalidad y recogimos testimonios de directivos y estudiantes para que cuenten su presente.

Ramón Villareal, secretario regional del Sindicato Unido de Educadores Técnicos de la República Argentina (SUETRA) y vice director de la E.N.E.T N°2 ubicada en Moreno, en la  que se dictan las tecnicaturas de Maestro Mayor de Obras,  relata: “Hoy esta escuela técnica está mejor que en años anteriores, en el 97 casi desaparecemos y con nosotros todas las técnicas. Pero a partir del año 2005 con la nueva Ley de Educación y con los planes de mejora empezamos a resurgir, eso nos dejó resto, aunque con este gobierno empezamos de nuevo a ir para atrás”. Ramón pasó décadas en la educación técnica, sobre todo en la escuela en la que ahora desempeña el cargo de vice, y en su carrera vivió varios procesos de cambio en lo que respecta a la formación educativa. En este sentido, afirma que la enseñanza debe enfocarse hacia las nuevas tecnologías. “ La actualidad tiene que ver con las TICs -aclara-: robótica, control numérico computarizado,  (la plataforma informática  libre)  Arduino, impresión 3D… ya no alcanza con los oficios de hace 30 años, se pasó de esa destreza manual a la destreza digital. Una escuela técnica que no enseñe nuevas tecnologías no nos sirve”.

Por  su parte, Silvina Fernández, directora de la E.E.S.T N°3 “Evita” de José C. Paz, que ofrece las tecnicaturas de Electricidad y Gestión de las Empresas,   cuenta que, en un principio, no tenían un lugar propio y todo lo que se realizó se hizo con un esfuerzo del barrio La Sonia. Fernández describe cómo es la situación de su colegio: “En un primer momento no teníamos edificio, una vez que lo tuvimos, no teníamos alumnos, conseguimos las dos cosas, pero nos faltaba equipamiento. Ahora que ya tenemos todo eso, sólo nos queda ponernos a trabajar.

Silvina dirige una escuela que se encuentra en un lugar carenciado del Conurbano, donde el “salir adelante” se hace muy cuesta arriba,   pero  ella cree que se puede: “Esta escuela pasó por mucho, tuvimos que salir a vender detergente, lavandina y otros artículos de limpieza para juntar guita. Acá a los pibes les cuesta todo más porque viven con el estigma de ser ´los negros´, esos que algunos ven y se cambian de vereda. Nuestro cupo de alumnos se compone en un 15% de extranjeros, en su mayoría paraguayos, peruanos, bolivianos y colombianos, intentamos que haya una integración de los alumnos, pero sobre todo de brindarles contención, que es lo que los pibes se merecen“. La directora,  que trabaja desde hace 19 años en establecimiento, agrega: “Somos la única de las escuelas técnicas del distrito que tiene un comedor con un cupo de 397 alumnos y tenemos 660, entonces hacemos lo que podemos para racionalizar recursos y que los chicos coman todos. Lo que tenemos, lo mantenemos con cooperadora porque desde el Consejo Escolar nos llega muy poco”.

La “Evita” aglutina a estudiantes del primer cordón de José C. Paz y el tercer cordón de Moreno. Leila Paiva, alumna del quinto año de Electricidad de esta escuela,  relata: “Me gusta estudiar en la Técnica, la curiosidad me llevó a hacer esta especialización, mis excompañeros dijeron que era difícil y eso hizo que me interesara más. Además, formo parte del centro de estudiantes, está bueno que todos participemos”. Leila agrega que la relación con los directivos es activa y que siempre están presentes para lo que los estudiantes necesiten. A la hora de referirse a su situación familiar, la joven dice: “Mi papá hace changas en albañilería y mi mamá es ama de casa, acá la cosa es así comúnmente. Todos mis compañeros más o menos están así.”

Agustín Díaz Fleitas, técnico electromecánico, profesor de Taller en la E.E.S.T Nº 1 “Javier Tapié” de General Rodríguez, da clases desde hace diez años y dice que la educación técnica está mejorando a pesar de la coyuntura socioeconómica de nuestro país. Díaz Fleitas viene de un ámbito que no es específicamente la educación. Trabajó varios años en la industria antes de realizar el tramo pedagógico y rememora una de las peores épocas para la industria: “Fue lo peor en la era de Menem cuando se cerraban las fábricas y tenías a los ingenieros haciendo de tacheros, y en las técnicas se daban los bachilleratos al igual que cualquier escuela media, el polimodal fue terrible para la educación técnica. Hoy en día la Argentina no es un país de fabricación, es un lugar de ensamble, pero así los chicos que salen de acá tienen más oportunidades”.

El “Tapié”, como se lo conoce comúnmente, brinda las tecnicaturas de electrónica, electromecánica y en industria de alimentos, abastece de mano de obra calificada a la industria local y tiene a La Serenísima y Valente (Bimbo) como los mayores empleadores de jóvenes técnicos; además el municipio cuenta con polos industriales que hacen de General Rodríguez un lugar de mayores posibilidades en comparación con los distritos de Moreno o José C. Paz. Los alumnos de Díaz Fleitas, en contraste con Leila, tienen familiares que desempeñan sus tareas como técnicos en diferentes empresas de la zona y, al graduarse, ya contaban con una posibilidad muy alta de tener trabajo acorde a sus estudios.

Empleo joven

Todos los estudiantes del séptimo año de las escuelas técnicas realizan 200 horas de prácticas profesionalizantes en donde cumplen tareas tanto en la propia escuela como en diferentes empresas. Estas prácticas son el primer paso para el desarrollo laboral de los estudiantes a futuro. Ramón Villareal comenta: “Tenemos un seguimiento de los chicos que mandamos afuera, estos no pueden ser empleados por los empleadores cuando están realizando las prácticas, con esto evitamos la deserción escolar. Actualmente, una gran cantidad de estudiantes están haciendo las prácticas, algunos en el hospital y la municipalidad de Moreno, otros en empresas, después consigue laburo de técnico o maestro mayor cerca del 20%.” El directivo y gremialista agrega: “Los que tienen la posibilidad de seguir formándose lo hacen, pero en el ‘mientras tanto’ muchos trabajan de lo que pueden. Antes la tasa de empleo joven de técnicos era más alta, pero con la caída de las PyMEs este último tiempo les cuesta más insertarse a los jóvenes. De todas formas, tenemos una plantilla de egresados disponible para las empresas de la zona”.

Díaz Fleitas suma su testimonio: “Cerca del 80% hace las prácticas en las fábricas. Lo que funciona muy bien en General Rodríguez es la oficina de empleo, tenemos una profe que trabaja ahí y arma el vínculo de las empresas con los chicos que  buscan trabajo. Buscamos las empresas en donde los alumnos puedan hacer las prácticas pero a veces la burocracia nos atrasa un poco.”

En el otro extremo,  Silvina Fernández asegura: “José Paz cuenta con un solo polo productivo que es el SIPEM, no tenemos 18 polos productivos como Moreno, por eso nosotros debemos ir buscando lugares donde los pibes trabajen, y que sean prácticas formativas que les sirva, no que les hagan barrer, también laburamos con la salita, con el campo de deporte ‘La Sonia’, con un centro cultural que se inauguró en el barrio, trabajamos en red para mejorar, pero a veces con los diferentes proyectos políticos se nos viene todo atrás”. Añade que “el trabajo va a hacer que los chicos tengan otras posibilidades y otras visiones distintas a las que venían teniendo. Si la escuela baja los brazos no vamos a poder generar ningún tipo de cambio y si cerrás la escuela, matás a un barrio.” Así, entre ciertas posibilidades de inserción laboral y la desindustriaización del país, se mantienen las escuelas técnicas. La Argentina misma…